Generación del 44 La Generación del 44 fue una de las generaciones literarias más representativas del siglo XX en El Salvador, y fue llamada así porque en 1944 un grupo de escritores se pronunciaron en contra de la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez, que gobernaba en el país. Esta dictadura sería duramente criticada por un grupo de escritores salvadoreños, cada uno desde su propio ámbito literario y periodístico. De esta manera, los escritores de la Generación del 44 jugaron un papel muy activo en el movimiento democrático que puso fin a la dictadura. El aporte de la Generación del 44 fue el hecho de pronunciarse sobre el régimen autoritario en periódicos, revistas, conferencias y en reuniones intelectuales; también produjeron obras de mucho mérito y se dieron a conocer públicamente situaciones que les ocasionaron persecución y exilio. Esta Generación fue conocida también como Generación de la dictadura, generación antimartinazo y generación antifascista. Características de la Generación del 44:
Denuncia de injusticias sociales y políticas. Lucha por lo humano, por elevar las condiciones del ser humano sumido en la pobreza. Proyectos de trabajo por cada autor desde cada especialidad artística y literaria. Exigencia académica y calidad en la producción literaria de cada uno.
Autores de la generación del 44:
Pedro Geoffroy Rivas Pedro Geoffroy Rivas fue un poeta oriundo de El Salvador, nacido en Santa Ana el 16 de septiembre del año 1908 y fallecido en San Salvador el 10 de noviembre de 1979. Con tan sólo 19 años, publicó su primer poema en un periódico local, y ése fue el punto de partida de una serie de colaboraciones con otros medios impresos. Además de su pasión por las letras, sintió otras inquietudes intelectuales, lo cual lo llevó a estudiar Derecho. Dicha formación le brindó las herramientas necesarias para analizar las problemáticas sociales y políticas que abordó en sus primeras obras. Fue destacable su colaboración en la denuncia del genocidio que el gobierno llevó a cabo contra los pueblos aborígenes de su país; su valentía y activa participación en la defensa de sus compatriotas se convirtió en una inspiración para otros escritores. Obras más importantes: Canciones en el viento, (poesía); Rumbos, (poesía); Para cantar mañana (poesía); Solo Amor, (poesía), 1963; Yulcuicat, (poesía), 1965; Cuadernos del Exilio (poesía); Los Nietos del jaguar (poesía), 1977.
Hugo Lindo Hugo Lindo Olivares fue un poeta, novelista, diplomático, político y abogado salvadoreño nacido en el Puerto de La Unión (El Salvador), el 13 de octubre de 1917, dentro de una familia de clase media trabajadora. Estudió en la Universidad de El Salvador, donde obtuvo el título de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales. En 1947 hizo un viaje como diplomático a Corea. Fue embajador de El Salvador ante la República de Chile (1952-1959) y ante la República de Colombia (1959-1960). Fue Ministro de Educación en 1961 y volvió al servicio diplomático como embajador de El Salvador en España (1969-1972). Cuando regresó a El Salvador, montó una librería y galería "Altamar", hasta que la crisis económica le obligó a cerrar. Participó en la fundación de la Universidad "Dr. José Matías Delgado" y se desempeñó como Decano de la Facultad de Bellas Artes de dicha Universidad hasta su fallecimiento (1979-1985). A nivel personal, estuvo casado con Dña. Carmen Fuentes; y tuvieron 7 hijos, uno de ellos el escritor Ricardo Lindo Fuentes. Falleció en San Salvador, el 9 de septiembre de 1985, a la edad de 68 años. Obras más importantes: Guaro y champaña (cuento, 1947); Aquí se cuentan cuentos (cuento, 1959); Espejos paralelos (cuento, 1974); El anzuelo de Dios (novela, 1956); ¡Justicia, señor Gobernador! (novela, 1960); Yo soy la memoria (novela, 1985).
