Historia-web.pdf

  • Uploaded by: Ricardo Ramirez
  • 0
  • 0
  • December 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Historia-web.pdf as PDF for free.

More details

  • Words: 42,175
  • Pages: 197
Reparto agrario en Ahualulco y Mexquitic, S.L.P. El caso de la hacienda L a Parada, 1921-1940

Fernando Toranzo Fernández Gobernador Constitucional del Estado Fernando Carrillo Jiménez Secretario de Cultura Juan Carlos Díaz Medrano Director General de Desarrollo Cultural José Armando Adame Domínguez Director de Publicaciones y Literatura Primera edición, 2011 © D.R. 2011, Antonia Cerda Martínez © D.R. 2009, Foto de portada: Agustín Zapata Hernández © D.R. 2011, Gobierno del Estado de San Luis Potosí Secretaría de Cultura Dirección General de Desarrollo Cultural Dirección de Publicaciones y Literatura (Casa del Poeta Ramón López Velarde) Vallejo Núm. 300 / Barrio de San Miguelito / C.P. 78330 Tel. 01 (444) 814 07 58 [email protected]

ISBN: Corrección: Mari de Lara Diseño editorial: Susana Cerda

Reparto agrario en Ahualulco y Mexquitic, S.L.P. El caso de la hacienda L a Parada, 1921-1940 Antonia Cerda Martínez

Dentro de la 57a edición de los Premios 20 de Noviembre, convocados por el Gobierno del Estado de San Luis Potosí, la obra Reparto agrario en Ahualulco y Mexquitic, S.L.P. El caso de la hacienda La Parada, 1921-1940 de Antonia Cerda Martínez obtuvo el Premio de Investigación Histórica Francisco Peña 2008 por decisión del jurado calificador integrado por Sonia Pérez, Leonor Ludlow y Martín García.

A la memoria del potosino Antonio Díaz Soto y Gama, por el interés que siempre mostró hacia los campesinos sin tierra de todo el país.

AGRADECIMIENTOS Si tuviera que enumerar a cada una de las personas e instituciones que me proporcionaron los conocimientos y la información para la realización de este trabajo, tendría que llenar muchas páginas, por eso me veo en la obligación de ser lo más concreta posible. En primer lugar, agradezco infinitamente al grupo de maestros, investigadores y demás personas que hicieron posible la creación de la Coordinación de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, particularmente de la carrera de Historia. A mi director de tesis, el doctor José Alfredo Rangel Silva, quien me amplió el horizonte de conocimientos para situar en su justa dimensión el trabajo emprendido. Al doctor Miguel Aguilar Robledo, que a pesar de sus múltiples ocupaciones, siempre tuvo la paciencia para atender mis dudas. A la doctora Flor de María Salazar Mendoza, por su asesoría constante, por su particular interés en mi trabajo y por haberme facilitado el acceso a los fondos del Archivo Histórico del Estado. A la doctora Isabel Monroy y a la maestra Luz Carregha, por su asesoría, que aunque solicitada de manera informal, me fue particularmente valiosa. Al personal del Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí, en especial a los licenciados Ismael Sustaita, Amador Ruiz Núñez y Pedro Villegas Alférez, por la ayuda en la fácil localización de fuentes documentales. A mis maestros, por el interés que pusieron en nosotros, alumnos de la primera generación, fuera del campo de la docencia. Estoy en deuda con los habitantes de Mexquitic que me proporcionaron la información o me ayudaron a conseguirla, como la maestra Hermelinda Martínez y su esposo, el señor Felipe Martínez. A la señora Josefina García, poseedora del Archivo Privado de don Pilar García, que sin ninguna condición me proporcionó todo el material COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

9

bibliográfico y fotográfico que le solicité. Al señor Lino Cordero, nieto de don Pablo Balderas, por el material fotográfico suministrado. A los señores Juan Hernández, Albano Cifuentes, Isidoro Palomo, Eduardo Tovar, Heladio Arellano, Carlos Hernández, José Zarazúa, Eustolia Martínez, Agustín Zapata y Juan Martínez, todos ellos habitantes del municipio, por haberme transmitido sus conocimientos, impresiones y emociones con referencia a la vida cotidiana durante la existencia del sistema de hacienda, así como del proceso de la formación de los ejidos. Antonia Cerda Martínez

10

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

RESUMEN DE LA OBRA La hacienda La Parada empezó a ser fraccionada en los inicios de la segunda década del siglo XX; en los primeros diez años se le expropió más de 90% de su territorio. Los primeros pasos para la formación de los ejidos no fueron dados por los campesinos propiamente hablando, sino por connotados líderes agrarios nacionales, como lo fueron Antonio Díaz Soto y Gama, uno de los hombres más importantes del zapatismo, y Aurelio Manrique, que llegó a ser gobernador del estado. Ambos fueron diputados en el Congreso Federal y fundadores del Partido Nacional Agrarista. Los campesinos, ahogados por la política del presidente Venustiano Carranza, protector de los hacendados, fueron despertados y lanzados a la lucha por líderes externos, como el mencionado Soto y Gama, e internos, como los hermanos Pedro y Pilar García, Hilario Ramírez, Hipólito Rivera, Pablo Balderas, entre otros. A partir de 1921, con los gobiernos estatal y nacional de Rafael Nieto y de Álvaro Obregón, respectivamente, se iniciaron las peticiones de tierras al Gobierno del Estado, las cuales se formalizaron el 13 de septiembre de 1923 con la entrega provisional de 14 310 hectáreas de tierra tomadas de las haciendas circundantes del municipio de Mexquitic. Al inicio, la solicitud incluía a todas las fracciones del municipio, pero cuando se hizo la restitución, se dieron cuenta de que muy pocos eran los beneficiados, por lo que cada comunidad, de manera independiente, decidió solicitar más superficie, y para 1929 habría una afectación de 31 068 hectáreas de los latifundios colindantes. La posesión poco fiable o segura de la tierra a causa de una legislación no definida supeditó a los campesinos a los designios del gobierno federal, que amenazándolos con despojarlos de lo otorgado los hizo ir a combatir a su lado, en 1924, contra los ejércitos de Adolfo de la Huerta y, en 1929, contra los de Gonzalo Escobar y de los cristeros.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

11

El 22 de septiembre de 1929, el presidente de la República, Emilio Portes Gil, acompañado de autoridades nacionales, estatales y municipales, en un acto en la cabecera municipal de Mexquitic, hizo la entrega definitiva. Durante la década de 1930 se dotó de tierra a cinco ejidos más y se adjudicaron pequeñas ampliaciones. Del gran latifundio de La Parada, de 17 800 hectáreas de superficie que tenía, en 1940 no quedaba más que el casco, que al no ser reclamado por los dueños, se fue deteriorando con el paso del tiempo.

12

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

INTRODUCCIÓN Es indudable que uno de los aspectos sobresalientes de la Revolución fue la restitución y dotación gratuita de tierras a las poblaciones que carecían de ellas; sin embargo, el reparto agrario únicamente se llevó a cabo por la fuerte presión de grupos campesinos armados. La Reforma Agraria, que nació débilmente desde que Zapata promulgó el Plan de Ayala en 1911 y militares carrancistas iniciaron el reparto desde el poder en 1913, fue el resultado de la presión campesina sobre terratenientes y gobiernos estatales y federales que se sucedieron a lo largo de la década de 1910 y principios de la siguiente. En la ley del 6 de enero de 1915 y en el artículo 27 de la Constitución de 1917 se establecieron los lineamientos del reparto de tierras. La integración de leyes, circulares y decretos durante los gobiernos posrevolucionarios, que completaron la legislación agraria, terminó con la promulgación del Código Agrario durante el gobierno de Abelardo L. Rodríguez, en 1933. Lo anterior se puede considerar como el marco jurídico, y la práctica se iría desarrollando a lo largo del proceso del reparto agrario. Los primeros teóricos pensaban convertir a los campesinos en pequeños propietarios; otros querían repartirles un pedazo de tierra que les sirviera como complemento de su jornal. Durante los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles se repartieron parcelas individuales, y en el gobierno de Lázaro Cárdenas se le dio gran importancia, además, a los ejidos colectivos. También existían condueñazgos en varios estados del país, «especialmente en su modalidad de sociedades agrarias».1 A principios del siglo XX, en San Luis Potosí había gran concentración de tierra en pocas manos, como lo dio a conocer el 1. «Condueñazgo forma transitoria de propiedad privada proindivisa, producto tanto de la desintegración de las haciendas como de la conformación de sociedades agrarias». Aguilar Robledo, 2000, pp. 153.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

13

gobernador Rafael Nieto en la exposición de motivos a la H. Cámara de Diputados para la expedición de la Ley Agraria del Estado de San Luis Potosí, en 1921.2 Fue este gobernador quien hizo los primeros repartos agrarios significativos en el estado, pues hasta el fin de su gestión entregó 274 800 hectáreas, que sumadas a las 302 mil de su sucesor, Aurelio Manrique, no fueron superadas por el impulso del presidente Lázaro Cárdenas en la siguiente década.3 En este contexto, el presente trabajo pretende estudiar y mostrar cómo se llevó a cabo el reparto agrario en los terrenos propiedad de la hacienda La Parada, ubicada en los municipios de Ahualulco y Mexquitic de Carmona. La superficie territorial de esta hacienda en la época del reparto agrario era de 18 mil hectáreas, 4 clasificadas en terrenos de agostadero, tierras de agricultura de temporal y de riego, y zona urbanizada. El periodo de estudio inicia en 1921, cuando las primeras comunidades de Mexquitic elaboraron su primera solicitud de restitución de tierra, pasando por la entrega provisional en 1923, entrega definitiva en 1929, y ampliaciones en 1937; y termina en 1940, cuando recibió dotación provisional el último ejido formado de ese latifundio. JUSTIFICACIÓN Durante mi infancia, siempre escuché leyendas que pretendían ser historia acerca de la hacienda La Parada y sus sucesivos dueños, así como de las supuestas riquezas que poseían, durante una época de 2. «El Estado de San Luis Potosí, con sus 10.10 habitantes por kilómetro cuadrado, y una población de 628 000 almas, tiene una superficie de 6 218 000 ha., distribuida de la manera más inicua: siete propietarios poseen más de la sexta parte de su territorio; quince individuos son propietarios de otra sexta parte, y por ultimo, más de otra sexta parte es poseída por cincuenta propietarios. Más de la mitad del Estado es propiedad de setenta y ocho hacendados». Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí [en adelante, AHESLP], Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias 1921-1947, p. 184. 3. Falcón, 1984, pp. 167 y 210. 4. Cabrera Ipiña, Octaviano y Matilde, 1978, p. 110.

14

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

esplendor, difusa en la memoria y perdida en el tiempo. La leyenda de esplendor y riqueza motivó que numerosos buscadores de tesoros locales y foráneos contribuyeran en gran medida a la destrucción de los sólidos edificios construidos a lo largo de más de tres siglos. Me parece de gran importancia desmitificar la tradición oral que persiste en la mente de los lugareños. A medida que fui conociendo más sobre el tema en los estudios de Jan Bazant,5 Joaquín Meade6 y en los testimonios de los propios descendientes de los últimos dueños de la hacienda, poco a poco me fue entrando la curiosidad por conocer el proceso que puso fin a este latifundio. El reparto agrario fue el elemento principal que causó tal fin, y si bien no me llamaba mucho la atención, me pareció conveniente estudiarlo, pues no hay investigaciones al respecto. Trabajos de este tipo hay pocos en el estado, como se verá más adelante, y concretamente sobre Mexquitic y Ahualulco no hay nada escrito; todo lo que se sabe sobre el reparto agrario es por tradición oral. Por estas razones, considero que este estudio de caso será de gran importancia para la historia agraria de la región. En este lugar, los dueños de la hacienda no conservaron la parte de terrenos que por ley les correspondía; por lo tanto, las mejores tierras que tradicionalmente preferían todos los terratenientes también fueron entregadas a los campesinos. Así, tierras de medio riego y riego completo fueron un gran premio para sus posteriores poseedores. HIPÓTESIS En el municipio de Mexquitic, el reparto agrario no fue motivado por un reclamo popular, sino promovido por ciertos líderes. Destaca la figura del licenciado Antonio Díaz Soto y Gama como principal actor, sin restarles mérito a los líderes locales que surgieron a través de la 5. 6.

Bazant, 1980. Meade, 1956.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

15

lucha. Soto y Gama, cuya carrera política la había iniciado en San Luis Potosí, de donde era originario, encabezó con otros la lucha por el reparto agrario en el estado de Morelos, donde la fuerza campesina era muy grande. Después de la muerte de Zapata, Soto y Gama siguió en la lucha por la tierra; fundó el Partido Nacional Agrarista en 1920,7 del que fue primer presidente. Más tarde, con el apoyo del presidente Álvaro Obregón, llegó a San Luis a organizar e impulsar a los campesinos para tomar la tierra. OBJETIVO Este estudio plantea la división territorial que sufrió la hacienda de La Parada con el reparto agrario, con sus particularidades dentro del proceso estatal y nacional. Asimismo, se esclarece si dicho reparto se efectuó por presión de algún grupo organizado o por decisión de las élites gobernantes; de esta manera, sabremos si en este lugar la medida tuvo características políticas o de reivindicación social. Si fuera el primer caso, después de que se les entregó la tierra, qué compromisos tenían los campesinos con los gobiernos posteriores y con el naciente partido político8. Y, finalmente, esta investigación presenta con claridad a los actores sociales del reparto agrario en el lugar. Desde la década de los veinte se decía que Patricio Jiménez fue el primer líder agrarista, y actualmente, que Saturnino Cedillo fue quien entregó las tierras a los ejidatarios. De los líderes locales, Aurelio Manrique, Antonio Díaz Soto y Gama y Graciano Sánchez no se habla en absoluto. 7. González, 1988, p.151. 8. Garrido, 1986, pp. 88, 93 y 116. El 4 de marzo de 1929, en la ciudad de Querétaro quedó legalmente constituido el Partido Nacional Revolucionario, que agrupó a la mayoría de las organizaciones que se reclamaban de la Revolución, cuyo principal objetivo era de índole electoral. Fue fundado por el ex presidente Plutarco Elías Calles y colaboradores cercanos, como Aarón Sáenz, Luis L. León, Manuel Pérez Treviño, Basilio Vadillo, Bartolomé García Correa, Manlio Fabio Altamirano y David Orozco. La voz popular afirmaba que cuando el gobierno necesitaba del apoyo armado de los campesinos, éstos estaban comprometidos a incorporarse a las milicias creadas para el efecto.

16

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

ESTADO DE LA CUESTIÓN En todo el país existe abundante bibliografía con diferentes enfoques sobre el tema de haciendas.9 En las obras de Winstano Luis Orozco, Andrés Molina Enríquez y François Chevalier se estudia la hacienda desde la perspectiva económica y social definiéndola como «vastas propiedades señoriales y se caracterizaban por sus métodos arcaicos, con un manejo autosuficiente y sistemas coercitivos de endeudamiento del peonaje».10 En estudios posteriores, Gibson y Taylor mostraron la debilidad del estereotipo feudal, en el cual no se podía incluir ese tipo de propiedades. John Tutino contextualiza la época previa a la revolución de 1910, estudia la inconformidad de la gente, pero no las causas. En sus obras, Bazant y Womack y Alan Knight tratan sobre el funcionamiento de las haciendas y su modelo capitalista de producción, así como de la reacción ante la fuerza de los mercados. Quizá el estudio más completo en todos los aspectos es el de Nickel, que define el término hacienda como «todas las grandes explotaciones agrícolas, incluyendo también las plantaciones y a aquellas que se dedican a la cría del ganado», y opina que cada hacienda se organizaba de acuerdo con sus características según su ubicación y el periodo de su existencia.11 Estudios sobre la división que sufrieron grandes y pequeños latifundios son menos, pero bastan los existentes para mostrar un panorama más extenso de lo que sucedió en el proceso. Los trabajos de Jan Bazant,12 Joaquín Meade13 y Octaviano y Matilde Cabrera Ipiña14 permiten contextualizar la época de florecimiento de la hacienda La Parada. En la monografía de Bazant, los aspectos económicos destacan sobre los sociales, quizá porque su fuente primordial fue el

9. 10. 11. 12. 13. 14.

Miller, 1999, pp. 127-129. Miller, 1999, pp. 63. Nickel, 1996, pp. 19 y 25. Bazant, 1980. Meade, 1956. Cabrera Ipiña, 1978.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

17

archivo privado de los Cabrera Ipiña. En su libro Ipiña. Dos semblanzas, Meade escribe una pequeña biografía de José Encarnación, dueño de varias haciendas potosinas, incluida La Parada. Enumera los puestos públicos que desempeñó, obras de beneficencia que realizó (bibliotecas, hospitales, escuelas...), obras de irrigación que construyó (cinco presas de mampostería) y empresas mineras y financieras que encabezó. La biografía resalta aspectos que hacen suponer que es el panegírico de un personaje sobresaliente escrito por alguien perteneciente al mismo estrato social. Los Cabrera Ipiña, descendientes de los dueños de estas grandes propiedades, en sus libros dejan ver su apreciación completamente subjetiva. Para ellos, el fraccionamiento y la repartición de las grandes haciendas fue una decisión equivocada; los peones antes tenían asegurados comida y sueldo, y con la reforma agraria tienen su pedazo de tierra, pero no los implementos necesarios para hacerla producir, ni siquiera para el sustento propio, puesto que tienen que buscar alternativas para sobrevivir, como emigrar a los Estados Unidos. Lo importante de estas obras es que contienen datos históricos que no es posible encontrar en otras fuentes. En un esfuerzo por recrear la vida cotidiana potosina, Romana Falcón15 y Victoria Lerner16 nos ofrecen una visión cercana de las familias de terratenientes que controlaban en esa época la vida política, militar y económica de San Luis Potosí. Siguiendo la cronología, estudian los orígenes del cacicazgo formado por Saturnino Cedillo, la desaparición de las grandes haciendas y el proceso que dio pauta al reparto agrario en el estado. En sus conclusiones, Falcón menciona que la Revolución en San Luis Potosí fue dirigida por pequeños propietarios y que los grupos rebeldes con auténticas demandas populares eran muy pocos, y no les 15. Falcón, 1984. 16. Lerner, 1989.

18

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

fue difícil a los primeros terminar con ellos una vez vencido el enemigo común (porfirismo y huertismo) y adueñarse del poder. De aquí, salta al cacicazgo cedillista, sin tomar en cuenta el cambio que hubo en el gobierno al inicio de la década de 1920 con Rafael Nieto y Aurelio Manrique, que radicalizaron el proceder tradicional con la satisfacción de las demandas populares, como fue la entrega de tierras a un buen número de campesinos. Pareciera que Romana Falcón no se da cuenta de que ellos fueron quienes contribuyeron a aumentar en gran medida las bases del futuro cacicazgo cedillista (estaba ya sentada la base del propio Cedillo con sus colonias agrícolas militares).17 Uno de los elementos que varios autores pasaron por alto fue la capacidad de respuesta de los hacendados ante la afectación de sus propiedades por parte de campesinos y gobierno. Victoria Lerner investiga la situación económica de los hacendados en los momentos previos al estallido social, y encuentra que en la mayor parte del estado éstos no tenían dinero. A partir de la presente investigación deduzco que ante la acción agrarista, ellos no tuvieron los medios para crear una fuerza armada capaz de hacerle frente. En las obras de Dudley Ankerson18 y Carlos Martínez Assad19 se describe la situación política del estado, en particular, cómo Saturnino Cedillo utilizó a los campesinos para fortalecer su cacicazgo con la promesa de repartirles tierras, implementos agrícolas y crear instituciones para el desarrollo del campo. La mayoría de las fuentes que utiliza Ankerson son de diplomáticos extranjeros y de personas muy cercanas al caudillo, cuestionables éstas por razones obvias. En una de sus fuentes, por ejemplo, asegura que Cedillo aceptó apoyar a Manrique cuando éste lanzó su candidatura para el gobierno del 17. «En 1920-1921 Cedillo forma 10 colonias agrícolas militares con 583 personas (oficiales y tropa)». «En el gobierno de Manrique se benefician más de 12 000 ejidatarios con 300 000 hectáreas». Ankerson, 1984, pp. 102 y 118. 18. Ankerson, 1984. 19. Martínez Assad, 1993.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

19

estado a cambio de que, una vez en el poder, intensificara el reparto agrario. Pienso en lo necio de la petición a alguien que precisamente era uno de lo líderes agrarios de mayor peso nacional. Una de mis interrogantes es por qué Ankerson, sabiendo de la ínfima cantidad de tierras entregadas por Cedillo, lo asciende a la categoría de caudillo agrarista. Martínez Assad centra su estudio en la carrera política de Cedillo, y, en materia agraria, remarca que él era partidario de la pequeña propiedad y las colonias agrícolas militares, de las cuales en San Luis Potosí fue el principal promotor y sostenedor. Afirma que el poder de Cedillo provenía de las colonias militares y de los agraristas, pero no habla nada de éstos que sirva para saber de dónde provenía su fuerza, pues a las colonias militares les dedica todo un capítulo. En sus libros, David A. Brading20, Herbert J. Nickel21 y Heriberto García Moreno22 tratan dos temas: hacienda y ejido. Brading estudia el Bajío, en particular la región de Guanajuato. Sobre la formación de ejidos, dice que fue en muy baja escala, pues desde el siglo XIX hasta parte del XX las grandes concentraciones de tierra desaparecieron dando paso a pequeñas propiedades. En 1930-1934 se tramitó un número muy pequeño (17 en el municipio de León) de solicitudes de tierras. El análisis regional de Nickel se sitúa en el valle Puebla-Tlaxcala, y termina con un estudio sobre la hacienda de San José Ozumba. Es un estudio muy completo que abarca aspectos económicos, políticos y sociales. Asevera que el ejido es un fracaso en lo económico, pero un éxito en lo social y político. Por su parte, García Moreno estudia la hacienda de Guaracha, en el estado de Michoacán, en dos momentos: en el de mayor esplendor y en el proceso de distribución de la tierra. En esa parte del estado, la lucha por la tierra se sostuvo casi al mismo tiempo que en San Luis 20. Brading, 1996. 21. Nickel, 1988. 22. García, 1980.

20

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Potosí, pero allá sí se opuso el presidente Obregón a que la llevara a cabo el gobernador Francisco J. Mújica. En 1931 se registraron los primeros intentos de solicitudes de tierra, ahogados por la acción conjunta de hacendados e Iglesia, con asesinatos, persecuciones y amenazas de excomuniones; sólo con la política agraria del gobierno nacional después de 1935 pudo efectuarse el reparto a fondo. Luc Cambrezy y Bernal Lascuráin23 realizan un estudio de la región centro del estado de Veracruz sobre el desarrollo y fin de las haciendas y de todo el proceso del reparto agrario. Uno de los aspectos que destacan es el hecho de que la situación de los peones no era privativa de las haciendas mexicanas, sino que era la misma que habían sufrido o sufrían en ese momento los campesinos franceses, irlandeses o rusos. Aguado López24 es importante para entender muchos elementos de la hacienda, de la propiedad comunal indígena y del reparto agrario y el ejido, porque su estudio se refiere al Estado de México, donde en su momento fue muy importante la tradición de propiedad indígena; ahí, la hacienda se desarrolló desde la conquista, absorbiendo la mayoría de las tierras, ahí se dio primero y con más claridad la lucha por la restitución, y a la par con otros estados, fueron importantes los latifundios fraccionados y las tierras entregadas. Aguilar Robledo y Flores Pacheco25 escribieron un artículo sobre la formación de un ejido en la época cardenista y su problemática hasta el año de 2004, contextualizado en el proceso regional y nacional. Describen con detalle todos los obstáculos que pone el posible expropiado para evitar la afectación, pero igualmente las argucias que utilizan los solicitantes. También mencionan lo que parece una constante en todos los ejidos que se forman: una vez formalizada la recepción de la tierra, los beneficiados se dividen en dos o más bandos que luchan entre sí. 23. Cambrezy y Lascuráin ,1992. 24. Aguado López, 1998. 25. Aguilar Robledo y Flores Pacheco, 2007.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

21

Antonio Díaz Soto y Gama, actor central del reparto agrario en el ámbito nacional, escribe una historia de las luchas agrarias en México, en cuyas páginas deja ver la vehemencia con que se entregó a la lucha por la tierra al frente de los campesinos que necesitaban su posesión. En los últimos años de su vida, a juzgar por las entrevistas que se le hacían, todavía su interés se centraba en la justicia social hacia el campesinado mexicano. Existen diversas opiniones sobre el ejido en general: se dice que fue un fracaso en lo económico, aunque un triunfo para los políticos que detentaban el poder; que no sólo se debe ver el factor económico, sino también el social, en el que sí ha habido importantes logros26. Posteriormente, se ha dicho que no se puede emitir un juicio antes de dar al ejidatario los medios necesarios para agotar todas las posibilidades de producción27. El artículo 27 de la Constitución de 1917 contemplaba el doble propósito de agricultura comercial y agricultura de subsistencia; para la primera se creó la pequeña propiedad, y para la segunda los ejidos con dotaciones parceladas únicamente para cubrir en parte las necesidades de la población campesina. Cuando se dota a un ejido de tierras, éstas pueden ser para agricultura de riego, temporal, agostadero o zona urbanizada. En el caso de los ejidos que surgieron con el fraccionamiento de La Parada, se recibieron tierras de las cuatro modalidades. Al principio, todos los miembros del ejido tienen derecho a terrenos de toda clase; pero conforme va creciendo la población, en acuerdos internos se proporciona a los hijos, cuando lo solicitan, un pedazo de tierra para abrirla al cultivo de temporal y lotes para construir su casa. Desde mi punto de vista, más que ninguna otra institución, el ejido en este lugar cumplió funciones económicas y sociales para los 26. Durán, 1972, p. 35. 27. Reyes Osorio, 1969, pp. 40-42.

22

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

campesinos. Quien tenía parcela era considerado superior frente al que no la tenía. Los miembros del ejido se movilizaron por la inquietud de implementar escuelas, cooperativas de producción y de consumo, así como fiestas laicas de aniversarios. PLAN DE LA OBRA Este libro consta de cuatro capítulos. En el primero se introduce al lector geográfica e históricamente al lugar donde se desarrolló el proceso del reparto de tierras, las diferentes formas de tenencia de la tierra y cómo se fueron formando los grandes latifundios. En el segundo, se contextualiza la problemática nacional y estatal de la cuestión agraria, movimiento armado de 1910 a 1915, y sus logros en cuanto al reparto, el marco jurídico y reparto agrario nacional y estatal. El tercer capítulo trata de las condiciones socioeconómicas de los habitantes, así como del reparto agrario en sus tres acciones (restitución, dotación y ampliación) y de las estrategias de defensa de los terratenientes del municipio de Mexquitic. El cuarto capítulo aborda concretamente el fraccionamiento del latifundio, condiciones de la hacienda antes del reparto y los ejidos que surgen, el proceso legal de uno de ellos y particularidades de otros, y los líderes locales que promovieron el reparto de las tierras. METODOLOGÍA Para lograr los objetivos de este trabajo revisé fuentes bibliográficas, documentos relacionados con el tema, diarios oficiales, artículos de revistas y entrevistas. La revisión bibliográfica contribuyó a teorizar y conceptuar el tema en cuestión y llegar a un análisis de la problemática. En el Archivo Histórico de San Luis Potosí se revisaron los fondos de la Comisión Agraria Mixta, donde están los expedientes de dotación de ejidos; el de Registro Público de la Propiedad y el Comercio, que contiene los protocolos y escrituras inscritas en los libros de notarios; la Colección de Leyes y Decretos, para revisar leyes agrarias en el COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

23

estado; el Periódico Oficial y el Diario Oficial, donde se publicaban los repartos a las comunidades solicitantes, y la colección de mapas y planos para la ubicación geográfica. El trabajo de campo incluyó la realización de entrevistas con ejidatarios, que después se complementaron con la información encontrada en los documentos, así como varios recorridos por el área de estudio para conocer las instalaciones y la forma en que se procedió al reparto. CRÍTICA DE LAS FUENTES Para esta investigación, utilicé información que obra en el Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí (AHESLP), en los Fondos Comisión Agraria Mixta, Secretaría General de Gobierno y Registro Público de la Propiedad y del Comercio; en el Archivo Agrario del Registro Agrario Nacional (RAN), Delegación en el Estado, y en el archivo privado de la familia García Flores (APFGF), las memorias de Pilar García. Toda esta información fue enriquecida y reforzada mediante entrevistas con ejidatarios y visitas a los lugares que conforman el objeto de estudio. En el AHESLP y en el RAN consulté los expedientes correspondientes a cada una de las localidades dotadas de tierra tomada del latifundio de La Parada: censos, actas, copias de escritura, testimoniales, quejas, telegramas, dictámenes, cartas, resoluciones, planos e inventarios. Asimismo, en el AHESLP revisé la Colección de Leyes y Decretos, Informes de Gobierno y el Periódico Oficial del Estado, todo ello contenido en el Fondo Secretaría General de Gobierno, Fondo de Registro Público de la Propiedad y del Comercio, los protocolos de Notarios Públicos. Los documentos referidos fueron elaborados por diversas instituciones públicas y privadas como notarios públicos, autoridades agrarias, organizaciones campesinas, solicitantes y dotados de tierra, hacendados, apoderados y administradores de las haciendas, gobierno nacional, estatal y municipal. En los documentos oficiales se aprecia que las autoridades estatales estaban convencidas y empeñadas en concretar la política

24

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

posrevolucionaria, incluyendo al campesino como sujeto y agente de cambio. En las solicitudes de los campesinos se ve con claridad, por la redacción y el lenguaje, que fueron elaboradas por intelectuales agraristas, o que se contó con amplia asesoría. Además, el mismo machote fue utilizado para la mayoría de peticiones en el estado. En los escritos de los terratenientes se percibe la desesperación, porque por primera vez se percatan de que el gobierno no está de su parte. Quedan evidencias de sus acciones para evitar las expropiaciones. En los documentos elaborados por las diversas instituciones y autoridades de gobierno quedó manifiesta, en general, la protección a los campesinos solicitantes. También se percibe que las leyes vigentes en ese entonces no se aplicaban y que, en un momento dado, podían favorecer a los intereses de los hacendados afectados.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

25

CAPÍTULO I ANTECEDENTES HISTÓRICOS DESCRIPCIÓN DEL ESPACIO FÍSICO La ex hacienda La Parada se localiza a treinta y cinco kilómetros al noroeste de la ciudad de San Luis Potosí, S.L.P. Su antiguo territorio se divide entre los municipios de Ahualulco y Mexquitic de Carmona.28 Sus límites son: al norte, Ahualulco; al este, Mexquitic y Ahualulco; al oeste, Ahualulco; y al sur, Mexquitic y Villa de Arriaga.

