EL CAMINO DE LA REFORMA UNIVERSITARIA AHORA Jorge Weil Parodi Presidente de la Asociación de Académicos de U. de Los Lagos
1. Introducción Tres razones fundamentales son los pilares que nos conducen a la propuesta una reforma en La Universidad de Los Lagos ahora. En primer lugar, verificamos la existencia de una serie de indicadores de la actividad académica de la Universidad, que nos muestran niveles inferiores de resultados en calidad a los establecidos en la ley sobre la Acreditación y exigidas por el Estado. Detrás de ello, está la necesidad de emprender un rediseño global y coherente del sistema académico para potenciar los resultados de los aprendizajes de los alumnos, optar a la re-acreditación institucional e implementar la acreditación de programas docentes. En segundo lugar, la Universidad de Los Lagos no es una institución joven que se encuentra en sus primeros pasos y balbuceos en la educación. Nuestros orígenes se arrastran de la constitución de la sede Osorno de la Universidad de Chile en el año 1965, que luego fuera transformada durante la dictadura militar en Instituto Profesional Osorno con la unión de la sede Osorno de la U. de Chile y la sub-sede Pto. Montt de la U. Técnica del Estado, para finalmente surgir en 1993, la Universidad de Los Lagos. En total, si reconocemos una continuidad histórica en la génesis de la institución, acumulamos más de cuatro décadas de existencia. Nuestros problemas actuales no son de juventud. Nos encontramos en una situación, en la cuál, la inercia del tiempo gravitan en las dificultades de sus soluciones. En tercer lugar, nos encontramos en medio de una crisis, que en su expresión más álgida, tiene a los aspectos financieros como hilo conductor de las restricciones institucionales actuales. Sin embargo, es difícil tapar el sol con un dedo y desconocer que la situación actual se encuentra impregnada de una crisis que se vincula también otros ámbitos de la institución. En otras palabras, el diseño actual de la Universidad de Los Lagos requiere ajustes para cumplir con los propósitos del informe de Autoevaluación para la (re) Acreditación. Es por ello, que hacemos una evaluación holística de la situación actual. Consideramos que navegamos en medio de un proceso de crisis del sistema de gobierno universitario y de una pérdida de confianza de estudiantes, funcionarios académicos y no académicos en la capacidad de los directivos para resolver los problemas por los cuales atravesamos. Consecuentemente con ello, no se trata de un problema de personas, sino de un problema institucional amplio y profundamente enraizado. Por esta razón, nos hemos estado oponiendo a las visiones simplistas y parciales, que formulan exigencias individuales de renuncia de c/u de las autoridades, o simplemente de adelantar
el calendario de las elecciones de una nueva autoridad superior. Estamos cada vez más convencidos, que caminamos por un sendero estrecho y que las opciones no son fáciles. Es necesario e indispensable abrir un espacio de participación a los estamentos de la universidad que permitan elaborar una senda inédita y no convencional que nos conduzca al repensar la Universidad, y que desemboque en una refundación de las bases mismas sobre las cuales debe renacer una nueva Universidad de la Región de Los Lagos, una nueva institucionalidad integral e integrada, de la Educación Superior Estatal en el Sur Austral de Chile.
