Ekadasis De Noviembre 2009

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Utpanna Ekadasi Suta Gosvami dijo, “Oh brahmanas eruditos, hace mucho tiempo, el Señor Sri Krishna, la Suprema Personalidad de Dios explicó las glorias auspiciosas de Sri Ekadasi y las reglas y regulaciones que gobiernan cada observancia del ayuno en ese día sagrado. Oh los mejores de los brahmanas, quienquiera oiga sobre los orígenes y glorias de estos ayunos sagrados de los días Ekadasi, va directamente a la morada del Señor Vishnu tras disfrutar de muchas clases diferentes de felicidad en el mundo material. Arjuna, el hijo de Pritha, preguntó al Señor, ‘Oh, Janardana, ¿cuáles son los beneficios piadosos del ayuno completo, tomando solo la merienda, o comiendo una sola vez al mediodía en Ekadasi?, y ¿cuales son las regulaciones para observar los diversos días de Ekadasi? Ten la amabilidad de narrarme todo esto’ El Señor Supremo, Krishna, replicó, ‘Oh, Arjuna, al principio del Invierno, en el Ekadasi que ocurre durante la quincena oscura del mes de Margasirsa (Noviembre-Diciembre), un novicio debe comenzar su práctica de observar un ayuno en Ekadasi. En Dasami, el día anterior a Ekadasi, debe limpiar bien sus dientes. Seguidamente, durante la octava porción de Dasami, justo cuando el Sol está por ponerse, debe ingerir la merienda. A la mañana siguiente, el devoto debe hacer un voto, de acuerdo con las reglas y regulaciones, de observar el ayuno. A mediodía, debe bañarse apropiadamente en un río, lago o laguna. Un baño en el río es más purificante que el tomado en un lago y un baño en una laguna es el menos purificante. Si no hubiera un río, lago o laguna a disposición, debe bañarse con el agua de un pozo. El devoto debe entonar esta plegaria que contiene los nombres de la Madre Tierra: “¡Oh Asvakrante! ¡Oh Rathakrante! ¡Oh Visnukrante! ¡Oh Vasundhare! ¡Oh Mrttike! ¡Oh Madre Tierra! Ten la amabilidad de remover todos los pecados que he acumulado a través de todas mis muchas vidas pasadas, de modo que pueda ingresar a la morada sagrada del Señor Supremo” A medida que el devoto canta, debe untar barro sobre su cuerpo. Durante el día del ayuno, el devoto no debe hablar con quienes se han apartado de sus deberes religiosos, los comedores de perro, los ladrones o los hipócritas. Bhumi. Madre tierra

También debe evitar hablar con los matadores; con quienes abusan de los semidioses, las literaturas Védicas o los brahmanas, o cualesquiera otras personalidades malvadas, como ser los que tienen sexo con mujeres prohibidas, los conocidos como saqueadores o los que roban los templos. Si se hablare con cualesquiera de tales personas o si fueran siquiera vistas en Ekadasi, uno debe auto-purificarse mirando directamente al Sol.

