“Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica” Facultad de Farmacia y Bioquímica
LA ÉTICA Y LA PERSONA MORAL Semestre académico 2014-I
LA ÉTICA Y LA PERSONA MORAL 1
CAPACIDADES
Diferencia entre la ética y la moral. Reconoce las cualidades de una persona moral.
I. LA ÉTICA Y LA MORAL LA ÉTICA Y LA PERSONA MORAL 1. Definición de ética y moral: La Ética: El sentido más antiguo de la ética (del griego ethika, de ethos, “comportamiento”). La ética, como rama de las ciencias filosóficas investiga las leyes de la conducta humana, para formular las reglas que convienen al máximo grado de la evolución psicológica y social del hombre. El objetivo que le corresponde a la Ética en cuanto disciplina filosófica es de investigar los fines, los valores y las normas de conducta por las que debemos seguir para esclarecer, reflexionar y fundamentar esta experiencia humana que es la moral. La Moral: La palabra "moral" proviene del latín mores que significa “costumbre”. La moral es la adquisición del modo de ser logrado por la apropiación o por niveles de apropiación, donde se encuentran los sentimientos, las costumbres y el carácter. La Moral tiene una significación más amplia que el vocablo de la ética. La Moral está por encima de lo físico. La Moral en tal caso, es todo lo que se somete a todo valor. También puede entenderse como moral el conjunto de normas y reglas de conducta de los hombres en la sociedad, que caracteriza sus opiniones de la justicia y la injusticia, del bien y el mal, del honor y el deshonor, etc. A diferencia de las normas jurídicas, las normas y reglas de la moral no están prescritas en leyes, sino que se mantienen por la fuerza de la opinión pública, de las costumbres, usos y educación, por la fuerza de los estímulos internos del hombre. Determinan la actitud del individuo para con la sociedad, los pueblos de otros países, la familia y otras personas. 2. Problemas éticos y problemas morales:
Todo el mundo emplea a la ligera los conceptos de ética y moral. De hecho, lo usan con mucha frecuencia para denotar cierto tipo de énfasis. Si realizáramos una encuesta y les preguntáramos a las personas qué diferencia encuentra entres estos términos, la mayoría no sabría qué contestar. En realidad se limitarían a responder porque “suena bien”. Sin embargo, podemos establecer una distinción entre ambos conceptos que resultaría útil. La ética se refiere a una teoría o sistema que describe qué es el bien y qué es el mal. La mitología y la teología son las fuentes más antiguas de la ética, aunque en la actualidad se maneja más entre filósofos. La 2
moral se refiere a las reglas que nos dicen lo que se debe hacer y lo que no. La moral, por su parte, hace una distinción entre los actos buenos y malos. La moral tiene que ver con toda tu vida personal. Simplemente reflexiona la respuesta a estas preguntas: ¿Cuál es la conducta que debes adoptar en tu primer día de clases?, ¿permitir que tus hermanos jueguen con tus apuntes es un delito? La ética, por su parte, se centra en lo teórico. Piensa, ¿cómo debería castigarse a los conductores que manejan en estado de ebriedad?, ¿todos deberíamos ser donadores de órganos? Las reglas según las cuales vivimos constituyen la ética. La categoría de tu filosofía personal será insuperable si logras aunarla con éxito. Si sabes distinguir entre el bien y el mal, eres también capaz de decidir y determinar si algo es correcto o equivocado. Sin embargo, es importante que conozcas tus propias opciones y valores las ventajas y desventajas. Asimismo, es fundamental que encuentres una forma de razonar moralmente sobre las acciones que tienes que enfrentar de tal modo que puedas justificar la bondad de tu respuesta. Si no te sientes bien con lo que haces, quizá no deberías continuar con lo que te planteas. Sin embargo, si tienes la convicción de que haces lo correcto, siempre habrá alguna manera de justificarlo. Recuerda que la racionalización es un elemento totalmente distinto. Tu mente es capaz de racionalizar cualquier cosa y también tiene una facultad de deformar o de citar cualquier circunstancia alterna para que encaje perfectamente en tus planes. Argumentos tales como: “nadie lo sabrá”, “no lo podrá probar nunca” o “al cabo también mi amigo lo hace” son ejemplos de los medios que empleamos para llevar a cabo cierto tipo de acciones. La justificación, no obstante, comparte el mismo origen que la justicia y lo que se considera justo. De hecho, requiere una elección más profunda, la ventaja es que este elemento te dará bases más sólidas para seguir adelante. La situación consiste en tener un sistema ético personal al que poder asumir es busca de directrices morales. Tendrás que comenzar por pensar qué es bueno y qué es malo. Este problema ha confundido a los filósofos de todos los tiempos, así que no esperemos encontrar una respuesta completa e infalible. En El banquete, Platón presenta un diálogo en el que Sócrates le pide que defina el concepto del bien: - ¿Es conocimiento, placer u otra cosa?