Epilepsia, enfermedad que afecta a dos millones de personas en México En la mayoría de los casos se manifiesta durante la infancia y en los mayores de 60 años de edad. Este trastorno se debe principalmente a causas genéticas o hereditarias. Autor: Secretaría de Salud Fecha de publicación: 30 de agosto de 2016 Se calcula que en México hay dos millones de personas con epilepsia, en la mayoría de los casos el principal síntoma es la convulsión y se manifiesta con mayor frecuencia durante la infancia y en adultos mayores de 60 años, aseguró la doctora Iris Martínez Juárez, adscrita a la Clínica de Epilepsia del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. La especialista explicó que cualquier persona puede sufrir epilepsia sin importar su condición social o edad. Se trata, abundó, de una enfermedad caracterizada por crisis debido a descargas neuronales desordenadas y excesivas. Este trastorno, precisó, se debe principalmente a causas genéticas o hereditarias, pero también cuestiones secundarias como neurocisticercosis, daño perinatal, algún evento vascular cerebral, traumatismo craneoencefálico o por situaciones desconocidas. Martínez Juárez señaló que esta enfermedad tiene consecuencias de tipo neurológico, mental, psicológico y social, porque prevalece como un padecimiento en el que se estigmatiza y discrimina a quien lo padece. La especialista en neurología resaltó la importancia del diagnóstico, y el medicamento para cada caso es distinto, personal y no debe interrumpirse, a fin de evitar que aumenten las crisis epilépticas. También consideró fundamental aplicar el tratamiento de manera constante, debido a que la epilepsia no tiene cura a corto plazo, pero los ataques pueden ser controlados en intensidad y frecuencia. De lograrse este objetivo durante varios años, dijo, existe la probabilidad de aliviar la enfermedad. Martínez Juárez subrayó que todos los familiares del paciente deben saber acerca de este padecimiento para poder ayudarlo en caso de sufrir una crisis y medir el tiempo de su duración, momento en el cual el cuidador debe mantener la calma, voltear al paciente de lado y acompañarlo hasta que se recupere. El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía cuenta con una Clínica de Epilepsia, además en las 32 entidades del país hay 66 centros de atención a este padecimiento dentro del Programa Prioritario de Epilepsia del Sector Salud (PPE), creado desde 1984. https://www.gob.mx/salud/prensa/epilepsia-enfermedad-que-afecta-a-dos-millones-de-personasen-mexico-61670 Dolor: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4850048/ ¿Qué son las epilepsias?
Las epilepsias son trastornos neurológicos crónicos en los que agrupaciones de células nerviosas, o neuronas, en el cerebro ocasionalmente transmiten las señales en una forma anormal y causan ataques o crisis epilépticas. Las neuronas normalmente generan señales o impulsos eléctricos y químicos que actúan sobre otras neuronas, glándulas y músculos para producir acciones, pensamientos y sentimientos humanos. Durante una crisis, muchas neuronas emiten señales al mismo tiempo, hasta 500 veces por segundo, una tasa mucho más rápida de lo normal. Este aumento excesivo de actividad eléctrica simultánea causa movimientos, sensaciones, emociones y comportamientos involuntarios. Además, la alteración temporal de la actividad neuronal normal puede causar una pérdida de conocimiento. Las epilepsias ahora también se llaman trastornos del espectro epiléptico, debido a sus diferentes causas, diferentes tipos de crisis, su capacidad para variar en gravedad y en el impacto que causan de persona a persona, y la gama de afecciones con las que se presenta. Algunas personas pueden tener convulsiones[1] (inicio repentino de espasmos musculares generales y repetitivos) y perder el conocimiento. Otras pueden simplemente parar lo que están haciendo y mirar al espacio por un período corto sin darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Algunas personas rara vez tienen crisis mientras que otras pueden tener cientos de ellas en un día. Además, hay muchos tipos diferentes de epilepsia, que resultan de una variedad de causas. La reciente adopción del término “las epilepsias” (en plural) resalta la diversidad de tipos y causas. Por lo general, solamente cuando una persona ha tenido dos o más crisis no provocadas con 24 horas de diferencia es que se