Unidad 4 Todas las ciencias tienen su historia, por ello es muy importante que conozcas lo que se llama contexto de producción. El iluminismo como momento histórico situable a partir del siglo XVIII, tiene antecedentes en el Renacimiento y efectos que llegan hasta el siglo XIX; pone como centro a la razón humana, que reemplaza a la razón divina, y considera que ésta progresará directamente hasta lograr un conocimiento acabado y riguroso de todos los objetos del mundo, sean naturales o sociales, logrando así iluminar con las luces de la razón todo lo existente. El hombre y sus conocimientos científicos ocupan el lugar de omnipotencia y omnisapiencia que se le adjudicaba al Ser Supremo durante la Edad Media. Iluminismo programa y efectos: Galileo y su principio de inercia ejerce influencia en todo el pensamiento científico posterior. Esta ley estudia fundamentalmente la caída de los cuerpos, e influye incluso en Newton con la formulación de la ley de gravitación universal hasta llegar a la formulación de la teoría de la relatividad de Einstein. La ley de la gravitación universal formula que todos los cuerpos abandonados a sí mismos tienden hacia el centro de la Tierra; que este movimiento sigue, en caso de no mediar cualquier intervención de otro cuerpo, una misma dirección, y que sobre los cuerpos se ejerce un movimiento que es uniformemente acelerado. Este principio es retomado luego por Newton en el siglo XVII, para explicar el movimiento. Lo que interesa fundamentalmente en ese momento es la causa del movimiento. Newton responde que la causa del movimiento se halla en un fenómeno que él llama la atracción universal. Hay que señalar la primera condición de este tipo de pensamiento: la búsqueda de una causa concreta. Esta búsqueda de la causa no es la de la filosofía, sino la de una demostración de la misma. Es decir: es la razón la que llega a la causa del movimiento. El tema del movimiento había sido el tema de la filosofía griega, pero en otro sentido. Ahora se trata del movimiento físico. Otro punto a señalar es la sustitución de la ley divina por leyes científicas. No es casual que la física y la química pongan nombres propios a las leyes (por ejemplo, la ley de Newton). Las formulaciones de Galileo, y de Newton sobre todo, constituyen la matriz fundamental sobre la cual se va a sostener todo el sistema científico del Iluminismo. Prácticamente, esto continúa así hasta que Kant plantea el problema del espacio y del tiempo desde otra perspectiva, la del sujeto de la subjetividad. Newton investiga la causa del movimiento, no intenta develar el misterio del funcionamiento planetario, sino sólo describir un mecanismo. Esto es lo que va a dar lugar al surgimiento de una mecánica universal. Es la idea de que el mundo funciona como si fuera una máquina perfecta, como si fuera un gran mecanismo de relojería. Se plantea una ciencia que tiene, fundamentalmente, las cualidades de pureza, objetividad y neutralidad. Esta es la ciencia en sentido moderno. Durante este siglo, las matemáticas siguen dando los instrumentos para pensar las formulaciones más generales de las leyes naturales. Las matemáticas son pensadas en función del concepto de unidad y concatenación rigurosa; la "concatenación" en el sentido de la relación entre un antecedente y un consecuente. Se intenta pensar ese sentido de perfección no a partir del Creador sino, justamente, de un mecanismo autónomo. En el siglo XVIII nace la fe en la ciencia, en la razón. Las respuestas, que eran dadas por Dios, ahora son dadas por la razón, hay confianza en encontrar la causa mediante la razón. Empiezan aquí las condiciones que permiten la pregunta por el origen; hay pregunta por el origen y hay respuestas. Las respuestas tienen que ver fundamentalmente con dos direcciones: 1) La dirección de tipo mecanicista.
2) La dirección de la teología. Se trata de una teología reinterpretada desde la razón iluminista. De este modo, se va a postular la existencia de una religión natural, en el sentido del rigor, de la objetividad y del rechazo de toda respuesta de tipo finalista. "Aristóteles a diferencia de newton o Galileo desarrolla la ciencia (en este caso la física) en base al resultado de una causa, desarrolla una hipótesis en base a la tangibilidad y a la demostración natural" O sea que, a pesar de esos ejes dominantes (por un lado, la mecánica, y por otro, la matematización de la naturaleza y del pensamiento), en última instancia, la pregunta por el origen y por el orden del mundo tiene otro tipo de respuesta que, evidentemente, no pasa por una ley física, química o matemática. Hay repetidos intentos de dar explicaciones vinculadas al origen y al funcionamiento del mundo, desde posiciones más estrictamente mecanicistas. Una de estas teorías es formulada por Kant en 1755: la teoría de la nebulosa primitiva. Ella intenta dar cuenta del origen del mundo, de los planetas y los satélites, desde un punto de vista absolutamente natural y físico. En el terreno de la química tenemos al francés Lavoisier, fundador de la química cuantitativa. El sustituye lo que hasta ese momento era la teoría dominante: la teoría (logística. Fue guillotinado en la época del terror en Francia. El flogisto (del griego flox) era una especie de llama que despedían los combustibles y que sirvió (harta la formulación de Lavoisier a mediados del-siglo XVIII) para explicar el fenómeno de la combustión de los metales. Las ciencias biológicas se intenta retomar la tarea de descripción y clasificación de los seres vivos, que había enunciado Aristóteles, en función de un ordenamiento por sucesión o continuidad de caracteres dominantes, o sea, por caracteres constantes y generales. Otros principios que se empiezan a formular son, por ejemplo, el de la lucha por la existencia, y el de la supervivencia de las especies que logran adaptarse al medio, una de cuyas consecuencias es la formulación de la teoría de la evolución. La discusión en torno del vitalismo y del mecanicismo tiene que ver, fundamentalmente, con la necesidad de dar una explicación a la manera de Descartes, en el sentido de que los seres vivos funcionan como máquinas autómatas. Con respecto a los seres vivos: 1) Vitalistas: seguían las formulaciones aristotélicas. 2) Mecanicistas: seguían los delineamientos cartesianos. Podemos definir al Iluminismo como el movimiento de cultura difundido en todos los países de Europa durante el siglo XVIII. Iluminismo significa "tendencia a esclarecer todos los problemas del ámbito humano a partir de la luz de la razón". La razón totalizadora deja otra vez a oscuras otro aspecto muy importante de lo humano. Este sistema vuelve a ser totalitario y absoluto, en el afán de iluminar produce enceguecimiento. Las 2 grandes líneas de pensamiento son: el racionalismo y el empirismo. Descartes piensa el problema del sujeto, esto se constituye en la luz y en el esclarecimiento; cuando Kant replantea este problema de la subjetividad, entonces es Kant quien pone de manifiesto todos los aspectos que en el pensamiento cartesiano quedaban oscurecidos. 1)Descartes postula el innatismo de las ideas, esto es: las ideas preexistentes a la experiencia. El hombre viene al mundo con un cúmulo de ideas innatas. La característica de este innatismo (la evidencia) tiene que ver con dos rasgos que plantea Descartes: lo claro y lo distinto. O sea: la idea de Dios no tiene nada que ver con ninguna experiencia sensible sino que es innata, lo mismo vale para las ideas matemáticas. Estas dos ideas son el tronco común a partir del cual está pensado ese carácter de la evidencia, de la claridad y de la distinción. La religión natural, como la que plantea el Iluminismo, implica las siguientes exigencias: a) la religión tiene que ser natural en su objeto; b) la religión tiene que ser racional en su criterio de verdad; c) la religión tiene que ser universal y libre en sus manifestaciones. 2) La otra vertiente con respecto al problema de las ideas es la crítica que se hace desde el empirismo a todo el problema del innatismo. Quien sostiene más polémicamente esta posición contra Descartes es Locke.
Locke niega que el hombre traiga al nacer algún tipo de representación o de idea en su mente. Es más: dice que la idea de Dios no es igual en todos los hombres, y que hay hombres que carecen de ella. Por lo tanto, no hay posibilidad de pensar que exista una forma innata en las ideas. Todas las ideas son representaciones que tienen que ver con la experiencia, surgidas a partir de los datos de las sensaciones. Kant dice que las representaciones o las ideas comienzan en la experiencia, pero no se agotan en ella. Postula la existencia de un sujeto trascendental, que no tiene ya que ver con lo divino sino con una formulación de categorías lógicas. De algún modo, Kant une a la razón y a la experiencia. Aspectos políticos: el avance y los nuevos métodos técnicos en la agricultura provocan su expansión. Hay un aspecto importantísimo: los descubrimientos marítimos, que permiten la expansión comercial. Todo el siglo XVII se desarrolló presenciando la rivalidad entre las dos formas de producción: 1) Método capitalista comercial. 2) Método capitalista industrial, aún incipiente. Se transforman todas las instituciones; los comerciantes necesitan un Estado nacional fuerte para luchar contra sus rivales, necesitan un Estado protector. Esto es lo que caracteriza a esta etapa del capitalismo comercial. A su vez, esta expansión del capitalismo comercial trae como consecuencia el surgimiento del capitalismo industrial, que tiene como eje estas corrientes de pensamiento: 1) Filosófica: tiene que ver con el desarrollo de un pensamiento político, el sujeto de razón que aparece en la filosofía posibilita el proyecto político. No había que acatar la autoridad de la Iglesia. 2) Económica: se comienza a conceptualizar en el plano económico, un clima de emancipación del pensamiento religioso. Ya no se privilegia la relación del hombre con Dios sino la relación del hombre con el hombre. Esta idea de la razón trae como consecuencia el surgimiento del individualismo, la idea de un Yo unificado. Por lo tanto, una vez que aparecen muchos Yo, hay que pensar cómo se unen, cómo se forma la sociedad. El planteo se da vuelta. Cuando se piensa a partir de la comunidad, la idea de individuo no aparece; cuando surge esta atomización, entonces hay que pensar cómo se hace la sociedad. Surge la idea de contrato que tiene antecedentes en la filosofía griega post platónica. Los capitalistas comerciales tenían pequeños talleres, empleaban mano de obra "libre", y su producción la vendían en los distintos mercados. Pero la expansión de los mercados hace que estos pequeños talleres sean insuficientes. Este es el comienzo de la Revolución Industrial. Al principio, las compañías monopólicas de comercio impedían el desarrollo de la industria, porque no les convenía la competencia. Cuando los comerciantes libres aparecen en gran número, se favorece esta competencia. De esta manera, se podría llegar a decir que el capitalista comercial engendra al capitalista industrial. Hay un progreso de la técnica que hace que "ganen" aquellos talleres más perfeccionados técnicamente, que pueden ser transformados en fábricas. Los sistemas monopolices habían restringido el comercio, entonces cada uno tenía su zona de comercio (las colonias españolas, francesas, etc.), pero cuando este sistema se rompe, el comercio se expande. El iluminismo aspectos filosóficos, políticos y filosóficos: Fisiocracia: teoría de la generación de la riqueza: esta se forma cuando se produce más de lo que se consume, en síntesis el trabajo productivo es aquel que crea excedente. Sistema clásico de la economía: es el sustento de la Revolución Industrial. En esta revolución suceden dos hechos que son fundamentales: a) La independencia de los Estados Unidos, que priva a Inglaterra de un mercado bastante importante, b) La revolución francesa, que extermina definitivamente del plano político el régimen feudal. Además se da otra gran pelea, otra gran disputa entre lo que postulaba el capitalismo comercial, un Estado fuerte, porque necesitaban la garantía contra sus rivales, y lo que va a postular el capitalismo industrial: la menor intervención posible del Estado.
