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“A SANGRE FRIA”: NARRATIVAS DE JOVENES HOMICIDAS

HEIDY NATALIA GARCÍA CADENA

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN SOCIAL INTERDISCIPLINARIA BOGOTÁ 2015

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“A SANGRE FRIA”: NARRATIVAS DE JOVENES HOMICIDAS

HEIDY NATALIA GARCÍA CADENA Tesis de grado

Director de tesis JAIRO HERNANDO GÓMEZ ESTEBAN Doctor en Educación Doctorado Interinstitucional en Educación

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN SOCIAL INTERDISCIPLINARIA BOGOTÁ 2015

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Nota de aceptación:

________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________ ________________________________________________

___________________________________ Firma del presidente del jurado

___________________________________ Firma del jurado

___________________________________ Firma del jurado

Bogotá, Agosto de 2015

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Natalia: ¿Cómo quieres llamar tu historia? Paola: A sangre fría […] porque a mí no me da asco la sangre, nada […] No me mueve nada.

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Agradecimientos

Rememorar la labor de escritura y los diferentes momentos de construcción de la investigación es rememorar y agradecer cada una de las personas que estuvieron cerca durante proceso: A los jóvenes que participaron en las entrevistas, por su disposición al diálogo y a compartir sus historias de vida. Al equipo de intervención psicosocial del Centro el Redentor, el Hogar Femenino y las instancias del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes: Sol Martha, Claudia Cárdenas, Diana Salavarrieta, Andrés Cárdenas, Adriana del Pilar y Liliana Gil. Al profesor Jairo Hernando Gómez por su apoyo, asesoría y constante retroalimentación. A las amigas y familiares que me acompañaron en este camino de significaciones y resignificaciones: Lucy, Katerin, Karen, Ana Milena, Lili Cañón.

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CONTENIDO INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 10 Glosario de narrativas ..................................................................................................................... 15 Nota preliminar ................................................................................................................................ 16

CAPITULO 1 .......................................................................................................................... 17 HOMICIDIO Y JUVENTUD EN BOGOTÁ: ELEMENTOS PARA PENSAR LA PROBLEMÁTICA ........................................................................................................................... 17 1.1 Relato introductorio: Bogotá ciudad ensangrentada ............................................................ 17 1.2. Las complejidades de ser y estar en el mundo .......................................................................... 22 1.3. La arbitrariedad del concepto “juventud” ................................................................................. 24 1.4. Tensiones de la libertad: La transgresión como opción ........................................................... 26

CAPITULO 2 .......................................................................................................................... 28 NARRATIVAS, SUJETOS Y PALABRAS: LINDEROS METODOLÓGICOS ...................... 28 3.1. Diario de una vivencia narrativa ............................................................................................ 28 3.1.1. Narrativa 2014 ..................................................................................................................... 28 3.1.2. Narrativa 2015 ..................................................................................................................... 28 3.2. Acerca del horizonte de sentido de las narrativas ..................................................................... 30 3.3. Acerca de los encuentros, entrevistas y sujetos. ........................................................................ 32 3.4. En escena: Emotividad femenina, silencio masculino. ............................................................ 34 3.5. Acerca de las preguntas y el desarrollo de las entrevistas ....................................................... 36 3.6. Narrativa y perspectiva literaria en la investigación social ...................................................... 37 3.6.1. El hijo ausente, (Pastor López) ........................................................................................... 42

CAPITULO 3 .......................................................................................................................... 44 ESTADO DE ARTE ......................................................................................................................... 44 2.1. Acerca de la implementación del SRPA en Colombia y el discurso jurídico ....................... 45 2.2. Acerca de la juventud y el homicidio en los discursos de las Ciencias Sociales. .................. 51

CAPITULO 4 .......................................................................................................................... 71 UN TEJIDO INTERPRETATIVO: ENTRE NARRATIVAS Y SUBJETIVACIÓN................ 71 4.1. Diálogos contextuales: Entre el estado de arte y la interpretación narrativa .......................... 72 4.1.1. Acerca del sicariato y las condiciones socioculturales de Colombia ................................. 72

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4.2. Acerca del libre albedrio y la libertad en los procesos de subjetivación................................... 76 4.3. La libertad como drama: El problema del mal......................................................................... 80 4.4. Acerca de la condición juvenil, la institucionalización y el discurso del SRPA ..................... 87 4.5. A modo de conclusión: Posibilidades de intervención desde la narrativa .............................. 90

REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS ................................................................................... 95 ANEXOS ................................................................................................................................ 104 ANEXO 1: OTROS RELATOS EDITADOS .................................................................................. 104 ANEXO 2: CONSENTIMIENTO INFORMADO ADOLESCENTES........................................... 108 ANEXO 3: AUTORIZACIÓN ICBF PARA IMPLEMENTACIÓN DE ENTREVISTAS ........... 110

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INDICE DE TABLAS

TABLA 1. CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN: TIPOLOGÍA DE HOMICIDIOS……………………………………………………………………………59

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INDICE DE GRÁFICOS

GRÁFICO 1. LA FAMILIA DE WILMER………………………………………………..64 GRÁFICO 2. HOMICIDIO…………………………………………………………………68 GRÁFICO 3. LAS LÁGRIMAS DE MAMÁ……………………………………………....69

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INTRODUCCIÓN

Diversos han sido los trabajos que se han referido a la categoría de “adolescente infractor” y/o “joven en conflicto con la ley”, siendo una construcción reciente que aboca diversos campos disciplinares tales como el jurídico, el psicológico, el sociológico y el antropológico; para lo cual cabe señalar que la relevancia de estas categorías se sitúa a consecuencia del posicionamiento del corpus discursivo y normativo que se proclama desde la convención de los derechos del niño, en los cuales se enfatiza en un sujeto de derechos con tratamiento especial y diferencial respecto al tratamiento del delito en los adultos. En Colombia dicha discursividad se implementa desde el modelo de protección integral y el Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes, en adelante SRPA, cuya estructura da cuenta de procesos de reintegración social a través de “medidas pedagógicas” desde el marco institucional de “inclusión social” en los Centros de Atención Especializados del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), contexto en el cual se desarrolló la presente investigación. Ahora bien, toda investigación suscita un interés, una búsqueda, la presencia del investigador en cada línea de escritura, entonces el ejercicio investigativo inició pensando en múltiples posibilidades y preguntas de la subjetividad, de la juventud, de los modos de entender y vivenciar hechos de homicidio, sumado a las inquietudes acerca de la mercantilización de la muerte, la deshumanización de los cuerpos en los casos de sicariato y de homicidio por conductas delictivas, en tal sentido la investigación se sumerge en las historias, en las narraciones, un drama que se enuncia en Colombia a diario en los medios de comunicación, la muerte como un negocio, el auge de las organizaciones, la frialdad de 10

la muerte como elemento cotidiano, a ello se suma la participación de jóvenes en actos delincuenciales de robo que finalizan en homicidio como modo fácil de adquisición de dinero y objetos materiales, situaciones que conllevan a hacer una mirada a los diferentes elementos que convergen en las trayectorias de vida de los jóvenes, ejercicio que se denominará procesos de subjetivación. Así, la investigación se aboca a la complejidad de las trayectorias de jóvenes que participaron en homicidios, hechos de gravedad en cuanto sobrepasan los límites de la vida, y que desembocan inclusive en crueldad y deshumanización de la víctima, entonces surgen las inquietudes por los modos de asumir la responsabilidad del acto cometido y los juicios de valor respecto a la víctima(s), por ello la investigación privilegia la mirada al devenir de los sujetos, máxime en aquellos casos en los cuales se opta por el homicidio como un modo de vida, aunque también se prevé que la población participante hace parte de una jurisdicción diferenciada respecto a los adultos, por tal razón, también se hace relevante identificar en las narrativas aquellos elementos que dan cuenta de los modos en que los sujetos se leen y comprenden al interior del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes. Bajo este horizonte de sentido se propuso para el desarrollo de la propuesta el objetivo general: Comprender los modos de subjetivación de jóvenes homicidas en conflicto con la ley, tomando como punto de partida vivencias de homicidio expresadas en sus narrativas biográficas.

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Igualmente, se han planteado los siguientes objetivos específicos: -

Interpretar las narrativas de jóvenes que han cometido homicidios, situando las decisiones, trayectorias y contextos que constituyen su devenir subjetivo.

-

Identificar investigaciones que se han adelantado desde las Ciencias Sociales en Colombia acerca de jóvenes homicidas, con el propósito de vislumbrar el estado de la discusión y las posibilidades de abordaje. La propuesta de investigación pretende generar otros horizontes de sentido para el

abordaje de jóvenes en conflicto con la ley desde las posibilidades y elementos de las narrativas biográficas; por ello la relevancia de hacer una mirada a las investigaciones que desde el campo de las Ciencias Sociales se han dedicado al abordaje de jóvenes que se encuentran en proceso de inclusión social en los centros del SRPA en Colombia, sumado a las implicaciones en el cambio de paradigmas entre el código del menor y la ley de infancia y adolescencia en Colombia, discusión que se encuentra ampliada en el capítulo dos; en tal sentido, se hace pertinente situar algunos debates de la filosofía moral, practica y de la acción para profundizar en las acciones, la elección voluntaria por determinadas formas de actuar y el vínculo entre libertad y responsabilidad. Sumado a lo anterior, vale decir que la propuesta de investigación es construida en el contexto del macroproyecto de investigación “Subjetividades proscritas: Jóvenes en conflicto con la ley” que se consolida en la Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria, desde donde se busca caracterizar, comprender y visibilizar las diversas formas de subjetivación de jóvenes que han decidido asumir como modo de existencia la

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delincuencia y el crimen con el propósito de construir lineamientos jurídicos, éticos e investigativos. (J.H, Gómez 2014d) En lo que refiere a la estrategia metodológica, se utilizó las narrativas biográficas como herramienta desde la cual los sujetos hacen memoria de diversos acontecimientos de su vida, develando el contexto, el momento histórico particular y los referentes sociales e institucionales que le han permeado en el transcurrir de la vida, así como las decisiones y circunstancias determinantes para constituirse como tal. Por tal razón, el lector podrá sumergirse en las narrativas desde el primer capítulo, para ello es pertinente aclarar que algunas narrativas han sido intencionalmente organizadas1 introduciendo algunos capítulos; por ello, de manera preliminar se presenta un glosario de términos utilizados por los jóvenes participantes con el propósito de presentar la “jerga” que encontrará a lo largo del documento. De esta manera, el primer capítulo esta precedido por el relato “Bogotá ciudad ensangrentada” donde el lector tendrá la posibilidad de hacer un recorrido por la ciudad marginal, narrada y transitada por jóvenes en medio de hechos de homicidio, esto a manera de introducción para presentar posteriormente los elementos, tensiones y preguntas que constituyen la problemática de la investigación; el segundo capítulo presenta el estado de discusiones que se ha generado desde las investigaciones que han realizado el abordaje de “jóvenes en conflicto con la ley”, el homicidio y el tratamiento institucional; en el tercer capítulo la narrativa de la investigadora introduce el capítulo metodológico para mostrar posteriormente la perspectiva y características del trabajo con narrativas así como las

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La organización corresponde a las subcategorías de la investigación descritas en el capítulo 3 (metodológico).

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pautas que posibilitaron la realización de entrevistas a jóvenes homicidas, finalmente el cuarto capítulo desarrolla el proceso de interpretación que se llevó a cabo con las narrativas.

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Glosario de narrativas

Fumarse, fumemos, fumar: Matar Liebres: enemigos de otra banda o policías. Arsenal: Arma. Pepo, pepera, estar pepo: Estar drogado. A lo bien: Hacer las cosas adecuadamente. Se la pego: Apuñalar. Socios: compañeros de gallada, de banda delincuencial, se diferencia de amigos. Patecabra: Elemento cortopunzante. Batazo: Pegar con un palo. Sangre fría: Matar sin compasión ni dolor por la víctima. Desgonzo: caer, sospechar de muerte. Paila: En problemas, sin resultado, que no se puede hacer. Poner los cachos: Infidelidad Olla: Calle o lugar peligroso, lugar de venta y consumo de drogas. Encanado: estar en la cárcel. Parcero: Amigo de gallada Un palo: Un millón de pesos. Embale: Comprometer a alguien. Farrear: Ir a rumba, fiestas Pegarse a la aguja: Consumo de sustancias alucinógenas excesivo y continúo. Casposos: Malos Chinche: Pequeño, menor de edad. Manes: Hombres

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Nota preliminar Las entrevistas de la presente investigación se desarrollaron en el marco de la reserva de diligencias establecida por la ley colombiana para la protección de identidad de los jóvenes que participaron en la misma: “Las actuaciones procesales adelantadas en el SRPA para adolescentes, solo podrá ser conocida por las partes, sus apoderados y los organismos de control. La identidad del procesado salvo para las personas mencionadas en el inciso anterior, gozarán de reserva. Queda prohibido revelar la identidad o imagen que permita la identificación de las personas en proceso.” (Art. 153 de la ley 1098/06), también se considera lo contenido en el artículo 74 de la Constitución Política de Colombia frente al “secreto profesional” y el art. 40, numeral 2, punto b, romano VII de la Convención de los Derechos del Niño, sobre el respeto a la vida de los adolescentes. Por lo anterior, no se presenta las historias de manera lineal sino segmentos distribuidos en los capítulos, asimismo es pertinente aclarar que los nombres y lugares que se encuentran en las narrativas son ficticios; los títulos, subtítulos y edición fueron concertados con los jóvenes participantes. De igual manera, cabe aclarar que los participantes firmaron consentimiento informado (Ver anexo) en el cual se manifiesta la concertación de confidencialidad.

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CAPITULO 1 HOMICIDIO Y JUVENTUD EN BOGOTÁ: ELEMENTOS PARA PENSAR LA PROBLEMÁTICA 1.1 Relato introductorio: Bogotá ciudad ensangrentada Localidad Ciudad Bolívar, Susana: - Súbase a la moto, súbase a la moto. - No, no, no le dejemos ahí, no lo dejemos ahí se está muriendo, no lo dejemos ahí por favor. - No sea boba, no ve que nos mandaron fue a matarlo, usted es la que nos está aportando, que se suba o quiere que también nos la fumemos a usted. No tenían piedad, claro uno se sube y esas noches uno no puede dormir, uno da vueltas en la cama, -qué hice?, en qué me metí?-, ¡ay no Dios mío! uno no sale, uno siente que lo están buscando, ay no, uno se siente re peor, pues yo ya tenía muchas personas que me buscaban, no podía salir de mi casa porque me buscaban, subían en motos a buscarme. Yo vivo en un barrio muy pobre de Ciudad Bolívar, y en ese barrio solamente se ve muerte, se ve robo, si a uno lo matan por ejemplo nadie dice nada, cuando mataron a mi prima, eso fue muy duro, a ella la mataron al pie de mi casa, ella era medio prima nos habíamos criado las dos, ella también andaba en ese mundo y del que la mato no se sabe nada. En mi barrio también se ve robo, se ve gente apuñaleada, yo apuñalaba si no me daban las cosas, osea llegue a matar. Barrio Alfonso López – Javi - ¡se me metieron las liebres al rancho¡ Cuando llegaron yo estaba durmiendo, tumbaron la puerta del cuarto eran encarnizados, dándole como a perro y yo asustado. Los rumores decían que un tal Javi mato a un chino en una buseta por robarlo. - ¡Policía Nacional¡, quédese quieto. - Todo bien, todo bien. Luego, picaron la casa y no encontraron nada, entonces me llevaron al CAI, yo pensé que era por cosas del pasado y no, supuestamente yo había matado a un muchacho el 5 de enero en un bus por robarlo con un compañero. El otro compañero está en la modelo, un pelado como yo que desde chiquitos hemos sido re amiguitos y re casposos, nos cogieron porque en el barrio donde vivíamos no la pasábamos robando busetas.

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Pero en este momento, yo estoy pagando por el primer homicidio que sucedió un año antes de que me cogieran, fue en una fiesta, era un sábado en la noche, mis primas y unos amigos me dijeron -vamos que hay una fiesta-, entonces nos metimos por allá en un hueco. El asunto es que al lugar donde íbamos había enemigos y ese día yo tenía un arsenal, un arma. Estábamos bailando y nos metieron en un hueco, en una pieza, yo iba solo con amiguitas, era el único hombre y empezaron a desvestirlas para robarlas, me iban a desvestir también, me iban a mandar desnudo para la casa, entonces yo dije –¡no, que tristeza de ladrones!-, yo no me iba a dejar quitar la ropa, entonces se amangualaron, me iban a lastimar con esas armas cortopunsantes porque tenían cuchillos y pico botella, estaban armados, mentalizados a desvestirme, yo quede ofendido. En ese momento mi prima tenía el arma, entonces ella me dijo –Javi tome- yo destape el tambor para revisar bien las municiones que estaban metidas, cargadas, lo cerré, apunte hacia arriba y disparé. En el estruendo, todos gritaron, pararon la música, las muchachas, mis acompañantes salieron, claro yo no iba a dejar a ninguna. Cuando estábamos arrancando se me pego un mancito ofendido a pegarme con un machete, entonces yo saque otra vez el arma me agache, le dispare como levantando la tierra al lado del mancito, entonces, él alcanzó a pegarse contra una esquina del muro y se devolvió, yo seguí con mis primas. - Cojan un taxi y nos vemos allá arriba. - Bueno papi, hay nos vemos arriba – Dijo mi prima. Barrio Palmitas, Paola: - Yo midiéndole el aceite a mi hermano, él estaba pepo, le dije a mi hermano vamos a hacerlo o le da miedo. - Pues, hágale de una. Ese día robamos un taxista, lo llevamos por allá cerca al rio Bogotá, lo robamos, luego el señor se puso grosero y mi hermano le pego una puñalada y entonces yo le dije -¡no grite!, ¡no grite!, no haga nada para que nosotros no le hagamos nadaEntonces, el empezó a gritar y grosero, se iba a bajar del carro y yo le metí una puñalada en todo el musculo de la pierna y pues mi hermano se la pego y yo también, mi hermano le pego una que le rajo el cachete y el como que gritaba….eso se le abría todo. Al día siguiente, nos estaban buscando por todo Dindalito y nosotros estábamos escondidos, cuando salió por noticias que el señor estaba en coma, tenía tres hijos y la esposa decía porque a mí, si mi esposo no se metía con nadie, él era quien nos daba para todoMi mamá me decía -si ve si ve lo que ustedes hacen, eso es por no calmar las cosas, por no saber llevar las cosas y calmar sus impulsos- Que va, pues si se murió se murió, normal.

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Barrio Ciudad Montes, Valeria: Ibamos en la tercera con 68 y una nena, una amiga me llama. -Flaca, que vamos a vernos. - No tengo plata, no tengo plata. - Vengase que aquí le pago el taxi Ella me dijo que allá me pagaba el taxi, que le había robado a la mamá $150.000, cogimos el taxi con mi hermano, entonces llegamos a las ferias y la nena solo con dos muchachos, luego nos fuimos a una discoteca, digamos como un tomadero, estábamos con mi hermano y bueno, me regalo dos pepas, y yo antes de salir a robar, ya me había tomado las tres pepas, estábamos ahí……cuando nos llegaron unos de las barras, llego con ellos un chino de las barras con quien ya habíamos tenido problema en carretera una vez para Tunja. Claro, otra vez nos volvimos a ver, mi hermano lo vio…ellos dos preciso se habían agarrado en carretera, entonces el chino se entró y mi hermano también se entró a la discoteca, se le entro, se le va pa encima y lo cogió a puñaladas…claro pues se dieron otra vez, entonces, con otros intentamos y pudimos abrir la puerta, cuando salieron pal piso, yo también me le fui al chino de las barras encima a darle cuchillo, entre los dos le pegamos 19 puñaladas, entonces llego el primo y el papá del chino, ellos eran de ese barrio, de Ciudad Montes. El papá del chino me dio un sillazo, entonces a mi hermano le dio rabia y le pego dos puñaladas, en ese momento llego la policía y capturo a mi hermano, a mí no me cogieron, capturaron a mi hermano, lo metieron en la patrulla. - Policía: Coja un taxi y váyase. - Stiven: -¡No me deje morir!, ¡No me deje! Entonces, la ambulancia con la victima pal hospital y en la patrulla estaba mi hermano, pues yo la cogí a pata, y ¡no!, hay si me cogieron de ese mechero, me dieron y me montaron a la patrulla, llegamos a la treinta con doce (CESPA). Al otro día, mi mami llego y se puso a llorar y nosotros no nos despertábamos pues de la misma pepera, mi hermano se había tomado diez pepas y yo cinco. - En eso de las barras a uno le toca, o es el pulmón de ellos o es el pulmón de uno.