considera que tiene epilepsia. A diferencia, una crisis provocada es causada por un factor precipitante conocido, como una fiebre alta, infecciones del sistema nervioso, lesión cerebral traumática aguda o fluctuaciones en los niveles de electrolitos o de azúcar en la sangre. La mayoría de las personas con un diagnóstico de epilepsia tienen crisis que se pueden controlar con medicamentos y cirugía. Sin embargo, hasta un 30 a 40 por ciento de las personas con epilepsia continúan teniendo crisis debido a que los tratamientos disponibles no las controlan completamente (lo que se conoce como epilepsia intratable o resistente al medicamento o al tratamiento). Aun cuando muchas formas de epilepsia requieren tratamiento de por vida para controlar las crisis, en algunas personas éstas desaparecen con el tiempo. (Muy improbable) Al momento, hay más de 20 medicamentos diferentes y una variedad de tratamientos alimenticios y técnicas quirúrgicas (incluso, hay dos dispositivos) que podrían ofrecer un buen control de las crisis. Los dispositivos pueden modular la actividad del cerebro para disminuir la frecuencia de las crisis. Las técnicas avanzadas de neuroimágenes pueden identificar las anomalías cerebrales que causan las crisis epilépticas, lo que hace posible curarlas con neurocirugía ¿Qué causa las epilepsias? Son muchas las posibles causas de las epilepsias. Sin embargo, en la mitad de los casos, se desconoce la causa. En otros casos, los trastornos epilépticos están claramente vinculados a factores genéticos, anomalías del desarrollo cerebral, infección, lesión cerebral traumática, accidente cerebrovascular, tumores cerebrales u otros problemas identificables.
Las epilepsias se pueden presentar debido a una anomalía en el cableado del cerebro, un desequilibrio de las sustancias químicas que transmiten las señales nerviosas (en el que algunas células excitan o inhiben de sobre manera a otras células del cerebro que son las que envían los mensajes). Los intentos del cerebro por repararse a sí mismo después de una lesión en la cabeza, un accidente cerebrovascular u otro tipo de problema pueden generar inadvertidamente conexiones nerviosas anormales que pueden llevar a la epilepsia. Status epilepticus El status epilepticus (también conocido como estado epiléptico o estado de mal epiléptico) es un estado potencialmente mortal en la que una persona tiene una crisis anormalmente prolongada o no recupera totalmente el conocimiento entre una crisis y otra. El status epilepticus puede ser convulsivo (en el que se observan los signos externos de una convulsión) o no convulsivo (que no tiene signos externos y se diagnostica por un electroencefalograma, o EEG, anormal). El status epilepticus no convulsivo puede aparecer como un episodio sostenido de confusión, agitación, pérdida del conocimiento o incluso coma. Imágenes y monitoreo Un electroencefalograma (EEG) puede evaluar si hay alguna anomalía detectable en las ondas del cerebro y podría ayudar a determinar si los medicamentos anticonvulsivos serían beneficiosos. La prueba diagnóstica más común utilizada para la epilepsia lleva un registro de la actividad eléctrica del cerebro que se detecta mediante electrodos que se colocan en el cuero cabelludo. Se pueden tomar muestras de sangre para detectar trastornos metabólicos o genéticos que podrían estar asociados con las crisis. Preparado por: Office of Communications and Public Liaison, National Institute of Neurological Disorders and Stroke, National Institutes of Health, Bethesda, MD 20892"Las epilepsias y las crisis: Esperanza en la investigación", NINDS. Agosto 2015. Publicación de NIH 15-156s https://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/crisis_epilepticas.htm#las_epilepsias La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que afecta a personas de todas las edades. En todo el mundo, unos 50 millones de personas padecen epilepsia, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes. Cerca del 80% de los pacientes viven en países de ingresos bajos y medianos. Las personas con epilepsia responden al tratamiento en aproximadamente un 70% de los casos. Alrededor de tres cuartas partes de las personas que viven en países de ingresos bajos y medianos no reciben el tratamiento que necesitan. En muchos lugares del mundo, los pacientes y sus familias pueden ser víctimas de la estigmatización y la discriminación.
