Hidrografia

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HIDROGRAFÍA

El área objeto de estudio (Navaluenga) se encuentra dentro de la cuenca hidrográfica del río Tajo. El río Tajo (en portugués, Tejo) es el río más largo de la península ibérica, a la que atraviesa en su parte central, siguiendo un rumbo este-oeste, con una leve inclinación hacia el suroeste, que se acentúa cuando llega a Portugal. Nace en los montes Universales, en la sierra de Albarracín (provincia de Teruel), sobre la rama occidental del sistema Ibérico y, después de recorrer 1007 km, llega al océano Atlántico en la ciudad de Lisboa. En su desembocadura forma el estuario del mar de la Paja (en portugués, Mar da Palha), en el que vierte un caudal medio de 456 m 3/s. En sus primeros 816 km atraviesa España, donde discurre por cuatro comunidades autónomas (Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura) y un total de seis provincias (Teruel, Guadalajara, Cuenca, Madrid, Toledo y Cáceres). Su cuenca tiene una superficie total de 80.600 km². Es la de mayor población de la península ibérica, con más de diez millones de habitantes. En ella se integran la área metropolitana de Madrid y la región de Lisboa. La cuenca del Tajo alcanza una capacidad total de embalse en torno a los 14.500 hm³. Por lo que respecta al territorio español, se encuentra regulada por la Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. El trasvase TajoSegura deriva parte del caudal del río hacia la zona suroriental de España. Su curso alto está incluido dentro del Parque Natural del Alto Tajo (provincia de Guadalajara). También su curso medio-bajo está protegido legalmente, mediante el Parque Nacional de Monfragüe, localizado en la provincia de Cáceres. Más adelante se encuentra Parque Natural del Tajo Internacional, entre la provincia de Cáceres y Portugal. En su desembocadura se encuentra la Reserva Natural del Estuario del Tajo.

Figura 1. Río Alberche a su paso por el término municipal de Navaluenga.

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Si observamos el mapa de la figura siguiente podemos observar la configuración que muestra la red hidrográfica en la zona. Son ríos que se encuadran dentro de la tipología de “Ejes mediterráneos-continentales poco mineralizados” y que incluye a ríos de las demarcaciones hidrográficas del Duero, Tajo y Ebro, con un orden de Strahler de 4 y una pendiente del 6 %.

Figura 2.

Red hidrográfica de la zona. Fuente Infraestructura de datos espaciales de Castilla y

León.

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El eje principal que viene a delimitar al término de Navaluenga es el río Alberche, un afluente del río Tajo por la derecha. El río discurre por las comunidades de Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha. Nace en la vertiente sur de la sierra de Villafranca, perteneciente al sistema Central. Después de un trayecto de 177 km, desemboca a la altura de Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo. En este trayecto es retenido en los embalses de Burguillo y Charco del Cura (Ávila); San Juan y Picadas (Madrid); y Cazalegas (Toledo). Entre sus principales afluentes se encuentran el Cofio y el Perales. El Alberche, cuyo nombre podría provenir del vocablo árabe al-birka, que significa «estanque» o «alberca», presenta un fuerte estiaje, característica común a todos los ríos que nacen de la vertiente meridional del sistema Central. En el plano geológico, sirve de frontera entre las sierras de Gredos y de Guadarrama. En su primer tramo se nutre de numerosas gargantas, que bajan desde las montañas que rodean el valle. Cabe citar la garganta del Iruelas, declarada Reserva Natural y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) por la Junta de Castilla y León, debido a sus importantes poblaciones de buitres negros, águilas, milanos y otras rapaces en peligro de extinción. Sigue entre estas gargantas y praderías hasta llegar a Burgohondo (Ávila). Luego se encamina hacia el embalse de El Burguillo, cuya cola se encuentra en el término de Navaluenga (Ávila). Este pantano tiene una superficie de 910 hectáreas y fue construido en 1913. Tras salvar la presa, el río vuelve ser retenido en el embalse del Charco del Cura, ubicado en El Tiemblo. Esta zona es muy frecuentada por piragüistas de aguas bravas, además de por bañistas, atraídos por las numerosas piscinas naturales construidas a lo largo del cauce. El Alberche entra en la Comunidad de Madrid por el término de San Martín de Valdeiglesias, donde es remansado en el embalse de San Juan, que este municipio comparte con Pelayos de la Presa. Pasa posteriormente por Aldea del Fresno, donde la orografía se suaviza. Aquí el río forma extensas llanuras fluviales, que son conocidas popularmente como la Playa de Madrid. Una de las más significativas es la situada en su confluencia con el río Perales, que aparece en una pronunciada curvatura, de 90º, a la izquierda de su cauce. Analizando la imagen de la figura 3, podemos observar la configuración rectilínea que muestra la red hidrográfica en la zona; es decir, su índice de sinuosidad es inferior a 1,5, concretamente es de 1,38. Esta sinuosidad se mide por la relación entre la distancia que separa dos puntos a lo largo de la parte más profunda del cauce, o thalweg y la distancia en línea recta entre ellos.