Luego el devoto debe adorar respetuosamente al Señor Govinda con comida de primera clase, flores y demás. En su hogar, debe ofrecer al Señor una lamparilla en conciencia devocional pura. También debe evitar dormir durante el período diurno y abstenerse del sexo por completo. Ayunando de toda comida y agua, debe entonar alegremente las glorias del Señor y ejecutar instrumentos musicales para Su placer durante toda la noche. Tras permanecer despierto toda la noche en conciencia pura, el adorador debe dar caridad a los brahmanas calificados y ofrecerles sus humildes reverencias, rogando su perdón por sus ofensas. Quienes son serios respecto al servicio devocional deben considerar los Ekadasis que ocurren durante las quincenas oscuras son tan buenos como los que ocurren durante las quincenas claras. Oh, rey, nunca se debe discriminar entre estas dos clases de Ekadasi. Por favor, escucha ahora mi descripción de los resultados obtenidos por quien observe Ekadasi de este modo. Ni el mérito que se recibe por tomar un baño en el sitio sagrado de peregrinaje conocido como Sankhoddhara, donde el Señor mató al demonio Sankhasura, no el mérito que se recibe al ver al Señor Gadadhara directamente, es igual a una décimo sexta parte del mérito obtenido por ayunar en Ekadasi. Se explica que por dar caridad en un Lunes de Luna llena, se obtiene cien mil veces los resultados de la caridad ordinaria. Oh conquistador de riqueza, aquel que da caridad el día del sankranti (equinoccio) alcanza cuatrocientas mil veces el resultado ordinario. De todos modos, simplemente por ayunar en Ekadasi se obtienen todos estos resultados piadosos, así como cualesquiera resultados piadosos obtenga uno en Kuruksetra durante un eclipse de Sol o de Luna. Además, el alma fiel que observa el ayuno completo en Ekadasi, logra cien veces más mérito que quien ejecute un Asvamedha-yajña (sacrificio de caballo) Aquel que observe tan solo un ayuno Ekadasi perfectamente, acredita el mismo mérito que quien alimente a cien mil mendicantes cada día, por sesenta mil años. Y una persona que observe Ekadasi tan solo una vez, acredita diez veces más mérito que una persona que de mil vacas en caridad a un brahmana versado en los Vedas. Una persona que alimente tan solo a un brahmacari gana diez veces más mérito que quien alimente a diez brahmanas buenos en su propia casa. Empero, mil veces el mérito obtenido por alimentar a un brahmacari es obtenido por donar tierra a un brahmana respetuoso y necesitado, y mil veces más que eso es obtenido por entregar a una muchacha virgen en matrimonio a un hombre responsable y educado. Diez veces más beneficioso que eso es educar a los hijos con propiedad en el sendero espiritual, sin esperar nada a cambio. Diez veces mejor, es aún dar granos alimenticios al hambriento. Ciertamente, el dar caridad a los necesitados es lo mejor de todo, y nunca ha habido ni habrá jamás una mejor caridad que ésta. Oh hijo de Kunti, todos los antepasados y semidioses en el Cielo se satisfacen mucho cuando alguien da granos alimenticios en caridad. Pero el mérito que se obtiene por observar un ayuno completo en Ekadasi, no puede ser medido. Oh Arjuna, el mejor de todos los Kurus, el poderoso efecto de este mérito es inconcebible incluso para los semidioses, y la mitad de dicho mérito es obtenida por quien ingiere solo la merienda en Ekadasi. Por consiguiente, se debe observar el ayuno en el día del Señor Hari, ya sea comiendo una sola vez al mediodía, absteniéndose de los granos y garbanzos; comiendo una sola vez al

anochecer, absteniéndose de los granos y garbanzos, o ayunando completamente. Los procesos de quedarse en los sitios de peregrinaje, dar caridad y celebrar sacrificios de fuego pueden ser jactanciosos hasta que llega Ekadasi. Por lo tanto, todo aquel que tema a las miserias de la existencia material debe observar Ekadasi. En Ekadasi no se debe beber agua de una caracola, matar entidades vivientes como ser cerdos o peces, ni comer granos ni habas de ningún tipo. Así pues, te he descrito, Oh Arjuna, el mejor de todos los métodos de ayuno, en respuesta a lo que Me preguntaste” Arjuna entonces preguntó, ‘Oh, Señor, conforme a Ti, mil sacrificios Védicos no equivalen siquiera a un ayuno Ekadasi. ¿Cómo puede ser? ¿Como es que Ekadasi se vuelve el más meritorio de todos los días? El Señor Sri Krishna replicó, ‘Te diré porqué Ekadasi es el más purificante de todos los días. En Satya-yuga vivió una vez un demonio maravillosamente temible llamado Mura. Siempre muy enojado, aterrorizaba a todos los semidioses, venciendo incluso a Indra, el rey del cielo; Vivasvan, el dios-sol; los ocho Vasus; el Señor Brahma; Vayu, el dios-viento; y Agni, el dios fuego. Con su terrible poder, el los tenía a todos bajo su control. El Señor Indra luego recurrió al Señor Shiva y le dijo, Todos hemos caído de nuestros planetas y ahora vagamos indefensos por la Tierra. Oh, señor, ¿cómo podemos hallar un alivio a esta aflicción? ¿Cuál será el destino de nosotros, los semidioses?” El Señor Shiva replicó, “Oh el mejor de los semidioses, ve a ese lugar donde reside el Seños Vishnu, el conductor de Garuda. El es Jagannatha, el amo de todos los universos y también su amparo. El está consagrado a proteger a todas las almas rendidas a El” El Señor Krishna continuó, ‘Oh, Arjuna, conquistador de riqueza, luego que el Señor Indra oyera estas palabras del Señor Shiva, se dirigió junto con todos los semidioses al sitio donde el Señor Jagannatha, el Señor del universo, el protector de todas las almas, estaba descansando. Al ver al Señor durmiendo sobre el agua, los semidioses unieron las palmas de sus manos y, conducidos por Indra, recitaron las siguientes plegarias: Oh, Suprema Personalidad de Dios, todas las reverencias a Ti. Oh, Señor de señores, Oh, Tú que eres alabado por los principales semidioses, Oh enemigo de todos los demonios, Oh Señor de ojos de loto, Oh Madhusudana (matador del demonio Madhu), por favor protégenos. Temerosos del demonio Mura, nosotros, los semidioses, hemos acudido a Ti por amparo. Oh Jagannatha, Tú eres el hacedor de todo y el creador de todo. Tú eres el padre y la madre de todos los universos. Tú eres el creador, el sustentador y el destructor de todo. Tú eres la ayuda suprema de todos los semidioses, y solo Tú puedes llevarles paz. Tú solo eres la tierra, el cielo y el benefactor universal. Tú eres Shiva, Brahma y también Vishnu, el sustentador de los tres mundos. Tú eres los dioses del sol, la luna y el fuego. Tú eres la mantequilla clarificada, la oblación, el fuego sagrado, los mantras, los rituales, los sacerdotes y el canto silencioso de la japa. Tú eres el sacrificio mismo, su patrocinador y el disfrutador de sus resultados, la Suprema Personalidad de Dios. Nada dentro de estos tres mundos, ya sea móvil o inmóvil, puede