http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/epilepsy La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo y se caracteriza por convulsiones recurrentes. Estas convulsiones son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden afectar a una parte del cuerpo o a su totalidad y a veces se acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres. • En la actualidad, unos 50 millones de personas de todo el mundo padecen epilepsia. La proporción estimada de la población general con epilepsia activa (es decir, ataques continuos o necesidad de tratamiento) en algún momento dado oscila entre 4 y 10 por 1,000 personas. • Según estimaciones, se diagnostican anualmente unos 2.4 millones de casos de epilepsia. En los países de altos ingresos, los nuevos casos registrados cada año entre la población general oscilan entre 30 y 50 por 100,000 personas. En los países de ingresos bajos y medianos esa cifra puede ser hasta dos veces más alta. • Esto se debe probablemente al mayor riesgo de enfermedades endémicas tales como el paludismo o la neurocisticercosis; la mayor incidencia de traumatismos relacionados con accidentes de tránsito; traumatismos derivados del parto; variaciones en la infraestructura médica, la disponibilidad de programas de salud preventiva y la atención accesible. Casi el 80% de las personas epilépticas viven en países de ingresos bajos y medianos. • En México existen alrededor de 2 millones de personas con epilepsia. De acuerdo con la Secretaría de Salud, el 70% de las personas con esta enfermedad, pueden llevar una vida prácticamente normal si reciben el tratamiento adecuado http://salud.edomex.gob.mx/cevece/documentos/difusion/tripticos/2016/Semana_21_2016.pdf Los canales iónicos son un tipo de proteína transmembrana que permite el paso de iones específicos o agua a través de la membrana celular. Su estructura semeja un poro o canal relleno de agua con un sistema de compuertas. Su función permite la generación de potenciales de acción en células excitables, la manutención de la homeostasia interna de las células, el suministro de ingredientes o condiciones necesarias para funciones biológicas tales como la síntesis de hormonas, la producción de moco y otras.12 Así, los canales iónicos son proteínas que controlan el paso de iones a través de la membrana plasmática tales como Na+, K+, Ca2+ y Cl− y por lo tanto dependen del gradiente electroquímico de cada ion en particular. En el caso de células excitables como los miocitos y las neuronas el gradiente de los distintos iones establece el potencial de reposo de la membrana y la activación de determinados canales genera los potenciales de acción para la ejecución de la contracción muscular, la liberación de neurotransmisores y la regulación de la expresión genética, entre otras funciones. La actividad del sistema nervioso se refleja en una variedad de señales eléctricas y químicas que surgen en los órganos receptores, las células nerviosas y los órganos efectores, incluidos los músculos y las glándulas secretoras. los potenciales son generados por la difusión pasiva de iones como Na + , K + , Ca 2+ y Cl .A través de poros moleculares altamente selectivos en la membrana de la superficie celular llamados
canales iónicos. Se han identificado más de 100 genes que codifican subunidades de canales iónicos. Los canales iónicos desempeñan un papel en la excitación de la membrana tan importante como el papel de las enzimas en el metabolismo. La apertura y el cierre de canales específicos dan forma a los cambios de potencial de la membrana y dan lugar a mensajes eléctricos característicos. Neurociencia (II edición) Dale Purves, George J. Augustine, David Fitzpatrick, Lawrence. C. Katz, Anthony-Samuel LaMantia, James O. McNamara, S. Mark Williams, editores. Publicado por Sinauer Associates, Inc. (2001) textos en línea Basic Neurochemistry: Molecular, Cellular, and Medical Aspects (VI edición) por George J Siegel, Bernard W Agranoff, R. W Albers, Stephen K Fisher y Michael D Uhler publicado por Lippincott, Williams & Wilkins (1999): textos en línea