Hay hechos materiales, que Lévi-Strauss llama "progresos objetivos que garantizan esta superioridad". Por un lado la imprenta, y por lo tanto, la posibilidad de divulgación de las ideas; por el otro el cañón, que modifica la técnica de la guerra y que aplasta, es electivo. Podríamos pensar también en la brújula, que posibilita la gran navegación. Esto esta basado en las posibilidades reales y concretas de estos tres elementos. La razón es la posibilidad de convertir a los hombres en amos de esta razón. Este cambio de ejes se da cuando la filosofía pierde su interés teorético, especulativo y epistemológico, y se acerca hacia la moral, la política y la esfera de lo práctico. Lo importante es el cómo, y no tanto el qué o el por qué. Esto se basa en todo el desarrollo del método científico, cuyo modelo son las ciencias naturales, que resultan eficaces es decir aptas como instrumento para operar concretamente sobre lo real, todo este gran esquema iluminista está basado sobre la teoría de la lógica formal. La metafísica, la especulación debe ser suprimida es sospechoso de ser mítica, religiosa, no es ciencia. La otra idea básica es la de la reducción a la unidad, tomando como modelo la formulación matemática. Todo aquello que no es posible de reducir a la unidad, queda fuera del esquema. La multiplicidad tiene solamente dos manifestaciones: posición y ordenamiento. Puede estar pensado como arriba, abajo, al costado, a la derecha, a la izquierda, pero forma parte de la unidad. De esta manera, se garantiza que sea objetivo. Esta reducción a la unidad es lo que garantiza la objetividad. Toda la estructura de la ciencia va a tratar de ser una estructura unitaria. Todo lo que no puede ser comparable, porque es heterogéneo, se reduce a la abstracción. Todo aquello que no se puede convertir en lo uno es apariencia, no es esencia. La esencia es la unidad. Nuevamente opera otro dualismo: esencia-apariencia. Lo que las cosas son, y cómo las cosas se manifiestan. Este criterio de unidad deja de lado las diferencias, el surgimiento del Yo. Aparece la garantía, previamente enunciada por Descartes, en ese "Yo pienso", que se convierte en unidad. Cuando aparece el Yo, aparece el conjunto como fuera del Yo, de muchos Yo. El problema es unirlos. En esta idea de surgimiento individual del Yo surge el problema de juntarlos de nuevo. Este es el punto que hay que resolver. Esta idea de Yo aparece más o menos por el siglo XVI, tal como la formulamos nosotros: como Yo indiviso, como Yo único, identificado con la unidad. No ha sido un proceso precisamente, tal como lo pensamos. Esta teoría del Yo tiene mucho que ver con uno de los supuestos fundamentales de la cultura y de la ciencia de Occidente: el concepto de lo indiviso, el concepto de individuo. El concepto de individuo surge en pleno naturalismo. Freud postula que, en realidad, toda esta ciencia está sostenida desde lo inconsciente. Está formulando un ataque a toda la razón occidental. En el lenguaje hay, algo que es idéntica a la cosa, pero hay algo que no lo es, que se escapa. De por sí, la palabra no es idéntica a la cosa. Por eso, el pensamiento iluminista no puede tematizar el lenguaje porque el lenguaje, fundamentalmente, lo que introducen son diferencias, distancias, separación. Si no hubiera diferencias y distancias, no hablaríamos. Es un principio que el iluminismo no puede tomar. Calculo Exacto: 1-todo se reduce a la mínima expresión. 2-la ciencia tiene que hacer el cálculo exacto y no puede copiar. El análisis del objeto no debe trascender sino sería metafísica. Objeto--> objeto o cuerpo. De esta manera, se produce una división entre sujeto y objeto. Los objetos en el pensamiento anterior, "irracional", como diría un racionalista iluminista, son algo más que objetos. Tienen un plus. Pero para el pensamiento iluminista no lo tienen. Los objetos dejan de ser trascendentes. Lo importante es no caer en esta trampa de la trascendencia, porque ésta es la trampa metafísica. Los objetos son lo que son, nada más. Esto tiene una garantía: si no hay trascendencia, no hay horror a lo desconocido. El miedo que produce lo desconocido se anula, porque la razón hace conocido lo desconocido. Por lo tanto, elimina la angustia de lo desconocido. Esta religión de la ciencia es la religión que tiene como meta la unidad, la totalidad, la objetividad y la neutralidad. La neutralidad es tan absoluta en este pensamiento iluminista que se vuelve metafísica. Porque la doctrina metafísica tiene claro un aspecto: todo objeto tiene algo que lo trasciende a sí mismo; pero esto que lo trasciende y que no puede ser captado por la razón, queda afuera.
PROGRAMA DEL ILUMINISMO. EFECTOS Vemos cómo se va constituyendo una religión de la razón. Se reemplaza un tipo de fe y un tipo de creencia por otro. Esta religión de la razón va a corresponder a lo que en ese momento eran los intereses de la burguesía en Francia. A partir de acá el movimiento enciclopedista va a sostener toda su ideología, toda la formulación de sus principios básicos, en lo que se constituyó como la Biblia de este movimiento iluminista en Francia: La Enciclopedia fue una publicación que constó de 34 volúmenes, que se inició en el año 1751 y llegó hasta 1780. Fue dirigida por Diderot y D'Alembert. Los dos ejes fundamentales de este nuevo credo, de esta nueva religión de la razón, eran: 1) La Enciclopedia constituía la síntesis o el repertorio de todo el saber, todo el conocimiento de la época. La idea era la totalización de todo el conjunto de los conocimientos. 2) Se había sostenido una profunda crítica religiosa. Era una crítica a todo lo instituido por la religión, que fue visto a la luz de la razón, como aquello que desviaba o perturbaba el camino hacia el progreso definitivo. La religión es vista como un mito. La crítica religiosa que se sustenta desde la Enciclopedia tiene que ver con toda la caracterización que hacían los pensadores a través de los artículos. La religión constituía el oscurecimiento, frente a la luminosidad de la razón. En el campo de la política de la legislación estos principios del Iluminismo se vieron consolidados en lo que fue la doctrina del Despotismo Ilustrado, que no es otra cosa que la aplicación de estos principios de la razón iluminista al plano de las ideas políticas y jurídicas de la época. Para el despotismo ilustrado, bastará que los reyes sean filósofos para asegurar el bienestar del pueblo. Pero, ¿por qué "despotismo" ilustrado? Porque era todo para el pueblo, pero nada por medio del pueblo. Esto está expresando una cierta desconfianza en que el pueblo, por sí solo, pudiera obrar de acuerdo a la razón. Esta doctrina es la que va a sostener Montesquieu en El espíritu de las leyes. Esta es la obra en que Montesquieu sostiene la división de los tres poderes, para asegurar lo que él definía como "la libertad ciudadana". Hay que aclarar que esta libertad ciudadana también respondía exactamente a la concepción de la libertad, para la mentalidad burguesa de la época. Efectos y consecuencias del pensamiento iluminista: Este ideal de número, con el disfraz de abstracción con el que llega a nosotros. Numerarse es quedarse en la absoluta inmediatez del objeto. Esto tiene la particularidad de convertir a todo el conocimiento en repetición. Ese conocimiento, convertido en repetición, es indudable que lo seguimos sintiendo nosotros, como efecto. El conocimiento en una concepción muy clásica, es repetición. Nuestra concepción de enseñanza universitaria y secundaria, que es absolutamente enciclopedista, que se basa en la repetición. La diferencia entre los pensadores iluministas del siglo XVIII previos a la revolución francesa, que podríamos llamar "negativos", porque son los filósofos de la crítica, y los del positivismo del siglo XIX, es que éstos no tienen crítica, porque van a postular que este orden se sostenga. No hay crítica porque tienen que apoyarse en este orden de la razón, en este poder al que la burguesía ya accedió. Ahí vemos toda esa idea de la reproducción, de la perpetuación dé los esquemas, que aseguran de alguna manera la eternización. Obviamente, la eternización no sólo en la esfera de lo racional, sino en la esfera de lo político: la autoconservación, conservar las cosas como están. Para esto, la razón tiene que someter a la pasión, porque la pasión es disolvente. De esta manera, se elimina el goce, porque teme a la pasión. A tal punto que la palabra "pathos", que después va a ser para nosotros sinónimo de "patológico", en griego también quiere decir "pasión". Se cuidó muy bien esta relación entre lo patológico y la pasión. La pasión es el miedo a la invasión, a lo disolvente, y el miedo a que la razón "temblequee". De algún modo, todo lo que está sosteniendo los profundos dualismos del pensamiento occidental, espíritu-materia, lenguaje-cuerpo, pensar-goce, filosofía-erotismo, en el sentido de impulso vital, es esa necesidad de mantener absolutamente separado lo que sea el orden de la razón de todo lo que puede disolver, conmover o trastocar ese orden de lo racional. LA IDEA DE PROGRESO
Es importante señalar, con Bury, que esta noción, no supone solamente mejora material y bienestar social (lo que las constituye como reivindicaciones socialistas) sino que implica también el desarrollo de la vida individual, de las facultades propias de cada hombre, de los sentimientos y de las ideas del momento. En lo que no había acuerdo absoluto era sobre la cuestión del progreso continuo, por un lado, e indefinido, por el otro. Los pensadores que sostenían que la meta final era conocida eran aquellos que sostenían la idea de progreso continuo y quienes apoyaban la hipótesis opuesta, es decir, la idea de que la meta era desconocida y el desarrollo sin fin, son los que hablaban de progreso indefinido. Esta ilusión de que el avance científico implica necesariamente avance material y social, es la que contribuyó a consolidar la idea de progreso indefinido. Esta vía desembocó en el controvertido Spencer, quién intentó, desde la teoría evolucionista de Darwin en el plano biológico, establecer la ley general del progreso humano a partir de las leyes biológicas de la selección natural, la supervivencia del más apto, y de la cultura como producto de la herencia biológica. En tal sentido, como señala Bury, la civilización representa las adaptaciones que ya se han llevado a cabo y el progreso se revela como la serie de pasos sucesivos en ese proceso. Las consecuencias político-ideológicas de esta teoría son bien conocidas. Los pueblos considerados inferiores, lo son por ley natural y no hay cambio histórico posible. De aquí al racismo como doctrina seudocientífica habrá un paso. La paradoja de Spencer se sintetiza al señalar que las virtudes que él señalaba como indicadores del progreso de una generación a otra, constituyen procesos de adquisición cultural en distintos contextos históricos. La diversidad cultural no está atrapada en una serie de genes hereditarios y prefijados en el sistema nervioso sino que por el contrario refleja la capacidad humana de aprender y de transmitir experiencias distintas en situaciones distintas. La ilusión del progreso podría decirse que representa nuevamente otra ilusión característica del capitalismo industrial, que expone el progreso de una cultura y de una clase social como si fuera el progreso de la humanidad entera Homogeneizada que, como se dijo, es consecuencia de la expansión planetaria de Europa. El pensamiento evolucionista El esfuerzo de Spencer por probar que la naturaleza humana, como todo lo demás en el universo, era un producto de la evolución, abrió el camino, más o menos directamente, al determinismo racial. Fue Spencer y no Darwin quien popularizó el término evolución y la expresión supervivencia del más apto. La idea de que existía una ley universal de desarrollo, lo llevó a sostener que "la civilización en lugar de ser un artefacto, es parte de la naturaleza". El problema de Darwin, semejante al de Spencer, consiste en no separar los cambios producidos y determinados por la herencia biológica, de las conductas aprendidas y por lo tanto extrasomáticas. CRITICAS AL EVOLUCIONISMO Boas (antropólogo alemán del siglo XX) desarrolló su teoría de la cultura en base a dos principios básicos que, en tanto confrontan con el evolucionismo en boga, nos permiten entender sus críticas a esta corriente: a) el énfasis en un enfoque histórico, y b) el imperativo de estudiar cada cultura desde adentro. a) Un enfoque histórico no evolucionista de la cultura. Boas estaba cuestionándole al evolucionismo su concepción unilineal de la historia: el desarrollo de las distintas culturas no era en modo alguno, en la concepción de este autor, una sucesión de etapas alineadas en un sentido único, sino más bien se producía a través de líneas de desarrollos múltiples, particulares y divergentes. Boas, en congruencia con los neo-kantianos (especialmente con Dilthey) consideraba que la diferencia crucial entre las ciencias humanas y las ciencias naturales tenía que ver con los atributos "del espíritu", que convierta a los fenómenos humanos en algo distinto de los fenómenos de la realidad natural, un método de trabajo diferente al de los científicos naturales, un método de conocimiento "comprensivo".
