Interpretaciones E Interpretes De La Historia.docx

2. GRANDES INTERPRETACIONES E INTÉRPRETES DE LA HISTORIA El derecho se define por las contribuciones de grandes pensadores y doctrinas que han proporcionado conocimiento durante varias épocas. Existen dos interpretaciones importantes de la historia. Por un lado, el pensamiento greco romano con fuentes racionales y humanistas. Asimismo, el pensamiento judeocristianismo con fuentes bíblicas y monoteístas. 2.1. LA INTERPRETACIÓN GRECO-ROMANA DE LA HISTORIA Grecia y Roma es lo que hoy se conoce como cultura "clásica". El mito más resaltante menciona el importante papel de Eneas para la fundación de Roma. Eneas fue un héroe troyano hijo de Afrodita (Venus) y Anquises, quien también descendía del rey Dárdano, el legendario fundador de la ciudad de Troya. (Martínez-Pinna, 2011) A Eneas le siguió su hijo Ascanio, de donde nacerían Rómulo y Remo conocidos como fundadores de Roma. 2.1.1 Concepciones que acerca de la historia Propuesta de "Ciclo histórico". Según el historiador ateniense Tucídides en el comienzo hubo una "Edad del Hierro". (Esbarranch, 1992) señala: “Los griegos de otro tiempo, en efecto, y los bárbaros que vivían en la costa del continente o en las islas, una vez comenzaron a recorrer con sus naves diferentes tierras con mayor frecuencia, se dedicaron a la piratería. La costumbre de llevar armas de estos pueblos continentales es una forma de supervivencia de la antigua piratería a la que se dedicaban. Toda Grecia llevaba armas debido a que sus viviendas no tenían protección y las comunicaciones entre los pueblos eran inseguras; se acostumbraron a la vida en armas, igual que los bárbaros. Y las zonas de Grecia que todavía viven así muestran un indicio de que en otro tiempo formas de vida semejantes se daban por todas partes. Entre aquellos fueron griegos, específicamente los atenienses los primeros en abandonar el hierro y pasarse a una vida más muelle...” En general, antes de dejar el hierro, Grecia era una sociedad caracterizada por la violencia y el enfrentamiento hasta finalmente lograr una organización en forma pacífica, para volver más adelante en la barbarie. Este planteamiento se basa la observación de la naturaleza, que, para una sociedad pagana como el imperio, tenía evidentes elementos divinos relacionados asimismo relacionadas con el universo. Cabe resaltar que el ciclo como lo denomina Polibio, se puede ejemplificar mediante la evolución de las formas de gobiernos. Así al inicio, la tendencia natural será la de buscar la unidad del poder, concentrándole en un líder que se llamará Rey lo que se conoce como monarquía. Pero luego la dirigencia social constituida por la nobleza exige el retiro del monarca arbitrario y funda la Aristocracia, lo cual con el paso del tiempo puede llegar a convertirse en oligarquía. Al encontrar caos en la oligarquía esto al final puede tornarse en una democracia que a su vez puede convertirse en demagogia, si sus dirigentes carecen de una moral sólida y así volver a la monarquía como medio de salvación ante una inminente anarquía.

Los ejemplos más claros de esta tendencia se pueden apreciar claramente en Atenas donde se pasó de la tiranía, aristocracia, democracia, y vuelta al poder único con Alcibíades. Asimismo, en Roma, que también fue conformada por una Monarquía etrusca, República aristocrática, Democracia o demagogia de los triunviratos y vuelta a la Monarquía, llamada posteriormente "Imperio". Hombre como centro de la vida. Es Grecia la que propone la noción de "humanidad", y de "ser", en contraste con las posturas animistas y colectivistas de otras sociedades antiguas, como la egipcia (Bleeker, 1973). Fue primero con Grecia y luego con Roma que el hombre adquiere conciencia de su valía. Por lo que el estudio histórico alcanza una alta reputación al servir como una fuente para comprender los hechos del hombre, así como sus posibilidades para el futuro. 2.1.2 Características de la interpretación greco romana de la historia: Según lo mencionado anteriormente se pueden enumerar las características de cómo Grecia y Roma concebían la historia. • Humanista: su punto principal gira en torno al hombre y a las acciones que realiza