2. La crisis actual La crisis actual se expresa a través de una incertidumbre del escenario actual con la expresión de una diversidad de opiniones y opciones para enfrentar las amenazas de sobrevida que planean sobre la institución. Los actuales flujos financieros estructurales son insuficientes para asegurar la sustentabilidad de las actividades de la Universidad. Esta crisis financiera queda en evidencia al transitar la Universidad de Los Lagos de una situación anterior, de obtención fácil de ingresos económicos para su accionar, a una nueva situación de obtención de ingresos condicionados de sus recursos, período actual en el cual se restringen los flujos, las fuentes y formas tradicionales del financiamiento. La no realización de los ajustes necesarios a tiempo de estas tendencias y la mantención durante más de una década de la misma oferta de programas de pregrado, nos tiene enfrentados en la actualidad a un eminente colapso financiero. Sin embargo, la crisis actual no es solamente financiera. Ella está presente también en el área académica con las insuficiencias de resultados en los aprendizajes de los alumnos; la falta de renovación de contenidos de las mallas curriculares; la insuficiente inserción profesional de los egresados; las contradicciones de la cohabitación de diferentes modelos educativos en los programas docentes; el incumplimiento del cronograma de aplicación del informe de “Autoevaluación para la Acreditación Institucional”; la improvisación de la puesta en práctica de los bloques horarios con carácter financiero; las desigualdades existentes entre los docentes y que no obedecen a los grados académicos que detentan, ni a la calidad de la docencia que realizan, ni a la producción científica individual o institucional. En definitiva, estamos frente a la necesidad de reconstruir una opción académica pertinente y de calidad, que es un imperativo para responder a los desafíos de una Universidad del Estado en la región y con las exigencias del siglo XXI. En el plano de la organización del trabajo y los salarios, la crisis tiene una fuerza particular, debido a las carencias de una política de desarrollo y
calificación de los funcionarios. En particular, ello no ha permitido transformar a las prácticas docentes de los académicos para avanzar decididamente en un modelo de enseñanza-aprendizaje. La organización del trabajo administrativo presenta igualmente insuficiencias de productividad como resultado de una doble causal sustentada en la organización del trabajo administrativo presenta igualmente insuficiencias de productividad como resultado de una doble causal sustentada en la organización del trabajo y en la falta de calificación y desarrollo del personal. Lo anterior queda en evidencia cuando establecemos analogías con otras instituciones estatales comparables. Son aspectos extremos de esta situación, los extensos plazos en la entrega de certificados para estudiantes y funcionarios, la inscripción de asignaturas, la demora en la entrega de títulos; la mediocridad del sistema de cobro de cuentas corrientes y pagos, la duplicidad y superposición de actividades, las desigualdades entre funcionarios de los ingresos percibidos, las incoherencias e inexistente sistema de evaluación del desempeño funcionario. En definitiva, las grandes mutaciones del trabajo y el funcionamiento de las organizaciones no han llegado a la Universidad de Los Lagos. Las transformaciones del contenido de trabajo no han acompañado las nuevas instalaciones técnicas que ofrece la automatización del trabajo administrativo y académico. En definitiva, no ha habido una política de desarrollo del personal en condiciones de incrementar la eficiencia y la productividad de acuerdo a las nuevas situaciones. La Universidad ha carecido de desarrollo de una tríade coherente y consistente que integre el plan estratégico institucional con el plan informático institucional y el plan de formación, capacitación y desarrollo del personal para una nueva práctica y organización de las actividades. Esta articulación coherente permite crear las posibilidades de una mayor eficiencia técnica y administrativa en relación a la inversión realizada. En otros ámbitos de la universidad, disponemos de proyectos de negocios que no van acompañados de los niveles de flujo de ingresos reales mínimos que se encuentran a la base de los supuestos que lo justifican. Es decir, los aportes netos de los proyectos se neutralizan con relación a los gastos y compromisos de contrapartida que ellos mismos demandan a la Universidad. Lo anterior, requiere de un nuevo tipo de evaluación en base a la contribución de estos proyectos aportan al desarrollo de la docencia e investigación institucional. Igualmente, las publicaciones en revistas especializadas tienen que ser revalorizadas en relación al aporte que ellas realizan al desarrollo de la universidad en su inserción regional y las acciones de formación. En definitiva, la disyuntiva que enfrenta actualmente la universidad de Los Lagos se refiere al (los) sector (es) o segmento (s) que tiene que hacer el sacrificio financiero interno para reequilibrar los flujos de ingresos que le permitan mantener al buque “ULA” en el nivel de flotación. Actualmente, los
