Energías alternativas, propias y limpias para Chile. Ing. Pedro Serrano Rodríguez Académico Escuela Arquitectura UTFSM Presidente Fundación Terram Consultor Corporación El Canelo Fellow de Ashoka.
Chile vive en estas décadas una permanente crisis en la disponibilidad de las energías primarias que utiliza en su desarrollo. Nuestro país es profundamente dependiente de un petróleo que no tenemos y cuyo mercado no dominamos, de un carbón mineral que debemos importar en un 60% y un gas natural, fundamentalmente argentino, sobre el cual sobran hoy en día comentarios. En estos energéticos, asegurar suministros pagados no significa para nada independencia. Hoy en día disponemos localmente de energía hidráulica transformada en electricidad que alcanza al 8% nacional, y abundante leña con un 16 %.del consumo total nacional de energías. En resumen, Chile es dependiente energéticamente: 68,4% de nuestros insumos energéticos primarios básicos son importados, 33,4% son insumos nacionales. Con este panorama el país resulta inseguro energéticamente, geopolíticamente inestable, y económicamente frágil. Esto se llama, en el corto, mediano y largo plazo, un país con un desarrollo INSUSTENTABLE. Más aun el 92 % de los energéticos que Chile usa se queman, por lo tanto contaminan y mucho, del total de lo que quemamos el petróleo, el carbón mineral y el gas natural son no renovables, vale decir su quema es un pérdida neta de recursos, La hidroelectricidad es renovable y la leña podría serlo, si lográsemos plantar al mismo ritmo que la consumimos y más aun, si tecnificáramos su consumo. Sin embargo, el balance global de recursos es negativo para ese 92% del total que es quemado. CNE, Balance 2005: Petróleo 38,58%, Gas natural 27,37%. Carbón mineral 9,84%, Hidroelectricidad 7,9%, leña 16,07%, sobre un total de 286.040 teracalorías de energía consumidas el 2005.1 Ante este panorama tenemos la obligación histórica de levantar alternativas energéticas diversas, propias, limpias y de control nacional. Mientras más propia del país sea la energía, aumentará nuestra independencia global. Mientras más limpias sean las energías que usemos, seremos un país menos contaminado y nuestro aporte a la contaminación global será menor. Si las energías son propias y renovables, el valor de la fuente es gratuito, como ocurre hoy con nuestras aguas con potencial hidráulico. Por lo tanto, reduciremos los aproximadamente 3000 millones de dólares que gastamos aproximadamente al año en la cuenta nacional de energía. Chile es además un país lleno de estas alternativas energéticas y resulta difícil al bicentenario de la republica comprender como es que seguimos inmersos en la trampa del mercado mundial de no renovables, con el control sobre la mayor parte de estos recursos, notablemente estratégicos, bajo el dominio de consorcios privados internacionales.
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Calculado según Balance de la Comisión Nacional de Energías al 2005. www.cne.cl
Muchos chilenos y chilenas, estudiantes, ciudadanos y representantes políticos no saben, ni siquiera sospechan, de la enorme riqueza energética propia que tiene la patria. En estos 6 capítulos consecutivos, Geotermia, Solar, Eólica, Mini y micro hidráulica, Biomasa, y Oceánica, se hará una reseña de cada energético alternativo y su potencial como un grano de arena más para asumir culturalmente una conciencia energética sustentable nacional. Opción 1, La Geotermia: Como una de las cualidades más notables de su territorio, Chile se encuentra justo en el espacio de compresión que hace la Placa Oceánica de Nazca al sumergirse bajo la Placa Continental Sudamericana y lo mismo entre la placa Oceánica Antártica y la continental. En otras palabras las placas de Nazca y Antártica se mueven hacia Chile y se hunden y la continental empuja a Chile por encima de ellas hacia el océano. Debido a esto Chile deriva hacia el oeste, rozando con fuerza inimaginable el lomo de las placas. Con este roce y el empuje del continente, el territorio nacional tiembla constantemente, se cae al mar de a poco, se arruga y conforma la cordillera de los andes, liberando por ella bajo el suelo y sus volcanes, energía suficiente como para mover toda la actividad humana del planeta por muchos siglos. Esta claro que en un par de millones de años más estas enormes fuerzas van a desaparecer al Chile que