Título original: Introducing Cultural Studies Publicado en inglés, en 1999, por Icón Books Ltd., Cambridge, RU Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar
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ué son los estudios culturales? Los estudios culturales son un campo de estudio emocionante y «candente». Han llegado a causar furor entre los progresistas de todos los tipos, ya que la cultura como tema u objeto de estudio ha sustituido a fe-.- lo social como materia de •-' investigación general.
Los estudios culturales han hecho notar su presencia en la labor académica tanto en el campo de las artes, las humanidades y las ciencias sociales como en el de la ciencia y la tecnología. Parecen estar en todas partes, y da la impresión de que todo el mundo habla de ellos.
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1997 Ziauddin Sardar (texto) 1997 Borin van Loon (ilustraciones) 2005 de la traducción, Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar 2005 de todas las ediciones en castellano, Ediciones Raidos Ibérica, S.A., Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona http://www.paidos.com
ISBN: 84-493-1748-7 Depósito legal: B-20.774/2005 Impreso en Novagráfik, S.L Vivaldi, 5 - 08110 Monteada i Reixac (Barcelona) Impreso en España - Printed in Spain
Pero ¿qué son exactamente lo: estudios culturales? El término «estudios» sugiere un amplio campo de investigación —como sucede con los estudios empresariales o los estudios sobre administración de empresas-—. Por tanto, ¿son los estudios culturales simplemente el \_ estudio de la cultura? Sabemos qué son las empresariales. Y qué es la administración de empresas. Pero ¿la cultura? Bueno, eso es
Estos son otros intentos de definición de la cultura... La antropóloga estadounidense Margaret Mead (1901-1978) comportamiento de una sociedad
^&ué es la cultura? La ambigüedad del concepto de cultura es notable. Algunos antropólogos consideran que la cultura es un comportamiento social. Para otros, no es en absoluto un comportamiento, sino una abstracción del comportamiento. Para algunos, las hachas de piedra y la alfarería, el baile y la música, la moda y el estilo constituyen la cultura; mientras que para otros ningún objeto material puede ser cultura.
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Una de las definiciones más antiguas de cultura es la del antropólogo británico sir E. B. Tylor (1832-1917) en las primeras líneas de su libro, Primitivo Cultures (1871):
Raymond Williams (1921-1988), uno de los fundadores de los estudios culturales
La cultura incluye la organización de la producción, la estructura de la familia, la estructura de las instituciones que expresan o rigen las relaciones sociales y las formas características que utilizan los míem7roT9 -_„~u"jj£]¡jfljf^jjy^j¡j¡ ¿ „ ¡carse
es ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad.
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Clifford Geertz (n. 1926), catedrático de Ciencias Sociales de la Universidad de Princeton
|Dn ncuordo con estas definiciones, la cultura parece ser (prácticamente) loilu, y los ostudios culturales el estudio de (casi) todo!
Los estudios culturales toman prestado lo que necesitan de las disciplinas de las ciencias sociales y de todas las ramas de las humanidades y las artes. Se apropian de las teorías y metodologías de
es el tema de los estudios culturales? Como era de esperar, los estudios culturales no abarcan un área temática claramente definida. Su punto de partida es una noción muy amplia y general de la cultura, noción que se usa para describir y estudiar una vasta gama de prácticas. Esto hace que /Os diferentes de
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Aparte de la naturaleza ambigua de su área temática, los estudios culturales también carecen de principios, teorías o métodos
En los estudios culturales se puede utilizar prácticamente cualquier método, desde el análisis de textos, la etnografía y el psicoanálisis hasta las encuestas. 'ero sí que poseen una
Los estudios culturales
historia propia, una historia
toman todo lo que necesitan de
muy peculiar y distinta.
cualquier disciplina, y lo hacen suyo para satisfacer sus propios
Si los estudios culturales no poseen \ teorías ni metodología propias, ¿cómo operan entonces?
objetivos.
ciencias .[políticas.
1 Todo esto hace que resulte muy difícil, si no imposible, ponerse de acuerdo en cualquier definición básica de la naturaleza del extraño espécimen que son los estudios culturales. Los estudios culturales no son una sola cosa, son muchas cosas. Se sitúan a caballo entre el ámbito intelectual y el académico, y abarcan desde las antiguas disciplinas establecidas hasta los nuevos movimientos políticos, las prácticas intelectuales y los modos de investigación, como el marxismo, el poscolonialismo, el feminismo y el postestructuralismo.Van de una disciplina a otra,
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Características de los estudios culturales
de una metodología a otra, en función de sus propios intereses y motivaciones. Por esta razón, los estudios culturales no son una disciplina. De hecho, son un término colectivo para significar empeños intelectuales diversos y con frecuencia enfrentados que abordan numerosas cuestiones y que abarcan muchas posturas teoréticas y políticas distintas.
Por eso, los estudios culturales se describen a menudo como una «antidisciplina»: un modo de indagación que no acepta la camisa de fuerza de las disciplinas institucionalizadas.
