a) La crisis del Antiguo Régimen 1.- El reinado de Carlos IV (1788-1808) • Primeros años del reinado de Carlos IV: la figura de Manuel Godoy o Convocatoria a Cortes en 1789 para jurar al heredero y abolir la Ley Sálica pero la Pragmática no se publica. o Influencia del estallido revolucionario francés: Floridablanca cierra frontera y conde de Aranda se marca neutral pero la reina y Godoy lo derrocan en 1792. o Tratados de San Ildefonso (1796 y 1800) involucran a España junto con Francia a la invasión de Gran Bretaña. Derrota en Portugal ( guerra de las Naranjas en 1801) Derrota de Trafalgar en 1805 • Los antecedentes de la guerra de la Independencia o Tratado de Fontainebleau de 1807 con Napoleón tomar Portugal frente a Gran Bretaña. Oposición a esta política por cortesanos y el Príncipe de Asturias: Conjura de El Escorial para derrocar a Godoy. Fernando VII es descubierto y denuncia a sus compañeros. o Godoy decide ante los acontecimientos enviar a la familia a Sevilla y el pueblo y nobles actúan: Motín de Aranjuez, provoca abdicación de Carlos IV y mientras también el príncipe abdica en Bayona el 5 Mayo de 1808.Pero antes, el 2 de Mayo se producía el levantamiento del pueblo español frente al francés. 2.- Guerra y Revolución: la Guerra de la Independencia (1808-1814) • Caracteres de la guerra: guerra de liberación nacional frente al extranjero y nuevas formas de lucha (guerrillas) y resistencia (sitios). Es la primera parte del proceso revolucionario contra el Antiguo Régimen. • Acontecimientos militares o Éxitos españoles en Bailén (19 Julio 1808) o Llega Napoleón a España en noviembre 1808 o Cambio de rumbo debido a: Ingleses desde Portugal con Wellington Napoleón marcha por la situación en Europa o Victoria española en Arapiles (22 Julio de 1812), Vitoria(21 Junio 1813) y San Marcial(31 agosto 1813) • Acontecimientos políticos o Mayo 1808 en España doble poder: Junta de Gobierno dejada por Fernando VII Orden napoleónico del estatuto de Bayona y reinado de José I.(1808-1813) Fenómeno del Juntismo como expresión de la soberanía nacional: • 13 Juntas Supremas que en septiembre se coordinan por una Junta Central presidida pro Floridablanca que la disuelve en 1810 y crea una Regencia que procede a convocar Cortes. 3.- Las Cortes de Cádiz (1810-1812) • La convocatoria de Cortes: realiza por la regencia serán los diputados en su mayoría eclesiásticos y clases medias: posturas: o Absolutistas o serviles: buscan la vuelta al trono del rey. o Liberales: ideas de soberanía nacional dar vida a una Constitución. o Jovellanistas: creen en la soberanía compartida del rey y cortes. Continuadores de la Ilustración. • La labor legislativa de las Cortes de Cádiz o Doble objetivo de las Cortes: Constituir nuevo régimen político a través de la Constitución de 1812 (19 de marzo) Promover la transformación de la sociedad: gran labor legislativa: • Abolición de señoríos jurisdiccionales • Abolición de la Inquisición (1813 y definitivamente en 1834) y de la tortura
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• Elimina las pruebas de limpieza de sangre • Libertad de prensa Caracteres de la Constitución: Origen popular La más extensa (384 art) Muy rígida: se puede modificar a los 8 años Principios básicos de la Constitución: Soberanía nacional, división de poderes, nuevo sistema de representación
4.-El reinado de Fernando VII, el Deseado(1814-1833) • La restauración del absolutismo(1814-1820) o Manifiesto de los Persas y apoyo del general Elío. o Real Decreto del 4 Mayo de 1814 declarando nulo lo realizado en Cádiz. o Persecución del liberalismo que ha de buscar su apoyo en los Pronunciamientos como los de Mina, Porlier y Lacy. • Trienio liberal y década ominosa o El Trienio Liberal (1820-1823) Pronunciamiento liberal de Riego en Cabezas de San Juan que también viene arropado por: • Caos hacendístico de la economía por la guerra y la emancipación de las colonias • Caos político porque los liberales y los absolutistas