Economía clásica, efectos del comercio internacional sobre los ingresos a los factores de producción David Vásquez T.
La teoría del comercio internacional ha sido tratada desde el mercantilismo hasta David Ricardo, con el aporte de varios autores a lo largo de la historia, en ellos incluido Adam Smith, se ha planteado una teoría contemporánea bastante sólida, que en último término culmina teniendo su principal argumento en Ricardo , con el pasar del tiempo como es obvio se añadieron más cuestiones a la idea de Ricardo hasta llegar a conformar una teoría en la que, caso extraño dentro de un campo de estudio como la economía y considerando sólo el mundo académico, prácticamente no hay desacuerdo. Dicha teoría en Smith es basada en una concepción lograda sobre la crítica al mercantilismo , o como él lo denominaba , sistema de política económica europeo; ya en David Ricardo parte desde el planteamiento en Smith , y señala que el comercio exterior puede influir en el aumento de la mercancía y, consecuentemente, cómo este aumento de la mercancía influye sobre la satisfacción general de la población , sobre el supuesto de que bajo el sistema de comercio perfectamente libre, cada país naturalmente dedica su capital y su trabajo a tales tareas que son más beneficiosas para cada uno. Todo lo anterior mencionado constituye de forma muy general una vista de la teoría clásica del comercio internacional; por otro lado, un enfoque interesante sobre dicha teoría reside en la observación de que nunca los escritos de dichos autores se han enfocado centralmente en mostrar los efectos del comercio exterior
sobre los ingresos de factores de producción; entonces, aunque el tema no sea central e incluso se podría decir que es implícito, se puede construir un argumento sobre tales efectos basados en el análisis de dichas teorías en lo que se puede llamar, " La concepción de los economistas clásicos”. Así pues, surge la siguiente pregunta ¿qué efectos tiene el comercio internacional sobre las ganancias, los salarios y la renta del suelo? Resolver dicha pregunta será el objetivo de este ensayo, meta que se logrará con la respectiva ampliación y definición de la teoría clásica del comercio internacional para después realizar un análisis y llegar a los efectos deseados.
Como es conocido, para hablar de comercio internacional se debe comenzar por la doctrina mercantilista sobre este tema, ya que de ahí parte Adam Smith para la creación de su propia teoría. Los llamados mercantilistas tenían una concepción sobre en comercio internacional basada principalmente en el superávit, ya que la acumulación de metales preciosos era lo que en realidad generaba expansión económica, por tanto, la prescripción mercantilista era entonces de ampliar a toda costa las exportaciones y frenar las importaciones, adoptando así una política netamente proteccionista, la cual generaría riqueza y poder en los países. Un efecto que se dio con la aplicación de estas políticas proteccionistas fue el alza inevitable de los precios, causada por el aumento de los metales preciosos en el país. La doctrina fisiocrática apoyaba los precios altos ya que, según estos, el primer efecto del aumento de los metales preciosos era el de aumentar la producción nacional; un país en el que aumenta la cantidad de dinero consecuentemente tendrá mas ingreso, lo que generará más empleo, y con ello más demanda, un aumento de la demanda consecuentemente aumentará los
precios. Así es como se defendían los precios altos en el mercantilismo, cosa que criticarán después varios economistas.
Teniendo ya una visión general de la doctrina mercantilista del comercio internacional, se puede hablar de la teoría del Adam Smith sobre dicho tema. “En el "sistema de política económica europeo", el comercio internacional se desarrollaba
a
la
sombra
de
los
conflictos
y
de
la
guerra.
Las
complementariedades entre países, las aperturas y el mantenimiento de mercados, así como el manejo del balance comercial marchaban sobre los rieles frecuentemente divergentes de los intereses particulares de cada nación. Lo que buscaba Adam Smith, desde el punto de vista teórico, y probablemente desde el punto de vista estratégico de Inglaterra, era hallar la "razón" objetiva que permitiera la evolución del comercio internacional a través de la conciliación de intereses y la asignación de actividades en el área internacional con la anuencia de todos, obtenida en forma pacífica” (Villanueva. J, “Desarrollo económico”, 1977). Smith plantea entonces que el comercio internacional permitía, a través de la expansión del mercado, una mayor división del trabajo, una mayor acumulación y un aumento en la productividad de los factores de la producción. Por otro lado, hace una distinción entre el potencial de los diferentes países, por lo que señala que cada nación debe especializarse en producir esas mercancías que podrían ser lo más eficientemente posible. Es entonces cuando nace la teoría de las ventajas absolutas de Smith, teoría que será el pilar principal de su concepción sobre el comercio internacional, dicha teoría señala que cada país se especializa en producir mercancías para las que tenga ventaja absoluta, medida ésta por el menor coste medio de la producción en términos de trabajo con respecto a los
demás países. De este modo, al seguir este principio todos los países saldrían ganando con el comercio y se lograría la misma eficiencia a nivel internacional.
