Guillermo Carey Guillermo Carey. Nació el 17 de agosto de 1761 en Paulerspury, Inglaterra. Hijo de tejedor Ingles. Desde muy niño Guillermo tenía una mente muy abierta y creativa, procurando no dejarse limitar por las circunstancias. La tenacidad fue una de sus características predominantes desde la infancia. Era un excelente estudiante y asiduo lector. Tuvo un notorio interés por coleccionar insectos, plantas y flores, que a la postre se convirtieron en un espacio de diversión cuando estuvo en la India. Desde los dieciséis años se convirtió en zapatero y ejerció este oficio durante casi doce años. A la par que trabajaba como zapatero se dedicó a aprender varias lenguas y geografía universal, así como a conocer la Biblia. Sííntesis biográí ficá Guillermo Carey es considerado el Padre de las Misiones Modernas. Nació en Inglaterra en 1762, hijo de anglicanos y criado en la Iglesia. Desde muy joven comprobaba tener una inteligencia cuya sed de saber no parecía saciarse nunca. Especialmente le fascinaban los idiomas. Trabajando de zapatero desde los 16 años, siempre tenía algún libro de estudio al lado de los zapatos. Un día un compañero le invitó a una reunión no anglicana. Tenía 18 años y el sermón que oía sobre Hebreos 13:13-14 hizo que entregara la vida a Cristo. Cuando después entendía que Dios le guiaba fuera de la Iglesia Anglicana obedeció, aunque le costaba. Seguían trece años de duros trabajos como zapatero, como maestro de niños, como predicador ferviente y, sobre todo, como incansable estudiante. Además se casó y tenía familia. Cada vez le pesaba más la indecible necesidad de los paganos. Pero al hablar de esta carga con otros siervos de Dios, no era siempre comprendido o bien recibido. Una vez, en una reunión de pastores bautistas, cuando enfatizaba la necesidad de llevar el evangelio a los paganos, un pastor de más edad y experiencia quedó exasperado. Le espetó: “¡Joven, siéntese, siéntese! Usted es un entusiasta, pero cuando a Dios le complazca convertir a los paganos, Él sabrá hacerlo sin consultar ni a usted, ni a mí.” No obstante, el 2 de octubre de 1792, Carey y otros doce siervos de Dios, ‘dan a luz’ la Sociedad Misionera Bautista. Y ya, el siguiente año, después de grandes pruebas, el mismo Guillermo y joven familia, junto con un compañero, zarpan en un velero danés. Este necesitó cinco meses para llegar a Calcuta en la India. Durante este viaje Guillermo Carey aprendió suficiente bien el bengalí como para entenderse con el pueblo. Poco después de desembarcar comenzó a predicar, y los oyentes venían a escucharlo en número siempre creciente. Carey percibió la necesidad imperiosa de que el pueblo tuviese una Biblia en su propia lengua y, sin demora, se entregó a la tarea de traducirla. La rapidez con que aprendió las lenguas de la India, es motivo de admiración para los mejores lingüistas.
Uná Vidá ejemplár Siempre pobre, enfermizo y débil; pero jamás doblegado por las circunstancias. Sus amigos decían: “Lo que Carey empieza, siempre lo termina”. Fue elegido pastor de la iglesia bautista de Olney, con el insignificante sueldo de 15 libras por año. Lo cual, no era suficiente ni para las más elementales necesidades del hogar. Por esa razón se vio obligado a continuar ejerciendo el oficio de zapatero, al mismo tiempo que el de pastor. Su predicación como sus oraciones públicas mostraban su intenso interés por los paganos, por lo cual sus más cercanos colaboradores dijeron que era “un pobre iluso”. La asociación de pastores de Northampton se reunía con frecuencia para orar. Entre otras súplicas, para llevar el evangelio a lejanas partes del mundo. Cierta vez, preguntó si el mandamiento de predicar el evangelio a las naciones había sido dirigido solo a los apóstoles o si incluía a todos los creyentes. Llegó a ser pastor de la Iglesia de Leicesteren 1789, pero su corazón ardía por servir en las misiones.
Cárey como misionero Desafió a emprender obras misioneras; como resultado se resolvió que en la siguiente reunión organizarían una Sociedad Misionera Bautista. Así, el 2 de octubre de 1792nació la primera organización misionera de nuestros tiempos. Decidieron que el primer país a evangelizar seria la India. Aceptaron a Carey como el hombre indicado. Después de muchos sacrificios logro embarcarse el 13 de junio de 1793 en un velero danés. Luego de 5 meses de viaje marítimo llegó a la tierra de los Brahmanes acompañado de su disgustada esposa, sus hijos y el Dr. Thomas. Durante la travesía Guillermo Carey aprendió el bengalí. Al poco tiempo comenzó a predicar y su auditorio crecía continuamente. Calcuta, desde 10 de noviembre de 1793, sería el escenario donde este siervo de Dios ministraría por 41 años ininterrumpidos y sin descanso. Nunca regreso a Inglaterra. Su situación pecuniaria en los primeros años no fue muy solvente, pero mejoró su situación trabajando adicionalmente como agricultor y luego como director de una plantación y fabrica de añil. Tradujo las Sagradas Escrituras total o parcialmente a 40 idiomas y dialectos de la India. En la ciudad de Serampore instaló una imprenta. El primer ejemplar del Nuevo Testamento en bengalí fue terminado en 1801. Desde ese entonces salían, una tras otra, las traducciones de la Biblia. El Gobierno Inglés fundó en Calcuta una escuela para que sus empleados aprendieran las lenguas hindúes. Al no encontrar persona más capaz que el ex zapatero Carey, le contrataron por 1,800 libras anuales. Lo hermoso de esto fue que no cambio su humilde modo de vida. De este modo Carey y su equipo lograron contribuir con más de 90,000 libras a la misión. La obra en Serampore en su expansión mostraba un inventario de:
33 estaciones misioneras.
126 escuelas de varones.
27 escuelas de mujeres.
Y el importante Colegio de Estudios Superiores de Serampore, convertido luego en universidad.
Muerte A los 73 años se vio obligado a permanecer en la cama, donde siguió corrigiendo las traducciones. Murió el 9 de junio de 1834. La forma como vivió y su obra misionera desencadenaron movimientos misioneros en Inglaterra y otros países. Su ejemplo de vida y obra fue el instrumento en la mano de Dios para ‘desencadenar’ movimientos misioneros en Inglaterra y en varios otros países. En los siguientes dos siglos estos habían de llegar con el evangelio a incontables rincones del mundo. El cuerpo de Guillermo Carey descansa, pero su obra continúa siendo una bendición para una gran parte del mundo.