existir independiente de Ti. Oh Señor Supremo, Señor de señores. Tú eres el protector de quienes se refugian en Ti. Oh místico supremo, oh refugio de los temerosos, por favor rescátanos y protégenos. Nosotros, los semidioses, hemos sido derrotados por los demonios y de tal modo hemos caído del reino celestial. Despojados de nuestra posición, Oh Señor del universo, ahora estamos vagando por este planeta terrenal’. El Señor Krishna continuó, ‘Habiendo oído a Indra y a los demás semidioses hablar estas palabras, Sri Vishnu, la Suprema Personalidad de Dios, replicó, ‘¿Qué demonio posee tan grandes poderes engañosos que ha podido vencer a todos los semidioses? ¿Cuál es su nombre y dónde vive? ¿De dónde obtiene su fuerza y amparo? Dime todo, Oh Indra y no temas” Indra El Señor Indra replicó, ‘Oh Divinidad Suprema, oh Señor de señores, Oh Tú que desvaneces el temor en los corazones de Tus devotos puros, Oh Tú que eres tan gentil con Tus fieles sirvientes, hubo una vez un poderoso demonio de la dinastía Brahman cuyo nombre era Nadijangha. Era extraordinariamente temible y completamente dedicado a destruir a los semidioses que engendró un hijo infame llamado Mura. La gran ciudad capital de Mura es Candravati. Desde esa base, el terriblemente maligno y poderoso demonio Mura ha conquistado todo el mundo y dominado bajo su control a todos los semidioses, apartándolos de su reino celestial. El ha asumido los roles de Indra, el rey del cielo; Agni, el dios-fuego; Yama, el señor de la muerte; Vayu, el dios-viento; Isa, o el Señor Shiva; Soma, el dios-luna; Nairrti, el señor de las direcciones y Pasi o Varuna, el dios-agua. El ha comenzado también a emanar luz en el rol del dios-sol, convirtiéndose asimismo en las nubes. A los semidioses les es imposible vencerlo. Oh Señor Vishnu, por favor mata a este demonio y concede la victoria a los semidioses” Al oír estas palabras de Indra, el Señor Janardana se enojó mucho y dijo, ‘Oh semidioses poderosos, avancen ahora todos juntos sobre la ciudad capital de Mura, Candravati’. Así alentados, los semidioses reunidos se dirigieron a Candravati con el Señor Hari abriendo camino. Cuando Mura vio a los semidioses, ese demonio sobresaliente comenzó a bramar muy sonoramente, junto a incontables miles de otros demonios, todos con armas brillantes y relucientes. Los demonios poderosamente armados golpearon a los semidioses, quienes comenzaron a abandonar el campo de batalla, dispersándose en las diez direcciones. Al ver al Señor Supremo Hrisikesa, el amo de los sentidos, presente en el campo de batalla, los furiosos demonios se lanzaron hacia El, con diversas armas en sus manos. Al arremeter contra el Señor, que sostiene una espada, un disco y una maza, El de inmediato hirió todos sus miembros con Sus flechas agudas envenenadas. De tal modo, murieron centenares de demonios por la mano del Señor. Al final, el demonio principal, Mura, luchó con el Señor. Mura empleó su poder místico para inutilizar cualesquiera armas desplegara el Señor Supremo Hrisikesa. Ciertamente, las armas caen como flores sobre el demonio. Cuando el Señor no pudo vencerlo, ni siquiera con diferentes clases de armas –ya sea las que son arrojadas o sujetadas-, El comenzó a luchar con Sus manos desnudas, que eran tan fuertes como mazas de hierro. El Señor luchó con Mura por mil años celestiales y luego, en apariencia fatigado, partió hacia Badarikasrama. Allí el Señor Yogesvara, el mayor de todos los yogis, el Señor del universo, entró a una bellísima caverna llamada Himavati para descansar. Oh Dhanañjaya, conquistador de riqueza, esa caverna medía noventa y seis millas de diámetro y solo tenía una entrada. Fui

