EL NANSA, EN CANTABRIA. UN RÍO SECUESTRADO Por César Rodríguez Ruiz, Javier López Hernando, Javier Sanz Ronda, Pedro Brufao Curiel y Alberto López Martínez. Virtualmente secuestrado durante 50 años, el río Nansa, al igual que la escasa población humana que habita sus riberas, sobrevive a duras penas a una brutal y abusiva explotación hidroeléctrica.
Introducción La construcción de las grandes presas del río Nansa a mediados del siglo XX rompe el ecosistema fluvial original en una serie de tramos aislados. Su riqueza viva es ignorada y el río pasa a convertirse en un mero instrumento de producción eléctrica, explotado de espaldas a sus comunidades biológicas y a las gentes asentadas a sus orillas. Peces migradores como el salmón, el reo, el sábalo, la lamprea marina o la anguila perdieron la mayor parte de sus hábitats de reproducción o crecimiento. También especies sedentarias como la trucha común y el cangrejo autóctono se han visto dañadas por el efecto barrera de las presas y los regímenes de caudales que impone la dictadura del kilovatio.
La cuenca del Nansa Con una superficie de 389 Km2 y una longitud fluvial de 282 km, la cuenca del Nansa se sitúa en la parte occidental de Cantabria, limitando con la cuenca de Deva-Cares por el oeste y con la del Escudo por el este. Con régimen pluvionival en la zona de cabecera que varía a pluvial atlántico en la desembocadura, el río Nansa tiene un marcado carácter torrencial debido a la cerrada orografía que atraviesa. Hoy la cuenca tiene 5.895 habitantes, aproximadamente la mitad de los que tenía en 1950, con una densidad media de 16,3 hab./Km2, la más baja de Cantabria. Ningún núcleo de población sobrepasa los 500 habitantes y la mayoría tienen menos de 100. Además, la población está bastante envejecida, sobre todo en la zona de montaña. Dada la escasa entidad de los pueblos y la baja actividad humana, el uso hidroeléctrico es el único que afecta significativamente al ecosistema fluvial. Las concesiones de aguas para uso motriz o hidroeléctrico suman 64.106 l/s, suponiendo el 90 % de las autorizadas. La empresa Saltos del Nansa, S.A., hoy integrada en el GRUPO ENDESA, tiene concedidos el 85 % de esos caudales, siendo propietaria del sistema de explotación escalonado compuesto de cuatro presas (La Cohilla -116 m. de altura-, La Lastra -28 m.-, Rozadío -6 m.-, y Palombera -25 m.-), todas infranqueables para cualquier pez, y cuatro centrales (Peña de Bejo, Rozadío, Celis y Herrerías). Los segmentos de toma o tramos cortocircuitados, sometidos a una crónica escasez de caudales circulantes, suponen alrededor del 50 % de la longitud fluvial total del curso principal.
1
Cuenca del Nansa Tramo accesible
Pesués
Tramo inaccesible F La Espina 442 m. Pte. Viesgo
F Hugón 639 m.
Sel del Cantu 426 m.
F
Principales obstáculos artificiales Estación de captura Principales zonas de freza
F Gándara 932 m.
Lam asó n
Tortorio
Gamonal 1.225 m.
Palombera Herranz 869 m.
Puentenansa
Matamigüela 889 m.
Ve nd ul
Cascuerres 1.562 m.
Peña Sagra 2.042 m. La Lastra
10 Km.
Caorra 1.187 m.
La Cohilla La Laguna j al du Be
Esp ina l La r raig ad
Milanu 1.382 m.
La Concilla 1.922 m.
o
La Jorcada 2.111 m. Peña Labra 2.006 m.
Tres Mares 2.175 m.
Fig. 1. Mapa esquemático de la cuenca del Nansa. Se representa el tramo accesible al salmón atlántico y otros migradores diadromos, las zonas actuales donde freza esta especie y los principales obstáculos artificiales en el cauce principal. Fuente: Centro Ictiológico de Arredondo.