El evolucionismo tayloriano, por ejemplo, encontraba que las diferencias entre primitivos y civilizados podrían cifrarse en lo dualidad sin razón/razón, en la cual los pueblos no occidentales eran definidos como “primitivos” al ser comparados con la propia cultura del científico. En franca oposición a ese tipo de argumentaciones Boas consideró que cada cultura era cualitativamente diferente e históricamente particular, y encontró que los intentos de explicar las culturas no occidentales en términos evolucionistas eran una iniciativa etnocéntrica, además de errada en cuanto al entendimiento acerca de la verdadera naturaleza de los fenómenos culturales. La obra de Darwin: Inglaterra del siglo XIX, publicación de la obra de Darwin (1859: "El origen de las especies"; 1871: "La descendencia del hombre"). Podríamos decir que los argumentos que se oponen a la teoría en ese momento son de dos tipos, los que se refieren a cuestiones puramente teológicas, y los que le cuestionan deficiencias técnico-metodológicas: noción de especie y variación, insuficiencias demostrativas, la teleología. Darwin fue quien se inspiró en teorías sociales, en especial las desarrolladas por Malthus, para construir la teoría de la evolución. El contexto económico en que surge es el capitalismo industrial y la expansión colonial. Evolucionistas: pensamiento que sigue la línea de Darwin. Creacionistas: pensamiento que sigue la línea teológica de la creación del hombre. Creacionismo: los monogenistas planteaban que la humanidad entera descendía de Adán y Eva. Las razas humanas habían sido producto de la degeneración que sucedió a la perfección del paraíso. Esta degeneración habría variado según las razas: fue menor para los blancos y mayor para los negros. El proceso de degeneración sería consecuencia de una serie de factores, principalmente el clima. Algunos creían que este proceso era reversible creando un entorno adecuado. La otra postura presente en la época, fue la denominada poligenista. Estos abandonaron la versión bíblica por considerarla alegórica, y atribuyeron las diferencias raciales a actos de creación separados. Posturas racistas en la etapa pre-darvinista: Entre los científicos poligenistas considerados prestigiosos en la época tenemos a Louis Agassiz y Sarausl Morton. El primero era un teórico que, por medio de una apreciación prejuiciosa de las personalidades y aptitudes de cada raza, planteó como óptima la implantación de una educación diferencial de acuerdo a las habilidades supuestamente innatas de cada grupo racial: los negros debían adaptarse al trabajo manual y los blancos al intelectual, sus ideas raciales, que promovían una política social segregacionista, se extendieron en la opinión pública norteamericana. Morton se dedicó a acumular datos. Con ese objetivo se dedicó a la medición de su impresionante colección de cráneos humanos. Sus resultados coincidieron según S. Gould (1388:4) con "... los prejuicios de todo buen yanqui: los blancos arriba, los indios en el medio y los negros abajo, y entre los blancos, los teutones y los anglosajones arriba, los judíos en el medio y los hindúes abajo". El estudio de las datos de Morton llevó a S. Gould (1988) a considerar que los mismos constituían un conjunto de falsificaciones, pero no deliberadas: aquél los habría manipulado inconscientemente, auto engañándose, condicionado por sus prejuicios. El impacto del evolucionismo: En 1859, C. Darwin publica "El origen de las especies", en el cual desarrolló su interpretación de la evolución biológica, señalando los mecanismos básicos de tal proceso: lucha por la existencia, selección natural y supervivencia del más apto. El concepto de evolución social, como hemos visto, había precedido al concepto de evolución biológica, pero el desarrollo de éste y su consecuente demostración por paleontólogos y naturalistas reforzó la idea de evolución social. El darwinismo social: Tomas Malthus había elaborado una hipótesis del crecimiento poblacional desmesurado en relación al crecimiento de la producción de alimentos. En la etapa del desarrollo del darwinismo social el paradigma científico se fundaba en las ciencias naturales, y se impuso en muchos intelectuales fundadores de las ciencias sociales la modalidad de analizar las sociedades como si fueran organismos vivos (organicismo). Se iba imponiendo una opinión en la cual "... los pobres eran pobres porque eran biológicamente inferiores, los negros eran esclavos como resultado de una selección natural que ya les había asignado un lugar adecuado para ellos. Así la filantropía, el abolicionismo, o cualquier otro intento de violentar la "naturaleza" solo podía debilitar a la raza superior favoreciendo a pueblos inferiores"
La cosificación de la inteligencia: la posición que dominó fue un monogenismo evolucionista y racista: unidad humana pero con probadas diferencias intelectuales y morales entre las razas, las clases sociales y los sexos. Teoría de la recapitulación: diferentes individuos atraviesan diferentes estados que corresponden a diferentes formas de sus antepasados. Se busca la identificación de jerarquías de razas, el experimento era físico: estudio de facciones estatura, etc; Lombroso y el criminal: El consideraba que un cuarenta por ciento de los criminales actuaba por compulsión hereditaria. Eran vistos como seres que mantenían caracteres de un pasado ancestral, por lo que les era innato comportarse como un "salvaje normal", pero en la sociedad occidental esto era considerado criminal. El criminal nato se podía reconocer por su anatomía tomando en cuenta caracteres tales como falta de simetría, tamaño pequeño de la cabeza, tamaño exagerado del rostro, frente baja y estrecha, orejas grandes, ausencia de calvicie, piel más oscura, o aspectos tales como no sonrojarse, lo cual se consideró claro indicio de criminalidad y desvergüenza. EL RACISMO COMO PROBLEMÁTICA CIENTÍFICA La idea del racismo, en tanto forma de distanciamiento y desigualdad social basada en distinciones visibles como el color de la piel, la estatura, etc., fue descubierta y redescubierta a la largo de la historia por distintos pueblos de manera independiente. En las ciencias sociales, la constitución de un área de investigación específica denominada relaciones raciales, vinculada a la problemática del racismo, estuvo desde sus orígenes fuertemente articulada a procesos sociopolíticos específicos. Ejemplos: el concepto nace y se desarrolla en EEUU por las diferencias de etnias y culturas, nazismo e inmigración europeas a Latinoamérica. El racismo no se fundamenta en relaciones sociales simétricas e igualitarias más bien se trata de relaciones basadas en la desigualdad, la injusticia y la explotación en las que los grupos hegemónicos articulan mecanismos ideológicos dé consenso combinados con el uso directo de la fuerza. Racismo y etnocentrismo: Nos referimos al etnocentrismo, fenómeno vinculado al racismo, que se ha constituido en una herramienta útil para la investigación sociocultural. La actitud hacia los "otros" puede ir desde un desinterés e ignorancia manifiesta, una curiosidad ingenua por conocer otras costumbres, hasta el afán de hacer la guerra, vencerlos y apropiarse de las personas y los bienes. La toma de conciencia y la explicitación del etnocentrismo como fenómeno universal en las sociedades humanas, contribuyó a dar forma a la idea de la diversidad y especificidad de los valores culturales, cuestionando las concepciones según las cuales habría valores universalmente válidos. El relativismo cultural tomó cuerpo en los trabajos de antropólogos pioneros como Franz Boas que, coherentes con su práctica científica, afirmaron la importancia de la cultura en la conducta humana y se opusieron firmemente a las ideas racistas de su época. Por lo tanto, todo fenómeno racista supone claramente etnocentrismo. Por el contrario, no todo etnocentrismo involucra el racismo. Tanto el etnocentrismo como el racismo tienen como condición necesaria la puesta en contacto entre grupos diferentes, que se potencia por el fenómeno de las migraciones; característica consustancial a la naturaleza humana desde sus orígenes. La segregación espacial de las "villas miseria", enclavadas en centros neurálgicos de la ciudad como la zona de Retiro, expresan los contrastas sociales y la continua reactualización de la discriminación hacia los "villeros", toda vez que, en los últimos años, el poder político ha pretendido reubicarlos en otros barrios de la Capital Federal, despertando airadas protestas de los vecinos "afectados". Todas estas variantes del proceso migratorio, que actuaron de manera combinada o mixta, explican la composición étnica de las sociedades que emergieron de la expansión de las potencias occidentales y, dentro de ellas las que presentaron formas atenuadas o exacerbadas de racismo. Racismo y prejuicios: Los prejuicios en general, son sistemas de valores, juicios totalizadores más o menos coherentes que tienden a dar sentido a la acción humana de una manera simple y generalizadora, favoreciendo la creación de estereotipos sociales. Están relacionados a esferas afectivas de los individuos, siendo más una materia de fe, de creencia, que una evaluación objetiva del entorno. Por ello, una vez adquiridos en el proceso de socialización, se convierten en juicios
cristalizados y poco susceptibles de modificación, aún cuando la experiencia concreta y/o críticas fundamentadas señalen su carácter de falsa interpretación de la realidad. Los prejuicios no se construyen en la sociedades de manera azarosa, sino que responden a conflictos e intereses de grupos, haciéndose más agudos y complejos en las sociedades estratificadas. En éstas, los sectores hegemónicos de la sociedad, a partir de su mayor control sobre los recursos, procuran generalizar su ideología como garantía del mantenimiento de su poder político. Dentro de la amplia gama de los prejuicios, el racismo sería un tipo particular en el que la marca identificatoria definida socialmente son los rasgos físicos -reales o imaginarios- que sitúan a los grupos involucrados en un sistema de estratificación dominado por imaginarios colectivos de dominación-sumisión, legitimados por supuestas diferencias genealógicas que determinarían desiguales aptitudes y capacidades individuales y sociales. En cuanto a las unidades que interactúan, si estamos tratando fenómenos de racismo se supone que los involucrados son “grupos raciales” o simplemente “razas”, entendiendo por tales, grupos humanos que se autodefinen y/o son definidos por otros grupos como diferentes de los demás en función de un criterio dominante basado en supuestas características físicas innatas e inamovibles. Se trata, por lo tanto, de grupos definidos socialmente. El racismo es una filosofía social biológicocultural, una actitud y/o un sistema social, que propugna y afirma que la gente de diferentes grupos humanos (razas) difiere en valor, que esas diferencias pueden ser medidas o catalogadas jerárquicamente, y que resultan en la ventaja económica, política y social de un grupo en relación a los demás. Racismo, discriminación y exclusión (según Wieviorka): Sus características se vinculan más a entidades comunitarias que raciales. Generación y factores: la violencia difusa o localizada, no articulada al accionar de ideólogos. La segregación de los individuos se caracteriza: miseria, falta de trabajo, marginación. Discriminación institucional--->estigmatizadores, discriminación en la vida social, el racismo se hace ideología para la toma de poder. Ejemplo de racismo fomentado desde el Estado: apartheid sudafricano: restricciones y diferencia en el acceso de servicios, recursos y empleos (inferioridad de la clase negra con respecto a la blanca). Nuevas realidades nuevas violencias. La segregación nace en la década del 1970 en EEUU funcionan mecanismos referentes a estructuras económicas: el sistema expulsa a todos aquellos que por carencias de capacitación y educación no pueden aspirar a un trabajo estable. Lucha por condiciones de vida decente. -Disturbios en los Ángeles (EEUU) por la paliza en manos de policías recibida por Rodney King. -Diferencias sociales en el acceso a bienes y concentración del poder económico: Santiago del Estero (argentina), Chiapas (México) o Caracas (Venezuela). -Sentimiento de rechazo hacia los árabes o descendientes del oriente (Islam-musulmán) como Argelia en Francia. -Hostilidad en Gran Bretaña contra negros y asiáticos. -Emergieron partidos de ultra-derecha en Europa occidental. -Restricción de Bienes de consumo y propiedad a inmigrantes en Europa. -Organismos internacionales como la UNESCO propicia un amplio debate sobre la viabilidad y el valor científico de clasificar a la especie humana en razas, así también como investigaciones sobre orígenes y bases sobre las cuáles se construyó el racismo. "CULTURA", UN CONCEPTO INCORPORADO AL SENTIDO COMÚN: Encontramos, en este tipo de usos, núcleos conceptuales fuertes, tales como la convicción con la que se sostiene la fuerza de la "herencia social": la cultura de un grupo determinado sería producto de esta herencia, y esto a su vez implicaría haber recibido, en un proceso de transmisión, un conjunto o bloque de pautas y valores, que serán luego conservados en forma inmutable: la idea de "reproducción de lo mismo" parecería estar encerrada en este concepto. B. Malinowski:"el ideal primordial y básico del trabajo etnográfico de campo es dar un esquema claro y coherente de la estructura social, y destacar, entre el cúmulo de hechos irrelevantes, las
leyes y normas que todo fenómeno cultural conlleva. El etnógrafo de campo tiene que dominar con seriedad y rigor el conjunto complejo de los fenómenos en cada uno de los aspectos de la cultura tribal estudiada, sin hacer ninguna diferencia entre lo que es un lugar común carente de atractivo o normal, y lo que llama la atención por ser sorprendente y fuera de lo acostumbrado. Al mismo tiempo, la cultura tribal debe ser el foco de interés de la investigación. La estructura, la ley y el orden, que se han revelado en cada aspecto, se aúnan en un conjunto coherente. El etnógrafo que se proponga estudiar sólo religión, o tecnología u organización social, por separado, delimita el campo de su investigación de forma artificial, y eso le supondrá una seria desventaja en el trabajo". El momento histórico al que corresponden estos desarrollos es situado por Willams, a partir de los siglos XVI y XVII (correspondientes a la formulación de los conceptos de sociedad y economía), mientras que aún en el siglo XVIII el concepto de cultura aparecía asimilado a los siguientes procesos: el crecimiento de plantas y animales, el desarrollo y enriquecimiento del intelecto. Norbet Elias: civilización no tenía el mismo significado en Inglaterra que en Alemania (países clave, posteriormente, para el desarrollo del concepto que aquí nos ocupa). Tal como destaca Elias: mientras que en Inglaterra civilización resume el orgullo que produce la importancia de la nación propia en el conjunto del progreso de occidente..., en Alemania la connotación de civilización estaba más próxima a lo exterior, lo utilitario. Allí, "la palabra con la que se expresa el orgullo por la contribución propia...es Cutü-re..." (Elias, op. cit.) Mientras tanto, el concepto francés de "civilización" reflejaba "el destino social específico de la burguesía francesa en idéntica medida a como el concepto de "cultura" refleja el de la alemana. También el concepto de civilización, como el de "cultura" constituye en un principio, un instrumento de los círculos de oposición de la clase media, especialmente en el enfrentamiento social interno (con el ascenso de la burguesía remite a procesos nacionales)" (Elias, op.cit). George Stocking: (Stocking, 1968) denomina alternativa humanista del concepto de cultura: había una idea de Cultura como perfectible, dado que se suponía la posibilidad del mejoramiento progresivo. Era un tipo de pensamiento etnocéntrico (aunque ambivalentemente tolerante y curioso respecto de los pueblos diferentes), que consecuentemente, pensaba en una cultura, en singular y en la perfección ligada a los avances y la imagen de los pueblos europeos. El concepto de cultura se iba imponiendo en lengua alemana. Altan (Altan, 1979) nos dice que el primero en utilizar el término cultura en sentido moderno fue S. Pufendorf (1632-1694). Mucho después, Herder diferenciará Bildung (el grado de preparación individual) de Kultur (que denota el patrimonio del saber colectivo y del grupo). En Herder este segundo significado apenas se distingue de otro término que solía utilizar este autor: Volk (pueblo). Esta es otra asociación compleja: cultura/pueblo. En el pensamiento de la Ilustración (por ejemplo Rousseau), encubría, una contradicción: se invocaba al pueblo en discursos contra la tiranía, al tiempo que se lo denostaba, pero "en nombre de la razón" (Martín Barbero, J.1987). En ese movimiento se gestan las categoría» de "lo culto" y "lo popular" (como lo inculto, lo que le falta). Esta idea plural del concepto de cultura aparece en la obra de Alejandro von Humboldt (17691859), viajero alemán que recorrió especialmente América del Sur, relatando y dibujando paisajes, bosquejos de ciudades y personajes característicos de cada región. Allí aparecía, vivida, la experiencia de la diversidad de las culturas. En sus escritos, cultura se usa en plural. Según Taylor, "La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad" (Taylor, 1871). Dentro de su crítica al evolucionismo, se enmarcaba también una propuesta metodológica: ésta implicaba desechar los estudios comparativos, que caracterizaban el trabajo de los antropólogos evolucionistas, y reemplazarlos por estudios detallados, que se plasmaran en monografías dedicadas a tribus particulares. Sólo después, utilizando conceptos como "áreas de cultura" seria posible pasar a comparar y eventualmente generalizar.