El hecho de que los 1 . Los estudios culturales 2. Los estudios culturales estudios culturales sean se proponen examinar su no son simplemente el prácticamente imposibles materia en función de las estudio de la cultura como de definir no significa que prácticas culturales y de si ésta fuera una entidad cualquier cosa pueda su relación con el poder. independiente, separada formar parte de ellos ni Su objetivo constante es de su contexto social o tampoco que puedan ser exponer las relaciones de político. Su objetivo es cualquier cosa. Su historia poder y examinar el modo comprender la cultura en los ha dotado de ciertas toda la complejidad de /> en que estas relaciones características influyen y dan forma a las \ sus formas y analizar el •*£? discernibles que con contexto político y social f prácticas culturales. frecuencia pueden en el que se manifiesta. identificarse en relación ?gr con los objetivos de los ¡T^ estudios culturales. j.
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3. En los estudios culturales, la cultura realiza siempre dos funciones: es a un tiempo el objeto de estudio y el espacio en el que se ubican la crítica y la acción políticas. Los estudios culturales se proponen ser una empresa a un tiempo intelectual y pragmática.
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4. Los estudios culturales intentan exponer y
N conciliar la división del conocimiento, a fin de
superar la división entre las formas de conocimiento tácito (es decir, de conocimiento intuitivo basado en las culturas locales) y objetivo (supuestamente universal). Dan por sentada la existencia de una identidad y un interés comunes entre el conocedor y lo conocido, entre el observador y lo que está siendo observado.
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\ 5. Los estudios culturales
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están comprometidos con
una evaluación moral de la
sociedad moderna y con una//hearad/ca/de acción política. Su tradición es la de una disciplina comprometida con una reconstrucción social realizada por medio de la implicación política crítica. De este modo, los estudios culturales se proponen comprender y
cambiarlas estructuras de dominación en todas partes, pero sobre todo en las sociedades capitalistas industriales.
Jffil método de los estudios culturales: la semiótica Para comprender cuál es el método de los estudios culturales, necesitamos equiparnos con unos cuantos conceptos y principios clave. Un concepto fundamental de los estudios culturales es el de signo. Un signo posee tres características básicas.
«11 T la mayoría de las
personas reconocen en él un signo.
La teoría de los signos se desarrolló a partir de la obra del lingüista suizo Ferdínand de Saussure(1857-1913). Saussure afirmaba que el lenguaje es un fenómeno cultural, y que genera el significado de una forma especial. El lenguaje produce el significado mediante un sistema de relaciones, produciendo una red de similitudes y de diferencias.
Entendemos el signo «chica» como...
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La forma física del signo se conoce como significante...
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Los principios que rigen los sistemas lingüísticos también organizan otros tipos de sistemas de comunicación, como la escritura, las películas y la moda.
se refiere el signo, la asociación mental, se conoce como significado La forma en que vestimos, lo •> que comemos y el modo como nos relacionamos socialmente también comunican cosas sobre ^nosotros, y, por tanto, pueden ser estudiadas^ ^*" como signos. Esta teoría lingüística del signo causó impacto en las décadas de 1950 y 1960, y dio lugar a una revolución intelectual, el estructuralismo, que influyó en la antropología, el psicoanálisis, la crítica literaria, el marxismo y otras disciplinas, y aún es vital para su sucesora: el postestructuralismo.
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* fi~l a representación del otro
Dignos, códigos y textos Es frecuente que los signos estén organizados como códigos regidos por reglas explícitas e implícitas acordadas por los integrantes de una cultura o un grupo social. De este modo, un sistema de signos puede transmitir significados y mensajes codificados que pueden ser interpretados por quienes comprenden los códigos. Una estructura significativa compuesta por signos y códigos es un texto que puede ser interpretado en función de sus signos y de sus significados codificados.
Cuando se examinan las relaciones sociales y de poder se entienden las fuerzas históricas que dan forma al texto.
El proceso y los productos que dan a los signos su significado particular forman la representación. A través de la representación, los conceptos abstractos e ideológicos reciben una forma concreta. De este modo, la idea/signo «indio» recibe una forma ideológica específica que la asemeja al modo en que la literatura colonial ha representado a los «indios» —en las novelas de Rudyard Kipling (1865-1936) y de E. M. Forster (1879-1970), por ejemplo—, es decir, como cobardes, afeminados y no muy de fiar. La entidad representativa distinta del yo —es decir, distinta del género, del grupo social, de la clase, de la cultura o de la civilización propios— es el Otro. En términos generales, todas las culturas > y civilizaciones no occidentales son con sideradas como el Otro por Occidente.
f Dentro de la sociedad occidental, las (mujeres, los homosexuales y los inmigrantes frecuentemente se consideran el Otro.
sólo apreciarse plenamente si se observa en un contexto
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combinación de signos significados, se reconoce entorno
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La representación más común del Otro es la que lo presenta como el lado más oscuro, lo diametralmente opuesto a uno mismo: nosotros somos civilizados, ellos son bárbaros; los colonos son trabajadores, los nativos son perezosos; los heterosexuales son buenos y su conducta es moral, los homosexuales son inmorales y malvados.
