El Realismo: Definición y Origen Es un nuevo estilo artístico literario que surge en Europa y Asia, posterior al romanticismo; a partir de la segunda mitad del siglo XIX hasta principios del siglo XX. El realismo surge como una reacción ante la decadencia del romanticismo, el cual había perdido su autenticidad. El Realismo surge como un movimiento opuesto al Romanticismo e intenta trasladar la realidad al arte, es decir, representarla lo más fielmente posible y con el máximo grado de verosimilitud. El Realismo surgió en Francia de la primera mitad del XIX. Se inició con autores como Balzac y Stendhal, y se desarrolló con Flaubert. En España, el inicio realista coincidió con acontecimientos históricos capitales. Surgió hacia 1870, después de “La Gloriosa”, y tuvo su apogeo en la década de 1880. A fines de la primera mitad del siglo XIX se marca la “Edad de Oro del Realismo” el cuál está expandido en todas partes. El realismo fue una corriente literaria que reflejo a la perfección el contexto histórico del momento, es decir, la instauración, en la mayoría de los países Europeos, de un nacionalismo exacerbado, al que contribuyó la toma del poder político y económico por parte de la burguesía, que desplazó en forma definitiva a la antigua aristocracia. El Realismo: Marco histórico y cultural Aspectos políticos, económicos y sociales. La literatura realista se da en la segunda mitad del siglo XIX, una época en la que los gobiernos progresistas consagraron derechos democráticos e impulsaron reformas. Es el tiempo en el que se consolida el estado liberal y la burguesía. También es ahora cuando se desarrollan las organizaciones obreras. Aspectos ideológicos y culturales. Las corrientes de pensamiento más destacadas fueron el krausismo que propugnó una filosofía práctica, racionalista que hacía hincapié en el carácter ético de la conducta individual, en la creencia en la perfección del hombre y en la evolución de la sociedad y el positivismo un sistema filosófico que solo admite los conocimientos que se fundamentan en la experimentación; por ello se basa en la aportación de las ciencias físicas y naturales. El triunfo de la burguesía caracterizada históricamente por su espíritu mercantilista y su mentalidad práctica, que, al convertirse en clase dominante, se va haciendo cada vez más conservadora. Aparece una nueva clase social: el proletariado (obreros que, debido al desarrollo de la industria, acuden en masa a las ciudades en busca de trabajo, y que viven en condiciones miserables). Doctrinas como el socialismo, el anarquismo y el comunismo (el "Manifiesto Comunista" de Marx es de 1848) prenden en la nueva clase. La burguesía quiso afirmar los sentimientos nacionalistas, de manera que en la literatura se desarrolló, el gusto por los temas locales. En sus inicios el capitalismo se caracterizó por la explotación de la fuerza del trabajo, jornadas agotadoras, nula seguridad e incluso la explotación de niños y mujeres en la mina de carbón. En esa época empezaron a difundirse las ideas de Karl Marx (1818-1883), quién denunció la explotación a que eran sometidos los obreros y propuso un nuevos sistema económico, el comunismo, en el que los medios de producción, es decir, las máquinas y las fabricas, fuesen propiedad del pueblo. En el siglo XIX coexistieron dos corrientes filosóficas: la idealista, representada por Emmanuel Kant (1724-1804); y la positiva, impulsada por Auguste Comte (1798-1857). Kant, filósofo alemán, replantea los problemas que ya habían interesado a los filósofos antiguos, pero desde la perspectiva de lo que llamó razón pura y la razón pura práctica. La filosofía positiva de Auguste Comte propone que el progreso de toda sociedad recorre tres estados: teológico, metafísico y positivo, el último de los cuales le ofrece al ser humano el acceso
al conocimiento experimental de la realidad, único conocimiento con utilidad práctica. La filosofía positivista influyó en la literatura realista, y particularmente en el posterior naturalismo, pues muchos de los escritores se sirvieron profundamente del método para investigar los temas que plasmaron en sus relatos y que se propusieron a escribir únicamente de lo que fuera real, observable y comprobable. La filosofía idealista llegó a su máximo esplendor con G. W. Friedrich Hegel (1770-1831), quién ideó la “ fenomenología del espíritu” o teoría de los fenómenos de la conciencia, de acuerdo con la cual esta última pasa por tres etapas de desarrollo: el espíritu objetivo (conciencia individual), el espíritu objetivo (conciencia social) y el espíritu absoluto ( la unión de la conciencia individual con la conciencia social). Evolución del realismo europeo El origen del realismo literario europeo hay que irlo a buscar en la literatura española medieval y la novela picaresca española y, en concreto, en la versión que configuró sobre esa tradición el novelista Miguel de Cervantes. La novela realista europea viene a ser la épica de la clase media o burguesa que ha conseguido a lo largo de sucesivas revoluciones que le han ido confiriendo cada vez mayor poder (1789, 1820, 1830 y 1848), instalarse como clase dominante en todos los aspectos de la vida, incluido el cultural y el estético. Los ideales burgueses (materialismo, utilitarismo, búsqueda del éxito económico y social) irán apareciendo en la novela poco a poco, y en su fase final también irán apareciendo algunos de sus problemas internos. Características del Realismo • • • • • • • •
