Hubo una vez ...................... Hubo una vez , en cierto sitio , un hombre sin mujer . Posiblemente sin madre y dudo que padre . Al no saber de sus creadores , que no de Dios , que sabía demasiado , nunca tuvo tampoco nombre y casi ni sombra , solo salía cuando este sol se había ocultado ya , de seguro . En ese sitio y a esas horas , andaba solo , con su alma acuestas , pero pesada . ................................. Que pesada alma , tienen los solitarios , nadie se la aligera durante años y ni los ladrones , si allí los hubiera habido , hubieran deseado robársela de tan pobre que era y tan poco valor que tenía . ................................ A lo que vamos , que me distraigo de tan poco interés que tengo en contarlo ,... tan poca cosa era . Uno de esos días , después de sus vueltas y vueltas de corto radio , ya que su sitio era pequeño además de aburrido , vio en el suelo y casi lo pisa , una extraña cosa , una flor hermosa . Como por allí no había ni plantas , miró a su alrededor para encontrar una explicación ... nada ... nadie ... ni por asomo . La tomó en sus delicadas manos agrietadas por el tiempo sin caricia alguna . Trémula la flor , pareció moverse y hasta casi sonreírle .... Estoy loco , pensó , que yo recuerde las flores no se mueven ni sonríen .... “ pero es que yo hablo “ le pareció oír ... Que tontería ... si menos hablan , volvió a pensar ... “ que si , que sí .. que yo hablo “ Se la acerco al oído y escuchó “ te hace falta un buen lavado , de tan sucios .. no vas a poder oírme “ . Comenzó a restregarse los ojos y volvió a escuchar “ También esos necesitan una buena limpieza , apenas pueden verse , de legañosos que están “ . Se acerco la flor a la nariz y a duras penas pudo oler el delicioso olor que emanaba de la flor . Ver , oír , oler y tocar... porque cuando paso cerca de la boca , le había parecido escuchar .. “ no iras a comerme , bruto “ ... Se la llevó a su casa ,.... bueno cueva .. mejor dicho . Se lavo las manos , cara , nariz y oidos , todo menos la boca ,,, no iba a comérsela . Volvió a coger la y la flor agradecida le dijo “ esto ya es otra cosa y hasta me pareces guapo “ . Con tanto hablar la flor , el se había quedado mudo , se sentó en una roca y la miraba y miraba extasiado y al mismo tiempo sorprendido . “¿ Como te llamas ¿ mi nombre es Amapola ..” “ ¿ y el tuyo ¿”
No lo se dijo él , nadie me ha llamado nunca . “ Entonces , ¿ como sabes hablar ¿ “ Pues como tú , igual que tú Amapola ... ninguno de los dos hablamos ... nos entendemos . “ No digas tonterías ... hablamos y nos oímos , para entendernos hace falta pensar ...” ¿ Que es eso de pensar , Amapola ¿ ... “
“ no lo se muy bien , pero suena interesante
A todo esto la flor , se iba debilitando y su voz iba menguando su sonido , con un suspiro y entre susurros le dijo : “ me estoy acabando , ya no me queda mucho , ponme en un recipiente con agua fresca ... “ . Así lo hizo el hombre y la flor comenzó a resucitar , fresca y lozana . “ Esto ya es otra cosa , ... pregunta lo que quieras ...” ¿ De donde has salido ¿ Por aquí no hay plantas . “ El viento me arrancó , y dando tumbos , hasta aquí he llegado .. donde me has recogido “ Y se hicieron muy amigos ..... El ya no estaba solo y ella tenía a alguien para cuidarla , ambos empezaron a vivir de otra manera . Todo parecía menos oscuro y triste , oliendo mucho mejor y alguna que otra sonrisa , comenzó a torcer la cara del hombre . Pero el hombre era ya anciano y enfermó y la rosa comenzó a marchitarse . Ambos se dieron cuenta de ello , pero no querían ni citarlo , por no asustar al otro . El hombre tenía un hermoso jarrón de plata , siempre lo tuvo , pero nunca supo , ni cuando , ni como , ni de quién ... ni tan poco para qué . Se lavó su alma , que ya no el cuerpo y medio lo llenó con el agua de lavarse , que arrastró gran parte de su alma dentro y allí puso a la flor , que se sintió mucho mejor y refloreció un poco . Tan poca alma , le quedó fuera del jarrón al hombre , que al poco tiempo murió . La flor lloró y sus lágrimas , cayeron dentro del jarrón . Una exclamación placentera , pareció salir del agua con el alma del hombre .... y otra se oyó de la flor , ambos se unieron en un abrazo en el jarrón ...... Muchos años más tarde .. yo pasaba por allí , vi la cueva , ya vacía y hueca ... pero también vi un hermoso jarrón de plata . Al mirar dentro vi una flor seca y unos sonidos de risas , entre una flor y un alma de hombre .... y allí siguen de seguro .... os lo juro .
... Sergio Cimarrón ....creo que así se debió llamar....... ó quizás miento ... ya no lo se .... pero lo he sabido Y ya lo he olvidado .....................
Manuel Hidalgo Herrera 2008