Escultura

Colegio Palmarés Visual Arts First Grade Secondary Miss González Farías

Cómo definir la escultura y qué apreciar en ella ¿Qué hacer para llegar a comprender toda la plasticidad y emotividad que puede llegar a transmitir una escultura? ¿Es posible llegar a comprender lo que el artista nos quiso transmitir al realizarla? La escultura es una forma de expresión artística que consiste en la manipulación de la materia con la intención de crear formas tridimensionales con significación estética autónoma. Toda pieza escultórica supone un volumen en el espacio, que hay que valorar tanto en sí mismo como en relación con el entorno. Como tal, define cierta (o eventualmente incierta) silueta, y genera una determinada masa, que puede sugerir tanto peso y solidez como, por el contrario, ingravidez y ligereza. La masa se afirma por medio de la superficie: ahí entran en juego los valores táctiles, aunque percibidos a través de la vista, lo blando, lo duro, lo terso, lo rugoso, así como el color. La apropiación del espacio que envuelve a la pieza puede venir predeterminada, como consecuencia, en unos casos, del bloque que se toma como punto de partida, o, en otros, del sometimiento a un determinado marco arquitectónico. En ese sentido, es muy importante el emplazamiento de la escultura, y por eso, en su contemplación, hay que tener siempre en cuenta la distancia, el punto o los puntos de vista posibles, la relación con otros elementos artísticos o naturales del lugar y, muy en especial, la luz. Cómo clasificar la escultura La escultura exenta, también llamada de bulto redondo, es aquella que admite un desplazamiento visual a su alrededor para ser contemplada. Por lo tanto, concentra en sí misma todos los valores simbólico-perceptivos. A veces está asociada a la arquitectura, con la que establece relaciones iconográficorepresentativas, ya que a través de la escultura se alude a las funciones o dedicación del edificio al que va unida, y ornamentales, ocupando ciertas superficies o, incluso, grandes espacios, que determinan el aspecto del edificio. El relieve es otra forma escultórica: existen altorrelieves, donde las figuras salen de un fondo plano, y bajorrelieves, en cuyo caso el grosor es inferior a la media figura, siempre sometidos a los mismos problemas de representación que, en cada época, han regido para otras artes plásticas, como la pintura.

GUIA DE TRABAJO APRECIACIÓN DE LA ESCULTURA. Eres un famoso conocedor de Arte, que escribirá un artículo sobre una escultura. Para inspirarte, lee el siguiente artículo.