se escinden en: o Liberales moderados o doceañistas que buscan un pacto con la Corona para hacer reformas o Liberales exaltados o veinteañistas buscan soluciones radicales para acabar con el Antiguo Régimen. o Absolutistas Puros tras el Manifiesto de la Federación de Realistas Puros (1826) que entroncarán en la figura de Carlos Mª Isidro. Tras un gobierno de liberales moderados los absolutistas establecen la Regencia de Urgel y al subir al poder los liberales exaltados intervino el Congreso de Verona, la Santa Alianza envía a los 100.000 Hijos de San Luís restableciendo el poder absoluto de Fernando. o La Década Ominosa (1823-1833) Línea de moderación dentro del absolutismo con figuras como Cea Bermúdez o López Ballesteros. Grave problema: la sucesión o pleito entre el hermano del rey Carlos o su hija Isabel. Dos tendencias enfrentadas: absolutistas y liberales.1830 se publica la Pragmática Sanción. 5.-La independencia de América Española • Los antecedentes o Causas internas: pacto colonial en el que se mantiene fuera a los criollos que tras ver la derrota de Trafalgar en 1805 en España comienzan a organizarse. Desde 1808 el mismo vacío poder que en la península hará que se formen Juntas a partir de los Cabildos. o Causas externas: las ideas ilustradas y ejemplos de EEUU o Francia donde algunos líderes como Miranda habían participado directamente. Apoya inglés al independentismo. • Desarrollo de la independencia o Miedo a la revolución social: Rebelión de Tupac Amaru en 1780 en Perú) hará tomen la iniciativa los criollos. o Etapas: Primera 1810-1816: Hidalgo y Morelos en Méjico; Congreso de Tucumán en Argentina 1816. Segunda Etapa 1816-1820: San Martín gana en Chacabuco y Maipú asegura la independencia de Chile y Bolívar derrota en Boyacá 1819 Nueva Granada. Tercera Etapa 1820-1825: triunfo de Bolívar en Carabobo 1821 Venezuela independiente y fin del proceso con la victoria de Ayacucho donde Perú y Bolivia se independizan.
Conceptos a tener en cuenta
La revolución de los burgueses y la organización del Estado liberal nacional, (18081868). Entre 1808 y 1868 se desarrolla una transformación radical de la sociedad: pierden el poder político y económico los estamentos privilegiados del Antiguo Régimen feudal, y frente a ellos emergen y construyen un Estado liberal los sectores burgueses que preconizan formas de organización capitalistas y que implantan el régimen parlamentario. Se estructuran los nuevos intereses en un mercado nacional, con instituciones estatales en redes provinciales, creando un sistema educativo nacional y público, un poder judicial funcionarizado y un ejército nacional. Surgen, por su parte, conflictividades derivadas del protagonismo que adquieren las “masas populares” que reclaman voz y derechos. La libertad afecta también al ámbito cultural: nace la prensa, se independizan los creadores artísticos, y el romanticismo y el realismo crean géneros y nuevas propuestas culturales que sentarán las bases del brillo del fin del siglo... En definitiva, en estas seis décadas se revolucionan todos los aspectos de una sociedad que en 1868 se planteaba la democracia y la equiparación con las potencias capitalistas occidentales. Para comprender tales transformaciones hay que remontarse a la segunda mitad del s. XVIII, pero baste recordar que la espoleta saltó cuando los aristócratas absolutistas se opusieron a las reformas ilustradas y a las ambiciones de Godoy, lograron su caída, la abdicación de Carlos IV y la subida al trono de Fernando VII (marzo, 1808). Sin embargo, la llave del poder estaba en manos de Napoleón (tratado de Fontainebleau de 1807), la “hidra revolucionaria” para los aristócratas y para la iglesia. Un ejército de más de 100.000 franceses ocupaba la Península y por eso Fernando VII tenía que vérselas con Napoleón en Bayona, quien lograba su abdicación y pasar los derechos de la corona a su hermano, José Bonaparte. Esto desencadenó una guerra de independencia nacional y también