Fotorreceptores El sistema nervioso recibe señales de un gran número de receptores sensoriales Los fotorreceptores en el ojo, los receptores del sabor en la lengua, receptores olfativos en la nariz y los táctiles en la piel reflejan varios aspectos del medio ambiente exterior. Los receptores de presión rodean muchos músculos y se activan cuando estos son presionados. Los receptores internos recogen los niveles de glucosa, sales y agua en los fluidos celulares. Finalmente, el sistema nervioso, el cerebro en particular, procesa e integra todas estas informaciones y coordina la respuesta del organismo, siendo su lenguaje las señales eléctricas. Por tanto cada célula receptora debe convertir el mensaje que recibe en una señal eléctrica. Nosotros hablaremos hoy sobre los fotorreceptores El fotorreceptor es la primera neurona de la vía visual y es la célula más abundante de la retina. Se estima que cada ojo contiene alrededor de 125 millones de fotorreceptores, que básicamente se subdividen en bastones y conos, células nerviosas finas, alargadas y con una función específica: la fototransducción. En la retina humana existen alrededor de 120 millones de bastones encargados de la visión nocturna y en blanco y negro. En la retina periférica, el bastón es el fotorreceptor predominante. Gracias a los bastones, por ejemplo, podemos ver como un objeto se nos acerca cuando se nos ha lanzado desde un lado. Los conos son los encargados de la visión diurna y en color. Poseemos entre 3 y 10 millones de conos por ojo, y se subdividen, de acuerdo con el fotopigmento que portan, en rojos, verdes y azules. Los conos son los que determinan la agudeza visual.
Degeneración de los fotorreceptores Los fotorreceptores se van renovando a lo largo de la vida, pero si por alguna patología estos desaparecen no se regeneran. Son varios las patologías que pueden afectar a los fotorreceptores, pero una de las más problemática pueden dar dada la esperanza de vida de los países desarrollado es la degeneración muscular asociada a la edad (DMAE) que es la causa de la ceguera en mayores de 65 años
¿Cuáles son las enfermedades oculares más comunes? ¿Cuál de ellas afecta directamente a los fotorreceptores? Astigmatismo El astigmatismo es un problema en la curvatura de la córnea, que impide el enfoque claro de los objetos cercanos y lejanos. Esto se debe a que la córnea, en vez de ser redonda, se achata por los polos y aparecen distintos radios de curvatura en cada uno de los ejes principales. Por ello, cuando la luz incide a través de la córnea, se obtienen imágenes distorsionadas. La causa fundamental puede ser hereditaria, aunque en algunos casos se puede producir después de un trasplante de córnea o cirugía de cataratas. La sintomatología más frecuente del astigmatismo es la percepción de las imágenes distorsionadas. Sin embargo, a menudo puede causar dolores de cabeza o molestias oculares. Además, dependiendo de la edad, de la cantidad y del tipo de astigmatismo los síntomas pueden ser distintos, e incluso, no afectar a la visión. Al igual que otros defectos oculares, el tratamiento del astigmatismo admite un enfoque múltiple. Se puede corregir mediante lentes aunque se trate de una solución estéticamente no aceptada por algunas personas. Asimismo, se puede utilizar lentes de contacto, aunque éstas ocasionan una dependencia de uso, además de requerir una higiene y un mantenimiento que a algunas personas les resulta poco practico. La cirugía por láser corrige el astigmatismo como los lentes y las lentes de contacto, y libera de la dependencia de los otros métodos de corrección. Sin embargo, el costo económico es más elevado y conlleva algún riesgo durante la intervención quirúrgica. Cataratas
Las cataratas son un problema que toda la población va a padecer en algún momento. Sin embargo, no son motivo de alarma. No se trata de ninguna enfermedad sino de un envejecimiento ocular, y como tal, todos llegaremos a padecerlas. Actualmente, la cirugía es el mejor tratamiento. Las cataratas constituyen un importante problema de salud pública al relacionarse con la edad. Las cataratas consisten en una opacificación del cristalino, una lente normalmente del ojo que sirve para enfocar y que normalmente es clara y transparente. No es un tumor ni una formación de piel o de tejidos nuevos sobre el ojo, sino que la lente misma se nubla. Tampoco se le puede llamar enfermedad, sino más bien envejecimiento ocular. Según el tamaño y la localización de las áreas de opacidad del cristalino, una persona puede o no darse cuenta de que está desarrollando una catarata. Por ejemplo, si ésta se localiza en el borde externo de la lente, la vista no sufre cambios; pero si la opacidad está situada cerca del centro de la lente, generalmente interfiere con la visión. A medida que las cataratas aumentan, la visión puede hacerse más borrosa. Esta disminución de la agudeza visual es uno de los síntomas más claros y típicos en las personas que están desarrollando una catarata. Los ojos pueden tener una mayor sensibilidad a la luz dificultando la conducción. También se produce una alteración en la percepción de los colores. Y en muchos casos se puede llegar a producir una diplopía (visión doble en el ojo en el que se está produciendo la catarata). Aunque nadie se libra de padecer cataratas, hay personas que tienen mayor predisposición. Los miopes y los diabéticos son grupos de riego a contraer cataratas a una edad más temprana. Existe también un tipo de catarata congénita que la desarrollan los bebés. Las cataratas ya no son causa de ceguera. Conjuntivitis La conjuntivitis se puede contraer si la persona que la padece ha estado en contacto con manos o toallas infectadas. Las infecciones pueden tener un origen viral ‐ya que los virus de una persona infectada se propagan por el aire‐, o bacteriano. Este último se produce por una acumulación de bacterias en el ojo que pueden proceder de cualquier otra