conocemos, pero en los próximos miles de años, está también claro, debiéramos extraer una infinitésima parte de esta energía de modo inteligente para mover nuestro desarrollo, la Energía Geotérmica está desde hace miles de años bajo nuestro propios pies y es difícil encontrar otro país en el planeta mejor dotado de esta oferta alternativa. Las tecnología existentes van desde el uso directo de las aguas geotermales superficiales, hasta la perforación del suelo con adaptaciones de la tecnología que se usa hoy en las perforaciones petroleras y así llegar al manto caliente (1500 A 4500m) ya a 600 metros se encuentran mantos a 150º C) donde se puede inyectar agua que volverá convertida en vapor a alta presión y temperatura. Este vapor se usará para mover un ingenio igual a las actuales centrales termoeléctricas, la diferencia es que este vapor se hace gratis, no se quema nada, por lo que no contamina con gases ni partículas, y el calor es chileno. El agua condensada se vuelve a reinyectar y así durante años y años. El manto caliente, con todo el magma terrestre en movimiento de respaldo, no se enfriará con pinchazos tan pequeños. Hoy en día se han perfeccionado bombas de calor, obtención de calor de lechos de rocas calientes, salmueras presurizadas y accesos directos al magma. Para que el lector se entere, la geotermia es una base importante de la energía en Hawai (sobre el 30%), en la zona oeste de Estados Unidos ya están instalados 2.228 MW de capacidad eléctrica geotermal, un tercio de la demanda eléctrica de California. En costa Rica están las mayores instalaciones de América Latina (143 MW). O sea, la energía geotérmica tecnificada existe, es viable y hay tecnología competitiva funcionando en todas partes del mundo. Según estudios que dispone la CNE, existen cerca de 90 zonas geotermales con reconocimientos geológicos y sólo tres áreas exploradas a fondo, en el sur hay más de
200 áreas detectadas y hay concesiones de exploración hasta potenciales útiles de generación eléctrica de 3.350 MW. Esto sin considerar la posibilidad de perforaciones de alta tecnología en cualquier parte del territorio. En resumen, la geotermia va por buen camino, necesitamos más inversión y decisión política y por supuesto cierta libertad interna del lobby del petróleo, el gas, el megahidráulico y el carbón, que dominan nuestra generación eléctrica. La geotermia es un potencial nacional de primer orden, gran escala y debiera ser de prioridad nacional. Su oferta, de acuerdo a como evolucione la tecnología, es aun indefinidamente grande, es la energía alternativa renovable, limpia y poderosa que podría mover la república por mucho siglos más. Opción 2 Energía Eólica: Eolo es el dios de los vientos en la mitología de la Grecia antigua ( Αἴολος, en griego) Su casa estaba en Eolia, una isla donde con 12 hijos e hijas se dedicaba a controlar los vientos que tenía encadenados en una caverna, soltándolos a su antojo y control, ya que todos los vientos liberados podrían provocar “graves desastres en el cielo, la tierra y las aguas”. Esto último es notablemente cierto, los vientos son una de las energías más poderosas y extendidas sobre la faz de la Tierra. La Energía Eólica está aquí desde siempre y tan sólo hay que desarrollar los adminículos tecnológicos para interceptarla activamente para obtener trabajo útil de su empuje. Es en la troposfera, la parte cercana al suelo de la atmósfera, donde el aire es más denso y los vientos más energéticos, en la medida que se sube, el aire se hace menos denso y la potencia baja, pero no es despreciable; las corrientes de chorro de la estratosfera tienen hasta 300 km/hr. Desde la vela de navegación, el secado de nuestras ropas y todo tipo de productos, hasta los antiguos molinos de grano, la humanidad fue notablemente eólica por muchos siglos. La abundancia inicial de combustibles en los dos últimos siglos, la máquina de vapor y luego la de combustión interna, apagaron por todo un siglo el ímpetu de los vientos en nuestra memoria tecnológica A finales del siglo XX, el siglo del derroche energético amparado en la abundancia relativa de petróleo, la humanidad retornó a la idea de extraer energía el viento, esta vez con mayor tecnología, mejores materiales, mediciones satelitales y diseño asistido por computadores. Esto ha permitido desarrollar perfectas máquinas eólicas desde pequeño tamaño, casi