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EL ABORTO COMO PROBLEMA EL DERECHO COMO SOLUCIÓN

Por: Juan Pastor González Verdi C.I.: 29.660.923

El aborto es nuevamente un tema de interés, impulsado por un creciente movimiento que impactó a Latinoamérica este último año al proponernos la despenalización del aborto como respuesta a un problema social. Esta propuesta no ha causado más que un incasable y repetitivo debate, una división social con una búsqueda implacable por saber quién tiene la razón: los que –quizás con buenas intenciones- buscan hacer algo execrable y los que tienen quejas pero no quieren hacer absolutamente nada; en otras palabras “a favor” y “en contra”

Nacería aquí la necesidad de aclarar la forma en la que he de referirme cuando utilizo el término aborto: según un artículo publicado por el portal web Harvard Health Publishing de la Escuela Médica de Harvard (Boston – E.E.U.U.), llamado “Abortion (Termination Of Pregnancy)”, el aborto es la “extirpación del tejido del embarazo, los productos de la concepción o el feto y la placenta (partos posteriores) del útero”, en este mismo artículo se explica que “el tejido del embarazo y los productos de la concepción se refieren al tejido producido por la unión de un óvulo y un espermatozoide antes de las ocho semanas”. Esta es entonces la definición que aceptamos, el aborto como la finalización del embarazo mediante la extirpación del fruto de la fecundación.

En sí, el aborto es hoy una lucha continental, Argentina, Chile, México, son, entre otros, los países en los cuales distintos movimientos sociales se han puesto manos a la obra en la búsqueda por la legalización del aborto. Abanderados con la preservación de 1

los Derechos Reproductivos, tienen como lema "educación sexual para decidir; anticonceptivos para no abortar y aborto legal, libre, seguro y gratuito para no morir". Estas campañas tienen un objetivo claro, la despenalización del aborto, en función de buscar un sistema seguro para las mujeres que sufren embarazos no deseados, dando a lugar motivos como la supuesta muerte de cientos de mujeres en abortos clandestinos, la búsqueda del derecho de la mujer a tener soberanía sobre su cuerpo. Argumentan que la legalización del aborto dará lugar a una mejora en el sistema médico encargado a esta área, así como una plataforma que garantice a las mujeres su seguridad durante el proceso, y que además, prolifere la educación sexual como forma de saber y prevenir sobre abortos y embarazos.

Pudimos ver estas manifestaciones en busca del aborto legal, seguro y gratuito incluso acá en Venezuela; el año pasado específicamente el 20 de Junio del 2018, se dio la entrega de la propuesta de la legalización del aborto, de parte de los recientes movimientos feministas venezolanos hacia la inconstitucional Asamblea Nacional Constituyente; esta propuesta estaba enfocada en la búsqueda de “los derechos de la mujer sobre su cuerpo”.

Sin embargo, y es esta razón por la que estoy en contra de dichas propuestas, cuando se habla de aborto se in-visibiliza la vida de nasciturus, o persona por nacer. Un aborto, clandestino o no, se traduce en la muerte de un ser humano inocente, y eso es algo que debemos evitar a como dé lugar. Esta muerte es lo único seguro de un aborto, y pensar en el aborto como un remedio a un problema, independientemente de su índole, nos abre paso a un cuestionamiento mayor ¿hay algo que estamos haciendo mal?

No es este el punto principal de argumentación, ni tampoco la forma en la que quiero avanzar sobre ella, pero resulta necesario abrir un paréntesis y explicar porque la

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propuesta del aborto no me parece favorable y ni siquiera una opción al problema que ésta intenta solucionar.

Aunque es una posición debatida y atacada por quienes defienden el aborto legal, mantengo que el no nacido es también un ser humano con derechos: Científicamente hablando, está comprobado que el nonato es también un ser humano, pues, la ciencia moderna mantiene que mediante la singamia, es decir, aquel proceso de unión del espermatozoide masculino con el óvulo femenino, crea una vida nueva, un ser humano diferente con carga genética única.

El debate del aborto es un debate ideológico, científico, político e incluso filosófico, pero no debemos olvidar que es en gran parte un asunto de Derecho por la gran cantidad de connotaciones legales que plante dicha propuesta, matices como los Derechos Humanos o ambigüedades relacionadas con el tema de la personalidad humana son de obligatorio tratamiento en este conflicto, por ende mi argumentación será totalmente enfocada al campo del Derecho.