2
Según información facilitada por el Centro Ictiológico de Arredondo (Cantabria), las especies de peces con presencia constatada en la cuenca son: Lamprea marina (Petromyzon marinus), Anguila (Anguilla anguilla), Salmón atlántico (Salmo salar), Trucha común (Salmo trutta), Piscardo (Phoxinus phoxinus), Sábalo (Alosa alosa), Gobio (Gobio gobio), Corcón (Chelon labrosus), Salvelino de fuente (Salvelinus fontinalis). Entre la fauna asociada al medio acuático, lamprea y salmón figuran en los anexos II y V de la Directiva 92/43/CEE de Hábitats1; desmán y nutria están estrictamente protegidas, figurando en el anexo IV, al igual que oso, lobo, numerosos quirópteros, abundantes invertebrados, etc. Así, se han declarado tres Lugares de Interés Comunitario (LICs) en el territorio de la cuenca: Rías Occidentales y Duna de Oyambre; Montaña Occidental; y Río Nansa (incluyendo la mayor parte del cauce principal y 25 m. a cada margen de ribera). Hasta un 63,32 % del curso fluvial del río Nansa sufre regulación de sus caudales, quedando libre de ella sólo algunos arroyos de las cabeceras (16,59 %). El resto son tramos embalsados. Por su cercanía a la desembocadura, la presa de Palombera ejerce un impacto especialmente grave sobre el salmón atlántico y otros peces migradores. Con su construcción, en 1950, el hábitat fluvial del salmón se reduce en más de 30 km, quedando apenas 15 km de río accesible a la especie. Actualmente los salmones no pueden ascender más arriba del azud de Camijanes, a 6 kilómetros de la zona de mareas, ya que su escala normalmente se encuentra seca. En realidad, la escasez de caudal normalmente detiene a los salmones aguas abajo de la central de Herrerías, a menos de 4 km. de la zona de mareas y a unos 7 km. de la desembocadura. Hoy la longitud fluvial realmente accesible al salmón en la cuenca supone un 5 % de la potencial (unos 78 km.). Según la evolución de las capturas por temporada, la abundancia de salmones disminuyó en más de un 70 % en sólo dos décadas, desde 1949 a 1969. Algo sumamente significativo si tenemos en cuenta el gran número de salmones que se capturaban en nuestros ríos a finales de los años 60 y comienzos de los 70. La mayoría de los reproductores que desovan en el Nansa lo hacen sobre las gravas depositadas bajo el pozo de la central de Herrerías y en ciertos frezaderos situados poco más arriba cuando hay suficiente caudal. La calidad del hábitat en el tramo final permite una alta viabilidad de las puestas, si bien la habitual superposición de las camas de freza debido a la carencia de espacio ocasiona importantes pérdidas de huevos.
1
Especies de Interés Comunitario, para las cuales hay que designar Zonas Especiales de Conservación (ZECs)
3
Capturas legales de salmón en el río Nansa
Nº de Salmones 700 600 500 400 300 200 100 0 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 Año
Fig. 2: Las capturas ofrecen una orientación sobre la tendencia evolutiva de la población. Se observa un pronunciado y continuo descenso desde 1950, año de construcción de la presa de Palombera. A pesar del escaso hábitat accesible al salmón, el Nansa aún hoy figura entre los ríos con más capturas en Cantabria, manteniendo una población pequeña pero significativamente estable, lo cual indica que los salmones ocupan todo el espacio de freza disponible. Actualmente existen cuatro cotos de pesca de salmón aguas abajo de la central eléctrica de Herrerías, es decir, en los últimos 4 Km de aguas dulces, que mantenían cupos de captura de tres peces por coto y día en la temporada de 2000. Ateniéndonos a la evolución de las capturas y teniendo en cuenta que las estimaciones de la población total basadas en ellas han establecido una explotación media del 22 % para el período 1984/1995 (García de Leániz et al., 1992; Ferguson et al.,1996), ahora mismo la actual población salmonera no tendría el tamaño adecuado para su autosustentación, estimado en un mínimo de 300 reproductores efectivos (con al menos 100 hembras) (García et al., 1995. En Braña et al.).
