George Berkeley

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GEORGE BERKELEY

VIDA Y OBRA Nació en Dysert, Irlanda, el 12 de marzo de 1685, en el seno de una familia de buena posición. Cursó sus primieros estudios en el Kilney College y en el Trinity College en Dublín, en donde se graduó en 1700 como Bachellor of Arts. En 1707 fue ordenado sacerdote anglicano. Ese mismo año publicó su primer trabajo: “La aritmética demostrada sin recurrir al álgebra ni a la geometría”. En 1708 comenzó a escribir el esbozo de su pensamiento en “Comentarios filosóficos”. En 1709 publicó otro tratado sobre matemática titulado “Ensayo hacia una nueva teoría de la visión”, un trabajo que, aunque polémico y resistido en su tiempo, aún hoy es considerado como un aporte importante al campo de la óptica. En 1710 concluyó la primera parte del “Tratado sobre los principios del conocimiento humano”, una obra que fue muy criticada por sus contemporáneos y especialmente por sus detractores. Entre 1714 y 1720 alternó sus trabajos académicos con viajes

En 1724 fue nombrado deán de Derry. En 1728 contrajo matrimonio con Ann Foster y se embarcó en un proyecto de fundar una escuela en Bermudas para los misioneros de las colonias, dejando el deanato que le reportaba unos ingresos de 1100£ por un salario de 100£. Así es que llegó a América desembarcando cerca de Newport, Rhode Island, donde compró una plantación. Mientras esperaba por la llegada de fondos provenientes de Europa para realizar su proyecto misionero vivió de los recursos que le otorgaba su tarea de agricultor. En 1731 decidió regresar a Europa. Se instaló en Inglaterra en donde permaneció por un tiempo hasta su nombramiento como obispo de Cloyne en 1734. Escribió numerosas obras, algunas sobre filosofía, otras sobre matemáticas y algunas sobre bioquímica, interesándose particularmente en el estudio de la resina del pino. En 1752 se retiró de la vida ministerial y se trasladó a Oxford, en donde vivió hasta su muerte, ocurrida el 14 de Enero de 1753.

PENSAMIENTO Berkeley inauguró con ello el principio del idealismo, según el cual «el ser» de las cosas es su ser percibidas, de tal modo que la sustancia no es ya la materia, sino únicamente la sustancia espiritual, de cuya existencia nuestros pensamientos son la prueba irrefutable, de acuerdo con su contemporáneo Descartes. Sin embargo, si los objetos no existen como fundamento de nuestras representaciones mentales, tenía que haber algo existente que, permaneciendo fuera de nuestra mente, suscitase nuestras percepciones, un principio que Berkeley halló en Dios.

a impresión primaria que se deriva de la lectura de estas obras de Berkeley es la de que niega la existencia del mundo exterior y lo reduce a un simple hecho subjetivo. Sin embargo, un análisis más detenido permite comprender que no trata de disolver el mundo exterior y la materia en una sensación derivada de la percepción, sino de afirmar que, a nuestros ojos, el mundo exterior es, ante todo, una realidad psicológica y espiritual. Las percepciones que constituyen nuestro mundo no son otra cosa que «el discurso que Dios mantiene con los hombres» por medio de la Naturaleza. En el conjunto de su obra, Berkeley reitera un objetivo fundamental; interpretar la vida religiosa como un coloquio entre Dios y el hombre. Se trata del mensaje de un religioso a un colectivo apto para asumir la permanente tutela divina sobre la Creación.

OBRAS

-Tres diálogos entre hilas y filonus (1685): se propuso en estos Tres diálogos entre Hilas y Filonús ofrecer su pensamiento de una forma breve, clara y atractiva. -Los Principios Del Conocimiento Humano(1937):El contenido de este pequeño libro que ahora publico me ha parecido, después de un serio y prolongado estudio, ser de una evidencia clarísima y de no menor utilidad, particularmente para aquellos que sienten el vértigo y la seducción del escepticismo, o necesitan una demostración de la existencia e inmaterialidad de Dios y de la inmortalidad del alma.

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