de uso doméstico, hasta máquinas eólicas de 40 metros de pala, de fibra de carbono, paso variable y perfecta aerodinámica, que suelen conformar enormes parques eólicos capaces de producir energía eléctrica del orden de millones de watts de potencia. El desarrollo eólico de gran escala en las últimas dos décadas ha tenido un crecimiento impactante, convirtiéndose en la alternativa energética más avanzada, rentable y altamente viable en casi todo el planeta. Muchos países han optado por el desarrollo eólico como una decisión política del país y han incentivado durante más de 30 años el crecimiento de su parque eólico, mediante políticas de investigación, crédito, subsidio, precios especiales de nudo y facilidades de interconexión2. (cosas que Chile ha hecho jamás, hasta un tímido inicio en 2006). Incluso países como Alemania han tomado la sabia y democrática decisión de desmantelar todas sus insustentables centrales 2
España, Alemania, Dinamarca, Holanda, USA, entre otros
nucleares, e instalar en todo su territorio gigantescos rotores que atrapan la energía del viento, Alemania, el gigante eólico mundial, tiene una capacidad eólica instalada de ¡13.800 mega watts! 3. Trece Gigawatts de energía eléctrica…Estados Unidos y España superan los 6 Gigawatts, lo que indica que la energía eólica ya supera el rótulo de alternativo, para convertirse a firme en una energía primaria para el país. El incremento eólico en la última década ha sido virtualmente exponencial, la tecnología ha avanzado mucho, ha bajado de precio y es altamente competitiva. Hoy en día hay 37 Gigawatts instalados en el mundo y sólo en Europa hay 27,2 Gw. El objetivo energético de la Comunidad Económica Europea es llegar al 2010 con el 12% de su energía primaria obtenida con fuentes renovables como el viento. En Chile toda la energía hidroeléctrica es menos de 10% primario nacional (7,9 el 2005). En España la tarea es llegar al 30% de su energía con fuentes renovables limpias. El total de potencia termo e hidroeléctrica en Chile alcanza los 6.500 mega watts, comparado con los 13.800 Mw SÖLO EOLICOS de Alemania no da lugar a dudas sobre las posibilidades eólicas. En Chile hay mucho más potencial eólico que en Alemania, tenemos 5000 kilómetros lineales de costa, un sistema de vientos potentes y constantes, pero no ha habido decisión ni pensamiento político a largo plazo. En Chile existe un incipiente desarrollo eólico, no hay aun leyes o decisiones de estado que garanticen ventajas reales para su crecimiento. El que en Chile no haya un desarrollo eólico más avanzado es sólo un problema suscitado por trabas, falta de imaginación y políticas ciegas, supeditadas al mercado y al gigantesco lobby político que hacen aquellos que controlan el petróleo el gas y el carbón. Nuestros diputados y senadores es probable que no imaginen las posibilidades, los futuros y los beneficios reales que tendría un proyecto país en el tema. Ni Alemania ni España lograron esto un día para otro, empezaron hace casi treinta años y hoy cosechan los frutos eolicos de una energía limpia, segura y nacional. Recién el 2006 Chile inicia un pequeño y tímido programa eólico de prospección y proyectos.4 La energía eólica, seca nuestras ropas, ventila nuestras casas, mueve nuestras velas y podría sustentar, si no toda, buena parte de la demanda eléctrica de Chile en el futuro. La demanda subirá, pero los precios eólicos seguirán bajando y la tecnología mejorando, por el momento los impactos ambientales anotados son leves, están en el ruido que generan las aspas, la interrupción del paisaje y ciertos encuentros con las bandas de migración de pájaros. No hay emisiones de gases ni contribución al calentamiento global y la base energética, el fluido, es gratis. En lo teórico y en la búsqueda de datos, tenemos algo avanzado, por ejemplo está el buen estudio “Mejoría del conocimiento del recurso eólico en el Norte y Centro del país” realizado por el Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile y la CNE publicado el 2003. ¿Qué nos falta en Chile?, viento nos sobra, tecnología y capacidad hay, falta un proyecto de país energéticamente sustentable, gran deuda de la Concertación, que en este rubro se consume en las presiones económicas de los combustiblers y en el día a día de la energía. 3 4
Toda la generación instalada del sector eléctrico chileno tiene del orden de 6,5 Gw.