infección producida en alguna zona del organismo. También puede ser una irritación causada por agentes químicos, viento, polvo, humo o cualquier otro tipo de polución ambiental. Los síntomas de la conjuntivitis se reconocen de inmediato ya que el ojo enrojece y lagrimea más. Asimismo, existe ardor y la sensación de tener un cuerpo extraño dentro del ojo. La sensibilidad a la luz es otro de los síntomas de esta afección y con frecuencia, es necesario llevar gafas que protejan al ojo de la luz solar o ambiente. Por otro lado, si la infección es bacteriana el ojo descarga unas mucosas amarillas o verdes, mayormente durante la noche, que pueden pegar las pestañas. La conjuntivitis puede ser muy contagiosa, por ello, es muy importante lavarse bien las manos con jabón antiséptico y utilizar toallas de papel. Después de estas sencillas medidas, hay que limpiar suavemente los fluidos que salen de los ojos. Para disminuir la incomodidad que produce el escozor y el picor, es conveniente utilizar compresas de agua tibia o fría. Asimismo, hay que evitar tanto los maquillajes como las lentes de contacto. Es necesario acudir a un especialista ya que si la infección es bacteriana el facultativo administrará un tratamiento con colirios antibióticos o pomadas antibacterianas. Degeneración macular (Degeneración de los fotorreceptores) La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad ocular que sufren muchas personas. Existen dos tipos de DMAE: la seca y la húmeda. La DMAE seca es la más frecuente, aparece cuando la mácula (la membrana responsable de la visión central) se atrofia de forma progresiva. No existe cura, pero se puede detener el proceso degenerativo con sustancias antioxidantes. La DMAE húmeda (también llamada exudativa) es más agresiva que el tipo seco. Se produce por la aparición de nuevos vasos sanguíneos (membranas neovasculares) que van destruyendo poco a poco a la mácula, provocando finalmente la ceguera. Poco pueden hacer los médicos cuando la mácula está destruida, pero si se coge a tiempo, existen tratamientos que logran detener la degeneración. Para conseguir que el tratamiento llegue a tiempo es importante saber reconocer cuáles son las primeras manifestaciones de la enfermedad:
‐ Las personas afectadas ven de forma distorsionada (las líneas rectas se perciben torcidas). ‐ Manchas en el centro del campo visual. ‐ Pérdida de visión: cuando la DMAE húmeda evoluciona sin tratamiento, los pacientes acaban por perder totalmente la vista. Desprendimiento de retina (Degeneración de los fotorreceptores) El desprendimiento de retina se produce cuando esta capa del ojo se rompe y el líquido que existe en la cavidad vítrea traspasa la reina, acumulándose debajo. Uno de los signos de rotura puede ser la visión de moscas volantes o de destellos luminosos. Estos síntomas deben consultarse con el oftalmólogo. Muchos factores pueden desembocar en un desprendimiento de retina. Esta alteración es una de las complicaciones más graves de la retinopatía diabética, pero también puede aparecer por un proceso degenerativo de la retina, por un traumatismo, una inflamación o una hemorragia, que fraccione la capa, la rompa y la desprenda. Escleritis Es la inflamación de la esclerótica (la superficie blanca externa del ojo). La inflamación de la esclerótica o parte blanca del ojo tiende a asociarse con infecciones, lesiones químicas o con enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoidea y lupus eritematoso sistémico. Algunas veces la causa es desconocida. La escleritis es más frecuente en personas con edades comprendidas entre los 30 y los 60 años y es rara en los niños. Los Síntomas son: • Dolor de ojo severo • Manchas rojas en la parte del ojo que normalmente es blanca • Visión borrosa • Sensibilidad a la luz: muy dolorosa • Lagrimeo
Las gotas oftálmicas corticosteroides son un medio efectivo para reducir la inflamación y, en ocasiones, se prescriben corticosteroides orales. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos antiinflamatorios no esteroides más nuevos. Estrabismo El estrabismo consiste en la pérdida de paralelismo de los ojos. Es decir, mientras un ojo dirige la mirada a un objeto, el otro se desvía en una dirección diferente. En ocasiones la desviación no se aprecia con facilidad, pero en los casos severos ocasiona problemas estéticos y de visión importantes. Se distinguen dos tipos de estrabismo: horizontal, bien hacia dentro o hacia fuera; y vertical, un ojo desplazado hacia arriba y otro hacia abajo. Sin embargo, existen casos de estrabismo en los que se dan diversas combinaciones. En el origen del estrabismo intervienen numerosos factores. Uno de estos es la herencia familiar, ya que se puede tener cierta predisposición a sufrir este trastorno. También puede deberse a una alteración de los músculos del ojo motivada por una mala visión, a las infecciones, los