Mapa 1. Ubicación de los lugares de estudio Fuente: http://www.pickatrail.com/jupiter/location/north_america/mexico/san_luis_ potosi.html

Este valle agrícola está rodeado principalmente por cerros y lomeríos. Entre las principales formaciones geomorfológicas se pueden 28. El casco de la ex hacienda y su zona de influencia quedan delimitadas bajo las siguientes coordenadas: 22° 15’ 30” latitud norte extrema sur; 22° 21’ latitud norte extrema norte, y entre los 110° 11’ longitud oeste extrema este; 110° 19’ longitud oeste en el extremo oeste. Carta topográfica, INEGI, f-14-A-73,1975.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

27

mencionar la mesa de San Antonio, al oeste; la sierra El Pelón, al noroeste; el cerro El Tepozán, al suroeste, y la loma El Cerro Pelón, hacia el norte.29 Los suelos son de aluvión, derivados en mayor proporción de material sedimentario, y en menor proporción de rocas ígneas. En la parte suroeste y hacia la parte más elevada de la planicie, se localizan elevaciones montañosas formadas por material ígneo. En general, los lomeríos y cerros que rodean el valle están constituidos por rocas sedimentarias, en especial lutitas y areniscas.30 La corriente principal que recorre la planicie se origina en la parte suroeste del estado, en los límites de los municipios de Mexquitic y Villa de Arriaga con el estado de Zacatecas. Fluye en dirección suroeste-noreste, hasta desembocar en el pueblo de Bocas y dispersarse por la planicie de Villa de Arista. El nombre que se le da localmente a este río es el de La Parada, pero para una mayor precisión, la Comisión de Estudios del Territorio Nacional le ha asignado el nombre de La Presa-Justino-Bocas,31 que son los puntos geográficos inicial, medio y final del río. La corriente del río mencionado es de carácter intermitente, y tiene numerosos arroyos tributarios como La Matanza, Peñuelas y Las Manguitas, cerca de la presa de Santa Genoveva; Las Clavellinas,32 entre los ejidos de San Agustín y Paso Bonito; La Cabra, receptor de las escorrentías de los cerros El Tepozán y El Vigía; Arroyo Hondo, que procede del sur y arrastra aluviones que propician el cultivo de tierras agrícolas de temporal, y desemboca en el ejido Carrizal.33 El clima se clasifica como seco estepario; la temperatura media anual es de 17.3 grados centígrados; la máxima absoluta, de 42.6 grados centígrados y la mínima absoluta, de un grado centígrado. La temperatura cálida se 29. 30. 31. 32. 33.

28

Carta topográfica, INEGI, f-14-A-73,1975. Fortanelli y Aguirre, 2000, p. 43. Fortanelli y Aguirre, 2000, p, 44. El arroyo Clavellinas es conocido en el lugar como Las Trancas. Fortanelli y Aguirre, 2000, p, 44. Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

registra de abril a septiembre, y el periodo frío, de octubre a marzo.34 La vegetación se define en esta área por las siguientes especies: matorral desértico micrófilo, matorral desértico rosetófilo, matorral espinoso, izotal, cardenal y pastizal.35 La fauna se caracteriza por diversas especies: conejo, liebre, víbora de cascabel, tejón, codorniz y aves de rapiña.36

Fotografía 1. Presa Santa Genoveva, 2006 Fuente: Archivo Fotográfico Privado de Agustín Zapata.

HABITANTES DE LA REGIÓN La región fue habitada antes de la llegada de los españoles por nómadas cazadores y recolectores. Eran guachichiles, una rama característica de 34. El mes más lluvioso es septiembre, y le siguen en orden decreciente junio, julio o agosto, y mayo u octubre. El más caluroso es mayo, y el más frío, enero. Enciclopedia de los municipios de México, San Luis Potosí. «Ahualulco, S.L.P.» y «Mexquitic de Carmona, S.L.P.», Gobierno del Estado, 2003-2009. 35. Enciclopedia de los municipios de México, San Luis Potosí, «Ahualulco, S.L.P.» y «Mexquitic de Carmona, S.L.P.», Gobierno del Estado, 2003-2009. 36. Enciclopedia de los municipios de México, San Luis Potosí, «Ahualulco, S.L.P.» y «Mexquitic de Carmona, S.L.P.», Gobierno del Estado, 2003-2009.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

29

los chichimecas. Acostumbraban pintarse la cabeza de rojo y usar unos gorros, también rojos, que los hacían semejantes a gorriones, que es lo que significa guachichil en náhuatl.37 Los pocos vestigios arqueológicos se reducen a puntas de flecha. Asimismo, hay escasos datos históricos obtenidos durante la época de la conquista por los europeos. Un largo periodo de vida nómada se explica por la ausencia de lluvias, que hacen árido el terreno, aunque no en extremo, sí lo suficiente para dificultar la práctica de la agricultura. Su alimentación dependía de la recolección de frutos, plantas y raíces –tunas, garambullos, biznagas, mezquites y miel de abeja–. La caza, curiosamente practicada más bien por las mujeres que por los hombres, les proporcionaba carne, que comían cruda o tatemada, de ratas, conejos, víboras, gusanos y, en general, de todo animal que compartía su hábitat. Su vestido se reducía, en las mujeres, a una piel de venado, a manera de falda, y en los hombres a un taparrabo, aunque en ellos era menos frecuente, pues la mayor de parte del tiempo preferían andar desnudos.38 Vivían en cuevas, agujeros o chozas sencillas que hacían bajo los árboles o a la salida de algún gran cañón.39 Su organización social se basaba en establecimientos tribales pequeños y poco estables. Practicaban la poligamia, y las esposas gozaban de mayor libertad que en otros pueblos. 40 Su vocación guerrera no era mayor que la de cualquier otro pueblo de la tierra en cualquier época. Si los españoles transmitieron esa idea fue porque no les resultó fácil dominarlos. Se defendieron, sí, como cualquier pueblo que se ve en el peligro inminente de perder su libertad y su cultura para ser sustituida por otra diferente, como los propios españoles durante la invasión árabe a su territorio, en las postrimerías del siglo VII.

37. 38. 39. 40.

30

Monroy y Calvillo, 1999, p. 49. Powell, 1985, p. 51. Monroy y Calvillo, 1999, p. 47. Monroy y Calvillo, 1999, pp. 48-50. Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

La guerra de defensa contra los españoles los hizo aparecer como especialmente crueles, porque trataban a sus prisioneros con actos que hacen estremecer. Uno de ellos era arrancarles la piel o desprenderles un miembro cuando todavía estaban vivos. También, y hay muchos relatos de ello, practicaban el canibalismo. 41 El hecho de que no dejaran monumentos no demuestra que carecieran de ideas relacionadas con la religiosidad; temían, por ejemplo, a los embrujos y no permitían que objetos personales llegaran a manos de sus enemigos. Sus diversiones, como el tiro con arco y flecha y el juego de pelota, tenían un significado religioso. Entre sus ritos estaba rodear sus campamentos con estacas y espinas para no permitir la entrada de malos espíritus y enfermedades, 42 o el de hacer sangrar, por incisiones hechas en la piel, al padre del primogénito. Ésa era la cultura de los habitantes de la región, que desaparecería por completo con la llegada de los invasores europeos y sus aliados tlaxcaltecas. CONQUISTA DE LA REGIÓN El descubrimiento de las minas de Zacatecas, en 1546, y la posterior afluencia, a partir de 1548, de hombres y mercaderías desde la ciudad de México, capital del virreinato, pasando por territorio aún no conquistado, provocó que los habitantes de esa región resistieran la intromisión. El camino de la plata, por donde se transportaba ésta de Zacatecas a México, y los bienes de consumo para mineros y trabajadores, recorrían el itinerario México, Querétaro, San Miguel el Grande, San Felipe, Ojuelos, Ciénega Grande, Cuicillo y Zacatecas. 43 El territorio sólo hollado por pies de sus ancestrales habitantes de pronto se vio invadido por hombres que herían las entrañas de la tierra, provocaban estruendos con sus cañones, pólvora y mosquetes 41. Powell, 1985, p. 50. 42. Monroy y Calvillo, 1999, p. 49. 43. Powell, 1985, p. 150.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

31

y asesinaban y esclavizaban a quienes no fueran como ellos. Estos hombres, venidos de otras partes, fueron quienes empezaron la guerra, y los guachichiles sólo defendían lo suyo. El enfrentamiento duró cuarenta años e hizo tambalear al gobierno español en la Nueva España. La mayor parte del territorio chichimeca estaba en guerra a lo largo del camino de la plata, pero también desde Querétaro hasta más allá del norte de Zacatecas, y desde Colotlán hasta el Río Verde. 44 Durante esos cuarenta años, el virreinato gastó muchísimo dinero y vidas humanas de españoles y aliados indígenas enfrentando a los desnudos, en caballos, en armas, en construcción y defensa de presidios, por lo que se vio obligado a usar alternativas que le resultaran más eficaces; la de los «regalos de paz» pareció la más apropiada, o más bien la única, porque ya muchas habían fracasado. Esta estrategia del gobierno colonial para pacificar a las tribus chichimecas consistía en obsequiarles ropa, alimentos y objetos de adorno personal. FUNDACIÓN DE MEXQUITIC Miguel Caldera, el ejecutor de la nueva política a lo largo y ancho de la Gran Chichimeca, centró su atención en muchos lugares, y uno de ellos era de donde procedían los guerreros más belicosos45 que atacaban a las caravanas del camino de la plata: Mexquitic. Este puesto militar, de avanzada en el centro de la resistencia chichimeca, fue fundado en 1587, y un año después sería usado como uno más de los lugares en que se asentaban todos aquellos chichimecas que se acogían a la nueva política de los regalos de paz. 46 Para 1590, dos años después, Mexquitic era un pueblo en el que se concentró una gran población guachichil, rodeado sólo por los de Tequisquiapam, al sureste, y por los de Bocas de los Maticoya, al norte.

44. Powell, 1985, p. 48. 45. Powell, 1985, p. 48. 46. Powell, 1997, p. 178.

32

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

La nueva política de sometimiento se veía reforzada por la voluntad de los dominados de absorber la cultura invasora: en 1590, los habitantes de Mexquitic recogieron la primera cosecha, auxiliados y asesorados por un maestro labrador de nombre Pedro Sánchez, nombrado por el virrey exclusivamente para la realización de esta tarea. Maestro labrador había también en Bocas de Maticoya, Tequisquiapam y Santa María. 47 Pero lo que vino a revolucionar la adecuación a la cultura europea fue la colonización de la región con familias tlaxcaltecas, de cultura sedentaria y aliados de los conquistadores, más consecuentes con éstos. Mexquitic fue uno de los lugares más importantes en donde el capitán Miguel Caldera ubicó a un grupo numeroso de estas familias. La importancia que tenía para el gobierno virreinal la fundación de un pueblo en el centro mismo de la resistencia se puso de manifiesto con el hecho de que, a diferencia de las fundaciones de los otros pueblos de tlaxcaltecas, a Mexquitic fue enviado un miembro muy importante de la jerarquía gobernante para hacer la entrega oficial, descendiente de la nobleza tlaxcalteca, Diego Muñoz Camargo. 48 Apenas tres meses después, cambió la situación de la región con el descubrimiento de las minas del Cerro de San Pedro. Fue opacada la presencia de los pocos españoles empeñados en hacer prevalecer la paz lograda junto con las poblaciones de tlaxcaltecas y guachichiles recién fundadas, por la rápida afluencia de españoles buscadores de plata y por los nativos de los pueblos sedentarios del sur y sureste, otomíes, tarascos y aztecas, para trabajar con los españoles. La población de tlaxcaltecas establecida en el puesto de San Luis fue trasladada de nuevo al que después sería el barrio de Tlaxcala, para aposentar en su lugar a los mineros. Nació así el pueblo español de San Luis Minas del Potosí, que se convertiría en el centro político y 47. Montejano, 1991, p. 13. 48. Powell, 1985, p. 222.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

33

económico de la región. Mexquitic, fundado inicialmente como centro del que dependerían algunos asentamientos alejados, sería desplazado y reducido a las seis leguas de diámetro a que tenía derecho como fundo legal. 49 Toda la región empezó a ser ocupada por las mercedes hechas a los mineros para establecer las haciendas de beneficio en las que se fundiría el mineral extraído de las minas, y por las haciendas productoras de ganado y granos necesarios para alimentar a los mineros. Pronto se fundaría, para dolor de cabeza de los habitantes de Mexquitic, la hacienda La Parada, propiedad, primero, del justicia mayor del que irónicamente dependían ellos, capitán Gabriel Ortiz de Fuenmayor y, más tarde, de la Compañía de Jesús. TENENCIA DE LA TIERRA El proceso de cambio en la tenencia de la tierra durante la dominación española se inició antes de la caída de la gran Tenochtitlán en poder de Hernán Cortés. En la Bula Inter caetera, expedida por el papa Alejandro VI a mediados de 1493, es decir, apenas unos pocos meses después del descubrimiento, los reyes de España establecieron su derecho sobre las tierras descubiertas y por descubrir en el Nuevo Mundo.50 Todas las tierras que por descubrimiento y conquista se apropiaron los reyes de España pertenecerían a la Corona. Sólo las que poseían los pueblos indígenas antes del arribo español serían respetadas, si se podía acreditar la posesión.51 Los reyes celebraban con los hombres que venían al Nuevo Mundo a conquistar territorios ciertos convenios llamados capitulaciones, en los que se especificaban los derechos adquiridos por cada una de las partes. Éstas fueron las primeras formas de titular la tierra. Así, el jefe 49. Velázquez, t. I, 2004, p. 405. 50. Florescano, 1986, p. 23. 51. Aguilar Robledo, 1998, p. 66.

34

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

de la expedición recibía grandes extensiones de terreno y la facultad de repartir tierras y solares a sus soldados.52 Las mercedes de tierras recibidas por los más pobres, esto es, soldados que combatían a pie, fueron llamadas «peonías», y las otorgadas a quienes combatían a caballo se denominaron «caballerías», éstas, cinco veces más extensas que las primeras, y ambas eran para fines agrícolas. Al principio, la tierra no fue lo más deseable, sino el oro, que después de haberlo obtenido de los nativos tuvieron que buscarlo en las minas. Entonces surgió la necesidad de la posesión de la tierra, pues los dueños de los reales de minas necesitaban para la manutención de sus operarios los alimentos que no podían producir, además de que, al no haber minas para todos los conquistadores, éstos tenían que recurrir a otras opciones, como cultivar la tierra, que sólo producía riqueza a largo plazo, a diferencia de las minas, que la producían en poco tiempo. Las «mercedes de tierras» eran otorgadas por el monarca español a través de las autoridades establecidas en las Nueva España a todos aquellos conquistadores que así lo desearon y a quienes podían pagar por ellas. Hasta más o menos el año de 1650, las mercedes fueron la manera dominante para obtener la tierra, y sólo las podían conceder los virreyes como representantes del rey. La merced de tierra era una concesión que hacía la Corona de España al particular que hacía posible la conquista. Era como un pago a posteriori por la iniciativa, el esfuerzo, el empeño, el dinero y en general, por todo lo que él puso de su parte para hacer posible la empresa, que fue acometida sin la absoluta intervención del monarca. En teoría, para obtener las mercedes, los interesados tenían que hacer una petición de las tierras que deseaban obtener y especificar el uso que les habrían de dar; después, los funcionarios de la Audiencia 52. Nickel, 1996, p. 55.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

35

realizaban una investigación con los colindantes de las tierras solicitadas para evitar conflictos posteriores. Al final, en presencia de los colindantes, se delimitaba la parte solicitada. Toda esta información se mandaba al virrey para que otorgara, en nombre del rey, el título correspondiente. En el documento se especificaba la cantidad de tierra entregada, los usos que se le darían (agrícola, ganadero o minero), los linderos y la prohibición de venderla o enajenarla durante cuatro años consecutivos; el dueño se comprometía a cercarla, estacarla o ponerle mojoneras.53 Ejemplos de mercedes otorgadas fueron las dotaciones de tierra que conformaron la hacienda de Trujillo, propiedad de Francisco de Ibarra, en Zacatecas; varias haciendas al norte de Nombre de Dios, propiedad de Río de Loza; las otorgadas a Pedro Arizmendi Gogorrón en el valle de San Francisco, hoy municipio de Villa de Reyes, San Luis Potosí,54 y las que formaron en la Huasteca potosina la hacienda de Miraflores, propiedad de Alonso de Villaseca.55 EJIDO: CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES La palabra ejido proviene del vocablo latino exitus, de exeo, is, «por salir»; es el campo que está a la salida del lugar o poblado.56 En la España medieval se definía así: «Los ejidos son en tan competente distancia, de tal modo que si la población creciera, queden bastante espacio para recreación de la gente y salir de los ganados».57 Por lo que también se entiende y se concibe como una reserva territorial. Durante la época colonial, los pueblos indígenas del centro de la Nueva España debieron adaptar sus formas tradicionales con la forma europea de «fundo legal». De acuerdo con la Cédula del emperador 53. Salazar, 2000, pp. 281 y 282. 54. Salazar, 2000, pp. 278 y 279. 55. Aguilar Robledo, 2006, p. 6. 56. Salazar, 2000, p. 176. 57. Recopilación de Leyes de las Indias, Ley XIII, Título VII, Libro IV, 1988. Citado en Salazar, 2000, p. 176.

36

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Carlos V, del 6 de agosto de 1555,58 fundo legal era la extensión otorgada exclusivamente para su cultivo y explotación individual. En esta legislación, el ejido se describía como el espacio territorial de un pueblo para su explotación común, que servía para que pastaran los ganados, obtuvieran madera para la construcción de sus viviendas y para combustible y en general para todo tipo de actividades que se consideraran de uso común. Algunas formas prehispánicas por su similitud pudieron adaptarse, más o menos, al nuevo sistema.59 Desde finales del periodo colonial, con la Constitución de Cádiz de 1812, la política del gobierno determinó, en bien de un mejor desarrollo económico, desaparecer las formas de propiedad comunal llamadas ejido y fundo legal, sin lograr afectar mucho.60 Durante todo el siglo XIX, los gobiernos del México independiente que se sucedieron insistieron en lo mismo, como la ley Lerdo de 1856 sobre desamortización de bienes eclesiásticos,61 pero también de las colectividades territoriales indígenas. A paso muy lento se desenvolvió el proceso de descolectivización, hasta que ya avanzado el gobierno de Porfirio Díaz se puso casi fin a este sistema de tenencia de la tierra.62 Los campesinos revolucionarios de la década de 1910 utilizaban el término ejido para referirse a las tierras de las que habían sido despojados y que pedían que les fueran devueltas, de tal manera que cuando se otorgaron las restituciones ya estaban familiarizados con él. Con la ley del 8 de enero de 1921, en el artículo trece, se denominó ejido «a las tierras dotadas a los pueblos tendrá una extensión

58. Díaz Soto y Gama, 2002, p. 161. 59. Para ahondar en este sistema, véase Aguilar Robledo, 1998, pp. 48-73. 60. Díaz Soto y Gama, 2002, p. 161. 61. Aguado López, 1998, p. 21. 62. «Durante el gobierno de Porfirio Díaz se emitieron dos ordenamientos agrarios fundamentales: el Decreto sobre Colonización y Compañías Deslindadoras, de 1883, y la Ley sobre Enajenación de Terrenos Baldíos», de 1894. SRA, 1998, citado en Aguilar Robledo y Flores Pacheco, 2007, p. 123.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

37

suficiente, de acuerdo con las necesidades de la población, la calidad agrícola del suelo, la topografía del lugar, etcétera».63 Entre las funciones que ha cumplido el ejido desde su formación en la década de 1920 hasta la actualidad está la posibilidad de que los habitantes obtengan de su parcela los productos necesarios para satisfacer medianamente sus necesidades alimenticias, y de sus terrenos de uso común, leña, frutas silvestres, los magueyes para extraer el aguamiel y, en varios lugares, lechuguilla para fabricar mecates y estropajos, o para venderla ya tallada, y para que pasten sus ganados. En la actualidad, el ejido es la tierra que recibe el campesino para su propio provecho, independientemente de que ésta sea de cultivo individual o colectivo, o de tierra no laborable (agostadero, explotación de recursos naturales). LAS HACIENDAS El término hacienda originalmente se refería al conjunto de bienes y capital que cada persona poseía. Poco a poco se fue asociando con la noción del bien inmueble, para finalmente referirse tanto a la unidad de producción como a lo construido. La definición que enuncia Nickel es: «Designo como hacienda a todas las grandes extensiones agrícolas, incluyendo también a las plantaciones y a aquellas que se dedican a la cría de ganado».64 Al generalizarse las mercedes de estancias para ganado, los mercedados, mediante diversas prácticas, legales o fraudulentas, tendieron a extender su posesión inicial, lo cual daría origen a los grandes latifundios. El acaparamiento de tierras inició en territorios del centro de la Nueva España, que correspondían a los estados de México, Puebla, Tlaxcala, Michoacán y Oaxaca; continuó en el norte del país

63. Aguado López, 1998, p. 41. 64. Existe gran número de definiciones del término hacienda; tomé ésta porque me parece la más completa. Nickel, 1988, p. 26.

38

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

en el siglo XVII, después de la fundación del mineral zacatecano y la conquista total de la región circundante. Estas grandes propiedades, de acuerdo con sus actividades, se clasificaron en ingenios, haciendas agrícolas, ganaderas, de beneficio y mixtas. Las haciendas de beneficio se establecían cerca de los centros mineros, en las que se separaban los metales preciosos. Las agrícolas y ganaderas surgieron de la necesidad de alimentar a las ciudades y centros mineros. El auge minero en Cerro de San Pedro dio existencia a las primeras haciendas de beneficio a finales del siglo XVI; se ubicaban en Monte Caldera y en los actuales municipios de Armadillo, Villa de Zaragoza, Villa de Reyes y la capital. Algunas haciendas de beneficio fueron las de Hernán Pérez de Cabañas, Miguel Caldera, Andrés Nieto, Francisco de Medina, José de Briones, entre otros.65 La hacienda nació en el siglo XVI con las primeras mercedes de tierras para cría de ganado menor, ganado mayor y cultivo, y se consolidaría a finales del siglo XVI con el sistema de composiciones,66 impuesto por el monarca español para obtener dinero, del que constantemente carecía, y consistió en legalizar las propiedades adquiridas. En ese momento ya no se especificaba el destino que debía dársele a la tierra adquirida o compuesta. Otro impulso al incremento del número de haciendas lo constituyó la adquisición de las tierras de la Compañía de Jesús, después de su expulsión de los dominios españoles en 1767. En total fueron 125 haciendas distribuidas por todo el país, gran parte de ellas, puestas a la venta por el gobierno.67

65. Salazar, 2000, p. 78. 66. «Las composiciones tenían como propósito legalizar las múltiples irregularidades cometidas durante el proceso de transferencia y consolidación del sistema ibérico de propiedad; otro propósito manifiesto era colectar fondos para financiar la armada de Barlovento, una flota encargada de la protección de la costa oriental de la Nueva España y el Caribe». Aguilar Robledo, 1998, 63. 67. Florescano, 1986, pp. 63-67.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

39

El crecimiento de las haciendas se detuvo parcialmente hasta que se promulgaron las Leyes de Reforma, avanzado ya el México independiente, tiempo en que de nuevo se expandieron, con las tierras desamortizadas de la Iglesia y de los pueblos indígenas y, posteriormente, durante el régimen de Porfirio Díaz, con la adquisición de las tierras deslindadas, a iniciativa del gobierno. En general, la máxima extensión y el mayor florecimiento de las haciendas ocurrieron en el Porfiriato, debido a la protección del gobierno, la revolución del transporte a causa de la introducción del ferrocarril, la aplicación de innovaciones tecnológicas, cultivos comerciales, etcétera.68 HACIENDA LA PARADA El 18 de febrero de 1605, el presidente de la Audiencia de Guadalajara otorgó al capitán Gabriel Ortiz de Fuenmayor la merced de un sitio de ganado mayor en «La Parada, por el camino que va de San Luis a Zacatecas».69 El capitán Ortiz de Fuenmayor había sido pieza importante en la pacificación de la Gran Chichimeca a las órdenes de Miguel Caldera, a quien sustituyó en el cargo de justicia mayor en 1597. El fundador de La Parada ya poseía la hacienda Espíritu Santo y minas en el Real de Pinos. Después se le concedieron mercedes de tierras cercanas. En 1623 fue vendida la propiedad a los sacerdotes de la Compañía de Jesús que habían fundado un colegio en San Luis Potosí. Cuando ellos la adquirieron, tenía una extensión de siete sitios de ganado mayor y dieciocho caballerías, equivalente a 13 mil hectáreas. También había, en los terrenos de la hacienda, 3 700 ovejas, 200 yeguas y 22 bueyes de labranza.70 Por el número de animales asentado en el documento de compraventa del inmueble, se puede deducir que la producción era sobre todo de ganado; sin embargo, la mención de la

68. Miller, 1999, p. 154. 69. Bazant, 1980, p. 10. 70. Bazant, 1980, p. 12.

40

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

existencia de veintidós bueyes también indica que la agricultura era actividad de importancia. La orden de los jesuitas llegó a San Luis Potosí gracias a la importante donación que, a su muerte, hizo el rico minero Juan de Zavala y Fanárraga para que se estableciera un colegio. En la búsqueda de un medio de subsistencia para asegurar su permanencia en la ciudad, los jesuitas adquirieron la hacienda La Parada, vendida por la viuda de Fuenmayor. La propiedad reunía requisitos ventajosos, como la cercanía a San Luis Potosí y el volumen de producción ganadera. En aproximadamente ciento cincuenta años, los religiosos de la Compañía, mediante compras parciales, acrecentaron la propiedad a 17 sitios de ganado mayor, 2 de ganado menor y 52 caballerías,71 la cual, en 1822, recibió Pantaleón Ipiña de manos de los descendientes de Ángel Prieto de la Maza,72 quienes durante siglo y medio, aparte de aumentar cerca de 150% la extensión territorial, construyeron una capilla y muchos kilómetros de potreros de piedra. En la explotación de ganado, el número de cabras y ovejas era suficiente para crear una industria de extracción de sebo, que desde la primera mitad del siglo XVII se enviaba a la ciudad de México.73 El volumen de producción ovina se puede deducir del dato de 1695, cuando vendían 2 mil arrobas de lana a la alcaldía de San Luis y además les quedaba suficiente para alimentar un obraje instalado en la propia hacienda.74 A pesar de que como religiosos no tenían autorización para surtir el mercado, los jesuitas adquirieron el derecho de suministrar carne a la población de la ciudad de San Luis, en una carnicería ubicada al poniente del colegio.75

71. 72. 73. 74. 75.

Cabrera Ipiña, Octaviano y Matilde, 1978, p. 62. Bazant, 1980, p. 40. Salazar, 2000, p. 195. AHESLP, Protocolos, 1695, citado en Salazar, 2000, p. 195. Salazar, 2000, p. 188.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

41

Cuando los padres de la Compañía fueron expulsados de los dominios españoles, la producción de todas sus haciendas, incluida la de La Parada, descendió en extremo, bajo las administraciones de los empleados del gobierno colonial. Un inventario posterior a la expulsión de los jesuitas, de 1788, asienta que, además de la gran extensión que acrecentaron desde que la adquirieron, tenían 20 mil cabras, 7 mil ovejas y 100 yuntas de labor y carreta.76 De nuevo se deduce, por la existencia de 200 bueyes, los cuales formaban las 100 yuntas mencionadas, que la agricultura era un rubro muy importante, probablemente sólo para satisfacer el consumo propio, pues no hay datos de que hayan construido lugares de almacenamiento de granos (trojes), tampoco de ventas al exterior. Las cantidades de maíz y frijol que se mencionan en dicho inventario tal vez eran las necesarias para el consumo local.77 Para entonces, hacía ya cinco años que la hacienda había pasado a propiedad de Ángel Prieto de la Maza, que la compró al gobierno, de cuyos sucesivos descendientes pasó a ser propiedad de Pantaleón Ipiña, en 1822. GESTIÓN DE LOS IPIÑA Con Pantaleón Ipiña se inició lentamente la construcción de infraestructura en la hacienda: cuatro presas, siete trojes y una fábrica de mezcal.78 Se diversificó la producción y se acrecentó la agricultura con la infraestructura hidráulica y los grandes almacenes de granos. Una vez más, hago hincapié en la importancia de la agricultura, pues aunque existe poca información de la construcción de obras de infraestructura hidráulica como presas y canales, la construcción de siete trojes con capacidad de 50 mil fanegas de granos indica ya que la

76. Bazant, 1980, p. 17. 77. Bazant, 1980, 191. 78. Información de O. Cabrera Ipiña, citado en Bazant, 1980, p. 42.

42

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

producción de cereal superaba por mucho el consumo local, y que era considerable el excedente. Aparte de la fabricación de mezcal, existían también otras industrias cuyo producto era destinado a la venta exterior, como el sebo de cabra, el jabón, las velas y los quesos. Aún ahora, dentro del perímetro del casco, se halla casi destruido el edificio denominado «la matanza», donde se sacrificaba el ganado y se cocía el caprino en canal, proceso mediante el cual se extraía el sebo. Cuando murió Pantaleón Ipiña, en 1843, el volumen de la producción ganadera se había incrementado a 22 895 ovejas, 42 426 cabras, 1 055 caballos, 1 648 vacas y 165 burros.79 Por primera vez, en almacenamiento había 22 mil bultos de maíz, más o menos mil 200 toneladas. En la década de 1860 se inició la construcción de una gran presa, que se terminó hasta 1892, la cual aseguraría el riego de más de mil hectáreas. También en esa misma década se construirían más destilerías y cinco trojes. En esa época entraron en posesión de la hacienda los hijos de Pantaleón Ipiña, José Encarnación y Petronila. Con el padre de éstos se fundó una dinastía que sobrevivió en otros rubros económicos80 a los embates de la Revolución y su consecuente destrucción de latifundios en la década de 1930. A lo largo del siglo, desde su adquisición por el primer Ipiña, La Parada fue creciendo mediante compras de terrenos que se fueron anexando a los ya existentes hasta alcanzar la suma, en 1892, de 62 218 hectáreas.81 Como la producción era importante para Encarnación Ipiña, éste introdujo ganado menor de España y de Estados Unidos, 79. Bazant, 1980, p. 193. 80. «Era más o menos por 1950 cuando Inmobiliaria Potosina, S.A., la empresa de bienes raíces heredera del nombre de José Encarnación Ipiña y sucesores», Cabrera Ipiña, Octaviano y Matilde, 1989, p. 163. Además de las fincas rústicas de La Parada y San José del Corte se mencionan fincas urbanas y acciones mineras. Libro de Protocolos del Notario Jesús Meléndez, 21 de noviembre de 1903; Partición de Bienes entre Petronila Ipiña y Genoveva Gutiérrez Solana. 81. Bazant, 1980, p. 136.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

43

replantó maguey para contar con la materia prima en sus fábricas de mezcal, sembró pastizales y trajo árboles frutales de Europa.82 Como consecuencia, obtuvo premios con sus productos expuestos en las ferias mundiales de París y Chicago. En 1892 la propiedad fue dividida. Los hermanos José Encarnación y Petronila Ipiña, que la habían poseído en común, la repartieron. El casco de la hacienda, todo el valle de próspera agricultura de regadío y una gran extensión de terreno de pastoreo, hasta sumar 17 736 hectáreas,83 quedaron en manos de Petronila. Esta parte de la finca fue la que continuó con el nombre de La Parada. A José Encarnación le correspondieron la parte árida del norte, con 44 482 hectáreas,84 y el centro administrativo en Santa Teresa, donde existía una fábrica de mezcal. La mayor parte del ingreso de La Parada provenía de la venta de mezcal,85 que se producía en cinco fábricas ubicadas en diferentes puntos; tres quedaron en propiedad de José Encarnación y dos pasaron a Petronila. Pantaleón Ipiña – Genoveva de la Peña

José E. Ipiña – Luisa Verástegui

Petronila Ipiña – Tomás Gutiérrez S.