-ya le había propuesto otras virtudes (valores) como la templanza y la justicia, pero frente a semejante reto, Sócrates contesto: - Me temo que está más allá de mis facultades. Como podemos ver, el bien no puede definirse en una sola oración y como decía G. E. Moore, el bien no es susceptible de una definición en el sentido más importante de la palabra. Nietzche se quejaba de la antigua ilusión llamada el bien y el mal. De hecho, toda su obra se centra en tratar de dilucidar estos conceptos. Al igual que nosotros, otros filósofos, pensadores y teóricos han tratado de responder este acertijo. Platón sostenía que las personas tienen una noción intuitiva del bien, aunque en el mundo real sólo disponemos de pobres y borrosas copias de ese ideal. Según este pensador: “El más alto objeto de conocimiento es la naturaleza esencial del bien, de donde precede el valor que otorgamos a todo lo bueno y lo correcto” Según este punto de vista Thomas Hobbes, autor de Leviathan, cualquier cosa que sea objeto de apetito o del deseo humano será lo que el hombre, por su parte, llame “bien” y el objeto de su odio y rechazo el “mal”. Bien y mal son sólo etiquetas que utilizamos para describir lo que nos gusta y lo que nos desagrada. La ética tiene por objeto explicar la moral. En cambio, la moral invita a llevar un modo de vida que se cree justo y bueno. 3
3. Esencia de la moral: Lo normativo y lo fáctico: La moral se compone de dos planos: el normativo y el fáctico. El plano normativo, como su nombre lo indica, corresponde al concepto “de ser”. Toda norma o imperativo dirige una orden y fija un estilo de comportamiento. Se dice que la ética es la ciencia del debe ser precisamente porque estudia normas que tienen un valor independientemente de que se cumplan o no. Su deber es señalar la norma a seguir, nada más. Cuando se piensa en una disposición o un mandato como “debe catar la voluntad del Estado” se entiende que está hablando del plano normativo de la moral. Queda claro además que este mandato puede ser obedecido o no. En la moral entran los actos aprobatorios (buenos) y los reprobatorios (malos). Esta característica de la moral, el involucrar tanto los actos buenos como los actos malos o inmorales, recibe el nombre de bipolaridad de los valores. Cuando se habla de la realización de la moral nos referimos al plano fáctico, del latín factum que significa “hecho”. El plano fáctico está formulado por los actos concretos que se realizan conforme a las normas establecidas (plano normativo). El plano fáctico origina lo que se conoce como moralidad. Sin embargo, no deben confundirse estos dos términos; moral es el conjunto de normas, reglas o imperativos, producto de una determinada época o sociedad, mientras que la moralidad comprende los actos realizados conforme a la moral imperante. La moralidad es la moral hecha realidad (moral afectiva) y la forma cotidiana en que se viven las normas, es decir, la serie de actos efectivos que se realizan diariamente. Esta moral vivida, o moralidad, es la que se manifiesta en la experiencia, en la historia y en la religión. -
Experiencia: El Estado, la religión y la moral indica que “no debes” tener sexo fuera del matrimonio, las causas son principalmente de carácter práctico, pues con el sexo vienen los hijos y éstos reclaman alimentos, vestido, salud, educación, afecto y buenos principios para aspirar pertenecer a una sociedad sana y armónica. La mejor manera para recibir a los hijos es en el lugar que ocupa una familia (un padre y una madre) y con la autorización del Estado (matrimonio). Quizá se nos ocurra que al tener sexo no necesariamente se tienen hijos sobre todo con los métodos anticonceptivos actuales, pero no olvides que las normas se establecieron mucho antes que dichos métodos y que éstos no son del todo efectivos. De hecho, hay ocasiones en las que ni siquiera se utilizan. El plano normativo es, entonces, no tener sexo antes del matrimonio, y lo fáctico es no tenerlo, lo cual dará origen a la moralidad o moral efectiva.
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Historia: Cuando Benito Juárez García fue presidente de la República Mexicana, instituyó las leyes de Reforma que afectaban sobre todo los intereses de la iglesia católica, pues los enajenó de una gran cantidad de casas y terrenos que venían adquiriendo y que provocaron algunos problemas socioeconómicos. Los conservadores iniciaron un conflicto bélico y el país se vio en una guerra interna. Este partido trajo a un personaje de la realeza europea, Maximiliano de Habsburgo, para que fungiera como emperador de un país en desorden como era el mexicano. El problema para los conservadores fue que el emperador Maximiliano le parecieron atractivas las ideas liberales de Juárez. Finalmente esta guerra fue ganada por Juárez y Maximiliano cayó prisionero. Posteriormente se le dictó sentencia de muerte, lo cual se cumplió fusilándolo. La pregunta es: “Por qué se Maximiliano comulgaba con las ideas de Juárez no se les perdonó? La razón fue que Juárez se apegó estrictamente a las normas del derecho y no a sus simpatías ideológicas. Lo normativo y lo fático fueron un solo hecho.