Trabajando en el río La anacrónica situación de este río lleva mucho tiempo suscitando contestación social. En 1999, el Grupo de Acción Local Saja - Nansa se pone en contacto con AEMS - Ríos con Vida con vistas a la realización de un estudio de caudales y del aprovechamiento hidroeléctrico del Nansa. El Estudio hidrobiológico de caudales de mantenimiento del río Nansa (Cantabria), ejecutado por AEMS - Ríos con Vida entre 1999 y 2001, establece las bases técnicas para la aplicación de unos regímenes de "caudales ecológicos"2 y otras medidas correctoras que permitan la restauración y mantenimiento del ecosistema en los tramos regulados, al tiempo que examina la realidad del sistema de explotación a la luz de la situación concesional y la
2
A pesar de su extendida utilización en textos técnicos y normativos, el término “caudal ecológico” no es el más apropiado. La mayoría de los expertos coinciden en que los únicos caudales que pueden denominarse “ecológicos” son los naturales. Es pues mucho más adecuado el uso de términos como “caudales de mantenimiento” o “de compensación”.
4
actual normativa legal, proponiendo acciones encaminadas a su adecuación o reconversión ambiental. En las primeras visitas a la cuenca pudimos constatar la lamentable situación del río, con ausencia de pasos para peces en todas las presas y caudales ínfimos que llegan a secar completamente algunos tramos regulados. La escalofriante visión del muro de La Cohilla o de la clausurada escala salmonera de la presa de Palombera se ve penosamente enriquecida con las imágenes de los presos de la posguerra trabajando en la construcción de las instalaciones y la carretera, de las truchas asfixiadas en los arroyos de montaña captados, y demás atropellos y calamidades que habitan los estremecedores relatos de los paisanos. Y es que la historia de este expolio no resultaría tan tenebrosamente actual si no fuera porque, en muchos aspectos, aquí parece no haber pasado el tiempo. La primera fase del estudio de campo consistió en la selección de zonas y estaciones de muestreo, evaluación general del estado de conservación del río y la ribera, toma de datos fisicoquímicos, muestreo de invertebrados acuáticos, topografía del cauce y secciones hidráulicas transversales con un total de 82 repartidas en 8 estaciones de muestreo. N -4 C o ssío S ecc ió n 2
C o ta (m s.n.m .)
V elo cid ad (m /s)
2 0 0 ,5
0 ,2 0 ,1 8
200
0 ,1 6 0 ,1 4
1 9 9 ,5
0 ,1 2 199
0 ,1 0 ,0 8
1 9 8 ,5
0 ,0 6 0 ,0 4
198
0 ,0 2 1 9 7 ,5
0 -1 0
-5
0
5
10
15
20
D istancia (m ) S ección
HLA
HLA 2
V elocida d
Fig. 3: Una de las secciones hidráulicas levantadas, en este caso en el tramo entre el azud de Celis o de Rozadío y la confluencia del Nansa con el río Vendul. HLA y HLA 2 son las alturas de la lámina de agua registradas en distintos momentos. Una labor posterior consistió en recorrer los canales de derivación del Vendul, La Reina y de La Lastra, que interceptan arroyos, regatos, manantiales y escorrentías en Peña Sagra, Cueto del Haya y la vertiente de Troncos, respectivamente, inventariando las tomas de caudales hacia dichos canales. En ambas tareas tuvimos la suerte de contar con la inestimable colaboración de la Asociación para la Defensa y Recuperación del río Nansa, buenos conocedores del terreno y la historia de este río.
Conclusiones y perspectivas Del Estudio realizado se desprende que la ruptura y fragmentación del continuo fluvial, junto a la escasez de caudal circulante en los tramos regulados, han provocado una drástica reducción del hábitat histórico de la comunidad íctica potencial, aislamiento de las poblaciones existentes y empobrecimiento de la calidad y diversidad del hábitat fluvial.