hizo de la Península el terreno en que dirimir la primacía europea entre Gran Bretaña y Francia, con el imperio americano en el trasfondo. *El reinado de José I Bonaparte (1808-1813): comienza con la aprobación por 91 notables españoles del Estatuto de Bayona, expresión del liberalismo moderado expandido por los Bonaparte, que tendría un influjo decisivo bajo el reinado de Isabel II. De hecho, con José I gobernaron aquellos ilustrados o que, a despecho del mote de “afrancesados”, iniciaron la organización de la sociedad burguesa: la desamortización de los conventos, la abolición de los derechos feudales, también de la Inquisición, la supresión de las aduanas interiores, la división provincial del Estado... Coincidían, en gran parte, con las metas que los liberales partidarios de Fernando VII debatían en Cádiz. En ambos bandos, pues, estaba en marcha un mismo proyecto, más radical y democrático entre los gaditanos, y cuyo despliegue estaba obstaculizado por una guerra de altibajos, hasta que en 1813 lord Wellington, con tropas inglesas, españolas y portuguesas, expulsaba a los ejércitos de Napoleón y daba por finalizado el reinado de José I. *Las Cortes de Cádiz (1808-1814) y la independencia americana. El motín madrileño del 2 de mayo de 1808 contra las tropas francesas, y los fusilamientos del 3 de mayo pintados por Goya se han mitificado como inicio de la guerra de la independencia. Pero fue en zonas no ocupadas por franceses donde, ante el cambio dinástico, se constituyeron Juntas que, lideradas por los liberales, asumieron el poder, armaron al pueblo y, en concreto, las Juntas de Andalucía lograron una victoria inesperada en Bailén en julio de 1808. Pronto el ejército napoleónico recuperó casi toda la Península, a pesar del desembarco de tropas inglesas. La Junta Central, constituida por decisión de las Juntas provinciales, convocó en 1810, en respuesta a las reformas de José I y ante los sucesivos desastres militares, unas Cortes generales y extraordinarias que representasen a la nación. Cercados en Cádiz, los liberales fernandinos lograron excluir de las Cortes la representación de la aristocracia y de la iglesia, y en la primera sesión adoptaron principios revolucionarios: que la soberanía residía en la Nación, que a ésta la representaban los diputados, que los diputados eran inviolables, y que el poder legislativo, expresión de soberanía, residía, por tanto, en las Cortes. Era la partida de nacimiento de la nación española, nuevo sujeto de soberanía política, con lo que se derrumbaban los privilegios amasados en siglos de régimen feudal por la aristocracia, por la iglesia y por la propia corona. Las Cortes, compuestas por gentes cultas y con mentalidad burguesa (fueron líderes Arguelles, Muñoz Torrero, Calatrava y el conde de Toreno) legislaron todo un
nuevo edificio social, rompieron con el poder de los señoríos feudales, proclamaron las libertades de expresión y reunión, reorganizaron el clero regular, asumiendo la desamortización efectuada por José I, pensaron en la reforma agraria con reparto de los bienes comunales y baldíos entre soldados y pobres, suprimieron los gremios y la vinculación a los oficios, así como las pruebas de nobleza para ser oficiales, creando el ejército de la nación, pero sobre todo aprobaron un texto constitucional -en 1812- que establecía con detalle la organización de los poderes en el nuevo Estado representativo de la nación española. La libertad y la igualdad entraban en la historia, y se inauguraba el sufragio universal, en sistema indirecto para votar y con un sistema censitario (la necesidad de tener rentas) para ser elegido. Mientras tanto, las Cortes también impulsan la guerra, promueven la sublevación guerrillera (destacaron El Empecinado y Mina) y encomiendan la jefatura militar de todas las tropas a Wellington. En junio de 1813 derrotaban en Vitoria a las tropas napoleónicas. Pero simultáneamente, el vacío de soberanía también había desencadenado la