Franquismo (1959-1975)

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TEMA 15.2 EL FRANQUISMO DESDE 1959 A 1975.

EVOLUCIÓN POLÍTICA Durante los años 50 se había producido la consolidación del régimen tras los pactos hispano-estadounidenses y la firma del Concordato con la Santa Sede. En la década siguiente, en el interior, siguiendo los principios de la democracia orgánica y, mediante referéndum, se aprobó la séptima y última de las leyes fundamentales del Estado; la Ley Orgánica del Estado 1967). Ésta abordaba el tema central del periodo; el intento de asegurar el futuro del régimen. Separó los cargos de Jefe de Estado y de presidencia del gobierno, asentó la institución monárquica, pero sobre todo abrió las Cortes a una cierta participación popular. Esta etapa se caracteriza por la preeminencia de los tecnócratas, relacionados con el Opus Dei, que pusieron en marcha entre 1957 y 1965 una amplia reforma de la administración pública. Se trataba de adaptar la administración a las nuevas circunstancias de desarrollo económico. Fue una reforma técnica que pretendía garantizar mínimamente los derechos de los administrados y conseguir un mayor grado de eficacia. Aunque el dominio político de esta etapa corresponde a los tecnócratas surgen otros grupos que se enfrentan a ellos, como los aperturistas, ya que aquellos son más partidarios de la burocratización. Una de las cuestiones más importantes del periodo fue la Ley de Sucesión de Franco, ya que afrontaba las dos grandes cuestiones del periodo; la preparación del futuro y las distintas posiciones políticas existentes. Entre los distintos pretendientes que optaban al cargo, Franco optó por el candidato de Carrero Blanco y los tecnócratas; Don Juan Carlos de Borbón. La elección fue muy madurada y lenta e implicaba saltarse la línea dinástica con el objetivo de garantizar el funcionamiento de las instituciones después de la muerte del dictador, naciendo el sucesor de las mismas entrañas de la dictadura. En 1969 D. Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor y juró la Ley de Principios del Movimiento Nacional. La Ley de Prensa de 1966 promovida por el ministro de Información y Comunicación Manuel Fraga abolió la censura previa y concedió una cierta libertad de prensa con la que la oposición incrementó su capacidad de expresarse. Además se controlaban las noticias extranjeras a través de la agencia EFE, se podía cerrar medios de comunicación y se controlaban la mayoría de los medios informativos. En 1969 estalla el escándalo Matesa, un tema de corrupción financiera e industrial en que estaban implicados personas pertenecientes a los tecnócratas y al Opus. El enfrentamiento entre los aperturistas y los tecnócratas estalló definitivamente Franco formó un nuevo gobierno con personas adictas a Carrero Blanco. La división entre las familias franquistas era ya un hecho consumado Al periodo entre 1969 y 1975 se le denomina la crisis del franquismo. Asistimos a una doble crisis; política y económica. La crisis política viene dada por la incapacidad física de Franco de controlar la situación y el intento de las distintas familias del régimen de prepararse para la nueva etapa que se avecinaba, con las consiguientes disputas entre ellos. A ello hay que unirle el papel de la oposición, que en estos momentos ya es más fuerte y está mejor organizada. La crisis económica aparecerá en 1973 tras la crisis del petróleo. La confluencia de ambas crisis va a ser el contexto en el que se de la transición española hacia la democracia.

En 1973, Franco nombró presidente del gobierno a Carrero Blanco, siendo la primera vez que se separaba la jefatura de estado y la de gobierno. Los gobiernos cosecharon éxitos en economía, pero se mantuvo un notable inmovilismo político y frenó los pequeños avances aperturistas.El régimen se preparaba como una monarquía autoritaria para después de la muerte de Franco. Estos planes fueron cortados de raíz y la crisis se agudizó cuando el 20 de noviembre de 1973 Carrero Blanco muere como victima de un atentado de ETA (operación Ogro). A la muerte de Carrero, Franco o su entorno familiar, eligen a Arias Navarro como presidente del gobierno. Este inicio su andadura política con un discurso aperturista donde se avanzaban pasos hacia un sistema de más libertad. Pero la práctica diaria fue todo lo contrario. El Bunker o los inmovilistas fueron imponiendo sus posturas. El aparato represivo que se había relajado durante los años sesenta volvió a emplearse con dureza y no sólo no se dieron pasos hacia un aperturismo sino que ocurrió todo lo contrario. A todo ello debemos añadir la crisis económica, la presión de ETA y la oposición. El 20 de noviembre de 1975 moría Franco, la crisis se agravaba. LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN La oposición del exterior va perdiendo fuerza en detrimento de la interior, que a su vez empieza a sufrir transformaciones, teniendo más importancia el carácter social que político. El año de 1956 se considera como el punto de inflexión en la oposición al régimen. A partir de ese momento se evoluciona hacia formas más sociales, centrándose en la movilización de sectores católicos, el mundo universitario, además de la participación de los intelectuales, los trabajadores, y algunos sectores del nacionalismo periférico, por este orden. En 1956 ocurren disturbios y manifestaciones en el mundo universitario. El movimiento obrero expresará su disconformidad con el régimen por medio de la actividad huelguística. El Plan de Estabilización empeoró las condiciones de vida de los trabajadores.