"Alto Baguales". Corresponde a un parque de tres aerogeneradores (660 kW c/u) con una capacidad conjunta de 2 MW nominal. Se encuentra conectado desde noviembre de 2001 al Sistema Eléctrico de Aysen
Energía eólica en el mundo: Datos globales e imágenes: (http://www.geocities.com/cescant/grandes.html) PAIS 1 ALEMANIA
MW
PAIS
MW
13.875
11 SUECIA
390
2 ESTADOS UNIDOS
6.336
12 GRECIA
354
3 ESPAÑA
6.212
13 CANADA
317
4 DINAMARCA
3.094
14 FRANCIA
231
5 INDIA
1.900
15 PORTUGAL
217
6 HOLANDA
910
16 AUSTRIA
267
7 ITALIA
800
17 AUSTRALIA
196
8 REINO UNIDO
648
18 IRLANDA
150
Opción 3 Energía Solar. La Energía del Sol es la fundamental responsable de la vida en la Tierra, el ciclo del carbono-oxigeno- dióxido de carbono, que alimenta todos nuestros procesos energéticos orgánicos se debe a la fotosíntesis en las plantas. Fotosíntesis solar en microalgas es el origen de todo el petróleo y el gas natural. Fotosíntesis solar en helechos gigantes y luego en árboles de los períodos carboníferos superior e inferior, fue lo que generó al carbón mineral, fotosíntesis solar es la leña y toda la biomasa, el movimiento convectivo de las grandes masas de aire es de origen solar también, quien evapora el agua y la sube a las alturas cordilleranas es también el sol. La mayor parte de los energéticos que la humanidad usa hoy en día, a excepción de la energía nuclear, son de alguna u otra forma energía solar almacenada. El uso directo de la energía solar que cotidianamente incide en nuestro planeta es lo que consideramos aquí como energético alternativo. La constante solar usual indica que sobre un metro cuadrado fuera de la atmósfera, en una superficie perpendicular a los rayos solares, incide una potencia media de 1353 watts. La atmósfera, el agua, las partículas, dispersan la radiación que llega en el suelo, pero es posible encontrar muchos lugares y momentos en Chile donde la radiación en el suelo llega a los 1000 watts por metro cuadrado. Lo que dice que incide (perpendicular al sol) un kilowatt/m2 de potencia y en una hora habrá caído un kilowatthora o la misma energía necesaria para encender 10 ampolletas de 100 watts durante una hora, el kilowatthora eléctrico domiciliario tiene un precio promedio al 2006 de 70 $. (70 pesos cada hora por metro cuadrado). No es difícil para el lector darse cuenta que sobre el techo de su casa caen fortunas en energía solar al año. Farrington Daniels, un científico inglés, calculó hace treinta años que la sola energía solar que incide en el desierto de Atacama en Chile, podría cubrir las necesidades energéticas de la humanidad en los próximos siglos, cálculo correcto, pero realidad inviable. Cálculo que sin embargo, dimensiona un increíble potencial energético en el sólo uso inteligente de la energía solar que gratuitamente nos toca. En que se usa de modo directo la energía solar: Iluminación natural de recintos, calentamiento, ventilación y enfriamiento pasivo de edificaciones, calentamiento de agua, secado de productos, cocinas y hornos solares, destiladores solares de agua, transformación fotovoltaica para obtener electricidad, producción de vapor para
electricidad térmica, pasterización de aguas, fusión de cerámicos y metales, en general todos los usos lumínicos y térmicos que les pedimos a las otras energías. Un uso tecnológico que ha alcanzado gran difusión es la transformación directa de luz solar en electricidad, mediante el efecto fotovoltaico, los fotones de luz desplazan electrones en una placa semiconductora sin desgastarla. Los paneles fotovoltaicos alimentan de energía a la estación espacial internacional, alimentan faros y boyas, antenas remotas, hieleras para mantención de vacunas, producción masiva de electricidad en mega centrales solares, carga de baterías, autos solares, alimentación eléctrica de relojes, calculadoras y computadores. La Energía solar es tal vez la oferta alternativa más conocida, estudiada y aplicada en el planeta, hay hoy en día millones de colectores para agua caliente, En Israel, India, España; Alemania, etc. y muchos mega watt de energía fotovoltaica. En Chile hay cientos de cocinas solares, secadores y calentadores funcionando. La solar es la energía que más ha chocado con el mercado abierto de los combustibles en Chile, los artefactos solares de uso doméstico pueden retirar del mercado energético a los clientes domiciliarios del gas, kerosén y electricidad y esa es una amenaza al sistema convencional. Existe también la noche, la lluvia, las nubes y la dificultad para almacenar, contra lo cual los combustibles conocidos pelean con ventaja si es que el usuario tiene dinero para pagarlos y guardar. Una cocina solar no se gasta y podría ser eterna como artefacto, por lo tanto para el