INDICE INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 2 CAPITULO I: INFORMALIDAD EN EL PERU ............................................................................ 3 1.1.
DEFINICIONES ................................................................................................................ 3
1.2.
CARACTERÍSTICAS DE LA INFORMALIDAD .......................................................... 4
1.3.
LA PROBLEMÁTICA DE LA INFORMALIDAD EN EL PERÚ ................................ 9
1.4.
EL ESTADO PERUANO Y LA INFORMALIDAD ..................................................... 10
1.4.1.
LOS COSTES EXPLÍCITOS DE LA FORMALIDAD. ...................................... 10
1.4.2.
LOS COSTES IMPLÍCITOS DE LA FORMALIDAD. ....................................... 10
1.5.
LA INFORMALIDAD COMO FASE DEL PROCESO DE DESARROLLO........... 11
1.6.
CAUSAS DEL EMPLEO INFORMAL EN EL PERÚ ................................................ 11
1.7.
CONSECUENCIAS DEL EMPLEO INFORMAL EN EL PERÚ.............................. 12
1.7.1.
POBREZA Y DESIGUALDAD: ............................................................................ 12
1.7.2.
EL COMERCIO AMBULATORIO: ...................................................................... 13
1.7.3.
LOS MERCADOS INFORMALES ....................................................................... 13
1.8.
CAUSAS DE LA INFORMALIDAD ............................................................................. 15
1.8.1.
UNA FORMA DE SUBSISTENCIA ..................................................................... 15
1.8.2.
LO QUE CUESTA LA FORMALIZACIÓN ......................................................... 15
1.9.
PERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA INFORMAL AL 2050 ................................. 15
CAPITULO II: INFORMALIDAD EN LA REGION SAN MARTIN .......................................... 19 CONCLUSIONES........................................................................................................................... 20
INTRODUCCIÓN Uno de los grandes problemas estructurales de la economía peruana se ha acentuado durante el 2018. La informalidad laboral está acelerando su ritmo de crecimiento en lo que va del año y, en términos anualizados a junio, se ha incrementado 5,1%; un ritmo similar al registrado a marzo de este año y, además, superior a la tasa a la que crecía en años anteriores. Esto implica que en el país ahora hay 12,2 millones de personas que trabajan en esa condición, es decir, un 73% de la fuerza laboral. Esta es la participación más alta desde mediados del 2015; tras haberse reducido ligeramente entre el 2016 y el 2017. Entre junio del año pasado y junio del 2018, se han creado 413.000 puestos de trabajo informales, lo que implica que la informalidad domina la dinámica del mercado laboral. En el mismo lapso, se han destruido 21.100 empleos formales (0,5% del total). Todo esto –a diferencia de los últimos dos años– sucede en un período en que la economía está en fase de aceleración. En el primer semestre, el crecimiento fue 4,29%, la mejor lectura desde finales del 2013. El ‘divorcio’ entre la actividad y el mercado laboral se explica, por un lado, por los inusuales resultados de abril y mayo. También cabe recordar que desde abril de este año entró en vigor un salario mínimo 9,4% más alto, que elevó los costos de contratar formalmente. Es importante resaltar, además, que estos datos contrastan con los de la planilla electrónica, que apuntan a que el empleo formal está creciendo. Sin embargo, esa foto está incompleta: solo considera los puestos de trabajo formales creados por empresas formales que tengan implementada la planilla electrónica, lo que deja totalmente fuera a la mayor parte de la fuerza laboral.
CAPITULO I: INFORMALIDAD EN EL PERU El concepto de la informalidad y su medición han evolucionado a través del tiempo. En la década del setenta se acuñó por primera vez el término «sector informal» para hacer referencia a todas las actividades que están excluidas de la legislación o se encuentran fuera del ámbito regulatorio e impositivo. Desde ese entonces se han realizado varios esfuerzos por consensuar una definición que sea medible internacionalmente. Por ello, la XVII Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) de 2003 adoptó una directriz sobre la medición estadística del empleo informal: se especificó que el empleo informal considera al empleo en el sector informal (definido por las características de las unidades de producción) y al empleo fuera del sector informal (definido por las características de los puestos de trabajo). La OIT (2012) señala que en la comunidad estadística el uso de una terminología precisa es muy importante. Por ello, a continuación, se presenta el significado de cada uno de los conceptos relacionados a la informalidad que se han utilizado en el presente documento.
