"Año de la lucha contra la corrupción e impunidad"
ENSAYO ARGUMENTATIVO
CURSO: Comprensión y Producción de Textos
PROFESORA: Luz Aguilar Espejo
INTEGRANTES: Garcia Garcia Lesly fiorela Torrez Zelada Maria Andrea
TRUJILLO- PERÚ 2019
ENSAYO DEL CÁNCER DE CUELLO UTERINO El cáncer de cuello uterino después del cáncer de mama, es el más frecuente en la mujer. Es una alteración celular originada en el epitelio del cuello del útero y que se manifiesta inicialmente a través de lesiones precursoras de lenta y progresiva evolución, este posee diferentes estadios desde displasia leve, moderada hasta una severa. El PAP es un método eficiente, asequible y efectivo en la detección de cambios en la citología del cuello uterino, está ampliamente disponible y es utilizado rutinariamente en la mayoría de los centros de salud, este procedimiento es el principal método de detección precoz, el cual consiste en tomar células del cuello uterino para intentar comprobar la presencia de células cancerosas. El uso de la citología cérvico-vaginal ha logrado reducir la mortalidad por cáncer de cuello uterino en países desarrollados, no obstante, la falta de conocimiento asociado al procedimiento tales como: vergüenza, pudor y/o dolor han originado una línea importante de educación hacia las mujeres en torno a la metodología de la toma del PAP, pero ¿De qué manera Chile ha abordado la incidencia del cáncer de cuello uterino? El cáncer de cuello uterino es una enfermedad engañosa, no posee síntomas incipientemente, no obstante, Si una mujer sufre de sangramientos anormales, intensos y/o irregulares, pérdidas blancas denominadas leucorreas con estrías de sangre, fatiga, náuseas o pérdida de peso, debe consultar inmediatamente a un ginecólogo para descartar o diagnosticar oportunamente, son señales que probablemente pasen desapercibidas. Desde luego, se han efectuado diversos estudios estadísticos que muestran el alza inminente de personas afectadas con esta enfermedad, se estima que el cáncer de cuello uterino causa alrededor de 500.000 muertes al año en el mundo. En países en desarrollo, su incidencia llega hasta 40 por 100.000 mujeres. En el caso específico de Chile, se estima una incidencia de 30 por 100.000 mujeres; anualmente se diagnostican 1.500 casos y fallecen alrededor de 900, siendo la tasa de mortalidad de 9,6 por 100.000. Debido a estas alarmantes cifras, diversas organizaciones mundiales y locales del ámbito de la salud rebuscan un sistema que englobe la promoción y prevención de enfermedades, en todo país. El PAP se encuentra integrado al Programa Nacional de Pesquisa y Control del cáncer de cuello uterino a nivel del sistema público. En los últimos años desgraciadamente ha disminuido la tasa de adhesión al examen, es evidente que si no se toman medidas oportunas y preventivas, las defunciones debido a este mal aumentaran significativamente. Recientemente desde el año 2014 durante el gobierno de Michelle Bachelet, se incorporó la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano que se define como el principal agente causal de este cáncer, se administra la primera dosis en niñas de 4to y la segunda dosis en 5to básico de los establecimientos educacionales de todo el país.
La mayor cantidad de las mujeres que fallecen, lo hacen a una edad mediana, que denominaremos “en plena flor de la vida”, donde seguramente antes de que se presentará esta enfermedad y sus complicaciones vivían felices, educaban hijos, amaban a su pareja y familia, participaban holísticamente de El cáncer cuello uterino sigue siendo un problema de salud pública en nuestro país. El uso de la citología (exámenes) para la detección de lesiones precancerosas no ha tenido efecto e impacto que se espera en las tasas de incidencia y mortalidad, ya que aún se mantienen altas, debido a una despreocupación por la salud y la alta tasa de desinformación de la población, Lo que conlleva a una mayor cantidad de población enferma. El tratamiento o exámenes para detectar canceres u otras enfermedades asociadas a él son altamente eficaces y con esto las mujeres de un determinado rango de edad presentan una gran oportunidad para la prevención del cáncer de cuello uterino.