En ese sentido, sería ideal partir con lo que dice nuestro Derecho con lo relacionado a la personalidad y el comienzo de esta en la vida humana, así como los derechos que vendrían consigo; es verdad, el no nacido no puede ser, por lo menos legalmente, considerado una persona, sin embargo y a diferencia de lo que se dice, el hecho de no ser persona no significa que no pueda ser poseedor de derechos de persona; el Artículo 17 del Código Civil Vigente en nuestro país nos dice esto mismo, en el primer párrafo especifica que “para ser considerado persona basta con que el feto haya nacido con vida”, pero este mismo párrafo nos dice que “el feto se tendrá como nacido cuando se trate de su bien”, es decir, que se considerará persona en las situaciones que afecten el bienestar del feto, poniendo en mayor importancia su seguridad y contraponiéndose con

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respecto a las declaraciones que buscan sustraer los derechos del feto al no ser este, intrínsecamente una persona. Dicho esto, es mi deber recalcar, que con el aborto se le da muerte a un ser humano en todas las veces, por esta razón no podemos planteárnoslo siquiera como opción.

No cabría duda que mencionada propuesta está enfrentada con varios aspectos de los Derechos Humanos, aunque trata de respaldarse por algunos como los Derechos Reproductivos, no puede sostenerse frente a un análisis un poco más profundo.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH); tomamos en cuenta que “Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles”.

Entre estos Derechos Humanos existe el Derecho a la vida el cual es el principal amenazado por la propuesta del aborto. El Derecho a la vida, es el que se reconoce a cualquier persona por el simple hecho de estar viva, y que le protege de la privación u otras formas graves de atentado contra su vida por parte de otras personas o instituciones, sean estas gubernamentales o no. El derecho a la vida no solo protege a las personas de la muerte, sino toda forma de maltrato o violencia que haga su vida indigna.

Si es el no nacido un ser humano, si es poseedor de derechos como lo sería una persona, ¿por qué no tendría Derecho a la vida?; nacido o por nacer, el Derecho a la vida es común para todos los seres humanos, la preservación de la vida es algo que

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corresponde a la función de este Derecho Humano el cual nadie, ni siquiera un feto, puede no tener.

Y los derechos en el conflicto del aborto es un tema recurrente, pues se plantea con bastante frecuencia que el aborto corresponde a los Derechos sexuales y Reproductivos, no sólo eso, sino también que en este se verá reforzado el Derecho que tiene la mujer sobre su propio cuerpo.

Para responder esto sería perfecta una frase que se repite con bastante frecuencia por quienes estamos en contra del aborto, que es precisa en cuanto puede desmentir la supuesta posición del aborto como un Derecho Reproductivo, “¿cómo puede ser considerado un Derecho Reproductivo una situación en la que entran dos pacientes a una clínica, sale uno por la puerta y el otro muerto en una bolsa de residuos patológicos?”, es una frase cliché pero correcta y vigente. Cito entonces a Ben Shapiro, abogado

conservador,

comentador

político,

conductor

radiofónico

y escritor

estadounidense, quién dice “¡¿Desde cuándo es un Derecho acabar con una vida?!”.

Shapiro tiene razón, ¿cómo puede ser un Derecho terminar con la vida de otro ser humano?; pensar que puede ser el Derecho de alguien asesinar a tu hijo por nacer, es una atrocidad que parece salida del mismo infierno de Dante, el asesinato no puede ser considerado un Derecho, mucho menos un Derecho Humano cómo lo son los Derechos Sexuales y Reproductivos, porque este feto es también un humano con Derechos, también merece vivir y no puede simplemente ser extirpado del vientre de su madre por una razón de conveniencia. Nadie debe tener ese poder.

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Lo digo con total responsabilidad, y lo mantengo gracias al conocimiento y razonamiento desarrollado durante estos años en la facultad de Derecho, un aborto no puede ser considerado un Derecho bajo ningún término, el Derecho a la vida prevalece frente a estas situaciones y el asesinato no debe ser tolerado. Es risible pensar que el aborto deba ser un Derecho, cambiaría el panorama Derecho a matar frente el Derecho a la vida. Sin embargo, como mencionaba anteriormente que nos planteemos esta propuesta como algo posible nos conduce a preguntarnos ¿hay una situación de gravedad por la cual tengamos que recurrir a esta medida?, ¿existe un problema mayor o un problema base?.