tienen la ayuda de las fuerzas divinas. Es decir “el hombre es el protagonista de la historia". • Substancialista: las cosas tienen una substancia que las hace iguales a sí

mismas pero distintitas de las demás. Las sustancias no sufren alteraciones con el paso del tiempo. Lo considerado malo en la actualidad lo puede seguir siendo en futuros años. • Fatalista: al igual que la materia que pasa que se degrada, la historia no puede

escapar de una gran fuerza; "el Destino" o "TICHE" o "TEKJE" al que hombres y dioses están sometidos. Nada puede escapar a sus designios y por eso los hombres tratan de conocerlos mediante las prácticas adivinatorias de los "oráculos". Es así que la humanidad se condena a repetir el ciclo que traza el destino de forma inminente. • Escéptica: se considera que la verdad como un concepto variable e imposible de definir. Hay una famosa pregunta sin respuesta del paganismo, que hizo Pilatos frente a Jesús "¿Y qué es la verdad? Una interrogante que solo tiene respuesta si se cree en algo más que una naturaleza divinizada. 2.2 La concepción helenística La concepción helenística del ciclo es recogida por diversos pensadores de la antigüedad, como posteriores, como Polibio, Maquiavelo, Vico y Hegel, Flinders Petrie, Spengler y Toynbee y con algunos matices Fukuyama, en nuestros días, lo que demuestra la profunda influencia de este tipo de pensamiento aun en nuestro presente. 3. LA INTERPRETACIÓN JUDEO-CRISTIANA DE LA HISTORIA La concepción judeo-cristiana parte del supuesto de la "Linealidad" de la Historia. A diferencia de la interpretación greco-romana que habla de ciclo, aquí se habla de "Línea". La cultura judía hace énfasis en que el tiempo es un estado de espera de la llegada del Mesías y esa idea es adoptada por el cristianismo posteriormente.

Esta idea posee un origen bíblico y el cristianismo desde sus inicios la toma como propia. Tiene un proceso lógico de progreso desde un origen (la creación del universo) hasta un fin (el fin de los tiempos y la salvación de los hombres). En virtud del pacto entre Dios y Abraham, y sobre todo por el sacrificio de Nuestro Señor en la cruz, los hombres adquieren conciencia de que su fin está situado más allá de los límites del mundo terrenal. Ego Sum via, et veritas et se señala como repuesta a la interrogante del paganismo. A fin de preservar la ley divina, dios hace uso de poder para mantener el orden. El hombre es protagonista de su propio destino. Es decir, el hombre puede modificar su propia historia a fin de cumplir los planes establecidos por dios. De lo anterior se desprende que pese a que Dios puede revelar sus planes al hombre no le impone los mismos, sino que sólo reclama la cooperación de las voluntades humanas que pueden decidir no plegarse a tales planes. La interpretación judeo-cristiana divide la historia en periodos. El Nacimiento del Salvador. Se habla entonces de Antes y Después de Cristo. Según religión cristiana y su concepción de la filosofía de la Historia hay dos fuentes de influencia judía y griega. Por una parte, Israel aporta la noción de un pueblo guiado por Dios a través de la historia y por la otra, Grecia aporta la idea de cambio de la naturaleza. 3.1 Características de la historia según la visión judeo-cristiana: 1. El mundo es creación de Dios y ese es el punto de partida de la historia. 2. El hombre padece por apartarse del plan divino. 3. El pueblo elegido de Dios es Israel. 4. El hijo de Dios es hijo de la Virgen María Santísima: Jesucristo nace para salvar a la humanidad y este se convierte en el eje central de la Historia del hombre. 5. A través de la muerte en la cruz y resurrección, Cristo redime al género humano. 6. Jesucristo funda su Iglesia 7. La Providencia Divina guía al hombre para que cumpla el plan divino. Bleeker, C. J. (1973). Historia religionum: Manual de Historia de las Religiones. Madrid: Ediciones Cristiandad. Esbarranch, J. J. (1992). La Historia de la Guerra del Peloponeso. Gredos. Martínez-Pinna, J. (2011). Las leyendas de fundación de Roma. De Eneas a Rómulo. Barcelona: Universitat de Barcelona.