allí por temor y también para dormir. No hay duda acerca de esto, Oh, hijo de Pandu, pues la gran lucha Me cansó mucho. El demonio me siguió a esa cueva y, al Verme dormido, comenzó a pensar en su corazón, ‘Hoy mataré a este matador de todos los demonios, Hari’. Mientras el malvado Mura hacía planes de esta manera, desde Mi cuerpo se manifestó allí una joven de tez muy brillante. Oh hijo de Pandu, Mura vio que ella estaba equipada con diversidad de armas brillantes y estaba presta para luchar. Desafiado por esa mujer para la batalla, Mura se preparó y seguidamente luchó con ella, pero se sorprendió mucho al ver que ella luchaba incesantemente. El rey de los demonios dijo entonces, ‘¿Quien ha creado a esta niña temible y enojada que lucha tan poderosamente, tal como un rayo que cae sobre mí?’ Así diciendo, el demonio continuó luchando con la joven. Súbitamente, esa diosa refulgente acabó con todas las armas de Mura y en un instante lo privó de su carro. El corrió hacia ella para atacarla a mano limpia, mas cuando ella lo vio arremeter, le cortó enojada la cabeza. Así pues, el demonio se desplomó en tierra de inmediato y fue a la morada de Yamaraja. El resto de los enemigos del Señor, por miedo y desamparo, entraron a la región subterránea del Patala. Entonces el Señor Supremo se despertó y vio al demonio muerto delante de Él así como a la doncella inclinándose ante El con las palmas de las manos juntas. Con el rostro expresando asombro, el Señor del universo dijo, ‘¿Quién ha matado a este demonio vicioso? El venció fácilmente a todos los semidioses, Gandharvas e incluso al propio Indra, y sus compañeros, los Maruts, y también derrotó a las Nagas (serpientes), las regentes de los planetas inferiores. Incluso Me venció a Mí, haciendo que me ocultara en esta cueva por temor. ¿Quién es la que Me ha protegido tan misericordiosamente luego que marchara del campo de batalla y viniera a dormir en esta cueva?’ La doncella dijo, ‘Yo soy quien ha matado a este demonio tras aparecer de Tu cuerpo trascendental. Ciertamente, Oh Señor Hari, cuando él Te vio durmiendo, quiso matarte. Comprendiendo la intención de esta espina al lado de los tres mundos, yo maté al maligno bribón, liberando de tal modo a todos los semidioses del temor. Yo soy Tu gran maha-sakti, Tu potencia interna, que infunde el temor en los corazones de Tus enemigos. He matado a este demonio que aterrorizaba al universo para proteger los tres mundos. Por favor dime porqué Te sorprendes de ver que este demonio ha sido muerto, Oh Señor. La Suprema Personalidad de Dios dijo, ‘Oh, pura, estoy muy satisfecho de ver que eres tú quien ha matado a este rey de los demonios. De esta forma has hecho felices, prósperos y llenos de bienaventuranza a los semidioses. Dado que has dado placer a todos los semidioses en los tres mundos, estoy muy complacido contigo. Pide cualquier dádiva que desees, Oh auspiciosa. Te la concederé sin duda, aunque sea muy rara entre los semidioses’

La doncella dijo, ‘Oh, Señor, si Tú estás complacido conmigo y deseas concederme una dádiva, entonces dame el poder de liberar de los mayores pecados a las personas que ayunan en este día. Deseo que la mitad del crédito piadoso obtenido por quien ayune, sea acreditado para aquel que solo come al anochecer (absteniéndose de granos y garbanzos) y que la mitad