El 20 de noviembre de 1975 murió Franco, dos días mas tarde era coronado don Juan Carlos I como rey de España. En esas circunstancia la transición española va a resultar especialmente difícil, pero se va a llevar a buen puerto gracias al espíritu de consenso que caracterizó a esta etapa, como lo prueba por ejemplo los pactos de la Moncloa o la misma Constitución. Por un lado, los cambios sociales y económicos producidos en la década de los sesenta con la aparición de una mayoritaria clase media demandaban un sistema democrático, por otro, la memoria histórica de los españoles recomendaba que ese cambio o transición se hicieran de una forma pacífica y basado en el consenso para no repetir los errores del pasado.

EVOLUCIÓN ECONÓMICA - EL FIN DE LA AUTARQUÍA A principios de los años 50 comenzó una fase de lenta recuperación económica coincidiendo con el inicio del fin del aislamiento, la obtención de ayuda norteamericana y un cambio lento en la orientación de la política económica. Aunque el crecimiento y la liberalización fue notoria, en 1957 la economía española se encontraba al borde de la banca rota. La inflación, el déficit de la balanza de pagos y la escasez de reservas hacían insoportable la situación. Este mismo año Franco efectuó importantes cambios en el gobierno nombrando a nuevos ministros como López Rodo, Navarro Rubio y Alberto Ullastres, procedentes del OPUS, dispuestos a solucionar el problema liberalizando y racionalizando la economía española; era lo que se conoció por la tecnocracia. En 1959 se dio el gran paso; el Plan de Estabilización. A partir de ello la economía conocería un gran desarrollo y expansión, produciéndose en la década de los sesenta la verdadera y completa industrialización; la modernización de España. - EL DESARROLLISMO ECONÓMICO: EL PLAN DE ESTABILIZACIÓN Y LOS PLANES DE DESARROLLO Tras una breve recesión, el Plan de Estabilización posibilitó la etapa de mayor crecimiento en la historia de España en un corto periodo de tiempo. Este éxito fue inseparable de dos factores. En primer lugar, y sobre todo, de la fase expansiva dominante entonces en la Europa más desarrollada. En segundo lugar, de la base industrial interna consolidada a lo largo del siglo. A.- OBJETIVOS Y MEDIDAS DEL PLAN DE ESTABILIZACIÓN En 1959 se aprueba el Plan de Estabilización considerada la operación económica más importante del franquismo. Se trataba de hacer funcionar nuestra economía dentro de los mecanismos del mercado, limitando la intervención del gobierno en economía. LIBERALIZAR Se trataba de acabar con las restricciones a las exportaciones e importaciones, permitir la entrada de inversiones extranjeras y eliminar las trabas al comercio interior, así como reducir el intervencionismo del Estado. Es decir, otorgarle el protagonismo al mercado, continuando con la economía mixta y el proteccionismo comercial. RACIONALIZAR Y SANEAR Se estableció como objetivo el ajustar el gasto público a los ingresos, para lo que se aumentaron los impuestos indirectos y se restringieron los gastos. Se subieron los tipos de interés y se fijo un techo al crédito bancario. Se fijo un tipo de cambio único y realista para la peseta. Todas estas medidas iban dirigidas a reducir la inflación y por tanto racionalizar y sanear la economía española. B.- CONSECUENCIAS A CORTO PLAZO Los efectos del plan de estabilización fueron inmediatos, provocando una crisis y paralización de la economía. Mejoró la balanza de pagos, se estabilizaron los precios bajando la inflación y se contrajo el gasto y la inversión. Ello provoco una disminución de la actividad y un aumento considerable del paro. A MEDIO PLAZO Esta recesión, que duró poco, permitió sanear la economía española y ponerla en condiciones para tener un gran desarrollo económico. Ahora bien, eso no solo fue posible por el plan de estabilización, sino también por la buena coyuntura económica internacional por la que se atravesaba. El paro aceleró la emigración exterior, que se estimuló. Las inversiones extranjeras aumentaron considerablemente, al igual que el turismo. Estaban