Verdad humana Verosimilitud de los hechos, es decir, que es creíble Introspección psicológica sin deformaciones Observación objetiva Descripciones detallistas Personajes comunes, populares Presencia del entorno social como documento real y veraz Estilo sencillo, eficaz, adecuado, desprovisto de exageraciones y adornos inútiles
A las anteriores, se pueden agregar otras características como: • El paisaje que describe son los barrios y las ciudades donde habitan los personajes, los cuales son presentados tanto en su aspecto físico como psicológico. Los temas principales del realismo son las costumbres, la miseria, la riqueza, la injusticia, la vida de la sociedad de la segunda mitad del siglo XIX. • Emplea como recurso importante la descripción detallada de lugares y personajes. • El realismo pretende crear obras bellas y útiles en las que se proporcionen orientaciones morales. • Su género predilecto fue la novela Literatura del Realismo: Definición y Origen Es un la literatura española del Realismo es un movimiento literario que forma parte del Realismo, un movimiento cultural que se impulsó en Europa a mediados del siglo XIX al mermar las tendencias del movimiento romántico. Es una corriente procedente de Francia que, hacia 1850, desarrolló gérmenes ya existentes en el Romanticismo, sobre todo el costumbrismo. Las ideas románticas se irían disolviendo poco a poco y se empezaba a reaccionar contra "el arte por el arte"; la mirada de algunos estaba cansada de lo imaginativo y pintoresco, y pretendió observar objetivamente a las personas, sociedad y acciones contemporáneas. Su
objetivo era presentar un retrato de la sociedad. El principal precursor fue Honoré de Balzac (1799-1850) que, con obras como La Comedia Humana, impuso en la novela un fin moral y social. Esta finalidad, haciéndose casi exclusiva, muy pronto condujo, en algunos autores, al Naturalismo. El término "realista" se empleó por primera vez en 1850, referido a la pintura, pero se amplió con posterioridad al resto de las artes. En literatura se plasmó mayormente en la novela. Quizá uno de los motivos del éxito popular de las novelas se encuentra en su publicación en los periódicos de la época. Los editores utilizaban la novela por entregas para conseguir que el público se viera obligado a comprar diariamente el periódico. La actitud del escritor realista es analítica y crítica, y se suele mantener al margen de lo que relata. Las principales novelas del siglo XIX eran de carácter social, y a los escritores se les consideraba como "historiadores del presente". Los valores e inquietudes de la clase burguesa aparecen reflejados como en un espejo en la literatura del Realismo: individualismo, materialismo, deseo de ascenso social y aprecio por lo cotidiano e inmutable. Los temas del Realismo literario son fundamentalmente el contraste entre los valores tradicionales y campesinos y los valores modernos y urbanos o el éxodo del campo a la ciudad y los contrastes sociales y morales que provoca, la lucha por el ascenso social y el éxito moral y económico, la condición insatisfecha de la mujer que ya posee derecho a la instrucción elemental pero no puede acceder al mundo del trabajo y a la independencia e individualismo burgueses, con lo que aparece el tema del adulterio y la fantasía folletinesca y sentimental, a manera de escape. Hay dos tendencias en el Realismo: la progresista y la conservadora. La novela realista de este periodo se caracteriza por:
• Visión objetiva de la realidad a través de la observación directa de costumbres o de
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caracteres psicológicos. Eliminan cualquier aspecto subjetivo, sucesos fantásticos y todo sentimiento que se aleje de la realidad: "La novela es la imagen de la vida" (Galdós), "una copia artística de la realidad" (Clarín). Defensa de una tesis: los narradores escriben sus obras enfocando la realidad desde su concepción moral. Es el llamado narrador omnisciente. La defensa de una tesis suele comprometer la objetividad de la novela. Temas cercanos al lector: conflictos matrimoniales, infidelidad, defensa de los ideales, etc. El lenguaje coloquial y popular adquiere gran importancia ya que sitúa a los personajes en su ambiente real.