Canales de K+ tipo M y su relación con la canalopatía en la epileptogénesis Hugo Solís, Estela López-Hernández Vol. 16 | No. 4 octubre-diciembre 2011 | Recibido: 8 febrero 2011. Aceptado: 21 febrero 2011. Universidad Nacional Autónoma de México. Correspondencia: Hugo Solís. Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad Universitaria. Facultad de Medicina. Edificio B. 4º. Piso. Departamento de Anatomía. Laboratorio de Neurofisiología. 04510 México, D.F. E-mail:
[email protected] La IM es una corriente lenta de K+, activada por bajo voltaje, no se inactiva, puede ser inhibida por la acetilcolina (Ach) o agonistas colinérgicos que actúen sobre los receptores muscarínicos (mAchR), de ahí su nombre de corriente M19. Está regulada por numerosos ligandos a través de múltiples vías de señalización20-22. Se ha observado que la IM tiene un papel crítico en determinar el umbral de excitación de las neuronas, así como en la capacidad de respuesta a las entradas sinápticas debido a que se encuentra activa a valores muy cercanos al umbral del potencial de acción (PA). Una de las características más importantes de la IM es que se activa en el rango subumbral del PM y, al no inactivarse constituye uno de los mayores componentes de la conductancia de la membrana celular a voltajes cercanos al potencial de reposo. Neuronas de la corteza cerebral e hipocampo. Puesto que es la única corriente que se mantiene activa en el rango de iniciación de los PA, la IM actúa como freno sobre el disparo repetitivo de estos, por lo que es una pieza clave en regular la excitabilidad de gran número de neuronas. Por ejemplo, al despolarizarse la membrana celular, ya sea porque se generan PA o por un potencial posináptico excitatorio (PPSE), la activación lenta de los canales M genera una corriente saliente sostenida de K+ que compensa el efecto excitatorio, por lo que la IM ejerce una fuerte influencia estabilizadora sobre el PM
IM bloquea el disparo repetitivo del PA y contribuye de esta manera al fenómeno llamado adaptación a la frecuencia como se ilustra en la figura. Por el contrario la inhibición de la IM por receptores a neurotransmisores o fármacos específicos, despolariza y aumenta la resistencia de la membrana neuronal, lo que se traduce en aumento de la excitabilidad o probabilidad del disparo repetitivo. En la epileptogénesis, proceso de transformación del encéfalo a un estado duradero que se caracteriza por hiperactividad sincrónica e intermitente de grupos neuronales, que clínicamente se manifiesta por crisis convulsivas espontáneas y recurrentes Resultados de la investigacion: reducción en la frecuencia de convulsiones, la cual fue definida en algunos estudios como proporción de pacientes libres de convulsiones durante 12 meses o tres veces el intervalo más largo sin convulsiones y/o proporción de pacientes que presentan reducción del ≥50% en la frecuencia de las convulsiones durante el período de mantenimiento la clase más diversa de canales iónicos la constituyen los canales de K+ La primera canalopatía en humanos se identificó en 199110, en la actualidad se conocen alrededor de diez genes mutados sólo para los canales de potasio (K+ ), que se relacionan con diversas enfermedades neurológicas, entre ellas la epilepsia11. Lo anterior quizá se deba a que la clase más diversa de canales iónicos la constituyen los canales de K+12-14, la mayoría están expresados en el sistema nervioso central (SNC), están codificados por más de 70 genes11,15. Los canales de K+ son blanco de regulación de distintas hormonas, neurotransmisores y fármacos. En las células excitables, la despolarización celular activa estos canales, facilitando la salida de K+ de la célula, lo que conduce a la repolarización del potencial de membrana (PM). Además los canales de K+ juegan un papel importante en el mantenimiento del PM neuronal, en la frecuencia y patrón de disparo de la neurona y liberación de neurotransmisores.
a favor del uso de CBD en el síndrome de Dravet, resistente al tratamiento anticonvulsivo (Formulación: manufactura con garantía de calidad, 99% CBD/1%THC).