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jgjl análisis del discurso
a decodificación de un restaurante indio
La noción de discurso une todos estos conceptos en una unidad clara. Un discurso consiste en grupos de ideas producidos cultural o socialmente que contienen textos (que contienen signos y códigos) y representaciones (que describen el poder en relación con los Otros). Como forma de pensamiento, es frecuente que un discurso represente una estructura de conocimiento y poder. Un análisis del discurso revela estas estructuras y ubica el discurso en unas relaciones históricas, culturales y sociales más amplias.
El restaurante Raj Balti, como vemos, está ubicado en una calle corriente de Londres. Las palabras «Take Away» nos dicen algo acerca de su categoría: un restaurante para la clase obrera en una zona de clase obrera. La palabra «Raj» en el nombre sugiere la existencia de un vínculo colonial con India (¡también podría ser el nombre del propietario!). La palabra «Balti» también tiene una significación. Pero ¿exactamente cuál? Para investigar lo que nos dice el texto, situemos Raj Balti en su contexto —en relación con otros restaurantes indios, con su historia y con su significación cultural en Gran Bretaña—. El restaurante indio empezó a hacerse notaren Gran Bretaña en la década de 1950, tras la llegada de inmigrantes procedentes del subcontinente indio.
conceptos a un ejemplo concreto: el restaurante
Entonces la comida india se asociaba con el curry, v el restaurante indio era el último de la lista de los sitios en que uno desearía comer. O
C ¿Qué signos y códigos contiene? ¿Qué significado culturalmente significativo comunica?
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Atendía a clientes, a clase obrera.
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Ahora bien, la propia palabra curry tiene su historia. Era un producto codiciado en la Edad Media. En 1605 el emperador Jahangir de la dinastía Mughal concedió un permiso a sirThomas Roe para establecer una compañía en India: era específicamente para exportar curríes y especias indias.
El propio restaurante indio era considerado y representado como una entidad monolítica. Toe/os los restaurantes que servían una comida característica del vasto continente indio eran «restaurantes indios». Sin embargo, la «comida india» incluye una gran diversidad de comidas muy distintas procedentes de India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka; platos del Punjab, de Mughal y del sur de India; «vegetarianos y no vegetarianos». Sin embargo, para los británicos, todo era curry. Hasta la década de 1970, «buscar un curry» tenía un significado especial. Era lo que hacían los jóvenes cuando cerraban los bares y buscaban algún sitio para vomitar su intoxicación.
Se trataba al restaurante indio como si fuera una colonia, una prolongación del «Raj».
Durante casi medio siglo, los restaurantes indios tuvieron que soportar un comportamiento de lo más grosero, incívico e ignorante por parte de sus clientes blancos.
Cuatrocientos años más tarde, después de que la colonización hubiera hecho su trabajo, y de que los indios, considerados nuestros «otros», hubieran sido representados de un modo concreto, la voz curry pasó a significar la forma inferior de comida barata, equivalente a las patatas fritas, a las que ha sustituido como comida popular en Gran Bretaña.
Tres pintas, seis bhajis con cebolla ¡y no des ningún argi-khajil venga.
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Pero los restaurantes indios también ofrecieron resistencia. Al principio, la resistencia se limitaba a explotar la ignorancia de los clientes blancos. Quieres curry, toma curry. se servía el mismo curry con etiquetas diferentes. ¡Así alguien que comiera rogan gosht, pollo másala o gambas al curry, comía exactamente lo mismo: lo único que variaba era la carne o el pescado.
La palabra balti nos da una pista de la segunda forma de resistencia.
El balti es un recipiente, un jarro o un cubo para llevar agua con la que lavarse o tomar un baño.
El balti desempeña un papel significativo en el modo en que los instaurantes indios han vendido la ••autenticidad». Cuando los clientes blancos empezaron a entender más y a darse cuenta de que curry era un lérmino genérico que describía una diversidad de comidas muy amplia, la comida india auténtica empezó a nsociarse con el tandoor. el horno en oí que supuestamente se cocinaba.
En la
1970 toda la comida india buena y auténtica se preparaba en un tiiuleor.
En el subcontinente, es frecuente utilizarlos para baldear los antiguos retretes de cuclillas.
El balti es claramente demasiado profundo, demasiado ancho, demasiado basto y demasiado impropio para la preparación de una cocina variada y sofisticada como la «india». Así pues, ¿cuál es la relación entre los restaurantes indios y el balti?
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El tandoor é\o paso a , el titk que causó furor en la década de 1980.
En la expresión «Raj Balti», la palabra balti significa que el restaurante es «auténtico» y está a la última.
En términos más generales, la voz balti esconde la sutil transformación que han experimentado y experimentan los restaurantes del subcontinente. La presentación del balti como algo «indio» que es auténtico y que representa la renovación de lo tradicional es una forma con la que los restaurantes del subcontinente consiguen tanto reubicarse en la sociedad británica como reivindicar su historia. Al poner etiquetas diferentes a una comida básicamente idéntica, los restaurantes indios rompieron con su imagen de clase obrera y adquirieron un marchamo elegante. El gran salto del balti no difiere demasiado del salto que logró dar el humilde orinal de la mano de Marcel Duchamp (1887-1968).