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Religión: El código de conducta básico de los musulmanes es el Corán y entre cosas prohíbe alimentarse de carne de cerdo y de ingerir cualquier forma de alcohol. Quizá nos preguntemos ¿qué tiene de malo? En nuestra cultura occidental lo hacemos y no pasa nada. 4
Como sabemos, esta religión nació en una parte del planeta con características desérticas donde la resistencia al calor es muy importante para sobrevivir, y sabes también que la carne de cerdo tiende a engordar a los humanos más que otra carne, por lo tanto una civilización de obesos, en un clima desértico significaría un verdadero problema de salud pública; eso lo sabía Mahoma al fundar su religión. En cuanto al alcohol, ¿nos podríamos imaginar una cruda en medio del desierto? Precisamente donde el agua es muy escasa y el calor insoportable; entonces podrías morir de deshidratación. En este caso normativo pasa al plano fáctico de manera automática, pues de eso depende la supervivencia. Circuito de la moral
Plano normativo: Normas y reglas. Objetivo: Señalar un deber.
Plano fáctico: Los actos realizados conforme a la moral (moralidad)
“debes de”
“lo hago”
Moral
4. Estructura del acto moral: Cualquier acto moral, como ceder el asiento a un anciano o dar un poco de dinero a un pordiosero, o bien, ayudar a un ciego a cruzar la calle, es casi siempre un acto del cual los demás están pendientes para aprobarlo o condenarlo, es decir, es susceptible a ser sancionado por nuestros semejantes. Contrariamente, un acto imprevisto e inevitable no se le considera un acto moral. Para abordar la estructura del acto moral, debemos comenzar con un motivo. ¿Qué nos hace indicar a un anciano que se siente en nuestro lugar? ¿Qué provoca tomar dinero del que disponemos para que alguien satisfaga sus acuciosas necesidades o sacrificar unos minutos de nuestro tiempo para tomar a un invidente del brazo y llevarlo a salvo al otro lado de la calle? Existen dos posibilidades. Una se refiere a la justicia, un valor que somos capaces de asimilar desde nuestro uso de la razón y que jamás dejará de estar presente en nuestra conciencia, y que además se deriva del argumento lógico y empático: ¿Qué tal si tú fueras ciego, o anciano, o tuvieras una urgencia económica? ¿Te gustaría que todo mundo te diera la espalda? No ¿verdad? Pues entonces actúa y ayuda. Este caso causa admiración. La otra posibilidad es el deseo de notoriedad; en este caso el autor buscará que los demás lo observen, admiren y feliciten. Si en un momento determinado los espectadores se dan cuenta de la falsa moral, entonces será motivo de condenación. Un mismo acto puede llevarse a cabo por diferentes circunstancias. Los actos realizados como consecuencia de las pasiones (envidia, celos o ira) o por un carácter negativo (egoísmo o crueldad) son actos instintivos; por lo tanto no se pueden clasificar como “morales”. El motivo del que es consciente el sujeto forma parte del contenido del acto moral. Otro aspecto del acto moral es el estar consciente del fin que se persigue al ejecutarlo, así como la decisión de realizarlo. Los actos involuntarios no se pueden llamar morales; por ejemplo el hecho de que el pago del impuesto por uso de automóvil se incremente para ayuda de la Cruz Roja. En este caso dicha aportación no cuenta como “acto moral”, pues es involuntaria; en cambio, si en la puerta de dichas 5
dependencias se encuentra una alcancía para recibir aportaciones y tú, voluntariamente, depositas cualquier cantidad, entonces sí se considera un acto moral. La pluralidad de los fines del acto moral exige: a) Elección de un fin entre otros. Sería muy difícil que fueras por la vida ayudando a todos de manera indiscriminada. Es tanta la necesidad que no podrías hacer otra cosa y aún así no te alcanzaría ni el tiempo ni el dinero. b) Decisión de realizar el fin escogido. No es cuestión de pensarlo demasiado puesto que nuestra disposición viene de valores adquiridos desde tiempo atrás, sólo es cuestión de decidirse y hacerlo. c) Medios para realizarlo. ¿Cómo vamos ayudar a los demás? ¿Justificaría quitarles a quienes tienen un poco para darles a los que no tienen nada? ¿Valdría la pena perder tu trabajo ya que por ayudar a cruzar la calle a un anciano llegarás tarde y en consecuencia te despedirán? Los medios