tumores o traumatismos. Los casos de estrabismo en la edad adulta están estrechamente ligados a los traumatismos, enfermedades musculares y trastornos de tiroides. Existen numerosas técnicas que permiten corregir este trastorno: gafas especiales, obturación del ojo dominante de forma alterna con el otro y programas de entrenamiento visual para reforzar la visión binocular. En todo caso, la detección precoz es esencial para establecer el equilibrio muscular, es decir, recuperar el paralelismo de los ojos. Glaucoma (Degeneración de los fotorreceptores) El glaucoma es una enfermedad degenerativa causada por el aumento de la presión dentro del ojo (tensión ocular). El ojo contiene en su interior un líquido parecido el agua que se renueva constantemente, pero si falla el sistema de drenaje, la presión intraocular aumenta y puede dañar el nervio óptico. Se desconocen las causas que producen esta enfermedad, aunque en ocasiones puede afectar a varios miembros de una familia. Por eso, si se tienen antecedentes familiares, es aconsejable acudir al oftalmólogo con regularidad. En cualquier caso, se recomienda una
revisión por lo menos cada dos años, porque la detección del glaucoma resulta muy sencilla. A través de la medición de la presión intraocular, una prueba indolora que se realiza en pocos minutos, se puede sospechar de la existencia de la dolencia. Las personas con glaucoma presentan una elevación anormal en la presión intraocular. Sin embargo, no todas las personas con tensión intraocular elevada tienen glaucoma, se trata sólo de un factor de riesgo de la patología. En estos casos se requieren dos pruebas adicionales para corroborar el diagnóstico: el examen del campo visual y la observación del nervio óptico en el fondo de ojo. El herpes ocular El ojo puede enfermarse por virus de la familia herpesvirus, que comprende varios tipos de virus (herpes, virus de Epstein Barr y citomegalovirus). Dentro de los virus llamados herpes, el ojo puede afectarse más frecuentemente por dos tipos: el virus del herpes simplex y el virus varicela‐zoster. El herpes simplex puede causar, según las cepas, enfermedades oculares o ulceraciones alrededor de la boca (herpes simplex tipo I). Los herpes simplex tipo II pueden causar enfermedades urogenitales y son de transmisión sexual. Casi todos hemos tenido contacto con el virus del herpes simplex a través de una conjuntivitis banal que se curó sola en la infancia. A partir de ese momento, el virus permanece latente o "dormido" en los nervios y en la córnea, y a la mayoría de la gente no le ocasiona problemas en la vida. Algunas personas, por motivos aún desonocidos pero posiblemente relacionados con la disminución de las defensas, sufren una reactivación de la agresividad del virus, que emprende un viaje por los nervios hacia el ojo y lo enferma en forma periódica. Factores como fiebre, exposición al sol, enfermedades debilitantes y otras causas pueden "despertar" al virus latente. Esta enfermedad recurrente puede manifestarse como conjuntivitis, ampollas y úlceras en los párpados, úlceras corneales de diversa seriedad y profundidad, inflamaciones intraoculares (llamadas uveítis) e infecciones de la retina
(retinitis). Cada vez que vuelve la infección, el oftalmólogo la trata de acuerdo a cómo se manifiesta el cuadro. El virus varicela‐zoster es el que causa la varicela en los niños. Luego de que la enfermedad se cura, el virus también queda en nuestro cuerpo en un estado de latencia en los nervios, mantenido a raya por nuestras células de defensa inmunológica. A medida que envejecemos o por enfermedades debilitantes, estas células pueden disminuir en su cantidad y permitir que el virus se reactive, viajando por los nervios. Esto se evidencia por erupciones que popularmente se conocen como "la culebrilla". Esta erupción, constituida por vesículas y úlceras dolorosas, se puede dar en general en el torso o en la cabeza. En la cabeza puede abarcar el terrritorio inervado por el nervio trigémino, produciendo una erupción en la frente y alrededor del ojo, que en ocasiones llega hasta la punta de la nariz. En este último caso, es más probable que pueda afectarse el ojo, con manifestaciones parecidas a las del herpes simplex que se describieron en el párrafo anterior. El oculista, de acuerdo a cada variante de la infección, puede apelar a diversos tratamientos como se mencionó anteriormente. El cuadro de herpes zoster puede curarse, pero en algunas ocasiones los pacientes sufren molestias o dolores en la piel por un período variable. En raras ocasiones, también se pueden detectar inflamaciones intraoculares o infecciones retinales por herpes zoster, sin que las precedan la típica infección cutánea. Como siempre, ante cualquier síntoma inflamatorio ocular, no se automedique ni acepte consejos de otra persona que no sea su médico oftalmólogo. Es él quien hará el diagnóstico precoz y le indicará el tratamiento más efectivo y seguro para tratar éstas y otras enfermedades Hipermetropía La hipermetropía es un defecto del ojo en la que éste es más pequeño de lo normal. El ojo hipermétrope es el que, en reposo, forma las imágenes detrás de la retina, por lo tanto la imagen que llega y que recibe el cerebro es borrosa. Así, cuando el individuo se acerca más al objeto la visión será aún más borrosa. Sin embargo, la visión mejora cuando el ojo se aleja más del objeto, aunque con mucho esfuerzo.