José María Méndez (Santa Ana, 23 de septiembre de 1916 - San Salvador, 14 de abril de 2006). Sus padres fueron el abogado Rafael Antonio Méndez y María Luisa Calderón. Estudió la secundaria en el colegio Marcelino García Flamenco, donde conoció a Hugo Lindo. Posteriormente realizó el doctorado en Jurisprudencia y Ciencias Sociales en la Universidad de El Salvador, en la que fue galardonado como mejor alumno de la facultad en 1936, y además ganó un concurso de monografías con el trabajo El cuerpo del delito. Se graduó en 1941 con la tesis La confesión en materia penal. En 1939 se desempeñó como jefe de la sección de alcabalas de la dirección general de contribuciones directas, y ejerció el periodismo como director del periódico Patria Nueva entre 1953 y 1954. En el ámbito literario, «Chema» Méndez ganó el segundo lugar compartido del certamen nacional de cultura con la colección de cuentos Tres mujeres al cuadrado en 1963. Años después, nuevamente como fiscal de la universidad, suscribió en 1966 con la Universidad de Harvard la compra de valiosa bibliografía para la institución. Para 1968 fue elegido rector de la misma, cargo en el que se mantuvo hasta 1970. Ese mismo año ganó el primer premio en la rama de cuento en los Juegos Florales de Quetzaltenango con Tiempo irredimible, galardón que repitió en 1974 con Espejo del tiempo, y Tres consejos en 1994, por lo que fue designado como «Maestre de la narrativa centroamericana» en ese certamen. Obras más importantes: Disparatario (1957); Cuentos del alfabeto (1992); Diccionario personal (1992); Antología definitiva (1995); Cuentos peligrosos y otros cuentos (1996).
Julio Fausto Fernández El Dr. Julio Fausto Fernández fue una personalidad controversial. Uno de los más destacados intelectuales de la izquierda de 1933 a 1953 y uno de los pilares ideológicos de la derecha más recalcitrante a partir de ese año en que reniega del marxismo y adopta la visión neo-tomista. Su producción teórica en un primer momento enriquece la visión marxista y luego propaga una visión de derecha clerical. No obstante esto, es parte de nuestra herencia cultural.
Oswaldo Escobar Velado Oswaldo Escobar Velado (Santa Ana; 11 de septiembre de 1919 - San Salvador; 15 de julio de 1961) fue un poeta y abogado salvadoreño. Sus padres fueron Don Simón Escobar Vides y María Velado de Escobar, logró el grado de Bachiller en el Externado San José de San Salvador; y el de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. Colaboró en la radio YSP y en El Diario de Hoy. Desplegó una intensa actividad política e intelectual en contra de los totalitarismos de la época, hecho que le valió ser exiliado en Costa Rica y Guatemala en el año 1944 y 1945. Su trabajo es de corriente social, y además formó parte del llamado GRUPO SEIS. Velado ejerció una gran influencia en los poetas salvadoreños de los años 1950. Obras más importantes: Poemas con los ojos cerrados, poesía, Guayaquil, 1943; 10 sonetos para mil y más obreros, poesía, San Salvador, 1950; Árbol de lucha y esperanza, poesía, San Salvador, 1951; Volcán en el tiempo, poesía, San Salvador, 1955.
Generación comprometida En los años cincuenta, un grupo de escritores salvadoreños sintetizó lo que más adelante fue uno de los grupos artístico-intelectuales más importantes de la historia de nuestro país. La crítica a las dictaduras militares y al sistema social salvadoreño de los 50 fueron dos de las características más importantes en esa década. El término “Generación Comprometida” tiene en sí mismo una serie de inconvenientes a partir de diversos modos de entender la historia literaria nacional. “Uno de ellos sirve para aludir a una serie de agrupaciones de escritores salvadoreños, fundamentalmente poetas, que surgieron en el escenario literario local a partir de 1950. La primera agrupación fue el llamado Cenáculo de Iniciación Literaria, el cual dio pie más adelante al Grupo Octubre, fundado en 1950 e integrado por Ítalo López Vallecillos, Orlando Fresedo, Waldo Chávez Velasco, Irma Lanzas, Eugenio Martínez Orantes, Álvaro Menéndez Leal, Jorge Cornejo y los pintores Camilo Minero y Luis Ángel Salinas”, explica Luis Alvarenga en su tesis doctoral sobre Roque Dalton García. El año 1952 es muy importante en