puestas las bases para que se produjera la época de mayor crecimiento económico en la historia de España. C.- LOS PLANES DE DESARROLLO A partir de 1962 se creó la Comisaría del Plan de Desarrollo, para planificar el crecimiento económico, al mando de López Rodó. La finalidad de esta planificación, a imitación de lo que se estaba haciendo en Francia, era conseguir el apoyo exterior, incrementar el crecimiento económico y paliar los desequilibrios territoriales. A este fin se crearon los polos de desarrollo, lugares donde el establecimiento de las empresas tenían bonificaciones y rebajas fiscales. Los tres planes de desarrollo que se hicieron tuvieron dos partes; una de carácter orientativo y otra de carácter vinculante. La planificación centró su interés en el sector industrial y propició una serie de actuaciones para mejorar la estructura de las empresas y solucionar los desequilibrios sectoriales y regionales. Pese a cierto crecimiento del tejido industrial, los planes no tuvieron mucha trascendencia ya que no corrigieron los desequilibrios territoriales y no se cumplió lo previsto con carácter vinculante. - EL CRECIMIENTO ECONÓMICO La liberalización interior y exterior, junto con el saneamiento de la economía favoreció la utilización de técnicas de producción más avanzadas y la acumulación de capital, interrumpida prácticamente desde el final la Guerra Civil. Todo ello potenció una expansión sin precedentes de la industria y los servicios. Como contrapartida, la agricultura disminuyó su importancia, aunque logró su modernización. A.- "EL MILAGRO ESPAÑOL" Las medidas establecidas por el Plan de estabilización ponen de manifiesto que, tras un breve periodo de recesión, permitieron, en una coyuntura internacional muy favorable, un crecimiento intenso y prolongado de la economía española. Como dice Rostow "España consiguió todo a la vez" en referencia a la industrialización completa, a la modernización de la economía, a la aparición de la sociedad consumista y al acercamiento en el desfase con respecto a Europa. Todo eso se produjo a la vez y , la gran característica, en un corto periodo de tiempo - una década aproximadamente- España se situó entre las diez potencias industriales del mundo y conoció tasas de crecimiento superiores al resto de los países, situándose dentro de los cinco países del mundo con mejores resultados económicos durante la década. A este gran crecimiento se le denominó "El milagro español". El cambio de la estructura de la población activa, del PIB, del aumento de la balanza de pagos indican que España se instaló en una década en la sociedad desarrollada postindustrial. B.- LA CRISIS DE LA AGRICULTURA TRADICIONAL

El sector agrario sufrió un gran cambio, es lo que se ha denominado la crisis de la agricultura tradicional. El motor de esa crisis fue el éxodo rural a las ciudades industrializadas de España o al extranjero. Ello provocó el aumento de los salarios y la mecanización consiguiente, en un proceso de retroalimentación mutua. Como resultado de este proceso se produce la verdadera revolución agraria en el campo los factores físicos, la energía biológica, la orientación de la producción al autoconsumo y el abono natural dejaron paso a la mecanización, tecnificación, concentración de la propiedad 8sobre todo en las áreas minifundistas) y a la orientación de la producción al mercado. Pero el gran cambio, se produjo con la pérdida de una gran parte de su población activa.