*Genoveva Gutiérrez I. = Celestino Bustindui Gráfica 1. Genealogía de la familia Ipiña de la Peña *Dueña de la hacienda La Parada y El Corte, antes de fraccionarse en ejidos. AHESLP, Secretaría General de Gobierno, Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí, número 28, p. 215, 6 de abril de 1930. 82. 83. 84. 85.

44

Cabrera Ipiña, Octaviano y Matilde, 1978, pp. 106 y 107. Bazant, 1980, p. 137. Bazant, 1980, p. 136. Bazant, 1980, pp. 129. Cabrera Ipiña, Octaviano y Matilde, 1978, p. 103. Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

ANTES DEL REPARTO La hacienda nunca fue hipotecada, como era costumbre entre la mayoría de los hacendados, ni tuvo pérdidas, por muy mala que fuera la producción.86 Ésta es, quizá, una de las pocas excepciones de la regla. Es importante hacer notar la atención especial que puso Encarnación Ipiña en el acrecentamiento del número de obras de infraestructura hidráulica, como presas de almacenamiento, presas derivadoras, canales, acequias y puentes, que en La Parada todavía son de primordial importancia para el riego de las parcelas ejidales. El siglo XX fue recibido en la hacienda por sus propietarios Genoveva Gutiérrez Solana y su esposo, Celestino Bustinduí, ella, hija de Petronila y del dueño de la hacienda San José del Corte, Tomás Gutiérrez Solana. En los primeros años del movimiento revolucionario no sufrió la intervención de los gobiernos estatales que vertiginosamente se sucedieron, hasta que en 1916 fue saqueada por revolucionarios,87 o quizá rebeldes de la región. A partir de 1917, con los gobiernos carrancistas, se vivió un periodo de estabilidad que se tradujo en un renacimiento de la producción agrícola y aumento de ganado. Todo iba bien hasta el gobierno de Rafael Nieto Compeán (19201923), cuando con la labor de Antonio Díaz Soto y Gama y de Aurelio Manrique dio inicio un intenso reparto agrario que afectó varias haciendas del estado, del cual no se libró La Parada, que fue repartida a campesinos de Mexquitic y Ahualulco.

86. Véase la sección sobre el valor contable y utilidades de La Parada en Bazant, 1980, pp. 192 y 197. 87. Cabrera Ipiña, Octaviano y Matilde, 1978, pp. 122 y 123.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

45

Fotografía 2. Familia Bustindui Gutiérrez Solana, dueños de las haciendas La Parada y El Corte, ca. 1920 Fuente: Archivo de la familia Bustindui

46

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

CAPÍTULO II CONTEXTOS NACIONAL Y ESTATAL CONDICIONES SOCIALES DE LOS CAMPESINOS ANTES DE LA REVOLUCIÓN Cuando inició el conflicto armado de 1910, los inconformes por la iniquidad en la distribución del poder, como Madero y aliados, nunca pensaron que los acontecimientos los rebasarían. Quizá ellos mismos se sorprendieron de lo fácil que fue hacer caer a Porfirio Díaz; pero mayor debió de haber sido su sorpresa cuando se dieron cuenta de que algunos de sus aliados campesinos, engañados durante las contiendas anteriores,88 exigieron que se les cumplieran las promesas de devolución de tierras usurpadas durante las más de tres décadas de gobierno. La década de 1900 había sido la culminación del despojo cometido por los hacendados, en parte protegidos y auspiciados por el gobierno de Díaz, pero el intento se remonta a los últimos años del gobierno colonial. Tanto las leyes de las cortes españolas de 1812 como las de los primeros gobiernos del México independiente pretendían terminar con la posesión comunal de las tierras que disfrutaban los pueblos indígenas; a causa de la debilidad de los gobiernos que se sucedieron desde 1821 hasta 1870, aunada a la crisis económica, siempre presente, de algunos hacendados, nunca pudieron hacer nada, pues los indígenas se defendieron cuanto pudieron, incluso con rebeliones como la de Julio Chávez, en Chalco, por el año de 1868.89 La Constitución de 1857, precedida por la Ley de Desamortización de Bienes Eclesiásticos, no hizo más que persistir en el mismo objetivo: terminar con la propiedad comunal, pero tampoco se pudo dominar a los 88. Díaz Soto y Gama, 2002, p. 445. 89. Los años posteriores a la independencia fueron de decadencia económica para los terratenientes del centro, del Bajío y de algunas zonas del norte del país; como consecuencia, surgió gran número de arrendatarios, de quienes los hacendados obtenían ingresos en tiempos de restricciones financieras. Tutino, 1990, pp. 197-204.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

47

posesionarios. Tuvieron que pasar varios años del gobierno de Porfirio Díaz para que, mediante el trabajo de las compañías deslindadoras, protegidas por las leyes promulgadas en 1883, durante el gobierno de Manuel González, y en 1894, en pocos años se vieran despojados en beneficio de los hacendados que gozaban de la protección del gobierno.90 La carencia de tierra, su fuente centenaria de los medios de subsistencia, los llevó a depender del salario pagado en la hacienda más cercana. Los terratenientes explotaron al máximo la mano de obra campesina, emplearon sistemas de castigo con los inconformes y crearon policías y hasta grupos armados particulares para sofocar cualquier posible rebelión. LA REVOLUCIÓN ARMADA Por eso, cuando Francisco I. Madero llamó a la rebelión, y aún más, cuando se comprometió en su Plan de San Luis Potosí a repartir tierras,91 los inconformes respondieron con una fuerza tal que se logró derrocar al presidente Díaz. Madero agradeció su triunfo a los campesinos, ordenándoles que entregaran las armas. Cuando se resistieron fueron desarmados por el gobierno interino de León de la Barra, como se había convenido en los tratados de Ciudad Juárez. Sólo Zapata persistió en Morelos, pues ni cuando Madero fue presidente recibieron tierras. En febrero de 1913 Madero fue asesinado por Victoriano Huerta, tras el golpe de Estado preparado con el embajador de Estados Unidos.92 Venustiano Carranza, antiguo gobernador porfirista, se rebeló contra Huerta, y dio inicio a una nueva etapa revolucionaria, uniéndose a su causa también Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Adolfo de la Huerta, Francisco Villa, Pablo González y Emiliano Zapata. De todos ellos, sólo Zapata siguió con el ideal de que, por encima de todo, debía entregarse la tierra a los campesinos. 90. Hamon y Niblo, 1984, p. 56. 91. CórdoVa, 1973, p. 431. Plan de San Luis, párrafo tres del artículo tercero. 92. Knight, 1986, pp. 541 y 542.

48

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Las victorias de Villa sobre el ejército federal en el norte, y de Álvaro Obregón en el noroeste, lograron hacer huir a Huerta y, con la protección militar de Obregón, Carranza se adueñó de la capital de la República y se adjudicó el título de presidente, echando por tierra una de las cláusulas de su propio Plan de Guadalupe, que consistía en que una vez expulsado el dictador Huerta, se convocaría a una convención militar en donde se decidirían los destinos del país. La convención se verificó en Aguascalientes, a pesar de Carranza, con la presencia de todas las fuerzas militares que habían combatido al huertismo, incluso con la de Obregón, quien militarmente había hecho posible el triunfo de Carranza. Cuando Carranza se dio cuenta de que la fuerza militar estaba en manos de la convención, huyó a instalar su gobierno a Veracruz, donde, con el apoyo militar e incluso ideológico de Obregón, quien se inclinó finalmente por él, inició de nuevo la lucha armada, pero entonces contra los que apenas ayer eran sus aliados. Con el manejo político-militar, Obregón pudo expulsar de la ciudad de México al gobierno convencionista y, en sorprendentes batallas, logró que Zapata retrocediera a sus antiguos dominios, y también derrotó por completo a los ejércitos de Villa, en Celaya y en Tampico. Carranza fue otra vez a México, y convocó a un Congreso Constituyente que sesionó desde 1916, y el 5 de febrero de 1917 se promulgó la Constitución. Con ello inició un nuevo ciclo en la vida política de México, más parecido al porfirismo,93 apenas seis años antes desaparecido, que al gobierno revolucionario que todos esperaban, incluso los campesinos. Zapata 93. «El compromiso estricto de Carranza con un gobierno fuerte y su escepticismo en cuanto a la aptitud democrática de México que compartía la mayoría de sus partidarios repetía el positivismo porfiriano». Knight, 1996, p. 1046. «Ahora bien, no sólo sucedía que bajo las reformas sociales se iba reconstruyendo la sociedad individualista, con las mismas proyecciones que el porfirismo había trazado y que el régimen de privilegio había impedido realizar». Córdova, 1973, p. 288. «La desintervención de la mayoría de las fincas, realizada en febrero de 1916 por los carrancistas, tampoco fue justa y equitativa. Se devolvieron una mayoría de fincas (72 a nivel estatal) y casas (241 en el mismo nivel), a antiguos huertistas (los Espinosa y Cuevas, v. gr.) como a propietarios de otra filiación política». Lerner, 1989, p. 38.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

49

siguió en pie de lucha hasta que fue asesinado, dos años después, por tropas federales. Carranza correría la misma suerte tan sólo trece meses más tarde. INTELECTUALES Y AGRARISTAS Los campesinos no estuvieron solos en sus demandas; a su lado estuvo un grupo de hombres que, enterados de la situación social y económica reinante, se involucraron en la lucha por la tierra y por un mejor trato a los peones asalariados de las haciendas. Algunos desde la oposición y otros como integrantes de los gabinetes en el poder querían una distribución más equitativa de la riqueza social y un trato más justo de los generadores de esa riqueza. Por ejemplo, desde el Congreso Constituyente de 1856-1857 se dejaron oír, como voces en el desierto, los diputados Isidoro Olvera, José María Castillo Velazco, Ignacio Vallarta y Ponciano Arriaga.94 Asimismo, durante el gobierno de Díaz y antes de terminar el siglo, el jalisciense Wistano Luis Orozco concluyó que la gran concentración de la tierra era un mal para la Nación y que lo mejor era una mejor distribución.95 Apenas iniciado el nuevo siglo, otro luchador social que estuvo presente de diferentes maneras en la mayoría de las protestas contra el régimen fue Ricardo Flores Magón. Durante los primeros diez años del siglo XX combatió contra el régimen opresor desde la clandestinidad, desde la cárcel y desde el extranjero. Impulsó demandas de tipo social entre las cuales estaba un mejor trato para los trabajadores agrícolas y una distribución más equitativa de la tierra. Si en esa etapa su programa se veía como un sueño, no fue así una vez promulgada la Constitución de 1917, en la que gran parte de sus demandas, por fin, quedaron plasmadas. Con el estallido de la Revolución, de los grupos campesinos que se rebelaron en apoyo a Madero puede mencionarse el de Jesús Agustín 94. Silva Herzog, 1974, p. 150. 95. Hamon y Niblo, 1984. p. 13.

50

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Castro y Calixto Contreras en la región lagunera,96 que terminó derrotado por el propio maderismo cuando insistía en la entrega de tierras. Otro movimiento con fuerza extraordinaria fue el de Domingo Arenas, en el estado de Tlaxcala, que buscó la destrucción de latifundios y el reparto de tierras a los campesinos que le siguieron a la lucha armada.97 Sólo la oposición tenaz de Carranza y el asesinato de Arenas hicieron que se aplazara la solución del conflicto local, que se resolvería a favor de los campesinos durante el gobierno de los sonorenses, encabezados por Álvaro Obregón ya en la década de 1920. El movimiento más conocido fue el que dirigió Emiliano Zapata, en el estado de Morelos, que surgió antes de que Madero decretara el inicio de la lucha armada y se prolongó durante los gobiernos de éste, de Huerta y de Carranza, hasta su muerte en 1919. El pronunciamiento de este movimiento fue alimentado con el pensamiento político social de intelectuales como Gildardo Magaña y Antonio Díaz Soto y Gama.98 Luis Cabrera, a quien se le ha estigmatizado por su adhesión indiscutible a Carranza, disintió del propio Madero al presentar su proyecto de ley agraria de 1912, en que puso como punto central la desintegración de los latifundios; en 1915 fue el redactor de la ley 96. Meyers, 1990, p. 407. 97. Werner Tobler, 1996, p. 315. 98. Antonio Díaz Soto y Gama (1880-1967), abogado, intelectual e ideólogo potosino que, en compañía de Camilo Arriaga y de Librado Rivera, fundó el Club Liberal Ponciano Arriaga, del que fue presidente en 1900. Organizó el primer Congreso liberal en 1901. En mayo de ese año, como secretario del Club Liberal Ponciano Arriaga, firmó un manifiesto con Camilo Arriaga, como presidente, en el que atacaba la dictadura dominante, la prensa semioficial y personalista, y al antidemocrático y mal llamado Partido Científico. Atacó la dictadura de Porfirio Díaz en el periódico Regeneración. Ayudó a Madero ampliamente, esperando en vano que hiciera algo por los problemas agrarios. Interesado siempre en ellos, participó en varios proyectos de leyes agrarias en el estado, con los zapatistas, en la Convención de Aguascalientes y después con el presidente Álvaro Obregón. En 1920 fue diputado, y desde ahí luchó para que se legislara y se llevara a la práctica la Reforma Agraria. Fue fundador del Partido Nacional Agrarista, del que fue el principal líder. Diccionario histórico y biográfico de la Revolución mexicana, t. VI, San Luis Potosí, pp. 81-83.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

51

agraria del 6 de enero, y en 1917 influyó en la redacción del artículo 27 de la Constitución.99 Asimismo, merece mención Pastor Rouaix, quien, en Durango, expidió en 1913 la primera ley agraria del país y redactó, al lado de Cabrera, la ley del 6 de enero de 1915 en el estado de Veracruz. En el gobierno de Carranza sería el fundador de la Comisión Nacional Agraria.100 Andrés Molina Enríquez también llegó a la conclusión de que sólo dividiendo los grandes latifundios se resolvería el problema de la tierra. En 1911 se rebeló contra León de la Barra, lanzó su Plan de Texcoco, pero fue derrotado y encarcelado; también formó parte de la comisión de redacción de los artículos 27 y 123 de la Constitución de 1917.101 No podemos dejar de mencionar a Francisco J. Mújica, quien, como subalterno de Carranza, pero sin el permiso de éste, repartió con Lucio Blanco tierras pertenecientes a Félix Díaz en el estado de Tamaulipas en agosto de 1913. Dos años más tarde, como gobernador provisional de Tabasco, expropió una hacienda y la repartió entre los campesinos. Carranza, airado, le ordenó devolverla, pero él no obedeció. En 1920, como gobernador de Michoacán, durante el interinato de Adolfo de la Huerta, el secretario de Guerra, Plutarco Elías Calles, autorizó la creación de guardias civiles para proteger a los campesinos de los ataques de los terratenientes. Esta disposición fue aprovechada por Mújica para crear unidades en apoyo al reparto agrario que estaba dispuesto a iniciar, pero Obregón, entonces ya presidente, manejó sus hilos políticos para que esto no se llevara a cabo y, de paso, renunciara a la gubernatura.102

99. Silva Herzog, 1974, pp. 529 y 530. 100. Hamon y Niblo, 1984, pp. 151-153. 101. Hamon y Niblo, 1984, pp. 69 y 70. 102. Fowler Salamini, 1996, pp. 215, 216, 222 y 224.

52

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

LEGISLACIÓN SOBRE MATERIA AGRARIA Los españoles, de forma abusiva y con el apoyo de algunas autoridades, a lo largo del periodo colonial fueron desapareciendo algunos pueblos, adjudicándose los fundos legales de éstos para acrecentar sus haciendas y latifundios. Posteriormente, con las legislaciones, empezando por la Constitución de Cádiz, pasando por las Leyes de Reforma y terminando con los deslindes de la época porfirista, dichos fundos legales y ejidos desaparecieron casi del todo. Sin embargo, el recuerdo de los indígenas y la lucha por rescatar sus antiguas posesiones hizo que siempre hablaran de restitución. Fue después, una vez iniciada la lucha armada, cuando grupos del movimiento zapatista empezaron a hablar de expropiaciones, destrucción de latifundios y reparto agrario, al verse traicionados por Madero, quien en su lucha había prometido devolverles la tierra. El documento más representativo es el Plan de Ayala, expedido por los campesinos de Morelos dirigidos por Emiliano Zapata, promulgado en Ayala el 28 de noviembre de 1911.103 Con la intención de contener a los campesinos, Carranza promulgó la ley del 6 de enero de 1915, en Veracruz. En su periodo de gobierno poco se hizo, únicamente se dio legalidad a las tierras tomadas por la fuerza, como las de Tlaxcala que repartió Domingo Arenas104

103. «En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son más dueños que del terreno que pisan, sufriendo los horrores de la miseria sin poder mejorar en nada su condición social... por estar monopolizadas en unas cuantas manos las tierras, montes y aguas». Citado en Córdova, 1973, p. 437. 104. Ley del 6 de enero de 1915, artículo VI. «que declaran nulas todas las enajenaciones de tierras, aguas y montes pertenecientes a los pueblos, otorgadas en contravención a lo dispuesto en la ley del 25 de junio de 1856. Las solicitudes de restitución de tierras pertenecientes a los pueblos que hubieren sido invadidos u ocupados ilegítimamente, y a que se refiere el artículo primero de esta ley, se presentarán en los estados directamente con los gobernadores. (Artículo I.) También se presentarán ante las mismas autoridades las solicitudes sobre concesión de tierras para dotar de ejidos a los pueblos que carecieran de ellos, o que no tengan títulos bastantes para justificar sus derechos de reivindicación». Citado en Córdova, 1973, p. 453.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

53

En el periodo del gobierno provisional de Carranza se realizaron, en Querétaro, los trabajos para elaborar la Constitución de 1917; es allí donde quienes venían teorizando sobre reformas sociales y sobre el reparto agrario lograron plasmar su ideología en el Artículo 27.105 Álvaro Obregón fue quien decretó, concretó y organizó la metodología para llevar a cabo la reforma agraria en el país. Y quizá fueron las circunstancias de ese momento, la presión de los grupos campesinos, apoyados por el Partido Nacional Agrarista, lo que determinó la formación de ejidos con parcelas individuales, y no la de pequeñas propiedades, como era el pensamiento del presidente Álvaro Obregón.106 Otro documento relativo fue la Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, reglamentaria del artículo 27 constitucional. Texto vigente promulgado el día 11 de agosto de 1927 por el general Plutarco Elías Calles, presidente de la República, en la cual está mucho más organizada toda la información y la reglamentación necesarias para efectuar el reparto agrario.107

105. Artículo 27 de la Constitución de 1917, extracto: «Los pueblos, rancherías, y comunidades que carezcan de tierras y aguas o no la tengan en cantidad suficiente para las necesidades de su población, tendrán derecho a que se les dote de ellas, tomándolas de las propiedades inmediatas, respetando siempre la pequeña propiedad. Por tanto se confirman las dotaciones de terrenos que se hayan hecho hasta ahora de conformidad con el decreto del 6 de enero de 1915. La adquisición de las propiedades particulares necesarias para conseguir los objetos antes expresados se considerarán de utilidad pública». Citado en Córdova, 1973, p. 486. 106. Reglamento Agrario del 10 de abril de 1922: «Artículo I. Pueden solicitar y obtener tierras en concepto de dotación y restitución de ejidos en toda la república: 1.-Los pueblos, 2.-Las rancherías, 3.-Las congregaciones, 4.-Los condueñazgos, 5.Las comunidades, 6.-Los núcleos de poblaciones existentes en las haciendas que hayan sido abandonadas 7.-Las ciudades y villas cuya población haya disminuido considerablemente o hayan perdido la mayor parte de sus fuentes de riqueza». AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias 1921-1947. 107. Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, reglamentaria del artículo 27, capítulo II, artículo VI. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias, 1921-1947.

54

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

El Código Agrario, aprobado por el H. Congreso de la Unión, fue inspirado en el documento que elaboró la convención realizada por el Partido Nacional Revolucionario en la ciudad de Querétaro el 28 de agosto de 1932, donde se propusieron las reformas y modificaciones a las legislaciones agrarias anteriores.108 Algunas de las modificaciones fueron: el Departamento Agrario sustituyó a la Comisión Nacional Agraria, y la Comisión Agraria Mixta a la Comisión Local Agraria; se pretendió unificar el criterio entre las autoridades locales y las federales para que fuera mucho más rápida la instauración y resolución de los expedientes;109 se reunieron e incorporan en una sola todas las legislaciones hasta ese momento dispersas. AUTORIDADES AGRARIAS, MODALIDADES DEL REPARTO AGRARIO Y PERSONAS CON DERECHO La Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas de 1927 estipula que las autoridades agrarias encargadas de tramitar y resolver los expedientes agrarios serán las siguientes: el presidente de la República, la Comisión Nacional Agraria, los gobernadores de las entidades federativas, las comisiones locales agrarias, las delegaciones de la Comisión Nacional Agraria y los comités particulares ejecutivos.110 Cada funcionario debería tener ciertas características para desempeñar el cargo asignado, por ejemplo, las comisiones locales agrarias

108. El Código Agrario (p. 18) sintetiza en tres normas principales las directrices del nuevo Código Agrario: simplicidad del proyecto, generalización del derecho agrario a mayor número de individuos, y delimitación de los derechos de las partes que intervienen en el fenómeno. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias, 1921-1947. 109. Código Agrario, pp. 27 y 29. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias, 1921-1947. 110. Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, reglamentaria del artículo 27 constitucional, artículo 1°, pp. 3 y 4. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias, 1921-1947.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

55

deberían ser integradas por personas de reconocida honorabilidad, sin ser propietarias de terrenos afectables por restitución o dotación.111 Fueron tres las modalidades de redistribución agraria: restitución, dotación y ampliación. En la primera se les devolverían sus tierras a comunidades que hubieran sido despojadas en fecha posterior a la ley de 25 de junio de 1856, las cuales deberían acreditar su petición presentando los títulos de propiedad ante las autoridades agrarias. Cuando se cubrieran todos los requisitos de ley, el procedimiento de restitución era simplemente jurídico y administrativo. La dotación consistía en la entrega de tierras por parte del gobierno a los núcleos de población que la solicitaran; el requisito o condición era tener un mínimo de veinte miembros y que carecieran de tierras para subsistir.112 Tenían derecho todos los varones solteros mayores de 18 años, los casados, aun cuando fueran menores de edad, y las mujeres solteras o viudas que tuvieran familia a la cual mantener. Entre los requisitos para los peticionarios estaba el de ser mexicanos, ser vecinos del poblado solicitante por seis meses antes de la petición y ser agricultores o jornaleros.113 El monto y calidad de las dotaciones fue variando de acuerdo con las leyes y los decretos emitidos, y también según las necesidades y posibilidades de cada lugar del país. Todo individuo sujeto de dotación tenía derecho a recibir una parcela que sólo tendría en usufructo. En algunos lugares se les dotó de terrenos comunales o de uso común de los que obtenían algunos recursos para su alimentación, construcción de viviendas y para agostadero de su poco ganado. La ampliación surgió cuando las tierras destinadas a la dotación fueron insuficientes. Los solicitantes que no fueron beneficiados, 111. Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, pp. 4 y 5. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Leyes Agrarias. 112. Gutelman, 1985, pp. 125-128. 113. Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, artículo 15, p. 6. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Colección de Leyes Agrarias, 1921-1947.

56

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

quedaban con sus «derechos a salvo», en espera de que hubiera tierras que repartirles. Al principio del reparto agrario, la dotación individual era de cuatro hectáreas de riego por jefe de familia y podía llegar hasta ocho, si eran de temporal. Con el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas se aumentaron dos hectáreas a las tierras de riego y cuatro a las de temporal, así quedaron en seis hectáreas las primeras y en doce las segundas.114 En algunos lugares, las superficies no laborables adquiridas por ampliación fueron las que los ejidatarios dejaron para uso común. ORGANIZACIÓN Cuando las tierras se entregaban provisionalmente, se formaba un organismo llamado Comité Particular Administrativo, encargado de designar qué parcela trabajarían los miembros del ejido. Cuando la dotación era definitiva, se llevaba a cabo el deslinde y a cada individuo se le asignaba su parcela, para cuyo usufructo debería aceptar los requisitos establecidos en las leyes agrarias. Aun ahora, la autoridad directiva del ejido es la Asamblea General de Ejidatarios, integrada por los miembros en posesión de sus derechos agrarios. Para que las decisiones sean válidas es necesario que la mayoría esté de acuerdo, y la manera de expresarlo es levantando la mano. Así se eligen las autoridades ejidales como el comisariado ejidal, el consejo de vigilancia y sus respectivos comités. En las asambleas se aprueban o se rechazan las propuestas para el desarrollo comunitario, se organizan los trabajos comunales como el arreglo de caminos, cercado de la superficie ejidal, arreglo de canales y presas de riego, etcétera.115

114. Aguado López, 1998, pp. 47 y 48. 115. Información obtenida en campo de los ejidatarios actuales y según la experiencia personal.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

57

REPARTO AGRARIO NACIONAL Álvaro Obregón fue el conciliador entre Carranza y las clases bajas (obreros y campesinos) cuando los ejércitos campesinos de Villa y Zapata estaban en el punto más alto de su poder militar. Fue él quien promovió la negociación con los sindicatos de obreros para formar los batallones rojos que combatieron a los aguerridos campesinos.116 Fue también uno de los promotores de la ley del 6 de enero de 1915, promulgada por Carranza en Veracruz, cuya finalidad inmediata era atraer al gobierno a los campesinos inconformes que no estaban en las filas del ejército zapatista. Y esto dio el resultado esperado. Aunque Zapata siguió resistiendo, Obregón se adueñó y puso a los pies de Carranza la mayor parte del país. Fue a una ciudad de México pacificada mediante la política de Obregón a la que llegó Carranza y desde la cual pudo convocar, confiado, al Congreso Constituyente que haría una Constitución moderada, pues para eso tuvo mucho cuidado de elegir diputados que fueran seguidores suyos probados. Pero Carranza no contaba con que, en el fragor de las batallas, sus mismos hombres habían sido contagiados del agrarismo. Fueron ellos quienes plasmaron en la Carta Magna el artículo 27, en que se declaró como deber del Estado dotar de tierras a los campesinos que carecieran de ellas. Carranza gobernó durante más de tres años y medio, tiempo en que se las ingenió en todo lo posible para que este postulado de la Constitución fuera letra muerta. De hecho, Carranza regresó a sus antiguos dueños las haciendas que habían sido intervenidas por el ejército, y sólo entregó tierras a campesinos en la medida que éstos ya las poseían, las cultivaban y las defendían con las armas en la mano. Resulta irrisoria la cantidad de tierras entregadas por parte del gobernante que sancionó con su firma la Constitución: en poco más de cuatro años, 120 mil hectáreas a 50 mil solicitantes.117 116. Gilly, 1980, p. 182. 117. Gutelman,1985, p. 87.

58

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Cuando Obregón ocupó la presidencia de la República dio la impresión de que sería el gobernante agrarista que los sin tierra esperaban, pues en el primer año entregó 500 mil hectáreas, cuatro veces más que su antecesor en cinco años; sin embargo, en el siguiente año, 1922, sólo entregó 176 mil hectáreas. Tuvieron que suceder acontecimientos político-militares a los cuales se vio obligado a hacer frente apoyándose en el campesinado. A cambio, debió otorgarles tierras; así, para 1924, al final de su periodo, había entregado un millón 200 mil hectáreas a 100 mil campesinos.118 Sin embargo, un estado que había distribuido un millón 400 mil hectáreas a 150 mil campesinos en una década no podía llamarse agrarista, sobre todo si se consideran los 88 millones de hectáreas que conformaban 11 mil haciendas y pequeñas propiedades.119 Plutarco Elías Calles, desde antes de ocupar la presidencia, tuvo que hacer frente a la rebelión de Adolfo de la Huerta con campesinos movidos por la promesa de dotación de tierras. Ya en la presidencia, hizo frente también a los ejércitos de la guerra cristera, y al final de su mandato se enfrentaría contra Gonzalo Escobar. También en estas dos guerras tuvo que hacer movilizaciones de ejércitos campesinos. No es extraño que a pesar de su concepción agraria antiejidal durante sus cuatro años de gobierno repartiera tres millones120 de hectáreas de tierra, casi tres veces más que Obregón y mucho más del doble que Carranza y Obregón juntos. Emilio Portes Gil sucedió a Calles como presidente interino a causa de la muerte del presidente electo, Álvaro Obregón. Portes Gil dio un impulso especial al reparto agrario, pues tan sólo en un año repartió más de un millón de hectáreas121. Luego vinieron las presidencias de Pascual Ortiz Rubio y de Abelardo L. Rodríguez, en que el reparto 118. Gutelman, 119. Gutelman, 120. Gutelman, 121. Gutelman,

1985, 1985, 1985, 1985,

p. p. p. p.

89. 40. 97. 97.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

59

agrario se redujo a lo mínimo, pues desde el periodo de Portes Gil sólo se habían repartido 190 mil hectáreas.122 A finales de 1934, el latifundismo estaba en su máximo vigor, pues aún se poseían 83.49 millones de hectáreas, frente a 5.51 millones de hectáreas de tierras ejidales. El peonaje no se diferenciaba mucho ni en número ni en el trato recibido al de 1910; la cifra de tres millones sólo se había reducido en porcentaje mínimo. Tendría que llegar a la presidencia el general Lázaro Cárdenas para que la Reforma Agraria fuera una realidad. Con el programa agrario elaborado por el Partido Nacional Revolucionario, y con el apoyo de éste, el presidente entregó en seis años de mandato 18 millones de hectáreas a más de 800 mil campesinos.123 Aunque terminó con el latifundio, impulsó, asimismo, la pequeña propiedad de la tierra, pues el número de pequeños propietarios aumentó a más de 600 mil, con hasta 150 hectáreas cada uno. Al final de su periodo había más de 23 millones de hectáreas repartidas entre más de un millón de campesinos. Cuadro 1. Reparto de tierras de 1917 a 1940 Presidente Venustiano Carranza

Superficie entregada (ha) 120 000

Álvaro Obregón

1 200 000

Plutarco Elías Calles

3 000 000

Emilio Portes Gil

1 000 000

Pascual Ortiz Rubio y Abelardo R. Rodríguez

190 000

Lázaro Cárdenas

18 000 000

Total

23 510 000

Fuente: Gutelman, 1985, pp. 40, 87, 89, 100 y 110. 122. Gutelman, 1985, p. 98. 123. Gutelman, 1985, pp. 109 y 110.