el concepto de esta Generación. El editor, periodista, poeta, dramaturgo e historiador Ítalo López Vallecillos, quien falleció en plena guerra civil salvadoreña en 1988, se fue a estudiar a España en el 52, y se acercó al término “comprometido” que fue utilizado por el filósofo y escritor francés Jean Paul Sartre sobre la “literatura comprometida”, según explica un autor que también formó parte de una generación del compromiso literario, el autor de “Un día en la vida”, Manlio Argueta, actual director de la Biblioteca Nacional. La base de este grupo se constituía en el compromiso con el pueblo salvadoreño ante una época de militarismo y autoritarismo y de carencia total de partidos políticos en el sentido real de la expresión. Al no existir partidos políticos y haber represión y violencia institucional, los escritores se constituyeron en la única oposición desde la Universidad de El Salvador, pues todos los del Círculo eran estudiantes universitarios. Una de las más conocidas manifestaciones fue el Desfile Bufo, donde se burlaban del Gobierno militar. Uno de los elementos más importantes para esta generación fue que buscaban que la literatura no sólo fuera independiente de los poderes fácticos del país, sino que se convirtiera también en conciencia crítica, ética, reflexiva y creativa. Sin lugar a dudas esta corriente de pensamiento que abrió la Generación tuvo un impacto considerable en la vida intelectual y política del país. Se puede decir, incluso, que a partir de allí surgió una serie de corrientes que impulsarían la búsqueda de la democracia. Debido a la situación política y sociocultural que estaba viviendo El Salvador en ese tiempo, muchos de los escritores tuvieron que ir al exilio, enviando así sus aportes literarios desde fuera, pero que a su regreso al país continuaron trabajando para poder sacar adelante el ámbito literario en el país. Sin lugar a dudas estos escritores, poetas y artistas de las letras abrieron una brecha que permitió que nuevas generaciones pudieran expresar sus ideas a través de la literatura. Autores de la generación comprometida:
Ítalo López Vallecillos Fue el creador y guía de la mítica Generación Comprometida de El Salvador, a la que también pertenecieron Roque Dalton, Manlio Argueta y Álvaro Menen Desleal. Fue editor del diario El independiente, que durante dos décadas fue atacado por gobiernos militares. A principios de los años sesenta creó la Editorial Universitaria de El Salvador y la influyente revista La pájara pinta. A principio de los años setenta fundó la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), que durante casi treinta años dio a conocer a los escritores más importantes de la región. Obras más importantes: Biografía de un hombre triste (poesía, Madrid, 1954); Imágenes sobre el otoño (San Salvador, 1962); El periodismo en El Salvador (ensayo histórico, San Salvador, 1964); Gerardo Barrios y su tiempo (ensayo histórico, 1965); Burudi Sur (teatro, San Salvador, 1965); Puro asombro (poesía, San Salvador, 1970); Inventario de soledad (poesía, San Salvador, 1977).
Orlando Fresedo (San Salvador, 30 de agosto de 1932 - 18 de marzo de 1965). Fue un poeta y periodista salvadoreño. Integró la Generación Comprometida, y tuvo una vida bohemia que le llevó al consumo de alcohol que al final fue el causante de su muerte en un cuartucho de la Avenida Independencia en San Salvador. Sus trabajos literarios merecieron el reconocimiento de literatos como Claudia Lars, Juan Felipe Toruño y Manuel Scorza. Se dedicó ocasionalmente al periodismo en El gráfico colegial (1952) y El independiente (1955). Sus versos alcanzaron popularidad en su época, por lo que se motivó a vender pequeñas ediciones de su obra. Según David Escobar Galindo, su trabajo se enmarca en un «ingenuo vanguardismo»; asimismo, se refiere al poeta con las siguientes palabras: “Es como un niño alegre que hace pompas de jabón con las imágenes. Y, sin embargo, su vida es el querer esconderse tras ese juego. Nunca supimos, realmente, cómo era el verdadero Fresedo.” Obras más importantes: La bomba de hidrógeno, 1950; Bahía Sonora, poesía, San Salvador, 1953; Sonetos de la Gracia Suma, poesía, San Salvador, 1963; Emigrados del Alba, poesía, San Salvador, 1964.