El síntoma más claro es el de la visión borrosa. Es un problema muy corriente en los niños ya que a esas edades, el ojo es más corto de lo normal. Un adulto con una hipermetropía muy alta verá las cosas muy borrosas, especialmente los objetos cercanos. Si la hipermetropía es baja verá bien de lejos, aunque el esfuerzo para enfocar será mayor. De todos modos, si el ojo está realizando un esfuerzo constante, se producirá cansancio o dolores de cabeza. Miopía La miopía es un tipo de trastorno de la refracción en el cual el globo ocular resulta demasiado largo para su poder de refracción. La refracción es la situación “normal” en la que el ojo genera una imagen clara cuando el cristalino y la córnea refractan correctamente los haces de luz que ingresan. En el miope, el rayo de luz se proyecta por delante de la retina (membrana sensible del ojo) y no en la retina misma, como ocurre en el ojo normal. Causas Hay una multitud de teorías sobre la formación de la miopía, pero la más extendida es la de la miopía escolar. Es decir, si un ojo tiene "predisposición a ser miope", se hará miope en el momento en que se le exija un esfuerzo visual en visión próxima superior al habitual. Y esto suele suceder por primera vez en la vida en la época de la escolarización. Cualquiera que fuera la causa que produce la miopía, lo cierto es que comienza a desarrollarse durante la infancia, evolucionando de manera lenta o benigna (la forma más habitual), o en forma rápida y grave. Desde una perspectiva física y hablando solo de las estructuras oculares, la miopía se considera un estado de exceso de potencia del sistema óptico del ojo. Con relación a su longitud, puede deberse a que el ojo es demasiado largo, o bien a que la capacidad de hacer converger la luz que tienen los medios oculares (córnea, humor acuoso, cristalino y humor vítreo) sea excesiva. El resultado es el mismo: en todos los casos, la luz proveniente de lejos no va a caer en la retina, sino delante de esta. La única posibilidad de reenfoque de la imagen en la retina sin anteojos es acercar al ojo el objeto a una distancia proporcional al valor de la miopía. Existe también una miopía, que podemos definir patológica, y que parece estar en relación con predisposiciones
hereditarias. En este caso la miopía seguirá empeorando y se agravará por alteraciones de la retina. No es posible determinar el tipo de miopía; solo la evolución de la enfermedad y cuidadosos exámenes realizados periódicamente por el Oftalmólogo pueden permitir un diagnóstico seguro. También se puede deber a una predisposición genética, es decir que es más probable que de padres miopes salgan hijos miopes. Diagnostico El diagnóstico es muy sencillo y se obtiene por medio de exámenes visuales realizados por Médicos Oftalmólogos. Importante Los síntomas aquí descritos correspondientes a esta enfermedad pueden confundirse con los de otras patologías. Para establecer un adecuado diagnóstico, consulte siempre a su Médico. El objetivo de MédicosExpertos es informar y educar, por lo que las descripciones de las enfermedades aquí brindadas no sustituyen a una consulta profesional. Ojo seco El síndrome de Sjögren o del ojo seco es una patología que aparece cuando el globo ocular adolece de la lágrima o líquido, el medio idóneo para su funcionamiento. Se estima que un 75 por ciento de los mayores de 70 años padecen este síndrome en alguna de sus fases y también es más frecuente entre los usuarios de lentes de contacto o los operados por glaucoma
o
cataratas.
Las causas de este síndrome son múltiples y de ellas depende el tratamiento que se aplique: ‐ Un 10 por ciento de los casos surge por trabajar durante mucho tiempo ante el ordenador. Los usuarios que pasan largas horas ante los monitores no parpadean lo suficiente para producir lágrimas y acomodar de esta forma al ojo. ‐ Un 25 por ciento se debe a problemas hormonales. Por esta razón el ojo seco se considera un síntoma de la menopausia, cuando aparece el déficit hormonal (se reduce la producción
de
estrógenos).