1.1. DEFINICIONES Economía informal. Conjunto de actividades económicas desarrolladas por los trabajadores y las unidades productivas que no cumplen con las regulaciones previstas por el estado para el ejercicio de sus actividades. Está compuesta por el sector informal y el empleo informal. Tomado de INEI (2014). Sector informal. Conformado por las unidades productivas no constituidas en sociedad que no están registradas en la administración tributaria (SUNAT). Para el caso de las unidades productivas del sector primario (Agricultura, Pesca y Minería) no constituidas en sociedad, se considera que todas pertenecen al sector informal. También excluye a las cuasi sociedades, es decir, empresas no constituidas en sociedad que funciona en todo –o en casi todo– como si fuera una sociedad (ONU et al, 2009). Tomado de INEI (2014).
Empleo informal. Son aquellos empleos que no cuentan con los beneficios estipulados por ley como el acceso a la seguridad social pagada por el empleador, vacaciones pagadas, licencia por enfermedad, etc. Son empleos informales los: i) patronos y cuenta propia del sector informal, ii) asalariados sin seguridad social (formal e informal), iii) trabajadores familiares no remunerados (formal e informal) y trabajadores domésticos sin beneficios sociales. Tomado de INEI (2014). Empleo en el sector informal. Constituido por los trabajadores por cuenta propia dueños de su propia empresa del sector informal, los empleadores dueños de su propia empresa del sector informal, los trabajadores familiares no remunerados o auxiliares, los asalariados informales o formales en empresas del sector informal y los trabajadores de cooperativas de trabajadores informales. Tomado de OIT (2014).
1.2. CARACTERÍSTICAS DE LA INFORMALIDAD La informalidad persiste con bajas probabilidades de tránsito hacia un empleo formal Estimaciones de la OCDE (2015) revelan la existencia de un alto grado de persistencia del empleo informal. El Gráfico 3a muestra que Perú es uno de los países con mayor persistencia de informalidad, en donde más de la mitad de sus trabajadores informales (55%) lo siguen siendo dos años después. Asimismo, en Perú el porcentaje de trabajadores informales que se trasladaron a la formalidad fue superior al porcentaje de ocupados formales que se desplazaron hacia un empleo informal, solo el 8% de los ocupados formales se pasaron a un empleo informal; mientras que el 12% de los trabajadores informales encontraron un empleo formal en el año siguiente. Para los peruanos desempleados la probabilidad de encontrar un empleo formal es menor que la probabilidad de encontrar en empleo informal, es decir, les resulta más fácil encontrar un empleo informal que uno formal (ver Gráfico 3b). La elevada persistencia del empleo informal, la baja tasa de transición del empleo informal al formal, y la alta informalidad laboral son un fiel reflejo de la segmentación del mercado de trabajo peruano.
Tendencia ligeramente decreciente de la informalidad laboral en el Perú A pesar de que Perú tiene una elevada tasa de empleo informal en la región, en los últimos diez años se han registrado importantes avances. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), entre el 2004 y 2014, bajo distintas mediciones de la informalidad, se evidencia una tendencia decreciente del empleo informal (ver Gráfico 4). Los resultados difieren según el método de estimación elegido para medir la informalidad. Por ejemplo, en base a la ENAHO-2014 y bajo la metodología del INEI, el empleo informal de Perú representó el 72.8% de fuerza laboral, es decir, 11.5 millones de peruanos tienen un empleo informal, de los cuales 8.8 millones (55.8%) laboran dentro del sector informal y 2.7 (17.0%) millones trabajan como informales fuera del sector informal.
Operativamente, el BM (2008) cuantifica la informalidad laboral en función a la definición productiva y a la definición legal. La definición «productiva» considera como informales a todos aquellos trabajadores asalariados en pequeñas firmas (menos de cinco trabajadores), personas autoempleadas no profesionales y trabajadores sin ingresos laborales. En cambio, la definición «legal» se centra más en el cumplimiento de los derechos de seguridad social; por tanto, se enfoca más en el bienestar de los trabajadores (mejora de la calidad del empleo), que en la naturaleza de su empleo. Por su parte, el INEI (2014) considera en el empleo informal a todos los patronos y trabajadores por cuenta propia del sector informal, a los asalariados con empleo informal tanto en el sector formal como en el sector informal y a los trabajadores familiares no remunerados sin beneficios laborales, independientemente de si están en el sector formal o en el sector informal. El empleo informal tiene rostro femenino, predomina en jóvenes, afecta más a los independientes y es elevado en los sectores de transporte, construcción y comercio La evidencia revela que este fenómeno es muy heterogéneo y afecta desproporcionalmente a determinados grupos vulnerables del mercado de trabajo. Según la ENAHO-2014, y en base a la metodología propuesta por el INEI, ocho de cada diez mujeres (76.1%), y siete de cada diez hombres (70.3%), tienen un empleo informal. Es interesante notar que la informalidad se concentra en los grupos etarios más jóvenes, observándose que el 79.8% de los jóvenes de 14 a 29 años de edad
tiene un empleo informal, en comparación con el 69.8% de adultos mayores de veintinueve años.