son elementos también importantes y que debemos tomar en cuenta para la toma de decisiones ante un acto moral. d) Los resultados. ¿Qué tal si el anciano al que le cedemos el asiento no se quiere sentar o se va bajar próximamente o finalmente ni siquiera da las gracias? ¿Qué tal si el invidente no se dirige a la esquina en la que lo dejamos? ¿Y si el pordiosero es una persona que fraudulentamente pide dinero, pero que tiene mucho reunido y toma la caridad como negocio? En todo caso tu intención reúne el requisito de acto moral, pues no puedes leer la mente del anciano beneficiado con el asiento, o investigar al limosnero para saber si tu aportación la usará efectivamente para alimentarse. Finalmente, las consecuencias objetivas de ese acto moral nos dará un amplio panorama ético-moral. Las consecuencias pueden ser subjetivas y objetivas; es imposible clasificarlo de esta manera. El acto es si mismo tiende a ser objetivo (hacer el bien), pero a medida que pasa por los aspectos tiende a ser subjetivo. Por ejemplo, si alguien sabe que diste dinero al pordiosero “rico” entonces no será un acto objetivo (hacer el bien) sino uno subjetivo y él opinará que eres un tonto. Acto moral
Objetivo
Subjetivo
-
Motivo Fin Medios Resultados Consecuencias objetivas
5. Concepciones éticas: 5.1Moral autónoma: En este campo la conducta se rige por una libre y propia decisión. Al respecto Kant afirmaba que: “El no elegir de otra manera, sino de ésta (la mía) y que esta decisión sea tomada como ley Universal”. La autonomía no implica solamente obrar en concordancia con la buena voluntad, requiere en realidad de un trasfondo de libertad que le permita al ser humano decidir qué comportamiento debe adoptar. La autonomía es posible dentro del mundo de exigencias de normas sociales y jurídicas. El verdadero acto moral implica la libertad del individuo para obrar de acuerdo con su conciencia y autonomía. 6
Es necesario realizar un análisis de lo que se considera obligatorio dentro del concepto de autonomía. Para este caso preciso abordar las llamadas teorías de la obligación moral, las cuales presentamos en los siguientes apartados: - Teorías deontológicas (deber). Establecen que la bondad o maldad de una acción no depende de las consecuencias, sino de una primacía del concepto del deber. Sus mayores exponentes fueron W.D. Ross, A.C. Ewing y H. Prichard. Según estas doctrinas es bueno cumplir una promesa porque cuando ésta se ha hecho, el individuo ha quedado obligado a cumplir por la misma naturaleza del acto, sin tener en cuenta las inclinaciones ni las consecuencias. Esta teoría admite la intuición a priori (convencimiento), pues cuando se goza de una intuición moral, no cabe ninguna duda: a. Se está consciente de que hay que portarse bien. b. Hay que interesarse por el bienestar ajeno que el propio.
De la forma
Lo que se debe hacer en cada caso depende de una norma objetiva universalmente válida (no matar, no robar, no violar, etc.)
Del acto
Es necesario decidir por cuenta propia, ateniéndose a los sentimientos y convicciones. Si los valores son vagos y si son siempre demasiado vastos para el caso preciso y concreto que consideramos, sólo nos queda fiarnos de nuestros instintos.
Teorías deontológicas
Circuito deontológico Situación: Un ladrón entra en mi casa
De la norma Resultado
Del acto
1. Debo avisar a la policía para que lo detenga.
1. Espero a la policía. 2. Lo detengo yo mismo. 3. Si puede le disparo y evito que el ladrón lo haga primero.
1. El ladrón es capturado por mí o la policía. 2. Quito la vida o el ladrón me la quita a mí. 3. En un sistema de justicia lento e ineficaz podrías ir a la cárcel.
Conclusión: El resultado del circuito entre la norma y el acto depende de mi temperamento, paciencia, confianza en la justicia o de mi instinto.
- Teorías teleológicas (fin al que va dirigido). Según esta teoría la bondad o maldad de una acción depende únicamente del efecto o consecuencia que tenga. También se les llama teorías consecuenciales. Las primeras expresiones de éstas son: Egoísmo
Debe buscarse siempre la propia ventaja o el propio bienestar haciendo aquello que uno cree que proporcionará el mayor bien posible.
Utilitarismo
Considera que el deber se compone de hacer aquello que beneficie sobre todo a los demás o cuando menos al mayor número de personas posibles.