El sistema endocannabinoide (SEC) es un grupo de receptores cannabinoides endógenos localizados en el cerebro de los mamíferos y a través de los sistemas nerviosos central y periférico. Están constituidos por lípidos neuromoduladores y sus receptores. Conocido como el "propio sistema cannabinoide del cuerpo",1 el SEC está involucrado en una variedad de procesos fisiológicos, incluyendo el apetito, sensación al dolor, humor y mediando los efectos psicoactivos del cannabis. la activación de Gi/o y de Gs, las dos proteínas más acopladas a los receptores de cannabinoides, ha demostrado modular la actividad del canal de potasio.
http://oedcm.com/articulos/pacientes/Pacientes_Epilepsia.pdf
https://www.agenciasinc.es/Noticias/Como-funcionan-los-canales-de-potasio http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1665-11462017000500334&script=sci_arttext http://farma.facmed.unam.mx/wp/?p=209 http://www.unamglobal.unam.mx/?p=50566 http://www.ejournal.unam.mx/rfm/no48-5/RFM48508.pdf https://www.vice.com/es_latam/article/a3a3eg/a-un-ano-de-su-aprobacion-asi-se-consigue-cannabismedicinal-en-mexico http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-888X2016000100024 http://oedcm.com/articulos/pacientes/Pacientes_Epilepsia.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6200872/ esto es todo el trabajo En bioquímica se denomina metabolismo secundario a aquél conjunto de reacciones bioquímicas que se producen de forma paralela al metabolismo primario vertebrador de la biología celular. Los metabolitos secundarios son aquellos compuestos orgánicos sintetizados por el organismo que no tienen un rol directo en el crecimiento o reproducción del mismo sino que cumplen funciones complementarias a las vitales, tales como comunicación intra e interespecífica, defensa contra radiación, congelación, y ataque de depredadores, patógenos o parásitos. A estos compuestos se les denomina metabolitos secundarios.
Las proteínas G (Proteína fijadora de nucleótido de Guanina) son una familia de proteínas transductores de señales desde el receptor al que están acopladas hasta una o más proteínas efectoras y dependen del nucleótido guanosin trifosfato (GTP) para su activación.2 Los receptores acoplados a la proteína G (GPCR, del inglés: G protein-coupled receptors) comprenden las dianas de varias aminas biógenas, eicosanoides y otras moléculas que envían señales a células diana como lípidos, péptidos hormonales, opiáceos, aminoácidos (GABA) y muchos otros péptidos y ligandos proteínicos. Los efectores que son regulados por la proteína G comprenden enzimas como la adenilil ciclasa, fosfolipasa C, fosfodiesterasas y canales de iones de la membrana plasmática selectivos para Ca²+ y K+.
https://hempmeds.mx/que-es-el-sistema-endocannabinoide/
http://163.178.103.176/Tema1G/APortal/Tema1/Franklin2002/GATPs/aGATP8 /GATP8.html
Vista general de los patrones de transducción de señales. «Transmisión de señales» redirige aquí. Para otras acepciones, véase transmisión. La transducción de señal ocurre cuando una molécula de señalización de fluido extracelular activa un receptor de superficie de la célula. A su vez, este receptor altera moléculas intracelulares
creando una respuesta.1 Hay dos etapas en este proceso:
Una molécula de señalización activa un receptor específico en la membrana celular. Un segundo mensajero transmite la señal hacia la célula, provocando una respuesta fisiológica. En este caso, la transducción de la señal se realiza a través de unos receptores que constan de 7 hélices transmembrana acoplados a proteínas triméricas (subunidades α, β y γ) de unión a GTP (proteínas G), y constituyen la mayor familia de proteínas receptoras (1% del genoma humano en el calcio cinfonomerico adenino). Hay un gran número de ligandos que utilizan estos receptores, como las quimiokinas, vasopresina, serotonina, histamina, adrenalina, noradrenalina, calcitonina, glucagón y hormona paratiroidea, entre otros. Muchos farmacos comunes tienen como diana estos receptores. La unión del ligando provoca cambio de conformación y activación del receptor, que interacciona continuamente con tantas proteínas G como pueda durante todo el tiempo que tiene unido el ligando, haciendo que estas intercambien el GDP por GTP en la subunidad α, permitiendo así la disociación de la proteína en sus dos componentes activos: el complejo α-GTP y el complejo β-γ, ambos con actividad reguladora. En algunos casos, esta vía de señalización incluye AMPc como segundo mensajero y también al IP3 y al Ca2+.
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