5
La presa de Palombera tiene una escala salmonera que hoy está tapiada. Esta escala se construyó en la misma margen donde se encuentra la toma de caudales y desembocaba en el propio canal de derivación, que sigue hoy sin la obligatoria rejilla. Las presiones en la compuerta de toma a veces son tan fuertes que no siempre los salmones podían atravesar su umbral. Los que no conseguían hacerlo acababan 7 km. más abajo, en la cámara de carga de la central de Herrerías y, al igual que los zancados que habían logrado subir y desovar y los esguines en descenso, morían triturados en las turbinas de dicha central. Para evitar estos lamentables espectáculos, la empresa concesionaria decidió tapiar la escala. Suprimido el paso de los salmones, suprimido el problema. De esta forma, los caudales que deberían correr por la escala también rinden tributo a las turbinas. Posteriormente se recreció un azud aguas abajo para evitar que los salmones se acumularan en la misma caída de la presa de Palombera. Como apenas existe industria, agricultura o ganadería intensiva en la cuenca, las aguas del Nansa, aún en su artificiosa escasez, discurren bastante limpias, sólo enturbiadas por la puntual contaminación veraniega en las proximidades de Puentenansa, población que teniendo depuradora carece de recursos para mantenerla en funcionamiento, una lacerante situación demasiado habitual en muchos pueblos de España Hay que destacar que los regímenes de caudales registrados en la mayor parte de los tramos regulados son manifiestamente incompatibles con la conservación y protección del medio fluvial (Ley de Aguas. Art. 14.3), tanto por la ausencia de mínimos ecológicos como por el nulo respeto a las oscilaciones del régimen natural y los ciclos vitales de las especies. Queda demostrado que la empresa usuaria incumple de forma clara y sistemática la actual normativa legal sobre caudales mínimos en todos los tramos regulados, tanto en el cauce principal como en cabeceras y tributarios, a excepción del tramo correspondiente al acotado truchero de Rozadío, alimentado por las aguas subterráneas que afloran en la Cuevona de Santotis, y el tramo aguas abajo de la última central eléctrica, regulado por la restitución definitiva de los caudales robados al río. Parece claro también que Saltos del Nansa S.A. incumple sistemáticamente la condición 13ª de su concesión de explotación, que le obliga a dejar en el cauce "un caudal circulante que permita la normal supervivencia de las especies piscícolas".
Relación entre la media de los caudales medidos y el módulo interanual en todas las estaciones
100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%
N-1
N-2bis
N-2
N-3
N-4
N-5
N-6
N-7
N-8
c.m.i.
3,52
4,10
4,10
4,76
5,39
8,11
1,73
11,19
11,90
MQobs
1,02
0,22
0,04
1,23
0,37
0,67
0,99
0,46
6,38
Estaciones
Fig. 4: Los caudales medidos resultan inferiores al 10 % del módulo interanual estimado en todos los tramos regulados; salvo en N-3, beneficiado por el aporte de la Cuevona de Santotis; y en N-8, situado aguas abajo de la última central (Herrerías). Se puede observar la gran diferencia existente entre los caudales registrados en los tramos regulados respecto a los tramos sin regular (N-1, en el curso alto, y N-6 en un afluente -río Lamasón-).
6
Respecto a la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), hay que decir que su tendencia hacia la defensa de valores patrimoniales debería cambiar en favor de la protección efectiva del Dominio Público Hidraulico (DPH) y los recursos que alberga si realmente pretende compatibilizar los usos hidroeléctricos y la conservación del ecosistema fluvial, según establece la actual Ley de Aguas. Nuestro estudio ha determinado regímenes de caudales mínimos de mantenimiento en siete tramos regulados de la cuenca principal del Nansa, teniendo en cuenta el régimen natural y las necesidades de la trucha común y el salmón atlántico.
N-4 Cossío Caudal (m3/s) 12,00 10,00 8,00 6,00 4,00 2,00 0,00 O
N
D
E
F
M
A
M
J
J
A
S
Meses R Natural
RQb
RQmin
Fig. 5: Regímenes de mantenimiento básicos y mínimos (RQb y RQmin) propuestos entre la presa de La Lastra y el aporte de la Cuevona de Santotis (Estación N-2. Tudanca). Las medias anuales de los caudales mensuales fijadas en estos regímenes de mantenimiento varían entre un 31 y un 47 % del caudal medio interanual (c.m.i.) estimado en cada tramo. Es evidente pues que los "caudales mínimos ecológicos", establecidos provisionalmente para el Nansa en un 10 % del c.m.i. por el Plan Hidrológico del Norte II, aparte de incumplirse, no guardan relación alguna con las necesidades de la comunidad biológica del río y son netamente insuficientes para su mantenimiento. Ya que la actual Ley de Aguas considera el caudal ecológico una restricción previa a cualquier uso excepto el de abastecimiento, cualquier confederación hidrográfica que no respete y haga respetar los mínimos legalmente fijados está incumpliendo la Ley. Por otra parte, tanto la Ley de Aguas como los Planes hidrológicos de cuenca reconocen que estos porcentajes fijos son provisionales y han de ser sustituidos por verdaderos regímenes de caudales de mantenimiento del ecosistema fluvial bajo las presas, determinados de acuerdo a las especies que lo habitan, en todos los ríos españoles. Hay que decir que muchas de nuestras confederaciones, por ejemplo la del Ebro o la del Duero, ya han realizado estudios de caudales de mantenimiento observando de alguna manera las necesidades de los peces, pero los regímenes así obtenidos aún brillan por su ausencia en nuestros ríos.