Teorías Teleológicas
5.2Moral heterónoma:
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Kant afirmaba que la ley dicta los comportamientos deseados para los hombres que pretenden vivir en determinado grupo social. Dicha ley no surge como una inquietud individual sino colectiva. Dicha ley se manifiesta de manera individual a través de tradiciones, costumbres; y la ley por naturaleza es sin importar quién debe obedecerlas, le sean propias o ajenas. A continuación presentamos algunos ejemplos de heteronomía moral: - Cuando la obligatoriedad proviene de la tradición y la sociedad. En este caso la desobediencia es irracional, no se analiza y no se discute, simplemente se dicta sin importar a quién le pueda parecer absurdos. Por ejemplo, los tabúes referentes (en civilizaciones antiguas) a la menstruación y las consecuencias de no acatar lo que la aldea ha dictado. La mujer no debía convivir con nadie, realizar quehaceres domésticos o siquiera transitar por los caminos, pues si lo hacía, extrañas enfermedades podían aparecer entre los habitantes. Igualmente la prohibición de tener contacto con cadáveres por considerar se impuros. (Judíos y Romanos) - Cuando la obligatoriedad emana de la fuerza del Estado. En esta obligatoriedad existe más contexto social y está fundamentado el bien común y común acuerdo, sus preceptos son más razonables y las consecuencias no son de origen metafísico sino terrenal. El no acatar dicha obligatoriedad puede llevar desde el pago de una multa hasta la pérdida de la vida misma. Al respecto, Thomas Hobbes escribió: “El hombre es un lobo para el hombre; para frenar la innata tendencia hacia el poder, propia del hombre, es necesario crear un Estado fuerte y despótico (que no escucha a nadie) que mantenga a raya a los individuos y que impida, a toda costa, una guerra de todos contra todos”. Hegel, por su parte, opinaba que: “El Estado es la marcha de Dios en la Tierra” El verdadero orden ético no deriva de una ley moral individual, sino de la vida de Estado, que es el mismo espíritu absoluto y verdadero, y que no reconoce ninguna regla abstracta de lo bueno y lo malo, de lo vergonzoso y lo mezquino, de la astucia y del engaño. El otro concepto de heteronomía lo compone la religión, que comienza por un reconocimiento parcial de poderes superiores al hombre. Tiende a hacerse profunda mediante una confesión de la dependencia total y absoluta del hombre a la divinidad y la veneración correspondiente hacia los representantes acreditados de tan importante poder sobrenatural. El temor al castigo divino es en algunas culturas más fuerte que al de la ley del hombre, por lo tanto, se cumple sin mediar razonamiento alguno. 5.3Moral hedonista: El Hedonismo es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida. Las dos escuelas clásicas del hedonismo son la escuela cirenaica y los epicúreos. Hedonismo es la doctrina que considera el placer como el fin de la vida, por lo que se deduce que los seres humanos deberíamos dedicarnos exclusivamente a vivir en su eterna búsqueda. En la Grecia antigua se formularon las primeras teorías sobre el placer: En la primera doctrina se plantea que los deseos personales se debían satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás. Esta teoría fue expuesta por un grupo llamado los cirenaicos. La segunda doctrina fue formulada por los epicúreos o hedonistas racionales, seguidores del filosofo Epicuro de Samos, quien vivió en Grecia entre el 341 y el 270 a.c. La doctrina que predicó Epicuro de 8
Samos ha sido tergiversada a través de la historia, hasta el punto de que algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron una faceta. Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo placer, porque para muchas personas el placer es concebido como algo que excita los sentidos. Epicuro consideró que no todas las formas de placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son los placeres sensuales. Existen otras formas de placer que según él se refieren a la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción. También afirmó que ningún placer es malo en sí, sólo que los medios para buscarlo pueden ser el inconveniente, el riesgo o el error. 5.4Moral sociocultural (o moral relativa): Esta tendencia filosófica, elaborada principalmente en el siglo XX, sostiene que el fundamento de lo bueno lo constituye el proceso de creación cultural que se da en todas las sociedades. Este proceso, al propio tiempo que crea arte, religión, ciencia, filosofía, etc., crea modelos de valoración que los miembros de una sociedad aprenden, internalizan y usan para decidir cuando algo es bueno y cuando no lo es. Esta tendencia no acepta ningún tipo de subjetivismo (hedonista o utilitarista) porque considera que los modelos de valoración no dependen de los individuos tomados aisladamente, ni de la naturaleza ni finalidades externas a las sociedades en su desarrollo histórico. Todo individuo nace en una sociedad y se educa dentro de ella aprendiendo e internalizando los modelos de valoración que son vigentes en su sociedad. Sin embargo, él, como ser que participa de la historia, puede contribuir luego a renovar los modelos de valoración de su sociedad. Esta tendencia sostiene que ésta es la manera más razonable de explicar por qué lo que es bueno en una sociedad no lo es en otra. Por ejemplo la poligamia es considerada moralmente mala en muchos países pero en otros como algunos pueblos árabes es considerada moralmente buena. Asimismo en la misma sociedad de una época a otra varían los modelos de valoración En el Perú colonial fue moralmente bueno ejecutar a los llamados herejes pero hoy día ya no lo es. Un representante de esta corriente es el filósofo contemporáneo Marcuse. La exposición de esta tendencia nos excusa de hacer algunas objeciones conocidas a las otras tesis, pues ella se funda en una crítica a los objetivismos y subjetivismos. Asimismo, aunque es también una posición discutible, concederemos, sin prolongar la exposición innecesariamente a este nivel, que ésta es la más admitida por los pensadores contemporáneos y la que más liga a la Axiología con las investigaciones de una ciencia social conocida como Antropología Cultural. 