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Figura 3. Río Alberche a la altura de Navaluenga. Fuente: Google Earth

Los trazados de los cauces fluviales se clasifican normalmente en tres tipos: rectos, meandriformes y trenzados, adoptándose así de forma generalizada a la clasificación propuesta por Leopold y Wolman en 1957.

Figura 4. Clasificación de los tipos de cauces basada en Miall. Fuente: Conesa García, C (1992): Trazados de baja y alta sinuosidad en rios espanoles. Papeles de Geografía Nº 18.

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Entre los distintos factores medioambientales que controlan el trazado y modelo de cauce, la pendiente es, junto al caudal y carga transportada, uno de los elementos físicos fundamentales que influyen en la sinuosidad de un curso. Así, en sectores de fuerte pendiente se observa una tendencia al trazado rectilíneo y poco sinuoso, como es nuestro caso. Los valores de sinuosidad baja-moderada (1,30-1,45) suelen coincidir con pendientes superiores al 1 por mil; presentando condiciones de escaso encajamiento, con importantes riesgos de cortas y desbordamientos. En nuestro caso, el río viene a descender aproximadamente 1000 metros en una longitud de 70 kilómetros, luego la pendiente es de 1 metro por 70 metros y esto condiciona su carácter ligeramente sinuoso (ver imagen 3). En relación al caudal del río, los datos han sido obtenidos de la página web del CEDEX (http://ceh-flumen64.cedex.es/general/default.htm) para la estación de aforo 3231, de Navaluenga.

Figura 5. Estación de aforo Nº 3231, de Navaluenga. Fuente: CEDEX

Para describir el comportamiento de los caudales de un río a lo largo del año resulta útil usar las curvas de coeficientes de caudal. Se trata de modelos gráficos estándar obtenidos a partir de los valores de los caudales medios mensuales divididos por el valor del caudal medio anual. De esta división se obtiene un cociente, que rara vez supera el

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valor de 3, en el que el valor 1 indicaría que el caudal del mes coincide con el caudal medio anual. Los valores por encima de 1 son indicativos de una mayor abundancia mientras que los inferiores revelarían todo lo contrario.

Figura 6. Curva de coeficiente de caudal del río Alberche en la estación de aforo de Navaluenga. Fuente: Autor a partir de datos del CEDEX

En la gráfica se aprecia cómo los caudales son una fiel respuesta a las épocas de precipitación y sequía. Así, podemos observar cómo, a medida que llega el invierno, el caudal va aumentando hasta alcanzar su pico en el mes de Diciembre. Después el caudal vuelve a disminuir en Febrero para aumentar un poco en Marzo (a la par que las precipitaciones) y alcanza su mínimo en Julio y Agosto, coincidiendo con el período de mínimas lluvias. Tras la sequía estival, el caudal vuelve a aumentar gracias a las precipitaciones postestivales, observándose como estas lluvias de otoño prácticamente se reflejan de una forma inmediata en un aumento del caudal del río. Fuera de estas lluvias generales, los aguaceros tempestuosos cortos, violentos y muy localizados, producen en estas cuencas de montaña crecidas “de punta” cuyos caudales máximos provocan efectos importantes en los pequeños torrentes, afectando tanto al aspecto físico (movimiento y desplazamiento de grandes cantidades de materiales sólidos del cauce), como al biótico (eliminación de macrófitos acuáticos, animales bentónicos, etc.). Estas riadas influyen en la calidad química de las aguas, sobre todo en relación con los sólidos en suspensión y son causantes de un aumento de erosión en las orillas, abrasión del substrato y pérdidas de hábitat y biota; a la par de graves riesgos sobre la población. En la imagen siguiente se ha remarcado en rojo el tramo del río Alberche incluido dentro de las áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación, a partir de la información

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que se puede consultar dentro del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI) elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, siguiendo los principios de la Directiva 2007/60 sobre evaluación y gestión de riesgos de inundación. De dicho mapa podemos observar que, ni Planta ni Vertedero, se hallan dentro de esta zona inundable, puesto que distan del río Pisuerga una distancia superior a los 1000 metros. A este respecto, el 25 de febrero 2010 Castilla y León aprobó el Acuerdo 19/2010 (BOCyL 03 marzo 2010), por el que se exponía el Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en la Comunidad Autónoma de Castilla y León (INUNcyl) 1. Este Plan nacía con el objetivo de prevenir los daños que pudieran causar las inundaciones en el ámbito geográfico de la Comunidad Autónoma, así como la protección de las personas, los bienes y el medio ambiente ya que, para ello, es necesaria una actuación rápida, eficaz y coordinada de los recursos públicos y/o privados ante las emergencias que puedan generarse como consecuencia de las inundaciones. Este plan incluía una relación de los núcleos de población de Castilla y León categorizados según su riesgo poblacional, en el que Navaluenga se consideraba con riesgo potencial medio.

Figura 7. Riesgo potencial poblacional de inundaciones sobre Google Earth. Fuente: Junta de Castilla y León.

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http://datosabiertos.jcyl.es/web/jcyl/set/es/otros/riesgo_inundaciones/1284234225653

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En este aspecto, es de remarcar la riada de 16 de diciembre de 1989, que generó cuantiosas pérdidas económicas.

Figura 8. Datos de la estación de aforo del río Alberche en Navaluenga. Fuente: CEDEX

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