sectores internos resisten esta eventualidad y no aceptan una reducción de gastos en un monto suficientemente significativo para producir un impacto reequilibrante de la situación. La elección de las prioridades menos malas son los dilemas de la dirección financiera, y ellas fluctúan entre responder a las causales de los desequilibrios u optar por la solución fácil de la reducción de los gastos en personal. 3. El camino de la reforma universitaria Los desafíos de la universidad en los inicios del siglo XXI se relacionan con la emergencia de la sociedad del conocimiento, en condiciones de titulación abierta en competencia con instituciones nacionales e internacionales en un espacio global. El surgimiento de una civilización intensiva en creación de nuevos conocimientos se traduce en una aceleración del ritmo de obsolescencia de los oficios y profesiones actuales. El grado de importancia creciente de los conocimientos inmateriales en desmedro de los aspectos materiales de la producción y los servicios, caracterizan la naturaleza de los empleos del futuro. Al horizonte 2025, el ritmo de renovación global de los conocimientos adquirirá un carácter actual. Para Chile, la posibilidad de modificar el modelo primario exportador, basado en la extracción de materias primas de origen marino, silvoagropecuario y del mar, solo puede realizarse agregando valor y transformando el sistema de producción. Por lo anterior, el desarrollo de un sistema de producción de mayor valor agregado va aparejado de una alta calificación técnica y científica de la fuerza de trabajo. El gran desafío de los países es por ocupar un rol significativo en la futura sociedad de la información y el conocimiento tienen como piedra angular, los oficios y profesiones de alta calificación. Los países que aspiran a una posición de alto nivel de desarrollo en las próximas décadas, ya asignan un presupuesto público que quintuplica el de la Educación en Chile y triplica la inversión global que requiere la InvestigaciónDesarrollo en el país. En definitiva, necesitamos una universidad atractiva y válida en los contenidos curriculares de su oferta académica para atraer a los estudiantes a ingresar a ella. La universalización y globalización de la oferta de programas académicos induce a una reestructuración de las universidades y reorganización de las mallas curriculares; al otorgamiento de grados y títulos intermedios, a establecer una coherencia entre los títulos técnicos y profesionales con equivalencias y pasarelas con el pregrado tradicional. El reemplazo de la LOCE por la LGE y la aprobación durante el presente año de las leyes de la Educación Pública y de la Educación Superior van a configurar el nuevo escenario dentro del cual se van a desenvolver las Universidades del Estado. Dentro de ese contexto, es indispensable rediseñar la Universidad de Los Lagos como una Universidad Regional del Estado en el
sur Austral. La redefinición de elementos sólidos y coherentes en el plano de la extensión, investigación, inserción profesional y relación con los organismos del Estado debieran contribuir al ingreso y permanencia de estudiantes en la institución. Ello requiere de enfatizar las particularidades del rol y la contribución de una Universidad del Estado: a. Marcar el rol público de la Universidad y enfatizar la demanda de un nuevo trato. La Educación Pública es portadora de un bien no transable según las leyes mercantiles, lo que requiere de una modificación del régimen jurídico actual, que permita cumplir su misión específica de Universidad de Estado. “La Educación Superior no puede seguir orientada exclusivamente a la formación de profesionales sólo para las exigencias del mercado; porque aún cuando los gobiernos recalcan la importancia de mejorar la calidad y equidad de la educación, esto no ocurre al conservarse intacto un sistema económico, altamente excluyente y fuente de desigualdades sociales”.1 Debemos marcar por lo tanto, nuestras exigencias al Estado, de una política pública hacia la educación superior que redefina los estatutos orgánicos actuales2 para un “nuevo trato”, en el cual, se imbriquen la responsabilidad de las Universidades Estatales para con la sociedad y la responsabilidad del Estado para con la sociedad y la responsabilidad del Estado para con las Universidades del Estado. b. Unificación del Sistema de Educación Superior Estatal La instauración de un Sistema Integrado de Educación Superior Estatal Universal con el reconocimiento mutuo de créditos y títulos entre todas las Universidades del Estado es el horizonte que permite asegurar la calidad y pertinencia de un rol específico de las universidades en el desarrollo económico, social y cultural con acciones que se complementan y potencian a nivel regional, local y nacional. El establecimiento de puentes de vinculación entre la formación técnica, profesional y universitaria completa esta oferta de las Universidades del Estado como alternativa nacional. c. Estrategia de aseguramiento de la calidad con el objetivo de garantizar resultados y competencias profesionales y técnicas mínimas ligadas a la empleabilidad y desarrollo nacional. En ella, las instituciones estatales de educación superior desempeñan un rol dinámico de regulación nacional como pilar de la calidad y equidad del conjunto del sistema. d. Rol activo del Estado con respecto a sus universidades El desempeño de un rol activo de la Universidad en el desarrollo regional permite igualmente comprometer al Estado en un rol activo con respecto a sus universidades en los ámbitos como:
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Productividad científica y desarrollo innovador Estrategia de desarrollo digital Contribución a la equidad económico-social por parte del sector público Descentralización y estrategia de desarrollo regional integrada y sustentable Apoyo a la participación del cuerpo social en los temas del país e inclusión ciudadanía a ella.