En este punto concuerdo con el profesor Jordan Peterson, psicólogo clínico, crítico cultural y profesor de psicología canadiense, a quién en una de sus conferencias le hicieron una pregunta sobre su perspectiva y opinión sobre el aborto; su respuesta fue magistral perfecta para determinar la forma en la que debemos tratar este problema, él nos dice: “El aborto claramente está mal, creo que nadie cuestiona eso. Tú no le recomendarías a alguien que amas a que se haga uno. Aun así, habiendo aclarado eso, esa afirmación no elimina la complejidad de la situación”; es decir que estamos cometiendo un error buscando una respuesta correcta al tema del aborto limitando nuestra vista a un ínfimo enfoque moral y de resultados, y que debemos ampliar el espectro y ver más allá, Peterson, dando la respuesta, cita a Leonard Cohen un poeta, novelista y cantautor canadiense, quién una vez dijo que “en una masacre no hay lugar decente dónde pararse”, y es verdad, Peterson continúa diciendo que “Lo que Leonard Cohen quiso decir es que a veces eres consciente de que no queda ninguna decisión correcta disponible, hagas lo que hagas está mal, en ese sentido la pregunta es ¿cómo llegaste a este punto?”, es decir, para dar con una respuesta correcta es necesario ver el problema completo, y preguntarnos: ¿Qué tan mal estamos cómo para plantearnos la legalización de algo tan atroz como el aborto?. Este razonamiento nos conduciría a la existencia de un problema o una serie de problemas.

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Dos problemas de dos índoles diferentes, el primero tiene que ver con un aumento en los embarazos no deseados y sus razones, mientras que el segundo es un problema de nuestra legislación con respecto a los abortos.

La situación del embarazo no deseado es preocupante porque nos conduce a una encrucijada, aquella mencionada situación en la que sus vertientes son malas, tiene resultados que son perjudiciales desde cualquier punto de vista. Un embarazo no deseado puede terminar afianzando una familia pero esto es un caso totalmente aislado, la realidad es que en la mayoría de los casos se crean familias con bases de obligación y desamor, en ocasiones uno de los padres decide romper relaciones, y de una u otra forma se desarrolla una familia con problemas. Esta es una situación alarmante pues la familia es la base fundamental de toda sociedad, si esta se rompe, la sociedad también. Eso sin contar que gran parte de estos embarazos no deseados terminan en aborto.

La solución de este problema no es obligar e insistir de que las familias continúen con esos embarazos no deseados (se deberá tener el hijo cuando el embarazo se haya consumado ya que no estaríamos hablando de un estado potencial sino de un estado actual) como tampoco lo es legalizar el aborto y permitir el asesinato indiscriminado de seres humanos; la solución de este problema es lograr y conseguir que dichos embarazos dejen de ocurrir. Es una situación de instrucción y prevención.

Y aunque se aleje un poco de mi marco argumentativo enfocado más a un ámbito legal, es necesario dar una respuesta a este problema, por lo menos una propuesta.

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Un esfuerzo enfocado al desarrollo educacional en materia de sexualidad sería una buena forma de trabajar el problema enfocándonos en la prevención. En Venezuela y en Latinoamérica, la educación sexual –académicamente hablando- es escaza, en los liceos no hay clases de educación sexual, y en general, no existe una plataforma firme para la instrucción educativa en materia sexual. Hoy vemos como esto ha terminado, Venezuela se encuentra entre los países con mayores tasas de embarazo precoz según el periódico digital de ElNacional.web sólo es comparada con la de países como Kenia, y por otra parte, según la org Amnistía Internacional Venezuela, el número de muertes de personas enfermas de SIDA ha aumentado un 75%, desde 2011 y no deja de empeorar. Esto se debe quizás al tercer problema.

Pero no sería suficiente una mejora en el sistema educativo, sino también una mejora en la conciencia social sobre las relaciones sexuales, hoy en día en Venezuela, ya en 2019, siguen siendo consideradas un tabú, las personas siguen sintiéndose incómodas ante términos referentes a la sexualidad, los padres evitan por temas de comodidad hablar abiertamente de este tema con sus hijos y sin embargo, por cuestiones de la naturaleza humana, las relaciones sexuales existen y son comunes aún. Este es el posible motivo por el cual estamos tan atrasados en la educación sexual, y la razón por la cual tenemos problemas con los embarazos no deseados en nuestro país, especialmente en la juventud.

No basta con una educación institucional, que se imparta en las escuelas y liceos, sino también una educación en principios, una educación familiar, la cual se ve obstaculizada por estos tabúes obsoletos. Debemos empezar a entender que las relaciones sexuales son algo común y normal, sólo son malas si son realizadas con irresponsabilidad, dicha irresponsabilidad no es más que el resultado del desconocimiento y la ignorancia producto de una base miserable en este tipo de educación.