EL PRINCIPIO DEL FIN DEL PROBLEMA AGRARIO El problema agrario en España que ha tenido tantas consecuencias negativas para su evolución económica, social y política, empezó a solucionarse en la década de los sesenta gracias a la crisis de la agricultura tradicional. La solución no vino de manos de una reforma agraria, ni técnica, ni social, sino gracias al desarrollo económico. El proceso empezó con la emigración de una parte del campesinado a las ciudades industriales buscando mejores condiciones de vida; al disminuir la mano de obra los salarios empezaron a subir, a lo que los empresarios respondieron mecanizando el campo, mecanización que supuso menos trabajo y de nuevo más emigración. Este proceso que se iba retroalimentando iba a desembocar en un gran éxodo rural y una modernización del campo. La agricultura ya no iba a ser nunca más el sector económico base de la economía española. En la actualidad aunque el porcentaje de población activa del sector primario es todavía elevado y hay regiones como Andalucía donde tiene cierto peso relativo, el problema agrario ha disminuido en intensidad, aunque la estructura radicalizada en latifundios y minifundios aun persiste. C.- EL PROTAGONISMO DE LA INDUSTRIA La industria fue el motor del crecimiento económico, encontrándonos ante el principal esfuerzo modernizador de toda la historia contemporánea española. El crecimiento industrial se explica a la vez por la existencia de una gran demanda en el mercado interior y por la apertura al exterior de la economía española. Siderurgia, metalurgia, cemento, química, fabricación de automóviles, construcción naval y fabricación de electrodomésticos y aparatos electrónicos se situaron a la cabeza de la industria. También aumentó el peso de los sectores productores de bienes de equipo, una de las carencias tradicionales de la industria española hasta la fecha. Pero a diferencia de la primera o la segunda revolución industrial, en este caso se va a producir una industrialización completa; además de los núcleos tradicionales - País Vasco, Madrid, Cataluña y Asturias - la industrialización se extendió por el Valle del Ebro (Zaragoza y Navarra), el levante (Tarragona, Valencia...) y enclaves concretos como Valladolid, Burgos, Sevilla, Málaga... No obstante, persistieron los desequilibrios territoriales. El continuado avance de la productividad (propiciada por las importaciones en tecnología) hizo posible el aumento de las exportaciones. Por primera vez en la historia de España, los productos industriales arrebataron el primer lugar a los agrícolas. Al mismo tiempo que las exportaciones aumentaban por seis. D.- EL CRECIMIENTO DEL SECTOR TERCIARIO El sector servicios también sufrió una importante transformación a la vez que tuvo un intenso crecimiento. En dicho crecimiento predominaron los sectores tradicionales, especialmente los que conllevaban un uso intensivo del factor trabajo (comercio, bancos, administración pública...), los cambios en este sector se producirán más tarde. El sector transporte y de las comunicaciones también creció bastante. Se electrificó el ferrocarril y aumentaron espectacularmente las carreteras, siguiendo la estructura radial. En estos años se dio una asociación entre el aumento del nivel de vida, el proceso de urbanización y el acceso de amplios

sectores a la posesión de un automóvil. En torno a este, no sólo se desarrolló gran parte del crecimiento industrial, sino también gran parte de las transformaciones sociales. Pero el subsector que más creció fue el turismo. E.- LOS MOTORES DEL CRECIMIENTO. Tres fueron los motores del gran crecimiento económico; las inversiones extranjeras, el turismo y la emigración exterior. Las divisas aportadas por estos sectores financiaron las importaciones necesarias y aseguraron el equilibrio de la balanza de pagos. El peso del exterior fue básico. Además de estos tres sectores tenemos que tener en cuenta que del extranjero llegaron las importaciones que trajeron la tecnología y la maquinaria. LAS INVERSIONES EXTRANJERAS En lo que se refiere a las inversiones extranjeras el plan de estabilización fue el que las permitió. La procedencia del capital fue americano, francés, suizo, alemán y británico. El capital extranjero acudió a España al hilo de los bajos salarios, un mercado en expansión, de la escasa conflictividad y de la permisividad del gobierno en lo que se refería a contaminación. Las inversiones industriales contrarrestaron el déficit de la balanza de pagos EL TURISMO En los años sesenta el turismo se convirtió en la primera industria nacional. A los extranjeros no sólo los motivaba el sol y los monumentos, también el bajo nivel de precios. El papel del turismo resulta fundamental para la balanza de pagos española porque lograba equilibrar una balanza de pagos netamente deficitaria. Además de los efectos económicos del turismo hay que tener en cuenta los sociales y los medioambientales, menos positivos. LA EMIGRACIÓN EXTERIOR Otro motor de la economía española fue la emigración de mano de obra a Europa. Su comienzo fue una consecuencia del Plan de Estabilización, retroalimentándose progresivamente hasta el 73, con el beneplácito del gobierno. El origen fue la España interior y agraria y el destino Alemania, Francia, Suiza... La importancia económica de la emigración fue tremenda; las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron a financiar las importaciones, actuó de válvula de escape ante la presión demográfica y el paro y provocó la modernización de la agricultura. En el otro lado hay que situar las penalidades de los inmigrantes en su proceso de adaptación. - LA CRISIS ECONÓMICA 1973-1975 En 1973 estalla la crisis mundial debido a la subida vertiginosa de los precios del petróleo. Si la crisis del 29 iba a afectar poco a la economía española debido a su grado de protección, la del 73 los efectos si fueron muy importantes, ya que el crecimiento anterior se había basado en el turismo, las inversiones extranjeras y la emigración; tres variables internacionales que se interrumpieron con la crisis internacional. Hasta tal punto, que España fue uno de los países del mundo que más se vio afectado por esta crisis. La situación económica que se produjo fue la estanflación; es decir, cuando coinciden paro e inflación. Además esta crisis económica se unió con la crisis política que estaba viviendo el franquismo.

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