ENSAYO DEL LIBRO CÓMO NOS VENDEN LA MOTO – NOAM CHOMSKY E IGNACIO RAMONET
PRESENTADO POR: ARNOL CASTRO VARGAS
PRESENTADO A: AZUCENA ALONSO
UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS ECONOMÍA – GRUPO 7 COMPETENCIAS COMUNICATIVAS 2016
LA INFLUENCIA DE LA PUBLICIDAD EN LA COTIDIANIDAD.
La publicidad ha crecido de manera exponencial a tal magnitud que ha acaparado todos los medios de comunicación, y se ha establecido como una de las herramientas más importantes de marketing con las que cuentan las empresas para dar a conocer y promocionar sus productos, bienes y servicios. La publicidad se limita a ser un vehículo entre los grandes agentes económicos y el consumidor final, y tiene la particularidad de persuadir a las personas por medio de la transmisión de mensajes que directa o indirectamente influyen en el receptor implantando nuevas formas de pensamiento y comportamiento. Es imposible mantenerse al margen de la publicidad porque está presente en todas las actividades cotidianas. Así, con el simple hecho de salir a la calle, nos encontramos saturados de información por doquier en volantes, revistas, periódicos, carteles, vallas, medios de transporte, e incluso, sin necesidad de movernos de nuestro hogar, estamos a merced de su poder, ya que sin impedimento alguno llega tocando a nuestra puerta gracias a la radio, la televisión y de algo absolutamente indispensable hoy en día para todos: la internet. Esta proliferación de la publicidad se debe en gran medida a la facilidad que tiene para acceder al consumidor gracias a los medios de comunicación. Hoy en día es innegable la influencia que tiene la publicidad en el desarrollo de nuestras vidas sin distinciones de edad, sexo, color, religión, cultura, ideología política, nivel socioeconómico, etc., así que cabe preguntarnos ¿Cuál son los efectos nocivos que tiene la publicidad sobre la sociedad? La publicidad consiste en generar en el consumidor una necesidad incuestionable hacia el producto y que se sienta identificado con él. Además, busca sacar a flote nuestros más profundos deseos, de los cuales los publicistas se valen para comercializar no solamente el producto sino un estilo de vida. Así, por medio de un comercial no solamente nos venden un automóvil, sino que nos están vendiendo la aventura de nuestra vida a bordo del vehículo, al lado de una mujer despampanante y llegando a lugares paradisiacos en medio de una felicidad efímera. De manera que mientras no aceptemos nuestra realidad y tengamos deseos reprimidos son amplias las posibilidades que tiene la publicidad para vendernos falsos sueños. Conforme avanzan los años se observa como los anuncios publicitarios influyen en los hábitos de las personas más allá de generar consumo y se encargan de crear nuevos estilos de vida con sus respectivas necesidades; adicionalmente buscan moldear la sociedad bajo conceptos idealizados. Un claro ejemplo de lo anterior es la idealización de la belleza, de esta manera los anuncios que invaden el entorno muestran estereotipos de hombres y mujeres con cuerpos esculturales e irreales como sinónimo de éxito, aceptación, felicidad e incluso salud, imponiendo un concepto superfluo de belleza en el cual lo más importante y primordial es el aspecto
físico, de forma que se adoctrina a la sociedad para que cualquier desviación a la regla cause reproche y marginación. Pero no solamente hombres y mujeres sucumben ante los efectos de la publicidad. Los adolescentes junto con los niños son el público más susceptible al dominio de los anuncios publicitarios y de igual manera el que menos se cuestiona en sus efectos perjudiciales. Para los jóvenes tiene gran importancia la aceptación social y esto los hace verdaderamente vulnerables, ya que en su afán por no ser discriminados y definir su personalidad, actúan a merced de los arquetipos difundidos por las campañas publicitarias que los incitan a entrar en contacto de manera prematura con el tabaco, la drogadicción, el alcohol, el sexo, la pornografía, etc. La publicidad genera estrategias que incitan a los jóvenes a consumir tabaco y bebidas alcohólicas. Adicional a esta primera característica de consumo existe una segunda que consiste en generar recordación por medio de slogans que logran posicionar los productos y generan que los adolecentes tengan muy presentes las marcas de alcohol y cigarrillo, y obviamente recordar las marcas genera el consumo del producto, esto se debe a que no solamente se comercializa el cigarrillo y/o el licor, sino como ya mencionó un estilo de vida y un ambiente social. Finalmente el efecto nocivo de los anuncios publicitarios en los niños se genera por la falta de supervisión por parte de los padres, que permiten el uso deliberado de la televisión, dispositivos móviles y computadores por parte de los infantes. Debido a la ingenuidad de los niños se considera que son el público más indefenso ante la persuasión, por tal motivo debe existir supervisión constante de un adulto durante la utilización de estos dispositivos para evitar que accedan a contenidos no aptos para su edad. De igual manera, los niños al encontrarse en una etapa en la cual son receptivos a cualquier tipo de información pueden aprender cosas buenas o cosas inapropiadas relacionadas a aspectos alimenticios, raciales, sociales, culturales, sexuales, etc. En la mayoría de ocasiones los pequeños no logran diferenciar la información provechosa de la inútil, y por tanto, no lograr distinguir entre la ficción presentada en la televisión y la realidad, pudiéndose presentar trastornos en la conducta del menor e incluso desarrollando insensibilidad por la violencia. En conclusión se puede afirmar que generar consumo, establecer modelos de conducta y crear estilos superfluos de vida para moldear la sociedad son las razones de ser de la publicidad. No podemos evitarla porque está en todas partes, tan solo podemos aprender a defendernos de ella, y la mejor forma de hacerlo es analizar los anuncios publicitarios asumiendo una posición crítica, permitiendo decodificar el mensaje que quiere transmitir el anuncio publicitario para lograr evitar que influya en nuestro comportamiento, pues siempre empleará un canto seductor que en cierta manera prometerá ayudarnos a cumplir deseos y sueños reprimidos.