6. Condiciones morales: 6.1Conciencia moral: El término “conciencia” tiene dos significados: conocimiento o noción, sentimiento interior por el cual aprecia el hombre sus acciones; moralidad e integridad. El otro se refiere específicamente, al de conciencia moral. El primero es el que encontramos en expresiones como: “Arturo ha perdido la conciencia”; “Enrique no está consciente del peligro en el que se encuentra” o también, “Debemos estar conscientes de nuestros actos”. En todos los casos es tener el conocimiento o reconocimiento de algo, y el tener conciencia o ser consciente es comprender algo que ésta sucediendo. La conciencia no sólo registra o comprende lo que está ante ella de un modo efectivo, sino que también puede anticipar idealmente en forma de proyectos, fines o planes lo que va a suceder. Así pues, podemos decir: “Arturo no estaba consciente del peligro en que se encontraba” 9
El segundo significado, y es el que aquí estudiaremos, tiene que ver con la conciencia moral y que sólo puede existir con base en el primer sentido. Involucra por esa misma razón una comprensión de nuestros actos pero desde la perspectiva de la moral. Sin embargo, también implica una valoración y un enjuiciamiento de nuestra conducta conforme a normas que ella conoce y reconoce como obligatorias. El concepto de conciencia se halla vinculado estrechamente con el de obligatoriedad. No obstante, las normas obligatorias se mantienen siempre en un plano general, por lo tanto, no existe diferencia entre el modo de actuar en cada situación concretamente. La conciencia moral, apegándose al concepto de obligatoriedad, es la que decide si se asume la decisión de hacerlo o no. Adquiere el rango de una instancia ineludible, o de un juez, ante el cual tiene que exhibir sus títulos todo acto moral pues el ser humano no actúa, en rigor, como ser moral si se limita a acatar exterior y formalmente una norma; es decir, cuando su conciencia calla y no ratifica en su “fuero interno” las normas que rigen en la comunidad. Esta importancia de la conciencia moral es elevada a veces al plano de lo absoluto hasta hacer de ella una fuerza espiritual humana, incondicionada y puramente subjetiva. La conciencia sería un juez interno y supremo, independiente de las circunstancias objetivas y de las condiciones históricas y sociales. En su actividad se pondrían de manifiesto la libertad absoluta del hombre. No obstante, la libertad humana no es tan absoluta que excluya su condicionamiento. La conciencia puede ser libre sin que por ello deje estar determinada histórica y socialmente. El individuo no nace con conciencia ni ética se da al margen del desarrollo histórico o de la actividad cotidiana social, tampoco es una voz interna que no se halle influida por el exterior, mucho menos es una voz exterior como si fuera la nuestra o algo divino que nos inspire (al menos en la mayoría de los mortales) . La conciencia moral es autónoma, según Kant, en cuanto al hecho mismo, pero heterónoma en cuanto a que se somete a normas jurídicas. Sin embargo, para que tenga la calidad de moral tiene que ser interna y subjetiva. La conciencia moral cambia con los tiempos y los procesos históricos, así la conciencia moral de alguna persona de hace 50 o 60 años no es la misma que la de ahora; las tradiciones, las costumbres y la perspectiva religiosa cambian la conciencia moral. Este fenómeno se puede analizar en la novela Al filo del agua de Agustín Yañez, en donde presenta un reflejo de la conciencia moral de aquellos tiempos. Además hace un profundo análisis del estricto apego que había al concepto religión-moralcostumbre, donde cualquier desacato se consideraba una falta grave; es más, nadie que se jactara de ser “normal” transgredía las normas, aunque éstas no fueran jurídicas. La conciencia moral ha sido un tema estudiado en todas las culturas y no sólo abarca conceptos religiosos y morales, sino que a través de la literatura se ha proyectado al mundo entero. En el aspecto religioso de los aztecas o mexicas se tenía al “nahual”, que proviene de la palabra náhuatl nahualli, que significa “el animal en que se cree” y en el que se deposita parte de la vida de un hombre para que ambos sigan la misma suerte. Deriva del verbo nahua que quiere decir “andar asido de la mano”. Nahual se refiere hoy en día a un indio viejo y feo que se cree se transforma de noche en animal y sale a robar y a espantar a la gente. En realidad así también se les conocía a los indios persistentes en su antigua idolatría y que se escondían de las autoridades cristianas en tiempos de la Colonia para poder ejecutar sus ritos secretamente, alrededor de los cuales se creaba una especie de miedo o desconfianza. En Honduras se utiliza este término para denotar al animal que una persona tiene por compañero inseparable. En el libro de cuentos El Diosero del jalisciense Francisco Rojas González el primer cuento titulado “La Tona” cuenta la historia de una indígena que tiene problemas para dar a luz. Sus familiares, como última instancia, mandan llamar al médico del pueblo, que llega en una bicicleta. Al salir bien de tan terrible trance y como muestra de agradecimiento, le piden al profesional que sea el padrino del niño, quien llevará por nombre “Damián Bicicleta”. Le tienen que explicar al padrino que el nahual (tona) del 10
