El Triunfo De La Voluntad

El Triunfo de la Voluntad El Triunfo de la Voluntad es un testimonio de la Alemania nazi, hecho por encargo del propio Hitler a la cineasta Leni Riefenstahl. La película documenta el congreso del partido nazi acaecido en 1934. Las circunstancias en las que Alemania acoge ideas como las de la necesidad de espacios vitales o la supremacía racial se dan en un contexto de aguda crisis, tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial. La firma del Tratado de Versailles supuso para Alemania tanto mutilaciones de su territorio como limitaciones militares y económicas, produciéndose una enorme crisis que traería consigo la devaluación acelerada de su moneda y tasas de desempleo nunca antes vistas. La llegada de Hitler al poder supuso para los alemanes el incumplimiento del Tratado de Versailles y la reactivación del aparato productivo.

Tras un fallido golpe de estado en 1923, Hitler es encarcelado cinco años y en 1933 logra ser electo Canciller. Ejemplos de este accionar los encontramos por estos días en la América del Sur, lo cual demuestra que la insensatez es más bien universal. Para 1934, la situación económica de Alemania había mejorado al incumplir el mencionado tratado. Por eso, la película menciona que han pasado veinte años desde el inicio de la Gran Guerra, dieciséis años del sufrimiento alemán y diecinueve meses del renacimiento de Alemania.

Hasta ahí las circunstancias históricas. En lo formal, el Triunfo de la Voluntad demuestra mediante imágenes como ciertos sectores de la sociedad alemana se encontraban absolutamente fanatizados. El uso de la cámara contribuye a realzar estos estados de ánimo. Los ángulos en que se filma a la colectividad suelen ser picados y con planos abiertos, evidenciando de esta manera una sociedad que comparte un mismo pensamiento y que vale más como conjunto que como seres individuales. Se ve a las multitudes vitoreando a su líder como una masa irreflexiva. Cuando se hace primeros planos, éstos se reservan para la jerarquía nazi, especialmente Hitler, y para ver gente feliz, especialmente niños y mujeres.

Por contraste con la colectividad, Hitler es filmado con ángulos contrapicados con el ánimo de demostrar de manera visual que se está ante una suerte de súper hombre. Resulta apropiado mencionar que el inicio del documental desde las nubes posee claras connotaciones semánticas de la manera como se desea presentar a Adolf Hitler. Los discursos exaltan su figura hasta el paroxismo. En sus alocuciones, Hitler llama a la colectividad a anteponer los intereses de Alemania por sobre los de las demás naciones. La historia demostraría qué era lo que después sucedería.

El documental es un tanto monótono por partes, pero lo es por la naturaleza de los desfiles que los nazis realizaban. Encontramos pasajes realmente memorables desde el punto de vista cinematográfico. Hay un wipe con las banderas nazis que se les ve de modo vertical, dando paso a una escena que se desarrolla horizontalmente. Otra escena memorable es la de los soldados marchando con uniformes negros. Uno de los soldados cubre la lente de la cámara, lo cual es aprovechado por Riefenstahl

para cambiar el ángulo de visión. Es digna de destacar una toma en la que Hitler está con el brazo extendido en foco y la cámara panea con la dirección del brazo, cambiando el foco del brazo a los soldados marchando.

El Triunfo de la Voluntad es una destacada película en la que la cineasta tuvo acceso a todas las facilidades para desarrollar su innegable talento. En la película, creo que se logró lo que se buscaba: Disolver al individuo en una masa que compartía la misma ideología y presentar a Hitler como el conductor de esa colectividad. Finalmente, el nazismo sólo trajo odio y muerte. No podemos más que condenar los supuestos ideales que la película exalta, pero al mismo tiempo, con la misma honestidad intelectual, debemos decir que cinematográficamente el Triunfo de la Voluntad es una gran película. José Antonio Salas García