60

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

REPARTO AGRARIO EN SAN LUIS POTOSÍ En el siglo XIX, San Luis Potosí fue escenario de luchas campesinas, entre cuyas peticiones, prioritarias o secundarias, figuraba la dotación de tierras. En la Sierra Gorda, región montañosa que comparten los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, en 1847-1849 surgió el movimiento rebelde de Eleuterio Quiroz. La más importante de sus demandas era que se permitiera al peón trabajar por sí mismo la tierra, pagando una renta asequible al dueño de ésta.124 Los rebeldes fueron vencidos por Anastasio Bustamante, enviado por el presidente José Joaquín Herrera. En la década de los ochenta, un sacerdote, el padre Zavala, desde el púlpito de las iglesias en Ciudad del Maíz y Tamazunchale hablaba de que si no se le daba al campesino un pedazo de tierra para cultivarla y alimentarse de su producto, pronto estallaría una peligrosa rebelión difícil de detener.125 Los consejos del padre Zavala fueron seguidos por el indígena Juan Santiago, quien con un grupo de campesinos armados tomaron las tierras que reclamaban como propias. Aunque el gobierno los sometió mediante negociación,126 surgieron inconexas y, por lo mismo, débiles rebeliones campesinas que reclamaban tierras por todo el oriente del estado. Todas fueron sometidas por el gobierno de Porfirio Díaz. Mientras Madero negociaba con Porfirio Díaz, el gobernador porfirista de San Luis Potosí, José María Espinosa y Cuevas, era sustituido por el latifundista José Encarnación Ipiña. A diferencia del tradicional hacendado, este personaje tenía una visión más clara de la situación política del momento, y así en los escasos dos meses que ocupó el cargo presentó a la Cámara un proyecto de ley para dividir las grandes propiedades en unidades de dos mil hectáreas y venderlas

124. Márquez, 1986, p. 452. 125. Márquez, 1986, pp. 523 y 524. Reina, 1984, p. 278. Lerner, 1989, p. 158. 126. Márquez, 1986, pp. 502 y 513.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

61

a los interesados en trabajarlas;127 su renuncia hizo que el proyecto quedara en el olvido. En 1912, Alberto Carrera Torres, en un programa de reforma agraria, propuso la restitución y la distribución de tierras a quienes no las tuvieran.128 Poco después se le unieron los hermanos Cedillo, y juntos se adueñaron por las armas de Ciudad del Maíz, donde leyeron a la población el Plan de Ayala, emitido pocos meses antes por Emiliano Zapata en el estado de Morelos. Aunque Carrera Torres fue autor de un claro programa de reforma agraria, tanto él como Cedillo no hicieron repartos agrarios porque nunca tuvieron la fuerza militar suficiente para efectuarlos y sostenerlos, como fue el caso de Zapata en Morelos y de otros revolucionarios campesinos en otras partes del país. Eulalio Gutiérrez, gobernador convencionista de San Luis Potosí, legisló en favor de los peones acasillados y aparceros de las haciendas,129 pero fue el gobierno villista encabezado por el joven militar duranguense Emiliano G. Sarabia el que hizo algunos repartos agrarios en la primera mitad de 1915 con terrenos pertenecientes a la hacienda de la Tenería,130 ubicada a unos cuantos kilómetros al suroeste de la capital potosina. Durante el gobierno carrancista, y a pesar de la prohibición de éste de hacer repartos agrarios a los pobres, el gobernador Federico 127. Meade, 1956, p. 29. 128. Originario de Tamaulipas. Con un grupo de 200 hombres y los hermanos Cedillo encabezó la lucha en la región de la Zona Media, entre 1913 y 1914, en contra de los terratenientes, y propuso en su plan lo siguiente: que, de acuerdo con las condiciones de los peones y pequeños propietarios frente a los hacendados, era necesario solucionar el problema agrario. «Todas las haciendas que caigan en poder de los constitucionalistas serán repartidas inmediatamente, anulación de deudas que los sirvientes adeuden a Porfirio y Félix Díaz y demás partidarios en general, formación de una junta agraria, impulso a la agricultura mediante presas, pozos y canales de irrigación». Lerner, 1989, pp. 293-299. 129. Lerner, 1989, p. 180. 130. Lerner, 1989, p.180.

62

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Chapoy, en 1916, instaló la Comisión Local Agraria, que restituyó y dotó un total de seis ejidos. Juan Barragán, quien le siguió en el gobierno, fue un decidido antiagrarista;131 sin embargo, la presión de algunos jefes militares que habían contribuido a obtener el triunfo carrancista en el estado lo obligó a restituir y a dotar de tierras a los soldados de aquéllos. Además, los cuatro años de gobierno carrancista se caracterizaron por la protección y el fortalecimiento paulatino del latifundismo y un afianzamiento de las antiguas prácticas tradicionales de trato a los peones acasillados, temporales y aparceros. Con el ascenso a la presidencia de Álvaro Obregón y la sustitución de gobiernos en los estados, en San Luis Potosí se decidió por Rafael Nieto Compeán, independientemente de las elecciones efectuadas. Pero el nuevo obregonista no las tuvo todas consigo, pues la cámara local asociada a los terratenientes no lo dejaron gobernar como él hubiera querido. Durante las elecciones legislativas y municipales de 1922 hubo un fuerte enfrentamiento entre los terratenientes, por un lado, y los radicales encabezados por Antonio Díaz Soto y Gama y Aurelio Manrique,132 por el otro. Ambos personajes habían sido de los principales promotores del nacimiento del Partido Nacional Agrarista en 1920 y los principales promotores del reparto agrario en el Congreso de la Unión. Se coordinaron con el delegado agrario en el estado, y con la anuencia del gobernador Nieto dieron agilidad a la Reforma Agraria. Durante el gobierno de Juan Barragán se entregaron 18 mil hectáreas. Rafael Nieto expidió la ley agraria, que creaba la pequeña 131. Lerner, 1989, p. 184. 132. Aurelio Manrique de Lara Hernández (1891-1967) nació en la ciudad de San Luis Potosí. Fue diputado federal durante el gobierno de Álvaro Obregón, y cofundador del Partido Nacional Agrarista. Gobernador del Estado de 1923 a 1925. Junto con Soto y Gama, desde la tribuna del Congreso Nacional, peleó por los derechos de los campesinos de tener un pedazo de tierra para solventar sus necesidades de subsistencia; ambos colaboraron con el gobierno de Nieto Compeán (1920-1923) para que se llevara a la práctica esta legislación. Sucedió a Nieto en el gobierno, el cual se caracterizó por ser el que más tierra entregó a los campesinos. Diccionario histórico y biográfico de la Revolución mexicana, t. VI, San Luis Potosí, p. 128.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

63

propiedad; sin embargo, en su gobierno, y con la acción decidida de Aurelio Manrique, Antonio Díaz Soto Gama y Graciano Sánchez, la cantidad de tierra entregada a los campesinos ascendió a 274 193 hectáreas entre 1920 y 1923. Por circunstancias que decidieron la política de la sucesión presidencial, el representante del agrarismo en el país, Aurelio Manrique, ocupó la gubernatura del estado. La acción no se hizo esperar; en sólo dos años entregó 302 611 hectáreas, beneficiando a 13 040 campesinos del estado, con la consecuente destrucción de latifundios. Durante los gobiernos de Nieto y Manrique, San Luis Potosí fue uno de los estados donde se dotó de más tierras ejidales en todo el país, a excepción de Chihuahua.133 En los estados de Michoacán y Veracruz hubo líderes que levantaron grandes masas de campesinos haciendo presión para que se repartiera la tierra, como Primo Tapia y Adalberto Tejeda. Sin embargo, para finales de la década de 1920, sus logros estaban muy por debajo de los de San Luis Potosí, pues mientras que éste tenía una superficie repartida de 746 412134 hectáreas (tomando sólo las dotaciones provisionales), Veracruz tenía 560 307,135 con una superficie muy superior en territorio; el Estado de México, 293 030.18,136 y en Michoacán se daban apenas 110 resoluciones definitivas y 115 provisionales.137

133. Falcón, 1984, p. 167. 134. La cifra corresponde a los datos de los informes de gobierno, AHESLP, Secretaría General de Gobierno, informes de gobierno de 1920-1931. En mayo de 1930, sin contar las doce colonias agrarias que Cedillo había establecido, pero incluyendo posesiones provisionales y definitivas, 81 180 hectáreas habían sido repartidas a 32 732 ejidatarios, de los 130 800 dedicados a la agricultura. San Luis Potosí ocupaba así el tercer lugar en el reparto de tierras por estado (después de Chihuahua y Yucatán). Ankerson, 1994, p. 143. 135. Cambrezy y Lascuráin, 1992, p. 135. 136. Aguado López, 1998, p. 149. 137. Moreno García, 1980, p. 60.

64

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Desde el gobierno de Nieto hasta el final del cedillismo se entregaron 1 134 070138 hectáreas. Al periodo de gobierno de Saturnino Cedillo correspondieron sólo 79 622 hectáreas. Es paradójico que siendo Cedillo quien menos tierras entregó durante su gobierno, en la actualidad se le recuerde como el redentor del campesino, el héroe agrarista por excelencia, mientras que apenas se sabe de la existencia de Nieto y Manrique, que entregaron en dotación provisional, cada uno de ellos, más de cuatro veces de lo que entregó Cedillo El estado de San Luis Potosí tiene una superficie de 6 306 800 hectáreas,139 de las cuales, hasta 1938, 1 134 070 habían sido repartidas en ejidos, con lo cual se benefició a aproximadamente 91 069 habitantes, de una población de 678 779.140 El gobierno posrevolucionario a través del cual los campesinos obtuvieron la tierra hizo que éstos se sintieran comprometidos; así, a cambio de ello tuvieron que dar apoyo militar en la medida en que el gobierno los requiriera. En el caso concreto de los nuevos ejidatarios potosinos, fue decisivo el apoyo que dieron en contra del delahuertismo en 1924,141 contra el escobarismo en 1929, pero sobre todo, contra los cristeros entre 1927 y 1929.142

138. AHESLP, Secretaría General de Gobierno, informes de 1923-1938. 139. Musacchio, 1993, p. 1836. 140. Cifra del censo de 1940, Monroy y Calvillo, 1999, p. 295. 141. En un inventario realizado a las autoridades ejidales, el ingeniero de la Comisión Local Agraria se dio cuenta de que faltaba mucha herramienta. La justificación fue que muchos que tenían herramienta prestada se fueron a la revuelta y no la entregaron. Registro Agrario Nacional (RAN), Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», exp. 23/806, legajo 9, Inventario, foja 0675. 142. Oficio dirigido a la Comisión Nacional Agraria por el presidente del Comité Particular Ejecutivo de Mexquitic, donde «cumpliendo con una disposición del C. General y Gobernador del Estado se integran las defensas sociales ejidales al supremo gobierno para su apoyo». 5 de febrero de 1929. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», exp. 23/806, legajo 10, Oficio, foja 0117.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

65

Fotografía 3. Placa conmemorativa en la plaza de la comunidad de Ranchería de Guadalupe. Relación de participantes en las fuerzas de Saturnino Cedillo que lucharon contra la rebelión escobarista y el alzamiento cristero.

En 1924 fue comisionado a Mexquitic el coronel Graciano Sánchez143 para reclutar a los campesinos que deberían de ir combatir la revuelta; se coordinó con los líderes locales para que lo auxiliaran en la promoción. Logró reunir un promedio de diez hombres por comunidad, obligándolos bajo la amenaza de que se les quitarían las tierras a quienes ya las tenían, y convenciendo a otros con la promesa de dotarlos de ellas cuando regresaran.144 Muchos de los que participaron en los dos movimientos iban armados, pertrechados y dotados de municiones 143. Graciano Sánchez Romo (1890-1957) nació en Soledad Díez Gutiérrez, San Luis Potosí, lugar que después de 1988 tomó el nombre de Soledad de Graciano Sánchez. Se unió a la Revolución peleando al lado de Francisco Villa, y después en el combate de Agua Prieta, del bando de Obregón. Hombre de confianza del gobernador Rafael Nieto, prestó su apoyo al gobernador Aurelio Manrique cuando éste ocupó la gubernatura. En mayo del 1923 fue designado delegado al primer Congreso del Partido Nacional Agrarista. Ocupó los cargos de diputado local y federal en varias ocasiones. Participó en la formación de diversas ligas de comunidades agrarias en varios estados, sobre todo en Tamaulipas. Fue fundador y director de la Confederación Campesina Mexicana de 1933 a 1938. Diccionario histórico y biográfico de la Revolución mexicana, t. VI, San Luis Potosí, p. 180.

66

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Fotografía 4. Revolucionarios mesquiticenses, 1929. Mandos medios del Primer Escuadrón (originarios de Mexquitic) del 14 Regimiento en la plaza de Tepatitlán, Jal., lugar de combate contra cristeros. Fuente: Archivo privado de la familia García Flores (APFGF).

por el gobierno, y al final, cuando fueron licenciadas las tropas, se les permitió quedarse con su caballo y su rifle con los cuales habían combatido. Aprovechando esto y la poca experiencia militar que habían adquirido, muchos de ellos se integraron a las defensas rurales de los municipios a los que pertenecían.145 144. «En 1924 elementos de esta comunidad [Corte Primero] prestaron su cooperación personal a las órdenes del C. Coronel Graciano Sánchez Romo tomando parte en las acciones de armas verificadas en Arandas, Palo Verde y Quintero en la Huasteca potosina» . Memorias de Pilar García, archivo privado de la familia García Flores [en adelante, APFGF]. 145. Voz popular.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

67

Cuadro 2. Tierras entregadas en el estado, 1920-1938 (A) Gobernador

Año

Dotación provisional (ha)

Dotación definitiva (ha)

Núm. de ejidatarios

Rafael Nieto

1920-1923

274 193

114 477

1 160

Aurelio Manrique

1924-1925

302 611

199 756

13 040

Abel Cano

1925-1927

149 718

167 153

2 725

Saturnino Cedillo

1928-1931

78 132



2 655

Ildefonso Turrubiartes

1931-1935

111 295



3 585

Mateo Hdz. Netro

1935-1938

276 363



6 580

1 192 312

481 386

29 745

Total Fuente: Falcón, 1984, pp. 167 y 210.

Cuadro 3. Tierras entregadas en el estado, 1920-1938 (B) Gobernador

Año

Dotación provisional (ha)

Dotación definitiva (ha)

Habitantes beneficiados

Rafael Nieto

1920-1923

274 193

114 477

Aurelio Manrique

1923-1925

242 879

147 857



Abel Cano

1925-1927

149 718

167 153

2 632

Saturnino Cedillo

1927-1931

79 622

371 768

21 999

Ildefonso Turrubiartes

1931-1935

111 295

83 677

23 765

Mateo Hernández Netro

1935-1938

Total



276 363

239 170

42 673

1 134 070

1 124 102

91 069

Fuente: AHESLP, Secretaría General de Gobierno, Informes de Gobierno, 1923-1938.

68

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

CAPÍTULO III REPARTO AGRARIO EN MEXQUITIC INICIO DEL PROCESO DE ENTREGA DE TIERRAS A diferencia de otros estados del país en donde el latifundismo146 no fue afectado más que en cuestiones de protección laboral, en San Luis Potosí desde la primera mitad de la década de los veinte fue golpeado de muerte. Particularmente en Mexquitic, desde 1921 inició el proceso que culminaría en el reparto agrario. Con asesoría directa de Antonio Díaz Soto y Gama,147 los campesinos de Mexquitic, de manera coordinada, iniciaron los trámites ante el Gobernador del Estado Rafael Nieto y ante la Comisión Local Agraria, con sede en la ciudad de San Luis Potosí. En cuanto a la participación de Soto y Gama, nada más ilustrativo que un oficio dirigido por el presidente municipal C. Calixto G. Martínez al delegado agrario: «Agradeciendo de antemano el empeño que tanto el licenciado Antonio Díaz Soto y Gama como usted manifiestan en beneficio de los indígenas de Mexquitic». Los campesinos solicitaban la restitución de las tierras que de diversas maneras habían pasado a propiedad de los hacendados vecinos del municipio de Mexquitic: La Parada y sus anexos, San José del Corte y Molino del Carmen, Valle Umbroso, Peñasco, Cerro Prieto, San Francisco y Bella Vista, así como pequeñas superficies diseminadas en ranchos.

146. En los estados de Veracruz, Michoacán. Zacatecas y Estado de México, a pesar de tener a líderes agraristas destacados, no se logró en la década de 1920-1930 un significativo reparto de tierras como en San Luis Potosí que, de acuerdo con Ankersón, ocupó el tercer lugar nacional, sólo superado por Yucatán y Chihuahua. Moreno García, Díaz Alvarado, Aguado López y Cambrezy Luc-Bernal Lascuraín. 147. Registro Agrario Nacional (RAN), Delegación San Luis, carpeta «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, Oficio, foja 0009, Dotación de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

69

Fotografía 5. Líder nacional agrario, 1922. Antonio Díaz Soto y Gama, promotor y asesor de los campesinos de Mexquitic para la restitución de terrenos ejidales. Fuente: Díaz Soto y Gama, 2002.

70

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Cuadro 4. Haciendas en Mexquitic Haciendas y ranchos La Parada

Orientación

Hectáreas

Occidente

6 532

San José del Corte con su anexo, Molino del Carmen

Norte

1 294

Valle Umbroso

Norte

934

Peñasco San Francisco

Oriente Sur

Cerro Prieto

Suroeste

Coyotillos

Noroeste

Total

2 408 339 2 619 184 14 310

Fuente: AHESLP, Comisión Agraria Mixta,«Mexquitic», f. 299, 300, Restitución de Tierras, 1921. Plano del ejido de Mexquitic, reconstrucción de acuerdo con los títulos primordiales.

Como se ve en el cuadro anterior, en Mexquitic también se aplicó la política de ir disminuyendo las tierras de fundo legal a los habitantes, como sucedió en otros lugares del país y del estado. Ejemplos abundaron, como el del pueblo de Jonacatepec en el estado de Morelos y la hacienda Santa Clara, propiedad de los García Pimentel, y aquí, en el estado de San Luis Potosí, la hacienda Gogorrón y el pueblo de Villa de Reyes.148 De la extensión del municipio, 25% era propiedad de los hacendados, pero constituía las mejores tierras de cultivo, por lo que al tener, los solicitantes de tierra, la información de cómo se podían expropiar, no dudaron en iniciar gestiones. Para efectuar los trámites de restitución era necesario que los reclamantes mostraran documentos que los acreditaran como dueños. En esto fue de mucha ayuda Antonio Díaz Soto y Gama, quien tramitó ante el Archivo General

148. Knight, 1996, p. 126.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

71

de la Nación una copia de los títulos de propiedad149 de las tierras que Mexquitic había recibido por orden del virrey en 1591. Lo anterior, aunado a la redacción, con lenguaje no propio de campesinos, de los diversos documentos enviados a las autoridades,150 indica que estaban asesorados y guiados por luchadores sociales que consideraban el reparto agrario como la finalidad perseguida de justicia social, a cuya cabeza estaba el antiguo zapatista que hacía suyo el Plan de Ayala y todos los programas agrarios del movimiento campesino más persistente de la época. LA DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA El Partido Nacional Agrarista, fundado en junio de 1920,151 a un año de la muerte de Zapata, a mes y medio de la muerte de Carranza y antes de que Obregón se hiciera cargo del gobierno nacional, bajo el liderazgo indiscutible de Antonio Díaz Soto y Gama, sería el ariete que inició y empujó el reparto agrario. Álvaro Obregón, con su visión agraria del pequeño propietario, no sería el promotor de la formación de ejidos; fue más bien su debilidad política y su deseo de iniciar la reconstrucción nacional a cualquier precio lo que haría que sacrificara su ideal en aras de la alianza con 149. Oficio dirigido al delegado de la Comisión Nacional Agraria por el procurador de Pueblos, «donde se felicita a él y a Antonio Díaz Soto y Gama por la obtención de los elementos necesarios para abreviar los trámites del expediente de Mexquitic». RAN, Delegación San Luis, carpeta «Mexquitic», Mexquitic, número 23/806 legajo 9, foja 0082, dotación de tierras, 1921. «en 1920 visita la región el Lic. Antonio Díaz Soto y Gama y en particular el Corte Primero para inyectarles entusiasmo en sus cerebros para hacer a un lado su marasmo y reclamaran lo que por justicia les pertenecía». Memorias de Pilar García, archivo privado de la familia García Flores (APFGF). 150. «Carecemos de terrenos suficientes para agricultura y pastizales […] viéndonos obligados a solicitarlos del latifundio denominado hacienda La Parada colindante con nuestra ranchería que nos las facilita en aparcería en condiciones leoninas y solo cuando les viene en gana al terrateniente, administrador y empleados». AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «La Parada» después Ranchería de Guadalupe, número 780, Solicitud, foja 2, Dotación de Tierras, 1924. 151. González, 1988, p. 151.

72

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

quienes en ese momento representaban una fuerza nada despreciable, los antiguos luchadores por la tierra unidos en un partido recién fundado. A cambio de mantenerse en el poder, tuvo que aceptar la formación de ejidos con la población campesina de más bajos recursos económicos como beneficiarios, de quienes, de todos modos, se aprovechó políticamente al utilizarlos como fuerza armada contra sus enemigos.152 La fuerza de los líderes agrarios estaba en la debilidad del presidente, y se aprovecharon muy bien los de Veracruz, Chihuahua, Michoacán y San Luis Potosí. Durante el periodo presidencial de Álvaro Obregón y el gubernamental de Rafael Nieto en San Luis Potosí, inició la destrucción de latifundios y la consiguiente dotación provisional de tierra y formación de ejidos. En 1923, en el caso de Mexquitic. Ahora bien, ¿cuál era la situación política y económica de los hacendados potosinos que no pudieron proteger sus propiedades, muchas de ellas existentes desde el inicio del siglo XVII? De manera particular, se defendieron tanto de los campesinos que tomaban por propia mano la tierra como de las autoridades estatales y federales. Pareciera que todo estaba en su contra, ya que no podían pagar un poder armado suficiente, más conocido como guardias blancas, mucho menos legal, pues ya se había decretado en su contra. Ante las tomas de tierra, el gobierno apoyaba a los campesinos, no a los hacendados; y ante defensas legales, fallaba a favor de aquéllos también. ENTREGA PROVISIONAL (RESTITUCIÓN) El municipio de Mexquitic inició los trámites de restitución de tierras en agosto de 1921, incluyendo todas sus fracciones, esto es, Mexquitic, El Jaral, Las Moras, Palmar Primero, Palmar Segundo, Corte Primero,

152. Gutelman, 1985, p. 89. En el caso de Mexquitic, los campesinos participaron como soldados en la rebelión delahuertista, escobarista y cristera. Voz popular y Memorias de Pilar García, APFGF.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

73

Corte Segundo, Estanzuela, Rincón, San Marcos, Ojo de Pinto, Ojo Zarco, Milpillas, El Picacho, La Tapona, Guadalupe y Maravillas.153 Cuadro 5. Padrón de personas con derecho a ejido en Mexquitic, 1922 Comunidad

Habitantes

Habitantes con derecho a ejido

Mexquitic El Jaral Las Moras Palmar Primero

283

87

1 017

314

399

106

1 285

357

Palmar Segundo

232

77

Corte Primero

812

250

Corte Segundo

742

225

Estanzuela

873

299

Rincón

957

293

San Marcos

554

183

Ojo de Pinto

955

292

Ojo Zarco

572

197

Milpillas

228

66

El Picacho

806

262

La Tapona

1 702

502

Guadalupe

354

116

Maravillas

1 143

343

12 914

3 969

Total

Fuente: AHESLP, Secretaría General de Gobierno, Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí, número 28, pp. 215-218, 6 de abril de 1930.

153. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Solicitud, foja 2, Restitución de Tierras, 1921. Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí, número 28, p. 213, 6 de abril de 1930.

74

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Su petición la fundamentaron en que eran dueños de esas propiedades (tierras, montes y aguas) desde 1591, año en que el rey Felipe II expidió la real cédula por la cual se concedió a este pueblo tres leguas por cada viento. Esta cédula fue hecha efectiva por el virrey Luis de Velasco y en años posteriores fue confirmada por varios virreyes en las ocasiones en que surgían conflictos entre arrendatarios, hacendados y el ayuntamiento.154 Cuando el gobernador del estado Rafael Nieto recibió la solicitud, la turnó al presidente de la Comisión Local Agraria, Agustín Lapayre. Las autoridades agrarias, poniendo en práctica la circular número 30 emitida por la Comisión Nacional Agraria, notificaron a los dueños de las haciendas y de los terrenos que rodean al pueblo de Mexquitic que pudieran salir afectados por la solicitud de restitución de ejidos, y les solicitaron que mostraran sus títulos de propiedad, sus planos, así como los alegatos que estimaran convenientes. De acuerdo con la información que proporcionó la Dirección General de Rentas en este tiempo, la situación era como se muestra en el siguiente cuadro. Cuadro 6. Haciendas que rodeaban a Mexquitic en 1921 Nombre de la hacienda

Dueño

Superficie total (ha)

Riego (ha)

Temporal (ha)

Agostadero y cerril (ha)

Valle Umbroso

José A. Domínguez

11 707-89-79



1 055-00-00

10 652-89-79

La Parada y sus anexos

Genoveva Gutiérrez Solana

19 017-41-97

753-60-00

380-00-00

17 883-81-97

San Francisco

María de la Luz Hernández

15 570-42-75





15 570-42-75

154. AHESLP, Fondo Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente 806, Solicitud, fojas 2-5, Restitución de Tierras, 1921. Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí, número 28, p. 214, 6 de abril de 1930.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

75

Cerro Prieto

María Luisa Toranzo

17 235-10-00



534-00-00

16 566-10-00

Peñasco

Sociedad Espinosa y Parra

17 447-94-38



722-46-00

16 837-54-38

Bella Vista

Aurelia López de Dávalos

1 816-50-00

24-40-00



1 792-10-00

Fuente: AHESLP, Secretaría General de Gobierno, Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí, número 28, pp. 215-218, 6 de abril de 1930. *El error en la superficie total proviene de la fuente

Para iniciar los trámites del expediente de restitución, la Comisión Local Agraria pidió al pueblo de Mexquitic que presentara sus títulos de propiedad y datos necesarios para conocer la situación económica y social de sus habitantes como modelos o notas de las fórmulas usuales de aparcería; salario mínimo que se pagaba a los hombres, mujeres y niños; precio corriente de los artículos de consumo diario y de los principales objetos necesarios para la vida; y si había escuelas públicas o particulares, entre otros.155 No aportaron todo lo que se les pidió, pero sí lo necesario para ver cuál era su forma de vida y las carencias a las que se enfrentaba el campesino y su familia, a saber: 1.- Categoría política reconocida de la población es de 17 fracciones, 2.- la ubicación de la tierra solicitada esta poseída por las haciendas Cerro Prieto y La Parada por el poniente, San José del Corte y Valleumbroso al norte, el Peñasco al oriente y al sur la hacienda de San Francisco, 3.- en cuanto a la población no se puede precisar exactamente, pero se calcula en 16 000 aproximadamente, de los cuales 5 144 son propietarios en pequeña escala, 4.- respecto a la situación de los solicitantes es precaria por carecer de elementos y residen 155. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s/n, legajo 35, Oficio, foja 10, Restitución de Tierras, 1921.

76

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

unos en la misma hacienda y otros rodeados de las propiedades de éstos. El sueldo que perciben los sirvientes de las haciendas el mínimo es de 37 centavos y el máximo es de 75 centavos, siendo todos los sirvientes originarios de este municipio. En cuanto a los artículos de consumo diario, son de un 25% más de lo que valen en esta capital con excepción de la hacienda La Parada que hace una rebaja de 25% menos de lo que vale en la misma plaza. La distancia más corta de los solicitantes o peticionarios a las poblaciones inmediatas es a esta villa, que dista de 8 a 12 kilómetros.156 Fecha aproximada en que fueron repartidos los terrenos comunales del pueblo, siglo XVII. 80 norias y aguas broncas del río La Parada. Principales industrias peculiares del pueblo a más de la agricultura, jarcia, ladrillo, pulque y mezcal.157 Las primeras autoridades en los núcleos de población, elegidas democráticamente y reconocidas por las autoridades agrarias, fueron los comités particulares ejecutivos, integrados por tres personas y acreditados por el gobernador, entre cuyas características estaba la de tener mayor capacidad y representación, así como antecedentes limpios.158 Su función consistía en organizar e informar a los interesados sobre el curso de los trámites de la petición de tierras, así como proporcionar toda la documentación e informes que les requerían los órganos gubernamentales.

156. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 20, Restitución de Tierras, 1921. 157. RAN, Delegación San Luis Potosí «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, Oficio, foja 0055. 158. RAN, Delegación San Luis Potosí, «La Parada», Ahualulco expediente 23/35, legajo 1, Oficio, foja 0073.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

77

Hay información que data de principios de 1921 que deja ver la existencia de los clubes agraristas159 en el municipio, que mantuvieron constante comunicación, por correspondencia y personalmente, con Manrique y Soto y Gama, dirigentes del Partido Nacional Agrarista. Así se constata en una carta del club agrarista Benito Juárez en la cual, entre otras cosas, preguntan si Soto y Gama está en la ciudad, porque prometió ir, y lo han estado esperando.160 A su vez, Soto y Gama mantuvo contacto con organizaciones agrarias locales, como la de Corte Primero, llamada Emiliano Zapata, la Miguel Hidalgo y la Benito Juárez, a las que en una ocasión pidió que ayudaran a los ingenieros de la Comisión Local Agraria en el deslinde que harían para reconstruir el perímetro del ejido del municipio.161 En algunas fracciones del municipio, los integrantes de estos clubes fueron los mismos que formaron las sucursales agrarias y, más tarde, los comités particulares ejecutivos (entrelazaban la actividad política con la gubernamental). Cabe aquí mencionar que para los campesinos, el deslinde que hicieron los ingenieros de la Comisión Nacional Agraria fue un acontecimiento de gran trascendencia; así lo muestra el enorme número de ellos que acudió a los actos, como el realizado por el lado de Puerto Carretas, donde había 658 asistentes, mismo número de concurrentes en todas las partes del municipio a donde acudieron los ingenieros. De acuerdo con los títulos presentados, se llevaron a cabo los trabajos elaborándose un plano donde se aprecia

159. Díaz Soto y Gama explica así su origen: «El Partido Nacional Agrarista empezó por organizar Clubes Agraristas en numerosos pueblos del Estado de Morelos, Guerrero, Puebla, Tlaxcala y San Luis Potosí entre otros.» González, 1988, 151. «Soto y Gama recorre las comunidades, ranchos y municipios del tercer distrito electoral en plan de promoción política». Memorias de Pilar García, APFGF. 160. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 90, Restitución de Tierras, 1921. 161. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Carta, foja 140, Restitución de Tierras, 1921.