‐ La diabetes también es un desencadenante, así como la disfunción tiroidea (alteraciones en el tiroides), el asma, el lupus eritematoso sistémico y patologías oculares como el glaucoma
o
las
cataratas.
‐ Algunos fármacos como los ansiolíticos, antidepresivos, anticongestivos, antihistamínicos, diuréticos, betabloqueantes y anticonceptivos orales también pueden derivar
en
el
síndrome.
‐ Otros factores desencadenantes son la exposición al humo, la iluminación fluorescente, la contaminación ambiental, el viento, los calentadores, el aire acondicionado y los climas secos. Estos elementos contribuyen a evaporar las lágrimas e inducen a sequedad. Síntomas
y
tratamiento
En un estado inicial, las primeras manifestaciones del síndrome consisten en la sensación de un cuerpo extraño en el ojo, picores y lagrimeo reflejo. Esta incomodidad puede mejorar
con
el
empleo
de
colirios
especiales
y
lágrimas
artificiales.
En estadios más avanzados, aparecen microerosiones y pequeñas ulceraciones. Entonces hay que recurrir al implante de tapones lagrimales que evitan la evacuación de lágrimas, proporcionando
así
la
humedad
necesaria
en
el
ojo.
En un tercer estadio surgen las úlceras en la córnea, infecciones recurrentes (repetidas) y pérdida en la agudeza visual. En esta fase se produce un riesgo severo de pérdida de visión, por lo que se requieren tratamientos más específicos como el implante de tejido de placenta. Ojo vago
Cerca de un 2,5% de población mundial sufre de la ambliopía También conocida como "ojo vago" u "ojo perezoso", la ambliopía es la pérdida parcial de la visión, de mayor o menor grado, en uno o en los dos ojos, causada por un defecto en la formación de la visión durante la edad infantil. Según las últimas investigaciones, aproximadamente un 2,5% de población mundial sufre este problema. En España, existe una media de un millón de casos. Causas y síntomas de la ambliopía La ambliopía se origina cuando las células cerebrales que se encargan de la visión del ojo, no se desarrollan por falta de uso. También puede ser causada por algunos defectos visuales como la miopía, astigmatismo e hipermetropía, que no fueron diagnosticados, a tiempo,
durante
la
niñez.
Esta 1‐
pérdida portadores
de
visión
de
puede
estrabismo
ser de
desarrollada aparición
en:
temprana;
2‐ portadores de catarata, cuando tiene que mantener un ojo ocluido por un tiempo; 3‐ portadores de problemas de graduación elevados, principalmente los que combinan astigmatismo
e
hipermetropía;
4‐ portadores de importantes diferencias de graduación entre un ojo y el otro; 5‐ portadores de nistagmos, un tipo de movimiento constante e involuntario de vaivén, de ambos
ojos;
6‐ portadores de alguna lesión microscópica Riesgos y síntomas de la ambliopía Además de las causas que hemos enumerado, existen riesgos y síntomas que nos pueden hacer pensar que es posible que nuestros hijos padezcan ambliopía. El historial medico familiar de los pacientes es una de ellas. Los niños que sufren estrabismo, llevan gafas, o que tienen problemas vinculados a cataratas o a otros defectos del ojo, o aquellos que los padres tienen una alta graduación o tienen antecedentes familiares con problemas de vista,
tienen
mucho
más
riesgo
de
padecer
ambliopía.
Según los especialistas, los padres deben estar atentos a algunos síntomas que pueden presentar
sus
hijos,
como
por
ejemplo:
‐
Desviar
‐
Mirar
a
la
‐
Quejarse
de
‐
Presentar
‐
Frotar
un
pizarra
constantes
o
dolores
persistente
‐
Guiñar
los
‐
Acerca
mucho
‐
Seguir
con
los ojos
al
los los
a de
cabeza
televisión o
de
parpadeo
de
ojos
con
mirar
a
al
libro
ojos dedos
la
ojo
los
de visión
borrosa
los
ojos frecuencia
superficies
renglones
lado
para de
brillantes
poder
leer
un
texto
Si el niño presenta más de dos o tres de los síntomas especificados, lo mejor es llevarlo a un especialista para una evaluación. Orzuelo El Orzuelo es una inflamación aguda de las glándulas que se encuentran en los bordes de los párpados Las glándulas más afectadas son las conocidas glándulas de Meibom. Estas son glándulas sebáceas que producen la fase grasosa de la película lagrimal. La inflamación de estas glándulas es denominada Hordeolum internum. Raras veces se presenta una inflamación de las glándulas de Zeis o de Moll (glándulas sebáceas y sudor respectivamente) que están situadas muy cerca de las pestañas. Este tipo de Orzuelo es denominado Hordeolum externum. Pueden distinguirse dos tipos de orzuelos, en interno que se produce cuando afecta a las glándulas de Meibomio; y en externo cuando afecta a las glándulas de Zeis o de Moll. Es muy común que, a pesar del tratamiento, el proceso infeccioso se repita en varias oportunidades en un breve período de tiempo. Causas El Orzuelo es producido mayormente por estafilococos y muy raras veces por una infección de estreptococos. Es una infección inofensiva, pero si se presentan con