niño debía ser el primer animal que pasara por la choza antes, durante o inmediatamente después del parto, y en este caso fue la bicicleta del doctor. Del mismo modo, nos encontramos con el cuento “Pinocho”, el cual narra cómo a un muñeco de madera se le dio la oportunidad de vivir como un niño de carne y hueso, pero su Hada le impone un grillo que lo acompañará a todas partes para ayudar a que el aprendiz de niño no se meta en problemas. El catolicismo medieval impuso un personaje divino cuya misión era llevar de la mano al ser humano para evitar que cayera en el peligro del pecado. Este ser fue representado con la figura de ángel que camina junto a cada niño guiándolo por el camino del bien llamado “Ángel de la Guarda”. En la actualidad, el comportamiento sobre la base de la conciencia moral está más apegado a los conceptos sociales y jurídicos, a causa sobre todo de la pérdida de valores y al camino de ideas sobre lo religioso. Si algún adolescente lee novelas costumbristas en relación con la moral, lo más probable es las califique de anacrónicas y ridículas sin pensar que en su momento fueron la base de la convivencia social. 6.2 Normas morales: Una norma moral se considera sinónimo de ley. Sin embargo, debemos primero preguntarnos qué es la ley. Los tres principios básicos de ésta se hallan comprendidos en los siguientes procedimientos: 1. La autoridad oficial. 2. El orden basado en la regla. 3. El castigo físico como último recurso. Cuando existen estos tres procedimientos, tenemos, si no la ley propiamente dicha, sí el origen de ella, que, en una sociedad más compleja, evolucionará hacia algo semejante a como hoy la conocemos. Así pues, la ley es una norma social reconocida mantenida por la sanción de la fuerza de un agente que actúa con la autorización de la comunidad, aun cuando el ejecutor de la justicia pueda ser el propio demandante. ¿Cómo nació la ley? Al desarrollarse la agricultura, aumento la riqueza e hicieron su aparición la esclavitud y la guerra. El jefe se volvió importante y participó de una manera definida y destacada en la discusión de la culpa del ofensor y en la determinación de la acción que se había de tomar contra él. La finalidad aun en nuestros días sigue siendo evitar la propagación del desorden, pero el método no consiste en exponerse a recibir, sino en la persuasión pacífica. Aquí aparece el pacificador, que puede ser un anciano, en el cual todos tienen confianza, o quizás el jefe mismo. Pero el pacificador no tiene código ni reglas para guiarse y no podemos llamarle árbitro o juez. Su actuación debe ser una prolongación del procedimiento más antiguo del cabecilla, debe oír a ambas partes, lo que muchas veces exige muchas horas y hasta días, luego ha de esforzarse por llegar a alguna decisión que sea aceptada por las partes en disputa. Un factor poderoso es la exposición gradual de los hechos reales, que debe hacerse de tal modo que conduzca a una opinión digna de tomarse en consideración y que represente el anhelo general. A medida que la riqueza y la división de clases aumentan, los derechos de las familias y de los individuos se vuelven más específicos y concretos. Los delitos graves contra el orden, en particular el asesinato, son raros. En la mayoría de los casos de asesinato, la reclusión y condena del responsable 11
se paga como indemnización por la vida arrebatada y se proporciona la necesaria satisfacción a los acusantes. En cuanto a los delitos criminosos figura aún la hechicería, así como el quebrantamiento de las complicadas leyes matrimoniales; por ejemplo, el matrimonio con un primo paralelo, en lugar de un primo cruzado, acción que se considera incesto. En una pequeña comunidad la opinión pública desempeña una función de investigación de los hechos muy semejante a la de nuestros tribunales, puesto que todos los miembros que la conforman conocen las circunstancias del caso bastante bien, por ello rara vez se necesita recurrir a los métodos formales de la sentencia. El castigo no es importante y sólo en pocos casos, especialmente cuando el delincuente se ha convertido en un perjuicio general, será castigado por medios violentos a manos de un agente del jefe o de una o más personas que cuentan con el consentimiento del resto del grupo. La ley mantiene una relación constante de hechos. La palabra ley deriva del griego nomos que significa “mandato imperativo”. Se denomina también así a la relación permanente entre los fenómenos físicos naturales debido a que es forzosa. Una característica esencial de la ley es que se trata de un juicio que señala relaciones constantes entres comportamientos. Por lo tanto es obligatoria. Y esto se basa en el principio de causalidad que sostiene que a determinadas condiciones corresponden necesariamente determinadas consecuencias. La ley no admite excepciones; su carácter radica en que señala una necesidad. Se observa que la norma moral se dirige a seres capaces de cumplirla o violarla. Si no se piensa en su margen de libertad, entonces la norma moral es imposible. No se puede