Ahora mi orinal se encuentra entre las obras maestras
de Europa.
Y hemos hecho que la cocina india sea una cocina de élite, así que el balti puede figurar hoy entre los utensilios más selectos de la civilización occidental.
Los nombres de los restaurantes son có digos que revelan la cambiante relación de poder que existe entre los restaurante; indios y la sociedad británica. En la déca da de 1960, los restaurantes indios tenían nombres como «Maharajah» o «Los i mos días del Raj». Estos nombres fueron concebidos para reavivar los buenos re cuerdos que evocaba el imperio recién per dido. Durante la siguiente fase, los nombres pasaron a ser «Taj Mahal» o «El fuerte rojo». Estos nombres evocaban las imá genes de la rica historia y tradición de I; civilización india, enmascarando las pretensiones británicas de posesión imperial pero sin dejar de reivindicar su propia historia. En la tercera etapa, los nombres se despojaron de sus vínculos coloniales. No sólo pusieron de manifiesto la llegada de nuevas etnias, sino también una cierta autoconfianza que invitaba a los indios a tomar comida india: «Lahore Karahi» y «Cervecería Bombay». En la fase más reciente, los restaurantes del subcontinente han vuelto a cambiar sus nombres, esta vez para indicar que se manifiestan tal como son y que exhiben la confianza de quien ha triunfado: «Cruce Jalabi», «Café Laziz» o «Especias del Soho». En muchos de estos restaurantes, la zona de la cocina forma parte de la experiencia que se vive en el comedor, lo que no sólo proporciona la seguridad de que la comida está recién hecha, sino que también recupera la relación directa y táctil entre la mano que cocina y la mano que come.
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Si pasarnos del análisis del discurso a la interpretación, podemos concluir lo siguiente: al llegar a su último estadio de legitimidad cultural, el restaurante «indio» ha realizado un auténtico milagro. Ha convertido en cosmopolitas a personas muy provincianas a las que antaño se sometía a controles sanitarios y las ha humanizado.
Con estos métodos, los estudios culturales han analizado todo tipo de culturas:
¡Existe más de una forma de colonizar una población!
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Pero muestra uno de los modos de realizar los análisis en los estudios culturales.
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Y todas las variedades de formas y prácticas culturales:
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'.1972, el Centro publicó el primer número de Working Papers iri Cultural Studies con el objetivo específico de «definir y ocupar un • espacio» y «situar los estudios culturales en..el mapa intelectual». Desde entonces, el trabajo realizado en el Centro ha adquirido una reputación mítica en el área.'
i padres fundadores Las obras de los padres fundadores surgieron de un contexto social e histórico concreto. ~i ' ' Todos nosotros ^ procedíamos de un entorno obrero y enseñábamos en Institutos de educación /
t.^ '-^^f^-• i*~--\f r? ':gf**¿mi% ;,Se considera que los trabajos de Richard Hoggart (n. 1918), Raymond Williams (1921 -1988), E. P.Thompson (1924-1993) y'.. 'Stuart Hall (n. 1932), autores todos ellos vinculados al • • CECC en distintas ocasiones, son los textos fundacionales de los estudios culturales.
Nos preocupaba, de modos distintos, la cuestión de la cultura en la clasista sociedad inglesa.
Cada uno de nosotros trató de comprender el papel y el efecto de la cultura en un momento crucial de la historia de ílaterra.
Acababa de terminar la Segunda Guerra Mundial, en Gran Bretaña las oportunidades educativas crecían y se fomentaba la educación para ndultos como uno de los medios para la reconstrucción de posguerra. Sin ombargo, la política clasista anterior a la guerra seguía siendo la norma en un entorno social que había cambiado y que se estaba transformando límpidamente. Además, la cultura popular estadounidense estaba invadiendo Gran Bretaña, daba forma a la conciencia pública y ponía de n'lieve el carácter clasista de la actividad cultural inglesa.
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Los intelectuales de la clase obrera como Hoggart y Williams entendieron que su tarea consistía en respaldar la cultura de la gente común frente al elitismo canónico («la alta cultura» ) de las clases media y alta. Ellos ensalzaron la «auténtica» cultura popular de la nueva clase obrera industrial.
el entusiasmo de la clase [ obrera por la cultura de masas V estadounidense resulta
interesa el modo en que la gente se a una cultura pasivamente
interesa lo que la gente hace con los productos culturales que encuentra en su V vida diaria. &u
Su centro de atención era el modo en que se practica y se elabora la cultura, es decir, el modo en que la práctica cultural lleva a los diferentes grupos y clases a luchar por el predominio cultural.
IS^ichard Hoggart Ilíchard Hoggart i inipezó su carrera académica como tutor on el área de educación para adultos en la Universidad de Hull. Cuando era profesor de literatura inglesa en la Universidad de lllrmingham, fundó el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos. Su libro The Uses of L/teracy(1957) proporcionó a los «Rtudios culturales su primera forma Intelectual identificable. Hoggart, que basaba tu trabajo en las ¡deas deF. R. Leavis(1895! ( >/H) sobre la crítica Illniaria, afirmaba que nn.i interpretación i" .i del arte podía invrLir «la calidad de vid,i percibida» poruña » lad. Sólo el arte poiii.i recrear la vida en lod.i MI densa i)niii|iiojidad y tlivriMdad.
salir del tejido de las experiencias cotidianas, que depende del tiempo.