Otras exigencias metodológicas de Boas proponían estudiar las culturas diversas "desde adentro" y no desde la óptica del investigador. Insistía, además, en la necesidad de revisar los propios condicionamientos culturales, señalando que nunca es tan difícil abandonar la propia óptica cultural (Boas hablaba de l&Kulturbrille algo así como las anteojeras culturales), como cuando observamos nuestra propia sociedad (Altan, T. 1979). Definición interesante de Cultura en la wikipedia: La Cultura es todas las formas de vida y expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, practicas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestirse, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista podríamos decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano que resultan útiles para su vida cotidiana. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la Antropología y la Sociología. Los orígenes del término se encuentran en una metáfora entre la práctica de alguna actividad (por ejemplo, el cultivo de la tierra, que es la agricultura) con el cultivo del espíritu humano, de las facultades intelectuales del individuo. En esta acepción se conserva aún en el lenguaje cotidiano, cuando se identifica cultura con erudición. De esta suerte, una persona "culta" es aquella que posee grandes conocimientos en las más variadas regiones del conocimiento. La UNESCO, en 1982, declaró... que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden. (UNESCO, 1982: Declaración de México). Aunque muchas de las concepciones sobre cultura en el lenguaje común tienen su origen en el debate de las ciencias sociales, o bien, existieron primero en el habla cotidiana y luego fueron retomadas por las segundas; aquí se presenta un repaso sobre la construcción histórica del concepto de cultura en las disciplinas sociales. Unidad 5 Lo que sí es importante que sepas es que para los físicos contemporáneos el asunto de si la luz es onda o corpúsculo es indecible, ambas cosas son verdaderas según cómo se plantee el tema. No es que una es verdadera y otra falsa. Esto te permitirá pensar, a partir de demostraciones hasta ahora irrefutables, que hay verdades, no "la verdad", única, indubitable e indiscutible; que las ciencias no son unitarias y que existen, sí, verdades universales pero relativas a campos o situaciones concretas. La verdad, entonces, preserva su carácter de universalidad, o sea, es para todos los casos pero para todos los casos en determinadas situaciones y no en otras. Las geometrías no euclidianas son tan verdaderas como la geometría euclidiana. Su verdad depende del sistema lógico que las sustenta y además sirven para dimensiones diversas del mundo físico. BREVE HISTORIA DE LAS MATEMÁTICAS-MONICACERUTTI El proyecto cartesiano se resquebrajaba, pero seguía teniendo la misma fuerza que Descartes le había impuesto, al decir que el método matemático: "Es un instrumento de conocimiento más poderoso que cualquier otro de los que nos ha sido legados por la inteligencia humana, por ser la fuente de todos los demás". Entonces, pudo establecerse que las geometrías no euclídeas eran consistentes, porque la geometría euclídea, de la cual dependen, también lo era, a pesar de que no hubiera una demostración lógica de ello. Las grandes innovaciones en lógica, que se realizaban a la par de la búsqueda de fundamentos para las matemáticas, consistieron en la aplicación del método matemático: simbolismo y demostración deductiva de los principios lógicos a partir de axiomas lógicos. El trabajo en lógica formal y en lógica simbólica, atrajo mucho a los matemáticos también, dado que, "el uso de símbolos evita
significados y connotaciones psicológicas, epistemológicas y metafísicas" según nos relata Kline. "Se axiomatizaba así toda la lógica y se extendía su campo hasta cubrir todos los tipos de razonamientos matemáticos. La axiomática seguía los principios que el propio Euclides había elaborado en sus Elementos. Cantor, creó la "teoría de los conjuntos infinitos" rompiendo con una larga tradición matemática que se sostenía en la concepción del infinito potencial aristotélico como el único infinito posible. Aristóteles consideraba al infinito como algo indeterminado y sin límites, que se expresaba matemáticamente con la posibilidad de siempre agregar un número en sucesión por ejemplo, de números naturales del 1 al 2 y así sucesivamente 'hasta el infinito'. De este modo siempre habrá un número más para agregar. Al infinito no se podía, entonces, acceder jamás, operando así como horizonte, al cual se podía uno acercar, pero nunca abarcar, afirmándose de este modo la posibilidad de un crecimiento indefinido hacia él. Cantor le dio existencia al nombrarlo, diciendo: este es el conjunto infinito de los números naturales, conjunto que contiene el infinito de los números existentes, y operando cálculos matemáticos rigurosos con él. Cantor produce una ruptura, porque puede pensar lo impensado. Apresa el infinito y dice: el infinito es esto, acá está, lo nombro y trabajo con él, lo uso, hago cálculos. Cantor demostró y esto no ha podido ser refutado, que el conjunto infinito de los números reales es mayor que el conjunto infinito de los números naturales del que es sólo una parte. O sea, Cantor demostró que ¡una parte es mayor que el todo! De este modo no sólo rompía nuevamente con una evidencia sostenida durante siglos, sino que, demostraba que, dado un conjunto infinito, se pueden construir conjuntos infinitos cada vez mayor al anterior; o, dado un conjunto, es posible construir otro conjunto mayor. De este modo el universal, que por definición abarcaría a todos sin excepción, no es construible, nunca ninguna totalidad puede cerrarse sobre si y alguien afirmar: esto es el TODO, completo y sin falta. Tampoco es posible construir el conjunto infinito final. Estas aseveraciones se sostienen en el Teorema del Exceso que dice que, dado un conjunto infinito, el conjunto de sus partes es siempre mayor que el conjunto de sus elementos. O que, el conjunto de los subconjuntos de un conjunto infinito es mayor que el mismo conjunto. Esto le permite a Cantor determinar un número paradojal que denuncia al número que falta en la correspondencia, es el exceso, el número en más que tiene el conjunto mayor -que es parte del conjunto de partiday que devela una falta en el conjunto inicial. Número en más que posibilita la construcción del conjunto mayor. Nos topamos así con la paradoja de que hay una parte más, no contable por el conjunto inicial. Los que las aquejaba se resumía en la dificultad para establecer la consistencia y la completud, que significa que los axiomas de las matemáticas son adecuados para establecer la corrección o la falsedad de cualquier aserción formulada por esa misma rama de la matemática. En 1930, Kart Gódel, que había nacido en 1906 en Checoslovaquia, probó la completud del cálculo de predicados y todos los problemas parecieron resueltos, hasta el año siguiente, en que él mismo, demostró lo que luego se llamó el Teorema de Gódel, que afirma que, "si existe una teoría formal T que abarca la teoría de los números enteros, es consistente, entonces, es incompleta. Esto significa que existe un enunciado tal S, tal que S ni no S son demostrables en la teoría. Uno de los dos ha de ser verdadero; por tanto, existe una proposición verdadera de la teoría de los números que no es demostrable y por lo tanto es indecible. Gódel había echado por tierra esta pretensión ya que el precio de la consistencia era el de la incompletud. Si las matemáticas eran consistentes resultaban incompletas y si eran completas resultaban inconsistentes. Nuevamente los límites de una racionalidad única y absoluta aparecían demostrados ante sus ojos. Los resultados de Gódel incidían en la lógica tradicional, ya que su demostración desconocía el principio del tercero excluido; lo que era considerado falso él lo consideró indemostrable o indecible, con lo cual se resolvieron algunas paradojas pero se multiplicaron las lógicas. La consistencia lógica de las matemáticas se lograba pero no su axiomatización total. No hay principios lógicos seguros para todos los casos. Porque todo sistema lógico supone al menos un enunciado que es indecible dentro del mismo.
Citas importantes de paradojas: La Paradoja del Mentiroso o Paradoja de Epimenides el cretense, es la piedra angular de toda una serie de paradojas importantes y entretenidas para seguir abriendo la cabeza y pensar de modo abstracto y percatarse de los límites intrínsecos a la razón, persisten como cuestiones indecibles. Esta paradoja dice que Epimenides, el cretense, dijo: "Todos los cretenses son mentirosos". Si todos los cretenses son mentirosos y Epimenides es cretense, cuando hace su afirmación ¿está diciendo la verdad? ¿o miente? Otra paradoja muy conocida es la llamada Paradoja del Barbero, esta dice que: Hay un barbero que habita en una ciudad en la que todos sus habitantes no se afeitan a sí mismos, quién se afeita a sí mismo contradice la regla, porque él es uno de los habitantes de esa ciudad cuyos habitantes no se afeitan a si mismos y si no se afeita, también contradice la regla, porque en esa ciudad todos los vecinos son afeitados por el barbero ¿pertenece o no pertenece este barbero a su ciudad? CRISIS DE LA CONCEPCIÓN MECANÍSTICO-MATERIALISTA DEL UNIVERSO WERNER KEISENBERG Los Principios de la Mecánica (1876) de Heinrich Hertz (1857-1894). En este texto se pone de manifiesto cómo la Física, que comenzó nuevamente a percatarse de ello, no es más que una ciencia natural, cuyos enunciados, al referirse a dominios limitados de la Naturaleza, no tienen más que una validez, limitada; que la Física no es una filosofía que pueda soñar en desarrollar una concepción integral sobre el conjunto de la Naturaleza y sobre la esencia de las cosas. Hertz afirma que las proposiciones físicas no pretenden ni son aptas a revelar la esencia de los fenómenos naturales en sí mismos. Sostiene que las estructuras de conceptos físicos no son más que imágenes, acerca de cuya coincidencia con los objetos naturales. Con otras palabras: las imágenes hipotéticas de un sistema de causas, imágenes en las que pretendemos resumir los fenómenos naturales, deben mostrarse utilizables ante la experiencia empírica. Los criterios mediante los cuales podemos decidir si las imágenes son o no utilizables, son tres: 1) las imágenes deben ser legítimas, es decir, ajustadas a las leyes del pensamiento; 2) deben ser adecuadas, o sea coincidentes con la experiencia externa; 3) deben ser manejables, es decir, deben incluir el mayor número posible de propiedades esenciales de los objetos y el menor número de propiedades superfluas o huecas. Heinrich Hertz (22-11-1857/1-1-1894) En la Introducción a los "Principios de la Mecánica" Hertz afirma que el fin más inmediato de la Naturaleza es el de capacitarnos para prever los acontecimientos futuros, para guiar nuestra acción presente de acuerdo con aquella previsión. Nos sirven de base para la obtención de aquel fin, en primer lugar, las experiencias pasadas, tanto las que resultan de observaciones fortuitas como las que son fruto de empeños sistemáticos. El procedimiento que utilizamos siempre para derivar el futuro del pasado, alcanzando con ello el expresado fin, es el siguiente: elaboramos imágenes aparentes o símbolos de los objetos exteriores, imágenes tales que las consecuencias lógicas de la imagen sean a su vez imágenes de las consecuencias naturales de los objetos representados. Para que tal condición pueda cumplirse, han de darse ciertas coincidencias entre la naturaleza y nuestro espíritu. La experiencia nos enseña que la condición puede cumplirse, y por consiguiente que las coincidencias se dan efectivamente; podemos así adelantarnos a los hechos y tomar nuestras decisiones actuales de acuerdo con el conocimiento alcanzado. Llamaremos inadecuadas a las imágenes legítimas cuyas propiedades esenciales contradigan sin embargo a las propiedades de las cosas externas, es decir, que no satisfagan a aquella primera condición esencial. Exigimos pues, en segundo lugar, que nuestras imágenes sean adecuadas. De dos imágenes de igual grado de precisión, será la más manejable aquélla que, junto con los rasgos esenciales del objeto, incluya un número menor de notas superfinas o huecas; la más sencilla.