Por nivel educativo, los trabajadores con bajos niveles de escolaridad poseen las mayores tasas de empleo informal. El 78.9% de personas que posee nivel de secundaria tiene un empleo informal, en comparación con los que tienen educación superior, quienes poseen una tasa de 45.2%. Por categoría ocupacional, el 89.3% de trabajadores informales son independientes y el 21.6% labora de manera informal en el sector público. Finalmente, las actividades económicas con mayor tasa de informalidad laboral a parte de la agricultura son: transportes y comunicaciones (80.5%), construcción (75.7%) y comercio (74.3%), en donde poco más de siete de cada diez peruanos trabaja en condiciones de informalidad. Los trabajadores independientes son los más informales y peor pagados en el sector informal Según la ENAHO-2014, poco más de la tercera parte de la fuerza laboral peruana (35.1% de la Población Económicamente Activa ocupada) estaba conformada por trabajadores independientes que, generalmente, se desempeñan en actividades poco calificadas y de baja productividad con limitado acceso a los servicios de protección social (60.2% tiene acceso a un seguro de salud y 16.9% está afiliado a un sistema de pensiones), conformando así un grupo altamente vulnerable a la informalidad. Tal es así que en el sector informal gran parte de la informalidad se refleja en las actividades que desarrollan los trabajadores independientes y las pequeñas unidades productivas (2 a 10 trabajadores), en donde se registraron elevadas tasas de informalidad de 89.3% y 53.6% que van acompañadas de bajos niveles de ingresos laborales de S/ 646 y S/ 887, respectivamente.
La elevada informalidad reduce la productividad y agrava las desigualdades En 2014, los departamentos con menores ingresos por persona, como Apurímac, Puno y Huánuco, han presentado elevadas tasas de empleo informal, lo cual implica que la informalidad laboral tiene mayor incidencia en las zonas más pobres del país, como indica el Gráfico 6a. Asimismo, se registró una mayor presencia de empleo informal en departamentos con menores niveles de productividad. Sin embargo, la baja productividad laboral no es necesariamente consecuencia de la informalidad;
de ser así, bastaría con que la empresa se formalice para aumentar su productividad. Al parecer, aún no está del todo clara la relación causal entre la productividad y la informalidad (Artana, 2011); no obstante, los datos confirman una fuerte correlación entre ambas variables. El Gráfico 6b muestra que niveles de productividad superiores al promedio nacional no garantizan la existencia de una baja informalidad. Por ejemplo, en Cusco, Áncash y Pasco, se registran niveles de productividad por encima del promedio nacional, acompañados con tasas de empleo informal cercanas al 80.0%.
La informalidad laboral está presente no solo en los más pobres sino también en los trabajadores con mayores ingresos La evidencia sugiere una relación inversa (con diferentes matices) entre la informalidad del empleo y los niveles de ingresos de los trabajadores; a pesar de ello, la informalidad está presente en los diferentes estratos socioeconómicos. En Perú, según la ENAHO-2014 y la definición de empleo informal del INEI, la cuarta parte de los ocupados más pobres (primer cuartil) tiene una tasa de empleo informal de 98.8%, mientras que la cuarta parte de los trabajadores más ricos (cuarto cuartil) tiene una tasa de 33.3%. Por departamento, se evidencia una alta heterogeneidad en la distribución del empleo informal con relación al ordenamiento de los ingresos laborales. Según la ENAHO-2014, en Cajamarca, el 52.0% del empleo informal se concentró en la cuarta parte de los trabajadores más pobres (primer cuartil); en cambio, el 4.0% del empleo informal se localizó en la población ocupada de mayores ingresos (cuarto cuartil). Todo lo contrario se registró en Madre de Dios, donde el cuartil más rico de los trabajadores (primer cuartil) absorbió al 34% del empleo informal, muy superior al 22.0% del empleo informal que se registró en el cuartil más pobre (cuarto cuartil).
