George Berkeley nació en 1685 en Kilcrene, Irlanda. Estudió en el Kilkeny College y en el Trinity College de Dublín, obteniendo el título de Bachelor of Arts en 1700. En 1707 recibe las órdenes sacerdotales anglicanas y publica su primer libro: La aritmética demostrada sin recurrir al álgebra ni a la geometría. En 1708 comienza a redactar sus Comentarios filosóficos, obra que constituirá el embrión de su filosofía. En 1709 el escepticismo se convierte en su mayor preocupación y publica el Ensayo sobre una nueva teoría de la visión. Cuando en 1710 publica la primera parte del Tratado sobre los principios del conocimiento humano, la obra tiene tal mala acogida que, dos años más tarde decide escribir Tres diálogos entre Hilas y Filonú, como obra aclaratoria de la anterios
La filosofía de Berkeley es el empirismo llevado al extremo. Si John Locke había dudado sobre el conocimiento de los cuerpos, Berkeley va más allá. En su juventud, Berkeley propuso que no se puede saber si un objeto es, sólo puede saberse un objeto siendo percibido por una mente. Declaró que los seres humanos no pueden conocer los objetos reales o la materia que causa sus percepciones, sino que incluso las propiedades matemáticas son ideas semejantes a las cualidades sensoriales. Por tanto, concluyó que todo lo que puede conocerse de un objeto es su percepción del mismo, y resulta gratuito suponer la existencia de una sustancia real que sustente las propiedades de los cuerpos. Los conceptos abstractos de Locke no existen para Berkeley, ni en la naturaleza ni en el espíritu, es una ficción. Las ideas siempre conservan su particularidad.
propuso una teoría filosófica que fue denominada por él "inmaterialismo" y que recibió más tarde el nombre de idealismo. Elabora una nueva versión metafísica del empirismo al servicio del teísmo cristiano creacionista. Para lograr tal propósito, utiliza la epistemología empirista, considerada por él como la mejor para acabar con el materialismo y enaltecer la infinita y gloriosa potencia divina. La ontología de un filósofo es su versión acerca de los diferentes tipos de entidades que, según él, pueden encontrarse en el mundo. El inmaterialismo de Berkeley es una ontología que sólo admite dos especies de existencias, la de las ideas que son pasivas y dependientes y la de los espíritus que son activos, siendo Dios el espíritu supremamente activo, que ha creado todo lo demás. Berkeley niega, pues, la realidad de los corpúsculos materiales. El inmaterialismo niega la realidad de las sustancias materiales cualesquiera que sean. Berkeley estaba convencido de que al exponer esa teoría minaba los argumentos básicos de los materialismos. Berkeley creía que el inmaterialismo permitía establecer una prueba nueva e irrecusable de la existencia de Dios. El mundo no es trascendente, no es separado, no es independiente; solamente existe "en el acto en que" (desde el lado divino) la mente infinita "lo crea" o (desde el lado humano) la mente finita lo percibe. Ser es ser percibido. Lo físico se "identifica" con lo sensible, lo sentido. Y Berkeley elimina así de golpe, la dificultad cartesiana de conseguir certeza a propósito del mundo corpóreo (que sencillamente no existe), y elimina el problema de la relación entre la mente y lo
El concepto de extensión destruye el propio concepto de substancia material. Si los entes sensibles o ideas no pueden existir en algo no percipiente, no podrán de hecho existir en un substrato pasivo, en la materia. Pero, además, la propia noción de materia se vuelve contradictoria cuando se la concibe como substrato o soporte de cualidades. Si se la entiende como subyacente a sus accidentes o cualidades, tendría que subyacer igualmente a la extensión, con lo cual, el mismo substrato tendría que ser extenso, lo cual es una contradicción.