Se entendía primitivamente en la Mecánica por principio a todo enunciado al que no se hacía derivar de otras proposiciones de la Mecánica, sino que se le quería presentar como resultado inmediato de otras fuentes del conocimiento, de los principios de la Mecánica, no nos referiremos a ninguna de aquellas proposiciones aisladas, antes bien, entenderemos un conjunto cualquiera elegido entre aquellas y otras semejantes proposiciones, del que, sin nuevas referencias a la experiencia, pueda derivarse deductivamente toda la Mecánica. Según tal terminología, los conceptos fundamentales de la Mecánica, junto con los principios que los ponen en conexión unos con otros, constituyen la más sencilla imagen que la Física puede dar de las cosas, del universo sensible y de los procesos que en éste ocurren. Y puesto que de los principios de la Mecánica, mediante una distinta elección de las proposiciones que sentamos como fundamentales, podemos dar distintas exposiciones, obtenemos distintas imágenes de las cosas, a las que podemos contrastar y comparar unas con otras en atención a su legitimidad, su adecuación y su manejabilidad. Louis de Broglie (n.1892) El progreso de la Física contemporánea. Como todas las ciencias de la Naturaleza, la Física progresa por dos vías diferentes: por una parte, el experimento, que permite descubrir y analizar un numero progresivamente creciente de fenómenos, de hechos físicos; por otra parte, la teoría, que sirve para encuadrar y reunir en un sistema coherente los hechos ya conocidos, y para guiar las investigaciones experimentales, previendo hechos nuevos. Los esfuerzos conjugados del experimento y de la teoría producen, en cada época, el conjunto de conocimientos que constituyen su Física. Al iniciarse el desarrollo de la ciencia moderna, lo primero que atrajo la atención de los físicos fue, naturalmente, el estudio de los fenómenos que percibimos inmediatamente a nuestro alrededor. El estudio del equilibrio y el movimiento de los cuerpos, por ejemplo, ha dado origen a esta rama de la Física, hoy autónoma, a la que se llama Mecánica; análogamente, el estudio de los fenómenos sonoros ha conducido a la Acústica; y al resumir y sistematizar los fenómenos en que interviene la luz, se ha formado la Óptica. También creó desde los cimientos nuevas ciencias, cuyas facetas son innumerables: la Termodinámica y la ciencia de la electricidad. No basta saber cómo se producen las reacciones entre la luz y la materia, al observarlas grosso modo; es preciso descender a detalles, tratar de analizar la estructura de la materia y de la luz, y de precisar los actos elementales cuyo conjunto constituye las apariencias globales. El estudio de las propiedades de los cuerpos materiales, en efecto, permite repetirlos en dos categorías: los cuerpos compuestos, a los que, mediante operaciones adecuadas, puede descomponerse en cuerpos más simples, y los cuerpos simples o elementos químicos, que resisten a toda tentativa de disociación. Se supone, pues, que todos los cuerpos materiales están construidos con 92 clases diferentes de átomos. Pero los físicos no han parado aquí: han querido también saber cómo están constituidos los átomos mismos, y comprender en qué se distinguen entre si los átomos de los diversos elementos. En este empeño, han hecho uso del progreso de los conocimientos sobre los fenómenos eléctricos. La electricidad negativa está formada de pequeños corpúsculos idénticos, cuya carga eléctrica y cuya masa son extraordinariamente pequeñas. A los corpúsculos de electricidad negativa se les llama electrones. Se ha logrado arrancarles de la materia y estudiar su comportamiento cuando se desplazan en el vacío; viéndose así que su desplazamiento es conforme a las leyes de la Mecánica clásica aplicada a pequeñas partículas electrizadas; y, estudiando el comportamiento de tales partículas en presencia de campos eléctricos o magnéticos, se han podido medir su carga y su masa, que son, repito, extraordinariamente pequeñas. En cuanto a la electricidad positiva, son menos directas las pruebas de su estructura corpuscular; sin embargo, los físicos han llegado a la convicción de que la electricidad positiva está también subdividida en corpúsculos idénticos, a los que modernamente se da el nombre de "protones". El protón tiene una masa que, aunque muy pequeña también, es casi dos mil veces mayor que la del electrón, hecho que establece una curiosa disimetría entre la electricidad positiva y la negativa; la carga del protón, por el contrario, es igual en valor absoluto a la del electrón, pero
naturalmente de signo contrario, positivo en vez de negativo. Electrones y protones tienen una masa extraordinariamente pequeña, pero no nula sin embargo; de modo que un número muy grande de protones y electrones podrá llegar a constituir una masa total considerable. Es tentador suponer que todos los cuerpos materiales, caracterizados esencialmente por el hecho de ser pesados y dotados de inercia, o sea por su masa, están formados únicamente de protones y electrones en número enorme. De acuerdo con esta concepción, los átomos de los elementos que son los materiales últimos con que se construye todos los cuerpos materiales, habrán de estar a su vez formados de electrones y protones, y las 92 diferentes especies de átomos de los 92 elementos serán 92 distintas agrupaciones de electrones y protones. El átomo de un cuerpo simple se ha revelado como formado por un núcleo central que lleva una carga positiva igual a un número entero N de veces la carga del protón, y por N electrones que gravitan alrededor de dicho núcleo; de modo que el conjunto es eléctricamente neutro. El núcleo se halla formado a su vez de protones y electrones. Casi toda la masa del átomo se concentra en el núcleo, puesto que éste contiene los protones y que estos son mucho más pesados que los electrones. No puedo aquí explicar en detalle por qué la idea de que el átomo es una especie de pequeño sistema solar formado por un núcleo-sol y electrones-planetas ha encontrado tan gran aceptación por parte de los físicos. Me limitaré a indicar que esta concepción ha permitido, no sólo interpretar las propiedades químicas de los cuerpos simples, sino también muchas de sus propiedades físicas, tales como la composición de la radiación luminosa que pueden emitir en determinadas circunstancias, por ejemplo cuando se les pone en incandescencia. La luz, cuando proviene del Sol o de las estrellas, llega a nuestros ojos después de atravesar inmensos espacios de que la materia está ausente; de modo que la luz atraviesa el vacío sin dificultad y, a diferencia del sonido por ejemplo, no está vinculada a un movimiento de la materia. La descripción del mundo físico sería insuficiente, si no se añadiera a la materia otra realidad independiente de ella: la luz. Desde la antigüedad, hasta el siglo pasado, los filósofos sostuvieron que la luz está formada de pequeños corpúsculos en movimiento rápido. La propagación rectilínea de la luz en condiciones normales y la reflexión de la luz en los espejos se explican inmediatamente en esta hipótesis. Esa teoría corpuscular de la luz fue completamente abandonada hace un siglo, como resultado de los trabajos del físico inglés Young y, sobre todo, del genial investigador francés Agustín Fresnel. Young y Fresnel, en efecto, descubrieron toda una categoría de fenómenos luminosos, los de interferencia y difracción, a los que es imposible interpretar de acuerdo con la teoría corpuscular, mientras que otra concepción distinta, la concepción ondulatoria de la luz, da cuenta a la vez, según ha mostrado Fresnel, de los clásicos fenómenos de propagación rectilínea, de reflexión y de refracción, y además de los fenómenos de interferencia y de difracción. La concepción ondulatoria de la luz, admite que la propagación de la luz debe ser comparada a la propagación de una onda en un medio elástico, como esos rizos que transcurren por la superficie de un estanque de agua al arrojar en el mismo una piedra. Como la luz se propaga en el vacío, Fresnel imaginó una especie de sutil ambiente, el éter, que impregnara todos los cuerpos materiales, llenara los espacios vacíos y servirá de soporte a las ondas luminosas. Digamos ahora cómo hay que concebir una onda. Al propagarse libremente, una onda es análoga a una sucesión de olas cuyas crestas están separadas por una distancia constante llamada "longitud de onda". El conjunto de estas olas se desplaza en la dirección de propagación con una determinada velocidad, la velocidad de propagación de la onda, que en el caso de las ondas lumínicas en el vacío alcanza los 300.000 kilómetros por segundo, según han mostrado experimentos realizados después de la muerte de Fresnel. Por un punto fijo del espacio, desfilan sucesivamente las diferentes olas con sus crestas y sus valles; la magnitud que se propaga en forma de ondas, por consiguiente, varía periódicamente en tal punto fijo, y el período de la variación es evidentemente igual al tiempo que transcurre entre los pasos de dos ondas consecutivas. Acabamos de ver cómo progresa una onda por una región en que nada se opone a su propagación. De otro modo van las cosas si la onda, al propagarse, choca con obstáculos, si por ejemplo encuentra superficies que la detienen o reflejan, o bien si tiene que pasar a través de orificios
abiertos en una pantalla, o si encuentra puntos materiales que se transforman en centros de su difusión. Entonces la onda viene a quedar como deformada y doblada sobre sí misma, de suerte que deja de ser una onda simple y se transforma en una superposición de tales ondas simples. El estado vibratorio resultante en cada punto depende de la manera como se refuerzan o se contraerían los efectos de las diversas ondas simples superpuestas. Si las ondas simples adicionan sus efectos, si se bailan, como se dice, en concordancia de fase, la vibración resultante será muy intensa; si, por el contrario, las ondas simples se contraerían, si se hallan en oposición de fase, la vibración resultante será débil, a veces incluso nula. En resumen, la presencia de obstáculos que perturban la propagación de una onda motiva el que tenga lugar una complicada repartición de intensidades de vibración, repartición que, por lo demás, depende esencialmente de la longitud de la onda incidente. Tales son los fenómenos de interferencia y de difracción. Adoptando la idea de que la luz está formada de ondas, se alcanza a prever que, en el caso en que unos obstáculos se opongan a la libre progresión de un haz lumínico, se producirán fenómenos de interferencia y de difracción. teoría de cuantos: La teoría muestra que estas ondas estacionarias no pueden adoptar más que unas ciertas longitudes bien definidas, a las cuales corresponden ciertas energías, bien definidas también, del electrón asociado, y estos bien definidos estados de energía corresponden a los estados de movimiento cuantificados, introducidos por Bohr en su teoría; así quedó explicado el hecho, hasta entonces misterioso, de que estos movimientos cuantificados sean los únicos posibles para el electrón encerrado en el átomo. Se ha conseguido perfectamente, tras de Bohr, representar a los átomos como pequeños sistemas solares en miniatura, en los cuales los electrones, haciendo las veces de planetas, describen órbitas en tomo a un sol central cargado positivamente; pero para que dicha representación condujera a resultados verdaderamente interesantes, ha sido menester suponer que el sistema solar atómico obedece a leyes, las leyes de los cuantos, completamente diferentes de las de los sistemas de la Astronomía. Cuanto más se ha meditado sobre estas diferencias, mejor se ha advertido su profundo alcance, su significación fundamental. La intervención de los cuantos ha llevado a introducir por todas partes lo discontinuo en la Física atómica, y esta introducción es esencial, puesto que sin ella los átomos serian inestables y la materia no podría existir. Teoría de mecánica ondulatoria: En la región en que tienen lugar las interferencias, los fotones se reparten de tal suerte que se da una concentración allí donde la intensidad de la onda asociada es máxima. Si luego enviamos hacia el mismo dispositivo no ya una radiación, sino un haz de electrones cuya onda asociada tenga la misma longitud de onda que la radiación precedentemente empleada, la onda interferirá como en el caso anterior, puesto que la longitud de onda es lo que regula los fenómenos de interferencia. Es natural pensar, en tal caso, que los electrones se encontrarán concentrados allí donde la intensidad de la onda es máxima; en otros términos, que en esta segunda experiencia los electrones se repartirán en el espacio tal como lo hacían los fotones en la primera. Si se puede establecer que de hecho es así, quedará eo ipso establecida la existencia de la onda asociada a los electrones y podrá verse si son exactas las fórmulas de la Mecánica ondulatoria. Ahora bien, la Mecánica ondulatoria lleva a asociar a los electrones dotados de las velocidades que se realizan usualmente en los experimentos una onda cuya longitud es del orden de la de los rayos X (una diezmillonésima de milímetro). La mecánica ondulatoria ha permitido comprender y prever mejor los fenómenos que dependen de la existencia de estados estacionarios cuantificados en los átomos. El desarrollo de la mecánica ondulatoria ha obligado a los físicos a ampliar cada vez más sus concepciones. En esta nueva doctrina, las leyes de la Naturaleza no tienen ya un carácter tan estricto como en la Física clásica; no se da ya un determinismo riguroso de los fenómenos, sino simplemente leyes de probabilidad. Es lo que expresa de modo preciso el célebre "principio de indeterminación", enunciado por Werner Heisen-berg. Algo de neutrones: el descubrimiento del neutrón. En el curso de ciertos experimentos de desintegración, Chadwick por una parte y la señora Joliot-Curie por otra constataron la presencia,