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El relato “Bogotá ciudad ensangrentada” introduce segmentos de narración de los jóvenes que participaron en la presente investigación, sucesos ocurridos en algunos barrios “marginales” de la ciudad de Bogotá, la rememoración de sus calles y acontecimientos, de aquellos que le habitan, los narradores son las voces de jóvenes bogotanos, la voz del diario vivir, de la ciudad, de la periferia, de las calles invisibilizadas, la voz de la pandilla, historiales de familia, socios, liebres, noches de silencio o noches de peligro, azar, adrenalina, entre pistolas y puñales, socios, fiestas, andares con la muerte, hospitales y patrullas. Así, la historia de Susana en la localidad de Ciudad Bolívar remite a las primeras experiencias en la vida del sicariato; Javi narra en el Barrio Alfonso López la noche de la captura; Paola en el barrio Palmitas recuerda los primeros robos, escenas de homicidio que han quedado en su memoria; Valeria relata violencias que hacen parte de las dinámicas de vida de jóvenes que pertenecen a las barras bravas; relatos que subrayan el homicidio como elemento natural en las prácticas de vida cotidiana. De esta manera, la participación de los jóvenes en delitos y homicidios hace parte de la cotidianidad de Bogotá, de Colombia, un país marcado por la violencia desde diferentes ámbitos, a diario los jóvenes son los protagonistas de las patrullas de infancia y adolescencia, llegando a ocupar un lugar preponderante en las agendas políticas desde las cuales se prioriza las problemáticas de marginación, pobreza, carencias educativas, desempleo, y con ello se ha generalizado una imagen negativa en la opinión pública que produce estereotipos y/o estigmas de la juventud asociados a la delincuencia.

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En este panorama se instaura la pregunta por la constitución de subjetividades tomando como punto de partida la voz de los jóvenes que han sido institucionalizados desde los parámetros establecidos en el SRPA por hechos de homicidio; entonces, se hace pertinente el concepto de subjetivación para referirse al proceso desde el cual el sujeto se constituye y manifiesta en tal; así, de manera inicial puede decirse que dicho concepto problematiza la identidad como un estado dado, fijo, estático, tampoco se trata de una entidad metafísica de la esencia o el principio del ser, ni de una asignación exterior. La subjetivación se encuentra relacionada con el devenir del sujeto en términos de proceso, por consiguiente se trata de una condición inacabada, vale recordar que desde los primeros grupos de pensadores presocráticos el concepto de devenir ya estaba relacionado con la mutación, el dinamismo, como bien enuncia Heráclito “Nadie se baña dos veces en el mismo rio”, indicando con ello que la armonía de las cosas se encuentra en los cambios y contrastes de opuestos, por consiguiente las formas de llegar a ser pueden ser múltiples. Así, la propuesta investigativa busca situar la complejidad de constitución subjetiva de jóvenes que han cometido hechos de homicidio desde una mirada amplia que posibilite escudriñar las circunstancias, las rupturas, las mutaciones; valga la redundancia, los modos en los que el sujeto se ha constituido en tal; en consecuencia, se sitúan las siguientes preguntas de investigación: ¿Cuáles son los modos de subjetivación de jóvenes y adolescentes homicidas en conflicto con la ley? Aquí conviene detenerse en las discusiones que atañen a los procesos de subjetivación en tanto eje de problematización y elemento que permea la realización del trabajo de campo y la interpretación:

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1.2. Las complejidades de ser y estar en el mundo Uno de los elementos relevantes de la subjetivación es la mirada a las complejidades de estar y habitar en el mundo, nótese la manera en que la etimología del concepto “sujeto” remite a la noción de soporte, de un sujeto que soporta el mundo, la estancia en el mundo, el hecho de afrontar la existencia individual. Martucelli (2013) Así, la conceptualización de subjetivación se ubica en el derrumbamiento del proyecto del actor social propio de la sociología clásica y con ello el descentramiento de un concepto estático de la concepción de subjetividad; por consiguiente, se sitúa una ruptura frente a la estandarización de las etapas de la vida para dar paso al concepto de trayectoria, abarcando circunstancias de la vida que se construyen desde rupturas y hechos que no son unívocos sino que implican la construcción de una identidad personal desde un trabajo del actor social sobre sí mismo. Entonces, interesa identificar los elementos desde los cuales se han constituido los sujetos que han cometido homicidios, cómo afrontan y construyen la existencia individual, cuáles son los referentes que han construido sus trayectorias de vida y sus acciones; a tal propósito cobra relevancia las experiencias individuales. Ahora bien en las dimensiones sociales del individuo la noción de soporte cobra importancia en la medida que una de las primeras inquietudes existenciales que afronta el individuo es acerca de su sostenimiento en el mundo “Es lo que de alguna manera el existencialismo llamó la responsabilidad existencial fundamental del individuo, existir es “estar fuera”, es “estar arrojado” en el mundo (…) es la idea que el Hombre es aquél que enfrenta el mundo incluso cuando el mundo se derrumba, en verdad, cuando “su” mundo se deshace.” (Martucelli 2013: 34-35)

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Al respecto, los relatos introductorios van dejando una apertura de inquietudes acerca de la construcción de modos de vida, bien se podría establecer la pregunta: cuáles son los trayectos y decisiones que le permiten al sujeto aseverar: “Que va, pues si se murió se murió, normal” (Paola), “En eso de las barras a uno le toca, o es el pulmón de ellos o es el pulmón de uno” (Valeria), “yo apuñalaba si no me daban las cosas, osea llegué a matar” (Susana). De esta manera, se hace pertinente situar las diferentes aristas desde donde los sujetos enfrentan, confrontan y otorgan significados a sus vidas a partir de los hechos de homicidio, generando la posibilidad de centrar la atención en la manera como los actores se conciben y reflexionan desde las prácticas sociales y con ello el eje de estudio pasa de la sociedad hacia el individuo, “es a nivel de las experiencias individuales como tiene que recrearse la imaginación sociológica” (Martucelli 2013:20), también se hace recurso de la interioridad del sujeto y de las búsquedas del mismo en los reconocimientos del otro, por ende se establecen otras dinámicas entre identidades individuales y colectivas. En este punto, entra a jugar un papel preponderante los elementos que van apareciendo en las narrativas biográficas de los sujetos, tales como la ejecución de homicidios por venganza, la construcción de modos de vida criminal desde la participación de grupos delincuenciales o bandas de sicariato, la adrenalina de matar por dinero o los modos de vivenciar la culpa, el dolor, el miedo, la violencia, los consumos, la apropiación de armas; constituyéndose en elementos vitales que permitirán avizorar modos de subjetivación de los sujetos participantes en la presente investigación, así como del reconocimiento de la coexistencia entre múltiples formas de constituirse como individuo,

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siendo preeminente la representación que hacen los sujetos de sí desde los modos en que se narran.

1.3. La arbitrariedad del concepto “juventud” Hasta este punto se ha enunciado el concepto de trayectoria y la ruptura de definiciones estáticas del sujeto y de su encasillamiento en etapas; en muy buena medida, subyace a estas conceptualizaciones algunos aspectos que señala Bourdieu, entre ellos la arbitrariedad de las fronteras entre juventud y vejez, dado que establecer relaciones entre edad social y biológica puede resultar confuso teniendo en cuenta que la edad es un dato que bien puede ser manipulado “cada campo tiene sus leyes específicas de envejecimiento: para saber cómo se definen las generaciones hay que conocer las leyes específicas de funcionamiento del campo, las apuestas de la lucha y cuáles son las divisiones que crea esta lucha” (Bourdieu 2014) Lo anterior indica una serie de diferencias entre los modos de hacerse “joven” que bien pueden constituir polos opuestos o un espacio de posibilidades, los modos de ser de la familia, las demandas de la institución escolar, y otros aspectos como la disparidad que se puede generar entre las aspiraciones y las posibilidades de realización de las mismas; seguido, la juventud como grupo social puede decirse que es un asunto netamente circunstancial; para ello, Bourdieu propone una mirada a las dinámicas que se generan entre los condicionamientos que generan algunas situaciones y las prácticas que agencian los individuos, queda por verse en las biografías los hechos que se convierten en decisivos para encauzar las trayectorias.

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Al respecto, vale decir que previo a la realización del trabajo de campo y durante la implementación de entrevistas se caracterizó a la población2, encontrando elementos que permiten visibilizar las disparidades entre la juventud como franja poblacional diferenciada de los adultos, ya que las actividades que los jóvenes han desarrollado desde su infancia, hacen parte de actividades que suponen ser asignadas a los adultos tales como el desarrollo de trabajo laboral, asimismo algunas situaciones de abuso han generado rupturas con la concepción de infancia como periodo de la vida caracterizado por la inocencia, los juegos, la protección: “Cuando éramos pequeños, con mi hermano vivíamos en Soacha, trabajábamos desde los 9 años barriendo buses, lavándolos, limpiándolos, y ahí fue cuando nos pusimos a calibrar, andábamos de ayudantes de los conductores; en esas, una tía demando a mi mamá porque supuestamente nos estaban explotando, pero eso fue porque la familia de mi papá no se lleva bien con mi mamá, en ese año estuve en el colegio hasta mitad de año no quise estudiar más y el bienestar familiar nos llevó a mi hermano y a mí, después de eso me puse a fumar”. (Rocky) “Mi mamá tenía un bar, yo era menor de edad y atendía borrachos, llegaba la policía y me tocaba esconderme, viví en ese ambiente de borrachos, de la agresividad, el conflicto, el problema, hasta que llegó el momento que me involucre con amigos, llegué a consumir marihuana y alcohol, incluso llegué a tocar fondo con el alcohol, luego mi madre la mataron cuando yo tenía 14 años” (Zulma) “yo era una niña de bien, la niña que iba al jardín, la niña que nada de vicios, y la niña a la cual tuvieron que abusar, desde que tenía cinco años fui abusada por mis tíos, eso me marco, no le encontraba sentido a nada. -¿Por qué a mí, si yo era la niña de la casa?, yo sentía esas ganas de desahogar eso-”. (Paola) Así pues, estos enunciados narrativos apenas van abriendo la panorámica de la problemática, evocando consigo la ruptura de los referentes que proporcionaban las instituciones sociales otrora, dejando a los individuos expuestos a situaciones inéditas que les exige constituirse sus propios referentes para desenvolverse en la vida social. 2

Nota: Las especificaciones de la caracterización poblacional se encuentran en el capítulo 3.

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1.4. Tensiones de la libertad: La transgresión como opción Como puede verse, se ha situado una perspectiva sociológica que da preeminencia a los modos en que el actor social se construye, se entiende, se significa y resignifica, es preciso decir que las ciencias sociales van dando el giro hacia procesos investigativos que privilegian la individuación, la creciente importancia de entender los malestares de las sociedades contemporáneas desde el individuo, entonces los procesos de socialización se sitúan en un contexto donde la cultura tiene un rol ambivalente. “En breve, la socialización cesa de ser un principio exclusivo de integración y se transforma en un proceso sometido al antagonismo social.” (Martucelli 2013:41) De esta manera, las trayectorias se van singularizando desde la diversidad de experiencias para visibilizar otras aristas que emplazan las concepciones sistémicas totalizantes, ya que las miradas hegemónicas de jóvenes que se encuentran institucionalizados por homicidios y delincuencia se han configurado con base en representaciones de prácticas sociales, situando una condición que se conforma en un escenario de riesgo derivado de la violencia, el maltrato, el crimen organizado, entre otros que instauran discursos de inclusión social, como tratamiento para el joven que ha cometido delitos, orientando una manera de concebir la condición juvenil. Así se evidencia en el capítulo 2 (Estado de arte), a propósito de las instituciones, las investigaciones y los discursos que se ocupan de la infancia y la juventud en Colombia siendo preeminente la explicación de la delincuencia juvenil desde causas contextuales y de los análisis de factores de riesgo, encauzando el homicidio como una problemática

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derivada de “acontecimientos causales” en cuanto las condiciones contextuales han predeterminado el acontecimiento. No obstante, al situar el giro de las condiciones sociales hacia el sujeto, entonces es pertinente decir que si bien las historias de vida y los contextos de los cuales devienen los jóvenes entrevistados han sido marcados por historiales familiares delictivos y maltratos, esta investigación se distancia de las perspectivas que asignan las causas de los homicidios a las condiciones contextuales de los victimarios. En consecuencia cabe preguntarse si la opción de un sujeto al cometer un homicidio es causada por acontecimientos anteriores, o si esos acontecimientos o condiciones contextuales establecen solamente ciertas posibilidades a su opción definitiva; la presente investigación si bien tiene en cuenta elementos contextuales, hace una apuesta por entender procesos de subjetivación en los cuales se opta voluntariamente por transgredir las normas instituidas socialmente así como la necesidad de situar los antagonismos, las tensiones que se dan entre el libre albedrío del individuo y las lógicas institucionales, para ello, se posicionarán algunas reflexiones que permiten la construcción de un campo teórico de discusión acerca del mal y la constitución de subjetividades.

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CAPITULO 2

NARRATIVAS, SUJETOS Y PALABRAS: LINDEROS METODOLÓGICOS

3.1. Diario de una vivencia narrativa 3.1.1. Narrativa 2014 Septiembre 30: Primer día de entrevistas, al salir las lágrimas bajaban por mi rostro, era inevitable no impregnarse de toda la emocionalidad, era inevitable no sentir el dolor de la atrocidad sucedida en cuerpo de mujer, presenciar en el lenguaje infancias rotas, quedar embargada por la sensación de dolor, escuchar el homicidio como la reacción frente al maltrato llevado al extremo. Octubre 9: Calles escondidas, calles desoladas, calles untadas de sangre y crimen, la ciudad narrada por los jóvenes que la habitan desde la periferia, las calles invisibilizadas. Cada historia, un viaje en la oscuridad de la ciudad bogotana, un Epifanio de sus habitantes. Al llegar a casa retomo las líneas escritas por Mario Mendoza “Escorpión. El signo del descenso, de los mundos subterráneos, de los viajeros que atraviesan caminos prohibidos”. Octubre 22: Ingresan los cuatro, vamos a charlar, las miradas se cruzan, los silencios invaden, Wilmer se sienta, escucha, cabizbajo parece evadir la mirada, finalmente responde –yo traigo una foto, pero hablamos los dos y le cuento-. Javi: yo traigo una canción. Entretanto, Rocky y Davidson observan en silencio, prefieren no llevar nada al siguiente encuentro. Noviembre 5: A sangre fría la vida de hombres y mujeres desmoronados por un puñal, sus cuerpos quedaron botados en la calle!!!. Mientras escuchaba rememorar tanta sangre no pude dejar de sentir una mezcla de sensaciones, imposible escuchar una historia más hoy, no pude terminar los otros encuentros programados, las imágenes y las sensaciones quedan latentes. Noviembre 15: Tanatos, el mal y la oscuridad, la pregunta por las dualidades vida – muerte, fuerza de vida, fuerza de muerte. En la búsqueda de la narrativa más oscura del cuerpo y del sujeto encontrar la fuerza de vida, la resignificación de la muerte como el nacimiento de vida. (A propósito de un caso de parricidio)

3.1.2. Narrativa 2015 Enero: Retomando, resignificando la escritura, impregnando el texto de la emocionalidad narrativa. Febrero: Entre la escritura, la narrativa, se van entremezclando los debates teóricos, sintiendo un túnel sin salida, abocada a la narrativa de los jóvenes homicidas, confrontada en las complejidades de la subjetividad. (Natalia García - Investigadora) 28

El investigador como sujeto se encuentra inmerso en las prácticas de la investigación social, deshaciendo la relación sujeto-objeto, en cuanto se encuentra impregnado por el lenguaje, el pensamiento, la cartografía de las emociones, de los sentimientos; es decir, existe una imposibilidad de distinguir entre sujeto y objeto justamente porque las dos partes se encuentran constituidas por el lenguaje “Lo que se conoce tiene que ver con sujetos y con actividades de sujetos, hay una coincidencia metafórica cuando se intenta conocer individuos” (Ibáñez, 1985, p.52). Así, el sujeto en el lenguaje con ocasión de la narrativa, evoca el denominado giro lingüístico, giro subjetivo, giro narrativo, situando el lenguaje en la posibilidad de ampliar la comprensión acerca de los modos de hacerse sujeto, de subjetivarse desde las trayectorias, y del transcurrir cotidiano. El giro supone descentrar la mirada, acerca de lo dado, de toda comprensión universalista y de la noción de verdad como copia de la realidad, “El giro narrativo es la consciencia clara de que en nuestras prácticas discursivas, que hacen posible nuestro andar epistémico y moral por el mundo, siempre requieren el despliegue de la imaginación literaria” (Merchán, 2013, p.139). En consecuencia, implica un reconocimiento de la contingencia del lenguaje, asumiendo como punto de partida la comprensión del otro. Acerca del lenguaje y las palabras, Paz (1995) afirma: “el hombre es inseparable de las palabras. Sin ellas, es inasible […] La palabra es el hombre mismo. Estamos hechos de palabras. Ellas son nuestra única realidad o, al menos, el único testimonio de nuestra realidad” (p. 58). Entonces, el lenguaje se entiende como aquella facultad exclusiva del ser

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humano que le posibilita otorgarse sentido-s, expresarse, mostrarse, potenciarse, engañarse, imaginar-se, ficcionalizar-se, construirse como sujeto, como ser social. En este marco, el presente capítulo presenta los referentes metodológicos, así como las delimitaciones y criterios que se tuvieron en cuenta para el abordaje de la población, el desarrollo de las entrevistas y el proceso de categorización y subcategorización. De otra parte, se despliega las delimitaciones conceptuales pertinentes a la experiencia del sujeto en la narración, asumiendo que el abordaje de la subjetividad posibilita la apertura hacia diferentes disciplinas y ámbitos de pensamiento para considerar los modos de concebir lo humano.

3.2. Acerca del horizonte de sentido de las narrativas La investigación pone en juego una concepción de la realidad, elementos de producción del sentido, máxime cuando de por medio se tiene sujetos y lenguaje “por ello, podemos intentar componer las dimensiones del síntoma biográfico, distinguiendo dos ejes principales: el universo sincrónico de los espacios y el diacrónico de las formas de narrar los acontecimientos” (Arfuch, 2007, p. 262). En este sentido, el proceso de interpretación que realiza el investigador se establece en unos “espacios de enunciación” sobre las cuales puede haber “hipótesis interpretativas”, que generan una dirección de exploración que no está dada por variables estáticas, en cuanto la narración de la biografía es también un correlato de las dimensiones cultura y sistema, a la vez que pone en juego “la relación entre producción, dimensiones y recepción de los relatos” (Arfuch, 2007, p. 270), en este caso se trata de un modelo hermenéutico en 30

donde se considera que los sentidos ocultos no tienen un sentido originario, entonces la profundidad del texto es el resultado de “una tarea de invención y de traducción”, de una “comprensión escénica”, refiere al momento de producción de la narración, la actualización de los momentos de la escena, para ello Santamarina y Marinas (1993) propone una relación de escenas o contextos integradores que comprende las “escenas vividas en el pasado” (referentes biográficos o sociales enunciados por el sujeto, de quienes sin embargo no hay un acceso absoluto o inmediato) las “escenas del presente de los sujetos” (redes y relaciones sociales del presente) y las “escenas de la entrevista” (la transmisión y reciprocidad del discurso en el momento de la entrevista, los sujetos reactualizan y reelaboran el sentido de los procesos vitales que se narran), entonces, “se trata de interpretar las historias en los juegos y dimensiones de su entramado (contexto es lo que está tejido-con) pero también de la construcción del sujeto” (Santamarina y Marinas, 1993, p. 272), a su vez, la escucha es una posibilidad de construcción de lo narrado, entonces el papel del investigador se asemeja al de la “comadrona”. “Ayudan a parir una representación del sujeto a partir de ese mismo sujeto que se desdobla entre el enunciador y el enunciado […] el yo que habla se representa en el relato como un yo en otras circunstancias en otro tiempo y espacios diferentes, que organiza la mirada del enunciador, pero que, al mismo tiempo, solo existe si aquel le nombra y le reconstruye” (Santamarina y Marinas, 1993, p 273-274). Es decir, el relato tiene formas de representación y organización del mundo. En consonancia con lo anterior, Barthes (2001) afirma que el fenómeno del "discurso" rebasa todo texto porque nunca puede abarcarlo todo, puesto que el discurso, es un fenómeno de construcción social cuyo estudio del discurso tiene sentido en la 31

comprensión de la “imaginería”, en cuanto cada sociedad genera modos de entender las cosas en ciertos momentos históricos, por tal razón, el texto es la primera puerta para acceder al discurso, nunca la mira de todo el análisis. De esta manera, el discurso puede determinar múltiples formas de un fenómeno y su pertenencia a ciertos campos y por consiguiente, pueden ubicarse distintos fenómenos en construcción que pueden ser determinados por el plano de la enunciación (construcción de las posiciones de quien enuncia) y el del enunciado (contenido), niveles presentes en todo acto comunicativo; entonces, este planteamiento implica que el posicionamiento del sujeto que narra cambia la composición del fenómeno y las prioridades de búsqueda, por tal razón , el concepto de imaginería compartida De otra parte, Ricoeur (1983) desde el discurso narrativo afirma que la temporalidad humana en tanto “condición de existencia temporal”, asume al sujeto como “historia vivida”, reconociendo en el relato un “si mismo” desde la otredad y la temporalidad, donde la identidad narrativa se establece como un elemento central en la vida de los individuos y las comunidades, situando como aspectos: el concepto de sí mismo (Identidad narrativa anclada en la estructura temporal), la interacción entre identidades colectivas.