mercado podría ser un mal negocio, más encima la energía solar es gratis y bastante democrática, por lo tanto en este caso ninguna transnacional domina el flujo energético (Sol), como se hace con el petróleo. La energía solar en pequeñas escalas ciudadanas autónomas es una oferta interesante para el país y sus habitantes, pero puede resultar en una mala inversión empresarial. Para las grandes empresas el negocio está en realizar mega captaciones de energía y vender el resultado como flujo energético de modo controlado. Para el ciudadano común es una oferta interesante que lo libera, aunque sea parcialmente, de los vaivenes del mercado. Chile es uno de los países del planeta más privilegiados en radiación solar, su uso inteligente representa una alternativa energética enorme para el país. La energía solar es netamente gratuita como flujo, es increíblemente limpia, no emite gases peligrosos, ruido o radiaciones nocivas, la tecnología es viable conocida y muy desarrollada, de costos accesibles y conocidos. ¿Que pasa entonces en Chile?, lo mismo que con todo el espacio energético alternativo: Falta decisión política, incentivos a la investigación e incentivos al uso. Vencer el miedo económico y político al gran poder del trust5 de los combustibles. Hay actualmente pequeñas e interesantes iniciativas y proyectos sociales de las ONG6. No hay una determinación país al respecto, no hay planes concretos a mediano o largo plazo. La oferta está allí abundante, limpia y generosa desde hace siglos y seguirá estando allí otros miles de años más. Cuestión de pensar en los intereses de los habitantes del país y la sustentabilidad del mismo.
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Trust: coalición de empresas www.proyectoriohurtado.cl www.ecomaipo.cl www.elcanelo.cl
Opción 4 Energía de los océanos. La energía oceánica es en realidad una suma de fenómenos físicos que ocurren en los océanos, fenómenos que involucran grandes cantidades de energía, la que es posible extraer con tecnologías más o menos sofisticadas. En el océano se conjugan enormes corrientes marinas a distintas profundidades, hay también gradientes de temperatura entre el fondo y la superficie que se pueden usar para bombear calor, existe el fenómeno de las mareas que agrega el componente gravitacional lunar. Sin embargo, las tecnologías más visibles desarrolladas hoy en día tienen relación con las olas, gradientes térmicos y las mareas. El ondular de las olas, básicamente por acción eólica, contiene una enorme cantidad de energía que se puede extraer mecánicamente con ingeniosos artilugios de balancín o de compresión de aire. Por ejemplo una tubería flexible que pueda controlar los flujos internos de agua, que se producen por la ondulación7, también hay juegos de pedal producidos por dos boyas que copian las subidas y bajadas de las olas8. Se han hecho interesantes pruebas para aprovechar el aire comprimido por las olas dentro de una caja estática anclada al fondo o en la costa9, y la más conocida de todas aprovechar hidráulicamente las diferencias de nivel de agua y corrientes provocada por la mareas En fin, todo un mundo abierto al ingenio humano, los gigawatts de energía estarán allí por varios siglos más. Los proyectos mayores se han hecho usando las diferencias de nivel que provocan las mareas cada 12 horas en los océanos del planeta, es mucha energía movida por diferencias gravitacionales entre la Tierra y la Luna. La mareas que ingresan a un fiordo pueden accionar turbinas generadoras eléctricas en la subida y, con un simple cambio de paso, generar electricidad cuando la marea baja. En Chile hay una buena cantidad de lugares (fiordos) donde las mareas se concentran en entradas de poco ancho donde es posible colocar las turbinas. Por ejemplo en el Seno de Reloncaví e incluso bajo el “no puente” del canal de Chacáo en Chiloé. Chile tiene 4270 km de largo, pero 55.000 km efectivos de costa siguiendo la línea de litoral, 95 % del cual corresponde sólo al área conocida como archipiélago chileno donde se producen los mejores efectos de mareas contenidas en fiordos. Difícil encontrar un país con más potencial oceánico. El Océano Pacífico es el océano más grande y profundo de la Tierra, tiene además frente a Chile grandes corrientes submarinas y enormes profundidades con gradientes de temperatura interesantes para el intercambio de calor. Todo esto es un ámbito energético aun desconocido sobre el cual el país ha prospectado poco o nada y que representa una interesante fuente energética alternativa para el futuro. El futuro está en el Pacífico, pero no sólo para la exportación, minería, cultivo y crianza submarinas si no que el futuro está en una reserva de energía renovable, limpia e intocada de tamaño insospechado. 7 8 9
