ENSAYO DE PENSAMIENTO PRE-FILOSÓFICO AL FILOSÓFICO (MÁGICO, MÍTICO Y LÓGICO)
El pensamiento pre-filosófico es el nombre que se le da por las características de como la inteligencia era de creencias mágicas, religiosas, míticos y lógicos. El ser humano del pasado y del presente siempre ha tratado de saber su propio origen, el desarrollo de las cosas, como se dio origen a la naturaleza entre otros conceptos que poco a poco se han ido desarrollando a través del tiempo y que en el presente se dan hipótesis sobre esto. Por otro lado el pensamiento pre-filosófico era algo mítico y que se ponía como base principal las leyendas y la magia, en el que se decía que los objetos, humanos y naturaleza habían aparecido tras algún hecho mágico o con acciones sobrenaturales y que ahora miramos como irreales. Esta se podría considerar como la forma que tenían que pensar del mundo de los pueblos primates y se caracterizaba por ideas y representaciones no avaladas por la comprobación científica. En este periodo pre-filosófico, el hombre no tenía la conciencia de la sistematicidad de los propios hechos ocurridos, fenómenos y un proceso de la propia realidad de la naturaleza. Como habrá sido el pensamiento pre-filosófico que ayudaría al pensamiento filosófico a través de lo mágico, mítico, y lógico para desarrollar a través de la actualidad.
El pensamiento pre-filosófico es el nombre que se le da a las creencias mágica-religiosas o a lo mítico-religiosa. Este pensamiento o inteligencia se caracterizaba por ideas y representaciones no avaladas por una comprobación científica que actualmente se ha ido desarrollado gracias a los propios conocimientos del propio hombre que cada día llega mucho más a desarrollarse a través del pensamiento. Dentro de las distintas actividades humanas, la constitución del pensamiento filosófico no ha ocurrido de una manera espontánea. Esto quiere decir, que su gestación se encuentra precedida por otro tipo de explicaciones dadas por el hombre en su afán de dar respuesta a diversos problemas, preocupaciones, interrogantes, intereses, etc., inherentes a su existencia. Estas soluciones normalmente han estado en correspondencia con las actitudes (mítico, mágico y lógico) que el hombre ha asumido frente al mundo, y su aceptación o validez ha estado apegada a las circunstancias propias de la realidad. El pensamiento pre-filosófico posee sus propias características, las cuales lo distinguen del pensamiento filosófico y científico. En tal sentido, es oportuno hablar separadamente de sus formas, ya sea mítica, mágico o lógico. PRIMERAS FORMAS DE APORPIACION DE LA REALIDAD Dentro de las primeras formas de apropiación de la realidad podemos mencionar el trabajo, ya que él es motor que impulsa al individuo a desarrollar su actitud, y por ende su pensamiento este se define entonces como: "todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus características o circunstancias; significa toda actividad humana que se puede o se debe reconocer como trabajo entre las múltiples actividades de las que el hombre es capaz y a las que está predispuesto por la naturaleza misma en virtud de su humanidad.