sublevación de las colonias americanas. Aunque las Cortes de Cádiz habían acogido a los “españoles de ambos hemisferios” y hubo diputados por América, las ideas de libertad y el ejemplo de los Estados Unidos impulsaron a los sectores más dinámicos de las ciudades coloniales a tomar el poder en sus respectivas demarcaciones. Fue simultáneo en la práctica totalidad del extenso imperio: en 1810, desde México hasta Buenos Aires y Santiago de Chile, incluyendo Caracas y Bogotá, se constituyeron Juntas con capacidad soberana. Se desencadenó una guerra con desiguales escenarios, diferentes apoyos y estrategias contrapuestas entre los independentistas. El proceso de independencia dura casi tres lustros, hasta que en 1824 la corona española es derrotada y sólo se mantiene en Cuba y Puerto Rico. *El reinado de Fernando VII (1814-1833). El rey promovió un golpe de Estado absolutista, suprimió toda la obra de las Cortes de Cádiz y se dedicó a perseguir por igual a los liberales y a los colaboradores del rey José I. Aparecen el exilio y la persecución política. Los liberales no tuvieron más recurso que el “pronunciamiento” militar para restablecer la legalidad constitucional. Fracasan, sin embargo, sucesivamente Mina, el Empecinado, Porlier, Lacy, Vidal que, o se exilian, o son fusilados. Mientras tanto, el rey restablecía la Inquisición y los privilegios de los aristócratas y del clero, por más que la guerra de la independencia americana agravaba la quiebra del sistema de fiscalidad absolutista, incapaz de obtener recursos sin tocar privilegios. Presionado por Estados Unidos, el rey les vende las Floridas, los barcos comprados al zar ruso fueron una estafa, y el ejército preparado para embarcar en Cádiz hacia América debía estar licenciado, cuando de sus filas el coronel Riego se pronuncia (1 de enero de 1820) y logra la adhesión de las ciudades, organizadas de nuevo en Juntas para restablecer el régimen constitucional. Se inicia el Trienio liberal. Las Sociedades Patrióticas y la prensa expanden ideas de libertad por doquier. Las Cortes, elegidas por sufragio universal indirecto, repusieron la legislación gaditana de modo que la abolición de los señoríos, junto a la efectiva desamortización y cierre de conventos y la supresión de la mitad del diezmo desencadenaron la reacción absolutista. Frailes y parte de la jerarquía eclesiástica apoyaron partidas de campesinos desposeídos y promovieron conspiraciones apoyadas por el propio rey. Además, la ley de venta de realengos y baldíos para los campesinos sin tierras no se hizo efectiva, como tampoco el sistema fiscal proporcional previsto, pero sí que se impulsó la articulación del mercado nacional, sin aduanas interiores, y con un fuerte proteccionismo agrario. Se organizó la división provincial, tal y como se haría efectiva en 1833, porque en 1823 el experimento liberal quedó cercenado. Servía de ejemplo al resto de Europa, y por eso las potencias absolutistas -Francia, Austria y Rusia- encomendaron a un ejército francés el restablecimiento del poder absoluto del rey. Eso hicieron los Cien mil hijos de san Luis. Comenzaba así la década ominosa (1823-1833). El primer momento fue de terror. Se creó la policía política, se ahorcó a Riego, y otra vez el exilio para lo más selecto de la sociedad. Y de nuevo los pronunciamientos, saldados con el fracaso y ejecuciones (las de El Empecinado, Torrijos, Mariana Pineda). Las camarillas absolutistas no sabían encauzar las necesidades del Estado, ahora sin los ingresos de las colonias, y el rey tuvo que recurrir a políticos ilustrados. Así, con medidas como la ley de minas, los aranceles proteccionistas para la industria, la promulgación del Código de comercio (1829), o la división provincial (1833), se abría la puerta al liberalismo. Además, desde 1830 se había
establecido en Francia una monarquía burguesa, y Fernando VII lograba, al fin, tener dos hijas. Sin embargo, Carlos, hermano del rey, no les reconocía derechos, por ser mujeres.