78

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

con claridad que las haciendas mencionadas tenían superficie dentro del territorio de Mexquitic (véase el plano en el anexo). Para los deslindes se pidió la presencia de los dueños de las haciendas, pero no acudieron, en cambio protestaron de manera verbal y por escrito a la Comisión Local Agraria. En el oficio mediante el cual se les dio este aviso, también se les informaba que si no acudían, se consideraría que aceptaban los resultados. Sólo acudió, en su momento, el representante legal de la hacienda San Francisco, ingeniero Manuel Pastor.162

Fotografía 6. J. Pilar García Ramos, líder agrario, 1920. Arenga a los habitantes del municipio para luchar por la restitución de ejidos. Fuente: Archivo privado de la familia García Flores (APFGF).

162. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, foja 238, Restitución de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

79

Cuadro 7. Sucursales agrarias Núm. de sucursal

Nombre de la sucursal

Localidad o fracción

1

Francisco y Madero

Corte Segundo

2

Emiliano Zapata

Corte Primero

5



Ojo de Pinto

6



Maravillas

7

Benito Juárez

San Pedro Ojo Zarco

9

Ignacio Zaragoza

El Muerto

10



Derramadero

12

Miguel Hidalgo

Palmar Primero

13



Palmar Segundo

14

Francisco I. Madero

Rincón

15

Emiliano Zapata

Estanzuela

17



Ojo de Pinto

18

Francisco Villa

Ranchería de Guadalupe

Fuente: AHESLP y RAN, Delegación San Luis Potosí, carpetas de los ejidos de «Mexquitic», «Ranchería» y «Rincón», del municipio de Mexquitic, y «La Parada», del municipio de Ahualulco.

Para saber con certeza cuántas personas tenían necesidad de tierra para cultivo fue necesario levantar un censo general y agrícola, el cual se llevaría a cabo bajo la dirección de tres representantes: por la Comisión Local Agraria se designó a Pilar García; por el municipio, al presidente municipal Calixto G. Martínez, y por los habitantes, a Higinio Hernández.163 En la mayoría de los poblados, los habitantes se mostraron dispuestos a proporcionar la información requerida, a excepción de los

163. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 104, Restitución de Tierras, 1921.

80

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

habitantes de la cabecera municipal y de los peones acasillados164 de la hacienda La Parada, que se negaron a empadronarse; en el caso de los primeros, fue necesario un oficio del gobernador a las autoridades municipales para que apoyaran a las personas encargadas de levantar el censo.165 En el caso de los segundos, tal vez se negaron por fidelidad al hacendado, o quizá porque el casco de la hacienda se encontraba en territorio del municipio de Ahualulco, o es posible que por estar ya en litigio la hacienda con la villa de Mexquitic no se les permitiera el acceso a la propiedad a los encargados de este trámite. Las autoridades agrarias en el estado desplegaron una gran actividad en todo el proceso de restitución. Tuvieron extremo interés tanto el procurador de pueblos, Francisco Alfonso Salinas, como el delegado de la Comisión Nacional Agraria en el estado, Enrique Henshaw, y el gobernador Rafael Nieto. Con base en todos los documentos presentados, así como en las leyes agrarias vigentes, coincidieron en el dictamen las autoridades agrarias locales, por lo que se procedió a la restitución solicitada.166 Por medio de un telegrama se dio aviso a la Comisión Nacional Agraria, que sin dilación dio su aprobación para otorgar a los habitantes del pueblo de Mexquitic la posesión inmediata de las tierras. El 13 de septiembre de 1923 el delegado estatal de la Comisión Nacional Agraria, ante una asamblea conformada por la mayoría de los solicitantes, pero sin la asistencia de los afectados, realizada en un salón de la escuela en la cabecera municipal, dio posesión de manera

164. Los que se negaron fueron los empleados domésticos que servían en la hacienda, porque los peones dedicados a la tareas agrícolas ya estaban censados, la gran mayoría pertenecía a la que después se llamaría Ranchería de Guadalupe (antes La Parada, Mexquitic) AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente 806, Censo, Restitución de Tierras, 1921. 165. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficios, fojas 34,116 y 118, Restitución de Tierras, 1921. 166. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Dictamen, fojas 374-400 y 408, Restitución de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

81

provisional a los ejidatarios.167 Ahí mismo se integró un comité particular administrativo, que se encargó de la organización interna, así como de asignarle la parte correspondiente a cada fracción. Dicho comité estuvo conformado de la siguiente manera: presidente, Hilario Ramírez; secretario, Pilar García; tesorero, Pedro García; primer vocal, Eulalio Pérez; segundo vocal, Pedro B. López, y tercer vocal, Pablo Balderas. DOTACIÓN DEFINITIVA Cuando las autoridades agrarias del estado aprobaron la restitución, los habitantes de todo Mexquitic vieron que pocos se beneficiaban, pues de 3 969 con derecho a dotación, de acuerdo con el censo levantado en 1922, sólo 13%, aproximadamente, había obtenido tierra. Un ejemplo se ve en el expediente del condueñazgo de Rincón y sus anexos, en que aparecen censados 260 solicitantes, y sólo 62 se beneficiaron con la restitución.168 De inmediato, cada una de las fracciones inició los trámites de manera independiente para la dotación de ejidos. Las diligencias para esta segunda variante en los años siguientes fueron similares a la ya descrita en la restitución, pero aunque las primeras solicitudes datan de agosto de 1923, la entrega física de las tierras se efectuó hasta seis años después, en 1929, cuando el presidente de la República aprobó la entrega definitiva. Para iniciar los trámites de dotación, primero tuvieron que gestionar ante el Congreso local su categoría política, para así tener capacidad jurídica. La gran mayoría quedó en la categoría de congregaciones y rancherías; sólo a la cabecera municipal se le otorgó la de villa.169 Algunos centros de población no necesitaron realizar estos

167. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Actas, fojas 422 y 423, Restitución de Tierras, 1921. 168. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Rincón del Porvenir» Mexquitic, expediente 781, Censo, Dotación de Tierras, 1924. 169. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, fojas 465, 466 y 467, Restitución de Tierras, oficio 1921.

82

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

trámites, pues ya tenían categoría, como los condueñazgos de Rincón y Corte Segundo.170 Para pedir las tierras utilizaron como base legal «los derechos que nos concede el Artículo 27 fracción III de la Constitución General de la República Mexicana, y hallándonos comprendidos en el artículo tercero de la ley del 6 de enero y en el artículo 41 de la Ley Agraria del 11 de agosto de 1927», seguido indistintamente por cualquiesquiera de los tres textos tomados como modelos o machotes que aquí se reproducen: a) Carecemos de terrenos suficientes para agricultura y pastizales […] viéndonos obligados a solicitarlos de los latifundios colindantes […] con nuestra ranchería que nos los facilita en aparcería en condiciones leoninas y sólo cuando les viene en gana al terrateniente, administrador y empleados.171 b) Se nos dote de las tierras indispensables para la formación de nuestros ejidos, de los cuales carecemos actualmente, siendo por tal motivo precaria nuestra situación y nula nuestra independencia política y social; pues para la atención de nuestras más precarias necesidades nos vemos obligados a enajenar nuestros servicios, por mezquino

170. AHESLP, Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí, número 35, mayo de 1930, p. 269. 171. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «La Parada» Ahualulco, 780, Solicitud, foja 2, Dotación de Tierras, 1924. «Condiciones leoninas» se encuentra a menudo en los discursos del licenciado Soto y Gama, por lo que creo que este machote fue elaborado por él. Discurso en Pinos Zacatecas, el 18 de julio de 1901, en representación del Partido Liberal: «y celebraron tratados de alianza y pactos leoninos de conciliación con el hombre de Tuxtepec». Gómez Gutiérrez, 1978, p. 20. Entrevista del periódico Excélsior con Soto y Gama, 8 de septiembre de 1824. «¿Que entiende usted por agrarismo en México?» «[…] la conquista española, continuada hasta nuestros días en su aspecto esencial por los grandes ocupadores de las tierras, privó al indio, primero, y al indio y al mestizo después, de la posesión de sus tierras ancestrales, y esto mediante actos de fuerza bruta o procedimientos de todo punto inmorales y fraudulentos, como agio escandaloso, contratos leoninos de retoventa, corrupción de jueces y autoridades». Díaz Soto y Gama, 2002, 635.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

83

jornal, a los poderosos terratenientes circundantes y aceptar mal que nos pese, su despótica y humillante tutoría física y moral.172 c) Que, careciendo de tierras propias para satisfacer nuestras necesidades, nos vemos obligados a vender a bajo precio nuestro trabajo y a descuidar la educación de nuestros hijos.173

Esta manera de fundamentar las peticiones fue la que utilizó la gran mayoría de los núcleos de población solicitantes de éste y de los otros municipios del estado, entre ellos, Salinas, Villa de Ramos, Villa de Guadalupe y Cedral.174 La gran parte de los ejidos de Mexquitic obtuvo dotación definitiva el 22 de septiembre de 1929. En cada poblado, el delegado agrario en el estado y el procurador agrario celebraron asambleas parciales en las que se daba posesión de manera legal. En las actas que se levantaron se especificó la superficie total de cada ejido, clasificación, linderos y colindancias, latifundio que fue afectado, cantidad aproximada de dotación individual, entre otros datos.175 Ese día, el presidente Emilio Portes Gil, acompañado del gobernador Saturnino Cedillo, así como de autoridades agrarias, militares y educativas, ante una gran concentración de campesinos en el poblado de Mexquitic, hizo la entrega formal. Las autoridades presentes en este acto, además del presidente de la República y del gobernador del estado, fueron: Marte R. Gómez, secretario de Agricultura y Fomento y presidente de la Comisión Local Agraria; Joaquín A. Amaro, secretario de Guerra y Marina; Ezequiel Padilla, secretario de Educación Pública;

172. RAN, Delegación San Luis Potosí «Ranchería de Guadalupe» Mexquitic, expediente 23/785 legajo 1, Solicitud, foja 0002. 173. Periódico Oficial del 7 de octubre de 1933, donde se publicó la petición de tierras de la fracción de Obregón, Mexquitic, San Luis Potosí. Moreno García, 1980, p. 163. 174. Periódico Oficial de 1923 175. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Actas, fojas 487, 496,548, 523, y 571, Restitución de Tierras, 1921.

84

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Francisco S. Carrera Torres, jefe de operaciones militares en San Luis Potosí; el gobernador de Tamaulipas, el secretario de Comunicación y Obras Públicas, el secretario particular del Presidente de la República, el presidente municipal Pedro Hernández y los integrantes del Comité Particular Administrativo. Durante mucho tiempo, en la memoria colectiva persistió el recuerdo de este acto, pero sólo se tenía presente la asistencia del gobernador. Los ejidos que se formaron a partir de esta fecha y las haciendas que se fraccionaron fueron las que se enuncian en el siguiente cuadro. Cuadro 8. Ejidos de Mexquitic Haciendas Peñasco

Ejidos Moras, Estanzuela, San Pedro Ojo Zarco y Maravillas

San Francisco

El Jaral y Picacho

Valle Umbroso

Corte Primero, Palmar Primero, Palmar Segundo y Ojo de Pinto

La Parada y sus anexos

La Parada, Estancia de Arenal, y Ahualulco

(El Corte y Molino del

(parcial), de Ahualulco.

Carmen)

San Agustín, Ranchería de Guadalupe, Rincón y anexos (El Muerto, Charquillo, Ojo de Agua, Carrizal y El Salto); Ojo Zarco de Arista, Mexquitic (parcial), Milpillas, Temascalillo, Corte Primero y Segundo (parcial)

Cerro Prieto

Morelos, Hidalgo, Obregón, Allende y Cerro Prieto

Bellavista

Picacho y Mexquitic (parcial)

Fuente: RAN, Delegación San Luis Potosí, «Ranchería de Guadalupe», Mexquitic, expediente 23/785, legajo 2, foja 0032-0036.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

85

La mayoría de los ejidos de Mexquitic fue entregada en la fecha mencionada, pero a lo largo de la década de los treinta se formaron otros con los antiguos empleados y peones acasillados en las pocas tierras que les quedaban a las haciendas. Así, surgieron La Parada y San Agustín con tierras pertenecientes a la hacienda La Parada; Obregón y Cerro Prieto, de la hacienda de Cerro Prieto, y el ejido de Valle Umbroso, de la hacienda del mismo nombre. AMPLIACIONES Los trámites para las ampliaciones se iniciaron a partir de 1937. En realidad, era poca la superficie que había para esta acción. Por ampliaciones fueron afectados el rancho Bella Vista y la zona protegida de la hacienda La Parada. En el estado de San Luis Potosí, y en particular en Mexquitic, fue la Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras, emitida por el presidente Plutarco Elías Calles, la que normó las ampliaciones en la década de los treinta. En ella se especifica que las ampliaciones de ejido sólo podrían concederse cuando hubieran pasado diez años a partir de la dotación. Para esta época, los trámites fueron más rápidos. El Comité Particular de Ejidos sería el encargado de seguir todo el proceso, pero entonces auxiliado por el comisariado ejidal. De manera paralela, en el estado existía también la Liga de Comunidades Agrarias, órgano político que proporcionaba información a los campesinos sobre sus derechos. Las ampliaciones no se darían aumentando la superficie de los ejidatarios existentes, sino beneficiando a quienes estuvieren en la lista de espera, que, para mediados de los treinta, ya se sumaban a los que habían alcanzado la mayoría de edad y se encontraban casados. Aun así, el máximo número de beneficiados de antemano se había registrado con la restitución y la dotación en la década de los veinte. La ampliación sólo benefició con superficies poco representativas a un pequeño porcentaje de campesinos.

86

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Al parecer, algunos ejidos pedían la ampliación aun sin haber explotado al máximo lo que ya poseían, pero el personal calificado de las instituciones agrarias del estado, en las revisiones que hacía, encontraba la anomalía de que las tierras cedidas en dotación no se explotaban suficientemente. Estancia de Arenal, beneficiada con terrenos de la ex hacienda La Parada es un ejemplo.176 Con la autorización de las ampliaciones, los latifundios, ya de por sí reducidos, quedaron desmembrados por completo, pues sólo conservaron lo que la ley les concedía: el casco y aproximadamente cien hectáreas. En el caso de La Parada, no se sabe por qué los dueños no reclamaron ninguna superficie, y así quedaron en el abandono todas la instalaciones de sus industrias, las bodegas y las casas habitación (véase en el anexo el plano de la zona de protección y superficie de la ex hacienda La Parada). DEFENSA DE LOS TERRATENIENTES Ante la legación española de la Secretaría de Relaciones Exteriores acudieron los señores Celestino Bustinduí, esposo de Genoveva Gutiérrez Solana, dueña de la hacienda La Parada, y Manuel Villoro, esposo de María Luisa Toranzo, dueña de la hacienda de Cerro Prieto, pidiendo ayuda para que no les fueran afectadas sus propiedades, con el argumento de que tenían establecida infraestructura de mucho costo.177 El cónsul intercedió ante las autoridades competentes, pero no obtuvo una respuesta positiva. Más tarde, se ampararían ante la Suprema Corte de Justicia, con los mismos resultados. Los alegatos que

176. En el oficio donde les comunican el resultado de su petición de ampliación no se especifica en qué consiste el que no las estén explotando en toda su capacidad. Supongo que la persona que fue a inspeccionar se encontró las tierras sin sembrar y los terrenos de agostadero sin ganado. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Estancia de Arenal» Ahualulco, exp.1539, legajo 16, Informe, foja 61, Ampliación de Tierras, 1941. 177. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 45, Restitución de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

87

presentaron los terratenientes durante el procedimiento legal y después del dictamen de la Comisión Local Agraria son de diversa índole: el apoderado de la hacienda La Parada y sus anexos de nuevo centró su argumento en la existencia de obras de gran costo como, sobre todo, la infraestructura hidráulica (presas y obras de canalización).178 Solicitó a la Comisión Local Agraria que enviara a un ingeniero para que elaborase un informe de toda la infraestructura existente, y a la vez contrató al ingeniero agrónomo Simón Anduaga para que hiciera el mismo trabajo.179 Otro argumento fue que las tierras de La Parada que están dentro del pueblo de Mexquitic fueron adquiridas legalmente, desde el momento en que las autoridades municipales aceptaron la redención del censo enfitéutico180 que existió desde principios del siglo XVII hasta el último cuarto del siglo XIX con el entonces dueño, Encarnación Ipiña.181 El ingeniero Simón Anduaga observó que los campesinos interesados en poseer la tierra, o no tenían un verdadero interés por ella o no sabían apreciar el valor de toda la obra material, que había costado mucho trabajo, dinero y esfuerzo construir, pues veía con asombro cómo los de Corte, Justino y Carrizal destruían gran parte de los bordos y zanjas de riego, sin considerar que serían de gran utilidad para ellos cuando fueran ya dueños indiscutibles.182

178. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 45, Restitución de Tierras, 1921. 179. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Informe, foja 290-298, Restitución de Tierras, 1921. 180. Especie de renta anual que se paga por el dominio útil directo de un inmueble o finca, bajo ciertos requisitos que se inscriben en un contrato. Diccionario enciclopédico, 1988, p. 299. 181. En el último cuarto del siglo XIX se redimió el censo enfitéutico. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Dictamen, foja 346 y 379, Restitución de Tierras, 1921. 182. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 290-298, Restitución de Tierras, 1921.

88

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

El de Peñasco se defendió diciendo que esta propiedad no tenía ni había tenido terrenos que pertenecieran a Mexquitic, que tampoco lindaba con esta población, y que no podía haber restitución de ejidos donde no había existido ejido. Hizo una gran disertación sobre la palabra ejido, mostró sus dudas sobre el paleógrafo que validó los títulos del pueblo de Mexquitic y calificó a Soto y Gama como «conocido agitador agrarista que ha venido hace tiempo molestando a los propietarios de este estado, estimulando las ambiciones de los que quieren enriquecerse en lo ajeno sin pagar a sus dueños, labor tanto más vituperable e ilegal cuando se ha hecho con el fin de aprovechamientos políticos».183 También se quejó, por una parte, de que los aparceros invadían los campos de cultivo de la hacienda, y se adueñaban de productos agrícolas como alfalfa, magueyes, etc., y por otra, de los actos vandálicos de los «agraristas» del pueblo de Mexquitic.184 El de Valle Umbroso se abstuvo de presentar los títulos de propiedad aduciendo que no era inmediato colindante; en su lugar, mostró dos actas donde se asentaba que a mediados del siglo XIX los dueños de Bocas llegaron a un acuerdo con los del ayuntamiento de Mexquitic sobre los terrenos que estaban invadiendo, por los cuales se les pagó mil 500 pesos.185 En la fecha en que se llevó a cabo el proceso de restitución, el dueño de la hacienda pretendió fraccionar, y promovió la venta de terrenos con amplias facilidades de pago, resaltando todas sus características, como agua en abundancia, alta fertilidad, cercanía a la capital, facilidad de transporte y otras más.186 De inmediato, el procurador de pueblos protestó, porque precisamente los terrenos 183. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 348, Restitución de Tierras, 1921. 184. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficios, fojas 241, 242 y 331, Restitución de Tierras, 1921. 185. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, copia de escritura, fojas 41, 42 y 43, Restitución de Tierras, 1921. 186. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Volante, foja 201, Restitución de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

89

que se estaban ofreciendo eran los que se debían restituir a los del poblado de Mexquitic, por lo que pidió a la Comisión Local Agraria que se publicara en el boletín oficial la artimaña del señor José A. Domínguez, propietario de la hacienda, para alertar a los posibles compradores, ya que de acuerdo con las leyes agrarias quedaría sin efecto la transacción.187 Por su parte, la dueña de Cerro Prieto expresó, a través de Félix Andrés (apoderado provisional), que había creído innecesario presentar los títulos de propiedad porque eran de indiscutible legitimidad, y que los reclamantes no habían sufrido despojo territorial.188 En septiembre de 1923, los dueños de las haciendas de Peñasco y La Parada se ampararon ante la Suprema Corte de Justicia para que no se les afectaran sus propiedades, demandando a las autoridades agrarias estatales y municipales,189 pero no surtió efecto este argumento legal porque ya estaba resuelto el expediente por el gobernador y por la Comisión Local Agraria. Cuando ya era un hecho la restitución en dotación provisional, pidieron apoyo a la fuerza armada190 y al jefe de policía para detener los repartos y amedrentar a los recientes ejidatarios. El terrateniente más combativo fue Jesús Espinosa y Parra, dueño de la hacienda de Peñasco. Fue en esta zona del municipio donde se verificaron enfrentamientos entre agraristas y una fuerza armada por el hacendado, en los que resultaron lesionados algunos campesinos.191

187. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 201, Restitución de Tierras, 1921. 188. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficio, foja 353, Restitución de Tierras, 1921. 189. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», expediente 23/806, legajo 6, oficio, foja 0178. 190. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», expediente 23/806, legajo 6, oficios, fojas 0456, 0475, 0087, 0088 y 0425. 191. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», expediente 23/806, legajo 6, Telegrama, foja 188.

90

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Desde principios de siglo, los hacendados empezaron a sufrir la falta de dinero.192 Quizá éste haya sido un factor decisivo para no poder armar guardias blancas. También fue de importancia decisiva la falta de apoyo de la Iglesia a los hacendados, como sí sucedió, entre otros, en Guaracha (Michoacán)193 o en Tetillas (Zacatecas),194 donde la amenaza de los sacerdotes o de los grupos religiosos fue de mucho peso para amedrentar a los campesinos peticionarios antes de la época cardenista.

Fotografía 7. Publicación en donde se promueve la venta de terrenos, 1923. Volante emitido por José A. Domínguez para poner a la venta los terrenos del Valle Umbroso antes de que le fueran expropiados para la restitución del ejido de Mexquitic. Fuente: AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., foja 201, Restitución de Tierras, 1921.

192. Lerner, 1989, pp. 23-45. 193. Moreno García, 1980, p. 167. 194. Díaz Alvarado, 1997, p. 235.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

91

LOS PRIMEROS PASOS DEL EJIDO El ejido de Mexquitic, que en ese momento comprendía las tierras entregadas en todo el municipio a 17 fracciones (centros de población), instaló sus oficinas en la ex hacienda del Corte,195 desde donde se dirigieron todos los trabajos de dotación provisional; las oficinas se instalaron ahí, y no en la cabecera municipal, porque desde ese lugar se había iniciado y, posteriormente, dirigido todo el movimiento, pero sobre todo porque de esos rumbos eran los líderes más representativos.196 Desde ahí, la correspondencia que salía y llegaba era más rápida, por la cercanía con la estación de Justino, distante menos de tres kilómetros. También era mucho más fácil y rápido el traslado de cualquier autoridad procedente de la ciudad de San Luis Potosí. La Comisión Nacional Agraria, a través de la circular número 51, estableció que agrónomos regionales, dependientes de ella, encabezarían y llevarían a cabo todas las iniciativas de transformación que fueran necesarias para aumentar la producción en forma colectiva y educar al campesino, sobre todo en su mentalidad: que de individuo acostumbrado a obedecer se convirtiera en un engrane con movimiento propio hacia una conciencia nacional.197 Tal cambio en este ejido no tuvo que esperar hasta la llegada de los maestros enviados por la Secretaría de Educación Pública, pues desde que se le entregaron las tierras en 1923 y con la asesoría de los agrónomos regionales empezaron a ocurrir muchos cambios en la producción, educación y acciones del campesino, que lo llevarían a generar los elementos que lo conducirían a una identificación con los fines que perseguían los gobiernos revolucionarios.

195. RAN, Delegación San Luis Potosí. «Mexquitic», expediente 23/806, legajo 6, Oficios. 196. Anastasio García, Pilar García, Hilario Ramírez, Jacinto Niño, Pablo Balderas, entre otros. Entrevistas con ejidatarios de la zona. 197. Vaughan, 2001, p. 54.

92

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

La Comisión Nacional Agraria, en la misma circular número 51, estipuló un impuesto de 15% sobre la producción que los campesinos deberían pagar. La cantidad recaudada por este impuesto sería enviada en su totalidad a la Comisión Local Agraria, que determinaría el porcentaje que se destinaría al gasto para el desarrollo del ejido, como compra de herramientas para uso colectivo, instalación de cooperativas, etcétera. Cuando ya estaban adjudicadas las parcelas se dieron a la tarea de organizarse para la producción, la educación y la formación de cooperativas. Se compraron para las labores diversos implementos agrícolas, como un carro guayín, palas, escrepas, arados, cadenas de tiro, etcétera. Según las autoridades agrarias, éste fue el primer ejido del estado que se preocupó por adquirir sus implementos agrícolas de manera colectiva;198 así lo manifestó el ingeniero agrario José Polanco en un informe enviado a la Comisión Local Agraria, en el que asentó que adquirían sus implementos con ese 15% del impuesto sobre la producción. Con fondos propios pagaron a una maestra para que enseñara a sus hijos en una escuela que instalaron en la propia hacienda. Andando el tiempo, para orgullo de ellos, les sería otorgado un reconocimiento de parte de las autoridades educativas federales, por ser la primera escuela en todo el país instalada por iniciativa de los miembros de un ejido.199 En junio de 1925, a poco menos de dos años de haber recibido las tierras, una junta educacional convocó, a través de un documento llamado «excitativa», a todos los ejidatarios padres de familia para que juntos sostuvieran las dos escuelas establecidas en el casco de

198. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 6, Informe, fojas 0641 y 0654. 199. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», expediente 23/806, legajo 6, Informe, foja 0645.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

93

la hacienda San José del Corte, en Corte Segundo, Mexquitic. Dicho documento está firmado por los representantes de la Junta Educacional y el Comité Particular de Ejidos, así como por ciento veinte ejidatarios más. Esta excitativa fue utilizada por la Comisión Local Agraria como ejemplo para otros ejidos en el estado. Crearon también una cooperativa agrícola de 1 146 socios200 para adquirir yuntas de bueyes para trabajar las tierras, imponiéndose la cantidad de diez pesos por socio, lo que les daba derecho a utilizar las yuntas de manera gratuita; los que no eran socios pagarían una cuota asequible para utilizarlos. También, con la asesoría de los ingenieros, un grupo de personas se organizó para instalar una fábrica de jabón; para lo cual compraron todos los implementos necesarios para su elaboración.201 Se supone que eligieron esta industria porque desde antes los dueños de la hacienda producían jabón, de lo cual se infiere que ya contaban con ciertos conocimientos al respecto. Para conservar y tener un aprovechamiento racional de los cultivos de perennes, como alfalfa, uvas, peras, manzanas y duraznos que habían dejado los hacendados del Corte y La Parada, fueron asesorados por un ingeniero enviado de la Comisión Local Agraria. La importancia de esto radica en que había una superficie considerable y una fuerte inversión en esos cultivos que si se dejaban a la deriva o en manos de los campesinos hubiera significado una gran pérdida. El profesionista en cuestión elaboró un proyecto para que los ejidatarios trabajaran en forma colectiva, regando, podando, empacando y trasladando la producción a la ciudad de San Luis Potosí para su comercialización. Sólo en La Parada había más de 1 700 plantas de vid y seis hectáreas de los otros frutales.202 200. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, Acta, foja 0520. 201. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 10, Oficio, foja 0293. 202. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, Informe, foja 0645.

94

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Fotografía 8. Publicación en donde se promueve la educación, 1925. Carta enviada a la Comisión Local Agraria por la Junta Educacional y por el C. Pedro Hernández, presidente del Comité Particular de Ejidos de Mexquitic. El documento es un ejemplo de la promoción y apoyo a la educación por parte de los ejidatarios del lugar, quienes pretendían que todos los nuevos posesionarios de tierra en el estado se organizaran de igual manera. Fuente: RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», expediente 23/806, legajo 6, acta, foja 0682.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

95

CAPÍTULO IV REPARTO AGRARIO EN LA HACIENDA LA PARADA SITUACIÓN DE LA HACIENDA Y ACTIVIDADES PRODUCTIVAS EN LOS AÑOS PREVIOS AL REPARTO En los años en que se iniciaron los trámites de restitución y dotación de tierra para los habitantes de Mexquitic, la hacienda La Parada con sus anexos, El Corte y Molino del Carmen, pertenecían a la señora Genoveva Gutiérrez Solana e Ipiña de Bustinduí.203 Eran el legado de

Fotografía 9. Entrada principal de la ex hacienda La Parada, 2003. En segundo plano se aprecian las 12 bodegas o trojes, con capacidad para almacenar 100 mil fanegas de maíz. Fuente: Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ). 203. Desde que murieron Petronila Ipiña y Tomás Gutiérrez Solana, Genoveva, hija única y dueña de La Parada, se fue a radicar a España. Cabrera Ipiña, 1978, p. 118. En la mayoría de los documentos consultados relativos al reparto agrario, el domicilio de la dueña de esta hacienda se sitúa en San Sebastián, España. La representaron en México su esposo, Celestino Bustinduí, y su apoderado, Félix Andrés. Por lo que a partir de 1904 la explotación directa de la hacienda quedó bajo los empleados. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, Mexquitic, Restitución de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

97

sus padres, Petronila Ipiña de la Peña y Tomás Gutiérrez Solana. De ella recibió La Parada, y de don Tomás, El Corte y Molino del Carmen. La extensión total de la propiedad era de 20 999 hectáreas.204

Fotografía 10. Iglesia de la ex hacienda La Parada, 2003. Fuente: Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ).

La infraestructura de la hacienda La Parada, producto de más de tres siglos de trabajo, era muy extensa y variada. El casco constaba de importantes construcciones en diferentes áreas: la iglesia, las doce trojes, el edificio que servía para producir el sebo extraído de las cabras, llamado La Matanza; el túnel excavado para trasladar y almacenar el agua de la pequeña presa anexa; las dos casas habitación, la grande y la chica, la primera construida por Encarnación Ipiña en el último 204. AHESLP, Protocolos del notario Jesús Meléndez, 20 de noviembre de 1903 y 8 de julio de 1904.

98

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

tercio del siglo XIX, y la segunda por los jesuitas, probablemente en el siglo XVII.

Fotografía 11. «La Matanza», 1998. Lugar destinado al sacrificio de ganado menor para la extracción de sebo. Fuente: Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ).

En las inmediaciones del casco había otras construcciones: la fábrica de mezcal llamada La Cruz, enorme complejo de edificios; el jacalón, que en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX sirvió para almacenar los productos destinados a la venta, así como la vía angosta que comunicaba la línea del ferrocarril San Luis PotosíAguascalientes al casco de la hacienda del Corte (véase en el anexo el plano de la zona de protección y superficie respetada de la ex hacienda La Parada).

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

99

Fotografía 12. Fábrica de mezcal La Cruz, 2003. Una parte muy importante del ingreso de la hacienda procedía de la fabricación de mezcal. Fuente: Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ).

La infraestructura hidráulica, construida en su mayor parte por Encarnación Ipiña, consiste en un enorme complejo de muchos kilómetros que abarca presas, canales, acequias, puentes, sifones y bordos de contención y protección. La obra principal, construida a 12 kilómetros al suroeste del casco, es la presa de Santa Genoveva, que en sus inicios tenía capacidad de almacenamiento de diez millones de metros cúbicos (véase en el anexo el plano de la hacienda). También los canales que desde San Agustín distribuían el agua a todas las superficies de riego que se extendían desde ahí hasta la hacienda del Corte; y las presas de almacenamiento y derivadoras sobre el río La Parada, que de poniente a oriente eran El Rodeo, San Ignacio, San Francisco, San José, Purísima, Carrizal y del Común (Peñitas). Había otras presas también en arroyos dentro de los límites de la propiedad.205

205. En el apéndice se encuentra un inventario de las obras de irrigación con las que contaba la hacienda antes del reparto de tierras. Gracias a esta estructura hidráulica es posible la explotación de las tierras dotadas a los campesinos. RAN., Delegación San Luis Potosí. «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, Informe, fojas 0064-0069.