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Esto sólo puede terminar mal, o ya lo ha hecho, pues en Venezuela tenemos una de las tasas de embarazos adolescentes más grandes del continente, según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) publicado a finales del pasado años 2018, ocupamos el tercer lugar entre los países latinoamericanos con más embarazos de este tipo, con 95 nacimientos por cada 1000 mujeres de entre 15 y 19 años de edad, esto es un desastre total el cual es nuestra prioridad y responsabilidad solucionar, no con abortos sino con prevención.

El siguiente problema es un poco más complejo en su estructura, porque no es sólo un problema social sino que es uno legal, inherente a la legislación venezolana. El problema es que en Venezuela no existe una plataforma con bases jurídicas amplias que traten los matices que conllevan a la situación del aborto; específicamente el Código Penal Venezolano cuando se refiere al aborto sólo plantea puntos generales y penas cuando se trata de aborto provocado, procurado,

sufrido, y agravado; se trata el tema muy

vagamente y no se consideran los diferentes casos que pueden darse a lugar y que pueden terminar en aborto.

El primer error es que no se toma en cuenta la complejidad del asunto del aborto, el aborto no es una situación a la que se llega de una sola forma o que surge de manera espontánea, es más bien la consecuencia de una sucesión de hechos que pueden ser tratados y la profundización legal en este sentido es un trabajo y cambio esencial porque de permanecer descuidado este aspecto generará problemas en la aplicación de justicia y obstáculos que podrían ser resueltos con facilidad de existir los procedimientos legales específicos para cada caso.

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Por ejemplo, se nos indica y es necesario saber que en Venezuela el aborto sólo es permitido cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer, pero estos problemas no se quedan allí. Se dan diversos casos, por ejemplo ¿qué se debe hacer cuando una mujer es violada y dicha violación termina en un aborto?

Por la naturaleza de la situación, una violación es muy improbable que termine en embarazo, la gran parte de estos casos quienes cometen la violación suelen usar preservativos para resguardarse de un posible análisis que comprometa su anonimato y consecuentemente su libertad, y aun en los casos en los cuales dicha protección no existe, se deben dar circunstancias como que la mujer esté en una época fértil para la fecundación o que los cambios hormonales que produce un encuentro sexual violento y forzado como lo puede ser una violación, no sea tan grave como para impedir la fecundación. Sin embargo es un caso posible, el cual puede darse y se ha dado con antelación, por ende es necesario determinar que se debe realizar en estos casos.

No basta con apresar al violador, sino distinguir si estos casos pueden ser razones válidas para que se realice un aborto o no; podría decirse que estos embarazos son perjudiciales para la vida de la madre y para la futura vida del niño, muchas mujeres tienden a desarrollar problemas graves de depresión o problemas con el progresivo desarrollo del niño. Es una situación espantosa, un sufrimiento inconmensurable, sin embargo no soy nadie para determinar que se debe hacer en estos casos. Existen también otras situaciones como los embarazos por incesto, que deben ser analizados y tratados adecuadamente.

Otra situación que puede presentarse es la de niñas muy jóvenes que de una u otra forma resultaron embarazadas, estos casos suelen terminar en aborto pues el desarrollo del embarazo pone en riesgo su vida.

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El último caso, también muy polémico es aquel en el que la persona por nacer sufre de alguna enfermedad o malformación genética grave que impediría llevar una vida sana o por lo menos normal. Acá quiero dar mi opinión, y esta no me parece buena razón para un aborto, pues el potencial está con o sin enfermedad, un ejemplo claro de esto es Maickel Melamed, el conferencista y atleta venezolano, que con un grave caso de retraso motor producto de un problema con su nacimiento ha logrado grandes cosa; el mismo contó una vez por su cuenta de Instagram una anécdota sobre una mujer embarazada que tenía problemas con el cordón umbilical y que el niño que estaría gestando sufriría también de un retraso motor, esta mujer por mensaje privado por redes sociales le dijo que estaba considerando el aborto que le fue recomendado por su doctor, pero quería oír la situación de una persona que había sufrido eso, Maickel, un poco afectado por la fuerte pregunta sintió eso como si su madre le estuviese preguntado “¿hubieses querido que te abortase?”, él le respondió que no lo hiciera, aunque fuese un camino difícil no es uno imposible; como diría el “Cuando el amor es más fuerte que el dolor, nada puede detenerte”. Sin embargo, como mencioné anteriormente esto no es más que una opinión.