frecuencia se debe entonces a que el sistema inmunológico está debilitado, causado por Diabetes Mellitus, o por una infección que retorna constantemente, al frotarse los ojos con las manos sucias. El orzuelo de tipo interno es muy similar pero más localizado, y los síntomas son mas intensos. A diferencia del anterior, es poco común que se evacue en forma espontánea. Tratamiento A pesar de que se recurre a los antibióticos, no parecen ser demasiado útiles en estos casos. El tratamiento del orzuelo se basa primordialmente en la aplicación en el ojo afectado de paños húmedos calientes durante diez a quince minutos tres o cuatros veces por día. La aplicación de gotas con antibióticos son muy eficaces, sobre todo para prevenir la conjuntivitis secundaria por contaminación directa. El presionarlos para conseguir su vaciamiento no debe realizarse, ya que con esta maniobra podría diseminarse la infección a la piel vecina. En algunos casos cuando el pus no es eliminado espontáneamente puede provocarse su drenaje produciendo una incisión con un bisturí. Acuda a un médico si después de un tiempo el Orzuelo no se abre o molesta demasiado. Él puede abrir el Orzuelo con un pequeño corte y así aliviarlo de sus dolores Queratocono El queratocono o córnea cónica es un desorden del ojo humano que raramente causa ceguera pero que puede interferir significativamente con la visión. Es una condición en la cual la forma normal redondeada de la córnea se distorsiona y desarrolla una prominencia en forma de cono. La palabra queratocono esta formada por dos palabras Griegas: kerato, que significa córnea, y konos, que significa cono. Ya que la córnea es el principal lente del ojo, la visión disminuye significativamente al deformarse de esta manera. La progresión del queratocono es generalmente lenta y puede detenerse en cualquiera de las fases: desde leve hasta severo. Si el queratocono progresa, la córnea se abomba y adelgaza tornándose irregular y algunas veces formando
cicatrices. Habitualmente se presenta bilateral y sus estadios son asimétricos. ¿Cuál es la causa del queratocono? Las causas de esta afección todavía se desconocen a pesar de nuestra familiaridad con esta enfermedad. Se han realizado múltiples estudios y se han formulado gran cantidad de teorías. Unas teorías plantean que el queratocono depende de un defecto en el desarrollo y es de origen genético (alrededor de 7% de los pacientes tienen familiares con queratocono). Esto sugiere que es la consecuencia de una anormalidad en el crecimiento, esencialmente un defecto congénito. Otra es que el queratocono es una condición degenerativa. Una tercera postula que el queratocono es secundario a otras enfermedades. Otras veces puede estar provocado por debilitamientos en el tejido corneal (como cirugías o traumatismos
previos)
La incidencia real de queratocono no es conocida. No es una de las afecciones más comunes del ojo pero tampoco es de ninguna manera una enfermedad rara. Se estima que ocurre en uno de cada dos mil personas. Generalmente la enfermedad se presenta en gente joven hacia la pubertad. Se encuentra en todas partes del mundo sin seguir ningún patrón geográfico, cultural o social conocido. ¿Cuáles son los síntomas que produce el queratocono? El primer síntoma de queratocono es visión borrosa que en un principio puede corregirse con anteojos. Ya que es una enfermedad progresiva, se necesitarán cambios frecuentes en la fórmula de los anteojos. El adelgazamiento de la córnea progresa lentamente por 5 a 10 años y después tiende a detenerse. Ocasionalmente es rápidamente progresivo y en estadios avanzados el paciente puede experimentar visión borrosa súbita en un ojo. Esto es llamado "Hydrops agudo" y se debe a la súbita entrada de líquido hacia la córnea adelgazada. Este hydrops mejora con el tiempo, tomando semanas o meses para desaparecer En casos avanzados se forman cicatrices superficiales en el ápice de la córnea resultando en mayor disminución de la visión. ¿Cómo debe controlarse el queratocono?
Ya que el queratocono es una enfermedad crónica que avanza lentamente, es importante que usted desarrolle una buena relación con su oftalmólogo. Va a verlo con bastante frecuencia por un largo periodo de tiempo: debe tener confianza en él y sentirse cómodo al formular preguntas. Generalmente los oftalmólogos son personas ocupadas, pero nunca pueden estar tan ocupados como para no discutir su caso con usted. Busque un oftalmólogo
con
quien
se
sienta
bien
y
permanezca
con
él.