100

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Fotografía 13. Presa de Santa Genoveva, 2002. Terminada en 1892. Tenía capacidad de almacenamiento de 10 millones de metros cúbicos y regaba una superficie de 753 hectáreas. Fuente: Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ).

Fotografías 14 y 15. Canales de riego, 2006. Muestra de la enorme infraestructura hidráulica. Fuente: Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ).

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

101

Cuadro 9. Clasificación de terrenos Uso

Hectáreas

Cerril improductivo

12 218-90

Cerril agostadero

4 550-00

Cultivo de temporal

477-50

Cultivo de riego

753-00

Total

17 999-40

Fuente: RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», expediente 23/806, legajo. 8, fojas 286-287.

Las actividades ganaderas, a finales del siglo XIX, habían configurado un rubro muy importante, puesto que había qué surtir de materia prima (ganado menor) a La Matanza, pero en los últimos años de la hacienda, a consecuencia de la poca demanda de sebo en el mercado, había descendido mucho la población, sobre todo de cabras y ovejas, 1 500, aproximadamente. De ganado mayor, dada la importancia de la agricultura, el que existía estaba destinado a efectuar estas labores; había 40 burros, 20 caballos, 65 mulas y 150 bueyes. Se contaba con 150 vacas, pero no se especifica si eran para producción de leche, venta o consumo interno; también había 70 puercos (véase en el anexo el inventario de bienes de la hacienda La Parada que Petronila Ipiña heredó a su hija).206 A juzgar por la infraestructura hidráulica, las actividades agrícolas eran la espina dorsal. Había 753 hectáreas de riego, mayor cantidad que de las de temporal, que nada más eran 477.50.207 En las tierras de riego se sembraba maíz, frijol, trigo y chile, pero además había 206. AHESLP, Registro Público de la Propiedad y el Comercio, Protocolos del Notario Jesús Meléndez, 20 de noviembre de 1903. 207. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 8, foja 286 y 287.

102

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

extensiones considerables de alfalfa y frutales como vides, peras, manzanas y duraznos.208 En las tierras de temporal se sembraba maíz, frijol y calabaza, pero a diferencia de las de riego, que eran sembradas directamente por parte de la hacienda, las explotaban mediante aparceros. Un inventario de 1903 en el que se enumeran sembradoras, segadoras, desgranadoras, etc., evidencia que esta hacienda era una de las más tecnificadas209 (véase en el anexo el inventario de bienes de la hacienda La Parada que Petronila Ipiña heredó a su hija), pues por el mismo tiempo, la hacienda El Moral, en Chalco, Estado de México, poseía maquinaria similar a la de La Parada, a pesar de que sus terrenos de agricultura eran 75% más extensos.210 A las actividades agrícolas y ganaderas de la hacienda se sumaban las industriales, consistentes en la elaboración de mezcal, con dos fábricas funcionando; la elaboración de jabón, y la producción de queso de vaca, aun en ciernes. TRABAJO Y VIDA COTIDIANA EN LA PARADA De acuerdo con los datos de los censos agrícola y general de las comunidades que quedaron dentro del territorio de la hacienda, incluidas las mujeres, los niños y los empleados de mayor confianza, alrededor de trescientas personas estaban en la categoría de trabajadores permanentes. De los trabajadores eventuales es difícil calcular el número. Los arrendatarios o medieros eran aproximadamente cien, que sembraban 500 hectáreas de temporal distribuidas en

208. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, foja 0645. 209. AHESLP, Registro Público de la Propiedad y el Comercio, Protocolos del Notario Jesús Meléndez, 20 de noviembre de 1903. 210. Maquinaria que poseía la hacienda del Moral: una trilladora, una segadora, una desterronadora y una sembradora. Tortolero, 1995, pp. 231-233.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

103

tres lugares: Granadillos, Clavellinas y el Arenal.211 Algunos de los peones permanentes eran a la vez aparceros. Las jornadas de trabajo a las que eran sometidos todos los trabajadores eran aproximadamente de doce horas diarias.212 Era común que los niños pequeños no conocieran a sus papás debido a que éstos salían de casa muy temprano y regresaban avanzada la noche.213 Para con los empleados permanentes existían diferencias de trato de acuerdo con las actividades que realizaban; a los empleados domésticos se les asignaban tareas livianas, tenían mejor comida y no estaban expuestos a la intemperie; los pastores y monteros, a pesar de vivir en jacales construidos provisionalmente, tenían la compensación de poder alimentarse con leche y queso. Los que realizaban el trabajo más pesado eran quienes trabajaban en las labores de agricultura, por estar expuestos a las inclemencias del tiempo, y por estar supeditados de un modo directo al trato cruel de los capataces.214 Había otro grupo pequeño de trabajadores especializados, como carpinteros y herreros, que se dedicaban a tareas específicas: construcción de camas, puertas, arados y herramientas para el desarrollo de las labores agrícolas. Los trabajadores eventuales vivían en núcleos de población fuera de los terrenos de la hacienda.215 Eran empleados únicamente en las épocas en que aumentaba el trabajo, como cuando se necesitaba preparar la tierra, sembrarla y levantar la cosecha. Fuera de esa temporada, se dedicaban a otras actividades tales como la jarciería,

211. Informe del Ing. Simón Anduaga, sobre la situación de la hacienda La Parada. AHESLP, Comisión Agraria Mixta. «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Informe, fojas 290-298, Restitución de Tierras. 212. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 1, oficio, foja 0121. 213. Entrevista con la señora Rebeca, originaria de Rincón de San José, agosto de 2006. 214. Entrevistas con Regino y Agustín, originarios de los ejidos Ranchería de Guadalupe y San Agustín, respectivamente, agosto de 2006. 215. Fuera vivían los de Rincón, Mexquitic y Milpillas, de los que salieron beneficiados con la desintegración del latifundio.

104

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

elaboración de mezcal, cal y carbón, producción que vendían en la capital del estado. Pero aun así, sus ingresos no eran suficientes para solventar sus gastos primordiales,216 lo cual se confirma con la migración, que data de la octava década del siglo XIX, hacia la próspera región lagunera, de donde procedía buen porcentaje del ingreso.217 Como dato, después de los inicios de la década de los veinte, la afluencia a dicha región no disminuyó con la posesión de la parcela, sino que se justificó como manera de adquirir los aperos de labranza de los que carecían, como arados y guarneces y animales como mulos. En la época en que inició el reparto agrario, el salario que se le pagaba a la mayoría de los trabajadores era de 35 centavos mínimo, y de 75 máximo; pero no lo recibían en efectivo, sino en especie: maíz, frijol, velas, jabón, manta, suelas para huaraches y sombreros. Para pagar productos en diversos establecimientos, por ejemplo en las pulquerías, utilizaban como moneda los productos recibidos en la tienda de raya, como el jabón, el cual era regresado por el pulquero a la tienda de raya a cambio de algún otro producto.218 Del robo de maíz y elotes, que en los relatos de los ancianos se repite constantemente, se deduce que el sueldo recibido era insuficiente para alimentarse. Para tener dinero en efectivo, los peones tuvieron que aceptar la trampa tendida por el hacendado: únicamente las labores realizadas en domingo eran pagadas. Así que sólo recibían 25 centavos en metálico, y quién sabe por qué macabra coincidencia a esas labores dominicales se les llamaban «valentías». Las viviendas de los peones permanentes eran proporcionadas por los mismos hacendados; éstas consistían en dos habitaciones, construidas de adobe, con techo de material perecedero (pencas de 216. En la mayoría de las entrevistas, las personas dejan ver que los peones libres o temporales envidiaban la posición de los permanentes por tener segura la alimentación. 217. Entrevista con Ramón, originario del ejido de Rincón de San José, agosto de 2006. Se dedicaban a diversos trabajos agrícolas, sobre todo a la pizca del algodón. 218. Entrevista con Regino, del ejido de Ranchería de Guadalupe, agosto de 2006.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

105

maguey, palma y sotol) y piso de tierra; una servía de dormitorio y la otra de cocina.219 En la comunidad de Ranchería de Guadalupe todavía se aprecian algunos muros ruinosos, vestigios de aquellas viviendas. La alimentación consistía, para la hora de la comida, en dos gordas con frijoles y chile, y al regresar de sus labores, en un plato de frijoles cocidos y tortillas. Esto componía la dieta de la familia, y no en abundancia. Cuando era tiempo de lluvias, comían quelites, verdolagas, nopalitos y tunas que recolectaban. Algunas veces, entre los productos para comer, se les vendía chicharrón de carne de ganado menor que se freía ahí mismo y del cual sólo se utilizaba el sebo para la elaboración del jabón y velas.220 El mobiliario era igual en todas las viviendas; en la cocina había unos tenamastes221 para colocar las ollas en que cocían los frijoles y el nixtamal, un comal y un metate; en el dormitorio, un petate que a veces era sustituido por un cuero crudo de chivo, borrego o puerco, y para cobijarse una o, a lo mucho, dos cobijas. Era costumbre que niños y adultos durmieran juntos, pues sólo transmitiéndose mutuamente calor podían suplir las cobijas.222 La tradición cuenta que en algunas viviendas había un pozo en el que ocultaban olotes y hojas, es decir, la evidencia de las mazorcas y elotes que se robaban, pues, sin respeto a su privacidad, el hacendado tenía empleados cuya labor consistía en penetrar en lo más íntimo de la vivienda con la finalidad de descubrir todas estas sustracciones, que sabía eran comunes. Está de más decir que los infractores eran castigados con severidad. El vestuario de todos los miembros de la familia era confeccionado por la esposa y las hijas del trabajador; las telas que utilizaban eran 219. Entrevista con Ramiro, del ejido de Ranchería de Guadalupe, agosto de 2006. 220. Entrevista con Horacio, del ejido de Rincón de San José, septiembre de 2006. 221. Piedras en número de tres que sirven como soporte para colocar encima de ellas el recipiente en el que se cuecen los alimentos. 222. Entrevista con Rebeca, del ejido de Rincón de San José, septiembre de 2006.

106

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

manta blanca y trigueña, percal, barragana, cambaya, y dril de algodón o de lino. El material se les vendía en la tienda de raya (véase en el anexo el inventario de bienes de la hacienda La Parada que Petronila Ipiña heredó a su hija). El hombre vestía calzón sujetado en la cintura por una faja llamada patío (lienzo cuadrangular que doblado en diagonal servía como faja) y camisa, todo de manta; calzaba huaraches confeccionados por él mismo, y para cubrirse del sol usaba sombrero de palma. La mujer acostumbraba vestir falda amplia y larga, y una blusa que, al igual que la camisa del hombre,223 era de manta o de cualquiera otra de las telas mencionadas. Los ancianos platicaban que los peones no podían usar pantalón porque no era posible adquirirlo con lo que ganaban, y si alguno lo usaba, de inmediato se sospechaba que robaba a la hacienda.224 EJIDOS QUE SE FORMARON CON EL FRACCIONAMIENTO DE LA HACIENDA Con la reconstrucción del ejido de Mexquitic, La Parada tuvo una afectación de 5 891 hectáreas en total, de las cuales 4 715 fueron para el municipio de Mexquitic y 1 758 para el de Ahualulco.225 Las tierras laborables eran pocas y fueron repartidas de manera inequitativa. El Comité Particular Administrativo de Ejidos, la autoridad para todo el municipio, no tenía la capacidad suficiente para resolver la infinidad de problemas que surgían a cada paso durante el proceso del reparto provisional; por ejemplo, había personas a quienes se había dotado sólo de un surco, en tanto a otras, de dos hectáreas; a unas de medio riego, y a otras de temporal, por lo que al poco tiempo se suscitaron quejas y pleitos entre los beneficiados.226 Éstas y otras son 223. Entrevista con el señor Paulino, del ejido de Rincón del Porvenir, agosto de 2006. El número de prendas de vestir era mínimo. 224. Entrevista con el señor Regino, del ejido de Ranchería de Guadalupe, agosto de 2006. 225. AHESLP, Comisión Agraria Mixta,«Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, foja 451, Restitución de Tierras, 1921. 226. RAN, carpeta «Mexquitic», exp. 23/806, legajo 6, fojas 0645, 0578, Dotación de Tierras, 1921. «Acuden todos los días de la semana sin faltar un solo día a la delegación se les remedie, la falta de tierras».

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

107

las consideraciones que tomaron en cuenta las autoridades estatales para hacer un nuevo proyecto de reparto que individualizara cada una de las 17 fracciones que estaban integradas en un solo ejido. Del fraccionamiento de esta hacienda, en total surgieron doce ejidos: cuatro iniciaron trámites en 1924 y los terminaron en 1929, con la resolución de dotación definitiva otorgada por el presidente Emilio Portes Gil. Otros cinco iniciaron trámites en diferentes fechas; de éstos, uno obtuvo la dotación definitiva en 1930, y los otros tres en 1937; nueve ejidos obtuvieron la superficie total, y tres parcial. En la década de los treinta, la mayoría de ellos tramitó ampliación, la cual obtendrían de la zona de protección de la hacienda en diferentes fechas y proporciones. La mayor extensión de las tierras cultivables y el casco de la hacienda se ubican en la jurisdicción del municipio de Ahualulco (véase en el anexo el plano de la hacienda La Parada), pero la mayoría de los beneficiarios de la dotación de parcelas ejidales fueron del municipio de Mexquitic. Cuadro 10. Ejidos creados a partir del reparto agrario de la hacienda La Parada Ejido

Núm. de personas beneficiadas

Superficie en dotación definitiva (ha)

Año de dotación provisional

Año de dotación definitiva

Superficie en ampliación

Año de ampliación

La Parada (Ahualulco)

82

1 233

1930

1934

550

1937

Estancia de Arenal (Ahualulco)

66

1 383

1937

1938





Temascalillo

31

150

1939

1938





San Agustín

33

1 483

1937

1937





Ranchería de Guadalupe

120

976

1923

1929

578

1937

108

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Rincón (Rincón del Porvenir)

293

2 130

1923

1929

558

1937

Ojo Zarco de Arista

81

3 254

1933

1937





Mexquitic

87

698

1923

1929

118

1940

Milpillas

66

481

1923

1929





Ahualulco



1 715

1925







Corte Primero



382

1923







Corte segundo



246

1923







859

14 131

Total

1 804

Fuente: AHESLP y RAN, carpetas de Dotación y Ampliación de Tierras de cada ejido y Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí. (El asterisco doble se refiere a los ejidos que obtuvieron superficie parcial, por lo que es difícil saber cuántos beneficiarios fueron.)

Las cuatro fracciones que serían dotadas con terrenos de la hacienda La Parada y que pertenecían al municipio de Mexquitic son: Ranchería de Guadalupe; Rincón (con sus anexos: el Muerto, Charquillos, Ojo de Agua, El Salto y Carrizal); Milpillas, y la cabecera municipal. Estas fracciones iniciaron sus trámites incluidas en una sola solicitud de todo el municipio y después de forma independiente. Las otras localidades pertenecientes al municipio de Mexquitic que fueron dotadas con terrenos de esta hacienda son: Ojo Zarco de Arista, que inició los trámites en 1933; San Agustín, en 1935, y Temascalillo, en 1939 (véase el cuadro 10). PROCESO LEGAL DE LA ENTREGA DEFINITIVA DE LAS TIERRAS De los ejidos antes mencionados, tomaré a Ranchería de Guadalupe y Rincón para ejemplificar cómo se desenvolvió el proceso legal de la dotación de tierras en la década de 1920-1930, y la de San Agustín en la

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

109

década 1930-1940, así como algunas particularidades de los ejidos de Rincón y La Parada, que no deben pasar inadvertidas por novedosas, absurdas o peculiares. Ranchería de Guadalupe Esta ranchería inició los trámites en 1921 junto con las otras fracciones del municipio.227 Existen varias peticiones de solicitud de tierras; la primera fue manuscrita en 1922 por uno de los habitantes, seguramente; en ella se exponen los motivos de sus demandas: carencia de tierras para cultivo, aparcería en condiciones leoninas y el derecho que les confería la ley del 6 de enero de 1915. Hay otras peticiones de 1924 y 1927, para las cuales ya se utilizaban machotes elaborados por las autoridades agrarias, en los que sólo se agregaban los datos específicos de cada lugar, como el nombre del núcleo de población, el municipio, la categoría política, los límites, la superficie de la propiedad que resultaría afectada, el número de jefes de familia y la firma de los integrantes del Comité Particular Ejecutivo o encargados. El primer Comité Particular Ejecutivo fue integrado por Hipólito Rivera, presidente; Mateo Palacios, primer vocal, y Carmen Nieto, segundo vocal.228 A los integrantes de estos comités se les expedía un nombramiento firmado por el gobernador para que realizaran sin trabas sus tareas de organización en el núcleo de población; y fueron la primera autoridad en tal nuevo régimen de vida.

227. Cuando iniciaron los trámites de petición de tierras, el municipio enlistó 17 fracciones, una de ellas Guadalupe; tiempo después iniciarían sus trámites independientemente con el nombre de La Parada, Mexquitic, y fue en 1926 cuando en asamblea decidieron el nombre que lleva en la actualidad. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, Ranchería de Guadalupe (antes La Parada) «Mexquitic», expediente 780, legajo 20, foja 33, Dotación de Tierras, 1924. 228. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, Ranchería de Guadalupe (antes La Parada) «Mexquitic», expediente 780, legajo 20, oficio, foja 5, Dotación de Tierras, 1924.

110

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Fotografía 16. Hipólito Rivera, líder agrario de Ranchería de Guadalupe. Fuente: Archivo del Profr. J. León Palacios Silos.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

111

Éste era uno de los ejidos con mejor organización, pues en los documentos de la carpeta de Dotación de Tierras no hay una sola queja en contra del comité o entre ejidatarios, quizá porque pertenecía a este lugar el C. Hipólito Rivera, líder agrario de la región. Sin embargo, se tenían problemas con los ejidos del Rincón y, más tarde, con La Parada, Ahualulco, por los límites de las tierras asignadas. El siguiente paso del proceso de dotación fue levantar el censo general y agrícola con la finalidad de obtener el número de solicitantes de tierra, para lo cual era necesario contar con tres representantes: de la Comisión Local Agraria, de los habitantes y del ayuntamiento. Tales representaciones recayeron en Hipólito Rivera, Sixto Rangel y José Inés Gallardo. El censo consta de ocho fojas doble carta, no son formatos impresos, y la fecha en que termina es el 22 de agosto de 1924. Entre los datos que había que recoger y asentar estaban el número progresivo, el número de jefes de familia, el nombre, el estado civil, el sexo, la edad, la ocupación, el número de cabezas de ganado en propiedad y cantidad en litros de siembra, dentro o fuera del ejido.229 Después de haberse realizado la dotación provisional, los habitantes se adelantaron y tomaron a viva fuerza tierras que todavía estaban en posesión de la hacienda para sembrarlas, amparándose y amparándolos las autoridades estatales con el decreto 75,230 en cuyo artículo primero dice: «Cuando alguno de los poblados comprendido en el artículo primero del Reglamento Agrario Federal del 19 de abril de 1922, hiciere petición de tierras por restitución y dotación, se considerarán prorrogados los contratos de aparcería que los vecinos tuvieren en la fecha de la petición».231 Pero éstas eran tierras de riego 229. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, Ranchería de Guadalupe (antes La Parada) «Mexquitic», número 780, fojas 23-30, Dotación de Tierras, 1924. 230. «El Rodeo no pertenece a tierras ejidales, los agraristas la trabajan y ofrecen el 15%». AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», Oficio, foja 436, Restitución de Tierras, 1921. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta «Mexquitic» Mexquitic, expediente 23/806, legajo 8, Oficio, foja 279. 231. AHESLP, Colección de Leyes y Decretos, Artículo 10 del Decreto 75°.

112

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

y las que el hacendado daba en aparcería eran las de temporal. Existe una queja del administrador de la hacienda, Natalio Rodríguez, dirigida a la Comisión Local Agraria, en la que pide «que los ejidatarios se abstengan de ejercer cualquier acto de dominio en los terrenos no afectados de la hacienda La Parada».232 La Comisión Nacional Agraria encargó al ingeniero Matías Eslava que, simultáneamente al censo, levantara el plano de la superficie donde se había proyectado el ejido. Concluido el censo, debía enviarlo a los propietarios de la hacienda para su revisión y objeciones. En el caso de este lugar, el apoderado de la dueña de la hacienda señaló que ésta no estaba abandonada como se estaba mencionando en toda la documentación, que tenía un encargado, de nombre Felipe Martínez; que varias de las personas censadas ya eran ejidatarios de Mexquitic y sembraban en los potreros llamados Ranchito, Tanquito y Milpa Nueva; que 12 personas no vivían allí; que La Parada pertenecía al municipio de Ahualulco, cuando los solicitantes eran del municipio de Mexquitic; por último, que el tiempo para la revisión era muy corto (10 días), por lo que pedía prórroga.233 En la defensa, el encargado de la hacienda, Félix Andrés, presentó declaraciones de dos testigos, Eduardo M. Ramos y Miguel A. Palomo. Las preguntas fueron hechas por el procurador de pueblos, Francisco Alfonso Salinas, y casi todas se referían a las condiciones de la finca en esa fecha, a sus actividades económicas y sociales, a los servicios que brindaba, los sueldos que se pagaban al personal que ahí laboraba, etcétera. A gran número de preguntas los testigos contestaron que no sabían; las que sí respondieron coincidían en que la finca no había sido abandonada y que tenía un encargado, el señor Felipe Martínez, que recibía órdenes del apoderado y del administrador, y que los 232. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «La Parada» Mexquitic, expediente 780, legajo 20, sin foja entre la 30 y 31, Dotación de Tierras, 1924. 233. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «La Parada» Mexquitic, expediente 780, legajo 20, Oficio, fojas 14-15, Dotación de Tierras, 1924.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

113

solicitantes habían sembrado en Tanquito, Ranchito y Milpa Nueva. Por las contestaciones de los testigos, el procurador de pueblos expresó que los terratenientes los habían aleccionado.234 Por acuerdo de asamblea, los habitantes decidieron cambiarle el nombre a esta localidad: de entonces en adelante se llamaría Guadalupe, en lugar de La Parada Mexquitic o La Parada Ahualulco, como se venía utilizando indistintamente en los documentos.235 Por medio de un oficio, notificaron a las autoridades agrarias y al gobernador para que se hicieran los cambios correspondientes en su expediente. El presidente de la Comisión Local Agraria, Hilario Delgado, le notificó al presidente del Comité Particular Ejecutivo, Hipólito Rivera, que con fecha 26 de mayo de 1926 quedaba cancelado el expediente de La Parada Ahualulco. Cuando iniciaron los trámites de dotación de tierras, los habitantes de este lugar utilizaron la categoría política «casco de hacienda». A finales de 1927, cuando el gobernador del estado era Abel Cano, ante la XXIX Legislatura del Congreso Constitucional, los interesados tramitaron su categoría política, y en el decreto número 212 se les otorgó la de «ranchería»236 con la cual adquirieron capacidad jurídica, un requisito del Reglamento Agrario. Con el nombre y requisitos necesarios, otra vez iniciaron todos los trámites para la dotación ejidal. A principios de 1927, entregaron su petición de tierras al gobernador; ésta fue enviada a la Comisión Local Agraria para que se instaurara el expediente y se mandara publicar en el periódico oficial.237

234. «La Parada y Cerro Prieto testimoniales acordes a los dueños por lo que la información carece de consistencia y valor probatorio se ve como un favor de amigos a los dueños». AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», Dictamen, foja 395, Restitución de Tierras, 1921. 235. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «La Parada» Mexquitic, expediente 780, legajo 20, Oficio, foja 34, Dotación de Tierras, 1924. 236. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Guadalupe» antes La Parada Mexquitic, expediente 785, legajo 21, Oficio, foja 4, Dotación de Tierras, 1927. 237. AHESLP, Secretaría General de Gobierno, Periódico Oficial del Estado de San Luis Potosí, 21 de abril de 1929, p. 53.

114

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

En la solicitud de 1924, sólo seis personas firmaron de su puño y letra, y los nombres de 53 están escritos en un solo tipo de letra. Tres años después, ya la firmarían 25, lo que significa que en ese tiempo habían adquirido más confianza en el proceso y en los líderes, pues además hay una nota que dice: «Aruego [sic] de los que no sabemos firmar lo hacen Télesforo Gallardo y Ruperto García»,238 y en seguida están los nombres de 109 personas. Se deduce, de paso, que sólo 25% sabía leer y escribir. El proyecto de ejido de las 17 fracciones del municipio se realizó en forma conjunta, aunque los trámites de cada una se hicieran de manera independiente. Se afectarían las haciendas cercanas y los terrenos del pueblo de Mexquitic (tanto comunales como administrados por el Gobierno, y ya cuantificadas las superficies, dio un total de 35 682.89, que se distribuirían entre los 3 969 individuos con derecho a dotación. Cuadro 11. Superficie total de afectación Terrenos afectados

Hectáreas

A las haciendas

31 068.40

Terrenos propios del pueblo Terreno comunal Superficie total por distribuir

1 609.11 3 005.38 35 682.89

Fuente: AHESLP y RAN, Comisión Agraria Mixta, carpetas de Dotación y Ampliación de Tierras de cada ejido y Periódico Oficial del Gobierno de San Luis Potosí.

Para esta propuesta de dotación de tierra se tomaron como base los artículos 8, 10, 11 y 12 del Reglamento Agrario del 10 de abril de 1922, en los que se establecen los requisitos que debe reunir el

238. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Guadalupe» antes La Parada Mexquitic, expediente 785, legajo 21, Solicitud, foja 2, Dotación de Tierras, 1927.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

115

solicitante. La parcela tendría una extensión de acuerdo con el tipo y calidad de terreno: en donde hubiera riego sería de tres hectáreas, donde no lo hubiera, de seis, y en terreno cerril de 12 hectáreas, pero los beneficiados llegaron al acuerdo de que recibirían una hectárea de terreno de riego, una superficie indeterminada de temporal y el agostadero (loma y cerro) quedaría para explotación colectiva.239 Cuadro 12. Proyecto de dotación para el ejido de la Ranchería de Guadalupe De donde se tomaría el terreno para la dotación Cerril comunitario Riego La Parada Cerril La Parada Total

Hectáreas de acuerdo con el uso del suelo

Hectáreas por persona

Parcelas

87.04

12

7.32

102.54

3

34.18

894.00

12

1 083.58

74.50 116.00

Fuente: RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta «Ranchería de Guadalupe» Mexquitic, expediente 23/785, legajo 2, Proyecto de Dotación, foja 0032-0038.

El 22 de septiembre de 1929 se dio la posesión definitiva a este ejido y a todos los de Mexquitic que habían iniciado trámites más o menos en la misma fecha, en un acto en la plaza pública de la cabecera municipal, como se menciona en el capítulo anterior. Con esta 239. Ley del Patrimonio Ejidal de 1925: «De hecho la enorme mayoría de los pueblos dotados ha adoptado el sistema de hacer, por medio de sus comités administrativos, una repartición en las tierras de cultivo, y de explotar en común las otras tierras del ejido, como pastizales montes y aguas». Ekstein, 1978, p. 52. En este aspecto fueron vagos los informes hasta 1944. El proyecto de separación del ejido El Carrizal especifica que se les repartió una hectárea de riego y aproximadamente dos de temporal. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 1, Informe, fojas 0348-0353. En el país, en 1960, 10% de los ejidatarios poseía una hectárea de labor. Reyes, 1979, p. 57.

116

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

acción agraria se beneficiaron los 116 individuos censados. Previo a la redacción del acta de entrega definitiva se integró el Comité Particular Administrativo, autoridad encargada de asignar las parcelas a los beneficiados y de cobrar el impuesto de 15% estipulado por la Comisión Nacional Agraria.240 Años más tarde, el 28 de agosto de 1937, después de tres años de trámites, recibieron en ampliación 568-80-00 hectáreas, tomadas de la zona de protección y superficie respetada del casco de la hacienda La Parada. La mayoría del terreno era de agostadero para uso común, cinco parcelas individuales y la parcela escolar.241 Organización interna Desde años anteriores, con la dotación provisional, en 1923, una nueva forma de vida inició para esos habitantes que ya no estaban sujetos a un patrón ni contaban con tienda de raya, aunque tampoco con salario fijo. Partiendo de la nada, tendrían que ir formando sus estructuras de organización y de adquisición de bienes de consumo y de servicios. Los productos agrícolas que cultivaban los nuevos dueños eran los tradicionales: maíz, frijol y calabaza, pero a medida que pasaba el tiempo, se dieron cuenta de que no eran todo lo redituable que ellos esperaban, y fueron cambiando poco a poco hacia la horticultura. El dato más antiguo de esta evolución no se encontró en el expediente del ejido de Ranchería, sino en el de Carrizal, distante cuatro kilómetros. En un informe rendido por el ingeniero comisionado para llevar a cabo la división de algunos ejidos, se lee que este ejido se dedicaba a la explotación de hortalizas, como repollo, chícharo, cebolla, ajo,

240. En la Circular número 51 de la Comisión Nacional Agraria se estipuló que los ejidos deberían pagar 15% de las cosechas y productos obtenidos en el ejido; esos fondos deberían entregarlos a la Comisión Local Agraria. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «Mexquitic» Mexquitic, expediente 23/806, legajo 8, Oficio, foja 004. 241. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Ranchería de Guadalupe», Mexquitic, expediente 25/786, legajo 2, Informe al Expediente Instaurado, foja 0060.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

117

legumbres y fruta, productos que, transportados en burro, llevaban a vender a San Luis Potosí. El mismo ingeniero señaló que el ejido estaba llamado a ser gran productor de hortalizas.242 La función de la parcela escolar sería la de complementar con su cosecha la alimentación de los maestros, un elemento más que contribuiría a arraigarlos en la comunidad según la ideología de los gobernantes, debido a que veían en ellos los pilares para la educación y el desarrollo del país.243 Los padres de familia eran los encargados de todas las labores para hacerla producir. Cualquier necesidad, la más simple, se solucionaba mediante un proceso que iniciaba con la solicitud a las autoridades ejidales, proseguía con el envío de ésta a la Comisión Local Agraria o a la Comisión Agraria Mixta, las cuales, a su vez, las canalizaban a la dependencia correspondiente. En la carpeta de este ejido se encuentran solicitudes de material escolar y para construir aulas, de cooperativa de consumo, de venta de maguey del ejido, etcétera. Las peticiones obtenían repuestas favorables la mayoría de las veces; fue así como se instaló la cooperativa;244 recibieron asesoría para efectuar los contratos para la venta de maguey, material para la construcción de la escuela y útiles escolares, como silabarios rurales, libros Herrero para tercer año y cajas de gises,245 entre otros artículos. Entre las funciones de los ingenieros organizadores y asesores dependientes de las Comisiones Local y Nacional Agraria, estaba la de fomentar entre los habitantes las conmemoraciones de fechas históricas –5 de Febrero; 20 de Noviembre, la de la entrega de ejidos (22 de

242. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón» Mexquitic, expediente 23/78, legajo 2, Informe, fojas 0348-0353. 243. Vaughan, 2001, p. 53. 244. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «Ranchería de Guadalupe» Mexquitc, expediente 23/785, legajo 2, Oficio, fojas 0069 y 0060. 245. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «Ranchería de Guadalupe» Mexquitc, expediente 23/785, legajo 2, Oficio, fojas 0088 y 0089.