Los informales son los que menos ingresos perciben: un trabajador formal percibe casi el doble que un trabajador informal En general, los ingresos laborales por hora de los trabajadores formales han sido superiores a lo percibido por los ocupados informales. Según la ENAHO-2014, en Perú un trabajador formal percibía, en promedio, S/ 11.9 por hora, mientras que un informal solo S/ 5.3. Estimaciones con la ENAHO-2014 revelan que la brecha de ingresos laborales por hora entre el empleo formal y el empleo informal aumenta a
medida que mejora el nivel educativo. Los sectores de minería y finanzas son los que mejor remuneran a los trabajadores formales; todo lo contrario se registró en los sectores agricultura y comercio, donde se ha percibido los más bajos ingresos laborales por hora. Dado los elevados niveles de informalidad al interior de país, en la mayoría de departamentos los trabajadores informales recibieron, en promedio, un ingreso laboral por hora muy cercano al total del ingreso por hora, registrándose las mayores brechas de ingresos en Puno, Cajamarca, Loreto, Huánuco y Moquegua
La informalidad es relativamente alta en la zona Norte y Sur del país Este fenómeno es complejo y afecta a diversas realidades. La ENAHO-2014 revela que cerca de nueve de cada diez trabajadores son informales en Huancavelica, Ayacucho, Puno y Cajamarca, caracterizado por elevadas tasas de informalidad laboral en el sector informal, como se observa en la Figura 3. La encuesta de hogares también revela que, en Lima, cinco de cada diez trabajadores laboran en informalidad en el sector servicios. En Ica, ocho de cada diez trabajadores son informales en el sector comercio. Finalmente, los datos también indican que el sector construcción, de importante desempeño dinamizador de la economía nacional y regional, es uno de los más informales en la zona norte del país. Por ejemplo, según la ENAHO-2014, en La Libertad y en Lambayeque, más del 80.0% de la fuerza laboral trabajó de manera informal en el sector construcción.
En función a las recientes experiencias de formalización en ALyC, se presentan los siguientes lineamientos de política del BM (Freije, 2012) agrupados en tres bloques: marco regulatorio, política macroeconómica e inclusión en programas sociales, que ayudarían a reducir el tamaño de la economía informal.
1.3. LA PROBLEMÁTICA DE LA INFORMALIDAD EN EL PERÚ La informalidad es un fenómeno complejo que conduce a un equilibrio social no óptimo en el que los actores sociales participantes (trabajadores, empresas y microempresas) quedan desprotegidos en términos de salud y empleo. A su vez, el estudio señala que la informalidad se incrementa a causa de tres factores principales: impuestos laborales y mala legislación en seguridad social, políticas macroeconómicas que afectan a los sectores más propensos a optar por la informalidad, y reformas comerciales sin análisis de impacto en los sectores de menor productividad. Si se utiliza la no inscripción en seguridad social, uno de los criterios esbozados en el reporte para medir el nivel de informalidad, el Perú ostenta más del 35% de informales independientes y más del 40% de informales asalariados; sean éstos informales por exclusión (los que no tienen posibilidad de inserción en el mercado) o informales por escape (los que deciden que ser informales es más beneficioso).Estas cifras generan implicancias tanto a nivel microeconómico como a nivel macroeconómico. A nivel microeconómico, la informalidad reduce el bienestar de los agentes económicos involucrados. En el caso de los trabajadores, los salarios se reducen y se crea un subempleo que no puede ser controlado por el Estado. En el caso de las firmas, se genera dificultades y restricciones en el acceso al crédito que normalmente son mayores a las ganancias obtenidas por evasión fiscal. A nivel macroeconómico, los efectos se perciben en la menor recaudación fiscal y en la menor gobernabilidad. Esto conlleva a entender la informalidad como un fenómeno complejo que, en países como el Perú, actúa como “colchón social” ante la pobreza y la desigualdad en el ingreso. Por ende, debe ser prioridad del gobierno el establecer políticas públicas en el mercado laboral que generen incentivos para el traslado hacia el sector formal, las cuales permitan que el sector informal sea incorporado paulatinamente al mercado.