en los productos de desintegración, de un nuevo género de corpúsculos hasta entonces desconocidos. Dichos corpúsculos, que pasan con gran facilidad a través de la materia, parecen desprovistos de cargas eléctricas y dotadas de una masa sensiblemente igual a la del protón. Se les llama ahora "neutrones", y está ya fuera de duda que desempeñan una importante función en la estructura de los núcleos. Poco menos de un año después del descubrimiento del neutrón (1932), se descubrió una cuarta clase de corpúsculo. Estudiando los efectos de desintegración causados por los rayos cósmicos, Anderson de una parte y Blackett y Occhialini de otra pusieron en evidencia la existencia de electrones positivos, es decir, de corpúsculos de masa igual a la del electrón, y de carga igual pero de signo contrario. Estos electrones positivos, cuya aparición es mucho más excepcional que la de los electrones negativos, parece desempeñan una función importante en los fenómenos nucleares. A consecuencia de estos recientes y sensacionales descubrimientos, la situación es mucho más complicada que antes, puesto que conocemos ahora cuatro especies de corpúsculos: electrones, protones, electrones positivos y neutrones. ¿Son todos ellos verdaderamente elementales? Sin duda, no; parece probable que uno de los cuatro sea complejo. Se puede, por ejemplo, suponer que el protón, el electrón y el electrón positivo son elementales, resultando entonces que el neutrón estaría formado por un protón, responsable de casi la totalidad de la masa, y de un* electrón que neutraliza la carga del protón. Se puede también suponer (y esta hipótesis nos parece más seductora) que los corpúsculos elementales son el neutrón y las dos clases de electricidad; el protón estaría formado entonces de un neutrón y de un electrón positivo, perdiendo su calidad de corpúsculo simple. Sea de ello lo que fuere, el descubrimiento del neutrón y del electrón positivo enriquece mucho nuestro conocimiento del mundo atómico. La teoría de la relatividad ha resuelto la dificultad introduciendo ideas enteramente nuevas sobre la naturaleza del espacio y el tiempo y sobre su conexión recíproca. Así nació esta magnífica teoría de la relatividad, que inmediatamente fue generalizada de modo que aportó una concepción original de la gravitación. EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE-STEPHEN HAWKING El científico alemán Max Planck sugirió en 1900 que la luz, los rayos X y otros tipos de ondas no podían ser emitidos en cantidades arbitrarias, sino sólo en ciertos paquetes. que él llamó «cuantos». Además, cada uno de ellos poseía una cierta cantidad de energía que era tanto mayor cuanto más alta fuera la frecuencia de las ondas, de tal forma que para frecuencias suficientemente altas la emisión de un único cuanto requeriría más energía de la que se podía obtener. Así la radiación de altas frecuencias se reduciría, y el ritmo con el que el cuerpo perdía energía sería, por lo tanto, finito. La hipótesis cuántica explicó muy bien la emisión de radiación por cuerpos calientes, pero sus implicaciones acerca del determinismo no fueron comprendidas hasta 1926, cuando otro científico alemán, Werner Heisenberg, formuló su famoso principio de incertidumbre. Heisenberg demostró que la incertidumbre en la posición de la partícula, multiplicada por la incertidumbre en su velocidad y por la masa de la partícula, nunca puede ser más pequeña que una cierta cantidad, que se conoce como constante de Planck. Además, este límite no depende de la forma en que uno trata de medir la posición o la velocidad de la partícula, o del tipo de partícula. En 1920 a Heisenberg, Erwin Schródinger y Paul Dirac a reformular la mecánica con una nueva teoría llamada mecánica cuántica basada en el principio de incertidumbre. En esta teoría las partículas ya no poseen posiciones y velocidades definidas por separado, pues éstas no podrían ser observadas. En vez de ello, las partículas tienen un estado cuántico, que es una combinación de posición y velocidad. En general, la mecánica cuántica no predice un único resultado de cada observación. En su lugar, predice un cierto número de resultados posibles y nos da las probabilidades de cada uno de ellos. El fenómeno de la interferencia entre partículas ha sido crucial para la comprensión dé la estructura de los átomos, las unidades básicas de la química y de la biología, y los ladrillos a partir
de los cuales nosotros, y todas las cosas a nuestro alrededor, estamos formados. Al principio de este siglo se creyó que los átomos eran bastante parecidos a los planetas girando alrededor del Sol, con los electrones (partículas de electricidad negativa) girando alrededor del núcleo central, que posee electricidad positiva. Se supuso que la atracción entre la electricidad positiva y la negativa mantendría a los electrones en sus órbitas, de la misma manera que la atracción gravitatoria entre el Sol y los planetas mantiene a éstos en sus órbitas. El problema con este modelo residía en que las leyes de la mecánica y la electricidad predecían, antes de que existiera la mecánica cuántica, que los electrones perderían energía y caerían girando en espiral, hasta que colisionaran con el núcleo. Esto implicaría que el átomo, y en realidad toda la materia, debería co-lapsarse rápidamente a un estado de muy alta densidad. Una solución parcial a este problema la encontró el científico danés Niels Bohr en 1913. Sugirió que quizás los electrones no eran capaces de girar a cualquier distancia del núcleo central, sino sólo a ciertas distancias específicas. Si también se supusiera que sólo uno o dos electrones podían orbitar a cada una de estas distancias, se resolvería el problema del colapso del átomo, porque los electrones no podrían caer en espiral más allá de lo necesario, para llenar las órbitas correspondientes a las menores distancias y energías. La nueva teoría de la mecánica cuántica resolvió esta dificultad. Reveló que un electrón girando alrededor del núcleo podría imaginarse como una onda, con una longitud de onda que dependía de su velocidad. Existirían ciertas órbitas cuya longitud correspondería a un número entero (es decir, un número no fraccionario) de longitudes de onda del electrón. Para estas órbitas las crestas de las ondas estarían en la misma posición en cada giro, de manera que las ondas se sumarían: estas órbitas corresponderían a las órbitas permitidas de Bohr. Por el contrario, para órbitas cuyas longitudes no fueran un número entero de longitudes de onda, cada cresta de la onda sería finalmente cancelada por un valle, cuando el electrón pasara de nuevo; estas órbitas no estarían permitidas. Con estas ideas, puestas en forma matemática concreta, fue relativamente sencillo calcular las órbitas permitidas de átomos complejos e incluso de moléculas, que son conjuntos de átomos unidos por electrones, en órbitas que giran alrededor de más de un núcleo. Ya que la estructura de las moléculas, junto con las reacciones entre ellas, son el fundamento de toda la química y la biología, la mecánica cuántica nos permite, en principio, predecir casi todos los fenómenos a nuestro alrededor, dentro de los límites impuestos por el principio de incertidumbre. (En la práctica, sin embargo, los cálculos que se requieren para sistemas que contengan a más de unos pocos electrones son tan complicados que no pueden realizarse.) LA PRIMERA CAÍDA DEL IDEAL PLATÓNICO, LA SEGUNDA CAÍDA, LA TERCERA CAÍDA GUIBER, TN. la razón encuentra su primer límite: la verdad no es única, el conocimiento racional no es válido para todo tiempo y lugar sino que vale dentro de un determinado sistema, de un determinado universo de discurso: por ejemplo, el euclídeo.Hay una sola exigencia que define cuáles deberán ser las propiedades de un sistema axiomático: la consistencia. Se ha cumplido, en el interior del método axiomático, el pasaje de la evidencia a la consistencia. Estamos ahora ante una razón que expresa su potencia como verdad lógica. Los mismos matemáticos, que a comienzos del siglo XIX empezaron a alcanzar una comprensión verdadera de la naturaleza de su tema. [...] En vez de intentar explicar cómo se sabe que los axiomas de Euclides son verdaderos, los matemáticos trataron el problema desde otro punto de vista: reconociendo que no se sabía que los axiomas fueran verdaderos y que, por lo tanto, podían ser falsos como afirmaciones físicas. El razonar lógico de la geometría sólo podía garantizar que los teoremas se seguían de los axiomas, y que los axiomas no eran contradictorios entre ellos. La matemática no trata de la verdad de las proposiciones cuyas relaciones estudia, sino sólo de su acuerdo recíproco o coherencia.
LA SEGUNDA CAÍDA-La razón avanzando hacia su crisis, una pequeña historia de menos de cien años. Se descubren de este modo las exigencias propias de un sistema lógico-deductivo-formal -axiomático- en lo que se refiere a su estructura y sus propiedades. Durante el siglo XIX matemáticos como Cauchy, Frege, Cantor, ensayaron una fundamentación conjuntista, una fundamentación mediante la teoría de los conjuntos que expresa la tendencia hacia la generalidad de las matemáticas modernas.La fundamentación conjuntista de las matemáticas obedeció a que la teoría de los conjuntos no sólo permite eliminar las deficiencias de las matemáticas en lo que se refiere a las definiciones y a la derivación de los teoremas, sino que posee una capacidad privilegiada de reducción dado que todos los conceptos de la matemática clásica pueden ser interpretados como casos particulares de la noción de conjunto. Gódel y, con sus teoremas, sobre el cadáver de la evidencia depositó el cadáver de la consistencia. ¿Qué demuestra Gódel?: simplemente, que la matemática, sea por la vía de la lógica, sea por la vía de la metamatemática, está eternamente condenada a no poder cumplir simultáneamente con todas las propiedades exigidas por un sistema lógico-formal.La dramática consecuencia para el conocimiento racional es que se ha producido el divorcio entre la noción de verdad y la noción de consistencia en tanto la verdad no depende de la mera forma. El resultado es, en resumen, que es imposible que la matemática se fundamente a sí misma. En palabras de Miró Quesada: "Es imposible probar mediante métodos de valor absoluto, el valor absoluto del conocimiento matemático. Toda prueba que desemboque en la demostración de que la matemática es un sistema perfecto (en lenguaje meta teórico, consistente) es, o un error, o un círculo vicioso" (ob. cit, p. 202). En consecuencia, ni la matemática ni la lógica son autosuficientes "dentro del rígido proyecto de una absoluta formalización". Si la consistencia se ha mostrado como la propiedad fundamental de la lógica matemática porque su negación equivale a que de una contradicción cualquier proposición es demostrable y, en consecuencia, se generan sólo sistemas triviales, sistemas que no aportan nada porque todas sus proposiciones son teoremas. Si extremamos la cuestión, podemos preguntarnos ¿a qué llamamos 'conocimiento' en matemáticas? Veamos el estado actual de la cuestión tal como lo plantea González Asenjo: Si se acepta modificar la lógica clásica, se pueden construir sistemas inconsistentes en los cuales es posible derivar contradicciones -proposiciones que son teoremas y cuyas negaciones también lo son-, pero tales que algunas de sus proposiciones no son demostrables. El sistema es inconsistente en el sentido de que contiene antinomias, pero no es trivial, pues no toda proposición es antinómica. Este tipo de sistema inconsistente debe distinguirse del involucrado en razonamientos dialécticos, al menos en la clase de dialéctica propuesta por Hegel. Para Hegel, la dialéctica no implica el rechazo del principio de no contradicción. (Ob. cit.,pp. 7273.) LA TERCERA CAÍDA Lakatos: Ahora bien existen siempre enunciados que son verdaderos en una estructura y falsos en la otra. Tales enunciados son indecibles en la estructura formal común. "¿Nos encontramos aquí con una situación desesperada?Esta situación, la emergencia de una nueva racionalidad que en lo formal no cierra el problema sino que lo abre, exige un nuevo hombre, el hombre, el científico, el matemático "condenado a la libertad". Crítica a la tesis "neutralidad" de la ciencia: nota: Bunge y Klimovsky suponen la siguiente linea de pensamiento: que la ciencia es una herramienta que puede ser mal o bién utilizada, en cambio Marí y el profesor Di Bella sostiene que la ciencia también es permeable a las presiones (en cuanto su dirección y desarrollo) políticas, económicas y militares por citar ejemplos osea la ciencia puede ser manipulada y no permanece pura y sin mancha.
El epistemólogo argentino Mario Bunge sostiene la conocida tesis de la neutralidad de la ciencia. Para él, la ciencia es neutral, carece de ideología, no sirve a otro fin que al propio conocimiento que es concebido por él como un bien intelectual que eleva el nivel cultural de la población. Mostrar el error que supone hablar de neutralidad en las investigaciones científicas. Según esta posición, las teorías científicas no estarían contaminadas por intereses políticos, sociales o económicos. Esto supone la clásica, y tan cuestionada, distinción tajante entre ciencia pura y ciencia aplicada. Según este punto de vista, los científicos que hacen la investigación básica (la ciencia por la ciencia misma, la ciencia por amor al conocimiento) no son moralmente responsables por el uso que pueda hacerse de sus investigaciones. Esta postura sostiene que esa producción científica es neutral; en cambio, la tecnología es ciencia aplicada y son estas aplicaciones las que carecen de neutralidad. Esta distinción entre ciencia pura y ciencia aplicada no se da en la auténtica práctica social de las investigaciones. Para Bunge, el científico está exento de responsabilidad ética y social, en cambio el tecnólogo no, pues trabaja para un proyecte bien definido por una política determinada, un proyecto político, militar o económico. El investigador argentino Varsavsky, en su libro Ciencia, política y cientificismo (Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1971), consideraba tan ingenua la creencia de algunos hombres de ciencia en una supuesta libertad de investigación y neutralidad de la misma, como la puerilidad de aquellos ciudadanos, confiados en la legalidad formal abstracta, que creen en la vigencia de la libertad de prensa porque tienen la opción de elegir leer las noticias en media docena de diarios. hacia fines de los años 60 formuló una fuerte crítica a las consecuencias políticas de la postura filosófica cientificista que sostiene la neutralidad valorativa de las investigaciones: "Hay científicos cuya sensibilidad política los lleva a rechazar el sistema social reinante en nuestro país y en toda Latinoamérica. Lo consideran irracional, suicida e injusto de forma y de fondo: no creen que simples reformas o 'desarrollo' puedan curar sus males, sino sólo disimular sus síntomas más visibles. No aceptan sus normas y valores -copiados servilmente, para colmo, de modelos extranjeros-; no aceptan el papel que el sistema les asigna, de ciegos proveedores de instrumentos para uso de cualquiera que pueda pagarlos, y hasta sospechan de la pureza y neutralidad de la ciencia pura y de la infalibilidad y apoliticismo de las élites científicas internacionales al imponer temas, métodos y criterios de evaluación".Cientificista es el investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse por el significado social de su actividad, desvinculándola de los problemas políticos, y se entrega de lleno a su 'carrera', aceptando para ella las normas y valores de los grandes centros internacionales, concretados en un escalafón. "Creo, en fin, que la tesis de Klimovsky de la neutralidad de la ciencia, aunque tenga el ponderable propósito de suministrarle un 'moral preservativo sanitario', no la preserva en su momento de investigación aplicada negativa y obstaculiza el debate, la discusión sobre los efectos peligrosos de la ciencia, más bien poco conocidos, remitiendo la cuestión a los efectos malsanos de su uso por el poder que, por contraste, son muy conocidos." (Mari, Enrique, "La ciencia no es neutral", en Clarín, 30 de mayo de 1996, e incluido en estas Orientaciones..., Buenos Aires, Eudeba, 2006." Como hemos dicho, para el cientificismo, la tecnología es ciencia aplicada; considera que las teorías tecnológicas son aplicaciones de las teorías científicas y que la práctica tecnológica es la puesta en marcha del método científico. El pasaje es lineal: la tecnología queda predeterminada por la ciencia. Por ello, el cientificismo político considera prioritario el desarrollo de una buena producción en investigación básica. Da tal modo, sus resultados a la larga, fluirán hacia sus aplicaciones tecnológicas. Sábato, Jorge, "La tecnología no es ciencia aplicada", artículo publicado en Revista Informe Industrial, Buenos Aires, octubre de 1983 "Para los actores del ámbito científico rigen ciertos principios y normas que son los que durante siglos la humanidad ha definido para la actividad científica propiamente dicha. No necesariamente las mismas normas, principios y reglas rigen en el universo tecnológico, porque en éste, ligado estrechamente a la estructura productiva, inmediatamente repercuten las actitudes, valores, normas, criterios, métodos, que son habituales en la misma."