Concluímos con nuestra convocatoria programática en que señalábamos que “Hoy día es necesario e indispensable asumir la crisis por la que atravesamos. Requerimos diseñar una configuración de salida a ella. Necesitamos una movilización participativa de los académicos, funcionarios y estudiantes, para repensar la Academia y reconstruir una auténtica Universidad Estatal en la región sur Austral de Chile, con vocación pública, innovadora, calidad en el aprendizaje, democrática en su gobierno, abierta a la comunidad y contribuyendo a la igualdad de oportunidades para todos”. Es por ello que, finalizamos compartiendo a la invitación que hemos estado elaborando en conjunto con las organizaciones de estudiantes, asociaciones de funcionarios y académicos.
La convocatoria de las asociaciones gremiales y la federación de estudiantes a conformar mesas de trabajo triestamentales La Universidad de Los Lagos tiene como su objeto fundamental la creación y transmisión de conocimientos por medio de la investigación básica y aplicada; la docencia y la extensión; la formación académica científica y profesional; en correspondencia con los requerimientos emanen de su carácter regional. En el ámbito de educación superior estatal, su rol es garantizar el derecho ciudadano a la formación a la formación universitaria, técnica y profesional contribuyendo al desarrollo económico, social, cultural y político. La acreditación de los programas docentes abre las puertas de los titulados a la inserción profesional para enfrentar los desafíos de la Universidad al siglo XXI, en el cual van a predominar crecientemente el desarrollo de nuevos conocimientos en una acelerada creación-obsolescencia de ellos.
Situar a la Universidad en posición de responder a los desafíos actuales, es la misión principal y condicionante en la actualidad. Los desequilibrios financieros actuales de la universidad perturban sus líneas de acción y preocupan a la comunidad universitaria y regional. Los orígenes y causas de esta situación no son nuevos y se arrastran con el pasar de los años, con raíces en soluciones a problemas postergados y visiones equivocadas de las prioridades establecidas por la dirección de la institución. La Universidad de Los Lagos necesita una gran reforma, que transita por “repensar” los fundamentos sobre los cuales se sustenta. Continuar con “más de lo mismo” y acentuar las medidas de austeridad, van a desembocar en la pérdida de la iniciativa en docencia, y con ello, el menos cabo del patrimonio principal que posee la Universidad, el desarrollo académico. Convocamos a la comunidad universitaria a crear las condiciones para reformar nuestras estructuras y abrir paso a nuevas soluciones para los viejos problemas que arrastramos. Repensemos la Universidad desde el mundo académico, estudiantil y funcionario, en relación a un rol de Universidad Estatal regional. Convocamos a conformar comisiones de trabajo autónomas, constituidas por representantes de las organizaciones gremiales y las unidades de docencia respectivas bajo las modalidades operativas que permita alcanzar los resultados que nos proponemos. Llamamos a la constitución de cuatro mesas de trabajo triestamentales nombradas por organizaciones gremiales y representantes de los departamentos académicos sobre los grandes temas prioritarios. Proponemos que se reúnan una vez por semana y durante las próximas cuatro semanas, grupos de trabajo sobre los siguientes temas: Mesa n°1: La universidad y nueva institucionalidad: La democratización de la universidad en sus instancias intermedias y superiores. El nuevo Consejo Universitario y el Senado Universitario Triestamental. Nuevo estatuto orgánico de las Universidades del Estado y su rol en el desarrollo nacional. Mesa n°2: Las transformaciones académicas que necesitamos: el modelo de enseñanza-aprendizaje, la acreditación de carreras y la “calidad”. La evaluación del desempeño docente. La promoción y jerarquización académica y funcionaria por méritos. Mesa n°3: El sistema administrativo y financiero de la Universidad: la contratación, remuneración y despidos en un organismo del Estado como la Universidad. Las inconsistencias e incoherencias entre trabajo realizado, nivel ocupado, nivel ocupado en la escala jerárquica y la remuneración percibida. El significado del sistema de “contratas indefinidas”. La evaluación del
desempeño funcionario y anomalías. La calidad del trabajo administrativo y productividad. La organización del trabajo, las finanzas y el lucro al interior de la Universidad. Mesa n°4: La contribución de la Universidad de Los Lagos al país y la región, en el plano económico, cultural, social, político, del comprendimiento y la investigación. El desarrollo regional, el rol de la Universidad en ella. Características y necesidades de la formación del estudiante para el siglo XXI. Las aspiraciones de los estudiantes en formación profesional. La inserción laboral y el accionar profesional y ciudadano del titulado de la Universidad en la sociedad del conocimiento. Características de su perfil de egreso para su desempeño laboral. ¡¡¡ La reforma ahora !!! Universidad de Los Lagos, 23 de abril del 2009