3.3. Acerca de los encuentros, entrevistas y sujetos. La investigación se desarrolló en los centros de atención especializados de adolescentes en Bogotá; Centro de trabajo el Redentor (Hombres) y Hogar Femenino Luis Amigo (Mujeres), tomando como base los parámetros establecidos por la subdirección del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes y la dirección de protección del 32

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, quienes autorizaron la realización de entrevistas recomendando el acompañamiento de los profesionales que se encuentran a cargo de los procesos para la revisión de las preguntas y los respectivos ajustes en cada sesión. Por consiguiente, antes de iniciar las sesiones de entrevista, se realizaron reuniones con los profesionales de intervención psicosocial y psiquiatría de los dos centros, con el propósito de socializar la propuesta de investigación, definir los criterios para selección del muestreo poblacional y las preguntas. En cuanto a la definición de la población, los profesionales dieron a conocer la siguiente tipología de homicidios: Homicidio por sicariato, homicidio por conductas delictivas, parricidio, homicidio por pleitos en barras bravas, homicidio involuntario, entonces se define la participación de ocho adolescentes (4 mujeres, 4 hombres), con las siguientes características:

Tipología de homicidio

Nombre

Edad

Aspectos que se tuvieron en cuenta en las entrevistas

(seudónimo) Sicariato

Susana

19

Javier

20

En los casos de Sicariato se dialogó acerca de historia de vida, los crímenes por los cuales son capturados por la policía, algunas vivencias en las audiencias.

Parricidio

Estefany

19

Davidson

17

En los casos de parricidio, los participantes reservaron narrar el crimen cometido, por ello, en el caso de Estefany las entrevistas giraron en torno a otros aspectos de su historia de vida. Davidson se retiró del proceso.

Homicidio

por

conductas delictivas

Intento de homicidio por pleitos en barras bravas

Paola

19

Rocky

17

Valeria

19

Los participantes comentaron de manera amplia sus historias de vida y los homicidios cometidos.

En este caso, la victima de agresión no falleció, sin embargo se consideró pertinente la participación de Valeria porque fue homicidio intencionado

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y reincidencia delictiva. Homicidio involuntario

Wilmer

19

Wilmer asesina a su hermano bajo efectos de sustancias alucinógenas, el caso se considera pertinente porque su historial de vida también se asocia a intentos de homicidio por conductas delictivas.

Tabla 1. Caracterización poblacional: tipología de homicidios. Fuente: Elaboración propia. Teniendo en cuenta la reserva de diligencias3, en todas las historias se cambiaron los nombres, apodos y calles, siendo reemplazados por lugares con características similares a los narrados, asimismo, algunos participantes solicitaron que determinadas partes de las narrativas no sean conocidos por la institución, ni publicados; tales segmentos se encuentran bajo los seudónimos de Jenny y Oscar.

3.4. En escena: Emotividad femenina, silencio masculino. Las entrevistas iniciaron con las chicas del hogar femenino, quienes desde el momento de presentación y firma de consentimientos manifestaron su interés en participar y la expectativa de la conversación, entonces se realizaron dos sesiones de entrevista con cada una de las participantes en las cuales se abarco aspectos biográficos y temáticos, cada sesión tuvo duración de una hora u hora y media, aunque en el caso de Paola cada sesión tuvo duración de dos horas. En todas las entrevistas con mujeres fue relevante la manifestación de emociones y las descripciones minuciosas de diferentes hechos biográficos. Posteriormente, se realizó una tercera sesión en la que cada participante tuvo la oportunidad de leer la narrativa de su historia de vida y hacer los ajustes pertinentes e inventar los títulos y subtítulos de las historias.

3

Ver nota preliminar.

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Las entrevistas con muchachos fueron precedidas por reuniones con los psicólogos que atienden los casos en las cuales se advirtió la necesidad de hacer recurso de otro tipo de metodología de abordaje, dado que en estos casos es preeminente las respuestas monosilábicas o los silencios prolongados. Por ello la primera sesión con muchachos fue grupal, con el propósito de hacer la presentación, la firma de consentimientos informados y la invitación a iniciar la conversación del siguiente encuentro con objetos personales que les suscitará recuerdos. Al respecto Wilmer decide llevar una foto, Javi considera compartir una canción, Rocky y Davidson guardan silencio durante la sesión y al final comentan que prefieren no llevar nada. La foto y la canción posibilitaron una sesión de entrevista con Wilmer y Javi de una hora respectivamente. Con Rocky y Davidson las sesiones tres y cuatro se realizaron a través de talleres de pintura; en la sesión tres se invitó a los participantes a escoger un color de pintura que les suscitará una emoción y luego pintarán, seguido podían hacer una descripción escrita a los dibujos. En la sesión cuatro, se les invito a inventar un nombre para escribir su historia y en otra página escribir aspectos de su vida que les gustaría conversar en entrevista. En la sesión cinco la entrevista con Rocky se realizó tomando como base los dibujos realizados en las anteriores sesiones, la entrevista tuvo una duración de media hora en la cual se describieron aspectos muy puntuales, por su parte, Davidson manifestó que prefería no comentar nada acerca de su historia de vida, se excusó y se retiró del proceso.

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3.5. Acerca de las preguntas y el desarrollo de las entrevistas Las preguntas realizadas en las entrevistas se enmarcaron en las categorías generales de subjetivación y responsabilidad. En cuanto a subjetivación, se indago por las trayectorias, referentes, soportes existenciales de vida, identificación de acontecimientos que generaron rupturas, cambios o decisiones para optar por determinada forma de vivir y actuar, así como por las posibilidades y proyecciones de los sujetos a futuro. En cuanto a la categoría de responsabilidad se indago por el homicidio u homicidios cometidos, la relación de dichos hechos con otros acontecimientos de su vida, las significaciones y resignificaciones de tal hecho respecto a las relaciones con las otras personas, identificación de elementos de culpa o indiferencia. “Cometimos ese delito, por dejarme llevar por unos amigos, por el trago” (Susana), “No es que sea normal matar gente, es que es mi familia, digamos en el estilo que yo viví era normal.” (Yenny), “entonces le dije a mi hermano, vamos a matar a ese picadito […] vamos y lo llevamos al potrero de atrás y lo matamos y los pirobos de la olla sin palabras” (Wilmer) En algunos casos, los psicólogos consideraron pertinente entablar el dialogo con el tema de reparación a las víctimas. Esto teniendo en cuenta que el tema tiene un abordaje directo como parte de los procesos del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes; de acuerdo con los aspectos en mención, no se tiene un modelo de entrevistas o preguntas estándar, porque cada caso suscito diversas preguntas que surgieron de acuerdo a la dinámica conversacional y la particularidad de los sujetos y las narraciones. Todas las entrevistas fueron grabadas, transcritas y subcategorizadas con el software Atlas TI, desde el cual se identificaron como preeminentes los siguientes aspectos: Abuso

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sexual, violencias familiares, historiales familiares delincuenciales, abandono paterno y/o materno, historiales de hurto, consumo de diversas sustancias alucinógenas, trabajo infantil, reincidencia delictiva. Seguido se realizó la selección de los segmentos más relevantes de las narrativas y se editaron procurando conservar la versión narrada por los jóvenes participantes, por tal razón la edición se enfocó a eliminar las redundancias en palabras y dar entonación al discurso a partir de exclamaciones y puntuación. Las versiones editadas fueron leídas por los jóvenes participantes, ajustadas y en algunos casos complementadas con subtítulos. Cabe aclarar que se consideró pertinente la organización de las historias de esta manera para no mostrar la cronología de los hechos o de las biografías de vida completas, las historias se presentan cruzadas en aras de proteger la identidad de los participantes, tal como se mencionó anteriormente a propósito de la reserva de diligencias. 3.6. Narrativa y perspectiva literaria en la investigación social

La organización y edición de los relatos biográficos de los jóvenes se enmarca en la posibilidad de dar cabida a otras miradas interpretativas del discurso y la subjetividad, desde elementos de la literatura y la narrativa como perspectiva estética en la investigación social, Gómez (2013) así lo señala: La interpretación y la inteligibilidad de una narrativa biográfica puede enriquecerse desde la mirada estética que posibilita la literatura […] los mundos de ficción que posibilita la escritura literaria, le permite a los investigadores tener y acceder a la misma flexibilidad, volatilidad y variedad que los informantes manifiestan en su narrativa. (p. 1415)

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Así, el elemento ficcional juega un papel central en cuanto la narrativa del pasado le permite a los sujetos reelaborar su historia acentuando u omitiendo algunos eventos de su vida, los acontecimientos del pasado vuelven a tejerse denotando unos u otros y la narración del futuro permite desplegar la imaginación del narrador desde los mundos posibles, pensar lo que puede llegar a ser o lo que pudo haber sido; de esta manera el elemento ficcional en la narrativa posibilita “maneras de inventarse”, múltiples modos de subjetivarse y entenderse. Por tal razón en las entrevistas se indagó por las decisiones y opciones de los sujetos en diferentes momentos de su vida, así como la rememoración de acontecimientos desde elementos significativos, a continuación algunos segmentos de la entrevista con Wilmer, quien inicia la narración de su biografía con una foto (la gráfica de la izquierda intenta simular los perfiles de la foto original, por reserva de diligencias no es permitido mostrar imágenes de los participantes): Natalia: Hola Wilmer, hoy traes una foto. ¿Quiénes aparecen en la foto? Wilmer: En la foto aparece mi hija y también estoy con mi supuesta mujer. La niña tiene 2 años y medio Natalia: ¿Qué te recuerda esta foto?, ¿Qué te gustaría contar de las personas que aparecen? Wilmer: No, pues bacano, ser papá firme, me cambio la vida.

GRÁFICO 1. LA FAMILIA DE WILMER

Natalia: ¿Cómo se llama la niña?, ¿Cómo era tu vida antes de ella?, ¿Qué sucedió después?

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Wilmer: Antes no me preocupaba por nada ni por nadie, consumía todos los días, cuando me enteré del embarazo, pues firme, yo estaba pendiente de ella, entonces deje un poco el consumo, la niña se llama Carolina. (…) Natalia: ¿Hace cuánto tiempo no ves a la niña? La última vez que la mamá trajo la niña fue en agosto, hace 2 meses, me da severa felicidad cuando me dice papá. (…) Natalia: y la chica que aparece contigo en la foto, ¿Qué paso con ella?, ¿Aún son novios? Wilmer: Cuando la conocí era firme, una muchacha de casa que no le trama salir a farrear, eso me gusto, nos cuadramos y vivimos juntos un mes, pero nos separamos porque paila yo consumía mucho y salía a farrear todos los sábados. Ella estaba terminando el colegio, pero ahora está cuidando niños.

Ahora bien, la ficción también se manifiesta en los proyectos alternativos y mundos posibles imaginados y por ello es instauradora de la subjetividad; al respecto, J.H.Gómez (2014c) señala: La ficción en la verdad, induce efectos de verdad con un discurso de ficción […] se abre a la posibilidad de una metamorfosis perpetua, o, si se quiere, de un devenir permanente […] el carácter multívoco de cualquier interpretación al poseer un componente poético -metafórico, metonímico- conlleva una buena carga de ficción. (p. 12) Esta afirmación se constituye con base en la mirada al problema de la ficción enunciado por Michel Foucault en microfísica del poder, de la interpretación de la poetización en las tesis de Heidegger y Gadamer, y de las operaciones que efectúan los sujetos para su propia transformación enunciadas por Jorge Larrosa; es decir, “observarse, narrar-se, dominarse”; así, la ficción es entendida como generadora de los sentidos de comprensión del devenir subjetivo desde la función inventiva en la narración. Respecto al elemento ficcional en las narrativas biográficas, nótese la invención de nuevos significados en referencia al homicidio y la muerte en la historia de Zulma: “Entiendo la muerte como vida, una persona que muere es una vida que se da, por medio del cosmos, de lo espacial. Todos somos como una energía unida, al morir esa energía acaba. 39

Entonces, una vida que se quita, luego se da a otras personas, nace otra persona, digamos si se va esa persona viene otra, puede ser dentro de la familia o en otras personas; por ejemplo, mi madre murió y mi primita nació como alegría de mi casa, ósea esa tristeza que llevábamos en la casa por la muerte de mi mamá se fue cuando nació mi primita. Creo que nada pasa por casualidad sino por causalidad, todo tiene una causa y la causa creo que fue para aprender, esa fue una vida que se quitó, es una vida que no se puede devolver, pero de aquí en adelante es hacer el bien a las personas que amo y no quiero que se repita lo mismo con mi primita. Por medio de lo que he aprendido en el Hogar Femenino y desde mi propia experiencia de vida, Dios le da a uno la oportunidad de restaurar, con mi primita yo puedo restaurar el daño que he causado, si uno quita vida la debe devolver, no se puede devolver la vida a alguien que ya falleció, pero sí devolverle una vida a una persona que está mal.”

Cabe aclarar que la entrevista con Zulma se centró en la trayectoria de vida posterior al homicidio, esto teniendo en cuenta que ella manifestó su deseo de participar en el proceso omitiendo la narración de las circunstancias específicas que la llevaron al homicidio. La información acerca del abuso, los maltratos y el homicidio fue conocida por la investigadora en diálogos con los psicólogos que acompañaron el proceso de entrevistas, ella fue maltratada y abusada sexualmente por su padre durante su infancia, situación que generó el parricidio. Como puede verse, el elemento ficcional le permite al sujeto inventarse horizontes de vida, entonces, los “mundos posibles imaginados” pueden llegar a ser reordenados, o sustituidos por mundos alternativos en los cuales los acontecimientos de vida pueden tener rupturas o discontinuidades, sumado a los efectos de la temporalidad (J.H. Gómez, 2014b). En la narrativa biográfica de Zulma ella enfatiza los cambios generados durante el proceso de cuatro años interna en el Hogar Femenino, señalando con ello que la institución y la posibilidad de iniciar estudios de educación superior se convierte en un referente para construir otra mirada de la vida; seguido, el parricidio se convierte en un momento de

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ruptura que luego le permite renacer a la vida desde la consideración de otras posibilidades de habitar y entender el mundo: Zulma: No veo esto como un castigo ni como lo peor, veo esto como una oportunidad, como una manera de enmendar. Natalia: Puedes comentarme cuáles son las circunstancias que más te han marcado en el Hogar Femenino para generar ese cambio de vida, de pensamiento? Zulma: “Rescato cuatro personas de la institución que han sido para mí parte fundamental en mi crecimiento como persona, para darle otra visión a la vida […] también algunos libros, me gusta mucho leer libros de superación personal, los libros de Carlos Cuauhtémoc, admiro muchísimo a ese autor […] la soledad, en la biblioteca, yo voy, arregló la biblioteca, pongo los marcos y mientras lo estoy arreglando, estoy pensando en cosas mías, en mi programación” Natalia: Si no hubieras llegado al hogar femenino, ¿Qué hubiera sucedido? Zulma: Estaría metida en el vicio y no solamente en la marihuana, hubiera probado basuco, estaría metida en el alcohol totalmente, le hubiera causado daño mi familia […] pues ya no me importaba nadie ni nada.

No obstante, en las narrativas de los jóvenes que participaron en la investigación, los modos de subjetivación posterior al homicidio y a la vivencia institucional no siempre son afirmativos, cabe también la posibilidad de imaginar mundos posibles desde la aseveración de “la maldad”: Natalia: ¿Qué tienes pensado hacer cuando salgas de la institución? Wilmer: cuando este afuera…pues…planear uno, dos o tres hurtos que den la plata y ya, me relajo, monto un negocio para darle a la niña algo firme, una vida firme porque ganando el mínimo ¡no paila!, muy poquito, apenitas para los servicios, para la comida, y ya no queda más. […] quiero tener plata, que mi hija tenga una mejor vida, que ella tenga todo, que no sufra, darle lo mejor para cuando sea grande, así pues, yo lo único que pienso es que cuando este afuera quiero darle lo mejor.

De esta manera, puede decirse que las decisiones y los acontecimientos de vida van marcando derroteros. Sobre esto J.H., Gómez (2014b) afirma. “Ya sea por conocimientos previos o por una revelación imprevista e impensada, el acontecimiento condensa lo que

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hasta ese momento hemos llegado a ser, conduciéndonos inevitablemente a efectuar cambios en nuestro pensar y, sobre todo, en nuestro obrar” (p. 14). Otro de los elementos relevantes enunciados por J.H.,Gómez (2014b) refiere al acontecimiento como elemento narrativo, es “el epífano”, elemento que refiere a la emoción que generan las acciones, una ficción corta, profundamente reveladora que fusiona detalles: Javi: “La canción del ausente me recuerda lo que yo hice antes y me capturaron un año después, y mi madrecita que tanto ha llorado por mí.”

3.6.1. El hijo ausente, (Pastor López) “Otro año que pasa y yo tan lejos, otra navidad sin ver mi gente, madre yo te pido humildemente que en el año nuevo me recuerdes que en la mesa pongas un lugar para el hijo que no ha de llegar, sírveme champaña para brindar mi copa siempre a rebosar. Y al llegar la media noche cuando los regalos se confunden con la gente mándame un abrazo fuerte y pídele a todos los presentes: Vamos a brindar por el ausente que el año que viene este presente, vamos a desearle buena suerte y que Dios lo guarde de la muerte”

En las sesiones de pintura Davidson escogió la pintura roja manifestando que tal color le permitía expresar rabia y encierro, en el dibujo que se aprecia a la izquierda Davidson comentó que representa la violencia hacia las GRÁFICO 2. GRAFICA DE HOMICIDIO (Davidson)

mujeres.

De acuerdo con los diálogos que se adelantaron con los psicólogos, el parricidio cometido por Davidson tuvo como causa el hecho de haber presenciado maltrato y abuso sexual por parte de su padre hacia su hermana.

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“En este dibujo están las lágrimas que mi mamá ha votado por las cosas malas que he hecho, ella ha sufrido por mí, también son las lágrimas de mis hermanas, mis hermanos, hasta yo también las he botado, me da tristeza. [Silencio] Ahí también está el día que me cogieron. […] De mi papá recuerdo que nos dábamos duro, una vez casi nos matamos, nos cogimos a cuchillo y todo, yo defendía a mi mamá porque mi papá le daba duro a ella.” (Rocky) GRÁFICO 3. LAS LÁGRIMAS DE MI MAMÁ (Rocky).

Así, este capítulo sitúa la apertura a los horizontes de sentido de las narrativas, ya que a partir de estas es posible abordaje de procesos de subjetivación desde su diversidad, tensiones y contradicciones a través del lenguaje, desde las experiencias y modos de habitar mundos Gómez (2013) afirma: En las entradas narrativas se vale todo e importa todo: el tiempo en que se inicia la narración y el tiempo gramatical que usa quien escribe, el punto de vista de quien narra, el lugar o el territorio en donde se encuentra la historia, la potencia metafórica de una imagen primigenia. (p. 125)

En el siguiente capítulo, desde el proceso de sistematización e interpretación de las narrativas permitirá develar los modos de subjetivación de jóvenes que han cometido homicidios, para lo cual se tendrá en cuenta el entrecruzamiento de perspectivas teóricas que posibilitan hacer las lecturas de constitución subjetiva y de otra parte, los elementos esbozados acerca de la ficción, el acontecimiento, la experiencia.

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CAPITULO 3

ESTADO DE ARTE

El tema de homicidio juvenil y delincuencia ha ocupado un lugar privilegiado en las agendas de la política pública y las instituciones que se ocupan de la infancia y la juventud en Colombia, así como en las investigaciones de los diversos campos de las Ciencias Sociales, particularmente la sociología, la antropología, la psicología y el derecho, por tal razón resulta pertinente hacer una mirada a las investigaciones que se han adelantado a propósito del tema en mención con el propósito de establecer diálogos, articulaciones, debates entre las investigaciones encontradas y el planteamiento de la presente propuesta. En tal sentido, la búsqueda de investigaciones se realizó tomando como base las tesis de pregrado y posgrado de las Universidades Nacional, Javeriana, Distrital, Pedagógica y CINDE4, en tanto instituciones de educación superior que se han ocupado de temáticas relacionadas con infancia y adolescencia, a la vez que posibilitan hacer una mirada focalizada en Colombia respecto al delito de homicidio y del joven en conflicto con la ley; asimismo, se realizó ampliación del mapeo en las colecciones digitales de trabajos de investigación y de revistas indexadas en las bases de datos FLACSO, CLACSO, Scielo y Redalyc. Las investigaciones encontradas fueron tesis, resultados de proyectos y

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Nota: Las investigaciones acerca de infancia y adolescencia en la Universidad Pedagógica Nacional y en CINDE se encuentran enfocadas principalmente a análisis en contextos de escolarización, caracterizaciones, representaciones sociales, pautas de crianza; así como de análisis respecto a políticas públicas para la infancia y adolescencia, razón por la cual la construcción de antecedentes toma como cimiento principalmente las investigaciones encontradas en Universidades de Bogotá que tienen campos de formación disciplinar en derecho, psicología, antropología y sociología.

