El ajedrez y los valores De las muchas vertientes por las que se puede enfocar el ajedrez nos centraremos en su aspecto pedagógico. Partiendo de la motivación, hay que presentarlo como un juego, (con mayúscula). Se trata de una actividad fundamental y básica, mediante la cual accedemos a la curiosidad del niño introduciéndole en un mundo enigmático en el que crea y decide.
Ante el vértigo informativo, mediático y envolvente de súper estimulación en el que vivimos, deberíamos hacer un hueco a la reflexión, al silencio, a la mirada, no por ello menos estimulantes pero sí más didácticas y ofrecérsela al niño en forma de 64 cuadrados. Preferiblemente entre los 4 y 7 años se debe aprovechar la oportunidad que brinda el ajedrez, es la etapa en la que el niño reconstruye su conocimiento del mundo físico con operaciones mentales y cuando su pensamiento va en una sola dirección. En esta edad no distingue lo real de lo fantástico, construye su propio mundo, establece sus propias reglas, crea. El ajedrez no se debe utilizar para formar jugadores sino que debe ser una herramienta para padres y pedagogos y sobre todo un juego para el niño. Es por ello por lo que hay que explicar el juego al niño con su vocabulario, con sus conceptos, por ejemplo: “El tablero es un valle verde y cada equipo desde sus montañas avanza, se protege al Rey en su castillo con torres y el caballito blanco saltando, avanza al trote…”. Y en cuanto a los movimientos: “Al final del camino si llega un soldadito que va pasito a pasito, se convierte en Dama, siempre derechito”, “La Dama corre mucho y va hacia todos los lados con su vestido de lazos…”, “El equipo se ayuda y
protege, así que cubre al Alfil de espada invisible y luego le abrimos paso para ayudar al peón de ojos azules y armadura dorada”. Se ha de presentar el juego como algo mágico. Una vez introducido el niño en el juego, es importante que los padres participen ya que el tablero hará de medio de comunicación, desde la caricia a la pieza con la yema de los dedos hasta la mirada cómplice de un movimiento bien o mal realizado, el compartir, la sana competencia al comentar jugadas, es su aspecto socializante que da la oportunidad a los padres de compartir sus sentimientos, su crecimiento y su forma de ver la vida. Una vez asumido el juego y compartido, nos adentramos en trazas donde el ajedrez entra directamente, desarrollando la mente, la responsabilidad al tomar decisiones (“pieza tocada pieza movida”), la cooperación (solución de ejercicios en grupo), la memoria, la concentración, la atención, la creación, el razonamiento, la velocidad perceptiva etc. Veánse estudios de Albert Frank Chess and Aptitudes, de John Artise Chess a education, de Johan Cristiaen Chess and Cogniive Development, Adrian DeGroot, Gerard Dullea, entre otros. Con todo ello, es decir: El juego, su aspecto socializante y el desarrollo de aptitudes positivas, aparecen los valores como un perfume que rodea la atmósfera y penetra sin darnos cuenta. Siendo la asunción de unas reglas, la aceptación del resultado (se dan la mano y se analiza la partida), el respeto, la comprensión hacia el perdedor, sensibilidad, templanza, unos principios que huelen a mañana fresca junto al mar. El universo del ajedrez reclama un lugar en el espacio académico y en la esfera familiar ya que en todos sus aspectos se adquiere una nueva dimensión ya no por el juego en si, como actividad recreativa, sino por sus valores al aplicarse en todos los órdenes de la vida. Cada partida es un mundo, distinta, imprevisible, mágicamente participada por un niño que empieza a descubrir la vida y qué mejor que reducirla a 32 piezas e ir sintiéndola sorbo a sorbo, relacionando entre voluntad y destino, entre libertad y conocimiento. No se trata de que la infancia sean recuerdos de un ajedrez, pero éste ayuda a que la infancia sea recuerdos de un patio de cualquier lugar tan mágico como el niño quiera imaginar.
Les preguntes dels lectors On podem anar a apendre escacs amb els nostres fills? Existeixen diverses escoles integrades a clubs. Per anomenar-ne Ajedrez de Barcelona en la calle Aribau 87, pral.1ª
una , Escuela de
Es difícil aprendre el joc ja adults? En absolut, cal assumir unes regles i desenvolupar el joc amb llibres o classes. Recomano llegir llibres de caràcter històric: El juego del ajedrez o Dechado de fortuna de fray Jacobo de Cessolis (S XIV) ; d'aspecte filosòfic La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez de Miguel de Unamuno ( ambas de Ed. Siruela) y per la part tècnica Práctica de las aperturas en el ajedrez de Ludek Pachman … Y , perquè no, Iniciación al ajedrez para niños de Castro Girona i d'altres.Traiem el nen que tots portem dintre, de tant en tant, a passejar pel jardí del tauler! El desig de voler guanyar sempre pot crear unes actituds negatives en el nen i crear-li ansietat? L'ansietat, com a resposta davant el dolor i la tensió, és present en molts aspectes de la vida, però és preocupant quan es descontrola. S'ha de plantejar l'escacs com un espai comunicatiu amb un mateix i amb els altres. Personalment m'ho passo tant bé en una partida amb un amic que en un campionat, però el millor sempre és jugar amb els meus fills. Voler jugar millor i guanyar és bo sempre que no esdevingui una obsessió. El voler millorar forma part del creixement personal i guanyar, l'objectiu d'un propòsit. Recordo el famós Torneo Escolar Dicen, on amb deu anys l'ambient era d'equip, distès i alegre, no recordo cap angoixa. Creus que els nens moguts poden concentrar-se en aquest joc o el recomanes per nens més tranquils? La concentració cal motivar-la, hem de presentar el joc com un acte interactiu, fent que el nen "mogut" pugui passar la seva inquietud al tauler. Hem d'ensenyarl-li que es tracta d'un joc dinàmic, que ho és. Es una inquietud mental, el nen la pot canalitzar mitjançant la raó i la creativitat. ¿Crees que hoy en día la gente entiende la transmisión de valores a través del ajedrez? La transmisión de valores hay que canalizarla a través de cualquier herramienta que posibilite su mayor asimilación, en este caso el ajedrez. Como una más, hay que aprovechar sus dimensiones matemático-racionales y creativo-emocionales, el cuerpo y alma, la mente y el corazón. ¿Existe algún libro que explique el ajedrez como una aventura o alguna novela para niños que tenga como base este juego? Iniciación al ajedrez para niños de Castro Girona y otros, un libro interactivo. También Ajedrez fácil para niños y jóvenes de Juan Capdevila, Ajedrez Iniciación niños de Carlos Tribiño o Ajedrez para niños de Bott y Morrison (ED: Continental).