prohibir a un hombre hacer algo si antes no se le otorga la libertad, de tal manera que si se encierra a alguien para que no mate, no existe la necesidad de prohibírselo. La función de la ley consiste en explicar un hecho con base en la relación que éste guarda con otro. En cambio, las normas morales son prácticas, no tratan de explicar sino de provocar y de suscitar un comportamiento que se considere adecuado o valioso. Otra diferencia importante entre las normas morales y las leyes naturales radica en que estas últimas necesitan ser corroboradas por los hechos. Las leyes naturales, para ser tales, deben ser verificadas en la experiencia (a posteriori). En cambio la comprobación empírica no existe en el orden normativo (a priori). La validez de la norma moral es a priori, no se necesita observar. La ley natural la hemos entendido como ley científica (física, química o biológica) y es la que se utiliza para explicar los hechos o procesos naturales, que en ocasiones contradice a las leyes positivas,, que son aquellas en las cuales se encuentran especificadas las constituciones, códigos, reglamentos, etc. La ley natural es universal y absoluta, mientras que las leyes civiles son variadas y relativas pues dependen de la voluntad del hombre. 6.3Libertad y moral: Una de las grandes interrogantes para los individuos es saber hasta dónde se le permite buscar su bienestar si afectar el de los demás. Los hedonistas y eudemonistas consideran que los hombres se hallan dotados de una naturaleza universal e inmutable que les hace buscar el placer o la felicidad y es precisamente en estos bienes 12
donde hacen consistir lo bueno y lo malo. Los utilitaristas ponen lo bueno en relación con los intereses de los hombres y, al mismo tiempo, tratan de hallarlo en cierta relación entre lo particular y lo general. Con esto han incluido que lo bueno entraña la necesidad de superar los intereses limitados y egoístas del individuo y de tomar en cuenta los intereses de los demás(el mayor bien para el mayor número). Pero la relación entre el individuo y la comunidad subrayada por el utilitarismo no es el mismo ni para los diferentes estratos sociales en su contexto histórico. El comportamiento adecuado se tiene que buscar en los siguientes contextos: - Equilibrio entre el interés personal y el general. - Cómo debo actuar dentro del grupo en el que desarrollo para conseguir ese equilibrio. El equilibrio moral concreto positivo es aquel en el cual existe una adecuada relación de equilibrio entre el individuo y la sociedad. Si consideramos que lo bueno es la felicidad, ésta sólo debe entenderse como aquella que necesariamente debe incluir a los demás. La felicidad de unos individuos o de un grupo social que sólo puede alcanzarse sobre la base de la infelicidad de los demás, de su dolor, miseria, explotación y represión es absolutamente inmoral. Asimismo, si la lucha, el heroísmo y el sacrificio forman parte del comportamiento moral positivo, sólo lo será en la medida en que respondan a un interés común: la libertad de su pueblo. Estos conceptos se pueden encontrar en la historia de cualquier revolución cuyo objetivo es liberar a un pueblo de la opresión de una minoría, apoyados por el Estado. Los hombres que encabezan dichos movimientos se dividen en dos: quienes buscan con el triunfo de la causa el triunfo político también, es decir, ocupar el lugar del opresor para luego generar un sistema social y económico más justo (para las mayorías) y aquellos que sólo buscan revertir la situación, aun a costa de su propia vida. En resumen no ambicionan el poder, ni fortuna. Aunque la mayoría suele morir en el intento, los primeros son casi olvidados y solamente juzgados por la historia. En cambio, los segundos se convierten en mártires o héroes y se construyen leyendas en torno a sus hazañas y nunca pasan de moda. 6.4Responsabilidad del acto moral: Todos los seres humanos somos responsables de nuestros actos morales y, por lo tanto, sujetos de premio o castigo. Todo acto moral para ser tal supone: - Plena conciencia o conocimiento pleno del acto o acción a realizar. - Plena libertad del sujeto agente. Cuando falta alguno de estos elementos el acto moral puede perder o al menos disminuir su impunidad. La falta de conciencia o conocimiento se da por ejemplo en: - Los actos de un enfermo mental. - Los actos de un niño antes del uso de razón. - Los actos de un ebrio cuando ya está mareado (su culpa, es en todo caso, decidir tomar hasta embriagarse) - Los actos del que ignora sobre lo que hace. 13
La falta de libertad se da, por ejemplo, cuando: - Muchos jóvenes fueron obligados a pertenecer a Sendero Luminoso (porque tenían amenazados a sus padres) Fueron obligados a matar, pues el jefecillo los encañonaba y mataban o los mataban. - “Robar” en caso de extrema necesidad de hambre, vestido, etc.
PROCESO DE APRENDIZAJE En el Aula: Responde: ¿Qué diferencia la ética de la moral? ¿Qué características peculiares presenta una persona moral? ¿Son libres las siguientes personas y por qué?: un drogadicto, un soldado que cumple órdenes, un miembro de una secta religiosa, un diputado sometido a disciplina de voto por su partido político. Construcción del conocimiento: Desarrolla las siguientes actividades: Redacta un caso de problema ético y moral. Construye un diagrama de la estructura del acto moral. En un cuadro comparativo, establece la diferencia entre las concepciones éticas. Redacta ejemplos de las condiciones morales.
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