La Adolescencia

LA ADOLESCENCIA (14 A 20 años) La adolescencia es la etapa en que se van adquiriendo y ensayando nuevas competencias como preparación para ser adulto. Hay mucha variación entre un adolescente y otro de la misma edad, en su proceso de desarrollo. Hay que recordar, que existen también ritmos diferentes entre muchachos y muchachas. Esta variación se debe a diferencias en su maduración biológica, y a la influencia de factores socio económicos. En este período el muchacho/a se preocupan por definir quién soy. Se acercan mas al grupo de amigos y tienden a seguir modas en el vestir, expresiones artísticas, orientaciones políticas, religiosas o sociales que le permiten experimentar y desarrollar su propia identidad. El rendimiento escolar y la preparación para su futuro cobran real importancia. Al mismo tiempo, se distancia afectivamente de su familia y se hace crítico de los adultos. En cuanto a su identidad sexual, necesitan sentirse como mujeres u hombres y ser reconocidos como tales. Se enamoran, desarrollando su expresión afectiva, un sentido de responsabilidad y compromiso con otro u otra. Necesitan complementarse, ser capaces de amar y recibir amor. También es la edad en que algunos se inician en la intimidad sexual, lo que les obliga a enfrentar nuevas exigencias afectivas, morales y sociales, antes de estar preparados para ello, como en los casos de embarazos no previstos, o con las consecuencias de padecer ITS y VIH. Desarrollo físico: Al comienzo de la adolescencia se continúa el proceso de maduración biológica que comenzó en la pubertad. Se afinan las formas corporales y hay un mayor desarrollo de los órganos. Es el tronco el que se desarrolla ahora, y es el pulmón, corazón y otros órganos los que se ajustan a la nueva estatura y requerimientos de esta edad. Aumenta la pilosidad y los órganos genitales se agrandan. El pelo se engruesa y oscurece. La voz se hace más profunda. Al mismo tiempo, los vellos de la barba y el pubis se hacen más duros y fuertes en los hombres. En las niñas, el pecho y las caderas empiezan a tomar formas redondeadas definitivamente. Los adolescentes experimentan la intensidad de su impulso sexual, el cual esta a su vez estimulado por los mensajes de los medios de comunicación social, la moda, estímulos en el medio ambiente, etc. Por ello, necesitan comprensión y orientación para poder encauzar su despertar sexual, dado que no están aún preparados física, emocional y socialmente para hacerse cargo de las responsabilidades que implica la intimidad sexual en una relación de pareja. Muchos adolescentes experimentan con angustia e incertidumbre estas transformaciones rápidas, que los llevan a tener apariencias adultas. Muchas veces, caen en fuertes momentos depresivos y de insatisfacción por los juicios drásticos que hacen de su propia apariencia. El acné, la gordura, la delgadez, y la baja o muy alta estatura, pueden ser vividos por ellos como una tragedia El impulso sexual: Existen diferencias en la manifestación del impulso sexual entre muchachos y muchachas, esto se debe, tanto a diferencias biológicas, como a lo esperado por la cultura para cada uno. En los muchachos el impulso se expresa mas genitalmente; la excitación ocurre más rápido debido, en parte, a que sus genitales son externos y a la

acumulación de semen. Por ello, el joven necesita aprender a no dejarse llevar por sus impulsos sexuales como una urgencia inmediata a satisfacerlos. En las muchachas el impulso se expresa más en la búsqueda de ternura y amor romántico y se presenta de manera compleja envuelto en su afectividad; la mujer es muy sensible al tacto (le gusta que la acaricien) y al oído (le gusta que le hablen románticamente al oído)… Continúa en el siguiente número.

