Angiomas Laríngeos: Autora: Dra. Mary Nieto Los hemangiomas son los tumores benignos del endotelio vascular más frecuentes en la infancia, cuyas características son: hiperplasia de las células endoteliales, pequeños o ausentes al nacer y con potencial de crecimiento e involución espontánea. Pueden tener localización cutánea visceral. De acuerdo a su rápido y alarmante crecimiento y a la oclusión de orificios naturales como la vía aérea, comprometen la vida de los pacientes. La localización laringea representa el 1,5% de las lesiones congénitas de la laringe. Lo más frecuente es que sean lesiones subglóticas únicas. Predomina en mujeres/varones en relación 2:1. En 50% de los casos se asocian a lesiones en piel, más frecuente en la cabeza y cuello y en la zona nasomentoniana. Manifestaciones clínicas: asintomático desde el nacimiento, alrededor de las seis semanas de vida comienza con estridor inspiratorio y/o espiratorio variable de intensidad que se exacerba con las infecciones respiratorias agudas, con voz normal, y tos laringea. Disnea de grado variable hasta la apnea. Recordar que toda laringitis atípica, en menores de seis meses, prolongada (más de 15 días de duración, y con respuesta parcial al tratamiento con corticoides) en pacientes sin antecedentes de intubación previa se debe sospechar un angioma. Diagnostico: se realiza por las manifestaciones clínicas, la radiografía simple de perfil de cuello que muestra una disminución de la columna aérea en la zona subglótica anterior o posterior y en las radiografías de frente la disminución de la luz subglótica es asimétrica. La resonancia magnética nuclear con contraste permite localizar la lesión y conocer la extensión en el cuello y mediastino además de descartar malformaciones vasculares asociadas. La confirmación diagnostica se logra con la laringoscopia directa bajo anestesia general: donde se observa una tumoración de consistencia blanda, unilateral o bilateral ó posterior, de color variable desde el rosado similar a la mucosa normal hasta el rojo intenso. La biopsia no se recomienda por el riesgo de sangrado; sin embargo cuando el diagnostico es dudoso por la imagen endoscópica, algunos autores la recomiendan para diferenciarlo de tumores como neuroblastoma o tumores de células granulares. Es importante tener en cuenta la historia natural de los angiomas al seleccionar el tratamiento: su inicio alrededor de los cuarenta y cinco días de vida, con una fase de crecimiento rápido llamada proliferativa que dura los primero 6 a 9 meses; seguido de la fase estable hasta los 12 a 18 meses; y por último la fase de involución espontánea lenta hasta la resolución del mismo que puede durar hasta los 3años en un 30% de los casos, los 5años en el 50%; y los 7años en un 70% de los casos con resolución completa del angioma.. Tratamiento médico inicial es con corticoides: metilprednisolona: 2 a 3 miligramos /kilo /día (hasta dosis de 6mg. /kg. /día) durante un mes en forma ininterrumpida, con descenso gradual tratando de mantener al paciente asintomático con la dosis mínima de corticoides. En pacientes con dificultad respiratoria grave, en casos que la respuesta a los corticoides es nula el tratamiento es la traqueotomía, opción quirúrgica convencional que por lo general es necesaria por 3 a 4 años. Otras modalidades terapéuticas descriptas son la aplicación intralesional de corticoides seguido de periodos cortos de intubación; la escisión con láser de co2 del angioma asociado al uso de corticoides, conllevan el riesgo de provocar estenosis subglótica. La resección quirúrgica por laringotraqueofisura seguida de intubación durante 7 a 10 días estaría indicado en los angiomas graves que ocupen mas del 80% de la luz subglótica y sin repuesta adecuada al corticoide, esta
posibilidad terapéutica se debe tener en cuenta ya que evitaría la traqueotomía .El tratamiento de elección debe ser individualizado a cada paciente.