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documentos construidos en el marco de observatorios de investigación durante los años 2009-2014. Una vez se realiza el acopio de fuentes documentales, se procede a la organización y categorización de las investigaciones encontradas en miras de identificar el estado de la discusión desde los diferentes campos de las Ciencias Sociales, en consecuencia los apartados que constituyen este capítulo sitúan dos momentos, el primero refiere a las discusiones acerca del tratamiento penal de “adolescentes infractores” en el marco de la implementación del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes en Colombia, estos trabajos se han adelantado principalmente desde el discurso jurídico; en un segundo momento, se encuentran las investigaciones acerca de jóvenes que han cometido homicidios por “conductas delictivas” y sicariato5, siendo preeminente los análisis de factores de riesgo que generan la “delincuencia juvenil” y la implementación de procesos de resocialización e intervención psicosocial, dichas investigaciones se enmarcan en los discursos de la psicología y la sociología, cabe aclarar que se excluyen las investigaciones de homicidio juvenil en las cuales se hacen intervenciones de psicología clínica o psiquiatría, dada la naturaleza de la presente propuesta.

2.1. Acerca de la implementación del SRPA en Colombia y el discurso jurídico Arboleda, Baquero y Cols (2010), afirman: Lo más interesante es el cambio que se hace en lo referente al menor de edad. Ellos son remitidos a una jurisdicción penal especial. Ya no son inimputables por

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Nota: La indagación documental de investigaciones acerca de homicidios juveniles se centró en aquellas relacionadas con la tipología que se delimita en el capítulo 3, a saber: sicariato, homicidio por conductas delictivas y parricidio.

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definición legal ni se debe entrar a probar su incapacidad para cometer ilicitudes con el fin de ser tratados como inimputables, sino que son extraídos del sistema penal ordinario. (p. 161) El tratamiento penal de los niños y adolescentes es una construcción histórica determinada por horizontes de comprensión del sujeto que han surgido en diferentes momentos históricos bajo intencionalidades sociopolíticas; en este sentido Jiménez (2009) en su investigación acerca de la estructura de la ideología tutelar y la protección integral, caracteriza las implicaciones del cambio de paradigmas entre la doctrina de situación irregular al modelo de protección integral, con lo cual se visibiliza que las conceptualizaciones han oscilado entre la idea del joven indefenso cuyo proceso de formación requiere acompañamiento y de otra parte, la del delincuente juvenil peligroso de quien la sociedad debe defenderse; de esta manera, durante muchos años en Colombia y América Latina perduro una ideología que supone “inmadurez” e “incapacidad”, excluyendo del discurso sobre los menores, las exigencias del estado de derecho que eran vigentes en la intervención penal del adulto, en razón de lo cual, se recurre a la noción de inimputabilidad, Marín (2009) afirma: “Este aspecto aparece reflejado de manera clara en el tratamiento jurídico penal del menor, dada su consideración como un sujeto incapaz de comprender o de autodeterminarse a actuar conforme al derecho en razón de su edad” (p. 5). Entonces, una de las discusiones álgidas en la organización del Sistema de Responsabilidad Penal ha sido la capacidad del menor para cometer delitos (imputabilidad-inimputabilidad). Asimismo, los linderos que se marcan en el código del menor cuyo paradigma es “el menor” como objeto de compasión-represión, se cimentan las bases de los procesos de 46

rehabilitación en Colombia, siendo la familia responsable bajo la consideración de que el joven delincuente hace parte de estratos socioeconómicos bajos por lo tanto presenta conducta desviada e irregular. Esta ideología resulta a todas luces cuestionable: por un lado, reproduce la idea de que la criminalidad juvenil es un problema casi exclusivo de las personas pertenecientes a los estratos sociales más bajos, con lo cual se construye el estereotipo del delincuente juvenil a partir de las características de los jóvenes de estratos bajos; de otra parte, Jímenez (2009), señala el cambio de paradigma entre el código del menor y la ley de infancia y adolescencia, para lo cual el menor pasa de ser objeto de la compasión y represión para denominarse infancia y adolescencia (ley 1098 de 2006) situando un sujeto pleno de derechos; entonces, la justicia penal juvenil hace recurso de un fin no penal sino de “protección”, esta situación implica que el niño o adolescente infractor quien debe ser juzgado por la trasgresión de la ley se le respeten las garantías procesales. Rendón y Villaveces (2010), enuncian que en la ley de infancia y adolescencia se considera al adolescente como imputable con capacidad de culpabilidad pero disminuida y por tanto con especial tratamiento, pasando de ser simples objetos de protección, aunque cabe decir que el inimputable no se encuentra excluido del derecho penal sino de la culpabilidad, razón por la cual es asignado a otro sistema punitivo. Por su parte, Arboleda et al. (2010) plantean que si bien los menores nunca ha sido tratados como sujetos plenamente responsables en materia penal, su concepción ha variado entre ser un inimputable hasta ser responsable en menor medida; al respecto, los investigadores en mención toman en consideración la necesidad de redireccionar decisiones frente a la forma de funcionamiento del sistema jurídico respecto al papel del 47

menor en el derecho penal colombiano; esto, en tanto la regulación surge de la confrontación entre pena retributiva y medida de contenido preventivo especial, por ello, Arboleda et al. (2010), señalan que “La pena, una vez establecida, se impone al culpable como consecuencia del delito cometido, mientras que las medidas de seguridad son impuestas en virtud de la peligrosidad del sujeto” (p. 159). Lo anterior implica que la finalidad de la imposición de penas6 es producir sufrimiento al culpable, mientras que la finalidad de las medidas de seguridad es plenamente asegurativa sin causar sufrimientos, ya que no son sanciones, sino que están catalogadas como “medidas de restablecimiento de derechos”, por consiguiente se afirma la ausencia de responsabilidad penal de los adolescentes. Asimismo, existen perspectivas que cuestionan las políticas desde las cuales se cimentan las medidas asumidas. El Centro de Política Criminal de la Universidad Externado, indica que la concepción del niño como sujeto de derecho de la doctrina de protección integral es incompatible con el concepto de dignidad de la persona, por cuanto no existe una política integral de infancia ya que todos los programas son coyunturales, entonces, no es posible la integralidad de los derechos, dado que no se concreta en la simultaneidad de las políticas públicas y en la concreción de los derechos en todos los campos (Marino, 2001). En cuanto a las miradas contextuales que permiten situar cambios y concepciones históricas y políticas, la mirada acerca del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil desde

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Notas: Una vez identificada la participación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) establece medidas de carácter pedagógico, a tal propósito, el ICBF incluye dentro de dichas medidas la amonestación con asistencia a curso pedagógico, el retiro inmediato del niño de la actividad que amenaza o la ubicación inmediata en medio familiar y la ubicación en centro de emergencia.

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la garantia efectiva de los derechos, implica la consecución de una finalidad política, social o económica de la organización social, entonces la “dogmatica axiologica”7 modifica la construcción del sistema, a renglon seguido queda el cuestionamiento acerca de las soluciones a los problemas politico criminales (Gómez, 2009). Así, la definición de lo punible y la función del derecho penal, las teorizaciones de la pena y el delito en Colombia se desprende del modelo de estado social, democrático de derecho; para el caso de la ley de infancia y adolescencia, la sanción pedagógica no se mide en el juicio del reproche, sino en la necesidad de realización de derechos. Al respecto, Gómez, (2009) afirma: Si bien el adolescente es capaz, puede actuar dolosamente (saber y querer) y afectar bienes jurídicos, pero no es susceptible de un reproche por no haber actuado de otro modo. ¿Cómo hacer un juicio de reproche a un adolescente?, si la determinación de si pudo actuar de otro modo depende directamente de la corresponsabilidad del Estado, Sociedad y Familia en el ejercicio efectivo de los derechos del adolescente. (p.154) Esta afirmación implica que el juicio de reproche no es de tipo subjetivo (dolor o culpa en la acción) sino que comporta un proceso de responsabilidad objetiva, bajo el supuesto de que los agentes contextuales no le garantizaron otra forma de sociabilidad en garantía de sus derechos, entonces, la sanción pedagógica busca alcanzar una conducta generalizada en correspondencia a los valores constitucionales para generar una supuesta cohesión social. 7

Notas: El concepto de “Dogmática axiológica” se refiere a la valoración político criminal y el alcance de la punibilidad, de la penalidad, insertando esa determinación en un sistema interpretativo cuyo sentido y alcance de la norma se desprende de la comprensión de las decisiones políticas, en consecuencia la dogmática busca ofrecer posibles soluciones a los problemas político-criminales, haciendo que la eficacia pase a ser una condición de existencia normativa en la norma penal.

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Así, se evidencia una arbitrariedad en el tratamiento jurídico penal de los adolescentes en la medida que se les asigna una obligación social de comportamiento de familia, no de sujetos de delitos. Es alarmante que en Colombia nuestros adolescentes estén siendo condenados, a partir de criterios ―pasionales, altamente subjetivos sobre ―lo que los adultos consideramos debería ser la conducta de un adolescentes, en lugar de valorar de fondo la existencia o no de un hecho punible. (Gómez, J. 2009, p.159) En esta misma perspectiva, Murillo y Rendón (2010) han problematizado la efectividad del sistema de responsabilidad penal a partir de un trabajo de investigación que se desarrolló en los Centros de atención integral en Bogotá, encontrando que la fragilidad de las sanciones penales y la exclusión de la culpabilidad ha generado la reincidencia en el delito, por cuanto el fundamento de construcción jurídica de esta perspectiva tiene sus referentes en la Escuela Clásica del derecho penal cuyo fundamento la necesidad de destruir las penas criminales y reemplazarlas por una pena que tendría que ser “aflictiva, legal, reparadora, divisible y proporcional al delito” (Murillo y Rendón, 2010, p. 24), es decir, en términos de readaptación del delincuente; al respecto, las autoras se valen de un estudio acerca de los estadios para señalar que se ha adquirido la suficiente capacidad intelectual y volitiva para responder ante la sociedad. Entonces, las investigadoras plantean “tensiones entre rehabilitación frente a justo merecido, asistencia frente a represión y castigo”, por ello se otorgan facultades discrecionales y regñadas al funcionario que decide el caso, el legislador supone orientar la efectiva reinserción social del menor mediante su protección y educación.

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2.2. Acerca de la juventud y el homicidio en los discursos de las Ciencias Sociales. En este apartado se encuentran las investigaciones que se han implementado con jóvenes que han cometido homicidios por “conductas delictivas” y sicariato, de las cuales se presenta de manera descriptiva las conclusiones, los referentes teóricos, la construcción de perspectivas en el abordaje y los caminos de apertura del debate; discusiones que se retomarán en el capítulo 4 a propósito de la interpretación de narrativas de los jóvenes que participaron en la presente investigación, dadas las coincidencias en la caracterización poblacional y la descripción de contextos. El grupo de Investigación Violencia, Criminalidad y Familia en la Costa Caribe Colombiana de la Universidad Simón Bolívar de la ciudad de Barranquilla, desde la línea “Criminalidad y Control Social”, adelanto la investigación “Anotaciones sobre la delincuencia juvenil Estudio sobre el menor homicida en la ciudad de Barranquilla” (Morales y Sarmiento, 2005). Dicha investigación, es un estudio descriptivo acerca de las características psicosociodemográficas de los menores homicidas de la ciudad de Barranquilla, realizado con base en un estudio de las estadísticas de los juzgados de menores y de entrevistas a informantes clave para establecer tipologías de homicidios de adolescentes, la identificación de factores situacionales y de razonamiento Moral, de acuerdo a los parámetros establecidos por Kohlberg (como se citó en Morales y Sarmiento, 2005) a tal propósito se utilizó el „test de razonamiento Moral de Kohlberg‟. De acuerdo a la revisión documental de la investigación en mención, se considera que la delincuencia es un síntoma que aparece asociado a una gama de problemáticas 51

individuales y relacionales, concepción que apareció en los primeros momentos de aparecimiento de la criminología desde el cual todo delincuente se considera un enfermo, esta característica aparece cuando algunos comportamientos delictivos de los jóvenes se explican por hechos que marcan la vida tales como el abandono afectivo, el sistema familiar disfuncional o ciertas perturbaciones bio-psicológicas. En la identificación de factores circunstanciales se encontró el acceso a un arma de fuego, el consumo de droga o el estado de intoxicación al momento del delito como factor precipitante en el momento que ocurre el acto homicida. En cuanto a la aplicación del test de razonamiento moral se encontró un nivel de desarrollo moral preconvencional, el cual es un nivel de desarrollo moral primitivo donde „el valor moral reside en acontecimientos externos cuasi físicos, en los malos actos o necesidades físicas más que en las personas. moralidad, castigo, ley, autoridad y contrato señalados por los sujetos de la presente investigación son exclusivamente regulados desde el exterior sin que a nivel interno exista la posibilidad de regular las acciones negativas dirigidas hacia los demás. En las conclusiones de la investigación se destaca la presencia de factores como el crecimiento en ambientes altamente disfuncionales con antecedentes delictivos, hogares recompuestos, monoparentales, la presencia de padrastros o la crianza a cargo de los abuelos, con ausencia de figuras de autoridad consistentes y modelos adecuados de identificación, de otra parte se expone que los menores en conflicto con la ley penal en su mayoría son miembros de comunidades menos favorecidas, familias con un elevado nivel de pobreza y condiciones de vida difíciles Desde la Línea de investigación de Psicología Jurídica, de la Facultad de Psicología de la Universidad CES, se realizó la investigación “Características psicológicas de 16 52

expedientes de adolescentes condenados por homicidio doloso en Medellín y el Valle del Aburra” (Atehortua, et al., 2008), en este estudio se describen variables que facilitan la aparición y mantenimiento del comportamiento homicida en adolescentes de edad, por medio de un instrumento del perfil criminológico del delincuente homicida adaptado a adolescentes infractores en el contexto colombiano. Una vez se implementa el instrumento en mención se identifica como factor de riesgo el abandono de la escuela como circunstancia que impulsa al joven a construir su propia realidad y a buscar nuevas formas de aceptación a lo cual se suma la dificultad para el control de impulsos y rasgos disóciales fueron datos dificultando su inserción a la sociedad. Otros factores de riesgo son la familia, el ambiente social y los aspectos biológicos, considerados como factores predisponentes de la violencia, y la falta de recursos como factor de riesgo; por consiguiente, la investigación se centró en ampliar el campo de acción de la psicología con elementos conceptuales para describir y predecir las distintas variables que facilitan la aparición y mantenimiento del comportamiento homicida en adolescentes y construir herramientas de intervención y prevención. En esta investigación, una de las tipologías de homicidio más importantes fue la de Sicariato, para lo cual se hace una mirada contextual e histórica al problema del narcotráfico en Medellín, y la cultura “traqueta” que utilizó a los jóvenes como sicarios para asesinar a sus opositores, convirtiéndolos en protagonistas de la violencia, sumado al manejo de los imaginarios con los cuales se identifican los jóvenes tales como la madre, la familia, la religiosidad y la venganza y símbolos campesinos como el sombrero, el carriel, la finca, los caballos, la música carrilera y las rancheras, entre otros. 53

Uno de los referentes más importantes utilizados por el equipo de investigación fue los estudios de Alonso Salazar, quien asocia los factores del sicariato a la historia de violencia y narcotráfico en Colombia, afirmando que los jóvenes encuentran en la violencia, en el sicariato y en el narcotráfico una posibilidad de realizar sus anhelos, sumado a la naturalización de los hechos de muerte y asesinato en el contexto colombiano, y la idea de conseguir rápido altas sumas de dinero, sumado a un “sincretismo cultural” que ha dado origen al fenómeno del sicariato y de las bandas, a través de tres fuentes culturales básicas, las cuales serían: “la cultura maleva, la cultura paisa y la cultura de la modernización”. Otra de las causas identificadas en la investigación es el fenómeno de desplazamiento derivado del conflicto armado que ha conllevado a que las poblaciones obreras y campesinas se desplacen hacia zonas periféricas de la ciudad de Medellín. En el marco de la Especialización en Pedagogía y Desarrollo Humano de la Universidad Católica Popular de Risaralda, Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, se adelantó una investigación acerca de las representaciones que los adolescentes sicarios hacen de sí mismos, asumiendo como punto de partida la mirada de “la ética, el diario vivir y el significado de la existencia del sicario” (Medina, Vargas, Medina y Jaramillo, 2010, p.11), es decir la mirada se enfoca primordialmente en su valoración de la vida y la de los demás, sus emociones y las expectativas frente a su futuro y el de su familia, siendo el objetivo de la propuesta: “Comprender la noción de ética que poseen los jóvenes sicarios que han estado internos en el CREEME” Al respecto, se identifica la necesidad de los adolescentes de generar la consecución de recursos económicos para el auto sostenimiento y el de su grupo familiar, seguido, se 54

considera que hablar de sicariato para la sociedad colombiana, se debe comprender a la luz de la influencia del narcotráfico en cuanto la muerte pasa a convertirse en un negocio lucrativo, donde “el imaginario relaciona a los sicarios con niños y adolescentes”. En esta perspectiva, se resalta que la sociedad colombiana ha construido y recreado la imagen del sicario, Medina, et al. (2010) afirma: En algunos casos, las narraciones otorgan la palabra a los sicarios, con testimonios que expresan su querer y su sentir, en relatos fragmentados, como fragmentado es su entorno social; en otros, las narraciones lo estetizan como víctima social, convirtiéndolo en una especie de mito y héroe picaresco; en otros, el sicario es presentando como una pieza más de la larga cadena que integra el narcotráfico. (p.12) Seguido, el proceso de investigación plantea la preocupación por entender lo que significa el acto de sicariato en términos individuales, y su significado para el conjunto social, dadas las múltiples y contradictorias sensaciones que experimentan los sicarios al momento de matar, Medina, et al. (2010) afirma: Las representaciones denotan la degradación de la condición humana en toda su dimensión, lo que queda demostrado por la forma como el sicario concibe al otro, asumiéndolo como parte de una transacción comercial, que despoja a la víctima de cualquier rasgo de humanidad. (p.15) Otros factores señalados son la violencia familiar, la carencia o abandono afectivo, para ello se resalta que por lo general las bandas delincuenciales asociadas al sicariato surge en barrios populares, en donde además los niños crecen rodeados de violencia, por

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consiguiente, tales grupos se constituyen en un marco de agresividad, territorialidad y droga. De esta manera, la exclusión socioeconómica de estos barrios es un factor, a ello se suma el hecho de que los hijos de las clases trabajadoras no quieren realizar trabajos similares a los de sus padres, Medina, et al. (2010) afirma: Muchos jóvenes de estos barrios desarrollaron una ruptura violenta con este sistema de subsistencia […] una inevitable ruptura violenta con el sistema que les ofrecía una vida gris y monótona, carente de todo estímulo intelectual y creativo y sin mayores perspectivas, es ahí donde nace una nueva alternativa como el asesino a sueldo. (p.17) En lo que refiere a la cotidianidad del sicario y los lenguajes utilizados para relacionarse con los otros dan cuenta de una cierta determinación para no permitir que otros pasen por encima de ellos. En este contexto, también se señala que el sicario realiza múltiples actividades asociadas a la delincuencia (expendio de sustancias psicoactivas, comercio sexual) y todo aquello relacionado con el “dinero fácil” en aras de satisfacer necesidades de la “sociedad de consumo”. En la implementación y análisis de entrevistas la investigación “Autoretrato del sicario” se identifican las siguientes características: 1. En la acción del sicariato se reconoce la constante posibilidad de morir pronto, pues este trabajo implica un alto riesgo. Medina, et al. (2010) afirma. “Siempre existe la posibilidad de que hasta sus mismos compañeros los asesinen […], por otro lado cuando se mató a otra persona existe la posibilidad de que la banda de ella o sus amigos procuren vengarse” (p. 23). 2. El joven sicario es entrenado por adultos, jefes de diferentes grupos de mafias entonces en este es su 56

oficio, se hace necesario consumir sustancias adictivas para realizar el encargo, Medina, et al. (2010) afirma: El sicario no conoce al contratante, ni los motivos por los cuales debe agredir a la víctima. El sicario generalmente es un adolescente que puede ser contratado de forma individual en ciertos barrios, discotecas, cantinas, billares, burdeles y también a través del crimen organizado bajo la forma tercerizada, lo cual garantiza el trabajo y la inmunidad. (p.26) 3. El sicario permite ganar el dinero y por lo tanto llevar una vida que probablemente ningún otro oficio o trabajo permitiría. De esta manera, las entrevistas posibilitaron en dicha investigación hacer una caracterización del joven sicario, luego los referentes teóricos y conceptuales sitúan la “ética de la acción”, desde la cual se concluye que el sicario responde a un cierto “instinto de conservación comunitaria”, no habita un mundo de caos y desorden, sino unas leyes que rigen y direccionan su accionar tales como el amor a la madre y su contratante, a quien considera debe su esencia. En cuanto al significado de la existencia del Sicario, la propuesta “autoretrato del sicario” trae a colación el texto “No nacimos pa‟ semilla” en términos de ampliar el argumento de que el trabajo de matar por dinero se convierte en una posibilidad de ser por un momento protagonista de una sociedad que no ha querido saber nada de ellos. En lo que refiere a las dinámicas de inserción en la vida escolar, Medina, et al. (2010) afirma. “Sólo asisten a los primeros años de escolaridad; desertan porque no le encuentran ningún

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sentido, porque deben participar en el sostenimiento de la familia, entre otras razones.” (p. 39), entonces, sus procesos de socialización son los pares con los que se reúnen en la calle. Otro elemento que complejiza la comprensión del fenómeno de sicariato es la situación “irregular” de la edad en el ordenamiento jurídico y la presión para tener un poder adquisitivo, “esa doble condición de marginalidad y exclusión en realidad se evidencia en otros elementos mucho más complejos que las mismas circunstancias socioeconómicas y descripciones físicas del entorno.” Desde el programa de sociología de la Universidad de Caldas se adelantó el proyecto de investigación “Virajes perfil psicosociológico de los homicidios por las modalidades de riñas, sicariato y agresión”, esta investigación aborda la relación entre los aspectos psicosociales del crimen y las formas institucionales, es decir las causas de la criminalidad en procesos estructurales, tales como la familia, la escuela, la corrupción, los medios de comunicación, las creencias y valores de los propios jóvenes, para ello se asume como punto de partida la pregunta ¿Cuáles son los factores objetivos (estructurales) y subjetivos (individuales) que distinguen a los actores de homicidios por las modalidades de riñas, sicariato y agresión en la ciudad de Manizales? (Gallego, 2012). Al respecto, el proceso investigativo se enfocó en evidenciar las condiciones microsociales y macrosociales que promueven la producción y reproducción de las diferentes modalidades de homicidios y agresión, para ello Anthony Giddens (citado en Gallego, 2012) destaca los siguientes aspectos:

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El nivel de agresividad de los homicidas es proporcional al grado de violencia y

maltrato que sufrieron en la infancia; el respeto es concebido como producto de la posesión y uso de la fuerza y las armas. -

La intención de matar surge porque los jóvenes perciben la amenaza de muerte, convirtiendo la riña en una razón consciente de lucha por la vida, así exista la amenaza de una sanción normativa.