La élite dominante expresaba su poder dando legitimidad y presencia a sus i' 'i mas y prácticas culturales —mediante la proyección de sus «esferas de valor»—. De este modo, la lucha cultural implicaba una guerra por la legitimidad y la posición cultural.
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a auténtica vida de la clase obrera Hoggart sostiene que la «auténtica» vida de la clase obrera constituye un todo interconectado con la cultura de la Gran Bretaña anterior a la guerra:
los bares y los clubes de obreros se fusionaban claramente con la estructura familiar, las pautas lingüísticas y las actividades de la comunidad, creando así una vida densa cuyos vínculos poseían una estructura
Hoggart compara esta visión nostálgica de la clase obrera urbana, frecuentemente descrita en términos personales, con la cultura de masas...
,aymond Williams Raymond Williams también comenzó su carrera académica como tutor de educación para adultos, e impartió clases en la Universidad de Oxford entre 1946 y 1960. Sus libros Culture and Society (1958) y The Long Revolution (1961) bebían de dos tradiciones pertenecientes al marxismo.
...importada de Estados Unidos: música pop, programas de televisión, cómics y novelas negras y rosas.
Eitas tradiciones son: li práctica de comprender la óultura como una serie de «presiones concretas de la nihosión de las comunidades irginicas, y la resistencia a las diversas formas de lerminismo.
El estudio de la cultura se convirtió así en el estudio de los modos e instrumentos con los que los medios de comunicación de masas y la cultura importada de Estados Unidos «colonizaban» a las clases obreras. 28
Si la tarea de los estudios culturales consistía en analizar los valores, su objetivo era juzgar los valores.
Para Williams, la cultura es una entidad global, un «estilo de vida completo, Mi.iiorial, intelectual y espiritual «.Traza la evolución de la cultura a través de las distintas condiciones históricas hacia una forma «perfecta». Williams ve el surgimiento de una «cultura humana general» en algunas sociedades en las que ln cultura es moldeada por los sistemas local.y temporal.
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Williams va más allá del análisis literario y filosófico en su esfuerzo por examinar el lenguaje en todas las formas en las que éste ha sido utilizado para dar significado a la experiencia vivida. No existe nada parecido a las masas, afirma Williams, sólo existen formas de ver a la gente como tal masa. Podemos tener tanto una cultura de masas buena como una mala. Pero la práctica i asignar valor —para definir qué es inherente y permanentemente bueno y qué es inherente y permanentemente malo— no es un ejercicio inocente.
- P. Thompson: el análisis de las clases E. P. Thompson era una persona consagrada a las campañas por la paz. Fue vicepresidente de la Campaña para el Desarme Nuclear (CDN) y también un historiador radical que cambió la percepción de la historia británica. En su influyente obra La formación de la clase obrera en Inglaterra (1978), intentó mostrar el surgimiento de la clase obrera inglesa en un período histórico concreto y recuperar de I8te modo la acción, las preocupaciones y la experiencia de la masa de población inglesa que había sido ignorada por la tradición dominante de la historia convencional.
ÍL El valor puede ser utilizado para respaldar y apuntalar las estructuras ideológicas existentes y también como expresión de desdén hacia los esfuerzos comunes que realiza la gente corriente. Williams afirma en The Long Revolution que la sociedad británica ha ¡do de revolución en revolución. Se ha visto impulsada por la industrialización, la democratización y la transformación cultural.
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Lo que me diferencia de los teóricos marxistas y los sociólogos es mi insistencia in que la clase es un fenómeno histórico que no puede comprenderse
La clase no es una cosa: es algo que se da (y que es posible demostrar que se ha dado) en las relaciones humanas.
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La cultura ha de entenderse tanto por medio de las experiencias y las aportaciones de los ganadores como por las de los perdedores. No podemos imponer luidos con los que ••sólo se recuerde a los que tuvieron éxito», mientras «se olvidan los callejones sin salida, las causas perdidas y a los perdedores mismos».
Acordar la historia Para comprender qué son las clases, argumenta Thompson, es esencial verlas «como una formación social y cultural que surge de procesos que sólo podemos estudiar en la medida en que se abren camino a lo largo de un considerable período histórico».
La cultura de la clase trabajadora no proviene de fuentes distintas a las de la «alta» cultura, \ pero crea zonas de implicación cultural, así como de asociación y de actividad creativa, totalmente nuevas y peculiares.
tensión y el significado de la cultura se hallan tan patentes entre los fracasados y las víctimas como entre los supuestos
, Thompson muestra la diferencia de significado que puede generar esa misma fuente de origen. Por ejemplo, la clásica alegoría de John Bunyan El progreso del peregrino (1678,1684) y el movimiento religioso metodista del siglo xvín están presentes en todos los estratos de la sociedad inglesa. El significado reside en los distintos modos en que permiten, por ejemplo, que un mecánico cobre conciencia de su posición respecto de una duquesa e inicie una actividad destinada a cambiar esa relación.