Maderas en Vitacura: Lo crudo y lo bien cocido Domingo, 30 de Agosto del 2009 Waldemar Sommer Un nutrido conjunto volumétrico logra imponerse al amplio y riesgoso recinto principal de Galería Patricia Ready. No es poco decir. Es que, además, amor a la madera, trato respetuoso de las cualidades intrínsecas de la naturaleza vegetal, traslucen con elocuencia estas esculturas recientes de Pilar Ovalle. Material, pues, primorosamente tratado -desde raíces y leños encontrados hasta ciprés de las Guaitecas-, sirve a la artista para decantar, a través de genuinas transfiguraciones, formas grandiosas y plenas de dinamismo. ESCULTURAS Desde raíces y leños encontrados hasta ciprés de las Guaitecas sirven a Pilar Ovalle para decantar, a través de genuinas transfiguraciones, formas dinámicas. Puede tratarse de trabajos abstractos que encarnan masas alargadas y finas, como trazos que vuelan en el espacio o que ascienden, ágiles, hacia la altura. Pero está también el realismo de una linda hoja arbórea, audazmente constituida por pequeños ciruelos enteros. Entre unas y otras, concurren elegantes metamorfosis de árboles: el muy evocativo de las manos, capaz de integrar paños blancos bordados; el con móvil follaje que, junto con otras dos obras, se plantan, soberanos, en el gran patio abierto de la galería. Otras esculturas de mucho atractivo integran desechos despedazados, construyendo una rosa de mil pétalos o cestas delicadas y con apariencia de apretado capullo. Sin embargo, particular majestad posee ese torbellino vigoroso de maderas halladas que, a través de su inquietante abertura natural nos hablan del Génesis. El menos entusiasmante grupo de acercamientos a cabezas humanas, por el contrario, se aleja de la esencia vegetal, mientras la pieza realizada con textiles, alambre y colores se pone fuera del norte general de la exhibición. La combinación de madera con metales -uniones de bronce, aluminio y cobre- conforman las esculturas de Verónica Astaburuaga , en Galería Artespacio. Tres de ellas resultan lo más convincente y genuino de la exhibición. Se trata de las más cercanas a la figura reconocible: "Pájaro en el puente", "Niño en la barca" y "Hombre y Niño". Las dos primeras integran con plena coherencia, y también como protagonista, al soporte de leño. Todas ellas, entretanto, dotan de condición gráfica a su sustancia metálica, aproximándose al encanto de una sutil historieta cómica. El resto de lo expuesto consigue apariencias ya de flor o planta, ya de tótem ancestral. Sin embargo, acá los materiales en juego no llegan a amansarse, a domeñarse. Así, todavía crudos, decantan en formas tiesas, pesadas, faltas de la flexibilidad dinámica indispensable y donde la mezcla de metales se traduce, a menudo, en un decorativismo sin gracia. El extremo de estas deficiencias parece resumirlo la escultura colocada frente a la galería, en plena calle. Tampoco falta cierta ausencia de inventiva visual en la obviedad formal de los dos "Picarón" y de "Dos lunas". Carolina Sartori La imaginería dispuesta como fragmentaciones comunica a los cuadros de Carolina Sartori -Galería A.M.S. Marlborough- un aspecto de verdaderas tapicerías. Su composición, que trae a lo lejos el eco fecundo de la picassiana "Guernica", integra rayados y manchados más o menos geométricos de pintura, gráfica de ilustraciones variadas -series con caracolas o vegetales, sobre todo con insectos- y de textos impresos. Al bien administrado cromatismo se suma la adecuación del formato. Este, no obstante, por un momento le hace traición: excede la armonía de la imagen en "Los sueños dan alas". Si queremos encontrar una síntesis de los mejores atributos de la expositora, tenemos el equilibrio compositivo, el fino contraste colórico de "Esencial". Completa el conjunto la atrayente y curiosa serie de mariposas de cerámica, en ocres y blanco, colocada como dentro de un rico insectario.

La obra que deberás criticar y apreciar es: Los Burgeses de Calais. Para lo cual se anexan información e imágenes. 'Los burgueses de Calais. Rodin. 1888' Historia: El puerto de Calais era un importante centro estratégico, por lo que el rey inglés Eduardo III quería conseguirlo. Al encontrarse con una resistencia fuerte, dejó sin abastecimiento a la ciudad que, lejos de amedrentarse, plantó cara a sus atacantes y les impuso las condiciones de que les dejarían entrar si los ciudadanos pudieran salir libremente. Sin embargo, ésto enfadó más a los ingleses que aceptó la oferta siempre que seis hombres notables se presentaban ante él con sogas y togas, con las llaves de la ciudad. Escultura: Rodin crea un grupo escultórico circular, invitando al espectador a integrarse con ellos. Cada uno tiene un rostro distinto, una posición determinada, que sería la representación de cómo se enfrentan a la muerte: cabizbajos, con la cabeza alta, con las manos tapando su rostro horrorizado. Harapos: Los seis burgueses fueron vestidos con harapos y preparados para ser colgados, pero el rey fue indulgente en el último momento gracias a los sollozos de su reina. Según la historia, tuvieron esa noche una gran cena y fueron salvados de su muerte. Llaves: Una gran llave de la ciudad es sujetada por uno de los burgueses, en una alusión a la rendición y sometimiento de la propia ciudad. Expresión: Rodin imprimió en sus esculturas su propia personalidad, ya que nunca se amedrentó hacia las críticas. Hizo una escultura cerca del impresionismo, muy naturalista y con una gran carga emotiva. Huía entonces del academicismo del momento. Eustache : El anciano es Eustache de Saint-Pierre, el primero de los burgueses que se presentó voluntario para el sacrificio. Era una persona muy notable y rica en la ciudad, por eso a Rodin se le encargó un monumento para conmemorar su hazaña y sus compañeros. Se trata de la persona que conduce al grupo y la que parece más entera. Jean d'Aire: Es el que lleva las llaves de la ciudad. Andrieu d'Anders: Horrorizado, representa la parte más desesperada del héroe. Pierre : Pierre de Wissant se vuelve hacia su hermano, Jacques. Jean : Jean de Fiennes representa la juventud. Peana: Es importante recalcar que Rodin pensó la escultura no para incluirla en un gran pedestal, sino en una ligera peana que casi estaba a la altura del espectador, que así participaba de la escena.