1.4. EL ESTADO PERUANO Y LA INFORMALIDAD 1.4.1. LOS COSTES EXPLÍCITOS DE LA FORMALIDAD. Un buen punto de inicio del análisis puede ser la revisión de los costes y beneficios asociados al involucramiento con el Estado de los agentes económicos peruanos, comenzando por la carga regulatoria que recae sobre la actividad empresarial en el país; enfoque, por cierto, con clara impronta peruana, asociada a la figura de Hernando de Soto, quien en sus trabajos de finales de los años ochenta resaltó la enorme complejidad de la “permisología” del país como una causa de la (aún más) elevada informalidad peruana de aquellos años. Desde entonces, el gobierno peruano ha afrontado el problema con tanta decisión como acierto: Perú es considerado hoy (Doing Business 2014, Banco Mundial) el 42º país del mundo, y el segundo en Latinoamérica, en cuanto a facilidad para hacer negocios. Se presenta así una primera paradoja: en este país conviven un elevado nivel de actividad económica alegal con un entorno normativo relativamente amigable para el inicio y desarrollo de actividades empresariales en la legalidad.
1.4.2. LOS COSTES IMPLÍCITOS DE LA FORMALIDAD. Esta línea argumental nos aproxima a la importante cuestión de los costes implícitos de la actividad empresarial en Perú: los que no aparecen en ninguna norma pero son soportados igualmente por los empresarios y trabajadores que laboran en la legalidad. Como en otros países latinoamericanos, la debilidad del tejido institucional peruano podría jugar aquí un papel importante. En efecto, las encuestas peruanas sobre percepción de corrupción muestran que esta es considerada uno de los principales problemas del país, percibida además como un fenómeno propio por igual de las altas esferas del Estado y del funcionariado de a pie. En la mente del ciudadano, por tanto, los trámites legales de la actividad empresarial formal parecen ir asociados (con mejores o peores razones) al inevitable desembolso de pagos irregulares (coimas) para que estos puedan avanzar, constituyendo un probable factor disuasorio de la formalidad.
1.5. LA INFORMALIDAD COMO FASE DEL PROCESO DE DESARROLLO Perú es un país con un nivel de renta per cápita medio (6.600 dólares, unos 12.000 dólares en paridad de poder adquisitivo), una posición también intermedia en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (puesto 82 de 183 países) y un significativo contingente de población rural poco o nada conectada con el resto del país. Todo ello hace que la presencia de un cierto nivel de informalidad no sea en absoluto sorprendente, según lo ya señalado. En todo caso, atendiendo a los datos comparativos, lo esperable en una nación con este nivel de desarrollo sería un porcentaje significativo pero moderado de actividad económica alegal; incluso en el contexto latinoamericano, mucho más propenso a la informalidad, los países con niveles de renta per cápita similares a la peruana (Ecuador, Colombia) tienen tasas notablemente menores (50-55 por cien), mientras que los países con registros de economía sumergida similares al peruano (Honduras, Paraguay) presentan niveles mucho menores de desarrollo. Parece confirmarse así, que parte de la informalidad peruana se explica por factores endémicos de este país.
1.6. CAUSAS DEL EMPLEO INFORMAL EN EL PERÚ Casi por definición, las actividades del sector informal se relacionan con el cumplimiento, o la falta de cumplimiento, de las normas y regulaciones sobre el uso de la tierra, los contratos laborales, el control de la contaminación, los impuestos de las empresas, las contribuciones a la seguridad social y muchos otros aspectos. Puede sostenerse que la extensión del empleo informal es la consecuencia de la excesiva reglamentación, que hace que a los pequeños empresarios les resulte muy costoso llevar a cabo actividades económicas formales, es decir el engorroso trámite burocrático que sufrimos los peruanos para iniciar legalmente un negocio. También puede decirse que la falta de medios para hacer cumplir las regulaciones existentes promueve actividades económicas informales como la venta callejera, la recolección y eliminación de basura y la construcción de barrios en zonas en las que las regulaciones sobre el uso de la tierra no permiten tales actividades. Los resultados macroeconómicos constituyen otra causa de la extensión de las actividades el sector informal. En algunos casos, simplemente la falta de crecimiento
económico, junto con una creciente oferta laboral debida a la transición demográfica, se traduce en una participación cada vez mayor de empleos informales de baja productividad y bajos salarios. En otros casos, se ha logrado un robusto crecimiento económico a través de medidas de política sesgadas en contra de la creación de abundantes empleos de alta productividad. La reducción de impuestos, derechos aduaneros, tasas de interés real y la inflación, así como el incremento del tipo de cambio real, han inducido el uso de tecnologías de uso intensivo de capital en los sectores primario y secundario, y la reasignación de la mano de obra al sector de servicios. Además, el creciente uso de la tecnología de la información en el sector de servicios requiere mano de obra altamente capacitada, de manera que los trabajadores desplazados de otros sectores terminan ocupando empleos de baja productividad en el sector de servicios.