118

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

septiembre) y, después de 1938, el 18 de Marzo– con el fin de formarle al campesino identidad como actor activo del país e inculcarle el respeto a las instituciones emanadas de la Revolución. También tenían la encomienda de fomentar actividades culturales, artísticas y deportivas. El condueñazgo de Rincón y sus anexos Esta población fue la que mayor número de personas agrupó en su petición de dotación de tierras, debido a que contaba con cinco anexos (Charquillos; El Muerto; El Carrizal; El Salto, y Ojo de Agua).246 El trámite para obtenerlas fue similar al de todas las fracciones de Mexquitic, por estar incluidas desde el principio en un mismo proyecto. El primer Comité Particular Administrativo de ejidos quedó integrado por Lorenzo Zarazúa, José Sandate y Victoriano Milán, como presidente, secretario y tesorero, respectivamente.247 Este comité se mantuvo en funciones hasta el 12 de mayo de 1931, cuando fue sustituido por Clemente García, David Milán y Candelario Milán.248 Una característica de este poblado es que todos sus anexos y el centro del ejido se encontraban fuera del territorio de la hacienda, al igual que la cabecera municipal y Milpillas. Sus condiciones de vida eran mucho más difíciles que las de los peones permanentes de la hacienda, porque no contaban con salario fijo, ya que sólo eran ocupados por los administradores de la hacienda cuando aumentaba el trabajo, como preparar la tierra durante la siembra o pizca y acarreo de cosechas, por lo que se veían en la necesidad de buscar actividades alternas, como la producción de carbón vegetal, leña, cal, mezcal (esta

246. AHESLP, Secretaría General de Gobierno, Periódico Oficial del Estado de San Luis Potosí, 1° de mayo de 1930, número 35. 247. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 1, Oficio, foja 004. 248. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 1, foja 140.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

119

última no con mucha frecuencia),249 pero aún así, su situación era en extremo precaria, a excepción de la de unos cuantos, que sí tenían lo necesario para alimentarse. Las primeras tierras en dotación provisional no se dieron de manera acorde con la ubicación de los poblados. Así, nos encontramos con gente de la comunidad de Tapona, que sembraba en tierras cercanas al casco de La Parada, distantes aproximadamente 10 kilómetros del poblado; personas de Palmar Segundo sembraban en el lote de Maravillas, situado a ocho kilómetros de su centro de población.250 Uno de los problemas graves ocasionado por este procedimiento de entrega ocurrió en el anexo El Carrizal, donde 20 ejidatarios, al recibir su parcela en dotación provisional, excavaron pozos rústicos o norias, invirtieron en la compra e instalación de motores (bombas de agua), construyeron canales para riego, plantaron árboles frutales y abrieron desmontes para tierras de cultivo,251 pero cuando se les dio la dotación definitiva como anexo del ejido de Rincón no aceptaron las tierras que les asignaron porque ya tenían infraestructura creada en las tierras anteriores (con valor de 6 327 pesos),252 y en la dotación definitiva pertenecerían al ejido de Corte Primero, por lo que las autoridades de ambos ejidos y las Comisión Local Agraria llegaron al acuerdo de que continuaran sembrando donde ya lo estaban haciendo anteriormente y los de Corte Primero recibirían las tierras que deberían usufructuar ellos. Este acuerdo quedó plasmado en una acta que firmaron todos.253 Pero en 1937, los de Carrizal expresaron su desacuerdo con la permuta 249. Voz popular: Todavía se encuentran vestigios de «tabernas» en el ejido de Rincón. 250. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 8, fojas 0199 y 0267. 251. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, foja 0121. 252. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, Oficio, foja 0151. 253. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, Acta, foja 0224.

120

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

realizada, pretextando haber sido objeto de intimidación debido a que los del otro ejido contaban con el apoyo del general Saturnino Cedillo y de J. Pilar García.254 Los ejidatarios de Corte Primero, en asamblea, expresaron que los del ejido de Rincón debían sujetarse a los acuerdos firmados en el acta del 8 de febrero de 1932, en la cual ambos ejidos aceptaban la permuta.255 Autoridades agrarias y la Liga de Comunidades Agrarias pidieron al comisariado del ejido de Rincón que desistiera de su actitud.256 Al ver éstos que la petición no se resolvía a su favor, invadieron las tierras del ejido de Corte Primero, con lo cual violaban el acuerdo inicial. Al final, los de Carrizal abandonaron sus tierras originales y, con el apoyo de todos los ejidatarios de Rincón, invadieron las tierras que sembraban los de Corte Primero. Al principio, todos los trámites de dotación y restitución se hacían a nombre del condueñazgo de Rincón, pero al poco tiempo de la dotación definitiva, El Muerto (Rincón del Porvenir) se convirtió en sede del ejido, quizá por tener mayor número de ejidatarios que los demás. Al paso del tiempo surgieron problemas entre los anexos de Carrizal, Rincón y Derramaderos en calidad de agredidos, por un lado, y, por otro, Rincón del Porvenir en calidad de ofensor. Los primeros iniciaron trámites para ser independientes,257 lo cual lograron por el año del cuarenta, fecha en que instalaron sus propias autoridades ejidales, pero no se les deslindaron los terrenos de uso común, por lo que los problemas continuaron.258 254. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, Oficio, foja 0280. 255. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, Acta, foja 0243. 256. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, Oficio, foja 0249. 257. RAN, Delegación San Luis Potosí, «Rincón del Porvenir», Mexquitic, expediente 23/781, legajo 2, foja 0121. 258. Este problema no se resolvió hasta 1997. El Porvenir (antes El Muerto) cuando se autonombró sede de los anexos cometió abusos de toda índole con los ejidatarios, en sus parcelas individuales y en los terrenos de uso común, fue por ello que los cuatro anexos deseaban ser ejidos independientes y regirse por sus propias autoridades. Entrevista con Horacio, del ejido de Rincón de San José, agosto de 2006.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

121

San Agustín El poblado actual se ubica donde antes fueron los corrales del ganado pertenecientes a la hacienda, y se conocía como Los Corrales o Clavellinas. La actividad de los habitantes en esa época era el pastoreo de todos los ganados. Quizá por vivir más lejos del centro administrativo o porque sus actividades eran menos pesadas, solicitaron tierras hasta diez años más tarde que los primeros ejidos. Como la mayoría de las tierras cultivables ya estaba repartida, únicamente se les otorgaron terrenos de agostadero y la zona urbanizada. Todas las tierras agrícolas que en la actualidad poseen las han abierto posteriormente de manera particular. Para la solicitud de tierras se fundamentaron en el Código Agrario, que es el documento donde se reunieron todas las leyes agrarias anteriores a 1934. El ejido de La Parada, desde que tuvo su dotación provisional, prestaba a los habitantes de San Agustín tierras para sembrar, que luego les recogerían para ser entregadas a las personas con derechos y que estaban en el padrón de ejidatarios.259 Después de 1929, que fue cuando se repartieron las mejores tierras (las de riego), tuvieron que pasar cuatro años para que estas personas se decidieran a realizar solicitud. La tardanza para iniciar los trámites tal vez se debió a lo que ellos mismos expusieron en los motivos: «que estando colonizados en este lugar, desde que nuestro patrón el dueño de La Parada nos abandonó»,260 esperaban nostálgicamente el regreso de sus antiguos amos, y cuando se convencieron de que ya no volverían, actuaron. Estos habitantes, al verse privados de salario fijo, como lo tenían cuando eran empleados de la hacienda, se dedicaron a la arriería

259. RAN, Delegación San Luis Potosí, «San Agustín» Mexquitic, expediente 23/803, legajo 1, Oficio, foja 011. 260. Periódico Oficial, 14 de enero de 1934, p. 4148. 261. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803, legajo 1, Informe, fojas 0019.

122

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

trasladando cargas de leña y carbón a la capital del estado, lo que les dejaba un jornal que no excedía de 0.50 diarios.261 Es importante destacar la participación de Hipólito Rivera, líder del ejido de Ranchería de Guadalupe desde 1921, quien los motivó y alentó para que iniciaran los trámites ante las autoridades agrarias,262 y como el lugar no contaba con sello de autoridades, toda la documentación que se enviaba llevaba el sello del ejido de donde él era dirigente. El primer Comité Particular Ejecutivo de este lugar que tuvo participación y organización en los trámites de tierras fue el que integraron Nicanor Zavala, Alberto Palomo y Feliciano Tovar, presidente, secretario y tesorero, respectivamente. Palomo formaría parte del siguiente comité, y fue el primer comisariado ejidal.263 La junta censal, cuyos miembros eran denominados representantes a secas en la década anterior, quedó integrada por el señor Lorenzo Zavala, por parte de la hacienda; Gabino Acosta, representante del poblado, y el ingeniero Luis Arellano Félix, por parte de la Comisión Local Agraria.264 Fueron 89 los habitantes que resultaron del censo general y agrícola, agrupados en 23 familias, con 33 individuos sujetos de beneficio.265 El levantamiento topográfico estuvo a cargo del ingeniero Santos Hernández Guevara, y quedó proyectado con una superficie de 1 149-00-00 hectáreas; pero cuando el presidente aprobó la resolución, aumentó a 1 483-00-00. Se deduce que aumentó la superficie dotada por la parte que se tomó de la hacienda de Santa Teresa, propiedad de «Ipiña y sucesores».

261. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803, legajo 1, Informe, fojas 0019. 262. Toda la documentación de petición de tierras de este lugar tiene el sello de Ranchería de Guadalupe, tanto del comisariado ejidal como del juez auxiliar. 263. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803, legajo 1, Oficio, fojas 009 y 0060. 264. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803, legajo 1, Oficio, fojas 0058. 265. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803, legajo 1, Informe, fojas 0058.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

123

Cuadro 13. Planeación (A) y realización (B) del proyecto del ejido de San Agustín A Uso del suelo

B Hectáreas

Propiedad

Hectáreas

afectada Agostadero para uso

1 138-40-00 La Parada

1 148-00-00

colectivo Zona urbanizada Total

10-64-00 Santa Teresa 1 149-04-00 Total

335-00-00 1 483-00-00

Fuente: RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803, legajo 1, foja 0058 (A) y foja 0092 (B).

La Parada Los habitantes de este núcleo de población eran los empleados domésticos y de confianza de la hacienda, y por su misma condición no se integraron en las primeras peticiones de tierras. Iniciarían sus trámites hasta mediados de 1928. El presidente del Comité Particular Ejecutivo fue Felipe Martínez,266 quien entre 1916 y 1926 aparece como empleado de mucha confianza de los hacendados. En el expediente de este ejido existen quejas de todo tipo, entre otras: las autoridades ejidales no les asignaban parcela aunque estuvieran censados (70% de personas censadas no estaban usufructuando tierras); a otros se les recogía la parcela asignada porque no cumplían con el criterio que imponía la autoridad ejidal, y se rentaban las parcelas a personas que no pertenecían al ejido.267 Este ejido fue el que tuvo más conflictos internos por el proceder de sus 266. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «La Parada» Ahualulco, expediente 23/35, legajo 1, Oficio, foja. 267. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «La Parada» Ahualulco, expediente 23/35 legajo 1, oficios, fojas 0124 y 0185.

124

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

autoridades, quienes actuaban, en su gran mayoría, de acuerdo con intereses personales, como lo evidencian los documentos.268 Paralelo a las gestiones, surgió un problema con los solicitantes de tierra. Un grupo de doce aparceros, mientras se vivía la euforia de la formación de ejidos, seguían sembrando las tierras que de antiguo habían trabajado para la hacienda en un lugar denominado El Jaralillo. Todo iba bien para ellos hasta que les notificaron que sus tierras estaban dentro del perímetro de las que formaban la ampliación del ejido La Parada, por lo que debían desalojarlas. Por supuesto, ellos se negaron a hacerlo e iniciaron una serie de pleitos que se prolongarían por tres años o más. Estos aparceros se aferraban a la posesión de dichas tierras, pero como pequeños propietarios, en vez de como ejidatarios. No hay datos suficientes para rastrear la solución final del conflicto; sin embargo, hay algunos documentos en que se dice que las siguieron poseyendo sólo después de que aceptaron ser ejidatarios integrados al núcleo con el cual se habían enfrentado.269 LÍDERES LOCALES Durante el proceso de restitución y dotación de tierras en el municipio de Mexquitic destacaron, sobre todo, personas de los ejidos de Corte Primero y Corte Segundo, pero también se distinguieron líderes de Ranchería de Guadalupe, Tapona y Estanzuela. Uno de los líderes que desplegó mayor actividad en el municipio y por mucho más tiempo que otros, fue Pilar García, de Corte Primero. Desde 1911, su hermano Pedro había combatido a las fuerzas federales del porfirismo afiliado a las filas maderistas, y como consecuencia de esto llegó a ser presidente municipal de Mexquitic en 1912, y cacique que impuso a los siguientes ediles hasta 1917, cuando murió. En 1913 268. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «La Parada» Ahualulco, expediente 23/35 legajo 1, oficios, fojas 0054 y 0089. 269. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «La Parada» Ahualulco, expediente 23/35, legajo 1, Acta, fojas 0328, 0337, 0348, 0358, y legajo 4, fojas 0010 y 0077.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

125

combatió al lado de las fuerzas carrancistas en contra del huertismo.270 Tres o cuatro años después de su muerte y por toda la década de los veinte, Pilar García continuaría de alguna manera la carrera iniciada por aquél. Sería uno de los primeros en integrarse a la lucha por el reparto de las tierras pertenecientes a las haciendas que circundaban el municipio. Entre los primeros cargos públicos que ocupó Pilar García se hallan los siguientes: representante de la Comisión Local Agraria, para levantar el censo de las fracciones de Mexquitic;271 integrante del Comité Particular Administrativo cuando se efectuó la restitución o dotación provisional;272 y representante de Mexquitic cuando se fundó la Liga de Comunidades Agrarias en San Luis Potosí, en 1923, junto con Antonio Díaz Soto y Gama y Jacinto Niño.273 Cuando se dio el conflicto nacional entre el presidente Obregón y Adolfo de la Huerta, Cedillo reclutó personal para apoyar al gobierno, y en Mexquitic fue Pilar García quien promovió que los campesinos se enlistaran para combatir en el bando del gobierno. Desde el principio se le otorgó el grado de capitán primero y la facultad de organizar a sus compañeros de tropa.274

270. Frye, 1996, p. 132. 271. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., foja 228, Restitución de Tierras, 1921. 272. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., foja 421, Restitución de Tierras, 1921. 273. González, 1988, p. 168. 274. Voz popular y Memorias de Pilar García, archivo privado de la familia García Flores.

126

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Fotografía 17. Pedro García, precursor del agrarismo en Mexquitic, 1913. Fuente: Archivo privado de la familia García Flores (APFGF).

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

127

Fotografía 18. Pilar García y Pablo Balderas, ca. 1930 Fuente: Profr. Lino Cordero Balderas.

128

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Durante la rebelión escobarista y la guerra cristera, sucedió de la misma manera: el Gobierno Federal solicitó apoyo a Cedillo, y éste, a su vez, se lo solicitó a Pilar García, quien de nuevo se encargó de reclutar campesinos voluntarios de todo el municipio.275 Tres meses antes de que se otorgara la dotación definitiva, regresaron las tropas del estado que participaron en las batallas, a cuyo mando se encontraba el señor García. A partir de esa fecha se comportó como cacique local; primero se eligió a sí mismo presidente municipal y después designó a sus sucesores, hasta la muerte de Cedillo. Otros cargos públicos que desempeñó fueron el de diputado en 1935276 y el de gobernador interino, del 22 de marzo al 1 de abril de 1938.277 Durante todo su periodo caciquil se hizo rodear de pistoleros, que eran los encargados de eliminar a quienes se le oponían, como sucedió con el presidente municipal en 1929, Pedro Hernández.278 Antes de Pilar García, se distinguieron como grandes promotores del agrarismo en todo el municipio Anastasio García, padre de aquél, e Hilario Ramírez, de Corte Segundo. Ambos formaron parte del primer Comité Particular Ejecutivo, representante de las 17 fracciones solicitantes de tierra del municipio,279 y el segundo llegaría a ser presidente municipal en 1924. De Ranchería de Guadalupe sobresalieron Hipólito Rivera, Mateo Palacios, Carmen Nieto y Sixto Gallardo; sobre todo el primero, quien en

275. Entrevista con el señor Paulino, del ejido de Rincón del Porvenir, agosto de 2006. 276. «Otras demandas consignadas son las que se hicieron contra el diputado Pilar García, cacique de Mexquitic» Falcón, 1984, 201. En varios expedientes de la Comisión Agraria Mixta se le menciona como la persona que acuden a solicitar ayuda para algún trámite o conflicto. 277. Garhdez, 1981, p 295. 278. Frye, 1996, p. 137. Voz popular: La mayoría de las personas ancianas sabe que Pilar García siempre estaba acompañado de pistoleros, y el jefe era Pablo Balderas de Corte Primero. 279. AHESLP, Comisión Agraria Mixta, «Mexquitic», expediente s.n., legajo 35, Oficios, fojas 8, 9 y 12, Restitución de Tierras, 1921.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

129

1933280 fue el asesor principal de los solicitantes de San Agustín; tomó parte muy activa en el proceso de dotación en el ejido La Parada, y coordinó, también, el proceso de ampliaciones de los ejidos Rincón y Ranchería a partir de 1937. Se destacaron líderes que no trascendieron los límites del municipio, pero cuya labor en la lucha por el reparto agrario fue de suma importancia pues, al igual que los anteriores, tuvieron que padecer persecuciones, secuestros y violencia física por parte de los hacendados, así como de la policía del estado y de soldados federales, que no permitían que los campesinos se repartieran los ejidos. Entre ellos se puede mencionar a los siguientes: Pedro Hernández, del Jaralito; Jacinto Niño, de Corte Segundo; Claro López, Francisco Ramírez y Lorenzo Zarazúa, de Rincón; Pablo Balderas, de Corte Primero; Simón Rangel, Vicente y Victoriano Milán, de Porvenir; Cayetano Hernández, de Carrizal, y Eulalio Pérez, Pedro B. López, Guillermo Ortiz, Higinio Hernández, Daniel Quistiano, Pedro García y otros más. SAQUEO Y ABANDONO DE LA HACIENDA Desde el momento en que se dio la restitución, la hacienda cayó en manos de saqueadores; ésta fue la primera acción de los agraristas después de haber recibido la tierra.281 Durante aproximadamente seis meses fueron vaciadas la casa grande, las trojes, la iglesia y las oficinas administrativas de muebles, granos, herramientas, imágenes y objetos sagrados, además de todo el ganado que se encontraba en el casco, en los corrales y en los agostaderos. La vía angosta, que comunicaba a la vía de Aguascalientes-San Luis y a la hacienda del Corte, fue totalmente destruida, y los durmientes y los rieles se utilizaron como vigas o se vendieron como fierro viejo en la ciudad de San Luis Potosí.

280. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «San Agustín» Mexquitc, expediente 23/803. 281. Frye, 1996, p. 182.

130

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Grandes procesiones de carretas, mulas y burros (tomados también de la hacienda) caminaban cargados rumbo a los centros de población cercanos, pero sobre todo a Corte Primero y a Corte Segundo. Antes de este saqueo, la hacienda ya había sufrido uno en 1916, y sería presa de otro en 1931,282 del cual ya no le sería posible reponerse, ya que fue despojada de puertas, ventanas y hasta de la cantera de todos sus edificios.283 Finalmente, ante el abandono total de todo el complejo arquitectónico por parte de los dueños, éste fue dividido para pasar a ser posesión de los ejidos de Ranchería de Guadalupe y Rincón y sus anexos.284

282. Entrevista con el señor Rito, del ejido de Rincón de San José, diciembre de 2006. 283. La arquería interior de la casa grande serviría como cimiento de casas particulares y escuelas. 284. RAN, Delegación San Luis Potosí, carpeta de «Ranchería de Guadalupe» Mexquitc, expediente 23/785, legajo 2, fojas 0157.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

131

CONCLUSIONES En agosto de 1921, algunos campesinos de Mexquitic justificaron su petición de tierras aduciendo el despojo de que habían sido objeto por parte de los hacendados a través del tiempo, aunque ellos sabían que éste era un argumento poco válido. Desde fechas muy tempranas, como 1640, cuando se negoció con los jesuitas dueños de La Parada, el arreglo de una considerable superficie en censo enfitéutico, entre otras muchas componendas posteriores no sólo con los dueños de la hacienda, sino también con los de ranchos y haciendas cercanas al municipio, ellos sabían que habían sido transacciones legales. En el desarrollo de las gestiones por parte de las autoridades estatales se determinó que sí tenían derecho y, en segunda instancia, se revocó la restitución, que era la modalidad que se había manejado, y se dio la tierra en dotación. A pesar de no existir en la región una tradición de lucha campesina en demanda de tierras como en Morelos, Tlaxcala y otros estados, hubo respuesta positiva por parte del gobierno. La ausencia de presión social hacia las autoridades indicaría que el reparto agrario fue promovido desde el gobierno nacional; había un gobierno estatal que convencía a los campesinos de las bondades de esta acción. Fue durante los gobiernos de Nieto y Manrique, en coordinación con Antonio Díaz Soto y Gama, diputado potosino y además dirigente nacional del Partido Nacional Agrarista, cuando impulsaron y dirigieron a los peticionarios. De Soto y Gama, hay evidencias de su participación, organización y asesoría en los años de 1921-1923 a los campesinos de Mexquitic y Ahualulco. Los ejidatarios actuales de Mexquitic recuerdan como benefactor a Saturnino Cedillo, porque creen que fue él quien les entregó la tierra, creencia, en mi concepto, del todo injusta, pues según datos expuestos en este libro, del total de tierras entregadas de 1920 a 1940, a él sólo le corresponde 6%, en tanto que a Nieto y a Manrique, 25%, a uno u otro.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

133

Los campesinos recibieron la tierra del gobierno y aquéllos asociaban a éste con el representante más cercano a ellos, que una vez recibida la tierra, circunstancialmente fue Saturnino Cedillo, quien en el estado fue el representante militar con quien fueron a combatir a Adolfo de la Huerta. Por si esto fuera poco, cuatro años más tarde, de nuevo los dirigiría contra los cristeros y el general Gonzalo Escobar. Andando el tiempo, en la segunda mitad de 1929, recibirían de él, cuando fungía como gobernador del estado, la dotación definitiva de ejido. Gobernaría de forma caciquil hasta 1938, cuando murió. Los campesinos de Mexquitic, en particular los beneficiados con los terrenos de la hacienda La Parada, ya tenían más de doce años cultivando sus tierras, mientras en otras partes del país prevalecían en el campo las mismas condiciones que en el Porfiriato: haciendas no afectadas, peones acasillados y salarios bajos. Las tierras serían entregadas a los solicitantes procedentes de las rancherías que habían proporcionado a la hacienda los peones eventuales, pero a pesar de la legislación en contra, los trabajadores permanentes de La Parada Mexquitic (Ranchería de Guadalupe) fueron también de los primeros en solicitarlas y recibirlas, no así los empleados domésticos de la hacienda, que hicieron su solicitud en 1928, y los pastores de Clavellinas (San Agustín) hasta 1933. La ausencia de una tradición de lucha campesina y de una conciencia acerca del problema de la tierra en Mexquitic se vio claramente en el desinterés que mostraron cuando fue destituido el gobernador Aurelio Manrique. Los que habían adoptado el papel de líderes, y que pudieron encabezar en su momento un movimiento opositor, estaban en connivencia con el gobernador en turno, como haciendo notar que el gobierno era el que los había favorecido, y no una persona. Eran consecuentes en ese sentido, pues se beneficiaban de esa institución. La evidencia de que el reparto fue dirigido está en el hecho de que la mayoría de la documentación enviada a las autoridades agrarias

134

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

estatales y federales era redactada en un lenguaje, que si no ampuloso, sí demuestra con claridad que no era el de un campesino que apenas supiera leer y escribir, sino el de alguien con mayor preparación. Además, en más de una ocasión, y en los primeros años de las gestiones, insistían en que se les mandaran leyes agrarias, pues no conocían nada al respecto. A pesar de que el proyecto de ley estipulaba las cantidades de tierra para cada individuo con derecho a dotación, tres hectáreas de agricultura de riego o seis de agricultura de temporal, estos beneficiarios sólo recibieron y usufructuaron aproximadamente una hectárea de riego y una de temporal, debido al exceso de solicitantes y a la poca tierra laborable que existía. Las condiciones de este lugar se salían de la constante nacional en cuanto a población, pues es posible que en otras partes las superficies disponibles fueran las mismas, pero el número de beneficiados potenciales fuera menor; así, mientras que en otras partes era posible dar dotaciones según estipulaba la ley, en el terreno del área de estudio no. Durante los primeros años, cada beneficiario obtenía buena parte de sus medios de subsistencia de la tierra adquirida, pero al transcurrir el tiempo, treinta o cuarenta años después, y con el crecimiento de la población, aquélla fue ya insuficiente. Sin embargo, es muy importante mencionar que esa pequeña parcela de tierra, que ha pasado de padres a hijos, no ha sido abandonada ni parcial ni totalmente, sino explotada a su máxima capacidad con cultivos sobre todo hortícolas de primavera-verano y de otoño-invierno que comercializan en la ciudad de San Luis Potosí. Buena parte de las hortalizas que se consume en la ciudad y muchas de las que salen de la región se cultivan en los ejidos formados por tierras que antes pertenecieron a esta hacienda. Las haciendas de las que fueron tomadas las tierras con que se dotó a los habitantes de Mexquitic no tuvieron la capacidad de responder con la fuerza que se esperaría de alguien a quien se iba a despojar de lo que por décadas les pertenecía. En la de Peñasco, el COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

135

dueño y los administradores armaron a trabajadores y acudieron a la policía de la ciudad para enfrentarlos con los solicitantes de tierras, pero no fue una constante; además, en cuanto sucedían algunos enfrentamientos, las autoridades agrarias nacionales y locales se quejaban de estos hechos. En La Parada, la defensa armada fue muy débil, y tampoco se presentaron para los efectos del deslinde y entrega legal de tierras. En 1924, la propiedad estaba casi abandonada y no opuso defensa alguna cuando por más de seis meses el casco fue saqueado. De 1924 a 1929, todavía algunas tierras eran sembradas por empleados de la hacienda, pero se encontraban a la defensiva ante los campesinos que invadían las sementeras y se enfrentaban sin temor al administrador y a los pocos empleados. Acerca del cambio en la tenencia de la tierra en este lugar, no se puede decir que cumplió a cabalidad con las expectativas de los gobiernos y de los ejidatarios, pero sí fue de gran ayuda como una alternativa para cubrir parte de su alimentación; sin embargo, la primera consecuencia fue la baja vertiginosa de la producción, pues los nuevos dueños no tenían los medios necesarios para hacerla producir, unido a la indolencia de algunos de ellos. En un principio, a pesar de todas las adversidades, la porción de tierra recibida sí cumplió la encomienda de alimentar a su dueño y a su familia; fue el crecimiento de la población lo que hizo que fuera insuficiente. Poco a poco, algunos ejidos se fueron perfilando como productores de hortalizas, mismos que hasta la actualidad lo siguen siendo, como Ranchería de Guadalupe, Porvenir y Carrizal. Para terminar, quiero hacer hincapié en el porcentaje de tierra entregada a los ejidatarios de Mexquitic con que contribuyó la hacienda de La Parada. Del total de 31 mil hectáreas de tierras afectadas, esta hacienda contribuyó con 16 mil, aproximadamente 50%. De casi cuatro mil campesinos beneficiados, a ella correspondieron mil. De ahí mismo procedieron las mayores extensiones de tierra de riego, las de mejor

136

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

calidad y las que tenían la mayor infraestructura de irrigación que les aseguraban y les aseguran hasta ahora el constante abasto de agua.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

137

FUENTES CONSULTADAS Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí (AHESLP) Comisión Agraria Mixta (CAM) Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) Colección de Leyes y Decretos (CLD) Secretaría General de Gobierno (SGG) Registro Agrario Nacional, Delegación San Luis Potosí (RAN) Archivo Estatal Agrario Archivo privado de la familia García Flores (APFGF) Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata (AFPAZ) Fondos AHESLP, Fondo Comisión Agraria Mixta. Expediente s.n., legajo 35 (Mexquitic, Mexquitic) Solicitud de los habitantes para que les restituyan las tierras que corresponden al ejido de Mexquitic y que fueron usurpadas por los terratenientes que rodean al pueblo. Acta donde se elige a los integrantes del Comité Particular Ejecutivo. Carta donde se les pide a las autoridades del lugar aportar datos socioeconómicos para saber la situación de los habitantes. Carta donde se pide a las autoridades agrarias del lugar aportar los títulos de propiedad que los acrediten como dueños de las tierras que piden se les restituya. Carta donde se quejan los habitantes de San Juan de Coyotillos de los atropellos del dueño de La Parada y a la vez se pregunta por el licenciado Antonio Díaz Soto y Gama y Aurelio Manrique. Correspondencia entre el Lic. Soto y Gama y clubes agraristas, donde les solicita que les brinden apoyo a los ingenieros para los trabajos del deslinde del ejido.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

139

Actas elaboradas en varias direcciones del municipio donde colindan con las haciendas que rodean al pueblo. Acta donde se elige a los representantes para los trabajos del censo general y agropecuario. Oficio donde los representantes piden garantías al gobierno para poder terminar el censo. Dictamen de las autoridades agrarias donde se aprueba la restitución ratificada por el gobernador. Telegrama a la Comisión Local Agraria informándole de la resolución tomada por la Comisión Local Agraria y el gobernador en cuanto a la restitución de tierras de Mexquitic. Telegrama donde la Comisión Nacional Agraria autoriza a la Comisión Local Agraria para que entregue las tierras físicamente. Acta donde se integra el Comité Particular Administrativo para el reparto provisional de tierras. Solicitud ante el Congreso del Estado para que a cada localidad solicitante de tierras se le otorgue su categoría política. Actas de posesión definitiva de cada una de las localidades solicitantes de tierra. Oficios e informes sobre las obras de gran costo que tienen invertidas los dueños de las haciendas La Parada y Cerro Prieto. Copia de escrituras de La Parada donde se menciona la redención del Censo enfitéutico que existía entre el pueblo de Mexquitic y la hacienda La Parada. Copia de escrituras de hacienda del Corte y Molino del Carmen que forman parte del latifundio La Parada. Copia de actas del Ayuntamiento del pueblo de Mexquitic y del dueño de Valle Umbroso. Boletín donde se pone a la venta parte de los terrenos que se le restituirá al pueblo de Mexquitic. Requerimiento judicial a las autoridades agrarias por parte del dueño de Peñasco.

