¿CÓMO INCIDEN LA PEDAGOGÍA Y EL APRENDIZAJE EN EL ROL DEL PROFESOR?
Una perspectiva bio-integral comparativa entre el Conductismo y el Cognoscitivismo como teorías de aprendizaje A Bio-integral Comparative Perspective between Behaviorism and Cognostivism as learnig theories Mg. Doris Lucia Gudiño Mg. Nieves A. Acosta Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Maracay Resumen Los enfoques del aprendizaje demarcan el camino por el cual transita el hombre para adquirir el conocimiento. Por ello, dentro del proceso educativo adquieren una vital importancia, ya que los mismos describen la forma y manera cómo la persona o individuo adquiere el acto de prender. También porque son estamentos psicológicos con los cuales los maestros pueden, de una u otra forma, dirigir, conducir y planear el acto educativo. No obstante, este artículo se apuntala hacia la descripción y análisis comparativo de un entramado epistemológico donde se sustenta la columna vertebral de dos enfoques del aprendizaje más usados y controversiales del siglo XX. Estos son, de acuerdo a Bigge (2004), el conductismo y el cognoscitivismo. Los mismos se describen como dos enfoques que surgieron en un tiempo determinado de la historia. Sin embargo, estos contenidos epistémicos se encuentran presentes hoy día en la programación educativa de algunos diseños curriculares. Palabras claves: Conductismo, Cognoscitivismo, Aprendizaje, Biointegralidad. Abstract The learning approaches delimit the path which man travels in order to acquire knowledge. So, in the educational process they are of relevant importance, because they describe the way and form how the person or individual obtains the act of learning. Also, for the reason that learning approaches are psychological statements which teachers are able to, in one or other way, direct, conduct and plan the educative act. Nevertheless, this article emphasizes the comparative description and analysis of an epistemological structure where it is supported the vertebral column of the two most common and controversial learning approaches in the XX century. Those are according to Bigge (2004) behaviorism and cognoscitivism. They are described as two approaches that emerged in a determined
period of time. However, these epistemic contents are present nowadays in some syllabus designs of the educational program. Keywords: Behaviorism, cognoscitivism, learning, Biointegrallity. Una Perspectiva Comparativa entre el Conductismo y el Cognoscitivismo Introducción El ser humano desde que se conformó en sociedad se vio involucrado dentro de un proceso en el cual no sólo sintió la inquietud para adquirirlo, sino que también trató de averiguar cómo se llevaba a cabo tal acción. Este proceso se le llamó y se le sigue llamando aprendizaje. Por ello, Bigge (2004) refiere que: Desde los tiempos antiguos al menos algunos de los miembros de cada sociedad civilizada han desarrollado y probado hasta cierto punto, ideas sobre la naturaleza del proceso de aprendizaje. Desde el siglo XVII, han surgido teorías más o menos sistemáticas del aprendizaje, para oponerse a las teorías existentes. Por lo común, una nueva teoría del aprendizaje no se traduce en práctica escolar hasta que transcurren de 25 a 75 años. Por otra parte, cuando una nueva teoría llega eventualmente a afectar las normas escolares, no desplaza habitualmente a sus predecesoras, sino que sólo compite con ellas (p.17). Por esta razón, es relevante el abordaje epistémico de los enfoques de aprendizaje dentro de los contenidos programáticos de toda planificación educativa. Pues, los mismos sustentan los preceptos teóricos psicológicos en los cuales se exponen la forma y la manera cómo los individuos o las personas adquieren el arte de aprender. No obstante, el presente artículo sólo se remite a realizar una perspectiva comparativa entre estos dos enfoques, como lo son el conductismo y el cognoscitivismo, ya que debido a Bigge (2004) fueron los enfoques de mayor auge y los más controversiales dentro del proceso educativo del siglo XX. Se tiene, por lo tanto, a dos enfoques que surgieron en una época y en un tiempo determinado de la historia. Sin embargo, fueron dos posturas epistémicas que demarcaron dos campos, dos mundos diferentes y antagónicos que hasta el presente se pueden observar tanto en la praxis educativa como en los contenidos programáticos de ciertos diseños curriculares. Los basamentos teóricos que sustentan a estos dos enfoques son transitados a través de la hermenéutica, ya que la misma permite la descripción, el análisis y la comparación entre los mismos. Sinopsis Histórica del Conductismo y del Cognoscitivismo El enfoque conductista se deriva del término inglés que quiere decir conducta. Surge a través de la evolución conductista iniciada por J. B. Watson (1878-1958), quien desarrolló en el año 1913 un programa según el cual la psicología debía circunscribirse al estudio de la conducta observable y mensurable, descartando de esta manera todo lo referido a la descripción de contenidos de la conciencia y a los datos que pudiera suministrar la introspección.