1.7. CONSECUENCIAS DEL EMPLEO INFORMAL EN EL PERÚ 1.7.1. POBREZA Y DESIGUALDAD: Si bien es cierto no existe un vínculo inmediato entre la informalidad y la pobreza, la primera tiene un efecto estadísticamente significativo sobre la segunda. El ingreso familiar de los que trabajan en el sector formal o en el sector público, están asociados con ingresos promedio más elevados. También existe una relación entre la informalidad y la desigualdad. En su informa sobre la desigualdad, el Banco Interamericano de Desarrollo mide las diferentes fuentes de desigualdad en América Latina, y sostiene que estar empleado en el sector formal o en el sector informal representa entre el 10% y el 25% de las desigualdad en los ingresos laborales de la escasez de capital físico y humano que caracteriza al sector informal. Falta de protección social: Las actividades informales, casi por definición, evitan los impuestos sobre la nómina y as contribuciones a la seguridad social, de manera que los trabajadores del sector carecen de acceso a las diferentes formas de protección social como el seguro de desempleo, el seguro de salud o la jubilación.
1.7.2. EL COMERCIO AMBULATORIO:
Tradicionalmente el comercio ambulatorio ha sido considerado como la actividad informal por antonomasia. Sin embargo no es más que una de las distintas manifestaciones del problema que consiste en el desarrollo de actividades comerciales en la calle, al margen de las disposiciones legales. En ese sentido podemos hablar de dos clases de comercio ambulatorio. La primera es la itinerante; la segunda que se ubica en un lugar fijo dentro de la vía pública. Por lo general son etapas dentro del comercio ambulatorio que los comerciantes van superando a lo largo del tiempo para poder trabajar con mayor seguridad. ITINERANTE: Esta primera clase de comercio ambulatorio es la que desarrollan los que compran pequeñas cantidades de baratijas, golosinas víveres no perecibles y deambulan por las calles tratando de venderlos entre las personas que encuentran a su paso. Carecen pues de una ubicación fija y operan en una escala bastante reducida. LUGAR FIJO EN LA VIA PÚBLICA Esta segunda clase de comercio ambulatorio supone que el comerciante previamente ha dejado de deambular, ha identificado un lugar y se ha instalado en Úl para desarrollar su actividad. Implica por consiguiente una invasión de las calles. Lo primero que hace un vendedor ambulante que trata de invadir un lugar fijo en la vía pública es valorizar la ubicación. Para el efecto, tiene que apreciar el número de clientes potenciales que lo podrían favorecer ahí diariamente, con el objeto de determinar la oportunidad de explotar la ubicación económicamente.
1.7.3. LOS MERCADOS INFORMALES La segunda modalidad de comercio informal es la que se desarrolla desde mercados construidos informalmente por a para ambulantes que sean abandonar las calles. En lo fundamental los ambulantes tratan de dejar la vía pública porque éste les impone una serie de limitaciones. En la calle, los derechos especiales de dominio
a pesar de todo no ofrecen seguridad suficiente para estimular una inversión a largo plazo que mejore la función minorista de los ambulantes porque en esos lugares no es posible suscitar expectativas racionales de propiedad. Así mismo, los ambulantes tienen una productividad muy baja, debido a que la diversificación de bienes y servicios ofrecidos por cada uno es extremadamente reducida. En este caso sin embargo, no se trata de construcciones debidamente equipadas sino precarios "mercadillos" construidos con madera y estera sobre la misma calle. Además a diferencia de los que sucede en los mercados en estos campos feriales el Estado a tratado de inmiscuirse directamente en la actividad empresarial de los comerciantes a través de una serie de restricciones en el uso y traspaso de los puestos. No obstante los cual estas operaciones han continuado realizándose a espaldas de las autoridades. CAUSAS Estamos seguras que existen múltiples razones por las cuales se origina en mayor proporción la economía informal en nuestro país, es por eso que en nuestro trabajo queremos resaltar las más importantes, de manera tal que se obtenga una mejor comprensión por parte de los lectores. Los peruanos siempre hemos sido informales, pero esta forma de ser comienza a convertirse en una preocupación teórica, cuando se empieza a tratar el tema de la marginalidad. La migración andina a la capital, producto de esta marginación, hizo colapsar a los sistemas urbanos y fue generando lo que hoy se conoce como mercado informal. Otra motivo por el que se atraviesa después en relación a la existencia de un sector informal son los elevados costos de la formalidad, tanto para el acceso como para la permanencia. Para esto se da el caso en que una persona que quiera establecer su propio negocio necesita contratar los servicios de un abogado y luego dedicar semanas si no meses a conseguir permisos y licencias a una multitud de oficinas públicas diferentes, además de tener que pagar bajo la mesa a una infinidad de funcionarios corruptos para "agilizar" la tramitación.
