Jueves 19 de noviembre de 2009
Análisis de la película “Fresa y Chocolate” (1995) En la película “Fresa y Chocolate” podemos observar cómo se conocen y aprenden a lidiar con las diferencias de uno y otro, dos personajes muy singulares dentro del contexto de la Revolución Cubana en 1995. El primer personaje que conocemos es David, un estudiante de Ciencias Sociales en la Universidad de La Habana y militante del partido Comunista más bien retraído y tranquilo. David siente rechazo al conocer a Diego, un homosexual libre pensador, pues él es mucho más frontal y extrovertido. A pesar de la diametral diferencia de carácter entre ellos, logran llegar a un entendimiento mutuo y a un intercambio de ideas muy potente. Es interesante cómo estos dos personajes comienzan una relación de amistad, que algunas veces se entremezcla con la idea de una relación sentimental debido a las evidentes insinuaciones de Diego. En principio, existe una clara diferencia ideológica entre David y Diego – recordando que David tenía en un comienzo la intención de delatar a Diego creyendo que estaba unido al “enemigo” (EEUU) por tener whisky y revistas “Times”-. David es un agradecido de la revolución, pues le ha traído beneficios que antes no hubiera podido considerar por ser hijo de campesinos, como el hecho de estar estudiando en la universidad. Por el contrario, Diego, quien no es contrarrevolucionario, es de la idea de que la revolución debe realizarse por la vía democrática, no ser impuesta como lo había sido en Cuba. Claramente David es uno más de los enceguecidos a causa del bienestar que la revolución les ha causado en algunos aspectos, en este sentido la alienación de la que los cubanos son objeto es muy fuerte no sólo en su expresión económica –Cuba había sido bloqueada por EEUU en los 60s- sino también en su forma ideológica, puesto que cualquier tipo de información o literatura que fuera mínimamente opuesta o rechazada por el comunismo no era permitida en el país. Es cierto que la censura en este caso constituye una falta a las libertades intelectuales inherentes a las personas, por lo que el sentimiento de enajenación del cual Cuba era víctima era para Diego otra forma de control porque sólo habían cambiado quienes controlaban –Castro y sus subalternos-. David no comprendía en primera instancia la postura de Diego, puesto que había características de su vida que él no conocía y que no sabía que existían. En primer lugar, Diego era abiertamente homosexual y David no se mostraba tolerante con eso, estaba siempre a la defensiva y evidenciaba cierto rechazo hacia Diego, especialmente porque éste se le insinuaba. David comienza un interesante proceso de maduración y cambio a medida que conoce a Diego, más allá de sus gustos extravagantes e intelectuales. David no conocía una parte de la realidad de Diego que resultaba muy cruda desde el punto de vista social, cultural y político. Diego, en su condición de homosexual era víctima de discriminación, desconfianza y burla. David creía que el comunismo no rechazaba la homosexualidad y generaba igualdad de oportunidades y calidad de vida para todos aquellos que le fueran leales, pero de forma implícita existía discriminación debido a que de cierta manera Diego se encontraba en una situación de desigualdad dentro de la sociedad. Parte importante de la metamorfosis de David es el entendimiento de lo que esto
implicó para Diego, no sólo la pérdida del trabajo, sino que también las oportunidades de realización de proyectos personales y profesionales. También cabe destacar la importancia que tiene para David el conocer ciertas apreciaciones intelectuales de Diego que son muy diferentes a las suyas. Diego tiene su propia concepción de la revolución, más allá de eso, tiene una forma muy diferente de relacionar la cultura y el arte con la revolución como una forma de “revolución del pensamiento”, Diego afirma que “el arte es para sentir y pensar, no para transmitir” y esto se nota también en el tipo de arte –religiosoque intenta exponer. En este sentido, Diego defiende con ahínco la libertad de pensamiento y la forma en que éste se alimenta, es en parte por esto que no está de acuerdo con el tipo de revolución ideológica que Cuba está sufriendo, ya que ésta consiste en gran medida en la imposición de un pensamiento que no es propio de los individuos y es así que la revolución pierde sentido de autenticidad para él. Esto se contrapone fuertemente con el materialismo de David, ya que en este caso no son los individuos quienes generan la revolución, sino un grupo determinado. Esto también es una forma de expresión de la alienación ideológica en que se encuentra Cuba, los individuos no tienen la opción de elegir una idea o un principio que seguir más que el que se les dice que sigan; de otra manera son perseguidos o exiliados –como es el caso de Diego al final de la película-. David no puede evitar notar esto, ya que él mismo se ve atraído por lo prohibido –los libros- que Diego tiene la osadía de ofrecerle y regalarle, todo ese conocimiento prohibido no deja de ser atractivo para quién gusta de saber y alimentar su intelecto. Otro punto que influye en David es el comienzo de su vida sexual, aunque de manera no igualmente evidente, lo sensibiliza frente a sentimientos ajenos, en este caso, frente a los sentimientos de desilusión de Diego al darse cuenta de que no tiene oportunidad de desarrollarse en su propio y querido país. En cuanto al lugar en que se desarrolla la película –La Habana- se puede ver con claridad la imagen de una ciudad en detrimento, decadente en cuanto a infraestructura por lo que se nota que la prioridad en cuanto a cambios que realizó la revolución es de tipo estructural, en cuanto a política y economía. De cierta manera esto complica más la calidad de vida de la gente, puesto que de alguna manera tratan de conseguir aquello que antes de la revolución tenían, como productos americanos. Existe el mercado negro –Nancy trata de ganar algún dinero extra vendiendo cosas de contrabando y Diego consigue licor y literatura que está prohibida en el país- por lo que se puede deducir que lo que la revolución les da no les resulta suficiente desde el punto de vista económico y cultural. También es evidente la imposición ideológica por parte de quienes gobiernan ya que se pueden ver al comienzo de la película mensajes de Fidel Castro en las paredes de las vecindades. Personalmente, creo que la película refleja un contexto muy complejo de manera muy clara, además de que el desarrollo de los personajes está muy bien mostrado. El simbolismo de los personajes es igualmente interesante y profundo. Por una parte, Diego representa todo aquello que la revolución implícita o explícitamente considera enemigo, pero dejando a juicio de los individuos el discernimiento entre lo bueno y lo malo. Por otra parte, David es la imagen visible del individuo que ha sido –para bien o para mal- convencido de alguna manera por la revolución y por quienes la lideran, pero al mismo tiempo dejando
espacio para el crecimiento y evolución del sujeto a través del entorno y las conexiones humanas que se puedan establecer en éste contexto social. La manera en que estos dos hombres se relacionan y llegan a un entendimiento mutuo, generando fuertes lazos de comprensión, amistad y fraternidad deja en evidencia las distintas formas en que los seres humanos pueden comprender un proceso social, político y cultural, y que a la vez se pueden tranzar y comprender mutuamente. La revolución cubana representa la imposición de una ideología y de cierta manera limita las opciones que tienen los sujetos. Sin embargo, permite igualdad de oportunidades para una mayoría, aunque bajo ciertas condiciones, por lo que no se puede concebir como un proceso que potencie la autonomía de los individuos. Es innegable el hecho de que la independencia de potencias mundiales como EEUU y España ha sido un gran paso para un continente que ha sufrido siglos de invasión, manipulación, masacre y eugenesia, pero ésta película me deja clara la idea de que éste no es el último paso hacia el desarrollo de los países de América Latina. Todas las personas tienen derecho a informarse de la manera que quieran y esto no debe nunca verse truncado por los intereses de unos pocos.