Ortografia
La "correcta escritura" (más conocida como "ortografía"), tiene tres áreas de acción: los acentos, las letras y los signos de puntuación. Aunque es cierto que los softwares instalados en los computadores que usamos a diario nos ayudan en algunos aspectos ortográficos, también debemos reconocer que esta ayuda se limita casi solamente al ámbito de las letras, aunque incluso en este caso hay muchas situaciones en que la máquina no sabe diferenciar. Por ejemplo, si decimos que "la Secretaria titular se cayó" es muy distinto a que "se calló": en el primer caso se cayó (del verbo caer) y en el segundo se calló (del verbo callar, guardar silencio). Si cometemos el error de usar la "y" por la "ll" o viceversa, el computador jamás lo detectará, dará ambos casos como correctos y nosotros haremos el ridículo, comunicando un mensaje muy diferente al que planeamos emitir. En el caso de los acentos, hay muchas palabras que la máquina no logra identificar (como Ejército, ejercito y ejercitó). En la puntuación, ni hablar: definitivamente el computador no presta ayuda alguna. En definitiva, no sacamos nada con tener maravillosas ideas en la cabeza si no somos capaces de comunicar al resto exactamente lo que queremos. Una pieza fundamental en este proceso de traspaso de información consiste en aplicar eficientemente la ortografía. Como suponemos que nuestro interlocutor también la domina, podremos lograr un contacto óptimo. Por último, una aclaración: Aunque la persona que reciba nuestro mensaje no domine la ortografía, entenderá mejor el mensaje con el buen uso de ella. La ortografía siempre aclara y nunca complica los textos.
Conceptos Previos Todas las palabras tienen acento (sólo uno), ya que en castellano simplemente indica el lugar de la palabra en que se carga la voz al momento de pronunciarla. Para evitar confusiones, en algunos casos (la minoría) se marca una rayita oblicua sobre una vocal de la palabra para indicar esta "fuerza de la voz". Otro dato: el acento siempre está en una de las últimas cuatro sílabas de la palabra; nunca lo encontraremos en otra posición. Según la ubicación del acento, las palabras pueden ser clasificadas en cinco grupos con pautas que nos ayudarán a discriminar cuando marcar o no marcar el acento.
Resto de la Palabra
4 Sobreesdrújula
3 Esdrújula
2 Grave
1 Aguda
Según la sílaba en que carguemos la voz, clasificaremos la palabra en uno de los grupos expuestos, sin que sepamos, todavía, si marcamos el acento o no. El único caso que queda fuera de esta clasificación se refiere a las palabras que tienen sólo una sílaba, es decir, los "monosílabos" Después de haber clasificado la palabra, usaremos las reglas para saber cuándo se marca el acento. Estas reglas están divididas en dos pequeños grupos: generales y especiales, que analizaremos.