7
%
Relación entre caudales observados y caudales mensuales mínimos de mantenimiento correspondientes
100 90 80 70
% 09/99
60 50
% 10/99
40 30 20 10
s ría re
ru
er
Ar N
-8
.H
el .P
-5
ue
.P
nt
e
ue
-4
nt
.C
en
os
an
do
sa
o sí
da ce ar .S -3
N
-7
N
.T -2 N
N N
N
-2
bi
s.
La
ud
La
an
st
ca
ra
0
Fig. 6: Sólo en las estaciones de Sarceda (N-3) y Herrerías (N-8) los caudales medidos resultaron en algún momento semejantes o superiores a los mínimos propuestos en nuestro Estudio para los meses correspondientes (100 y 300 %, respectivamente, en el mes de septiembre). El caso del Nansa es sin embargo tan flagrante que la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN) se está viendo obligada a presionar a Saltos del Nansa S.A., ya que el incumplimiento de las obligaciones legales por parte de un organismo público constituye delito en este país. El estudio realizado también concluye que la empresa ha actuado ilegalmente sobre el dominio público hidráulico, instalando al menos 30 tomas no autorizadas en las cabeceras de la cuenca. Estas y otras infracciones fueron denunciadas a la CHN por la Asociación para la Defensa y Recuperación del río Nansa y por el SEPRONA en el año 2000. A raíz de estas denuncias, la CHN inspeccionó parte de la cuenca y ha abierto un expediente sancionador a la empresa por considerar que existen 16 captaciones que carecen de la correspondiente concesión, imponiéndole un millón de pesetas de multa. Es un primer paso, si bien la CHN hasta el momento no se ha pronunciado sobre otros asuntos como el incumplimiento de las condiciones de la concesión, los caudales mínimos ecológicos o el resto de las tomas ilegales a los canales de la empresa usuaria. Por otra parte, tanto la guardería fluvial como el propio Servicio de Pesca de la Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza de Cantabria han venido cursando multitud de denuncias a la empresa por dejar en seco camas de freza o salmones adultos atrapados por falta de caudal aguas abajo de Palombera, debido a bruscas bajadas del nivel de las aguas. Estas presas sólo sueltan caudales cuando las lluvias obligan a abrir los aliviaderos. Entonces el nivel de las aguas puede subir mucho en cuestión de minutos, y, del mismo modo, baja muy rápidamente cuando las compuertas se cierran. No sólo el salmón o el reo resultan afectados por esta serie de desaguisados. Este río también podría ser un paraíso para la pesca de truchas, pero hoy la mayor parte de los tramos regulados no pueden sustentar buenas poblaciones de salmónidos. Saltos del Nansa S.A. actualmente no genera riqueza alguna que permanezca en la cuenca y apenas da puestos de trabajo en la zona. Los cánones anuales que paga a los ayuntamientos no pueden compensar la sustracción del patrimonio público del río ni la oportunidad de que los habitantes de estos valles lo aprovechen para el desarrollo rural. De acuerdo al actual marco jurídico, la moral social y el sentir de la población local, la situación ambiental del Nansa constituye hoy un anacronismo inadmisible. Siendo todavía un espacio natural privilegiado que atesora valiosos bienes naturales y culturales, se puede decir que a esta cuenca sólo le falta el propio río. El futuro de sus pueblos y gentes y la permanencia de sus modos de vida dependen hoy mucho más de su recuperación que de una explotación industrial cuyos beneficios no
8