En consonancia con el pensamiento de Sábato sobre lo inapropiado de concebir a la tecnología como ciencia aplicada Di Bella, Mario y Umérez, Norberto, "Ciencia, técnica y política científica", Módulo 5 de Introducción al Pensamiento Científico, Eudeba, Buenos Aires, 1991: ha prevalecido un modelo institucional de política tecnológica estrechamente vinculado con el sistema educativo y concentrado en el desarrollo de la infraestructura y capacidad de realizar investigación científica. El vínculo con el sistema educativo se explica por la siguiente premisa: sin recursos humanos de alto nivel es imposible un quehacer investigativo serio y riguroso. Jorge Sábato nos proporciona una caracterización del concepto de innovación. Teniendo en cuenta esta noción podremos comprender mejor lo inapropiado de la concepción cientificista que sostiene el pasaje lineal desde la investigación científica a la aplicación tecnológica. A CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN EL DESARROLLO FUTURO DE AMÉRICA LATINA* JORGE A. SABATO La infraestructura científico-tecnológica: a) el sistema educativo que produce en la calidad y cantidad necesarias los hombres que protagonizan la investigación: científicos, tecnólogos, asistentes, operarios, administradores, b) los laboratorios, institutos, centros, plantas piloto (formados por hombres, equipos y edificios) donde se hace investigación; c) el sistema institucional de planificación, de promoción, de coordinación y de estímulo a la investigación (consejos de investigación, academias de ciencias, etc.); d) los mecanismos jurídico-administrativos que reglan el funcionamiento de las instituciones y actividades descriptas en a) b) y c); e) los recursos económicos y financieros aplicados a su funcionamiento. La innovación Las fuentes impulsoras de la innovación son, entre otras, la guerra real o potencial, las necesidades del mercado, la sustitución de importaciones, la escasez de materias primas, la mayor o menor disponibilidad de mano de obra calificada y la optimización de la inversión. Los obstáculos más importantes que se alzan frente a la innovación son de carácter socio-cultural (el predominio de actitudes rutinarias, la falta de agresividad empresarial, el temor a la acción sindical); económico (la existencia de mercados monopolizados o altamente protegidos, de rígidos mecanismos de comercialización, de estructuras artificiales de precios y de costos); financiero (la escasez de capitales y la falta de optimización de los recursos existentes); político (referido entre otros factores al régimen impositivo, la legislación sobre patentes, las leyes de trabajo, las leyes de fomento industrial) y científico (relacionado básicamente con una infraestructura científico tecnológica débil o inexistente). Superar estos obstáculos constituye una tarea vasta y compleja con riesgos y conflictos muchas veces imprevisibles y que trasciende -el caso británico así lo demuestra- el mero desarrollo de la investigación científico-tecnológica. El triángulo de relaciones: La experiencia histórica demuestra que este proceso político constituye el resultado de la acción múltiple y coordinada de tres elementos fundamentales en el desarrollo de las sociedades contemporáneas: el gobierno, la estructura productiva y la infraestructura científico-tecnológica. Intra relaciones dentro de cada vértice: la cualidad que asignamos a los sujetos que actúan en el vértice-infraestructura científico-tecnológica es la capacidad creadora. Ella resulta de un atributo esencial de la investigación científica. Por último, el objetivo básico de la estructura productiva será garantizado por la capacidad empresarial pública o privada, que en este caso la definiremos, siguiendo las clásicas ideas desarrolladas por Schumpeter, como aquella función que "consiste en reformar o revolucionar el sistema de producción, explotando un invento o de una manera más general, una posibilidad técnica no experimentada para producir una mercancía nueva o una mercancía antigua por un método nuevo, para abrir una nueva fuente de previsión de materias primas o una nueva salida para los productos, para reorganizar una industria, etc.
Es imposible imaginar un esfuerzo sostenido y constante en ciencia y tecnología sin tener en cuenta un presupuesto básico: que la generación de una capacidad de decisión propia en este campo es el resultado de un proceso deliberado de interrelaciones entre el vértice-gobierno, el vérticeinfraestructura científico-tecnológica y el vértice-estructura productiva. Este proceso se establece a través del flujo de demandas que circulan en sentido vertical (interrelaciones recíprocas entre el vértice gobierno y los vértices-infraestructura científico-tecnológica y estructura productiva) y en sentido horizontal (interrelaciones recíprocas entre los vértices-infraestructura científicotecnológica y estructura productiva). La figura geométrica sería entonces la siguiente: Las interrelaciones en sentido vertical merecen analizarse en la perspectiva de la acción gubernamental. Con respecto a la interrelación gobierno-infraestructura científico-tecnológica, conviene señalar que el vértice de la infraestructura depende vitalmente de la acción deliberada del gobierno, entendida en un sentido muy amplio, sobre todo en lo que se refiere a la asignación de recursos. Pero junto a este aspecto económico de la cuestión, el vértice-gobierno juega también el papel de centro impulsor de demandas hacia la infraestructura científico tecnológica, demandas que, por otra parte, pueden ser incorporadas, transformadas o bien eliminadas en función de un acto que genera una contrademanda de reemplazo. La interrelación gobierno-estructura productiva depende fundamentalmente de la capacidad de discernimiento de ambos vértices acerca del uso posible del conocimiento existente para incorporarlo a nuevos sistemas de producción. es evidente que el vértice-gobiemo se relaciona con el vértice-estructura productiva mediante una acción sobre la infraestructura científicotecnológica, pero mientras en este caso el motivo de la demanda y de la asignación de recursos se relaciona directamente con la estructura productiva, en el caso de una interrelación directa con la infraestructura científico-tecnológica puede producirse, junto a este primer aspecto, una relación indirecta por la vía, por ejemplo, de las interrelaciones de tipo horizontal Las interrelaciones de tipo horizontal son las más complejas Cuando se trata de actividades diferenciadas no sólo de acuerdo con su función sino también de acuerdo con su posición institucional (por ejemplo, una empresa que no realiza actividades de investigación frente a una institución consagrada exclusivamente a tareas científicas), uno de los métodos más adecuados para desbrozar el camino por donde circulen las demandas recíprocas parece ser el de la movilidad ocupacional, o transferencia recíproca del personal humano de uno a otro vértice. Si se acepta la hipótesis de que los sujetos de ambos vértices cuentan con una capacidad creadora y una capacidad empresarial, las vías de comunicación estarán necesariamente abiertas, pero si, en cambio, se vislumbra -tal como ocurre en América latina- que ambas cualidades son muchas veces inexistentes en los sujetos de uno y otro vértice, el peligro del encierro y del diálogo de sordos entre empresarios y científicos se presenta como un obstáculo muchas veces insuperable. En América latina, el éxodo de talentos es la típica consecuencia de la falta de interrelaciones entre la infraestructura científico-tecnológica, la estructura productiva y el gobierno. Por esta razón, los científicos formados en nuestras sociedades, faltos de incentivos, se relacionan con una infraestructura científico-tecnológica del exterior. Esta lápida descripción de las características y de los diferentes tipos de relaciones que se establecen en el triángulo científico-tecnológico, nos permite reconocer un hecho y plantear una necesidad: que en América Latina no existe un sistema de relaciones como el que hemos diseñado, ni tampoco hay conciencia acerca de la necesidad impostergable de establecerlo.Los sistemas se multiplicaron y fundamentalmente, las matemáticas perdieron, definitivamente, su pretensión de unidad y de verdad absoluta y definitiva. Documento Anexo resumen En su obra Ciencia y Tecnología: estrategias y políticas de largo plazo, Mario Albornoz y Pablo Kreimer sostienen que la política científico-tecnológica en nuestro país se ha ido desplazando sucesivamente del centro a la periferia y de la periferia al centro de la escena política. Ello significa que el actor principal en la materia ha sido, en determinadas épocas, el Estado, y en
otras, los particulares que, en mayor o menor medida, estaban interesados en ella. Sobre este tema dice el propio Jaguaribe en Desarrollo económico y desarrollo político'. "Concebido en el cuadro más amplio del proceso social global, el proceso de desarrollo económico es un proceso de crecimiento de la renta real, que se caracteriza por el mejor empleo de los factores de producción, en las condiciones reales de la comunidad y de las ideas de la época. Se diferencia así la idea de desarrollo de la de crecimiento económico. Ésta se refiere al simple aumento cuantitativo de la riqueza o del producto per capita, mientras que la idea de desarrollo tiene el sentido de un perfeccionamiento cualitativo de economía a través de una mejor tecnología y de una mejor utilización de lo. Recursos naturales y del capital. La utopía de Sarmiento: 1868-1874 El proyecto de Sarmiento consistía en crear las condiciones propicias para trasplantar a nuestro país el modelo de desarrollo operado en los Estados Unidos. Sarmiento llega a la presidencia con la convicción de que había que modernizar el país mediante una profunda transformación del perfil social y económico heredado del pasado. Pensaba que era necesario promover y estimular la expansión de sectores medios y concebía que las llaves que abrirían la puerta del progreso serían el estímulo a la agricultura, la expansión del ferrocarril, las comunicaciones, las inversiones financieras, las industrias manufactureras y una eficiente red de servicios públicos. Creía que el esquema oligárquico de explotación agrícola ganadera seguiría sumiendo al país en el atraso pero su propio proyecto de desarrollo tampoco contemplaba las necesidades de las manufacturas tradicionales del interior del país. Si bien había tenido la visión de advertir las limitaciones que los sectores tradicionales imponían al desarrollo del país, tampoco tenía confianza en que los sectores populares criollos pudieran impulsarlo. La mano de obra que produciría la transformación industrial, según él, habría de ser la inmigración europea que tanto fomentó. Además impulsó una explotación más moderna y más productiva de la tierra y, a tales efectos, propuso una reforma de la propiedad rural, pero esto lo enfrentó a la oligarquía latifundista. Su modelo de industrialización requería romper los lazos políticos con los sectores más tradicionales y conservadores de la sociedad argentina de aquellos tiempos y la ejecución de políticas sociales y económicas más liberales que, paradójicamente, para ser puestas en práctica requerían una firme y decisiva acción de gobierno centralizada y, a veces, autoritaria. Más allá de la imposibilidad de calcar un modelo económico que no respondía a las características propias de nuestro país, la fuerte resistencia de los sectores políticos que respondían a la oligarquía contribuyó a que la concreción de aquella utopía se quedara, en gran medida, en proyectos, y en la contratación de personal extranjero especializado que, al fin y al cabo, nunca pudo ponerlos en práctica plenamente. El modelo cientificista: El modelo cientificista consideraba que el desarrollo económico sera la consecuencia natural del trabajo en investigaciones científicas básicas por parte de calificados hombres de ciencia en universidades de alto nivel de excelencia. Nuestro país, hacia fines de siglo XIX y principios del siglo XX, contaba con universidades que estaban a la par de las más renombradas del viejo continente y la producción científica aumentaba en cantidad y calidad. Sin embargo, el país no se desarrollaba tecnológicamente ni montaba un respetable aparato productivo como lo hacían los países que contaban con universidades tan prestigiosas como las nuestras. La revolución científica y tecnológica ha sido siempre, en primera instancia, una consecuencia y no la causa de profundas transformaciones estructurales. El crecimiento económico dependió de la actividad productora de materias primas, fundamentalmente carnes y cereales, para la exportación que se desarrolló sobre la base de la inversión externa. Prácticamente no hubo innovación tecnológica sino que el aparato productivo se expandió mediante el aprovechamiento de le mano de obra para la explotación de los recursos naturales, en función de la demanda exterior. Los grandes recursos provenientes del sector exportador no se canalizaron para desarrollar sectores productivos más dinámicos. No hubo transferencias de recursos del agro a un desarrollo industrial. Las capas dominantes de nuestro país, hacia fines del siglo XIX, eligieron seguir siendo una
