Univ. Veritas Arquitectura Oscar González C.
Ensayo # 1: Elementos Sagrados, Casa Útero y tumba, Lo Tectónico y lo estereotómico, y los conceptos de la luz.
A través de la historia, la arquitectura siempre ha sido considerada un método de expresión muy cercano al arte, ya que muchos edificios y construcciones pueden ser analizados desde el punto de vista de la función en unión perfecta con la estética, y es que la arquitectura a pesar de que este hecha con muros columnas concreto y demás elementos poco estéticos, pretende crear esos espacios en donde el ser humano se sienta cómodo, espacios habitables en donde pueda desarrollar cualquier tipo de actividad y recrearse a gusto. Con bien dice William Morris: “La arquitectura puede ser vista como el conjunto de modificaciones y alteraciones en la superficie terrestre con el objeto de satisfacer las necesidades humanas”. Es importante recordar como ha existido desde siempre, desde las épocas prehistóricas, las cavernas mostraban una habitabilidad parecida, con rasgos espaciales muy similares en donde el cobijo y la protección eran los principales objetivos. Así como el hombre, la arquitectura fue evolucionando pasando por la edad antigua, por los egipcios, los romanos, los persas, posteriormente en la edad media con los bizantinos, los visigodos y las construcciones góticas, luego las épocas modernas y así hasta nuestro tiempo en donde la mentalidad ecologista y de arquitectura verde dan un gran salto e impactan el mundo creando así edificaciones mas amigables con el ambiente. Aunque la historia de esta rama artística parezca muy corta, es por el contrario algo muy extenso, sus cambios, las reformas de pensamiento de una época a otra, las características de cada tiempo. Sin embargo, si nos ponemos a analizar hay elementos que nunca cambiaran ni dejaran de existir como piezas fundamentales de concepto y de construcción a la hora de emplear la arquitectura, por ejemplo: el uso de la luz, este amiga del espacio ha funcionado siempre a la perfección combinando la espacialidad con la iluminación de los ambientes, por ejemplo los lugares previos a la confesión que se pueden tornar ambientes oscuros con poca o nula luz en donde se de la
sensación de culpa y de impureza, y posterior a la salida grandes ventanales en donde la luz fluya libre y los espacios abiertos puedan jugar con la luz para crear nuevas sensaciones de pureza. Como varios ejemplos podemos citar la iglesia de luz de Tadao Ando o las funerarias con amplios tragaluces en Inglaterra. Todos estos juegos de luz pueden crear ambientes tensos de relajación y demás emociones. En este aspecto entran a jugar los conceptos de estereotómico y lo tectónico, y como estos se unen para crear estos ambientes. Lo estereotómico es aquella masa que trabaja a compresión formando un espacio de superposición de partes iguales esto es empleado para crear continuidad en la construcción de los ambientes, complementándose así con lo tectónico en donde las distintas partes que se conjugan, constituyen una sola unidad y como consecuencia un solo sentido. Todo esto nos puede ligar al juego de luz que también pueden presentar los elementos sagrados en la arquitectura, que como es sabido lo que busca es crear una conexión entre lo divino y lo terrenal, albergando espacios tranquilos, como bóvedas, con luces tenues, con proporciones sagradas que buscan sincronizar ritmos y vibraciones del universo con nuestros cuerpos mediante los espacios. De ahí que empezamos a pensar: ¿Que relación hay con nuestro medio, nuestro Dios y nosotros mismos? ¿Sera que estos espacios pueden ayudarnos a tener una mejor conexión con el ser divino? Estas interrogantes han prevalecido y prevalecerán siempre en las mentes de aquellos que han buscado recrear ambientes parecidos a tabernáculos, jardines edénicos, espacios fríos que semejen el purgatorio y muchos otros espacios a los que se les pueda dar una connotación religiosa como razón de existir. El arquitecto Guillermo Gras opina lo siguiente acerca del tema: “Tu casa, el lugar donde vives, tu entorno, están tan vivos como tu y permanentemente tienen mensajes para ofrecerte”. Acerca de esta opinión podemos ver como las opiniones de nuestro entorno pueden variar, creando relaciones profundas sobre la existencia, tal es el caso de aquellos que ejemplifican esto de la mejor manera con la analogía de casa, útero y tumba. Estos tres forjan una estrecha relación en la existencia de cualquier ser humano, el útero, refugio inmanchable sin ningún tipo de riesgo que no dependa de la madre, de ahí las expresiones de la extrema seguridad de los hombres como en el seno materno, dándolos a luz y albergándolos en un hogar terrenal estático que puede o no puede ser usado a voluntad del ser, he ahí la diferencia con los otros dos. La muerte, destino de todo ser viviente albergado en una casa no deseada pero retornando al seno de la madre tierra como única protección espiritual, siguiendo así al génesis que nos dice que polvo somos y en polvo nos
convertiremos formando un solo ser con la tierra que nos dio la vida, nos albergo durante ella y luego nos acogió en su final. También otras culturas crean analogía parecidas, dado el caso de la construcción de tumbas en forma de útero, con entradas pequeñas simulando una mujer en labor de parto, creando igualmente el significado del seno albergador de la madre tierra. Una vez mas comprobamos como la relación de partes separadas pero no tan aisladas puede crear un solo sentido de análisis en donde los diferentes aspectos nos hacen reflexionar de cosas que no pensamos a menudo , como la arquitectura, la luz, la sombra, lo religioso y nuestro medio, crean un equilibrio perfecto que nos hace pensar sobre nuestra existencia la relación perfectamente equilibrada con medio que nos alberga y nos rodea, como lo empleamos, como lo reformamos, como en dos palabras relacionamos la arquitectura.