1.8. CAUSAS DE LA INFORMALIDAD 1.8.1. UNA FORMA DE SUBSISTENCIA La economía informal es aquella compuesta por actividades que, si bien tienen fines lícitos, se llevan a cabo con medios ilícitos o, mejor dicho al margen de la ley, un vendedor ambulante, no cumple con pagar impuestos ni con las normas laborales, nadie ejerce control sobre sus actividades y los productos o servicios que ofrece. Es un fenómeno mundial, que no tienen un puesto de trabajo y que se ven obligados a buscar sus propias soluciones para obtener el dinero que requieren para subsistir, a través de actividades que, si bien no siempre son delitos, se encuentran siempre fuera de la ley.
1.8.2. LO QUE CUESTA LA FORMALIZACIÓN La actividad informal va acompañada en muchos niveles, de pobreza, pues implica la marginación de los pobladores de un sistema formal que no los considera bajo ningún ámbito y que incluso tiene un estado que encarece cualquier intento de formalizar sus actividades. Las encarece y dificulta, de modo que son las grandes y medianas empresas las únicas que pueden desarrollarse en la formalidad. Pese a encontrarse al margen de la ley, la economía informal tiene sus propios mecanismos de funcionamiento, que permiten a las personas que encuentran en ella obtener los servicios y bienes que también se ofrecen en la economía formal.
1.9. PERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA INFORMAL AL 2050 Después de mostrar un breve diagnóstico de la economía informal a nivel nacional y departamental, es importante también analizar su comportamiento en el futuro, así como evaluar sus impactos e implicancias en algunas variables claves (PBI, empleo, ingresos, entre otros) de la economía peruana. Para las simulaciones se ha utilizado la herramienta prospectiva del IFs, que se basa en un enfoque de «dinámica de sistemas» para construir escenarios a mediano y largo plazo, con el propósito de
anticipar y tomar mejores decisiones en el presente. Según la Directiva General del Proceso de Planeamiento Estratégico del Sistema Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN, 2014) en la fase prospectiva se utiliza el escenario tendencial (refleja el comportamiento a futuro de cada una de las variables estratégicas respetando la continuidad de su patrón histórico), el escenario exploratorio (posibles modificaciones en el comportamiento de algunas de las variables estratégicas que generan cambios en el futuro diferentes a los previstos en el escenario tendencial) y el escenario óptimo (mejor estado posible de futuro de cada variable estratégica frente al cual puede compararse cualquier situación pasada, presente o futura). Sin embargo, para el presente documento con la finalidad de evaluar los riesgos y oportunidades en términos de la economía informal se utilizaran solo los siguientes escenarios:
Escenario tendencial: comportamiento a futuro de la economía informal (reflejado en PBI del sector informal y empleo informal) respetando su patrón histórico; y
Escenario exploratorio: situación futura de la economía informal generada por cambios en algunos de los drivers o intervención de política.