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El sicariato es la representación también de lo ocurre en la sociedad en cuanto existe una sociedad anómica, donde es preeminente la ausencia del respeto a las normas y de la efectividad de las mismas; la reclusión en la mayoría de jóvenes sicarios no genera arrepentimiento o abandono del “oficio”, pues es ya una forma de vida aprendida para generar ingresos de forma rápida y segura.

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Los jóvenes sicarios participan en enfrentamientos para generar identidad en su barrio, a la vez que tal actitud les permite generar una imagen de los más temidos y groseros.

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Los enfrentamientos y riñas de los barrios se convierten en formas de conocimiento de la conciencia práctica.

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El sicario se construye una identidad de impunidad y anonimato, a lo cual se suma la valoración de destrezas tales como la puntería, recursos emocionales como la decisión, que implica no retractarse, tener tranquilidad y sangre fría a la hora de realizar el asesinato y una memoria que les permita recordar rostros, lugares y situaciones, la necesidad de salvar su vida a cambio de la muerte del otro.

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Los victimarios por lo general buscan modos de autolegitimarse, bajo la consideración de que han nacido para matar, pelear y agredir.

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En cuanto a la identificación de aspectos estructurales del homicidio por las modalidades de riñas, sicariato y agresión.

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No existe ninguna confianza en la capacidad reguladora del Estado, porque se trata de una impunidad que deviene en aumento de la frecuencia del delito.

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La falta de fuentes de empleo y los trabajos mal remunerados haciendo que pierdan interés por un trabajo honesto.

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Un factor común en los jóvenes homicidas es la disfuncionalidad de la familia ausencia del padre que fomente reglas de comportamiento, apoyo económico, moral y en el emprendimiento de metas.

En la Universidad Tecnológica de Pereira, Facultad de Educación se adelantó la investigación “una aproximación al fenómeno de los jóvenes en el sicariato en la ciudad de Pereira”. Esta investigación coincide con las anteriores investigaciones en aspectos tales como la obtención fácil de dinero, la asignación de estatus y poder, todo ello sumado a una larga cadena de violencias que provienen de la violencia política de los años cincuenta en Colombia, a causa del bipartidismo radical, que luego pasa por la época del bandolerismo, el surgimiento de las guerrillas, hasta llegar a los años 80‟s –como se dijo anteriormenteen la que aparece otra ola de crimen y terror a causa del crecimiento del narcotráfico (Osorio, 2009). La metodología utilizada fue entrevistas a profundidad e historias de vida para identificar problemáticas contextuales interrelacionadas entre sí, y que emergen del

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sicariato como práctica delictiva, por ello la importancia de analizar los elementos en común. Osorio (2009) afirma: En lo simbólico, pero también en lo organizacional-, así como en sus aspectos más particulares y diferenciales de cada ciudad, en miras de plantear otras alternativas de cara a las posibilidades de empleo de los jóvenes que crecen a diario en las barriadas populares. (p. 11) De manera complementaria, se realizó una investigación de corte documental para relacionar los antecedentes y los índices de homicidios de la ciudad de Pereira con respecto a otras ciudades que presentan altos grados de violencia juvenil, para seguir el rastro a la implementación de algunas políticas de seguridad. Así, el estudio se enfocó en los procesos de socialización que subyacen al mundo sicarial en cuanto evidencia los continuos desplazamientos de la violencia que a su vez se cruza con los imaginarios, las sucesiones de violencias barriales, las continuidades, las coyunturas recientes. Sumado a la seducción por el dinero fácil en contraposición a las pocas oportunidades de trabajo y educación, aparece la ambición por ser y hacer parte de un modelo cultural, para alcanzar el “prototipo del nuevo rico del barrio, “el duro”, “la firma”, “el patrón” que todo lo puede tener, todo lo puede comprar y además goza de respeto y admiración” (Osorio, 2009, p.19), se trata de una exclusión juvenil muy particular, aquellos que escapan al control normativo de la sociedad, cuestionados desde sus múltiples expresiones juveniles, identificándolas siempre como señal de peligro y riesgo para el orden social, bajo la connotación de delincuente.

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Los procesos de socialización barrial presentan diversas formas de encuentro con otros significados de la vida colectiva. Sobre esto Osorio (2009) afirma: Oscilando entre las imágenes, en ocasiones bastante bucólicas, del viejo barrio popular añorado como la patria chica de casas con puertas abiertas, el lugar de los primeros amores, del vecindazgo solidario, etc., y en otras ocasiones, dando cabida a un imaginario sobre el barrio como un escenario sórdido de pequeños crímenes. (p. 22) Seguido, los efectos de la violencia, del narcotráfico se evidencian en: 1- La imposición de un paradigma de machismo, honor y valentía por vía de las armas asociados también a una sociedad de consumo y comodidad, sumado al ausentismo del estado, su precariedad y falta de competencia para disminuir los altos índices de violencia. En los barrios se encuentran organizaciones que reclutan jóvenes para iniciar con actividades delictivas como: “distribución de estupefacientes, sicariato, comercialización de armas y extorsión, factor que ha incidido en el aumento de muertes por arma de fuego. Sobre esto Osorio (2009) señala: Su confrontación permanente de jóvenes con otros jóvenes, la exclusión, la marginalidad y los altos niveles de vulnerabilidad, han sido situaciones complejas de entender, pero que permiten entrelazar las situaciones de estigma y anomia con respecto a las oportunidades que la sociedad brinda. (p. 38) En lo que refiere a las percepciones simbólicas que construyen los jóvenes con respecto al sentido de la vida, la violencia, los muertos y la muerte, uno de los factores que se señala son las experiencias de vida y los relatos que pasan a través de las generaciones; el deseo de obtener “dinero fácil”, estatus, poder y reconocimiento; asimismo, existen unas formas de sincretismo en el sicariato que se reflejan en “una mezcla ambivalente entre lo 62

divino y lo pagano, y donde lo piadoso y lo corrupto cohabitan en los imaginarios de jóvenes que hacen parte del mundo de la delincuencia y el sicariato. Lo que complejiza en gran medida las creencias y prácticas religiosas. Pues en su mayoría el sicario antes de emprender un “trabajo”, le piden a la Virgen o al Santo de su devoción que lo ayude a salir bien librado” (Osorio, 2009, p.70). De otra parte, los medios de comunicación reflejan un sincretismo “una combinación entre la adoración de un dios católico, de unas imágenes, unos escapularios, unas oraciones que están presentes a la hora de asesinar, de eliminar y agredir. Dos opciones de vida que parecieran no convivir, pero que en nuestra sociedad se articulan de una manera implícita, inconsciente y hasta curiosamente cargada de un tinte burlesco. Es como si la figura del sacerdote y la del “patrón”, fueran tan fuertes y necesarias, que se deben unificar.” (Osorio, 2009, p. 73). En lo que refiere a los estereotipos de familia, la relación más significativa es la madre, en especial cuando ha sido madre soltera en cuanto centro del hogar y acapara el afecto de los hijos “en el bajo mundo de la delincuencia, consideran que ella es lo único “bueno” que tienen, manifestando una sobre valoración por la “cucha”, pues están dispuestos a dar la vida por ella si es necesario” (Osorio, 2009, p. 75). Finalmente, se resalta que la muerte se convierte en un elemento completamente incorporado en sus estilos de vida, “expresan que es mejor morir que vivir, porque la muerte puede ser la verdadera vida, el descanso final de tanta crueldad” En las alternativas de solución consideradas, se encuentra la búsqueda de alternativas de reconocimiento de los jóvenes desde otros ámbitos como la cultura y el deporte. “también es necesario, para no caer en el estigma totalizante, que muchos otros también, 63

andan en la búsqueda de otras alternativas de vida que les permita ser reconocidos desde un ámbito diferente a de la delincuencia” (Osorio, 2009, p. 47). Desde el Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de Antioquia se adelantó la investigación “el niño homicida: la estirpe de Caín, un estudio psicoanalítico”, estudio que se realiza bajo la preocupación del aumento de participación de jóvenes en actos de homicidio. Acerca de este aspecto López (2012) comenta: Este incremento en la criminalidad cometida por menores tiene un factor agravante que es la reducción de la edad de la comisión del crimen. Esto no solamente ha implicado una compulsión a la repetición en lo que concierne al mismo acto, sino una reincidencia en diferentes modalidades delictivas. (p. 4)

Entonces el punto de partida es la necesidad de establecer diálogos entre los procesos de intervención y el sistema jurídico, en búsqueda de caminos para que el sujeto se haga responsable de su acto y favorezca el restablecimiento del lazo social. A tal propósito, la muestra poblacional tiene en cuenta la utilización de los menores para la comisión de delitos graves, los homicidios cometidos por niños en la guerra (jóvenes desmovilizados de los grupos armados al margen de la ley en Colombia), la preocupación por el desajuste con el tejido social y la cultura, también se destaca. Sobre esto opina López (2012): El tratamiento realizado sobre el cuerpo de la víctima: golpes, tortura, estrangulamiento, cercenamiento de los genitales o de otras partes del cuerpo y ulterior abandono, o bien en las vías del tren, lanzamiento a lagos o precipicios, entre otros. Se podría decir que hay en el tratamiento de la víctima y del cuerpo muerto un exceso particular que hace suponer que hay en juego algo del orden de una destrucción especular en la cual puede bien estar implicada la relación al propio cuerpo del victimario. (p.6)

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Finalmente se encuentra la preocupación por que la mayoría de los jóvenes “Sabían lo que hacían”; a lo anterior se suma la hipótesis de existencia de una “benignidad” de la ley que se expresa en la reincidencia. En consecuencia López (2012) afirma: Al equiparar el surgimiento del juicio moral como correlato de una edad cronológica a la que a su vez se le supone un tiempo de maduración psicológica, produce una intervención en la cual se manifiesta una concepción de la ley que degrada, desmiente, banaliza o trivializa la verdadera dimensión del mal. (p. 6)

Esto teniendo en cuenta que pese a las circunstancias que rodean los hechos de homicidio los sujetos siempre tuvieron la posibilidad de decir “No”. Entonces se exalta que desde la perspectiva psicoanalítica atribuir al sujeto la responsabilidad por el contenido moral de sus acciones. López (2012) afirma. “Se presupone en el sujeto una elección, en lugar de suponer que es un efecto de sus condiciones externas” (p.8). En aras de generar interpretaciones que vayan más allá de los determinantes contextuales sociológicos, sin embargo es una mirada cultural y de las alteraciones en el tejido social; al respecto López (2012) afirma: Hay un correlato necesario entre la concepción que una cultura se hace de la relación entre el crimen y su sanción, por un lado, y por el otro, que de ese correlato depende la posibilidad de que un sujeto realice el “asentimiento subjetivo”, es decir, que pueda hacerse cargo de su acto, de asumir las consecuencias y reparar […] No se parte de la ingenuidad común que aún hoy supone al niño dotado de inocencia e incapaz de crueldad, de acciones inmorales, y sometido esencialmente a las determinantes que su familia, su grupo social o sus condiciones educativas o socioeconómicas le producen. (p.10) Esto, en consideración a la existencia de un juicio intimo en el sujeto con el cual decide sobre la muerte del otro.

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Asimismo, se destaca la importancia de la significación de la culpa, el castigo y la sanción en el tratamiento del victimario, dado que en las sociedades actuales, los fines correccionales hacen perder el sentido de la culpa y la responsabilidad del sujeto. Existen tres asuntos problemáticos: uno, suponer que los niños y adolescentes en Colombia no expresan ninguna culpabilidad por cuanto no expresan arrepentimiento, vergüenza ni propósito alguno de enmienda; la segunda dimensión es suponer que alejarlos del sistema de responsabilidad, es decir mantener la presunción de la inocencia, permitirá un efecto apaciguador para el futuro del niño en supuesto estado de desarrollo. La tercera, y tal vez fundamental, está radicada en la suposición de que la edad impide la comprensión de la ilicitud, del hecho y la autodeterminación. Bajo estos presupuestos se considera que la delincuencia deviene de la debilidad de la ley. En relación con lo anterior López (2012) afirma: No se omite acaso la única intervención simbólica que podría permitir que la ley cumpla su triple función, a saber: inscribir en el tejido social a quien por su acción criminal lo ha roto, así como ha roto el pacto que soporta a la cultura misma; restablecer el tejido social. (p.15) Como puede verse, la investigación se centra en la búsqueda de generar procesos de responsabilización, teniendo en cuenta que los denominados “derechos del sujeto” desculpabiliza en el sentido de “hacerse cargo de sus actos”. Por lo anterior, una de las salidas que se propone, según López (2012) es: Darle la palabra al sujeto” en aras de procurar una interpretación de los siguientes cuestionamientos: ¿Cuál es el estatuto del Otro para el sujeto?, ¿Hay en el niño un punto de detención ante la ley?, ¿Cree en la ley?, ¿Qué estructura clínica está en juego?, ¿Qué recursos tiene el sujeto frente a la ley?, ¿Qué significación le atribuye a su acto? ¿Puede reconocerse en él? O, por el contrario, ¿está alienado respecto de 66

él?, ¿Está el niño en condiciones de realizar el asentimiento subjetivo?, ¿El niño que ha cometido un homicidio es realmente un niño, en el sentido de la dependencia del Otro?, ¿Este sujeto es alguien que puede renunciar a su propia agresión? (p.18-19)

Dar la palabra al sujeto, es también asignarle posibilitarle el reconocimiento de si en su acto, es decir de asumir, de responsabilizarse. Desde el ámbito psicológico, uno de los énfasis encontrados es la identificación de factores de riesgo que conllevan a las conductas delictivas; en este sentido el estudio comparativo con menores infractores, describe que las conductas antisociales se relacionan con las características del entorno inmediato, aumentando la posibilidad de que manifiesten dificultades en su proceso de desarrollo, a lo cual se suma las variables individuales como características cognitivas y temperamentales; la investigación en mención se realizó con el propósito de identificar perfiles y modelos de riesgos para la focalización de programas y políticas preventivas para la población de adolescentes (Sanabria y Uribe, 2010). Así, en un estudio de las diferencias en actitudes y estrategias cognitivas sociales entre jóvenes infractores y no infractores de la ciudad de Bogotá desde el modelo de competencia social, Amaya y Lozano (2012) describen los siguientes ámbitos de influencia: los estilos educativos de los padres, los factores individuales y, finalmente, los factores contextuales; en cuanto a factores biológicos, las investigaciones neurofisiológicas lo asocian con variaciones en concentraciones de sustancias como plomo, glucosa, serotonina, catecolaminas, adrenalina y cortisol, con respecto a los factores individuales, se relaciona el comportamiento violento con el estilo cognitivo, entendido como la forma en que los individuos responden a la estimulación del medio, en cuanto a las características 67

personales que pueden asociarse con la realización de conductas inadaptadas que caracterizan el periodo de la adolescencia (Estrés, cambios emocionales, rechazo de las normas, impulsividad), en los factores sociales se considera principalmente las condiciones sociales marginales, la influencia de los grupos, la pertenencia a una familia desestructurada. De acuerdo a las miradas psicológicas, los programas de prevención e intervención en el núcleo familiar tendrían que proporcionar herramientas concretas para evitar aquellas condiciones que conducen al desarrollo de conductas agresivas. En lo que refiere a la relación entre factores de riesgo para violencia juvenil y homicidio Acéro y Escobar (2007) y otros, situados en el discurso médico describen factores asociados en los hombres como la ira, el consumo de cigarrillo y los delitos previos no violentos, también se describen factores familiares como la criminalidad en los padres, el maltrato infantil, las familias disfuncionales, las familias uniparentales, las malas técnicas de crianza, las familias numerosas y la baja cohesión familiar predisponen a los jóvenes a cometer delitos. En otra investigación acerca de las representaciones sociales de menores internas en una institución de reeducación en Bogotá, se utilizó la técnica de discusión de grupo focal, seguido se plantearon las siguientes categorías: la conceptualización de la delincuencia, atribución de responsabilidad, legitimación de los actos delictivos y futuro. (Vargas y Sánchez 2009). El análisis se realizó desde los planteamientos de Moscovici, abarca los mecanismos cognitivos y el interaccionismo social, por consiguiente la relación criminalidad-sujeto, la 68

conceptualización de la conducta desviada y/o antisocial; por consiguiente, en los hallazgos, se enfatiza el desarrollo de controles internos debilitados como consecuencia de pobres prácticas de crianza y modelos paternos antisociales, como de predisposiciones temperamentales hacia la expresión de la energía agresiva y la búsqueda del interés personal. De esta manera, en los discursos se enfatiza las experiencias de maltratos, abandonos, negaciones casi constantes de su infancia, han moldeado su razón de ser en el mundo, sus representaciones acerca de la vida y de su papel en ella, dicho moldeamiento además se objetiviza cuando se hacen los razonamientos acerca de la delincuencia como estilo de vida, como un medio para su subsistencia y, a su vez, como víctima de un proceso de socialización en el que tuvieron pocas oportunidades de ser respetadas. En lo que refiere a las investigaciones que se han ocupado de los factores contextuales de la delincuencia juvenil desde la criminología crítica, y el materialismo histórico, para dar cuenta de las contradicciones entre estructura social y cultura; Carvajal (2001) plantea que en Colombia las relaciones entre la sociedad y el menor marcan posibilidades de acceso a ciertas posibilidades de vida, en donde las bandas delincuenciales solventan la disgregación de las urbes, para argumentar este postulado realizaron un estudio acerca de la escala de valores que se transmite en Colombia encontrando los siguientes aspectos: 1) La escala de valores se constituyó en referencia al mundo occidental capitalista, de un sistema transnacional desterritorializado. 2) Se transmite una violencia generalizada con estereotipos de lo bello y lo útil. 3) Se destaca la violencia generalizada y su difusión en los medios de comunicación. 4) La cultura colombiana no ha generado en el tejido social una aceptación y respeto por los menores, de 69

tolerancia y afecto hacia ellos, por lo contrario, el medio es hostil, el menor no es aceptado socialmente, es sinónimo de problema, de daño. Seguido, Carvajal (2001) argumenta la problemática de la delincuencia juvenil retomando los postulados de Bandura y la teoría del Aprendizaje Social para referenciar tres efectos 1- Transmisión de respuestas imitativas. 2-Un efecto inhibitorio de respuestas precedentes adquiridas similares a las demostradas por el modelo. A razón de lo anterior, se considera que la función de encerramiento no cumple ninguna función social en la medida que no rehabilita al joven, por lo contrario la prisión provoca la reincidencia, ejerciendo efectos contrarios de los procurados por la resocialización, apelando a Alesandro Barata se aduce que el detenido tiene un doble proceso de socialización 1perdida de sentido de responsabilidad desde el punto de vista económico. 2-Incapacidad para aprender la realidad del mundo externo. 3-Alejamiento de los valores y procesos de la sociedad. 4- Ninguna técnica psicoterapéutica ni pedagógica lo encauza dado que la comunidad carcelaria favorece hábitos y modelos mentales de cinismo.