Hecho a imagen y semejanza de Dios en el mundo visible y puesto en él para que dominase la tierra, el hombre está por ello, desde el principio, llamado al trabajo. El trabajo es una de las características que distinguen al hombre del resto de las criaturas, cuya actividad, relacionada con el mantenimiento de la vida, no puede llamarse trabajo; solamente el hombre es capaz de trabajar, solamente él puede llevarlo a cabo, llenando a la vez con el trabajo su existencia sobre la tierra. De este modo el trabajo lleva en sí un signo particular del hombre y de la humanidad, el signo de la persona activa en medio de una comunidad de personas; este signo determina su característica interior y constituye en cierto sentido su misma naturaleza". A transcurso que se iba desarrollando la filosofía aparece el pensamiento filosófico que consiste en un conocimiento critico que ya no representaba a las supersticiones si no que a hechos que realmente que se dan. El conocimiento filosófico se basa en intentar responder a dos preguntas muy básicas, de dónde venimos realmente, y hacia dónde vamos, siendo las primeras preguntas que se formuló el hombre sobre la materia para luego extenderse a todo tipos de cuestiones dadas, transformándose así en un pensamiento universal que abarca todos los aspectos de la propia realidad, susceptibles de cuestionamiento. El pensamiento mágico consiste en una forma de pensar y razonar, basada en supuestos informales, erróneos o no justificados y, frecuentemente, sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta. Básicamente consiste en atribuir un efecto a un suceso determinado, sin existir una relación de causa-efecto comprobable entre ellos. Esto es, por ejemplo, lo que sucede con la superstición y diversas creencias populares. En un sentido más técnico se puede describir como una forma de razonamiento que consiste en utilizar también la lógica de las operaciones mentales sobre la realidad externa para explicar el
funcionamiento de esta última. De esa manera el pensamiento mágico proyecta las propiedades de la experiencia psicológica (finalidad o intención). También puede considerarse pensamiento mágico a la transferencia de conceptos derivados de la observación biológica a la forma en que opera la naturaleza inanimada. Por lo que derriba a una relación de lo mágico con lo lógico por las supersticiones que tiene una relación entre lo razonar y lo misterioso que derivan a supuestos mitos o leyendas para entretener así al conocimiento para desarrollarse. El pensamiento lógico consiste en que se desprende de las relaciones entre los objetos y procede de la propia elaboración del individuo. Surge a través de la coordinación de las relaciones que previamente ha creado entre los objetos. Es importante tener en cuenta que las diferencias y semejanzas entre los objetos sólo existen en la mente de aquel que puede crearlas. Por eso el conocimiento lógico no puede enseñarse de forma directa, es muy indispensable para solucionar los problemas cotidianos y para el avance de la ciencia, pues significa sacar conclusiones de las premisas, contenidas en ellas, pero no observables en forma directa. Por otra parte también es importante para el estudiante porque le permite poner orden en sus pensamientos, a expresar con claridad los mismos, a realizar interpretaciones o deducciones correctas, a descubrir falsedades y prejuicios, así como a asumir actitudes críticas ante determinadas situaciones. El pensamiento mítico se basa en creencias y fe. Y apelan al rito que rememora a una leyenda. Los mitos son protagonizados por seres como dioses o personajes sobrenaturales que tienen cualidades humanas y divinas. Fueron escritas en un lenguaje ordinario ya que la gente de la época era muy ignorante, lo cual explica él porque del mito. Se basan en un pensamiento animista, es decir que atribuyen cualidades humanas a objetos inanimados y, son asistemáticos, no se rigen por reglas. Además una cualidad a destacar de los mitos es que
no son objetivos, no se puede demostrar la existencia de los seres que los protagonizan pero tampoco negarla. En la antigüedad se creía en leyendas y mitos que eran creados para explicar los fenómenos a los que no encontraban explicación la lógica propia. La existencia de los mitos era básicamente por la ignorancia de la gente, los creaban para que la gente no se asustara de lo que acontecía a su alrededor. Pero aun en nuestros tiempos hay muchas cosas que no podemos explicar y muchos fenómenos que desconocemos, e ignoramos como han sucedido, y que los atribuimos a un poder sobrenatural, divino.
El pensamiento de lo pre-filosófico a aun conocimiento ya filosófico ha sido siempre una forma de entender, y en algunos casos de tratar de transformar la realidad a partir de la propia experiencia vital, del propio mundo y del propio tiempo. Ahora, esta exigencia es particularmente apremiante ante los problemas de la época que nos exigen no sólo filosofar ante los hechos de lo mágico, mítico o lógico sobre conocimiento ya hechas, sino ser más que exagerado y, más comprensible ante los hechos de los propios protagonistas de la aventura teórica de nuestro tiempo. Es fundamental filosofar sobre nuestro tiempo desde nuestra propia situación espacio-temporal. El desafío que se nos impone no es sólo pensar nuestra historia, sino, desde ella, pensar la historia de la humanidad. No sólo pensar nuestra cultura, sino pensar los riesgos que la cultura en general, y la nuestra en particular, está corriendo ante el empuje de una cultura tecnológica que, bien empleada, puede ser una fuerza maravillosa para potenciar las posibilidades del ser humano en cualquier parte que éste se encuentre. Debemos analizar lo que hemos llamado acumulaciones históricas. Hay hechos no resueltos en nuestra historia que se van acumulando.