Este instrumento valora la capacidad de desarrollo de tareas que implican el manejo de utensilios habituales y actividades sociales del día a día, a través de 8 ítems: cuidar la casa, lavado de ropa, preparación de la comida, ir de compras, uso del teléfono, uso del transporte, manejo del dinero, responsable de los medicamentos. Se puntúa si el individuo realiza la tarea, no si declara que puede hacerla, desde la máxima dependencia (0 puntos) a la independencia total (8 puntos). Incluye un rango de actividades, más complejas que las que se necesitan para el auto cuidado personal, como las que permiten a la persona adaptarse a su entorno y mantener su independencia en la comunidad. Esta escala da mucha importancia a las tareas domésticas, por lo que en nuestro entorno los hombres suelen obtener menor puntuación. Una de las limitaciones de esta es que incluye actividades que no son realizadas por toda la población ya que hay que tener en cuenta el estrato social, el nivel de educación, la ocupación, si maneja algún medicamento de base entre otros. Adicionalmente hay que tener en cuenta que algunas de estas actividades se van perdiendo normalmente con la edad, lo cual tendría mucha variación en el resultado final. Otro limitante de esta escala es el método de calificación en el momento de responsabilidad respecto a la medicación ya que le da la misma puntuación a una persona que no es capaz de realizar la administración de su medicamento a si lo hace con la dosis preparada con anterioridad. También sucede cuando evalúa la capacidad de de usar el teléfono, tiene la misma puntuación la persona que utiliza el telefono por iniciativa propia a la que es capaz de contestar pero no de marcar. Lo mismo ocurre en la preparación de la comida donde califica de igual manera la preparación adecuada de las
comidas si le proporcionan los ingredientes, a la persona que necesita que le preparen y le sirvan la comida. Desde este punto de vista la escala de Lawton y brody califica la discapacidad funcional con factores sociales modificables que no pueden ser muy objetivos, limitando o privando a un paciente de realizar o incorporarse a la vida cotidiana. El índice de Barthel fue publicado en 1.965 por Mahoney y Barthel tras diez años de experiencia en su uso para valorar y monitorizar los progresos en la independencia en el auto cuidado de pacientes con patología neuromuscular y/o músculo esquelética, también permite evaluar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) en pacientes anciano Por otra parte, es la escala más utilizada internacionalmente para la valoración funcional de pacientes con patología cerebro vascular aguda y sus complicaciones como la demencia vascular. Es una escala heteroadministrada. El tiempo de cumplimentación es aproximadamente de 5 minutos, y la recogida de información es a través de observación directa y/o interrogatorio del paciente o, si su capacidad cognitiva no lo permite, de su cuidador o familiares. En este punto encontramos la primera limitación ya que si el paciente presenta problemas cognitivos. Los datos del interrogatorio pueden carecer de veracidad. Otras limitaciones de la escala son las derivadas de la metodología en la recogida de información, ámbito de utilización del instrumento y número de actividades evaluadas como, composición de estas actividades por diferentes elementos que pueden alterarse. Ha esta escala le faltaría la utilización de instrumentos que faciliten la observación y por ende la calificación.