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CAPITULO 4

UN TEJIDO INTERPRETATIVO: ENTRE NARRATIVAS Y SUBJETIVACIÓN

Este capítulo presenta la interpretación de las narrativas biográficas, asumiendo como aspecto central los modos de subjetivación; en tal sentido es pertinente hacer la mirada a las decisiones, contextos y trayectorias que los jóvenes identifican como causales de hechos de homicidio. En un primer momento se realiza el abordaje de aspectos contextuales como “causantes” de conductas delictivas y homicidas, para ello se asume como punto de partida elementos del estado de arte, siendo este el aspecto preeminente en las investigaciones encontradas, por ende se sitúan puntos de convergencia entre los hallazgos de las investigaciones encontradas y los elementos que se identificaron en las narrativas de los jóvenes que participaron en el proceso de investigación. En un segundo momento se plantean rupturas con la perspectiva de causalidad contextual en miras de entender los procesos de subjetivación desde la mirada a la acción individual, situando elementos como la libertad, el libre albedrio, entre otros que en consecuencia pueden ampliar el debate acerca de los jóvenes en conflicto con la ley y eventualmente generar pautas y posibilidades en los procesos de intervención que se gestan desde el Sistema de Responsabilidad Penal de adolescentes. En cuanto a la estructura del capítulo, puede hacerse referencia a la metáfora del tejido, el lenguaje se convierte en hilos, lanas de un tejido interpretativo. De los hilos que la componen, un hilo es el relato narrativo de jóvenes homicidas, otro hilo es la organización intencional de las narrativas como relatos, otro hilo son las perspectivas teóricas; Del tejido, el tejido se constituye a partir del entrecruzamiento de los hilos, 71

diluyendo poco a poco las fronteras entre referentes teóricos y la interpretación de las narrativas con base en aspectos que se consideraron constituyentes de la subjetividad.

4.1. Diálogos contextuales: Entre el estado de arte y la interpretación narrativa

En este apartado, el punto de partida son las conclusiones del estado de arte en cuanto dicho capítulo señala caminos recorridos por otros investigadores en los cuales ha sido preeminente las miradas de causalidad contextual, entonces se hace pertinente situar puntos coincidentes en la interpretación de condiciones contextuales de los jóvenes que participaron en la investigación para señalar posteriormente las rupturas frente a tal abordaje. 4.1.1. Acerca del sicariato y las condiciones socioculturales de Colombia

De manera inicial se puede decir que entre los aspectos más relevantes de las investigaciones referenciadas en el estado de arte se sitúan las condiciones contextuales y culturales, principalmente para los casos de sicariato y homicidios por conductas delictivas. Desde una perspectiva histórica, puede verse en el estado de arte la alusión a las problemáticas de violencia y narcotráfico en Colombia, aunado a unos estereotipos de ambición, poder y reconocimiento, la afirmación de que los jóvenes encuentran en el sicariato una posibilidad de realización; nótese la coincidencia del aspecto en mención desde las siguientes narrativas:

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Todo empezó cuando conocí unos amiguitos del barrio casposos, robábamos personas con cuchillo, éramos chinos y entonces unos duros de las lomas empezaron a darse cuenta de nosotros. - Vamos a darles cosas a los chinos para que roben y sean más finos y luego nos llegue plata también a nosotros. Nosotros como bobos, al ver armas, pues al acto, nos metimos a robar supermercados, buses, a robar a todo el mundo y luego consumíamos droga los viernes y sábados. A los 13 años yo andaba en fiestas todo picado, loco, llevábamos armas. (Javi)

Seguido, las investigaciones referenciadas han enfatizado en la causalidad contextual, a partir de factores de riesgo tales como la disfuncionalidad familiar, ausencia de figuras de autoridad, abandono de la escuela y aspectos biológicos predisponentes de la violencia; no obstante, por la prevalencia de tales aspectos en investigaciones anteriores no se hará énfasis en los mismos, no obstante en los anexos se encuentra el relato (infancias violadas, jóvenes asesinos), allí puede verse hechos de contextualización familiar, antecedentes de violencia en los contextos más cercanos. Otra de las afirmaciones encontradas en el estado de arte a propósito de los factores culturales es la correlación entre el surgimiento de bandas delincuenciales asociadas al sicariato y su ubicación en barrios populares; al respecto, la caracterización de los participantes en las entrevistas evidencian trayectorias de vida en barrios marginales de Bogotá y la existencia de bandas delincuenciales en tales contextos: Mi tía se metía con uno de los rayitos de allá arriba, entonces yo los veía llegar con plata y revolver, al ver esas cosas pues bacano, yo al ver eso me emocionaba -¡vea nomas con quien me metí! (Javi) “Uno quiere experimentar, y entonces empecé a experimentar en el barrio, allí se desato todo, conocí gente, primero fue la droga y después la plata, me volví ambiciosa porque es plata fácil.” (Valeria) “La calle es como la escuela de uno, es donde uno aprende muchas cosas, mi sobrevivir era robar y robar para sobrevivir”. (Susana)

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A propósito de las afirmaciones que aducen el protagonismo del joven sicario, un tercer aspecto de las bandas que captan jóvenes para el sicariato es la selección de perfiles de sujetos dispuestos a vivenciar los riesgos, la posibilidad de morir a cualquier momento, de ser asesinados por sus propios compañeros o por bandas contrarias: “La primera vez fue un hurto y no me querían entregar las cosas, me dio rabia y se las pegue, por querer ganar, pues uno se las pega y después ya no siente, uno piensa que fue un puntazo, se convierte algo normal, algo rutinario, cada día quería más adrenalina. A mí siempre me ha gustado sentir miedo, porque de los miedos se aprende, cuando ya se me quitó el miedo comencé a robar, a apuñalear, comencé a aportarles a manes que mataban, aportarle a los fierros y todo eso, yo veía como mataban y yo era feliz. [Silencio] pero uno no es nadie para quitarle la vida a otras personas”. (Valeria) […] En ese mundo habían mujeres muy vividas como que le probaban el corazón a uno, vaya robe a ese taxi, y si no lo roban no vuelven acá- y cuando no lo hacía entonces empezaban a menospreciarme -esa chinita es muy sapa, esa chinita no sabe nada-. Entonces, en esa vida uno nunca tiene amigos porque los amigos en esa vida a uno lo venden, hasta por una traba, yo no tenía amigos, tocaba andar de lado a lado.” (Susana) “ la juventud es donde uno se vuelve más loco, como que el diablo … [silencio] entonces uno se pone a fumar, a farrear, a robar, mientras que uno sienta cabeza” (Rocky) “Antes de que me llevara la policía, yo andaba mentalizado, paniquiado con los rumores de que había matado a un chino, carramaneado también porque le hicieran algo a mi familia, el muchacho era de familia caliente, sinembargo arriba yo conocía más de un cucho, los que me patrocinaban, los rayitos.” […] En una de esas fiestas, me prendí con un man más grande que yo, yo todavía era muy chinche pero estaba mentalizado a joderlo, yo tenía mi cuchillo, cuando en un momento siento que el mancito me pega por detrás. -¡Ay este amangualado!Sentí como agua caliente que me bajaba por la espalda - ¡Huy gonorrea!, ¿Qué será?cuando me mando la mano y claro…..sangre, yo estaba con mi prima. - Javi, ¿Qué le paso?; marica, a usted qué le paso, venga le miro. - Un puntazo, no más. - ¡marica, severo roto! - Yo no sentí nada, ni chimba, no me asuste. Por dármelas de héroe me jodieron medio pulmón, allí comencé a caer en cuenta, no se puede vivir así, también el man sufrió mucho. (Javier)

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Sumado a lo anterior, se encontró que el joven sicario es entrenado por adultos, quienes promueven el consumo de psicoactivos para aminorar el miedo a la hora de cometer el crimen: “A veces me siento mal porque digo yo lo hice inconscientemente yo lo hice fue drogada y todo eso, si ve, pero yo digo a mi me duele […] yo no me acuerdo casi de la cara de él ni nada, entonces a nosotros nos mostraron una foto, en la fiscalía, me dicen -no se acuerda-, nos mostraron una foto, y yo -no yo no me acuerdo[…] La primera vez que llegue a las audiencias, me leían lo que sucedió, y la familia de él me miraba con una rabia, eran atacadas llorando. Mi mami lloraba, entonces yo miraba a mi mamá y volteaba a mirar a la familia - ¡ay dios mío, no!- yo no soy capaz de mirar a los ojos, ellas ahí sentadas, yo las miro y nada yo normal” (Susana)

Así, la pregunta por la condición juvenil toma como punto de partida los modos de devenir sujeto que se expresan en las narrativas biográficas y las consideraciones que los mismos se asignan respecto a la responsabilidad de los hechos de homicidio, los modos de concebir la víctima o víctimas y en general la forma de situarse y entenderse en la sociedad, es decir procesos simultáneos entre las transiciones juveniles y los cambios sociales desde las biografías, en cuanto estas dan cuenta de las experiencias y las posiciones que asumen los jóvenes, la incidencia de las oportunidades contextuales, siendo de gran relevancia las trayectorias, las relaciones entre decisiones, proyecciones y posibilidades contextuales (Casal 2000, Cardenal de la Nuez 2006), teniendo siempre presente que los mismos hacen parte de un momento histórico y un espacio geográfico con condiciones particulares. Tal mirada posibilita hacer un análisis estructural de las trayectorias, en referencia a las dinámicas cambiantes del sistema económico y social en miras de comprender los modos de afrontar y dar sentido a las prácticas sociales del contexto más cercano, con ello se rompen los determinismos de asignación por la edad y los aspectos biológicos, para 75

hacer la mirada de las construcciones de cada sujeto respecto a la complejidad de factores y circunstancias contextuales. 4.2. Acerca del libre albedrio y la libertad en los procesos de subjetivación

En el anterior parágrafo se ha señalado algunas condiciones contextuales que pueden llegar a incidir en la causalidad de hechos de homicidio cometidos por jóvenes y adolescentes, en este apartado se sitúa una ruptura con el determinismo contextual para abrir el debate hacia la constitución de subjetividades desde algunas reflexiones de la filosofía moral, practica y de la acción. En este marco, es pertinente situar los debates de filosofía práctica acerca de la relación entre determinismo y libertad y si esta última se encuentra presente entre los procesos y sus resultados, es decir se trata de situar la pregunta por la acción homicida del sujeto desde la capacidad de elección, el uso de la libertad y el libre albedrio, entonces puede decirse que la toma de decisiones se vincula al concepto de responsabilidad moral, civil, penal, y en el campo ético se relaciona con la naturaleza y límites de la libertad humana (Kane, 2002) En lo que refiere al libre albedrio Kane (2002) señala “El agente causal es, o supone ser, una relación que agentes- pensamiento o sustancias racionales llevan a acontecimientos. El agente causal es opuesto al acontecimiento causal, una relación en donde los acontecimientos llevan a acontecimientos” (p. 169); por consiguiente, desde la mirada del agente causal, las causas no son acontecimientos anteriores o lo son de manera parcial y con ello se descarta que la identificación de una causalidad constituya una

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solución al problema del libre albedrio y sostiene que la existencia de posibilidades alternativas es una condición necesaria para el libre albedrio. Entonces, puede decirse que las decisiones y posibilidades alternativas median en la constitución de subjetividades como conceptos complejos que rompen con toda cadena causal o determinista de las acciones dando apertura a conceptos como aleatoriedad e incertidumbre para señalar que las acciones libres son aquellas que habrían podido ser diferentes, entonces los acontecimientos no derivan de procesos causales lineales sino por un sistema de causas no coordinadas que ocurren al azar. No obstante, la probabilidad también se ajusta a las leyes que se establecen desde la mecánica cuántica; al respecto, Fischer, Kane, Pareboom y Vargas (2007) afirman “el mundo físico no es un factor determinístico (no es un hecho determinístico), sino que está más bien gobernado (regulado) por ley de la función de la estadística probabilística” (p.23). En consecuencia, cobra relevancia el planteamiento de que el sujeto tiene una capacidad hipotética de elección que nunca es compatible con un estado total del mundo, en cuanto las decisiones también pueden ser influenciadas por opciones que a su vez están determinadas por las creencias y los deseos, dicha perspectiva toma sus cimientos en los planteamientos de David Hume (Cowburn, 2008). También puede hacerse una mirada más detenida a la toma de decisiones en los casos de sicariato y homicidio por conductas delictivas, involucrando la discusión acerca de la racionalidad práctica, a partir de las características de medios y fines para la adquisición de dinero fácil, es decir, una “racionalidad estratégica” que de acuerdo con Luis Eduardo Hoyos (2014) refiere a la convergencia de los intereses de otros agentes, en cierta manera corresponde a un interés normativo, la racionalidad moral deviene en instrumental, por

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ende la articulación de su acción se sitúa en la intersubjetividad, en este punto es pertinente reiterar la pertenencia de los jóvenes sicarios a organizaciones dedicadas a dicha causa; asimismo, los jóvenes del SRPA que han cometido homicidios por conductas delictivas acuden a los códigos e intereses de bandas o grupos barriales que racionalizan la acción homicida de manera estratégica en la adquisición rápida de objetos o dinero. Por lo anterior, es importante mencionar que durante la realización de las entrevistas se observó que en los casos de sicariato y homicidios por conductas delictivas, los sujetos narran los hechos de homicidio con facilidad, expresando la minucia de los hechos sin ningún tipo de negación de la intencionalidad. De otra parte, hablar de la libertad del sujeto para tomar determinadas decisiones implica hacer una mirada del concepto “libertad”, Luis Eduardo Hoyos (2014) comenta que la asignación de dicho concepto es atributiva y adscriptiva, ya que por lo general se considera la libertad en la relación “de” o “para”, por ende abarca un criterio de verdad cuyo referente es la normativa construida en términos culturales. “no hay libertad de la voluntad sin condiciones. Ahora bien, éstas son tanto internas como externas. Las primeras se refieren a componentes normativos y realizativos del querer, y las segundas al ambiente institucional y social que hace posible que un sujeto elija algo.” (Hoyos 2014:96) En la siguiente narrativa puede observarse la convergencia de un carácter relativo y otro negativo en donde los criterios sociales y normativos juegan un papel central, la opción de cometer homicidios como parte de la naturalización de la muerte y el asesinato: “No es que sea normal matar gente, es que en mi familia era normal, lo viví a diario, vi como mataban, […] pasaron muchos homicidios por robar, vi como mi papá y mis tíos mataban a puñaladas por robar, vi como se morían las personas, se volvió algo tan normal 78

[…]en mi familia han matado a sangre fría, ellos son fríos, no les importa nada, ni lo que suceda con la gente, porque no es la familia de ellos, entonces yo pensaba de la misma manera, no me importaba lo que pensaran o sintieran los demás.” (Paola)

Así, la actividad reflexiva, racional sobre los deseos puede ser proporcional a la configuración cultural, entonces, todas aquellas acciones que van en contra dan cuenta de un reconocimiento de la significación moral de la existencia “la acción individual afecta la sustancia moral social”, la conciencia es un aspecto del hecho de ser persona que refiere a la responsabilidad y se encuentra ligada a la significación de la existencia humana y una cierta destinación moral en los actos individuales que siempre involucran a otros, en este sentido cobra relevancia la idea de persona, siendo este último concepto el centro de una filosofía práctica de la acción que alude a las relaciones con otros como posibilidad de la vida individual, la dimensión de la intersubjetividad como adscripción de un sentido de la vida, Hoyos (2014) subraya en la “importancia de la condición de ser persona”, que se configura desde la conciencia moral individual para la vida en sociedad. Llegados a este punto, es importante retornar a la reflexión acerca de la objetivación de las víctimas que ocurre en los casos de sicariato y homicidio por conductas delictivas tal como se observa en las narrativas anteriormente referenciadas, la mirada a la dimensión de intersubjetividad a propósito de la pregunta por la reparación de las víctimas a los jóvenes participantes: “Lo hecho hecho esta, cómo le voy a devolver a la mamá un hijo que ya perdió, eso es ilógico; sí, yo cómo le voy a devolver a la mujer, o cómo le voy a decir perdón, de que vale pedirle perdón a la familia del muerto si uno ya lo hizo. ¡ay Dios mío! en qué metí a mi familia, en qué, como que a veces pienso las consecuencias, a veces me da mal genio. Diciembre para esa familia va a ser duro, porque todo sucedió un noviembre 22, ellos no tienen la posibilidad de mirarlo a él, les toca ir a un cementerio. Entonces yo me pongo a pensar y a veces me lleno de esas culpas” (Susana)

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“Reparar el daño es monetario o es ofrecer unas disculpas, pero yo no lo puedo hacer, no porque no quiera sino porque la familia de esa persona no sé quién es, nunca las vi en las audiencias, nada.” (Paola) “Una disculpa no se niega si uno sabe que se equivocó, pero da mal genio que toque humillarse y también pagar plata.” (Valeria)

4.3. La libertad como drama: El problema del mal.

A propósito de los debates de la libertad y el libre albedrio, la propuesta de investigación retoma algunas reflexiones que posibilitan la construcción de un campo teórico de discusión desde los referentes del macroproyecto8, en los cuales se ha incluido la pregunta por la elección voluntaria del mal, “¿Por qué un individuo decide consciente y deliberadamente devenir delincuente, asesino o violador?”, entonces cobra importancia las reflexiones adelantadas por Gómez (2014), quien enuncia “el mal no es otra cosa, entonces, que el drama de la libertad”, el ser humano tiene la capacidad de ejercer su voluntad en la intencionalidad que asigna a sus acciones, no obstante, las decisiones y acciones pueden adscribirse a intereses “anómalos”, que pueden devenir en formas de impugnación de la vida tal como sucede con el crimen, en consecuencia tales sujetos son enunciados y proscritos por la institucionalidad, en cuanto su punto de partida es una mirada a la experiencia moral del sujeto es decir, desde el lugar de la repugnancia, la estigmatización que genera el delito, “nuestra apuesta es por entender la tendencia voluntaria de los individuos hacia acciones que están dentro del imaginario social próximas a la idea de mal (a través del crimen o cualquier forma de trasgresión de la norma) como una forma de subjetivación posible.” (J.H, Gómez 2014d)

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NOTA: Enunciado en la introducción.

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En este marco, el “problema del mal” sitúa una perspectiva de abordaje de la subjetividad donde el mal es entendido como el “drama de la libertad” en todas las dimensiones y acciones de lo humano, puede decirse que el mal es uno de los desafíos de la humanidad que ha evocado múltiples discusiones y clasificaciones que oscilan entre la filosofía, la teología, la existencia de las deidades y rememora la dificultad de conciliar la existencia del mal y el sufrimiento en el mundo (Safranski; 2007; citado por Gómez; 2014a) Además, el mal en referencia a la constitución de subjetividades implica un descentramiento de las perspectivas afirmativas de comprensión del sujeto, generando la apertura hacia elementos de repugnancia y de impugnación de la vida entre otros, entonces cobra relevancia la participación de jóvenes que decidieron cometer homicidio u optar por una vida de criminalidad, poniendo en tensión la constitución de subjetividad bajo las reflexiones que tratan de comprender cómo puede el ser humano, poseedor de una conciencia, de una razón llegar a extremos de crueldad, al respecto Díaz (2012) afirma: Ahora bien, en el caso de los seres humanos, tal vez la mejor explicación de lo que podría ser un libre albedrío la encontremos en el concepto kantiano de Willkur, de albedrio, es decir, de una pretendida capacidad humana para optar por el mal a sabiendas de que es un mal, de tomar como máxima de la acción la desobediencia a la ley moral (p. 24). Al respecto, interesa mirar en las narrativas las razones que motivaron a los jóvenes a optar por el homicidio: “yo volví a nacer cuando llegué a este lugar, porque le encontré un sentido a mi vida, ahora tengo unos cimientos como para realmente surgir, seguir, trascender de todo lo que pasé, trascender el dolor, trascender el pasado, trascender también la historia de vida que me causo daño y aprender.