Waldo Chávez Velasco (San Salvador, El Salvador, 14 de octubre de 1933 - id. 7 de julio de 2005). Inició sus estudios en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, por su rendimiento académico obtuvo una beca gubernamental y viajó a la Universidad de Bolonia, en Italia, donde en 1959, obtuvo el doctorado en Derecho Internacional Público. También efectuó estudios de comunicaciones, en la Universidad de París. Durante su estancia en Europa, conoció a la escritora salvadoreña Irma Lanzas con quién contrajo matrimonio. De regresó a El Salvador trabajó como colaborador del periódico El Diario de Hoy y se desempeñó como Director General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura (1960). En 1967, fue el fundador y primer director del periódico vespertino El Mundo. Fue miembro del Partido de Conciliación Nacional (PCN) de ideología anticomunista, cuando este partido controlaba el gobierno de El Salvador (1962-1979). Durante el gobierno del general Fidel Sánchez Hernández y del coronel Arturo Armando Molina sirvió secretario particular y secretario de Información de la Presidencia de la República. Obras más importantes: “Quién secuestró a Scott” (1999); El poemario “Lápidas de la guerra civil” (1996); “Fábrica de Sueños” (1957); “El Sombrero de Otoño” (1962); “El Cipitín” (1996); “Cuentos de hoy y de mañana”, (1963); “Cuentos medievales” (1990).
Álvaro Menéndez Desleal Álvaro Menen Desleal es un conocido poeta de El Salvador nacido el 13 de marzo de 1932. Pese a que su nombre original era Álvaro Menéndez Leal, prefirió cambiarlo, quizás como un gesto de comicidad o para llamar la atención. Fue partícipe de la Generación Comprometida en la que también se encontraban Manlio Argueta y Roque Dalton, entre otros. Entre sus importantes innovaciones para la cultura, Desleal fue el creador de los noticieros que se emitían por televisión en su país. También colaboró como periodista en diferentes medios, a la vez que escribía, no sólo poesía sino también relatos y ensayos. En la poesía, publicó varios poemarios, uno de ellos de haikús, llamado "Poesía para pintores". Otras de sus publicaciones fueron "La llave", "El Extraño Habitante", "Una cuerda de Nylon y Oro" y "Los Vicios de Papá". Además, escribió obras de teatro que le permitieron llegar a un público más amplio; entre las mismas, cabe mencionar la más importante, titulada "Luz Negra", que ha sido representada en varias ocasiones, no solo en El Salvador sino también en otros países.
Roque Dalton Nació en San Salvador, El Salvador, el 14 de mayo de 1935. Y murió en el mismo lugar el 10 de mayo de 1975. Era hijo del inmigrante estadounidense Winnall Dalton y de la enfermera salvadoreña María Josefa García. Estudió en el Colegio Externado de San José, de los jesuitas y en 1953 se trasladó a Santiago de Chile para estudiar Derecho, aunque volvió a San Salvador a continuar sus estudios. En 1957, con otros estudiantes salvadoreños, visitó la URSS para participar en un festival internacional de jóvenes en el que conoció a Carlos Fonseca, fundador del FSLN, al poeta argentino Juan Gelman y al poeta turco Nazim Hikmet. Dalton tuvo una clara conciencia izquierdista y revolucionaria desde sus tiempos universitarios que los llevaron a ingresar en el Partido Comunista Salvadoreño a los veintidós años. Su actividad literaria corrió paralela a la militancia revolucionaria y el reconocimiento de su valía como escritor coincidió a su vez con las primeras encarcelaciones. Formó parte de la llamada Generación comprometida, que reflejó en la novela Pobrecito poeta que era yo, publicada un año después de su muerte. Roque Dalton perteneció al Círculo Literario Universitario (1956), junto a Manlio Argueta, Roberto Armijo, José Roberto Cea, Álvaro Menéndez Leal y Tirso Canales. Fue encarcelado en 1960 y liberado en octubre de ese año, al ser derrocado el presidente José María Lemus, por lo que se exilió a México, Checoslovaquia y Cuba. Finalmente decidió volver clandestinamente a El Salvador para continuar la lucha pero fue asesinado por sus propios compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), la guerrilla a la cual pertenecía en ese momento, junto con el obrero Armando Arteaga, "Pancho", bajo la acusación de ser agente de la Central de Inteligencia de EE. UU., en una casa del barrio de Santa Anita, en San Salvador y también fue acusado de trabajar para la inteligencia cubana, todas las acusaciones fueron desmentidas después.