de este crédito piadoso sea ganada por aquel que solo come al mediodía. Además, que aquel que observe eventualmente un ayuno completo en mi día de aparición, con los sentidos controlados, llegue a la morada del Señor Vishnu por un billón de palpas tras haber disfrutado de toda clase de placeres en este mundo. Este es el don que deseo obtener por Tu misericordia, mi Señor. Oh Señor Janardana, ya sea que una persona observe ayuno completo, coma solo a la noche o coma solo al mediodía, por favor concédele una actitud religiosa y finalmente la liberación” La Suprema Personalidad de Dios dijo, “Oh dama sumamente auspiciosa, lo que has solicitado está concedido. Todos mis devotos en este mundo ayunarán seguramente en tu día, y de tal modo se volverán famosos en los tres mundos y finalmente vendrán a quedarse Conmigo en Mi morada. Dado que tú, Mi potencia trascendental, has aparecido en el undécimo día de la Luna menguante, que tu nombre sea Ekadasi. Si una persona ayuna en Ekadasi, Yo quemaré todos sus pecados y dispensaré sobre ella Mi morada trascendental. Estos son los días de la Luna creciente y menguante muy queridos por Mí: Trtiya (el tercer día), Astami (el octavo día), Navami (el noveno día), Chaturdasi (el décimo-cuarto día) y especialmente Ekadasi (el undécimo día) El mérito obtenido por ayunar en Ekadasi, es mayor que el obtenido por observar cualquier otra clase de ayuno o por ir a un sitio de peregrinaje, e incluso mayor que el alcanzado por dar caridad a los brahmanas. Te diré muy enfáticamente que esto es cierto” Habiendo en tal sentido dado Su bendición, el Señor Supremo desapareció. A partir de ese momento, el día Ekadasi se convirtió en el más meritorio y famoso en todo el universo. Oh Arjuna, si una persona observa estrictamente Ekadasi, Yo mataré a todos sus enemigos y le concederé el destino supremo. Ciertamente, si una persona observa este gran día de ayuno Ekadasi, en cualquiera de los modos prescritos, Yo removeré todos los obstáculos en su progreso espiritual y le concederé la perfección de la vida. Así pues, Oh hijo de Pirtha, te he descrito el origen de Ekadasi. Este único día remueve todos los pecados eternamente. Ciertamente, es el día más meritorio para destruir toda clase de pecados, y ha aparecido de modo de beneficiar a todos en el universo, dispensando todas las variedades de la perfección. No se debe discriminar entre el Ekadasi de las Lunas creciente y menguante; ambos deben ser observados, Oh, Partha y no deben ser diferenciados de Maha-dvadasi. Todo aquel que ayune en Ekadasi, debe reconocer que no hay diferencia entre ambos Ekadasis, pues ellos comprenden el mismo tithi. Quienquiera ayune completamente en Ekadasi, siguiendo las reglas y regulaciones, llegará a la morada suprema del Señor Vishnu, quien cabalga sobre Garuda. Gloriosos son quienes se consagran al Señor Vishnu y pasan todo el tiempo estudiando las glorias de Ekadasi. Quien haga el voto de no comer nada en Ekadasi, sino que solo coma al día siguiente, obtiene el mismo mérito que aquel que ejecuta un sacrificio de caballo. De esto no hay duda. En Dvadasi, el día después de Ekadasi, uno debe orar de la siguiente manera: “Oh Pundarikaksa, Oh Señor de ojos de loto, ahora comeré. Por favor ampárame” Tras decir esto, el devoto sabio debe ofrecer algunas flores y agua a los pies de loto del Señor e invitar al Señor a comer, cantando el mantra de ocho sílabas tres veces. Si el devoto desea ganar el fruto de su ayuno, entonces solo debe beber agua tomada del recipiente santificado en que ofreciera agua a los pies de