…Viene del número anterior: Desarrollo Cognitivo Afectivo Continúan desarrollando la capacidad de razonar, que se había iniciado en la pubertad. Durante esta etapa surge con fuerza el pensamiento social moral que tiene que ver con la concepción de un mundo en función del bien, la convivencia, la belleza, la bondad, la justicia y el derecho. Es así que, pasadas las primeras etapas de críticas y rechazo al mundo de los adultos, son capaces de reconocer que un cierto orden, autoridad y ley son necesarios. Por otra parte, la fuerza del impulso sexual adolescente hace necesario el autocontrol en su sexualidad. Este es un momento fundamental para tomar en cuenta las consecuencias de su comportamiento en sus relaciones interpersonales. En el inicio del período adolescente se observa gran rapidez para cambiar de estados de ánimos. Se los ve alegres y al instante siguiente enojados, tristes e incluso llegan a llorar, otras veces agresivos. Estos cambios pueden explicarse por inseguridad y confusión en relación a lo que viven y a lo que son. por ejemplo la fanfarronería en los muchachos o los aires de indiferencia y desprecio de las muchachas pueden indicar inseguridad.. Se les observa una tendencia a sentirse humillados, o con temor a hacer el ridículo en las reuniones sociales. Estos cambios alteran las relaciones de los miembros de la familia con ellos, pues no saben cómo tratarlos. Esta etapa es muy difícil tanto para los padres, madres y profesores como para los adolescentes; ambos necesitan re aprender a comunicarse. También, procuran aislarse dentro del ambiente familiar, cierran la puerta de su pieza, ponen la televisión o la radio muy fuerte, evitan la participación en encuentros familiares, o llegan tarde a la casa. Con estas actitudes están señalando que quieren llegar a disponer de su tiempo, de su espacio; que son sus intereses los que cuentan y que por sobre todo, que no están disponibles para acatar órdenes o someterse a la autoridad materna o paterna sin poner condiciones. Desarrollo Social: Hacia los 13 – 15 años se dan dos tendencias fuertes en los adolescentes. Por una parte, buscan las relaciones sociales, por otra, se aíslan. Al inicio de esta etapa, sus contactos personales son poco profundos, inestables y tienden a tener una diversidad de amistades, relacionándose a grupos diferentes; hay una sed de experiencias sociales. Cuando se producen conflictos con sus pares, tienden a aislarse, rechazan a sus amigos y se preocupan exclusivamente de sus propios sentimientos. Sus comportamientos fluctúan entre la sociabilidad y el aislamiento. El pertenecer a un grupo es muy importante, porque se viven experiencias distintas y complementarias a las de la vida familiar. Sin embargo, existe el riesgo que los jóvenes desarrollen comportamientos colectivos antisociales. La propia rigidez de las normas del grupo conduce a veces a los jóvenes a vivir situaciones peligrosas. Conjugándose el temor al grupo, la rebeldía contra padres y la inmadurez, algunos adolescentes llegan a abusos de alcohol y drogas; arriesgan su vida en automóviles; se inician en conductas delincuentes y relaciones sexuales tempranas o promiscuas. Todo adolescente se enfrenta a conflictos y confusión respecto a su sexualidad, la superación de ellos es parte del proceso de desarrollo y consolidación de su identidad.

El desarrollo de la identidad sexual se fundamenta sobre las diferencias anatómicas y psicológicas de ser hombre o mujer. Alrededor de los 3 años el niño y la niña se han identificado con personas de su mismo sexo y se comportan, se sienten y se entienden a sí mismos como personas del sexo masculino o femenino. El desarrollo de la identidad es un proceso de construcción permanente que se consolida durante la adolescencia. El concepto de roles sexuales se refiere a funciones sociales que se han asignado culturalmente a las personas de acuerdo a su sexo. Se espera comúnmente que sea la mujer quien asuma, por ejemplo, el cuidado de los niños y que de profesión sea maestra jardinera o enfermera; se espera, por su parte, que un carpintero, chofer de colectivo, ingeniero o empresario, sea hombre. Las decisiones de la adolescencia Algunos criterios de madurez para la toma de decisiones: La madurez física y genital se alcanza independientemente de la voluntad de las personas pero no basta como criterio de adultez. Una persona es adulta psicológicamente cuando, además de haber alcanzado la madurez física, se ha desarrollado en la dimensión intelectual, afectiva y social.