Su oftalmólogo requiere de su colaboración. El no puede controlar lo que sucede entre una consulta y la otra, pero usted si. Piense que él es un compañero en el cuidado de sus ojos, pero recuerde que usted es responsable por su bienestar. El puede indicarle que tratamiento debe seguir pero usted es el único que puede cumplirlo. Si usted mismo no cuida sus ojos es poco probable que alguien mas pueda hacerlo Si su oftalmólogo le da una cita para determinado momento, cúmplala. Hay una razón importante para que el le de esa cita, y si usted no la sabe, puede preguntar. Comente su problema con los médicos que está visitando y la medicación que está tomando. Si está siendo visto por un internista, cardiólogo, dermatólogo, odontólogo, o cualquier otro profesional de la salud asegúrese que estén informados de su queratocono. Esté alerta a cualquier cambio en la condición de su ojo o en su visión. Si experimenta visión borrosa, irritación, lagrimeo o secreción debe ponerse en contacto con su oftalmólogo. Esto puede ser la señal de que existe un problema con la tolerancia de sus ojos a los lentes de contacto o que hay necesidad de readaptarlos. Usted por supuesto, debe tener un cuidado normal de sus ojos y evitar el uso de cualquier sustancia no prescrita por el oftalmólogo. Las mujeres deben tener cuidado con los cosméticos. Cualquier persona que sufra de queratocono debe utilizar gafas para nadar y anteojos de seguridad cuando esté trabajando en el jardín o practique algún deporte. ¿Cuál es el tratamiento para el queratocono? En las fases tempranas del queratocono anteojos comunes pueden corregir la miopía y astigmatismo que se producen. Al avanzar la enfermedad los lentes de contacto rígidos gas permeables son la única forma de corregir la visión adecuadamente. Deben ser adaptados con gran cuidado y la mayoría de pacientes con queratocono requieren
chequeos frecuentes y cambios periódicos en sus lentes de contacto para obtener una buena visión y confort. En algunas instancias el uso de un lente sobre otro provee una solución alternativa. Los avances tecnológicos en los lentes blandos y gas permeables son constantes ofreciendo más y mejores posibilidades para los pacientes con queratocono. Estas opciones no constituyen en si un tratamiento, solo mejoran la visión pero la enfermedad seguirá su curso, los únicos tratamientos para detener la progresión de esta condición son los anillos intraestromales y los transplantes de córnea. Retinopatía diabética: ocurre cuando los diminutos vasos sanguíneos que hay en la retina se dañan a consecuencia de la diabetes. Primero se producen roturas y pérdidas de sangre en esos vasos sanguíneos y posteriormente se forman vasos sanguíneos anómalos. Los síntomas pasan desapercibidos hasta que la retina está gravemente dañada, aunque en algunos casos hay visión borrosa. Los adolescentes a quienes se les ha diagnosticado una diabetes juvenil deben hacerse revisiones oculares regularmente porque no hay signos de alarma que permitan detectar la retinopatía diabética precozmente. Los adolescentes con diabetes también deben evitar el tabaco, controlarse la tensión arterial y mantener unos niveles estables de azúcar en sangre. Retinosis pigmentaria La Retinosis Pigmentaria (RP) es un conjunto de enfermedades oculares de carácter degenerativo, genético y hereditario cuya consecuencia es una gran disminución de la visión debido a la muerte progresiva de las células oculares de la retina denominadas "fotorreceptores", y que, en muchos casos, conduce a la ceguera. El fotorreceptor es la primera neurona de la vía visual y es la célula más abundante de la retina. Se estima que cada ojo contiene alrededor de 125 millones de fotorreceptores, que básicamente se subdividen en bastones y conos, células nerviosas finas, alargadas y con una función específica: la fototransducción. En la retina humana existen alrededor de 120 millones de bastones encargados de la visión nocturna y en blanco y negro. En la retina periférica, el bastón es el fotorreceptor
predominante. Gracias a los bastones, por ejemplo, podemos ver como un objeto se nos acerca cuando se nos ha lanzado desde un lado. Los conos son los encargados de la visión diurna y en color. Poseemos entre 3 y 10 millones de conos por ojo, y se subdividen, de acuerdo con el fotopigmento que portan, en rojos, verdes y azules. Los conos son los que determinan la agudeza visual. Los síntomas de la RP típica son los siguientes: 1‐ Ceguera nocturna Es el síntoma más frecuente y precoz. Hace alusión a dos hechos. Por una parte, a la dificultad o imposibilidad de ver en ambientes de baja iluminación, a pesar de haber permanecido el tiempo suficiente para estar adaptado a esta situación (disfunción de los bastones). Por otra parte, a la dificultad que se pueda presentar al pasar de un ambiente bien iluminado a otro de baja iluminación, en el cual, transcurrido un tiempo superior al normal, el individuo es capaz de distinguir objetos (disfunción de los conos). 2‐ Disminución del campo visual Es otro síntoma típico de la RP. Se caracteriza por la pérdida de visión desde la zona periférica a la zona central del ojo, dando lugar a la llamada visión "en túnel". La persona que padece RP refiere tropezarse frecuentemente con los objetos a su alrededor. En el caso de un niño que sufra RP, es la madre la que cuenta que no es capaz de encontrar los juguetes. Cronológicamente, este síntoma se presenta después de la ceguera nocturna. 3‐ Disminución de la visión (de la agudeza visual) Normalmente, es referida por los pacientes después de los dos síntomas anteriores. 4‐ Alteración de la percepción de los colores Cuando la enfermedad está muy avanzada, se produce una alteración inespecífica de la visión de los colores o, con mucha frecuencia, en el eje azul‐amarillo. 5‐ Fotopsias y Deslumbramientos Muchos pacientes de RP dicen ver luces pequeñas o flashes en la media periferia de su campo visual. Los deslumbramientos ante una excesiva luminosidad hacen necesario el uso de gafas de sol adaptadas.