loto del Señor. En Dvadasi, se debe evitar dormir durante el día, comer en la casa de otro, comer más de una vez, tener sexo, comer miel, comer en un plato de metal, comer urad dhal y restregar aceite en el cuerpo individual. El devoto debe abandonar estas ocho cosas en Dvadasi. Si quiere hablar con un descastado en ese día, debe auto-purificarse comiendo una hoja de Tulasi o una fruta amalaki. Oh el mejor de los reyes, desde el mediodía de Ekadasi hasta el amanecer de Dvadasi, uno debe ocuparse en tomar baños, adorar al Señor y ejecutar actividades devocionales, incluyendo el dar caridad y la ejecución de sacrificios de fuego. Si uno se hallare en circunstancias difíciles y no pudiera romper el ayuno de Ekadasi apropiadamente en Dvadasi, se lo puede romper bebiendo agua y en ese caso no se hallará en falta si vuelve a comer después de eso. Un devoto del Señor Vishnu que atienda día y noche estos tópicos todo-auspiciosos concernientes al Señor, de labios de otro devoto, será elevado al planeta del Señor y vivirá allí por diez millones de kalpas. Y aquel que oiga siquiera una línea sobre las glorias de Ekadasi es liberado de las reacciones de pecados tales como matar a un brahmana. De ello no hay duda. Por toda la eternidad, no habrá mejor modo de adorar al Señor Vishnu que observar un ayuno en Ekadasi’ Así termina la narración de las glorias de Margasirsa-Krishna-Ekadasi, o Utpanna Ekadasi, del Bhavisya-uttara Purana. Notas 1. En la civilización Védica, se prohíbe disfrutar del sexo con la propia hija, madre, hermana, cuñada o cualquier otro pariente femenino. 2. El Mahabharata declara, annadau jaladas caiva aturas cikitsakah/ trividham svargam ayati vina yajñena bharatah: “Oh Bharata, aquel que brinde granos alimenticios, agua potable, medicinas o ayuda médica al necesitado, va al Cielo sin realizar ninguna clase de sacrificio” 3. El Amara-kosa da los nombres de los ocho Vasus, como sigue: Dhara, Dhruva, Soma, Anila, Anala, Pratyusa y Prabhava. 4. Por supuesto, para el Señor Supremo no hay cuestión de temor o fatiga. El los evidenció como parte de Su pasatiempo en el cual apareció Ekadasi-devi. 5. Un kalpa, que son doce horas del Señor Brahma, dura 4.320.000.000 años. Dado que el Señor Krishna dice en el Bhagavad-gita (8.21) que “quien viene a Mi morada nunca regresa al mundo material” se comprende que durante un billón de kalpas que el devoto reside en la morada del Señor Vishnu, realizará servicio devocional y en tal sentido se calificará para permanecer allí eternamente. 6. Algunos de los muchos días de ayuno del calendario Védico, son como sigue: a) Trtiya: Hay un Trtiya en el cual uno debe ayunar. Este día ocurre durante la parte clara del mes de Vaisakha (Abril-Mayo) En este día uno debe adorar al Brahman Supremo y bañarse en el océano. b) Astami: Estos días de ayuno incluyen Krishna-Janmastami, Radhastami y Gopastami, cuando se debe ayunar hasta la medianoche, mediodía y puesta del sol, respectivamente. c) Navami: Estos incluyen Rama Navami y Aksaya Navami. d) Caturdasi: Estos días de ayuno incluyen Nrsimha Caturdasi, Ananta Caturdasi y Shiva Caturdasi.

e) Ekadasi: Entre todos estos días de ayuno, Ekadasi es el más querido para el Señor Krishna, Quien no pueda observar todos estos días de ayuno, puede obtener el mérito de cada uno de ellos, meramente por observar Ekadasi una vez. 7. Las tres vías recomendadas de observar ayuno en Ekadasi, son ayunando completamente, comiendo solo al anochecer, o comiendo solo una vez, en otro momento del día. Si uno come, debe abstenerse por completo de los granos y garbanzos. 8. A veces, por motivos astronómicos, Ekadasi debe ser observado al día siguiente, Dvadasi Este Maha-dvadasi se considera sumamente auspicioso. 9. El mantra de ocho sílabas es om namo narayanaya. 10. Quien mate a un brahmana y luego posteriormente oiga acerca de las glorias de Utpanna Ekadasi, será liberado de las reacciones de este pecado. No obstante, uno no debe considerar de antemano que pueda matar a un brahmana y que no será castigado simplemente por oír sobre este Ekadasi. Tal acto premeditado de pecado es una abominación.

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Moksada Ekadasi Maharaja Yudhisthira dijo, “Oh Vishnu, amo de todo. Oh, delicia de los tres mundos. Oh Señor del universo, Oh, creador del mundo. Oh, la más antigua personalidad, Oh, el mejor de los seres. Te ofrezco mis más respetuosas reverencias. Oh Señor de señores, para beneficio de todas las entidades vivientes, ten la amabilidad de responder algunos interrogantes que tengo. ¿Cuál es el nombre del Ekadasi que ocurre durante la quincena clara del mes de Margasirsa y remueve todos los pecados? ¿Cómo se observa con propiedad y qué Deidad es adorada ese día sagrado? Oh Señor, por favor explícamelo completamente. El Señor Sri Krishna replicó, “Oh, Yudhisthira, tu inquisición es muy auspiciosa y te acarreará fama. Tal como previamente te he explicado el más querido Utpanna Maha-dvadasi que ocurre durante la parte oscura del mes de Margasirsa, que es el día en que Ekadasi-devi apareció de Mi cuerpo para matar al demonio Mura, y que beneficia a todo lo animado e inanimado en los tres mundos –así ahora te explicaré el Ekadasi que ocurre durante la parte clara del mes de Margasirsa. Este Ekadasi es famoso como Moksada, porque purifica al devoto fiel de todas las reacciones pecaminosas y dispensa la liberación sobre él. La adorable Deidad de este día es el Señor Damodara. Con plena atención, uno debe Adorarlo con incienso, una lamparilla de ghi, flores y manjaris de Tulasi. Oh el mejor de los reyes, por favor escucha a medida que te narro la antigua y auspiciosa historia de este Ekadasi.