WWW.ENERGY.CA.GOV / DEVELOPMENT / OCEANENERGY /
Opción 5 Energía de la biomasa. La biomasa tal como su nombre lo indica, corresponde a la energía que desarrolla o contienen toda la masa orgánica biológica del planeta Tierra, básicamente son reacciones de captura y emisión de carbono (como C, CO, CO2) y oxidación de hidrógeno (CxHx/ O2/H2O). Existe mucha biomasa en los animales y plantas continentales y en los vegetales y animales de las profundidades marinas. El concepto biomasa energética es en si amplio y tiene muchas variantes. Por ejemplo, el 20% de la energía primaria que se usa en Chile en un año normal, es leña, que es la forma de energía de biomasa más conocida y utilizada. Andar en bicicleta es también echar mano a la energía de nuestra propia biomasa, más conocida como tracción humana y animal, de la cual su punto más tecnificado es el conocido como “pedal power”, o las maravillas que se pueden hacer con un pedal altamente tecnificado. También son conocidos en todo el mundo los desarrollos que Brasil presenta en la obtención de alcohol combustible de la biomasa de caña o también la obtención de “Biodiesel” que no es otra cosa que el uso combustible en motores petroleros de aceites vegetales filtrados. Sin embargo, la técnicamente mas conocida “alternativa” de biomasa es el gas metano producido con la fermentación anaerobia de nuestros propios desechos orgánicos, ya sean domésticos, agrícolas o industriales. Los “Biodigestores” simulan técnicamente un sistema digestivo de un mamífero. La materia orgánica, se muele debidamente, se mezcla con agua, las bacterias anaerobias de los intestinos, a temperaturas controladas, la “digieren” produciendo interesantes cantidades de metano combustible (si, el mismo gas natural) y por otro lado entregan materia fermentada, lodos, lista para actuar como fertilizante. China y la India son actualmente los países con más biodigestores funcionando en el mundo, sobre todo en sus grandes extensiones agrícolas. Santiago de Chile, en su antiguo vertedero Lo Errázuriz, construyó el más grande biodigestor de nuestra historia y alimentó con “Gas de ciudad” Santiago por más de una década, el mismo gas que hoy día es argentino de yacimientos subterráneos, se obtuvo con la basura orgánica de Santiago. Hoy sobre los restos del gigantesco biodigestor ya consumido se construyó un gran parque arbolado. La leña es de modo directo una interesante posibilidad de uso combustible de nuestra biomasa, actualmente la leña se quema en pésimas condiciones y significa un promedio de consumo de 700 kilogramos por cada chileno al año (aunque nunca use leña, es su promedio). (CNE, estadísticas anuales 1988-2004) La leña hoy se quema de un modo muy mal tecnificado con eficiencias menores al 10%. Lo que significa que, dicho de modo brutal, hoy en día por cada 10 árboles que se cortan, sólo uno hace trabajo útil. Si la leña se usase con mayor tecnología y mucha mejor eficiencia, podría llegar a ser más importante que el petróleo. Eso si, habría que revertir los malos números actuales, en los que según la Corma el 60% de la leña que se usa en Chile se obtiene de bosque nativo. (Estudio Infor-Corma 1998) La leña del futuro debiera plantarse planificadamente, usando terrenos ya colapsados y especies de crecimiento rápido. Si la biomasa se quema tecnificadamente,
emitiendo sólo CO2 a la atmósfera, y se complementa esto con un crecimiento técnicamente controlado de masa leñable semejante, entonces todo el carbono emitido se captura en tiempo real y resultaría un combustible de emisión cero. No solo eso, equivaldría a petróleo nacional sustentable. Si bien la leña tiene un muy interesante futuro, resulta brutal de modo en que hoy se quema en Chile, más aun en zona urbanas densas como Santiago o Temuco y miles de viviendas en el sur (smog urbano y contaminación intrafamiliar), aparte del material particulado emitido hasta con la mejor de las estufas actuales, son los hidrocarburos volátiles y los hidrocarburos volátiles poli cíclicos los perores enemigos de la salud humana. La tecnificación de la leña es un paso que no hemos dado, podría llegar a ser más importante que el petróleo incluso con emisiones globales nulas. Por ahora, al 2006, es un problema socio político económico difícil e intrincado que involucra pobreza, brechas en el acceso a la energía, impactos a la salud y ambientales negativos y también involucra a la producción industrial (35% de la leña nacional). Según GTZ la actividad económica de la leña en Temuco es el 30% de su PIB regional y en Santiago quemar leña en la mejor de las estufas Catalíticas podría resultar un acto criminal en períodos de baja ventilación.. Nos