Eje MERCOSUR – Chile.Posee una superficie de 3,1 millones de km2 y abarca toda la República Oriental del Uruguay; el centro de Chile, que comprende
las
regiones
de
Coquimbo,
Valparaíso,
Libertador O’Higgins, y la Región Metropolitana de Santiago; el centro y noreste de Argentina que incluye la Mesopotamia argentina con las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, y el bloque central argentino con las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, San Luis, Mendoza y San Juan; el sur de Brasil, comprendiendo los estados de Minas Gerais, São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul; y el sudeste del Paraguay que abarca la región al este del Río Paraguay y al norte-oeste del Río Paraná, o región occidental paraguaya. Su población estimada es de 126 millones de habitantes. La densidad promedio es de casi 41 habitantes por km2, valor
relativamente
alto
considerando
la
extensión
geográfica, influenciado por las regiones que además de ser las más pobladas, tienen una extensión significativa, tales como São Paulo, la Región Metropolitana de Chile y Buenos Aires. El 86% de la población vive en zonas urbanas, y el 14% en zonas rurales, lo que hace a esta región una de las más urbanizadas del mundo. En el área
se encuentran las capitales de todos los estados y provincias del Eje. Su Producto Bruto estimado es cercano a los US$ 469,7 miles de millones, representando su área de influencia el 62% del valor de los bienes y servicios de la República Argentina, el 63% de la República Federativa de Brasil, el 52% de la economía chilena, el 50% de la economía paraguaya y la totalidad de la economía de Uruguay. Entre las actividades económicas dominantes se encuentran: la Producción Primaria e Industrias Extractivas (incluyendo cereales, oleaginosas, hortalizas, frutas, carnes, pieles, cueros, madera, pescados, minerales metálicos y no metálicos, algodón, tabaco, petróleo y gas); Agroindustria; Industria alimentos
(metalurgia, y
incluida
bebidas,
siderurgia
química
y
y
aluminio,
petroquímica,
metalmecánica, automotriz, electrodomésticos, textil y confecciones, etc.) y; Servicios (incluyendo servicios portuarios, de logística y comercio exterior, turismo, servicios financieros y de transportes y comunicaciones, electricidad, gas y agua). Su potencial de desarrollo en el continente suramericano es indiscutible. Con una población equivalente al 48% de la región, genera cerca del 70% de la actividad económica de Suramérica (aproximadamente US$ 500.000 millones al
año), conteniendo más de diez concentraciones urbanas de más de 1 millón de habitantes cada una, incluyendo las megaciudades de Santiago, Buenos Aires, São Paulo, Rio de Janeiro, Belo Horizonte y Curitíba. Es el principal centro industrial de Suramérica, con diversas industrias de alto valor agregado (aeronáutica, automotriz, metalmecánica, petroquímica, agroindustria, materiales de construcción) que además articula varios de los territorios agrícolas más productivos del mundo (granos, café, soja, frutas, ganado). La economía futura del Eje continuará combinando el desarrollo industrial de alto valor agregado con la producción agropecuaria de gran escala y la provisión de servicios diversos. Los múltiples y fáciles accesos
a
puertos
sobre
el
Atlántico
continuarán
impulsando la vinculación con los mercados mundiales. En las próximas décadas, se espera que la región experimente un importante crecimiento en ciudades secundarias que servirán de puntos de apoyo para la formación de cadenas de producción y comercialización regionales, en la medida que las vinculaciones terrestres del Eje con las regiones vecinas se fortalecen y generan mayores flujos comerciales impulsando
un
fuerte
crecimiento
en
el
comercio
intrarregional y promoviendo un adecuado desarrollo de infraestructura de integración.
Por lo tanto, el proyecto estructurante por antonomasia es el diseño de planes de servicios (no necesariamente de infraestructura),
en
el
que
primen
una
paulatina
convergencia de las regulaciones, las normas, los sistemas operativos y todos los componentes de la infraestructura institucional necesaria para que toda la región trabaje con armonía sinérgica.