Simplemente por oír esta historia, se obtiene el mérito ganado por realizar un sacrificio de caballo. Por la influencia de este mérito, los propios antepasados, madres, hijos y otros parientes que han ido al infierno, pueden ir al Cielo. Solo por este motivo, Oh, rey, tú debes escuchar cuidadosamente esta narración. Había una vez una hermosa ciudad llamada Campaka-nagara, que estaba adornada con Vaishnavas consagrados. Allí, los mejores de los reyes santos, Maharaja Vaikhanasa, gobernaba a sus súbditos como si fueran sus propios hijos e hijas. Los brahmanas en esa ciudad capital eran expertos en las cuatro clases del conocimiento Védico. El rey, mientras regía con propiedad, una noche soñó que su padre estaba sufriendo los dolores de la tortura en un planeta infernal. El rey se llenó de compasión y derramó lágrimas. A la mañana siguiente, Maharaja Vaikhanasa describió su sueño al Consejo de los brahmanas nacidos dos veces. “Oh, brahmanas” –dijo el rey, “anoche en un sueño, vi a mi padre sufriendo en un planeta infernal. El gritaba, ‘Oh, hijo, ¡por favor líbrame del tormento de este infierno!’. Ahora no tengo paz, e incluso este hermoso reino se ha vuelto insoportable para mí. Ni siquiera mis caballos, elefantes y carruajes me brindan ningún gozo, y mi vasto tesoro no me da ningún placer en absoluto. Todo, oh, los mejores de los brahmanas, incluso mi propia esposa e hijos, se ha convertido en una fuente de infelicidad, desde que contemplé a mi querido padre sufriendo la tortura del infierno. ¿Dónde puedo ir, y qué puedo hacer, oh brahmanas, para aliviar mi miseria? ¡Mi cuerpo arde de miedo y pena! Por favor, díganme qué clase de caridad, qué modo de ayuno, qué austeridad o qué profunda meditación puedo realizar para liberar a mi padre de su agonía y dispensar la liberación sobre mis antepasados. Oh, los mejores de los brahmanas, ¿de qué sirve ser un hijo poderoso si el propio padre debe sufrir en un planeta infernal? ¡Verdaderamente, la vida de tal hijo es completamente inútil!’ Los brahmanas nacidos por segunda vez replicaron, “Oh, rey, en el bosque montañoso no lejos de aquí, está el asrama donde vive el gran santo Parvata Muni. Por favor, acude a él, pues el conoce el pasado, el presente y el futuro de todo y seguramente podrá ayudarte en tu miseria. Al oír este consejo, el afligido rey de inmediato partió en una travesía hacia el asrama del famoso sabio Parvata Muni. El asrama era muy grande y albergaba a muchos sabios eruditos, expertos en cantar los himnos sagrados de los cuatro Vedas. Al aproximarse al sagrado asrama, el rey vio a Parvata Muni sentado entre los sabios, como otro Señor Brahma, el creador innaciente. Maharaja Vaikhanasa le ofreció sus humildes reverencias al muni, inclinando su cabeza y luego postrando todo su cuerpo. Luego que el rey se sentara, Parvata Muni le preguntó por el bienestar de los siete miembros de su extenso reino. El muni también le preguntó si su reino se hallaba libre de problemas y si todos estaban felices y tranquilos. A estas preguntas el rey replicó, “Por tu misericordia, oh glorioso sabio, los siete miembros de mi reino están bien. Empero, hay un problema que ha surgido recientemente, y he venido a ti para resolverlo, oh brahmana, por tu experta guía”