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[…] quiero romper con la cadena de maltrato, romper los malos vicios, los malos hábitos y realmente enderezar el camino; entender por qué las personas le hacen daño a uno, por qué esa persona que intento abusar de mí, por qué lo hizo, aceptarlo y no criticarlo pero tampoco justificar lo que hizo simplemente aceptar su error y entender su historia de vida porque pues para que toda persona actúe como actúe es porque tiene su historia de vida.” (Stefany)

Para Stefany el asesinato se convirtió en una opción para liberarse de toda una vida de dolor y maltrato, ella fue abusada sexualmente por su padre desde muy pequeña, se trata de un caso de parricidio, ella no comento acerca del homicidio, sinembargo en dialogo con los psicólogos que hacen el seguimiento fue posible tener conocimiento de otros aspectos: el parricidio ocurrió como una decisión razonada y premeditada, sin arrepentimientos, ni remordimientos, el significado que ella le otorga es el nacimiento a otro estilo de vida, tal como se observa en la narrativa citada. De esta manera, es posible decir que una de las formas que puede tener el drama de la libertad es la de tramitar el dolor a través del homicidio; desde Safransky (2007), puede decirse que el mal más que un concepto es lo que resulta amenazador para el sujeto desde la libertad de conciencia “le sale al paso en la naturaleza, allí donde esta se cierra a la exigencia de sentido, en el caos, en la contingencia, […] en la propia mismidad, en el agujero negro de la conciencia” (Safransky 2007:10), esto nos va indicando como el sujeto se encuentra frente a un horizonte de posibilidades, es decir, los procesos de subjetivación entendidos desde un sujeto que no es víctima de las circunstancias, sino que tiene la posibilidad de elegir. En tal sentido, el drama también adquiere sentido, en perspectiva de un sujeto arrojado que experimenta la nada y la aniquilación; por tal razón, no es descartable que en las posibilidades que tiene el sujeto se ubiquen modos de tramitación del dolor y la venganza. 82

En el siguiente relato Paola narra las razones por las cuales optó por el homicidio, la escena que le cobro captura y proceso desde el SRPA: Paola: La venganza, deudas de hermandad, deudas de bandas. - ¡Mataron a Diana!, ¡mataron a Diana!, le pegaron tiros a Diana, a su hermana. - ¡Aah!, camine, camine. Casi se me sale todo cuando me enteré, salí corriendo a buscarla, mi hermana allá votada boca abajo, estaba sangrando mucho, los taxis no querían parar, entonces yo me tire encima de un taxi casi me lleva por delante, -¡pare!, ¡pare!- le sacamos navajas, cuchillos para que nos llevara al hospital. Después de eso, en el hospital intentaron hacerle reanimación pero no se pudo hacer nada, llego sin signos vitales, después de eso, yo quede endemoniada y me enteré de una pelada que sabía quién había matado a mi hermana entonces yo la busque y ella no quería decirme, le metí un puño, luego saque una patecabra de la parte de aquí de la cadera. - No me va a decir quién es, pues yo me la fumo a usted. - ¡Ya!, ¡ya!, yo le digo, no me haga nada, fue el matraca, así le dicen al chino. Claro, nos conseguimos las fotos del matraca para enviarlas a la fiscalía, pero cuando mi hermano vio esas fotos, me dice -ese es el hijo del cucho con el que yo trabajaba robando, era mi socio, ¿cómo va a matar a mi hermana?La muerte de mi hermana fue un dolor muy grande, desde que mataron a mi hermana yo consumía todos los días, luego nos dejamos llevar por el odio y la ira, llegué al hogar femenino por homicidio, porque la persona a la cual le quitamos la vida también iba a matar a mi hermano. Ese día, mi hermano me dice, -¡cójalo!, ¡cójalo! que ese era el que me iba a matar, yo me enceguecí y entre varios empezamos a darle muchas puñaladas, él se murió, a ellos los capturaron a las tres cuadras del homicidio y a mí me capturaron dos horas y media después porque otro socio me entrego, me cogieron a la vuelta de mi casa. (Paola)

No obstante, cuando se involucra la incidencia de las creencias y los deseos en las acciones y en la toma de decisiones; entonces, el campo de las posibilidades y las probabilidades va abriendo múltiples caminos de discusión en la configuración de subjetividades homicidas: Jenny: La venganza, secuela de una vida de homicidios. En la cotidianidad del Hogar Femenino… - Alo, Mami necesito hablar con usted. 83

- ¿Qué paso? - Mami estoy en reconciliación, me agarre con una niña, no fue mi intención, ella me pego un cabezazo y pues hay vera si yo me dejo pegar, no soy manca mami, estoy cansada de que me digan que soy la sapa y la boba del hogar porque siempre me les quedo callada. - Me da miedo perder el control y que mate a una persona, el problema es que yo soy impulsiva pasiva y una persona impulsiva pasiva es un peligro, porque ella aguanta, aguanta, y el día que revienta la puede embarrar, acá me he controlado y he aprendido mucho a manejar mi tolerancia, mi impulsividad, aveces me siento muy cargada, entonces me voy para la lavandería, lloro y le pego a la pared. Trato de evadir los problemas en el hogar porque puedo cometer un error, no me puedo tirar un proceso dándome vailados, pero afuera es donde uno ve quien es la parada, quien es la más rata y quien es la boba, pero en algún momento a uno se le tendrá que salir como ese otro yo y de pronto la puedo embarrar. (Yenni)

De esta manera, la mirada a los procesos de configuración subjetiva se complejiza desde el emplazamiento de la pregunta por el mal, se trata de una paradoja que oscila entre el sinsentido, la traición y los deseos, una cierta negación del ejercicio absoluto de libertad, en cuanto la inteligencia también puede ser puesta al servicio de las pasiones (Díaz, 2012); dicho de otro modo, hay un sentido de voluntad que consiste en la capacidad para ejercer un comportamiento acorde a la inteligencia pero también existe un albedrio desde el cual también se puede optar por el mal, por ello la necesidad de situar algunas discusiones que conciernen a la libertad, el libre albedrio y el determinismo. Otro elemento que permite ampliar la mirada acerca del problema del mal en la constitución de subjetividades son las reflexiones de Hannah Arendt (2003) a propósito de los sujetos que ejecutan atrocidades sin sentir ningún tipo de remordimiento, se afirma que dicha forma del mal deviene de una incapacidad de pensar en el sentido de hacer juicio, para lo cual el pensamiento se entiende como la reflexión crítica de las acciones, un dialogo interior que deviene en conciencia, no obstante, al perder la capacidad de juicio el sujeto sigue fielmente la costumbres de determinado grupo o sociedad, al respecto Arendt

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(2003) distingue “nihilistas, dogmáticos y buenos ciudadanos”, en el caso del nihilista, no existen valores definitivos sino que movido por sus propios intereses asume de manera ocasional unos u otros, entonces la conciencia parece que sigue estando pero como un huésped extraño que simplemente habita pero no convive con el sujeto. Arendt (2003) menciona el caso de los nazis quienes cometieron las peores atrocidades pero a su vez estaban tildados de ser correctos ciudadanos, eficientes funcionarios; entonces, se considera que cuando no existe dialogo interior y construcción del juicio, el dogmático cambia fácilmente de dogma, el nihilista de conducta y el buen ciudadano sigue sus buenas costumbres. En este mismo sentido, puede citarse los homicidios cometidos por Valeria en el marco de pertenencia a las barras bravas: “En eso de las barras a uno le toca, o es el pulmón de ellos o es el pulmón de uno (…) amanecimos en el CESPA, yo no me podía despertar de la misma pepera, recordé cuando el muchacho estaba sentado como en la parca y ¡pum! se desgonzo, ¡No se murió!, todas las puñaladas habían sido del pecho al cuello y en la cara. Al principio sentí que era culpable cuando él estaba en coma, porque yo pensé que se había muerto, entonces me daba miedo quedarme mucho tiempo encerrada en el hogar femenino, eso me dolería mucho, pero cuando me dijeron que estaba bien me dio igual porque yo a esa persona no la paso.” (Valeria)

Valeria fue procesada desde el SRPA por reincidencia en intento de homicidio, se trataba de la segunda vez que agredía con puñaladas, al decir de ella, como parte del modo de vida de las barras bravas, desde los códigos ideológicos grupales, la manera de vengar los pleitos contra enemigos aficionados de otros equipos de futbol, de otros barristas, nótese los segmentos subrayados en negrilla. 85

Con cada evento histórico de horror se pone en juego lo justo y lo injusto, el bien y el mal; por consiguiente, pensar en una ética y un abordaje del homicidio, implica pensar en un conflicto de orden moral que es constituyente del sujeto, conflicto con el cual se han encontrado quienes se han dedicado a la ética; en uno de los primeros tratados de ética de Aristóteles define la experiencia moral en tanto convoca un bien, no obstante, al deseo se le otorga un lugar fuera de la moral, ubicándolo en el plano de la bestialidad Aristóteles, (1973) “Así pues, el sentido en que reside el desenfreno es el más universal de los sentidos, y con razón parece ser el más vituperado, como que lo tenemos no en cuanto somos hombres sino en cuanto somos animales. Bestial es gozarse en los placeres de este género y amarlos sobre todas las cosas” (p.74). En referencia al problema del mal, Arendt (2007) 9 lo define como “el horror mismo en su desnuda monstruosidad (…) Lo que quería señalar es que el mismo horror indecible, la negativa a pensar lo impensable, ha sido quizá lo que ha impedido una muy necesaria reconsideración de las categorías jurídicas y nos ha hecho olvidar las lecciones estrictamente morales” (p.79-80). En tal sentido, pone en entredicho que las analogías del presente respecto a los horrores del pasado puedan evitar desastres, en cuanto la mirada a los acontecimientos históricos evidencian “una quiebra de la moral”, la permanencia de la crueldad y hechos de horror en la historia de la humanidad, Arendt, (2007) afirma “el mundo en que vivimos en cualquier momento dado es el mundo del pasado” (p.18). En este sentido, vale la pena hacer mención a las reflexiones teóricas sobre la experiencia de la moral no como sucesión de éticas ni en el sentido genealógico de origen 9

Nota: El punto de partida de Hannah Arendt para situar el problema del mal son los hechos que acaecieron en la Alemania de Hitler y la Rusia de Stalin, expresados de manera minuciosa en el testimonio de “Eichman en Jerusalén”.

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o producto de relaciones de fuerza, sino de problemas que han sido formulados y sobre ellos se retorna, nótese la afirmación de Arendt (2007) a propósito de la moral y la conformación de una ética, “emplea patrones y medidas que no proceden de este mundo, sino de algo situado más allá de él […] en la vida siempre está en juego algo más que el mantenimiento y la reproducción de los organismos vivos individuales” (p. 76-77). Este paragrafo deja la apertura hacia algunos debates pertinentes para situar en el escenario del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes, se trata de la identificación de la complejidad de aspectos que se encuentran inmiscuidos en la conformación de subjetividades de jóvenes que han cometido homicidios. 4.4. Acerca de la condición juvenil, la institucionalización y el discurso del SRPA

Un precedente importante en el abordaje de los jóvenes y adolescentes que participaron en la investigación es que hacen parte de un segmento poblacional institucionalizado, por consiguiente han sido enunciados de manera particular, por ello se hace relevante citar otro de los aspectos centrales en el estado de arte: las discusiones que dan lugar actualmente al SRPA en cuanto a las conceptualizaciones de juventud y adolescencia, en cuanto estas constituyen el estereotipo del delincuente juvenil a partir de las características de los jóvenes de estratos bajos (conducta desviada e irregular), por tal razón la sanción pedagógica que se divulga en el SRPA se ha enfocado a alcanzar “cohesión social”. A propósito de los modos en que los jóvenes habitan y apropian el mundo en América Latina, Rossana Reguillo (2003, 2013) ha señalado que en la actualidad la juventud asiste a un momento de crisis estructural que abarca las condiciones económicas, el desencanto 87

político, el desgaste de los discursos dominantes, el deterioro de mecanismos de integración, entre otros; por ello se considera que la juventud no es una categoría univoca sino de construcción cultural y contextual, principalmente definida por “la organización productiva y simbólica de la sociedad, la oferta y el consumo cultural y el discurso jurídico” (Reguillo: 2003), asimismo Reguillo ha señalado la prevalencia de dos discursos; de una parte, el discurso de los jóvenes como sujetos inadecuados, protagonistas de hechos de violencia y relacionados con la pérdida de valores y de otra parte, un discurso idealizador de un actor estratégico para el país, el joven como “reserva para un futuro glorioso”, entonces puede notarse la propensión a idealizar o estigmatizar la figura del joven. A continuación puede verse algunas expresiones de los jóvenes entrevistados respecto a los modos en que ellos mismos se comprenden en el contexto del SRPA: “Yo creía que siendo menor cometía un delito y no pagaba, pero siendo menor uno también paga, ahora estoy en el Hogar Femenino. La primera vez me cogieron por un hurto, por daño al bien ajeno, luego me dieron libertad, mi mamá me fue a sacar, duré como un mes portándome bien, pero me desjuicie otra vez”. (Susana) “El juez juzga, él dice: -¡usted es un peligro para la sociedad!- […], o sea nosotros los jóvenes somos un peligro para la sociedad, entonces quien es la sociedad, no son nuestros padres, no son la sociedad, los vecinos, los que también han venido formando la sociedad entre comillas, porque ellos, o sea las personas que dicen que saben de leyes, vienen haciendo una sociedad que para ellos todo es peligro, la sociedad pero no se dan cuenta que cada vez que ellos señalan con un dedo hay tres dedos que los están señalando a ellos, porque ellos saben a conciencia que ellos mismos forman la sociedad”. (Paola)

En la afirmación de Susana “Yo creía que siendo menor cometía un delito y no pagaba”, se denota uno de los argumentos utilizados por las bandas que reclutan jóvenes para el Sicariato, a propósito del tratamiento penal de adolescentes, muchos de estos jóvenes son vinculados so pretexto de omisión de procesos penales por crímenes

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cometidos antes de cumplir la mayoría de edad. Por su parte, Paola enuncia la mirada de peligrosidad de los jóvenes procesados en el SRPA, “el contexto, sostengo, deviene así el texto principal que orienta el proceso de configuración de la condición juvenil” Reguillo (2003); a renglón seguido, puede decirse que el discurso jurídico, las prácticas y la institucionalización de la violencia en América Latina convierte a los jóvenes en el “enemigo interno” en cuanto desborda la idealización del orden social. Otro de los aspectos importantes es la reincidencia en actos delictivos, a causa de la fragilidad en las sanciones penales y la exclusión de la culpabilidad, con ello se aduce que los jóvenes sabían lo que hacían: “Pues, [silencio] la primera vez pensaba salir bien y no salir otra vez a lo mismo pero no […] yo ya había estado condenada 2 años pero entonces yo salí y me dieron libertad asistida, asistí solo 4 meses y de resto estuve muy mal, me capturaron en la casa y pues volví acá, a uno le duele mucho estar acá, porque acá tiene uno que abstenerse de la familia, que hasta pa llamarlos, porque las llamadas son cada quince días, entonces pues si eso como que uno pues ¡Ah!, sí y pues el segundo, pues si también me dio duro pero pues ya como más relajada, y este hay pues este si he sufrido mucho, porque yo tengo 19 años y sigo acá en lo mismo, entonces no, triste.” (Valeria)

De otra parte, es importante identificar algunos conceptos que hacen parte de la estructura del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes e inciden en las perspectivas de abordaje del “joven en conflicto con la ley”, entre ellas, la acepción de reparación “el daño ocasionado con el delito debe ser reparado por el adolescente y sus padres o representantes legales y que las medidas o sanciones aplicadas al adolescente deben ser de carácter restaurativo, educativo y protector.” (Cartilla de justicia restaurativa 2012:3), por consiguiente, se considera que el adolescente es imputable con tratamiento especial, y la reparación es una de las sanciones que posibilita la integración social para que el adolescente infractor tenga un proceso desde el cual sea posible 89

despojarle del “estigma delincuencial” seguido se prevé “un ejercicio de formación desde la conciencia de la conducta”, a esta perspectiva se le conoce como justicia restaurativa “el punto de partida aquí es la idea de que la conciencia del infractor genera efectos más efectivos, rápidos y económicos que los que podría producir el castigo” (Cartilla de justicia restaurativa 2012:14) 4.5. A modo de conclusión: 4.5.1. Posibilidades de intervención: Entre la narrativa y la intersubjetividad

A propósito del concepto de persona, es importante hacer mención de la objetivación de las víctimas que sucede en los casos de Sicariato y de homicidio por “conductas delictivas”, por consiguiente el reconocimiento del daño causado implica el reconocimiento de la condición de persona de la víctima. En las siguientes narrativas puede notarse algunos elementos de culpa que eventualmente pueden posibilitar la construcción intersubjetiva: Relato: Entre la soledad y los cuchillos: venganzas, culpas y fantasmas “¡No!, no podía ni respirar, yo intentaba pararme, sentí una persona que se me había subido al cuello, yo estaba medio dormida, era de noche y me había levantado al baño, esa fue la primera vez que el muerto me privo, el muerto me ha privado y me ha molestado. La segunda vez, era la una de la mañana, yo estaba acostada, me estaba quedando dormida y me pegaron una mechoniada, pero duro, una mechoniada muy dura, yo miré y todas las niñas estaban dormidas. Casi no me acuerdo de la cara del muerto, el calo en esa muerte pero no tenía nada que ver en el problema, en la fiscalía tienen unas carpetas con las fotos del muerto, cuando las vi, él estaba muy hinchado, se veía la cara cortada, el pico de botella estaba cocido, estaba horrible, tenía muchas puñaladas.” (Susana) “Dios!!, téngalo con bien, no lo tenga como un alma en pena.

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Cuando llegué al hogar femenino, el muerto me molestaba, yo no podía dormir bien, yo resultaba en el piso, me pasaban muchas cosas. Aveces hablo con mi hermana que murió, ella no puede estar en cuerpo, pero yo sé que esta de espíritu, se arruncha conmigo, me acaricia; cuando salga, lo primero que voy a hacer es coger para el cementerio ir a llevarle flores rojas porque es el color que más le gusta a ella y porque es color con el que yo más me identifico porque es el amor por ella y por mi familia.” (Paola)

En este sentido, se considera la necesidad de una perspectiva que posibilite pensar el tejido social, desde el abordaje de las relaciones del adolescente, la víctima y la comunidad, las relaciones intersubjetivas. De manera simultánea al proceso de construcción de la tesis se realizaron conversatorios con el equipo de psicólogos de la escuela de trabajo El Redentor y del Hogar Femenino en el marco de una propuesta que se deriva de la presente investigación y que constituye el referente para implementación de entrevistas en los centros de atención especializados, dicha propuesta se denomina “Diálogos interdisciplinarios acerca de la responsabilidad en adolescentes homicidas”, desde está se generó diálogos (valga la redundancia) alrededor del proceso de entrevistas que se implementaron y de las narrativas que emergieron de la misma. A través de dicho proceso fue posible intercambiar perspectivas y momentos de las historias de vida de los jóvenes entrevistados desde la mirada de los profesionales que intervienen los casos, hacer la lectura de los momentos de narrativa e intercambiar experiencias. -

Paola: Liliana ¡Llego, llego!, tengo muchos nervios. Psicóloga: Cálmese Paola, tranquila, yo sé que usted puede, confió en usted.

Me dejo sola con mi tío, cuando lo vi el corazón se me aceleraba, yo no sabía que decirle…

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Rubén: ¿de qué vamos a hablar?, ¿de qué es el encuentro? Paola: Tranquilo, espere, cálmese [Silencio] un tema normal, como todos. Rubén: ¡Tan raro! Paola: pero le da miedo, yo no voy a tratar un tema que a usted le vaya a incomodar. Cuando entramos empezamos a hablar del tema, ese señor se puso pálido, no sabía que responder. Liliana le pregunto: -¿por qué?, ¿cómo había sucedido?-. Él decía que una persona del pasado lo marco en la misma historia y entonces yo las cogí, las personas no lo hacen porque sí, sino porque tienen marcas […],se puso a llorar y me dijo que se mandó tatuar, él tiene acá en el pecho un dragón grande grande, él creía que con eso se iba a sanar. […] El abuso a uno lo marca y la marca es grande, y para que uno empiece a cerrar eso uno tiene que empezar por perdonarse a uno mismo porque uno también comete errores para poder perdonar a la otra persona porque si no uno la embarra, uno la embarra y feo, entonces así fui trabajando lo que necesitaba. […] yo no era capaz de hablar eso, acá me ayudo fue Liliana, muchas practicas del perdón, muchas veces hicimos cosas así, una vez hicimos una de la vela blanca simbólica, lo hice, le puse el empeño y yo toco ese tema y lo recuerdo y ya no me duele, aunque para contactar a mi tío fue un problema, le mandaron citación y nos dejó esperándolo varias veces. (Paola)

En este relato, Paola expresó diferentes momentos y vivencias en el Hogar Femenino en los que ha logrado reconstruirse, resignificarse desde la narración de hechos biográficos; de igual manera al final del proceso Paola conoció la edición de su narrativa (encuentro no grabado). Así, desde los diálogos entre la interpretación teórica, la vivencia de las entrevistas y el intercambio con los psicólogos una de las conclusiones del trabajo es la posibilidad de la narrativa como modo de reparación del victimario, modo de reconstrucción del tejido social; por consiguiente, la edición de las narrativas se constituyó en un material de retorno tanto para los jóvenes que participaron en las entrevistas como para el psiquiatra y los psicólogos que atienden los casos.