En este punto resulta óptimo hablar ya de la teoría ricardiana del comercio internacional, ya que se puede decir que es esta una compilación de lo anterior desarrollado, sin embargo, Ricardo añade un concepto que será clave en cuanto al comercio. Adam Smith como ya se mencionó plantea ventajas absolutas, Ricardo añade el concepto de ventajas comparativas para completar así una teoría del comercio internacional que trascenderá a lo largo de la historia económica. Así pues, como Smith plantea teorías de renta, de comercio e incluso del valor en términos absolutos, Ricardo por otro lado siempre tuvo un enfoque en lo relativo, cosa que tampoco será diferente en el comercio internacional, ya que esta teoría nace del análisis del comercio exterior desde los costos relativos, es decir el coste de un bien medido en términos del otro bien, colocando al trabajo como el factor principal para medir estos costes entre países. Resulta entonces que las ventajas comparativas tratan de, aunque un país no tenga ventajas absolutas en la producción de ningún bien, es decir, que la producción de los bienes cueste mas que en todos los países, no tendrá que renunciar al comercio exterior, ya que, puede especializarse en producir los bienes que comparativamente con otros países, tenga una ventaja mayor.; en pocas palabras el país debe realizar y exportar el bien en donde invierta relativamente menos trabajo.
Ricardo señala que en el comercio internacional , y teniendo en cuenta los fundamentos anteriormente expuestos ,que: “ Si la introducción de artículos
extranjeros baratos me permite ahorrar 20% de mis gastos ordinarios , se obtendrá exactamente el mismo efecto que si la maquinaria hubiese reducido los gastos de su producción, pero las utilidades no habrían aumentado” (Principios de economía política y tributación); por otro lado ya que no solo los países que tengan ventajas absolutas pueden participar sin temor a incurrir en perdidas en el comercio exterior , y como el autor muestra: “ El comercio exterior… aumenta la cantidad y variedad de los objetos en que puede gastarse el ingreso ..” (Principios de economía política y tributación). Las anteriores consecuencias del comercio internacional , aunque parezcan distantes , son las relaciones del comercio con los pagos a los factores de producción; David Ricardo durante toda su obra demuestra que no existe otra razón para la disminución de las utilidades , que el aumento de los salarios, sin embargo en cuanto a comercio internacional , señala que la extensión de los mercados genera como ya se mencionó , un aumento en la masa de bienes , entonces si esta masa de bienes que entra al país , consiste en el tipo de bienes en los que se gastan los salarios , se producirá entonces un aumento de las utilidades debido a una previa baja de los salarios, de no ser así , y como menciona el autor , el comercio internacional no muestra ninguna tendencia a aumentar las utilidades del capital ni la tasa de salarios, demostrado esto también en el ejemplo anteriormente citado que mencionaba la no alteración de las utilidades , infiriendo que el bien citado no pertenece a los “bienes salario”. Por último, un efecto del comercio internacional que es mucho mas implícito en la teoría clásica, reside en la renta del suelo. Sin embargo, con fundamento en la teoría de la renta en David Ricardo, la cual muestra que la renta del suelo esta determinada por la tierra menos fértil, se podría entonces inferir que al expandir los mercados, crecerá la cantidad de bienes en el país , debido a la abundancia la población tenderá a
crecer , a fin de cuentas , para poder alimentar a esta creciente población , se tendrá que recurrir a tierras menos fértiles , por lo que seria apropiado decir que el efecto del comercio internacional en la renta del suelo , es el de aumentarla.
En conclusión, la teoría clásica del comercio internacional consiste en una critica a los mercantilistas, que da como fruto la teoría de Adam Smith, y su pilar principal, el de las ventajas absolutas, teoría que después Ricardo adopta y a la que añade las ventajas comparativas. En último término, la teoría “clásica” consiste en el argumento ricardiano, con el que se analizó y concluyó que el comercio internacional puede disminuir los salarios y con ello bajar las utilidades, o dejar inalterado tanto beneficios como salarios dependiendo del tipo de bienes que entren al país; y por último , que el efecto sobre la renta del suelo está implícito en la teoría de la renta relativa del suelo de Ricardo , y que a fin de cuentas su fruto en la renta , es el de aumentarla.
REFERENCIAS: - Elementos de la concepción del comercio internacional en Adam Smith, Javier Villanueva - UNA EXPOSICIÓN DE LOS FUNDAMENTOS DE LA MODERNA TEORÍA DEL COMERCIO INTERNACIONAL, Fernando Calzada
-Principios de economía política y tributación, David Ricardo