Entonces Parvata Muni, el mejor de todos los sabios cerró sus ojos y meditó en el pasado del rey, su presente y su futuro. Tras unos instantes, abrió sus ojos y dijo, ‘Tu padre está sufriendo los resultados de cometer un gran pecado, y he descubierto cual es. En su vida previa, el peleó con su esposa por tratar de disfrutarla sexualmente durante su período menstrual. ¡Ella trató de resistir sus avances y gritó, ‘Por favor, que alguien me salve! ¡Por favor, oh esposo, no interrumpas mi período mensual!’ De todos modos, el no la dejó sola. Es debido a este grave pecado que tu padre ha caído en tal condición infernal’. El Rey Vaikhanasa luego dijo, ‘Oh el más grande de los sabios, ¿mediante que procesos de ayuno o caridad puedo liberar a mi querido padre de tal condición? Por favor dime como puedo remover la carga de sus reacciones pecaminosas, que son un gran obstáculo para su progreso hacia la liberación última’. Parvata Muni replicó, ‘Durante la quincena clara del mes de Margasirsa ocurre un Ekadasi llamado Moksada. Si tú observar este sagrado Ekadasi estrictamente, con ayuno completo, y le concedes a tu sufriente padre el mérito así obtenido por ti, el será librado de su dolor e instantáneamente liberado’. Al oír esto, Maharaja Vaikhanasa agradeció profusamente al gran sabio y luego retornó a su palacio. Oh Yudhisthira, cuando la parte clara del mes de Margasirsa llegó finalmente, Maharaja Vaikhanasa observó fiel y perfectamente el ayuno Ekadasi, con su esposa, hijos y otros parientes. El concedió debidamente el mérito de su ayuno a su padre, y al hacer la ofrenda, llovieron hermosas flores desde el cielo. El padre del rey fue entonces alabado por los mensajeros de los semidioses y escoltado a las regiones celestiales. Al pasar al lado de su hijo, el padre dijo al rey, ‘Mi querido hijo, ¡todas las bendiciones a ti!’ Finalmente, alcanzó el reino celestial. Oh hijo de Pandu, quienquiera observe estrictamente el sagrado Moksada Ekadasi, siguiendo las reglas y regulaciones establecidas, logra la completa y perfecta liberación después de la muerte. No hay mejor día de ayuno que este Ekadasi de la quincena clara del mes de Margasirsa, Oh Yudhisthira, pues es un día claro como el cristal y puro. Quienquiera observe fielmente este ayuno Ekadasi, que es como cintamani (una piedra preciosa que concede todos los deseos), obtiene un mérito especial que es muy difícil de calcular, pues este día puede elevarlo a los planetas celestiales y más allá, a la liberación perfecta’ Así termina la narración de las glorias de Margasirsa-sukla Ekadasi, o Moksada Ekadasi, del Brahmanda Purana. Notas 1. Cuando Ekadasi recae en Dvadasi, los devotos de todos modos lo llaman Ekadasi. 2. Los cuatro Vedas son: Sama, Yajur, Rg y Atharva. 3. Los siete miembros del dominio de un rey son el rey mismo, sus ministros, su tesoro, sus fuerzas militares, sus aliados, los brahmanas, los sacrificios realizados en su reinado y las necesidades de sus súbditos. 4. Si una persona observa un ayuno Ekadasi por un antepasado muerto que está sufriendo en el infierno, entonces el mérito así acreditado permite al antepasado abandonar el infierno y entrar al reino celestial, donde puede practicar servicio devocional a Krishna o Vishnu e ir de vuelta a Dios. Pero quien observe Ekadasi para su propia elevación espiritual, va de vuelta con Dios personalmente, nunca regresando a este mundo material.

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Cada vez son más las personas que, preocupadas por los evidentes efectos negativos de la alimentación actual sobre la buena salud y la longevidad, se plantean la siguiente pregunta: El cuerpo humano ¿está hecho para seguir una dieta vegetariana o se adapta mejor al consumo de carne? Para encontrar la respuesta, hay que tener en cuenta dos factores: la estructura anatómica del cuerpo humano, y los efectos físicos del consumo de carne. Puesto que el acto de comer comienza con las manos y la boca, veamos qué nos revela la anatomía de esas partes del cuerpo. Los dientes del hombre, como los de todos los seres herbívoros, son idóneos para triturar y masticar sustancias vegetales; el ser humano carece de los colmillos afilados que caracterizan a los carnívoros y que les sirven para aferrar y desgarrar la carne. Generalmente, los animales carnívoros ingieren su alimento sin masticarlo, de modo que no tienen necesidad, ni de molares, ni de mandíbulas con movilidad lateral. Además, la mano del hombre, sin garras afiladas y con un pulgar opuesto a los demás dedos, es más apta para sujetar frutas y verduras que para cazar y dar muerte a sus presas.

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