revierten a la comunidad. No se puede condenar a una empresa por lo que era legal hace 50 años, pero se puede y se debe hacerlo tanto por el incumplimiento de las leyes entonces vigentes como por su absoluto desprecio a las leyes actuales. ¿Un futuro para el Nansa? Dado el alto potencial natural del río Nansa, hay que prever que la instalación de pasos operativos para los peces en las presas, la aplicación de verdaderos regímenes de caudales de mantenimiento en todos los tramos regulados o afectados por captaciones, la eliminación de las tomas ilegales y los abusos en el aprovechamiento hidroeléctrico, con toda probabilidad produciría visibles mejoras del hábitat y las poblaciones salmonícolas a corto o medio plazo, lo que fomentaría un desarrollo sostenible que permitiría la permanencia de la gente en el territorio. Lograr compatibilizar los usos industrial, ambiental y recreativo requiere un verdadero compromiso por parte de la empresa usuaria, Saltos del Nansa S.A., y de la compañía propietaria, es decir, ENDESA, que tanto publicita su imagen ecológica; de la Confederación Hidrográfica del Norte (dependiente del Ministerio de Medio Ambiente) y los organismos autonómicos competentes. En función de la actitud de dichos interlocutores cabrá plantear distintos horizontes. Si hay voluntad de diálogo será posible buscar mecanismos y fórmulas para la adecuación ambiental de la industria y su coexistencia con los usos tradicionales y el desarrollo rural en unos plazos razonables. Si no es así, sólo cabe plantear una reconversión que a medio o largo plazo podría suponer el desmantelamiento total o parcial del aprovechamiento hidroeléctrico, siempre a salvo de que la acción judicial depure responsabilidades y obligue al cumplimiento de la legalidad vigente. Considerando el diálogo como primera premisa, AEMS - Ríos con Vida propone actuar en dos líneas complementarias. Por un lado, se debería avanzar hacia la protección y planificación del territorio y los recursos naturales de la cuenca y, por otro, en la articulación de un plan de restauración del río que permita su recuperación y uso sostenible, generado con amplia participación de la población ribereña, los usuarios y demás agentes implicados. Una protección legal del ecosistema fluvial y la inminente entrada en vigor de la Red Natura 2000 contribuirían a la financiación de dicho plan. Además de los recursos que debiera aportar la empresa propietaria del aprovechamiento y las Administraciones central y autonómica, sería posible recabar fondos europeos, por ejemplo a través de proyectos Life-Naturaleza, ayudas agroambientales, etc. El Nansa parece un escenario idóneo para ensayar un modelo de restauración fluvial integral bien imbricado en el tejido socioeconómico local. Pero esto pasa por lograr un gran acuerdo político y social, un firme compromiso entre las instituciones, grupos y ciudadanos implicados en el conflicto. La solución sólo puede llegar a través de la discusión, comprensión y conciliación de los intereses de las distintas partes. Así pues, AEMS - Ríos con Vida propone articular el proceso mediante un modelo de participación pública semejante al Contrato de Río que viene aplicándose en Francia y otros países europeos.
Referencias Bibliográficas FERGUSON, A.; VERSPOOR, E.; CROSS, T.; GARCÍA VÁZQUEZ, E.; MC GUINNITY, P. & GARÇIA DE LEÁNIZ, C. 1996. An Assesment of the genetic Consequences of the deliberate or Inadvertent Introduction of Non-Native Atlantic Salmon into natural Populations. Final Report. 1993-1996. GARCÍA, E.; MORÁN, P. ET AL. (1995). Caracterización genética de las poblaciones españolas nativas de salmón atlántico. Pp. 125-146. En Braña et al. (1995). Biología y conservación del salmón atlántico en los ríos de la región cantábrica. ICONA. 226 pp. RODRÍGUEZ RUIZ, C. Y LÓPEZ HERNANDO, J., ET AL. (2001). Estudio hidrobiológico de caudales de mantenimiento del río Nansa (Cantabria). Informe Final inédito. AEMS – Ríos con Vida. Grupo de Acción Local Saja-Nansa. 390 pp.
9
Datos de contacto: César Rodríguez Ruiz AEMS- Ríos con Vida C/ Estación, 13, bajo San Martín de Valdeiglesias 28680 Madrid Tlf: 91 8610395 GSM: 646 574807 E-mail:
[email protected]
10