falta probar con la producción de bioalcohol y biodiesel, cosa que incentivaría enormemente nuestra agricultura. Toda la tecnología existe y ahora sólo es cosa de poner en marcha los mecanismos políticos y económicos para incentivar el desarrollo de estas tecnologías en Chile. Los 15.000.000 de kilogramos de basura doméstica que cada día se botan en Chile tienen al menos 7.000.000 de kilogramos orgánicos susceptibles de aportar gas natural para alimentar sus propias ciudades. Si incentivamos el uso del pedal, manejamos la leña con sofisticada tecnología de consumo y producción, biodigestamos nuestros orgánicos domésticos, agrícolas e industriales y acertamos con la producción de bioalcohol y biodiesel, dispondríamos en Chile de una fuente sustentable de energía, propia y regenerable en tiempo real, fuente que podría hacer innecesaria la importación de petróleo o gas argentino. El potencial está allí. De nuevo su desarrollo es cuestión de actitud política del país, tenemos los laboratorios, las universidades, la necesidad y el territorio. Otros links, leña: http://www.conama.cl/portal/1255/article-28474.html. www.pedalpower.org.au/ www.pedalpower.org/ http://www.sach.cl/congreso56/Presentacion2.pdf (ptt leña)
Opción 6 Eficiencia energética la principal fuente alternativa del Chile actual: Eficiencia energética es un concepto que fundamentalmente no es restrictivo, vale decir, el hacer eficiencia energética no tiene nada que ver con las restricciones, los racionamientos o los cortes de energía. Hacer eficiencia es lograr el mismo o aun mejor trabajo usando menos energía. Esto implica mejorar la tecnología, la cultura de uso y los procedimientos, de modo de hacer mejor las cosas usando menos energía. Eficiencia energética se puede hacer equivalente a “uso inteligente de la energía”. Un ejemplo claro de esto es la sincronización de los semáforos: los vehículos gastan menos combustible, contaminan menos, desgastan menos el motor y los viajes son más expeditos. Vale decir se mejora la calidad de vida de todos y se gasta menos energía sólo optimizando un procedimiento. También una vivienda mejor aislada en una condición exterior fría es evidentemente más eficiente que una sin aislar. Disminuir la longitud de los viajes en una ciudad es también eficiente, usar la luz natural de día es más eficiente que estar con la luz encendida cuando afuera estamos a pleno sol. Usar lámparas de mayor emisión de luz y menor consumo eléctrico es una de las medidas de eficiencia que más ha impactado en el mundo. Etc., los ejemplos son miles y los resultados se resumen en “hacer mejor las cosas gastando menos energía”. Chile ha intentado en un par de ocasiones iniciar campañas nacionales de eficiencia energética. Lo que se debe tener en claro es que, una buena campaña, con decisión política nacional, es larga estamos hablando de décadas, deberá ser insistentemente educativa, requiere inversión científica y tecnológica y sostener la política en el largo plazo. Hoy día, 2006, Chile ha iniciado una campaña que es de esperarse que no se consuma sólo en el gesto mediático. Los países que han hecho campañas de eficiencia energética lo han hecho de modo sostenido 20 años, con un apoyo constante desde el aparato público, Francia, EEUU, Alemania y otros países cosecharon y están cosechando aun los resultados de sus iniciativas de eficiencia 15 o 20 años después de haber iniciado el proceso, ellos comenzaron los años 70. Chile nunca ha tenido un plan a 20 años en ningún aspecto de su política energética. El problema fundamental de la eficiencia energética en Chile radica en lo extremadamente ortodoxos que hemos sido como país para aplicar los dogmas del mercado. La ausencia de regulación concreta y profunda en el sector por parte del estado, nos tiene en las crisis eléctricas, de gas y de petróleo que nos azotan de mes en mes y de año en año. Estando casi la totalidad del negocio energético nacional en manos privadas, principalmente privados transnacionales, el asunto de ahorrar energía de cualquier forma, representa una amenaza para las ganancias de los controladores del negocio. A ninguna empresa del mercado global en cualquier rubro, le interesa vender MENOS. En ese sentido debemos reconocer que la eficiencia energética deberá ser identificada como una amenaza por cualquier proveedor privado de energía. Así que mucho cuidado con la eficiencia y el tema del control político que realiza el lobby energético. La eficiencia energética debiera ser una política de estado y ser sostenida contra viento y marea, por décadas, pues el único y gran beneficiario de algo así es el consumidor, o sea la gente, o sea nosotros y por lo tanto el país en sus costos generales y su ambiente.