140

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Amparos ante la Suprema Corte de Justicia de las haciendas La Parada y Peñasco. Telegrama a la Comisión Nacional Agraria donde se le informa la agresión a los ejidatarios por parte del dueño de Peñasco. Copia del poder otorgado a Félix Andrés y Celestino Bustinduí por la dueña de La Parada, para que la representen. Informe del ingeniero particular sobre la situación de la hacienda La Parada. Informe que solicita el director general de Rentas del municipio de Ahualulco sobre los terrenos afectados a la hacienda La Parada. Informe que rinden los ingenieros agrarios sobre la repartición provisional llevada a cabo por el Comité Ejecutivo Particular. Expediente 785 (La Parada, después Ranchería de Guadalupe) [Esta comunidad es de las que inician sus trámites] Queja del administrador de la hacienda ante la Comisión Local Agraria por haber tomado los campesinos tierras que no estaban incluidas en la restitución. Objeciones del encargado de la hacienda La Parada al censo de población. Testimonial presentado por el encargado de la hacienda La Parada en la Comisión Local Agraria. Expediente 806 (Mexquitic, Mexquitic) Censo General y Agropecuario de las 17 fracciones, incluida la cabecera municipal, para saber cuántas personas tenían derecho a ejido. Expediente 804 (Ojo Zarco de Arista)

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

141

Expediente 781 y 782 (Rincón del Porvenir) Censo General y Agropecuario para saber cuántas personas tenían derecho a reparto de tierras ya de manera independiente de la cabecera municipal. Expediente 803 (Clavellinas). [Todos los trámites para dotación de tierras seguían el mismo procedimiento. El que en este expediente no se anoten documentos no indica que no se hayan revisado. Al final se agrega una figura donde se ejemplifican los pasos en una forma muy general.] Expediente 1539 (Estancia de Arenal, Ahualulco) Dictamen donde se les niega la ampliación de ejido. Fondo Secretaría General de Gobierno Colección de Leyes y Decretos Colección de Leyes Agrarias, 1921-1947. Reúne toda la legislación que se emitió en ese periodo, nacional y estatal, que normaría el reparto agrario. Decretos de la xxix Legislatura. Decretos donde se otorgaba la categoría política a las localidades y cabecera municipal de Mexquitic, en diferentes fechas. Informes de Gobierno, 1920-1940. Documentos elaborados para dar a conocer las actividades del gobierno en los aspectos económico, político y social; sólo se revisó lo concerniente a entrega de tierras. Periódico Oficial Donde se publicó el número de personas con derecho a tierra del municipio de Mexquitic, haciendas que lo rodean, dueños y superficie que poseían, así como la clasificación de sus terrenos. También ahí se publicaban las resoluciones tomadas en las tres instancias respecto a las acciones agrarias en diversas fechas.

142

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Fondo Registro Público de la Propiedad y el Comercio Libros de Protocolos de los Notarios Antonio de P. Nieto, 28 de noviembre de 1893. En esta fecha quedó registrada la división en dos partes de la hacienda La Parada. Jesús Meléndez, 20 de noviembre de 1903 y 8 de julio de 1904. En ambas fechas se hicieron inventarios de los bienes del matrimonio Gutiérrez Solana e Ipiña. Registro Agrario Nacional, Delegación San Luis Potosí Archivo Estatal Agrario Expediente, 23/806/8, 23/806/9, 23/806/10 (Mexquitic, Mexquitic) Copia de los Títulos de Propiedad que fueron conseguidos en el Archivo General de la Nación por el Lic. Antonio Díaz Soto y Gama. Carta donde se pueden ver las actividades económicas a las que se dedican los habitantes de Mexquitic, así como la situación social de éstos. Carta de agradecimiento al Lic. Soto y Gama y a las autoridades agrarias en el estado por el interés que han puesto en beneficio de los indígenas de Mexquitic. En todo el expediente se ve que los principales líderes proceden de Corte Primero y Corte Segundo. Informes del ingeniero agrario sobre la situación del ejido, mejoras que se han hecho y planes factibles para un desarrollo integral. Publicación que promueve la educación, en la que se puede ver la organización de los nuevos ejidatarios, que son los que la sostienen económicamente. Acta de formación de la cooperativa con 1 146 socios para comprar aperos de labranza y animales de tiro, así como productos básicos. Inventarios realizados por autoridades agrarias estatales al Comité Particular Administrativo. Avalúos para saber la situación de las haciendas circundantes y la cantidad de terreno que podrían expropiar para dotar a las personas solicitantes.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

143

Informe que hacen los ingenieros agrarios encargados del desarrollo del nuevo ejido. Inventario de obras de irrigación de la hacienda La Parada elaborado por ingenieros de la Comisión Nacional Agraria. Expediente, 23/35/1 (La Parada, Ahualulco) Plano de la zona de protección y superficie respetada a la ex hacienda La Parada. Plano de la hacienda La Parada con sus afectaciones agrarias. Oficio donde se les da instrucciones para la forma de organizarse y las características que deben reunir las personas elegidas para representarlos ante las autoridades agrarias. Censo para saber el número de capacitados para el reparto agrario. Actas de asamblea para tratar y resolver el problema de arrendatarios que no aceptaban integrarse al ejido. Expediente 23/785/123/785/2, 25/786 (Ranchería de Guadalupe) Proyecto de dotación de tierras para las 17 fracciones del municipio ya de manera independiente. Oficio de la Comisión Nacional Agraria donde estipula que los ejidos deberán pagar 15% de las cosechas. Solicitudes de material escolar y material para construcción de aulas. Acta de formación de cooperativa de productos básicos. Oficio donde piden asesoría a autoridades agrarias para hacer contratos de venta de maguey existente en su ejido. Expediente 23/805 (Temazcalillo) Expediente 23/781 (Rincón del Porvenir) Inventario de obras llevadas a cabo por ejidatarios en terrenos asignados en la dotación provisional y que pretenden les paguen

144

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

a los que les dan estas tierras en dotación definitiva. Actas donde permutan los ejidos de Rincón y Corte Primero. Informe que hacen autoridades agrarias con motivo de separación de ejidos. Archivo privado de la familia García Flores Relato inédito de J. Pilar García Ramos, uno de los principales promotores del reparto agrario en el municipio de Mexquitic, en el que narra su participación y la de sus compañeros de lucha en las campañas militares del gobierno federal en contra de las rebeliones delahuertista, escobarista y guerra cristera. Relato sobre cómo llegó Soto y Gama a la región, y en particular a Corte Primero, para iniciar su campaña política y social. Este archivo también cuenta con un acervo fotográfico de este personaje y de otros contemporáneos de él. Archivo fotográfico privado de Agustín Zapata Hernández De este archivo proceden todas las fotografías de la ex hacienda y sistemas de riego de la misma.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

145

BIBLIOGRAFÍA Aguado López, Eduardo, Una mirada al reparto agrario en el Estado de México (1915-2002). De la dotación y restitución a la privatización de la pequeña propiedad, México, El Colegio de México, 1998.

Aguilar Robledo, Miguel, «Los condueñazgos del oriente de San Luis Potosí, México, de finales del siglo XIX a principios del siglo XX: Algunas reflexiones teóricas», en Vetas. Revista de El Colegio de San Luis, año II, núm. 4 (enero-abril, 2000), pp. 151-189. — «La transferencia y consolidación del sistema español de tenencia de la tierra en una región indígena fronteriza de la Nueva España: El oriente de San Luis Potosí, siglos XVI-XVII», en Espacio y Desarrollo, núm.10, 1998, pp. 48-73. — «La conformación de la hacienda de Miraflores: tierras, indios y ganado en la Jurisdicción de los Valles de Oxitipa, oriente de la Nueva España, a finales del siglo xvi, en Salazar González, Guadalupe», en Espacios para la producción, Morelia, UASLP-CONACYT-UMSNH, 2006. — y Flores Pacheco, Martha, «Conflictos agrarios y tenencia de la tierra en la Huasteca: El caso del ejido La Morena-Tanchanchin, Aquismón, San Luis Potosí, 1937-2004», en Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad, núm. 109, invierno 2007, vol. XXVIII. Elites, Caciques y campesinos en la Historia Regional.

Ankerson, Dudley, El caudillo agrarista, San Luis Potosí, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana y Secretaria de Gobernación, 1994.

Bazant, Jan, Breve historia de México, México, Editorial Premia. 1980. — Cinco haciendas mexicanas, México, El Colegio de México, 1980 (segunda edición).

Brading D. A., (compilación) Caudillos y campesinos en la Revolución mexicana, México, Fondo de Cultura Económica, 1996 (primera edición, cuarta reimpresión)

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

147

— Haciendas y ranchos del bajío León 1700-1860, México, Editorial Grijalbo, 1988.

C abrera Ipiña, Matilde, y Octaviano Cabrera Ipiña, San Francisco Javier de la Parada, San Luis Potosí, s.e., 1978. — Historia de la hacienda de San Diego, municipio de Rioverde, S.L.P., México, Ediográfica Guadalajara, 1989.

C ambrezy Luc-L ascuraín Bernal, Crónicas de un territorio fraccionado. De la hacienda al ejido (Centro de Veracruz), México, Talleres de Programas Educativos, 1992.

Córdova, Arnaldo, La ideología de la Revolución mexicana. La formación del nuevo régimen, México, Ediciones Era, 1973 (segunda edición).

Chavalier, François, La formación de latifundios en México, México, Fondo de Cultura Económica, 1960.

Díaz Alvarado, Tomás, Cenizas del tiempo. Análisis histórico de la hacienda de Tetillas. Estudio de la región norte del estado de Zacatecas, Querétaro, Imprecolor, 1997.

Díaz Soto y Gama, Antonio, Historia del agrarismo en México, México, El Colegio de México, 2002 (primera edición). Diccionario histórico y biográfico de la Revolución mexicana, Tomo IV, México, Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1992.

Durán, Marco Antonio, El agrarismo mexicano, México, Siglo XXI, 1972 (segunda edición). Eckstein, Salomón, El ejido colectivo en México, México, Fondo de Cultura Económica, 1978. Enciclopedia de los municipios de México, Secretaría de Gobernación, 2003-2009.

148

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Diccionario Enciclopédico, Ediciones Larousse, México, 1988. Falcón, Romana, Revolución y caciquismo. San Luis Potosí, 1910-1938, México, El Colegio de México, 1984 (primera edición).

Florescano, Enrique (coord.), Haciendas, latifundios y plantaciones en América Latina, México, Siglo XXI, 1979. — Origen y desarrollo de los problemas agrarios de México, 1500-1821, Edición especial en la Segunda Serie de Lecturas Mexicanas, núm 34. Era, Secretaría de Educación Pública, 1986.

Fortanelli Martínez, Javier, y Juan Rogelio Aguirre Rivera, Pequeños regadíos en el Altiplano potosino. Agricultura de riego tradicional en Ahualulco, Mexquitic y Santa María del Río, San Luis Potosí, UASLP, 2000.

Fowler Salamini, Heather, Caudillos revolucionarios en la década de 1920: Francisco Múgica y Adalberto Tejeda, en D. A. Brading, Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, México FCE, 1996, pp. 211-238.

Frye, David, Indians into Mexicans History and Identity in a Mexican Town, Austin, University of Texas Press, 1996.

Garhdez, J. Gerardo, Presidentes de México y gobernadores de San Luis Potosí, San Luis Potosí, Artes Gráficas Potosinas, 1981.

Garrido, Luis Javier, El Partido de la Revolución Institucionalizada. La formación del nuevo estado en México (1928-1945), México, Siglo XXI, SEP, 1986.

Gilly, Adolfo, La revolución interrumpida México, 1910-1920: Una guerra campesina por la tierra y el poder, México, Ediciones el Caballito, 1980 (décima cuarta edición).

González C astillo, Eusebio, «La revolución agrarista en San Luis Potosí», en Historia de las comunidades agrarias y sindicatos campesinos,

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

149

México, Confederación Nacional Campesina y Centro de Estudios Históricos del Agrarismo en México, 1988.

Gutelman, Michel, Capitalismo y reforma agraria, México, Ediciones Era, 1985. Hamon, James L., y Stephen R. Niblo, Precursores de la revolución agraria en México, México, Colección Septentas, 1984 (primera edición). Núm. 202.

Katz, Friedrich, La servidumbre agraria en México en la época porfiriana, México, Ediciones Era, 1980 (primera edición). — Revuelta, Rebelión y Revolución. La lucha rural en México del siglo XVI al siglo XX, (compilación) México, Ediciones Era, segunda edición, 2004.

Knight, Alan, La Revolución mexicana. Del Porfiriato al nuevo régimen constitucional, México, Editorial Grijalva, 1996.

Lerner Sigal, Victoria, Génesis de un cacicazgo: Antecedentes del cedillismo, México, Universidad Autónoma de México, 1989.

Márquez, Enrique (comp.), San Luis Potosí. Textos de su historia, México, Instituto de investigaciones Dr. José María Luis Mora, 1986.

Martínez Assad, Carlos, Los rebeldes vencidos, México, Fondo de Cultura Económica, 1993.

Meade, Joaquín, Ypiña dos semblanzas. San Luis Potosí, Editorial Universitaria Potosina, 1956 (primera edición).

Meyers, William K., La segunda división del norte: formación y fragmentación del movimiento popular de La Laguna, 1910-1911, en Friedrich Katz, Revuelta, Rebelión y Revolución. La lucha rural en México del siglo XVI al siglo XX, México ERA, pp. 395-430.

150

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Miller, Simon, «Junkers mexicanos y haciendas capitalistas, (18181910)», en Agricultura mexicana: Crecimiento e innovaciones, en Menegus Margarita y Tortolero Alejandro (coords.), México, Instituto Mora, El Colegio de Michoacán, El Colegio de México e Instituto de investigaciones Históricas-UNAM, 1999.

Monroy Castillo, María Isabel, y Tomás Calvillo Unna, Breve historia de San Luis Potosí, México, Fondo de Cultura Económica, 1999.

Montejano y Aguiñaga, Rafael, San Miguel Mexquitic de la Nueva Tlaxcala Tepeticpac, San Luis Potosí, Artes Gráficas Potosinas, 1991.

Moreno García, Heriberto, Guaracha tiempos viejos, tiempos nuevos, México, FONAPAS y El Colegio de Michoacán, 1980.

Musacchio, Humberto, Gran Diccionario Enciclopédico de México Visual, Colombia, Panamericana, 1993.

Nickel, Herbert J., Morfología social de la hacienda mexicana, México, Fondo de Cultura Económica, 1996. — Breve historia de la Revolución mexicana, vol. 2, México, Fondo de Cultura Económica, 1972 (segunda reimpresión).

Powelll, Philip, Capitán mestizo: Miguel Caldera y la frontera norteña. La pacificación de los chichimecas (1548-1597), México, Fondo de Cultura Económica, 1997. — La Guerra Chichimeca (1550-1600), México, Fondo de Cultura Económica, 1985.

Reina, Leticia, Las rebeliones campesinas en México (1819-1906), México, Siglo XXI, 1984.

Reyes Osorio, Sergio y otros, Estructura agraria y desarrollo agrícola en México. Estudio sobre las relaciones entre la tenencia y uso de la tierra y el desarrollo agrícola en México, México, Fondo de Cultura Económica, 1979.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

151

— Reforma Agraria. Tres ensayos, México, Centro Nacional de Productividad, 1969.

Salazar González, Guadalupe, Las haciendas en el siglo XVII en la región minera de San Luis Potosí, San Luis Potosí, Editorial Universitaria Potosina, 2000.

Silva Herzog, Jesús, El pensamiento económico, social y político de México 1810-1964, México, Fondo de Cultura Económica, 1974 (primera reimpresión). — Breve historia de la Revolución mexicana, vol. 2, México, Fondo de Cultura Económica, 1972.

Tortolero Villaseñor, Alejandro, De la Coa a la Máquina de Vapor. Actividad agrícola e innovación tecnológica en las haciendas mexicanas: 18801914, México, Editorial Siglo XXI y El Colegio Mexiquense, 1995.

Tutino, John, De la Insurrección a la Revolución en México. Las bases sociales de la violencia agraria (1750-1940), México, Ediciones Era, 1990.

Vaughan, Mary Kay, La política cultural en la Revolución. Maestros, campesinos y escuelas en México, 1930-1940, México, Fondo de Cultura Económica, 2001.

Velázquez, Primo Feliciano, Historia de San Luis Potosí, San Luis Potosí, El Colegio de San Luis y Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2004 (tercera edición).

Werner Tobler, Hans, Conclusión. La movilización campesina y la Revolución, en D. A. Brading, Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, México FCE, 1996, pp. 211-238.

152

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

ANEXOS 1. Inventario de bienes de la hacienda La Parada que Petronila Ipiña heredó a su hija Genoveva Gutiérrez Solana de Bustindui Fuente: AHESLP, Registro Público de la Propiedad y Comercio, Protocolos del Notario Jesús Meléndez, 1904.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

153

154

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

155

156

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

157

158

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

159

160

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

161

162

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

163

164

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

165

166

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

167

168

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

169

170

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

171

2. Carta de los habitantes de Mexquitic enviada, a través del presidente municipal, al delegado de la Comisión Nacional Agraria en San Luis Potosí agradeciendo su apoyo y el del licenciado Antonio Díaz Soto y Gama Fuente: RAN, carpeta «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, foja 009.

172

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

3. Inventario de obras de irrigación de la hacienda La Parada antes del reparto agrario Fuente: RAN, carpeta «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, foja 00640069.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

173

174

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

175

176

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

177

4. Las haciendas dentro del fundo legal de Mexquitic hasta 1929 Fuente: Fraye, 1996, p. 171

Espíritu Santo

Bocas

Ahualulco

Santa Teresa (1893)

Valleumbroso

Cobre Peñasco

La Parada

Buenavista Mexquitic Cerro Prieto San Martín

Tlaxcalilla Santiago San Luis Potosí Puerto Espino San Francisco

178

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Límite del fundo legal de Mexquitic Superficie adquirida por los hacendados dentro del fundo legal de Mexquitic Superficie de la hacienda La Parada dentro del fundo legal de Mexquitic Centros administrativos de las haciendas Cabeceras municipales

El círculo en el mapa abarca lo que originalmente fue el fundo legal de Mexquitic, con un diámetro de aproximadamente 25 kilómetros. Las extensiones sombreadas que se encuentran dentro pertenecían a: - Las situadas al norte, a la Hacienda de Valleumbroso - Las situadas al noroeste, a la Hacienda La Parada - Las situadas al centro-norte, a la Hacienda de San José del Corte - Las situadas al suroeste, a la Hacienda de Cerro Prieto - Las situadas al este, a la Hacienda de Peñasco - Y las situadas al sur a la Hacienda de San Francisco Todas estas tierras son de la mejor calidad para la agricultura, a excepción de las pertenecientes a las haciendas de San Francisco y Cerro Prieto, que son cerriles, sólo aptas para pastoreo. Con el reparto agrario, esas mismas tierras fueron con las que se formaron los ejidos, de tal manera que si en la actualidad se sitúan éstas en un mapa, con muy pocas variaciones, ocuparían el mismo sitio. La parte en blanco en el interior del círculo es la que ahora forma la propiedad privada. Las partes que se encuentran fuera del círculo complementan la extensión total de las haciendas respectivas; posteriormente de ellas surgieron ejidos pertenecientes a los municipios en que dichos territorios están situados. La mayor parte de los ejidos de Mexquitic se halla dentro del propio municipio, pero también existen de este mismo en el de Ahualulco.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

179

5. Plano de la zona de protección y superficie respetada a la ex hacienda La Parada Fuente: RAN, Delegación San Luis Potosí, «La Parada» Ahualulco, expediente 25/35, legajo 1, foja 0411.

De los terrenos de la zona protegida de la hacienda se otorgaron las ampliaciones de los ejidos de Rincón y sus anexos y Ranchería de Guadalupe.

180

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

Detalle del plano

Texto del plano, detalle

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

181

Este plano muestra una superficie alargada de noreste a suroeste. En el noreste estaban todas las construcciones que formaban el casco de la hacienda y en el suroeste estaba la huerta. En el extremo noreste vemos el Tanque, una pequeña presa, que en la actualidad está dedicada al cultivo. En el rectángulo orientado de noroeste a sureste, en el norte están las doce trojes; en la parte norte, lo señalado como casa chica era La Matanza, donde se sacrificaba el ganado menor para la extracción del sebo. Siguiendo la línea hacia el sureste, se encontraban las construcciones más antiguas (no señaladas) correspondientes al periodo de los jesuitas, que se unían con la iglesia (sí está señalada). De la casa principal sólo la mitad situada hacia el noroeste correspondía a la construcción del edificio, y la parte sureste a un jardín en cuyo centro todavía están las ruinas de una fuente. En la parte sureste del polígono, como muestra el plano, estaba una huerta. Entre ésta, la casa principal y la iglesia atravesaba el canal de riego. En la esquina sureste del polígono se observan los cuartos, ahora denominados Jacalón, que eran los almacenes donde se guardaban los productos agropecuarios que se trasladaban al exterior por el tren, cuya estación se encontraba anexa al lugar. En la parte suroeste, del otro lado del camino real, está la ruina de lo que fue la fábrica de mezcal La Cruz, y más allá hacia al suroeste, como una franja delgada, se hallaba la huerta de frutales. Aunque el mapa data de 1965, permite ubicar las diversas instalaciones que existieron en la hacienda La Parada, las cuales hoy se encuentran en ruinas

182

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

6. Inventario general en el que se menciona la maquinaria agrícola con que contaba el ejido de Mexquitic en 1926 Fuente: RAN, carpeta «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, foja 0029.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

183

184

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

7. Relación de maquinaria agrícola prestada a ejidatarios en 1926 Fuente: RAN, carpeta «Mexquitic», Mexquitic, expediente 23/806, legajo 9, fojas 0030 y 0031.

COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

185

186

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

8. Plano de la hacienda La Parada con sus afectaciones agrarias, Ahualulco, San Luis Potosí Para componer este plano se utilizó como base un mapa de los archivos del Registro Agrario Nacional sobre el cual se agregan los accidentes geográficos como superficie cultivable, río, escurrimientos intermitentes y vías de comunicación. Este plano es de autor anónimo, con escala indefinida entre 1 40 000 a 1 50 000. Asimismo, por los datos que contiene, deduzco que fue elaborado alrededor de 1945. En el plano, el casco de la hacienda La Parada y la fábrica de mezcal La Cruz está ubicados en la parte centro oriente, a poco más de 300 metros del Río La Parada. Las tierras cultivables de riego están a uno y otro lado del Río La Parada ocupando la planicie de inundación. Empiezan desde San Agustín, se ensanchan a ambos lados en los ejidos de La Parada, luego en la margen derecha de los ejidos de Mexquitic, Milpillas y Ranchería de Guadalupe, luego por el ejido de Rincón del Porvenir y anexos (Rincón, Derramadero y Carrizal) y terminan a ambos lados de los ejidos de Corte Primero y Corte Segundo. De estas tierras, 740 hectáreas fueron abiertas al cultivo durante la existencia de la hacienda y aproximadamente 200 hectáreas por los ejidatarios posteriormente. Las tierras cultivables de temporal se distribuyen de manera irregular en toda la extensión. De las actuales tierras, muy pocas han sido abiertas al cultivo por los ejidatarios, y la mayor parte, 80%, lo fueron durante la existencia de la hacienda. El terreno de cerro que sólo sirve para pastoreo de ganado menor está en la margen derecha del río, desde la orilla occidental del ejido de Ojo Zarco de Arista, tomando 90% de los ejidos de Mexquitic, Milpillas y Ranchería de Guadalupe y una parte considerable de los ejidos de Rincón del Porvenir y anexos. El lomerío con escasos pastos ocupa la mayor parte de la antigua hacienda, y se extiende al norte del río; ocupa 95% de los ejidos de COLECCIÓN | Premios 20 de noviembre

187

La Parada, Ranchería de Guadalupe, Rincón del Porvenir y anexos, San Agustín y Estancia de Arenal. Aparte del Río de La Parada, que corre de suroeste a noreste, en el extremo suroeste se halla la presa de Santa Genoveva. De sur a norte, pasando por los ejidos de Ranchería y Rincón de Porvenir, corre el arroyo de Cabras. Por el norte, afluyen al Río La Parada los arroyos Granadillos y el Arenal, corrientes intermitentes. Todo ese territorio colinda al noroeste con la hacienda de Santa Teresa, al sur con la hacienda de San Martín y Cerro Prieto, al oriente con terrenos de la villa de Mexquitic y al norte con la hacienda de Bocas. Los polígonos que carecen de toponimia, con las cifras de sus respectivas superficies, corresponden a la pequeña propiedad perteneciente a la ex hacienda. El camino real San Luis-Zacatecas atravesaba la propiedad hacia el centro-norte, en una dirección sureste-noroeste, pasando en medio del casco y la fábrica de mezcal La Cruz. La carretera actual sigue, en general, la misma dirección del camino real, cruzándose, alejándose de él o acercándose a éste, y algunas veces corren paralelos. Hago hincapié en que de todas las tierras entregadas a los campesinos de Mexquitic y Ahualulco, los de La Parada fueron las mejores, pues aparte de ser las más productivas, eran las únicas que tenían la mayor infraestructura de irrigación que les aseguraban y les aseguran hasta ahora el constante abasto de agua.

188

Reparto agrario. El caso de la hacienda La Parada | Antonia Cerda Martínez

ÍNDICE Agradecimientos...............................................................................................9 Resumen de la obra........................................................................................ 11 Introducción.................................................................................................... 13 CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Descripción del espacio físico.........................................................................27 Habitantes de la región...................................................................................29 Conquista de la región....................................................................................31 Fundación de Mexquitic..................................................................................32 Tenencia de la tierra.......................................................................................34 Ejido: Características y funciones...................................................................36 Las haciendas.................................................................................................38 Hacienda La Parada.........................................................................................40 Gestión de los Ipiña........................................................................................42 Antes del reparto............................................................................................45 CAPÍTULO 2. CONTEXTOS NACIONAL Y ESTATAL Condiciones sociales de los campesinos antes de la Revolución....................47 La revolución armada......................................................................................48 Intelectuales y agraristas................................................................................50 Legislación sobre materia agraria....................................................................53 Autoridades agrarias, modalidades del reparto agrario y personas con derecho........................................................................55 Organización...................................................................................................57 Reparto agrario nacional.................................................................................58 Reparto agrario en San Luis Potosí................................................................. 61 CAPÍTULO 3. REPARTO AGRARIO EN MEXQUITIC Inicio del proceso de entrega de tierras.........................................................69 La distribución de la tierra..............................................................................72

Entrega provisional (restitución).....................................................................73 Dotación definitiva..........................................................................................82 Ampliaciones...................................................................................................85 Defensa de los terratenientes.........................................................................87 Los primeros pasos del ejido..........................................................................91 CAPÍTULO 4. REPARTO AGRARIO EN LA HACIENDA LA PARADA Situación de la hacienda y actividades productivas en los años previos al reparto...............................................................97 Trabajo y vida cotidiana en La Parada........................................................... 103 Ejidos que se formaron con el fraccionamiento de la hacienda.................... 107 Proceso legal de la entrega definitiva de las tierras..................................... 109 Ranchería de Guadalupe..................................................................... 110 Organización interna........................................................................... 117 El condueñazgo de Rincón y sus anexos............................................. 119 San Agustín......................................................................................... 122 La Parada............................................................................................ 124 Líderes locales.............................................................................................. 125 Saqueo y abandono de la hacienda.............................................................. 130 CONCLUSIONES............................................................................................... 133 FUENTES CONSULTADAS.................................................................................. 139 BIBLIOGRAFÍA................................................................................................. 147 ANEXOS.......................................................................................................... 153

ÍNDICE DE FOTOGRAFÍAS 1. Presa Santa Genoveva, 2006.......................................................................29 2. Familia Bustindui Gutiérrez Solana, dueños de las haciendas La Parada y El Corte, ca. 1920...............................................................46 3. Placa Conmemorativa..................................................................................66 4. Revolucionarios mesquiticenses, 1929........................................................67 5. Líder nacional agrario, 1922........................................................................70 6. J. Pilar García Ramos, líder agrario, 1920.....................................................79 7. Publicación en donde se promueve la venta de terrenos, 1923..................91 8. Publicación en donde se promueve la educación, 1925..............................95 9. Entrada principal de la ex hacienda La Parada, 2003..................................97 10. Iglesia de ex hacienda La Parada, 2003.....................................................98 11. «La Matanza», 1998...................................................................................99 12. Fábrica de mezcal La Cruz, 2003..............................................................100 13. Presa de Santa Genoveva, 2002............................................................... 101 14. Canales de riego, 2006............................................................................ 101 15. Canales de riego, 2006............................................................................ 101 16. Hipólito Rivera, líder agrario de Ranchería de Guadalupe....................... 111 17. Precursor del agrarismo en Mexquitic, 1913............................................ 127 18. Pilar García y Pablo Balderas, ca. 1930.................................................... 128 ÍNDICE DE MAPAS Y GRÁFICAS Mapa 1. Ubicación de los lugares de estudio..................................................27 Gráfica 1. Genealogía de la familia Ipiña de la Peña.......................................44 ÍNDICE DE CUADROS Cuadro 1. Reparto de tierras de 1917-1940......................................................60 Cuadro 2. Tierras entregadas en el estado 1920-1938 (A)...............................68 Cuadro 3. Tierras entregadas en el estado 1920-1938 (B)................................68 Cuadro 4. Haciendas en Mexquitic..................................................................71 Cuadro 5. Padrón de personas con derecho a ejido en Mexquitic, S.L.P.........74 Cuadro 6. Haciendas que rodeaban a Mexquitic en 1921................................75

Cuadro 7. Sucursales agrarias.........................................................................80 Cuadro 8. Ejidos de Mexquitic.........................................................................85 Cuadro 9. Clasificación de terrenos............................................................... 102 Cuadro 10. Ejidos surgidos con reparto agrario de la hacienda La Parada.... 108 Cuadro 11. Superficie total de afectación...................................................... 115 Cuadro 12. Proyecto de dotación para el ejido de la Ranchería de Guadalupe..................................................................... 116 Cuadro 13. Planeación (A) y realización (B) del proyecto del ejido de San Agustín..................................................................... 124

Reparto Agrario en Ahualulco y Mexquitic, S.L.P. El caso de la hacienda La Parada, 1921-1940 de Antonia Cerda Martínez se terminó de imprimir en la ciudad de San Luis Potosí en el mes de agosto de 2011 en los talleres de Procesos Gráficos Av. Salvador Nava Núm 1553, Col. Constituyentes Se tiraron 500 ejemplares

More Documents from "Ricardo Ramirez"

December 2019 21
4952-7828-1-pb.pdf
May 2020 15
Historia-web.pdf
December 2019 14
Pasado Simple Tobe.docx
October 2019 11