El verdadero problema es que estos son debates científicos y legales que no se han dado y deben darse porque necesitamos una buena plataforma legal que nos indique el trabajo para los casos de aborto, necesitamos trabajar también por una plataforma educativa en materia de educación sexual para cuidados y prevención. Necesitamos también hacer valer nuestra ley, entender que hay muchas cosas que hacer, un montón de clínicas abortivas que deben ser desmanteladas, casos de mujeres embarazadas sobre los cuales hay que trabajar y sobre todo una determinación específica que facilité el proceso que ha de seguirse.

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Más que un plan sobre abortos que permita el asesinato indiscriminado de seres humanos, o que un retestinamiento fatal que provoque que nuestros problemas sociales avancen y empeoren, necesitamos solucionar esto de la manera más humana pero más inteligente posible, con los debates y la construcción necesaria para ello.

Entonces debemos buscar una forma para que en Venezuela exista un espacio seguro para la vida sexual y la vida familiar, debemos trabajar para entender que la vida es importante en cualquiera de sus formas, debemos entender que las relaciones sexuales, no son algo malo, son más bien como aquella comparación que hace Yokoi Kenji, el orador colombiano-japonés que dice que “la vida es un juego, pero con sus reglas”, debemos entender que estos pensamientos obsoletos son los causantes de que en Venezuela existan tan graves problemas de esta índole, y que existan jóvenes que finalizando su adolescencia no sepan cómo usar un preservativo es una situación más que preocupante, debemos entender que la legalidad es importante y su desarrollo es necesario para la estabilidad social, como diría Kelsen, el Derecho es una ciencia, por ende es necesario trabajar por ella. Pero es algo que nos compromete a toda la sociedad y una meta a la cual debemos llegar en unidad.

Por esto debemos dejar los colores atrás, no más azul celeste, no más verde, el aborto no es una opción, pero no debemos separamos, tenemos que trabajar juntos, por un sistema en el que estos problemas sean solucionados sin la necesidad de la legalización del aborto, esta es mi propuesta, y podemos trabajar en ella, sólo necesitamos unirnos en una sola lucha que nos permita libertad y que proteja la vida del niño y la mujer.

Porque en la unión está la fuerza y sólo así saldremos adelante, unidos; como diría Michael Jordan: “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”.

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RECURSOS Y REFERENCIAS

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Langman (1999). Embriología Médica. Panamericana.

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Carlson, Bruce M. (1999). Embriología humana y biología del desarrollo. Elsevier España.

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Moore, Keith L.; Persaud, T.V.N. (2004). Embriología clínica. Ed. Interamericana – Mc Graw-Hill.

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Código Penal Venezolano (En vigencia).

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Manuel Ossorio. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Buenos Aires. Editorial Heliasta. 2000.

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Hans Kelsen. Teoría pura del Derecho. Buenos Aires. Editorial universitaria de Buenos Aires. 1997.

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WEBGRAFÍA

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Harvard

Health

(en

inglés

estadounidense):

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Jordan Peterson sobre el Aborto: https://www.youtube.com/watch?v=yWLoUYADat0

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Propuesta con motivo a la legalización del aborto: http://www.abortoinformacionmedica.es/el-consenso-posible/ http://www.abortolegal.com.ar/objetivos/

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Ben Shapiro sobre el aborto: https://www.youtube.com/watch?v=iTIt5fJKsD8

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Venezuela y el VIH: https://www.amnistia.org/ve/noticias/2017/12/4206/poblacion-venezolana-estamas-expuesta-al-vih

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Artículo sobre el rol de los padres en la educación sexual: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/246183

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Venezuela y el embarazo adolescente: http://www.el-nacional.com/noticias/sociedad/venezuela-entre-los-paises-conmayor-tasa-embarazo-adolescente_224957

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http://www.el-nacional.com/noticias/sociedad/tasa-embarazo-adolescente-paissolo-equiparable-kenia_209608 https://www.laprensalara.com.ve/2018/10/venezuela-tercer-pais-con-masembarazos-adolescentes/ 

Embarazos por violación: https://www.aciprensa.com/recursos/aborto-y-violacion-lo-que-muestran-losestudios-27



Maickel Melamed, cuenta oficial de Instagram: https://www.instagram.com/maickelmelamed/?hl=es-la



Conferencia motivacional de Yokoi Kenji: https://www.youtube.com/watch?v=qqDY4pE3aIE

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