Los posibles desarrollos de los estudios culturales que se desprenden de la obra de Thompson son considerables. La cultura de masas popular no es una creación nueva de una sociedad de consumo —tiene una historia—. Además, la distinción que Thompson establece entre una cultura hecha para la clase trabajadora y una cultura hecha por la clase trabajadora es importante. En una época en que se buscan significados cuya duración es inferior a una década, el hecho de que Thompson haga hincapié en un cambio social plenamente significativo que se extienda «a lo largo de un período histórico considerablemente amplio» debería ayudarnos a distinguir lo significativo de lo trivial.
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Thompson estaba en desacuerdo con el filósofo francés Louis Althusser(1918-1990),que introdujo la moda del estructuralismo en el marxismo (véase la pág. 44). Su mordaz réplica al marxismo de Althusser, publicada con el título de Miseria de la teoría (1978), le convirtió en una figura ambigua para muchos de los que cultivan los estudios culturales.
La historia es una forma en cuyo interior luchamos, y en la que muchos han luchado antes que nosotros. V es que el pasado no es algo simplemente muerto, inerte, limitativo: también contiene signos y pruebas de recursos creativos que pueden sustentar el presente y anticipar nuestras
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Sin embargo, hay una sensatez razonada y sujeta a principios en todos sus compromisos y argumentos, por desabridos que sean. Sin duda su afirmación de que «las causas que se han perdido en Inglaterra podrían ganarse todavía en Asia o África» nos ofrece un punto de vista de una pluralidad y una franqueza sobre las que vale la pena profundizar.
Hluart Hall, sociólogo y crítico, es •i'H.-.is el más canonizado de los luiros fundadores. De hecho, como ' 'ñalado un crítico, los estudios • uiiiirales han seguido la inadecuada i' M'ioncia de buscar su unificación «mi irno a un pequeño número de ¡es muy problemáticos escritos por Stuart Hall. Nació en Jamaica i .i principios de la década de lUDO») en una familia conservadora iltt clase media. En 1951, Hall "i 'i i ivo una beca para estudiar en •utord, y el resto, como suele '•-.e, es historia (cultural).
En la década de 1950, Hall fue una destacada lumbrera de la Nueva Izquierda. Durante las décadas de 1960 y 1970, trabajó en el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos de Birmingham. En la década de 1980 empezó a trabajar en la Universidad Abierta y lideró el debate de los «Nuevos Tiempos» en Marxism Today.
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,üja cultura marca la diferencia
Jjja práctica intelectual Hall siempre ha estado implicado en el activismo y el trabajo teorético. Considera que los estudios culturales han de bregar tanto con las cuestiones teoréticas como con las políticas, manteniendo «una irresoluble, pero permanente, tensión» que permita «irritar y molestar a unas y perturbar a otras». Para Hall es importante que la tensión se mantenga.
Hall ha argumentado repetidamente que el intelectual debe mantenerse siempre en el filo del conocimiento y la teoría, sin perder el compromiso que le empuja a superar, en la transmisión de esas ideas, los «límites de la clase intelectual vida y la obra de Hall pueden comprenderse en estos términos, los que le llevan a tratar de conciliar las fuerzas en conflicto, a utilizarlas y a encauzarlas en un sentido creativo y político.
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Porque sin ella el trabajo intelectual puede ser posible, pero la práctica intelectual, esto es, la
Hall se describía a sí mismo como ii
coherente [...] no analizada con anterioridad, la de Karl Marx». En esta época, el Centro estudió el «marxismo estructural». A principios de la década de 1980, Hall escribió acerca de un «marxismo sin garantías». A finales de la década de 1980 y principios de la de 1990, el «elemento marxista» quedó «más o menos abandonado». Sin embargo, a pesar de su ambigua relación con el marxismo, Hall nunca ha aceptado que la lucha de clases lo explique y lo determine todo.
La sociedad u mueve por conflictos basados «n al sexo, la raza, la religión y las regiones, además de la 'lie. La cultura configura la irospción que la gente tiene tu identidad tanto como la economía.
Stuart Hall siempre ha insistido en que los estudios culturales pueden tener un impacto práctico en la realidad. Hall reta a los intelectuales y les pregunta: «¿Qué efecto real producen ustedes en el mundo?».
¡os estudios culturales británicos iii.uiie la época de su formación, la Nueva Izquierda influyó profundamente en i"-, estudios culturales británicos. De hecho, muchos historiadores consideran 1.1 lormación y el desarrollo de la Nueva Izquierda fue el elemento precursor de '•ludios culturales. La Nueva Izquierda surgió como una forma de respuesta británica a la invasión rusa de Hungría en 1956.
La respuesta a esta pregunta determina lo que los estudios culturales «pueden hacer o no, así como lo que nunca podrán hacer, pero también señala lo que deben hacer, aquello que sólo ellos tienen la privilegiada capacidad de hacer».
La brutal supresión por 'parte de Stalin del levantamiento popular en la nación húngara, perteneciente al «bloque soviético», se convirtió en un acontecimiento _ determinante para el con iropa occidental.