De acuerdo con las últimas décadas de balances de la energía en Chile publicados por la CNE, la eficiencia del país medida según la energía transformada en procesos útiles sobre la energía transformada en pérdidas, no supera la barrera del 35%. En otras palabras, independiente de la metodologías usadas para medir esas pérdidas, el número indica que de cada mil pesos que los chilenos gastamos en energía solo 350 pesos hacen un trabajo útil, y 650 pesos se van en ruido, contaminación, fugas térmicas, desgaste, límites termodinámicos, movimientos, iluminaciones y calefacciones inútiles. Perder el 65 % de la energía que nos cuesta tanto conseguir, es literalmente una burrada. Más encima, si se considera que esas pérdidas son todas equivalentes a contaminación del ambiente, la cosa resulta más que imperdonable. Si de ese 65% de pérdidas nacionales lográsemos rescatar sólo la mitad, se tendría un 33% de la energía de Chile, esto es más de tres veces todo el actual sector eléctrico de Chile, por lo tanto en teoría, se podría morigerar la intervención de ríos de Chile con grandes represas, se aleja para siempre el fantasma nuclear y dispondríamos de una fuente virtual de energía casi tan potente como todo el petróleo que usamos hoy en día (40%). Sin olvidar ciudadanos, haciendo eficiencia energética gana Chile, viviríamos todos mejor usando menos energía, contaminaríamos menos y dejaríamos menos plata en el bolsillo de los controladores trasnacionales de la energía, Ud. elije.
Conclusiones: Lo primero que se puede anotar aquí es que a partir del análisis expuesto, se puede descartar con propiedad cualquier incursión de las ideas de transformaciones eléctricas a partir de la sucia, extranjera, insustentable, insegura y peligrosa energía nuclear. Lo segundo es tomar conciencia del enorme soporte energético que puede tener el país a partir de su particular situación geográfica y de lo avanzado que está la tecnología en términos de sacar provecho de estas actualmente “ofertas alternativas” nacionales de las cuales somos particular y providencialmente ricos. Todo este análisis además no conduce a absolutamente nada si no despierta o sustenta decisiones políticas profundas y concretas respecto de la política energética del país, una política que históricamente se ha caracterizado por no disponer de estrategias a largo plazo y reaccionar casi al día según la eventualidad energética de nuestros proveedores extranjeros. Un ejemplo de esto es nuestro volátil comportamiento respecto del gas natural. Esto no es un asunto que intereses solo de ecologistas o defensores de la naturaleza, es un asunto país que nos envuelve a todos y cada uno. Hacer un país energéticamente sustentable, con bajas emisiones, independiente en sus fuentes energéticas es un desafío político que involucra decisiones al largo plazo y en esto las balanzas de los lobbies de las energías convencionales, incluidos los nucleares, debe ser equilibrada con decisiones ciudadanas, políticas quise decir, en términos que nuestros representantes políticos lo son de la ciudadanía y no de las grades empresas de la energía transnacional. Chile necesita definir una estrategia energética para al menos los próximos dos decenios y eso debiera hacerse bajo los criterios republicanos de la independencia real, los
derechos constitucionales que garantizan a todo chileno un medio ambiente limpio de contaminación y los compromisos internacionales respecto de las bajas emisiones y apoyos al control del cambio climático, asunto que finalmente quedó asentado científicamente y sin dudas en 2007. EL autor: Pedro Serrano Rodríguez Académico Escuela Arquitectura de la UTFSM, línea de bioclimática. www.arq.utfsm.cl Presidente del Directorio de Fundación Terram para el desarrollo sustentable www.terram.cl Consultor Técnico en energía y ambiente de la Corporación El Canelo de Nos www.elcanelo.cl Fellow de Ashoka, Emprendedores sociales www.ashoka.org. Miembro de RITTAER, red de CYTED en transferencia tecnológica con energías renovables www.energia.usp.br/rittaer Coordinador de RECOSOL, red latinoamericana de cocinas solares. www.recosol.org Ha publicado 30 libros sobre temas asociados a la energía, la arquitectura y el ambiente.