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Desde el proceso que se llevó a cabo puede decirse que la narrativa facilita el reconocimiento y elaboración de las experiencias, la asimilación de las mismas para hacerse cargo de sus implicaciones individuales y sociales, por tal razón puede verse en el último capítulo la responsabilidad como uno de los aspectos relevantes en el proceso de conformación de la subjetividad; vale decir que en los casos donde el homicidio se había convertido en una práctica cotidiana normalizada, la narrativa también puede posibilitar el reconocimiento del otro, de la víctima. La narrativa se constituye en un modo de reconstrucción intersubjetiva desde el lenguaje, así como de la construcción de sentidos, abriendo otros caminos de interpretación e intervención donde confluye la reconstrucción del pasado desde las elaboraciones del presente, es la posibilidad de reconfigurar las tramas de significación de los sujetos, así se visibiliza en las historias de Estefany y Paola, la necesidad de tramitar el dolor, de volver a contar la historia. 4.5.2. Apertura de diálogos hacia la antropología y otras formas simbólicas de la narrativa. Vale decir, que la narrativa como posibilidad de intervención va abriendo diversidad de caminos en el campo de la investigación de Ciencias Sociales, para citar algunos ejemplos, La Defensoría del Pueblo junto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha generado unos módulos denominados “narrativas de construcción de la dignidad” desde los cuales se ha considerado articular el desarrollo de la narrativa como la experiencia estética y corporal en tanto medios de expresión complementarios a la narrativa, esto pensado en el marco del proyecto “Escuela de Derechos Humanos”, en tal

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caso la experiencia narrativa y estética articuladas para dar significado a experiencias de jóvenes desvinculados del conflicto armado en Colombia. Por su parte, el equipo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación dentro de las herramientas para reconstruir memoria histórica desde el año 2009 han adelantado la experiencia “Recordar y narrar el conflicto”, en dicha experiencia se sitúa la narrativa como estrategia metodológica, entendido como una forma de mediar la memoria personal y las memorias colectivas, a ello se suman otras estrategias metodológicas tales como “las colchas de memorias e imágenes”, los “Mapas del cuerpo”, las fotos y otros objetos del y para el recuerdo, entre otros elementos. Como puede observarse, en las experiencias que se han mencionado se abre un camino importante de intervención que combina múltiples elementos con la narrativa para realizar intervención, en el caso particular de la presente investigación, caminos de reparación de la víctima y el victimario. En este punto, es pertinente mencionar que la intencionalidad de edición de narrativas bajo la estructura de un texto literario hace parte de la organización de insumos que posibiliten procesos de intervención, así como de retorno a los jóvenes que participaron en el proceso. Al finalizar la escritura del proyecto de tesis, los textos literarios fueron dramatizados y grabados por practicantes de teatro (Estudiantes de Educación Artística), con ello se abre la posibilidad de abrir los diálogos de interdisciplinariedad a otras lecturas y modos de representación como las artes, la literatura, el teatro. En este marco de referencia, es importante hacer mención a la experiencia investigativa consolidada en el Observatorio del SRPA de la Universidad Nacional desde donde se articula la siguiente pregunta: “¿Es pertinente la implementación de un sistema 94

de responsabilidad penal para adolescentes, fundado exclusivamente en el reduccionismo del conflicto social a dos de sus componentes: el delito y la reparación del daño?” entonces, se propone que las sanciones deben trascender el modelo restaurativo (J.F., Acuña y A.M., López 2011):

“permitiendo que con la sanción el adolescente se acerque al tejido social y asimismo a la víctima para comprender el significado del daño causado, en términos de afectación. Así las cosas, una sanción debe buscar que el adolescente repare el perjuicio causado, permitiéndole comprender que su acto fue inadecuado y que en consecuencia debe reparar el daño” (p. 41).

En este contexto, la investigación “Medida pedagógica como sanción en el sistema de responsabilidad penal” permite articular algunos aspectos relevantes para ampliar la discusión acerca de la asignación de responsabilidad a jóvenes y adolescentes infractores, el concepto de persona, la intersubjetividad, este planteamiento se colige desde una concepción de cultura y sujeto anclada a la antropología.

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transgresiones juveniles de la ley en Colombia. Revista pensamiento psicológico. Vargas, N., y Sánchez, A. (2009, Febrero). Representaciones sociales acerca de la delincuencia que tienen las menores de edad institucionalizadas en un centro de reeducación de la ciudad de Bogotá: Revista diversitas - perspectivas en psicología. Obtenido el 29 de abril de 2013 de la base de datos (U Católica de Colombia- Scielo). Velandia, N., y Nieto, A. (2005). Delincuencia juvenil en Bogotá producto periodístico: “cada joven que se reeduca es una generación que se salva”, Tesis de pregrado, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

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S

ANEXO 1: OTROS RELATOS EDITADOS

Título: Infancias violadas, jóvenes asesinos

VALERIA: Reincidencia, intento de homicidio por pleitos en barras bravas.

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La familia: Pues como dicen, todo viene de raíz, mi papá es indigente, el consume bazuco; mi mamá en su tiempo tenía su cuento, sus cosas locas. En el ambiente donde crecimos con mis hermanos, estuvimos de un lado para otro, con la abuela, con la má, con los tíos, por eso yo crecí así o talvez son los vacíos. Somos tres hermanos, uno de ellos está en el redentor, con él caí en el primer proceso; otro de mis hermanos está en libertad asistida. En este proceso me he cuestionado eso, hemos caído con mis hermanos, es una cadena, toca pararla. La infancia: Ahora tengo 19 años, pero en la vida del vicio me ha tocado comer mucha calle, aveces hasta dormir en la calle, a mí me gusta el bazuco, yo era consumidora y pues eso es mala vida, aveces duraba hasta 15 días metida en la olla o hasta un mes sin saber nada, tocaba hacer cosas por plata. SUSANA: Sicariato La familia: Mis hermanos son consumidores, yo siempre he dicho eso, que yo me descarrié fue por ellos, y como que, mi mamá vivía en otras cosas, mi mamá vivía trabajando, mamá no vivía pendiente de nosotros, yo vivía era con mis hermanos, mis hermanos eran los que me cuidaban…Me daba miedo todo y yo vi cuando mis hermanos le hacían daño a la gente, cuando robaban, o consumían, entonces empecé a meterme en eso. La infancia: La primera vez que robe me dio mucho miedo, yo no sabía robar era una niña, tenía 12 años pero ya habían amigos experimentados en eso. Bueno Susana, usted los coge, y se los parla, ¡haber Susana demuéstrenos!, Nooo!, a mí me da miedo, me da miedo. Los chinos me decían -¡Susana cójale el bolso!-, yo no sabía cómo hacer, entonces me miraban como menospreciándome - váyase de acáPues claro…uno se deja llevar de los amigos. Luego, a mis hermanos les decían, -su hermana está cogiendo como muchas alitas-, pero en ese mundo también habían manes que intentaban abusar, cuando llegaba a las farras, los manes me gastaban pero luego querían empeparme para que me acostara con ellos. ZULMA: Parricidio Cuando era muy niña sufrí abuso sexual, por eso me fui de mi casa, le cogí mucha rabia a los hombres, pensé que todos eran iguales, todos son cochinos, son un asco, y pues no le sentía como un amor a ellos sino miedo, le sentía miedo y como repugnancia a los hombres, no me sentía segura, sentía temor, pensaba que todos irrespetaban a las mujeres, en algún momento pensé que no quería saber nada de los hombres, que me gustaban las mujeres, en algún momento lo pensé. Cuando mataron a mi padre me nace la rabia por no tener un papá, luego me nace el miedo porque no me siento protegida, no le veía ningún sentido mi vida y ahí fue cuando casi tocó hondo con el alcohol, tomaba muchísimo, tomaba mucho y lloraba, botada en el piso, no me importaba cómo estaba y como me vieran las otras personas, simplemente quería desahogar ese dolor, pero primero debía empezar a sanarme desde la raíz. (…)Mi madre la mataron cuando yo tenía 14 años, ahí sí fue mortal porque yo antes venía como un poco descarriada y entonces me perdí totalmente, ahí fue donde me metí en problemas, no medí las consecuencias. En la casa, en ocasiones mi mama me dejaba con un tío y pues él se pasaba a mi cuarto y empezaba a tocarme y decirme cosas que no debía, así fue comenzando la rabia, pero esa parte personal me impedía muchas cosas, yo no podía ser espontanea, no me sentía bien, era tímida, eso me cargaba, me daba mucha rabia también ver cómo le pegaban a mi madre. Zulma: Cada vez que me siento sola le digo a Dios -papito te entrego esto porque no puedo con esto, no puedo con la soledad, con esta rabia que siento, con la desesperación, no puedo con la ansiedad de irme !ayúdame!-, me he agarrado mucho de la parte espiritual, le doy gracias a Dios porque me ha ayudado a enmendar el error tan grande que cause, la fuerza para mi es Dios, la palabra me llena, no es hablar de él,

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sino practicar lo que dice, todo está resumido en el amor, amar es entender a mis compañeras, no juzgarlas, no criticarlas.

Caín y Abel, una historia de muerte y olvido. Wilmer: ¡Paila!, yo lo único que quería era morirme, con ganas de matarme por quebrar a mi hermano, habíamos prometido siempre estar los dos, mi mamá no me creía, yo le decía que no me juzgara, que yo no me acordaba, cómo voy a aceptar algo que no recordaba. En esos días había pegado pepas, pegante, marihuana y trago, no me acordaba, no pensé que había pasado tanto tiempo. Me encontré con mi hermano menor y nos fuimos para la casa y entonces comenzamos a alegar con mi mamá porque teníamos dos días sin ir. Entonces mi hermano mayor saco un machete que tengo debajo de mi cama. Nosotros le hicimos los manches con las navajas. Yo le decía a mi hermano menor -Sabe que Wilmer, vamos, aliste la maleta y nos fuimosDespués de eso, no recuerdo bien, en un momento tenía a mi hermano menor en los brazos, en el piso, de ahí me acuerdo otra vez cuando ya estaba esposado en el poste que porque yo había sido. Había un cucho que decía que yo había sido; pero, yo como voy a aceptar algo que no recordaba ni nada, esque con mi hermano, con el chunga yo la llevaba re bien, pa todo lado íbamos los dos. Narrativas acerca de reparación del daño PAOLA: Reparar el daño es monetario o es ofrecer unas disculpas, pero yo no lo puedo hacer, no porque no quiera sino porque la familia de esa persona no sé quién es, nunca las vi en las audiencias, nada. El muchacho que murió era de otra banda, diferente a la banda de mi hermano, lo que paso fue porque el muchacho iba a matar a mi hermano y no, mi hermano lo es todo, mis hermanos me mueven todo, hacía cuatro meses habíamos enterrado a mi hermana, entonces el odio y la ira por dentro siegan. Yo le pido mucho a mi diosito que esa señora ojala me logre perdonar, porque perder un hijo es muy duro, a veces pienso porqué me deje llevar, si él también era una persona igual que yo, por qué no controle mis impulsos, yo no pensé antes de actuar y me deje llevar por mi hermano, esa señora debe estar mal, así como mi mamá, que hace tres años enterró a mi hermana. Mi mamá cuenta que cuando ella va a las audiencias, le duele porque es revivir ese momento, es ver y saber cómo mataron a su hija, eso le tortura la mente, su hija no está, no va a volver, mi mami pensaba que a ella la habían matado con dos tiros y en la audiencia le dijeron que había sido con siete tiros y uno de esos le exploto un pulmón, entonces ella a veces llega y me cuenta y se pone a llorar y es un dolor que ella no ha podido sanar. Narrativas acerca de institucionalidad y normatividad del SRPA SUSANA En este momento, donde estoy, he aprendido muchas cosas, he aprendido a respetar figura de autoridad porque cuando yo llegue acá yo era muy rebelde, llegué muy brusca muy grosera, aquí aprendí a controlar mis impulsos, a respetar. Acá soy importante, merezco ser alguien mejor, no merezco que otras personas me utilicen, acá he aprendido a valorar mi cuerpo, a valorar hasta mi familia, aprendí lo que estaba haciendo mal afuera. Si estuviera fuera, no estaría ni contando mi historia. ZULMA

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Consumí marihuana, consumí alcohol, incluso llegue a tocar fondo con el alcohol, luego mi madre la mataron, la mataron cuando yo tenía 14 años, ahí sí fue mortal, me perdí totalmente, me metí en problemas, no medí consecuencias, no hubo nadie que me hiciera de una norma, que me controlara, tampoco me autorregulaba, igual tome decisiones, me metí en problemas y llegue en el 2011 al hogar femenino, al principio estar encerrada me daba muy duro. En mi familia no veo un respeto de autoridad, solo a mi abuelita, la respeto, la amo mucho y la valoró por ser esa gran mujer que nunca me ha dejado sola, nunca me ha pegado, cuando tiene que corregirme lo hace con palabras, a esa mujer le debo el volver a encontrarle sentido a mi vida, encaminarme hacia una meta. Ha sido durísimo estar sin mi mamá, estar sin mi papá, solamente con abuela materna y algunos tíos, pero pues desafíos los he visto como familia pero no se han ganado el respeto que debería tenerles, nunca se han ganado ese respeto de autoridad. Al llegar al hogar femenino, tuve algunas dificultades, me agredía, tuve problemas con las compañeras, con la norma también en mi familia tenía problemas con la norma, pues acá no era ajeno, entonces chocaba con la norma, no quería acatar las normas de la institución; al pasar el tiempo ya no veo esto como un castigo ni como lo peor sino como una oportunidad, como una manera de enmendar y como un espacio para reflexionar, para encontrarse con uno mismo y entender por qué las personas le hacen daño a uno, por qué esa persona que intento abusar de mí, aceptarlo y no criticarlo pero tampoco justificar lo que hizo, simplemente aceptar su error y entender su historia de vida y lo más grande es la fuerza espiritual es lo que me ha dado vida, la que queda mañana el despertarme, no debo seguir llorando esas cosas que me faltan sino valorar lo que tengo. VALERIA: Me habían pedido 8 millones para cada víctima pero quedamos que desde ahora comenzamos a pagar cuotas de 50 mil pesos, eso es una bandera porque si uno está acá encerrado que más, fuera que uno pagara y lo dejaran salir, pero no. Una disculpa no se niega si uno sabe que se equivocó, pero da mal genio que toque humillarse y también pagar plata. Él se va a enfiestar con la plata que nosotros le vamos a dar entonces más rabia me va a dar. Renacer en la espiritualidad Zulma: Cada vez que me siento sola le digo a Dios -papito te entrego esto porque no puedo con esto, no puedo con la soledad, con esta rabia que siento, con la desesperación, no puedo con la ansiedad de irme !ayúdame!-, me he agarrado mucho de la parte espiritual, le doy gracias a Dios porque me ha ayudado a enmendar el error tan grande que cause, la fuerza para mi es Dios, la palabra me llena, no es hablar de él, sino practicar lo que dice, todo está resumido en el amor, amar es entender a mis compañeras, no juzgarlas, no criticarlas. También los libros me han ayudado, admiro muchísimo a Carlos Cuauhtémoc, el primer libro que me impresiono se llama volar sobre el pantano, me identificaba muchísimo porque habla de una muchacha que los padres eran alcohólicos, otro libro que también me enseño muchísimo fue un grito desesperado, que habla de una familia en la cual habían muchísimas peleas. Entonces, los libros me han enseñado que los errores cometidos me hicieron daño, pero ya no me puedo quedar ahí todo el tiempo, tengo que aprender de eso y entender a las personas que me hicieron daño, no quedarme ahí haciéndome la víctima, tirada en el piso, no provocar lastima, y quiero prevenir, para no hacer lo que a mí me hicieron, sino tomar otro rumbo. Ahora estoy leyendo un libro que se llama “dirigentes del mundo futuro”. Entonces, la felicidad se ve desde la parte interna, se tiene que buscar, lo más grande es la fuerza espiritual, es lo que me ha dado vida. Quiero romper con los círculos de maltrato, el círculo de violencia, con la culpa porque mi familia ha cometido y no hemos sanado esas culpas. Con mi primita se puede hacer mucho, yo quiero que ella también enderece su camino, que ella no siga ese círculo entonces eso son como mis ideales, que si Dios me dio el mensaje claro pues se debe cumplir.

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Natalia: y, ¿Cómo recibes ese mensaje? Zulma: Por medio de lo que he aprendido en el Hogar Femenino y desde mi propia experiencia de vida, Dios le da a uno la oportunidad de restaurar, con mi primita yo puedo restaurar el daño que he causado, si uno quita vida la debe devolver, no se puede devolver la vida a alguien que ya falleció, pero sí devolverle una vida a una persona que está mal. Entonces, lo primero que hice fue perdonarme y después perdonar; así comencé a entender el tiempo de Dios, porque aveces las personas sufren por pensar en lo que se pudo hacer y no se hizo, las personas sufrimos por pensar en el pasado, esa es la base del sufrimiento, entonces creo que uno debería de valorar cada momento del presente porque lo que está viviendo hoy da las bases para el futuro, igualmente para trascender el dolor no puedo quedarme justificando y lamentando lo que paso atrás, pues nunca sería nadie. La familia si influye pero no son los culpables de lo que uno haga porque en realidad somos almas diferentes, separadas, y cada uno tiene un rumbo de vida que escoger, independientemente de que mi familia este mal, yo no me puedo quedar ahí, yo tengo que pasar a otro ámbito, pasar a otro campo, no me puedo quedar ahí tampoco y es que la verdad nosotros nos formamos diferentes, cada uno tiene una misión en este mundo, porque todos tenemos una misión que cumplir.

ANEXO 2: CONSENTIMIENTO INFORMADO ADOLESCENTES

El formato hace parte de los requerimientos y protocolos establecidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para realizar procesos de investigación con jóvenes que hacen parte del SRPA.

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN MAESTRÍA EN INVESTIGACIÓN SOCIAL INTERDISCIPLINARIA Consentimiento informado adolescente

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Título del Diálogos interdisciplinarios acerca de la responsabilidad en adolescentes del SRPA estudio Investigadores Natalia García Cadena. Lic. en Psicología y Pedagogía. Universidad Pedagógica Nacional. responsables [email protected]; [email protected] El programa de Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas agradece su participación en el presente estudio que tiene como objetivo “Realizar un análisis acerca de la responsabilidad de adolescentes del SRPA que se encuentran internos en Centros de Atención Especializados, con el propósito de construir alternativas de abordaje que se consoliden en diálogos con los profesionales que intervienen en los procesos de inclusión social.” El estudio se realiza en el marco de la construcción de tesis de maestría acerca del tema en mención, cuyo trabajo de campo se desarrollará durante los meses de septiembre, octubre y noviembre del año 2014 y consiste en la realización de entrevista semiestructurada cuya base son las categorías centrales de la tesis. La participación se considera sin riesgo según el artículo 11 de la Resolución No. 8430 de 1993 proferida por el Ministerio de Salud de la República de Colombia, que regula los aspectos de la investigación con seres humanos. El presente consentimiento informado brinda información sobre la participación en el estudio: 1. La participación en este estudio es avalada por la subdirección del Sistema de Responsabilidad Penal de Adolescentes de la dirección general del ICBF y la Coordinación de Investigaciones de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos. 2. Ninguna de las actividades contempladas en el estudio implica algún tipo de riesgo o alguna molestia física o psicológica a corto o largo plazo. 3. Se implementarán dos a tres sesiones de entrevista semiestructurada cuyas preguntas giran en torno a dos categorías: 1-Subjetivación: Refiere a los modos de construirse como sujeto, identidad y juventud. 2- Responsabilidad: Busca sitúa aspectos de la experiencia del joven en la institución, de la responsabilidad que se asume frente al hecho cometido y la reparación, así como de las expectativas de construcción de vida al salir de la institución. 4. El participante tendrá derecho a conocer sus resultados generales al término del estudio y el uso de sus datos será confidencial y para fines estrictamente investigativos. 5. Durante la presentación de las pruebas, el investigador se encontrará disponible para responder cualquier pregunta que se tenga, siempre que los fines de la investigación y el tipo de entrevista lo permitan. 6. Se realizará grabación de voz, exclusivamente para realizar análisis del discurso, por lo demás se tiene en cuenta la reserva de las diligencias contenida en el artículo 153 de la Ley 1098/06, por tal motivo no se tomaran fotografías, ni video y se protegerá la identidad del procesado. 7. Al aceptar la participación en la presente investigación, se autoriza la publicación de los resultados obtenidos siempre y cuando la información sea anónima. 8. La información obtenida en las entrevistas o en cualquier momento durante la participación en la investigación será confidencial, y no tendrá un uso secundario o ajeno a la misma. 9. El tiempo promedio de participación por sesión será de 1 hora y 15 minutos. 10. La participación en la investigación no implicará a la Universidad Distrital el pago de dinero alguno. De igual forma, los participantes no estarán obligados a realizar pago alguno bajo ningún concepto. 11. El participante podrá retirarse del estudio en el momento en el que desee hacerlo, informando previamente al investigador encargado.

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Manifiesto que después de conocer los objetivos, justificación, procedimientos, riesgos y beneficios del estudio y con la posibilidad de hacer preguntas para aclarar mis dudas, he aceptado libremente participar en este estudio.

Firmado en la ciudad de: _____________________ a los ______ días del mes de __________________ del año _2014_. __________________________________________ ________________________________ NOMBRE

______________________________ DOCUMENTO

FIRMA

ANEXO 3: AUTORIZACIÓN ICBF PARA IMPLEMENTACIÓN DE ENTREVISTAS

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