Como enfermedad degenerativa, la pérdida de la capacidad visual es progresiva con el tiempo, reduciéndose tanto el campo visual como la agudeza visual, y, aunque el proceso degenerativo puede ralentizarse, esta pérdida de visión suele ser continua, aunque se ha de tener en cuenta que no todas las formas de retinosis conducen a la misma pérdida visual. Es importante señalar que la RP presenta un alto grado de heterogeneidad. Puede aparecer como única manifestación patológica, y entonces hablamos de retinosis pigmentaria no sindrómica, o, por el contrario, puede aparecer asociada a otras patologías, dando lugar a cuadros clínicos concretos, y entonces hablaríamos de retinosis pigmentaria sindrómica La RP puede ser causada por una gran diversidad de genes. Descubrirlos es una tarea muy difícil, si bien los avances en el campo del genoma humano la ha facilitado. La visión es un proceso complejo y poco conocido a nivel molecular, lo que explica que el progreso en el conocimiento de la enfermedad sea más lento de lo que inicialmente se hubiera esperado. Hoy en día la comunidad científico‐médica sigue luchando para que la RP deje de ser una enfermedad "degenerativa" e "incurable", y con su esfuerzo se logrará preservar la visión del colectivo de pacientes que sufren dicha enfermedad. Tracoma: ocurre cuando un microorganismo muy contagioso denominado Chlamydia trachomatis provoca una inflamación en el ojo. Se suele dar en zonas rurales y pobres con condiciones de superpoblación e insalubridad. La enfermedad se propaga fácilmente. Por ejemplo, los niños, que suelen ser los primeros en contraer la infección, se frotan los ojos enrojecidos y pegajosos y después tocan las caras de sus madres o de otros niños ‐contagiándoles la enfermedad. Las moscas también pueden contribuir al contagio. Tras años de repetidas infecciones de tracoma, el interior de los párpados acaba tan lleno de cicatrices que los párpados se pliegan hacia dentro, y las pestañas infligen lesiones en los globos oculares. Si no se tratan, las cicatrices del tracoma pueden provocar problemas de visión e incluso
ceguera. Más de 146 millones de personas requieren tratamiento, y el tracoma es fácil de prevenir. ¿Qué hacen los médicos? Si tú, tus padres o tu médico sospechan que puedes tener un problema visual, deberías ir a un oftalmólogo, un médico especializado en al exploración, diagnóstico y tratamiento de los ojos y las enfermedades oculares. Cuando una persona va al oftalmólogo, éste le examina la estructura del ojo. Otras pruebas sencillas que puede realizar un oftalmólogo incluyen: • Prueba de agudeza visual. En esta prueba, una persona va leyendo letras y símbolos
escritos en una tabla estandarizada para que el oculista pueda evaluar lo bien que ve a diferentes distancias. • Prueba del campo visual. Los oftalmólogos utilizan esta prueba para evaluar la visión
periférica o lateral de una persona. Esto ayuda a determinar si la persona ha perdido la visión periférica, un síntoma de glaucoma. • Tonometría. En esta prueba (en la que se suele aplicar un breve soplo de aire en el
ojo), se determina la presión del fluido que hay en el interior del globo ocular para evaluar el glaucoma. Si tu oftalmólogo determina que tienes un trastorno ocular que es probable que te ocasione problemas de visión, existen muchos tratamientos diferentes. Entre las opciones terapéuticas se incluyen el uso de gafas graduadas, lentes de contacto y gotas oculares u otros medicamentos. En algunos casos, es preciso intervenir quirúrgicamente el ojo. Por ejemplo, las cataratas a menudo se tratan extirpando el cristalino opaco y sustituyéndolo por una prótesis intraocular (un cristalino artificial de plástico que no requiere ningún cuidado especial y que restaura la visión). Hay otras formas de compensar las pérdidas de visión. Los perros guía pueden ayudar a las personas invidentes a desplazarse de un lugar a otro con independencia. El braille permite leer y escribir a la gente que tiene deficiencias visuales. Y hay equipos especiales, como las lentes microscópicas y telescópicas y los programas informáticos que permiten
reconocer las palabras, que pueden facilitar el aprendizaje escolar y la realización de los deberes a las personas que tienen este tipo de deficiencias.
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