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Muchos de los que denunciaron la variante [nilalinista del marxismo pasaron i formar la Nueva Izquierda.
Frente a la urgencia que representa el hecho de que la gente muera en las calles, ¿qué objeto tienen los estudios culturales?
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¿Qué objeto tiene el estudio de Iti representaciones si no hty respuesta a la pregunta de qm podemos decirle a alguio tv que quiera saber si debe tomar u* YI medicamento para el sida y si dt £esa respuesta dependerá que mueti dos días después o unos cuantti meses antet'
Los estudiantes y los intelectuales de las antiguas colonias británicas, que llevaban una vida marginal y a los que nunca se permitía formar parte de las instituciones dominantes de la izquierda británica, desempeñaron un papel clave en la formación de la Nueva Izquierda.
kmpliar
Í23l internacionalismo de los estudios culturales
las perspectivas
De hecho, la Nueva Izquierda surgió en gran medida porque resultaba casi imposible que los intelectuales no británicos penetrasen en las instituciones británicas de izquierdas. Según Stuart Hall, éste es un punto crucial para la comprensión de la historia tanto de la Nueva Izquierda como de los estudios culturales británicos. Los intelectuales de las colonias no sólo desafiaban la «pureza británica» de la Nueva Izquierda, también subrayaban el papel desempeñado por las fuerzas «exteriores» que esos intelectuales
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Pero las preocupaciones de los intelectuales de las colonias no formaron parte de los estudios culturales británicos hasta la década de 1980. En los setenta, éstos se obsesionaron con el «estilo» y la conducta de los varones jóvenes de la clase obrera.
Los «estilos» de su ropas, sus peinados, su músic y sus rituales de baile discotequer se «interpretaron» y s «analizaron» como símbolos di resistencia
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f Esos elementos í «externos» no se habrían I dado en Gran Bretaña si no \ hubiera habido una larga \ historia de relaciones \^ coloniales.
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Fuimos a nuestra «patria» colonial pan estudiar, y de este mtl introdujimos voces | perspectivas del extetli en las posturas convencionales de la izquierda.
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Sin los intelectuales de las colonias, no habría existido la Nueva Izquierda británica, y quizá tampoco los estudios culturales. Desde su comienzo los estudio! culturales británicos no son simplemente británicos: son internacionales.
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La restringida perspectiva de los estudios culturales de ' Gran Bretaña no se amplió hasta la década de 1980, época en la que se incorporó i las mujeres y los negros a una sociedad dividida por el clasismo y el racismo.
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• la época Thatcher, mientras la privatización y las políticas de libre nii i se convertían en norma, las subculturas y los subgrupos de las i c - . y de las minorías se convirtieron en el centro de un análisis cultural que u de revelar el impacto de la «liberalización» sobre los elementos ni.Hos de la sociedad. De nuevo, el énfasis se puso en la «interpretación» M
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Los estudios culturales británicos poseen dos rasgos característicos. En primer lugar, se distinguen por la notable diversidad y originalidad de los temas que han estudiado. Aparte de los estudios sobre las subculturas juveniles y los programas de noticias de la televisión...
texos y de la capacidad profesional, así como la construcción social de
Los estudios culturales británicos se han centrado en las imágenes de la mujer, la masculinidad y la historia de
sexualidad.
Han analizado
cómo se presenta el pasado en los museos.
En segundo lugar: los estudios culturales británicos han tenido siempre una dimensión política. Han tratado de destacar el valor del trabajo intelectual políticamente comprometido. Se han propuesto dar poder a las personas, proporcionándoles el estímulo de unos recursos con los que entender la relación intrínseca entre la cultura y las diversas formas de poder y así desarrollar estrategias para la supervivencia.
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Jj^i estructuralismo de Althusser El filósofo francés Louis Althusser (1918-1990) introdujo el estructuralismo en el marxismo en un esfuerzo por convertirlo en «ciencia». Althusser concibe la sociedad como un todo estructurado que consta de planos relativamente autónomos —legal, político, cultural— cuyo modo
El estructuralismo tiene dos aspectos cruciales. En primer lujar, el reconocimiento de que las relaciones diferenciales son la clave para la comprensión de la cultura y la sociedad. En segundo lugar, y como consecuencia, la estructura no es ^ anterior a la realización de estas relaciones.
de articulación (o de «efectividad», como él dice) está determinado por la economía sólo «en última instancia». Lo que importa son las diferencias entre los planos y no el visible papel de «espejo» que desempeña cada uno de los elementos al expresar la identidad del todo.
Por tanto, para el marxismo científico, no hay «sociedad», sino únicamente modos de producción que evolucionan a lo largo de la historia y son siempre inherentes a los planos relativamente autónomos del todo estructurado.
i i La «ciencia» marxiste rechaza la idea de una «naturaleza humana» universal y se adhiere al «antihumanismo teorético». Esto elimina al individuo como actor con algún tipo de conciencia en la producción de las relaciones sociales. Los individuos no son anteriores a las condiciones sociales. Cada sujeto es un actor del sistema.