aristocracia conservadora en lugar de convertirse en una burguesía progresista, al estilo de la soñada por Sarmiento. En las universidades de nuestro país no se investigaban temas en función de las necesidades sociales y económicas propias, sino en función de un mercado internacional digitado por las grandes potencias. Por otra parte, en aquella época, tan sólo un sector minoritario de la población podía acceder a la educación universitaria y, por ende, a la investigación científica. La "mano invisible"-por el liberalismo y la ideología facilista del progreso- pondrá orden si cada individuo, como tal, promueve sus intereses. Durante esta etapa, impregnada de optimismo epistemológico positivista, la ''fecundidad de las investigaciones, en su mayoría experimentales, contribuyen a generar en el inconsciente colectivo la creencia del poder ilimitado de la ciencia que, de ese modo, podría resolver todos los males sociales y llenar de frutos el "cuerno de la abundancia". El cientificismo academicista: a partir de la Primera Guerra Mundial comienza un moderado proceso de industrialización que, para la época de la crisis internacional de 1929, recibe un nuevo impulso, también moderado. Estos acontecimientos externos modificaron profundamente la estructura del comercio internacional y dificultaron durante largos períodos la importación de bienes manufacturados. Pero, si bien la industria creció en nuestro país entre 1910 y 1930, no modificó sustancialmente su estructura. Desde el Estado tampoco se ensayaron los cambios en la política económica que se necesitaban para incentivar el desarrollo industrial. La Reforma universitaria de 1918 le exigió a las universidades y a las instituciones científicas una mayor democratización. Se cuestionaba el modo de enseñanza de la ciencia, el carácter elitista del acceso a la profesión de investigador y los contenidos de los programas de estudio. Relacionaba por primera vez la ciencia como actividad académica con el orden social. Ese interés por vincular la ciencia con los valores y necesidades de nuestro país no fue una preocupación exclusiva de los estudiantes reformistas de 1918. Con motivaciones y perspectivas distintas, los jóvenes egresados estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires fundan en ese mismo año el Colegio Novecentista. Estos jóvenes proponían un nuevo tipo de pensamiento científico que tuviese en cuenta nuestra originalidad histórica, en oposición al universalismo y mecanicismo positivista imperante en los medios científicos y académicos de la época. La Reforma Universitaria de junio de 1918 y su impronta universal" dice Alberto J. Lapolla: "La Reforma sería una revolución cultural que se extendería por América Latina y el mundo con su mandato de revolución cultural, de democratización popular de las repúblicas oligárquicas del continente y de acceso democrático de los pueblos a la educación superior todavía reducto cerrado de las oligarquías y el pensamiento confesional. El movimiento reformista perdería en la Argentina su impronta revolucionaria, ha por las limitaciones del radicalismo, por el reformismo medular del Partido Socialista y por la necedad a reiteración de los comunistas que a partir de 1922-24 darían la espalda a la Reforma, siguiendo las pautas sectarias de la III Internacional, acusando al movimiento por contrarrevolucionario y pequeño burgués... Dr. Salvador Mazza, precursor en la investigación sobre el Mal de Chagas en la Argentina, de atacar las causas sociales de la enfermedad (ver Documento anexo 2]. Las autoridades de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires se resistían a encarar la investigación desde un enfoque multidisciplinario, en el cual las cuestiones socioantropológicas eran de vital importancia, y argumentaban que el problema se reducía estrictamente al estudio de la acción del tripanosoma sobre el organismo humano. El llamado de Mazza a terminar con las pésimas condiciones habitacionales e higiénicas en que vivía el peón de campo a los efectos de evitar la propagación de la vinchuca causó malestar en los sectores ligados a la oligarquía. Esto le generó conflictos con las instituciones científicas y académicas que le fueron quitando apoyo presupuestario. El desarrollo tecnológico: la tercera etapa del desarrollo de la política científico-tecnológica en la Argentina se concreta la de implementación del proyecto tecnológico estatal y, a partir de él, comienza la reflexión acerca de qué es lo politizable de la investigación científica. En este período, que tiene lugar entre, aproximadamente, comienzos de los años 40 y mediados de los años 70 el
actor principal es el Estado, quien desarrolla políticas científico-tecnológicas fuertemente te centralizadas. También esta etapa podemos desdoblarla en dos momentos: el primero, desde 1943 hasta 1955, y el segundo, desde 1955 hasta 1976. Producida la revolución del 43, debido a su iniciativa se crean los altos hornos de Zapla y Pálpala y se sientan las bases para la industria pesada en el país. Ya durante el gobierno de Perón se crea el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) para monopolizar la oferta exportadora del agro, que anteriormente detentaban los consorcios extranjeros o nacionales privados pertenecientes a las familias más acomodadas, logrando precios más convenientes al concertar operaciones de gobierno a gobierno; Así, pues, el Estado obtenía una diferencia en la comercialización de las exportaciones que derivaba hacia la industria otorgando divisas a precios diferenciales-para la adquisición de maquinarias y materias primas. Esta voluminosa transferencia de recursos del agro a la industria significó un singular impulso a la industrialización del país. La formidable acumulación de capital propio permite al país proclamar su independencia económica saldando la herencia de la deuda externa heredada del siglo XIX, que había hipotecado hasta el territorio nacional. Esto posibilitó, entre otras cosas, impulsar la industria siderúrgica con la creación de la empresa SOMISA; y la creación de la empresa Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado permitió fabricar aviones, automóviles, tractores, máquinas agrícolas, vehículos de pasajeros, etc. La industria siderúrgica pesada funcionando a pleno fue fundamental, pues sobre ella reposaba la construcción y las industrias mecánicas, entre otras. Coherentemente con este proyecto de desarrollo tecnológico, en este período se crea la Universidad Obrera, hoy Universidad Tecnológica Nacional, y numerosos colegios secundarios de orientación técnica. En el campo de la investigación científica, el avance no fue tan vertiginoso como en el campo tecnológico debido a que la mayoría de las instituciones seguían teniendo el carácter cientificista y academicista propio de las etapas anteriores. Si bien se le reconoció autonomía técnica, docente y científica, se intimó a la Universidad para que difundiese el saber y toda forma de cultura a los sectores populares y propusiera soluciones para los diversos problemas sociales y económicos del país. Un grave problema que aquejaba a la Universidad era su distanciamiento de un proyecto moderno de Nación y la imposibilidad de los sectores más humildes de acceder a ella, Así, pues, años más tarde, los obreros, los empleados de clase media baja y los pequeños comerciantes habrían de ver a sus hijos accediendo a las universidades por primera vez en la historia argentina. Sin embargo, es digno de mencionar, en el área científica, el trabajo del Dr. Ramón Carrillo, tanto en la Universidad como al frente del Ministerio de Salud Pública durante el gobierno del presidente Perón. El mencionado hombre de ciencia puso a nuestro país a la vanguardia de las investigaciones neurológicas en América Latina y fue uno de los pioneros de la concepción sanitarista de la medicina a nivel internacional. La doctrina sanitarista del Dr. Gamillo concibe a la medicina, fundamentalmente, como una disciplina social. Así pues diseñó una meritoria política sanitaria que dispuso la utilización de los recursos científicos y técnicos en función del mejoramiento de las condiciones alimenticias e higiénicas de la población. "A la salud la defienden los anticuerpos y no los antibióticos" era su lema. Asimismo, multiplicó considerablemente la infraestructura hospitalaria de nuestro país (ver Documentos anexos 3 y 4). Luego del golpe de 1955. la denominada burguesía nacional vive la contradicción de, por un lado, querer recortar poder al Estado, y, por el otro, pretender normas proteccionistas, subsidios y un tratamiento diferencial. Se trataba de un empresariado industrial con mentalidad mercantilista. Por ello, y debido "a la carencia de proyectos a largo plazo, prácticamente no demandó a las instituciones del área planes de investigación científico-tecnológicos y, cuando lo hizo, tuvieron carácter puramente tecnocrático. La progresiva entrega de la economía nacional comienza a acelerarse hacia fines de los años 60. El gobierno de facto del general Juan Carlos Onganía (1966-1970), que, a pesar de pertenecer al sector autodenominado "nacionalista" del Ejército, contaba en su gabinete con la presencia del ministro de economía liberal Adalbert Krieger Vassena y del canciller Nicanor Costa Méndez, ambos
miembros del directorio del monopolio Swift-Deltec. Al igual que en la "década infame", el país vuelve a ser gobernado por los gerentes del capital financiero transnacional. En este período comienza un sistemático intento de destrucción de la infraestructura científico-tecnológica estatal. Hacia fines ce los años 50 y principios de los años 60, comienza por primera vez en nuestro país una reflexión seria acerca del papel de la ciencia y la tecnología y s_i vínculos con la economía y la sociedad. Se recalca la necesidad de vinculados proyectos de investigación al aparato productivo. Todas estas reflexiones se realizan al amparo de las llamadas "teorías de la dependencia y el desarrollo". Pensadores como Jorge Sábato, Amílcar Herrera, Osear Varsavskx. Rolando García postulan sus críticas al cientificismo y al academicismo tradicional. Sostienen, criticando al cientificismo, que la tecnología no es simplemente ciencia aplicada. No basta tener buenos investigadores que desarrollar bien su trabajo en universidades de alto nivel de excelencia. Ellos sostienen la opinión de que no existe una división tajante entre ciencia pura y ciencia aplicada ni hay un pasaje lineal desde la ciencia a la tecnología. La tecnología no está predeterminada por la investigación científica. Ciencia y tecnología interactúan entre sí y ambas con el aparato productivo, entablando además nexos con el poder político y el sistema pedagógico. La "reconversión" industrial y el proyecto neo-liberal. Situación actual y perspectivas: Podemos hablar de una cuarta etapa, que corre desde 1976 hasta 2001. que ha sido calificada por algunos con el eufemismo de "reconversión industrial", expresión que en última instancia esconde la despiadada destrucción del aparato productivo nacional, fundamentalmente de las Pymes, la entrega de las empresas estatales al capital financiero transnacional y el remate de las empresas familiares, con el consecuente deterioro del poder adquisitivo de los sectores populares y medios, y la desestructuración del tejido social de nuestro país.Así pues, a principios de 1976, los sectores ligados por poder económico-financiero transnacional acceden plenamente al poder mediante la instauración del régimen militar. Esta situación se va dando en el marco de la llamada globalización cultural, de la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y del establecimiento de una economía neoliberal a nivel planetario. La brecha tecnológica entre los países centrales y los periféricos se vuelve abismal y debido a la prioridad dada a la especulación financiera por encima de la producción son excluidos del mercado laboral millones de personas que van traspasando la línea de pobreza. Con respecto a la relación ciencia-tecnología-sociedad, esta etapa tiene las características de un Estaco prácticamente ausente en la materia y la comunidad científica disgregada por la dura represión y el sistemático proyecto de destrucción de las instituciones de investigación científicotecnológica. Las universidades no tuvieron prácticamente ninguna demanda significativa de investigación por parte del gobierno. Aunque es ingenuo pensar que con el mero sostenimiento de instituciones de investigación, carentes de una dirección política adecuada, se pueda impulsar el desarrollo, la situación, además, fue diametralmente opuesta, se cerraron o quedaron paralizados la mayoría de los organismos del sector. Fueron perseguidos y expulsados del país aquellos hombres que pudieran contribuir con su trabajo y con una capacidad de decisión propia en los proyectos de investigación y desarrollo. Los sectores empresariales, en su mayoría, tampoco contribuyeron a desarrollar la investigación. Tan sólo se estimularon proyectos privados desconectados entre sí. en función de intereses inmediatos de algunas grandes empresas. Durante los dos períodos presidenciales de Carlos Menem (1989-1995 \ 1995-1999) se profundizó el proceso de dependencia y entrega del patrimonio nacional que había comenzado, efectivamente, con el golpe de 1976. ~. deterioro del aparato productivo se sumó la entrega a grandes consorcios transnacionales de las grandes empresas estatales de servicios públicos transportes, siderúrgicas, petrolíferas, etc. El Estado cedió los resortes fundamentales de la economía y las finanzas al capital financiero internacional .. no ejerció el más mínimo control sobre sus actividades en nuestro país. E breve gobierno de Fernando De la Rúa que lo sucedió (1999-2001) continúe con la misma política económica que su antecesor. Domingo Cavallo, ministro de economía de estos dos
gobiernos, fue el artífice ideológico de le continuación y consolidación del proyecto ejecutado a partir de 1976 por Martínez de Hoz.