En los escenarios tendenciales se estiman las trayectorias del PBI del sector informal y del empleo informal de Perú hasta el año 2050, mientras que en los escenarios exploratorios se simulan, a modo de ejercicio, los impactos que tendrían tres tipos de intervención hacia el año 2050. En el primer escenario exploratorio, se muestran los impactos que se generarían en el PBI del sector informal y en el empleo informal peruano de asumir diferentes tasas de crecimiento económico; en el segundo ejercicio, se pretende conocer los efectos sobre el crecimiento económico, los ingresos del gobierno, la pobreza, el Perspectivas de la economía informal al 2050 2020 2050 2030 2015 2010 30 CENTRO NACIONAL DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO empleo informal y la productividad de reducir el porcentaje del PBI del sector informal; mientras que, en el tercer caso, se analizan los impactos sobre el PBI, el empleo informal y el PBI del sector informal que se generarían por variaciones en cada uno de los drivers de la economía informal. A continuación, se desarrolla cada uno de los escenarios propuestos
En el 2050 Perú seguirá siendo uno de los países con mayor PBI en el sector informal en la región La producción informal es un indicador del tamaño de las actividades informales que se generan en un país. En el año 2010, según el IFs, el PBI del sector informal de Perú fue de 19%, cifra por encima del promedio de la región de América Latina (13.5%) y de países como Brasil (12.3%), México (10.4%), Argentina (9.2%) y Chile (4.8%). Bajo un escenario tendencial o base, se estima que en el largo plazo existirá una ligera reducción de la informalidad, medida como porcentaje del PBI. Se espera que, al 2030, el PBI del sector informal de Perú se situaría en alrededor de 13.8%; mientras que para el 2050, alcanzaría un valor cercano a 6.0%, recortando así la brecha existente con respecto al promedio regional, debido probablemente a las favorables perspectivas económicas y a la consolidación de las reformas y programas que ataquen a la informalidad Hacia el 2050 Perú continuaría siendo uno de los países con mayor empleo informal en la región La data histórica del IFs para el año 2010 revela que Perú tiene una de las mayores tasas de empleo informal no agrícola en la región, superior a países como México (54.3%), Argentina (49.7%), Brasil (42.2%) y Chile (32.3%). Al 2030 y 2050 se espera que la tasa de empleo informal no agrícola de Perú se aproxime a 50.0% y 30.0%, respectivamente; sin embargo, aún estaríamos muy por encima del promedio de la región. La probable disminución de la tasa de informalidad laboral no significa que habrá una drástica reducción del número de trabajadores informales en el Perú. Para los próximos años, a pesar de la estructura demográfica relativamente joven y al continuo crecimiento de la fuerza laboral peruana, aún prevalecería en Perú la presencia de ocho y cinco millones de trabajadores informales al 2030 y 2050, respectivamente. Por otro lado, las simulaciones revelan que al año 2030 el empleo informal en el sector informal se situaría cerca del 30.0% (aproximadamente 5.4 millones de personas), mientras que el empleo informal fuera del sector informal estaría alrededor de 20.0% (aproximadamente 3.1 millones de personas). Hacia el 2050, la brecha entre ambos disminuiría fundamentalmente por la caída del empleo informal en el sector informal
Hacia el año 2050 un mayor crecimiento económico, por sí solo, no reduciría la informalidad laboral Asumir diferentes tasas de crecimiento del PBI hasta el año 2050 traería mayores cambios sobre el PBI del sector informal que sobre el empleo informal. La principal razón es que el PBI del sector informal al ser una proporción del producto total reaccionaria directamente ante cambios del PBI global; todo lo contrario pasaría en términos de empleo informal, confirmando así que un mayor crecimiento económico, por sí solo, no reduciría significativamente los niveles de informalidad laboral (ver Gráficos 11a y 11b). Asimismo, el porcentaje de informalidad dentro y fuera del sector informal no muestran cambios significativos ante variaciones del producto total; sin embargo, seguirían la trayectoria esperada, las estimaciones indican que es preferible tener mayores tasas de crecimiento porque generarían mejores resultados como porcentaje del empleo informal dentro o fuera del sector informal. Al año 2050, cambiar la tendencia de 6.0% a 3.0% en el PBI del sector informal implicaría un aumento de 9.0% en el PBI Según el modelo de dinámica de sistemas de la economía informal del IFs, una disminución del PBI del sector informal podría incrementar el PBI total, pero ¿Cuánto se incrementaría el PBI total si se redujera el PBI del sector informal a 30% ó 1.0% en el año 2050, comparado a lo que se obtendría en un escenario tendencial? En el primer caso simulado, la reducción del PBI del sector informal a 3.0% equivaldría aproximadamente un incremento de 9% en el PBI total de Perú en el año 2050. En el segundo caso simulado, la reducción del PBI del sector informal a 1.0% (caso extremo) equivaldría aproximadamente un incremento de 22% en el PBI total de Perú en el año 2050. El Gráfico 12 muestra los datos de la simulación en el PBI del sector informal.
CAPITULO II: INFORMALIDAD EN LA REGION SAN MARTIN
CONCLUSIONES 1. Una de las mayores causas del mercado informal es el centralismo existente en el país. 2. Se debería de tener mayor énfasis en los programas de reubicación de grupos humanos desplazados anteriormente por la violencia terrorista. 3. Debería haber mayor apoyo de parte del estado para proporcionar herramientas para que se incluyan en el sector formal. 4. Hasta que este Sector pueda formalizarse pasarán varias décadas para lograr la estabilidad económica que se necesita y de esta manera no hayan tantos subempleados o empleos, autogenerados en la marginalidad. 5. Este Sector es una característica también denotada en la personalidad del peruano; por ejemplo, la llamada "hora peruana" o también la manera tan informal de gobernar.