Althusser tomó ,'restado el término «jobredeterminado» de mi lioria para indicar del pía Mano económico, » (modo i„„ producción) no se expresa en la Ideología ni en la conciencia, «¡no que existe, en forma desplazada, en toda la formación social.
No hay uno sino muchos determinantes (sobredeterminación) —económico, político y cultural— que compiten y se contradicen unos a otros para crear una «sociedad».
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I En la década de 1970, el análisis de Althusser se integró en los estudios culturales británicos. Tres son las ideas clave. Los principales instrumentos ideológicos de la sociedad —derecho, religión, educación y familia— son tan importantes como las condiciones económicas. La cultura no es ni totalmente dependiente ni totalmente independiente de las condiciones y las relaciones económicas. La ideología, a diferencia de lo que han defendido los marxistas tradicionales, no elabora una «falsa conciencia».
La terminología de Althusser —«problemático», «sobredeterminado», etc.— destaca en la revista de estudios culturales del centro de Birmingham. Pero Althusser producía un sentimiento de incomodidad. Stuart Hall negaba que se inspirara en él. E. P. Thompson atacó terriblemente el antihumanismo de Althusser y su negación de la acción individual y afirmó que estas ideas resultaban repulsivas para un historiador militante de la clase obrera (en Miseria de la teoría, 1978).
La ideología nos proporciona un marco conceptual a través del cual interpretamos y damos sentido a nuestras condiciones materiales y de experiencia.
la ideología genera nuestra cultura, así como la conciencia de quiénes ' somos.
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atractivo Althusser
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¡Ja influencia de Antonio Gramsci
Tjn hegemonía
Antonio Gramsci (1891-1937), activista político, filósofo marxista y fundador del Partido Comunista Italiano, creía que la revolución bolchevique de Lenin en Rusia (1917) podría instaurarse en Italia. Pensaba que el movimiento del comité de empresa de Turín y el Piamonte podía trasladar la experiencia de los soviets rusos y dar poder a la clase trabajadora industrial para convertirla en una fuerza revolucionaria. En 1920, una huelga general se vio seguida por la ocupación de fábricas en todo el norte de Italia. De hecho, la iniciativa se saldó con una derrota cuando el gobierno sustituyó a los trabajadores en huelga por campesinos del sur.
.ir de su inmunidad como miembro electo del parlamento, Gramsci fue inlo por los fascistas en 1926 y pasó el resto de su vida en la cárcel.Tuvo i|Mcia de disfrutar de un «ocio forzoso» que le permitió reflexionar sobre la 1 1 socialista y sobre el papel crucial de la cultura en la sociedad. • mino clave en el pensamiento de Gramsci es el de hegemonía, algo decisivo • nnprender la historia y la estructura de cualquier sociedad. La hegemonía iuo mantiene unida a la sociedad sin necesidad de utilizar la fuerza. Esto i¡e consiguei icuando i superiores completan •u poder económico con la creación di un «liderazgo intelectual y moral»
i lograr este liderazgo, se alcanzan compromisos con las clases trabajadoras • NIKja a un acuerdo general. Gramsci consideraba que este proceso era la " ilel éxito de las democracias liberales de Gran Bretaña y Francia. Tanto el iino de negociación como el de acuerdo son esenciales para la comprensión ln hiKjemonía. Las ideas, los valores y las creencias no se imponen desde y tampoco se desarrollan de manera libre y accidental, sino que se por medio de una serie de encuentros y colisiones entre las clases.
sorprendió ver que los campesinos —que deberían haber simpatizado con nosotros— colaboraban en contra de los intereses de su
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conducir a un iqullibrio de compromisos» entre las clases que compiten entre sí. i En 1922, triunfó el fascismo, y yo, Benito Mussolini ¡1883-1945), me convertí en dictador!
l!ura es uno de los lugares clave en los que se desarrolla la lucha por la monía. Las cuestiones relacionadas con «el liderazgo moral e intelectual» mmlven en el ámbito de la cultura popular.
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EJos
intelectuales
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intelectuales también desempeñan un papel clave en las ideas de Gramsci. ' nación que comúnmente tenemos de los intelectuales es la de una pequeña éllln o grupo de hombres (siempre) muy inteligentes, moralmente rectos e Iftdipendientes que constituyen la conciencia de la humanidad (sic).
hombres son intelectuales, mnque no todos los hombres ejerzan en la sociedad la función de los intelectuales.
Gramsci prefería a los «intelectuales orgánicos», aquellos que se identificaban abiertamente con una clase oprimida, compartían sus intereses y trabajaban en su favor.
i.irgo de ios años, las ideas de Ofimsci han sido objeto de una i interpretación parcial y liria. Una serie de unientes, grupos e individuos <• "i .ilisorbido y manipulado sus '•'MILIS -los estudios culturales son irtlo un ejemplo—. En los estudios iles, la «teoría de la '•monía» no opera como Hwmsci la formuló originalmente >der y las relaciones de las clases para incluir temas ¡Estupendol Eso concuerda con mi idea de los
i largo de la historia de los estudios culturales, se ha utilizado a Gramsci para Oner las tendencias hegemónicas de una amplia variedad de posturas les, intelectuales y filosóficas.
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