¿Cuánto dura una partida? ¿Se puede interrumpir y seguir después? La duración de las partidas actualmente está más limitada, dependiendo de los campeonatos, incluyéndose partidas a cinco minutos (partidas rápidas) Hasta hace pocos años existía la “jugada secreta” para continuar al día siguiente. La duración hoy en día está condicionada al poco tiempo que dispone nuestra sociedad, ten en cuenta que el Campeonato de Cataluña se juega durante nueve domingos seguidos desde las nueve de la mañana. Se puede interrumpir y seguir después, los relojes parten de cero y cada uno administra el tiempo a su conveniencia. El tiempo es una variable muy importante en el ajedrez competitivo.
En cierta manera el ajedrez es un juego cruel que se basa en ir "matando figuras"… La palabra matar en ajedrez no es más que un término conceptual, semántico y retórico. No por leer libros o mirar cuadros con episodios de muertes, el pensamiento y la mirada son crueles, por ejemplo la Biblia, un lienzo de El Greco; muy al contrario, es ahí donde aparece el valor vida. Cuando en determinados juegos se dice "te como una ficha" no tienes porque tragártela, o cuando quieres "matar el gusanillo", "matar la jugada", "matarlas callando", "matar dos pájaros de un tiro" o "matar el tiempo"…y en cuanto al "jaque mate" se alude a una expresión persa "Shah mat", el rey ha muerto, vamos, que la partida ha concluido. Es más a lo que llamas "matar figuras" yo le llamo capturar, también se puede llamar "ganar pieza". El ajedrez es una batalla de ideas, donde las figuras son símbolos que ayudan a la abstracción mental, a ordenar una realidad y la emoción. En este juego el que pierde ofrece la mano al que gana y luego se analiza la partida conjuntamente, alabando, si se da el caso, las jugadas del contrario. En un cuento antiguo se relata que el ajedrez lo inventaron unos sabios para curar la locura de un tirano que mató a su padre. ¿Cuál es la causa de que el ajedrez no sea más popular entre los niños? La proliferación de juegos interactivos (Consolas, videojuegos etc.), su atracción, hace que se marque distancia con respecto a los formatos tradicionales. Aunque el ajedrez
participa de la tecnología (muchos videojuegos toman como base el ajedrez) nunca debe abandonar el tablero y las fichas en su aspecto físico. Hoy en día se presentan ajedreces con motivos diversos, por ejemplo de Harry Potter, con lo cual si el niño ha leído el libro o visto la película, y le ha gustado, ya hay algo ganado para atraerlo. Una asignatura pendiente (nunca mejor dicho) es el incentivo de la Escuela, aún no entiendo la dejadez institucional a un juego multidisciplinar, un arte. Torneos escolares que en su día despertaban ilusión, interés etc. hoy quedan postergados esperando una mayor sensibilidad mientras el mundo educativo se queja de algunas carencias.
¿Nos puedes dar tu opinión sobre los juegos de ordenador de ajedrez? ¿Es bueno comprarle una maquinita para que el niño "entrene"? En un primer momento de iniciación creo que no es bueno, el contacto físico con las piezas es algo más que tocarlas y moverlas, son caricias en un viaje constante de la mente al cuerpo y viceversa, un hecho espiritual. Personalmente los juegos de ordenador de ajedrez no me llenan tanto, sirven para entrenar, para analizar, sin querer decir con ello que las partidas sean más o menos interesantes y bellas, es una cuestión romántica. El hecho de que un jugador profesional de ajedrez sea derrotado por una máquina ¿qué demuestra, un fallo humano o la rapidez de cálculo del ordenador? Estas demostraciones de grandes campeones contra un ordenador, normalmente subvencionados por las marcas, hay que verlas con la distancia que va de una capacidad a otra, restando el factor humano, siendo todo igual a una curiosidad técnica. Partiendo de la base de que no es comparable, creo que si algo demuestra es el maravilloso estado en que se encuentra el ser humano de no ser perfecto.
Francisco Martínez-Godoy, Federado del Ateneo de Barcelona