Cabe mencionar que la introspección fue el método que sentó las bases para que la psicología comenzara a adquirir una fundamentación científica. No obstante, por ser un método basado en una serie de aspectos subjetivos del ser humano fue rechazado por este enfoque, que fundamenta sus preceptos sólo en la conducta observable y cuantificable de los organismos. Por ello, este enfoque se cimenta sobre el campo de la conducta, el cual predice que todo proceso, todo evento de aprendizaje sólo es posible a través de la práctica, de la demostración de un hecho observable. Tal y como lo señala Porras y Sabatino (1986): El proceso de aprendizaje se inicia cuando el sujeto capta y percibe un evento del ambiente. Una vez dentro del sujeto, ese evento es frecuentemente procesado, bien asociado, bien categorizado, etc. Eventualmente es exteriorizado en formas de conductas observables. (p.21) En contraposición al enfoque conductista se encuentra el enfoque cognoscitivista, el mismo, de acuerdo a Bigge (2004), pertenece a la familia del campo de la Gestalt. Este nuevo enfoque psicológico gestaltista se originó en Alemania durante las primeras décadas del siglo XX. Su máximo exponente fue Max Wertheimer (1880 - 1943). El término Gestalt o la psicología de la forma se derivó de un sustantivo alemán y el mismo no tiene en la lengua castellana una palabra equivalente, y es por esta razón que el término fue incluido en la terminología psicológica. Sin embargo, teóricos seguidores de este nuevo enfoque dieron nuevos nombres a la psicología de la gestalt surgiendo de esta manera: la psicología configurativa, la psicología organística, la del campo, la fenomenológica y la del campo cognoscitivo. De igual forma, percibieron al fenómeno del aprendizaje como un factor estrechamente relacionado con el proceso de la percepción. Por ello, definieron al aprendizaje, según Bigge (2004), como "la reorganización del modo perceptual o psicológico del aprendizaje - su campo" (p. 71). Este movimiento psicológico se introdujo en los Estados Unidos para el año 1912, y el teórico que lo dio a conocer fue Max Wertheimer, de origen alemán y precursor de este nuevo paradigma cognitivo. La psicología del campo de la gestalt significó, entonces para este teórico, un conjunto organizado de un todo que proviene a raíz de una serie de partes. Esta teoría del campo de la Gestalt se sustenta sobre seis leyes que fueron formuladas por este teórico y sus seguidores, las mismas le dan a esta teoría el principio de totalidad perceptiva durante el proceso de aprendizaje. Dentro de estas leyes tenemos las siguientes: La Ley Básica de Pragnäz, la Ley de Similitud, la Ley de Proximidad, la Ley de Cierre, la Ley de Buena Continuación y la Ley de Membresía. Conceptualización del Conductismo y del Cognoscitivismo El conductismo es conceptualizado por sus seguidores como el enfoque que refiere un marco metodológico experimental y mensurable en relación a la forma cómo el individuo aprende. Sustenta su episteme en la conducta observable, medible y cuantificable de los seres vivos y entre ellos fundamentalmente la del ser humano. La conducta es definida por los teóricos de esta teoría del aprendizaje como: "cualquier actividad, movimiento, reacción o respuesta que altera la posición del organismo o de cualquier parte del mismo en el espacio" (Diccionario de Ciencias de
la Conducta, 1984, p. 121). En este mismo orden de ideas, Mussen, Conger y Kagan (1984) acotan que el enfoque conductista "centra su atención sólo en la conducta manifiesta y no en la solución de problemas, mucho menos en los deseos, sentimientos o formas de pensar" (p. 28). Estos autores aluden que en este supuesto teórico sólo se toma en cuenta los poderes del ambiente y de la experiencia. También, señalan la perspectiva que ellos asumen en cuanto a la formación de hábitos y creencias en los individuos, percibiéndolos como modelos de imitación que se refuerzan o se generan a través de castigos y recompensas.
Por otra parte, y a diferencia del conductismo, el cognoscitivismo es conceptualizado por los teóricos del campo de la gestalt como la teoría que descansa sus precepto epistémico sobre la base en el cual el aprendizaje en los seres humanos se alcanza a través de unas estructuras cognitivas, las cuales se van adquiriendo y desarrollando a medida que el individuo o persona que aprende se interacciona con el medio ambiente que le rodea. En ello, parafraseando a Bigge (2004), juega un papel relevante la visión conceptual que tenga esta persona del mundo en el cual vive; ya que su mundo lo constituyen sus creencias, ideologías, recuerdos, esperanzas, costumbres, hechos sucedidos, experiencias, entre otros; y los mismos incidirán de una u otra forma, tanto en la conformación o estructuración de los insights cognitivos, como en la transferencia de los mismos hacia la adquisición de nuevos constructos. La conceptualización planteada demarca un entramado hacia la forma cómo el individuo o persona adquiere el aprendizaje, y el mismo es completamente diferente al planteado por los teóricos conductistas. Pues, en esta nueva concepción de aprendizaje se toma como base fundamental a la percepción y los fenómenos sensoriales relacionados con la adquisición del aprendizaje. Es relevante señalar que cuando se habla de la percepción se hace referencia a todo ese mundo perceptual que rodea a la persona que aprende y este mundo lo engloba su manera de ser, de comportarse, sus metas, su nivel cognitivo, sus creencias, su mundo afectivo y social. Por ello, el aprendizaje en la persona que aprende deja de concebírsele como algo conductual, mecanicista y condicionado, tal como lo plantean los teóricos conductistas, y se transforma, de acuerdo al cognoscitivismo, en un proceso subjetivo propio de cada persona y, en el cual las unicidades de ese individuo juegan un papel relevante en la estructuración del nuevo conocimiento y en las transferencias de los mismos. Preceptos Teóricos en los cuales se Sustenta el Conductismo y el Cognoscitivismo El conductismo cimenta sus preceptos sobre un sistema teórico orgánico, con el cual sus representantes demarcan una plataforma ideológica en cuanto a la forma o manera cómo los organismos vivos adquieren el aprendizaje y, por ende, los cambios de conductas o comportamientos del ser humano. Todo este cambio de comportamiento según este enfoque, se sustenta sobre un sistema receptor, el cual está conformado por los órganos sensoriales. No obstante, estos órganos sensoriales que contienen a los extremos de las
neuronas aferentes y las células asociados, para poder cumplir con sus funciones y modificaciones en el organismo, necesitan de un Sistema Conductor y este sistema lo constituyen las neuronas; las mismas corresponden a las células del tejido nervioso. Estas neuronas junto a las células nerviosas conforman la unidad fundamental del sistema nervioso, en consecuencia, este sistema es el que permite recibir los estímulos del medio ambiente y lo conducen por la vía aferente hasta un centro nervioso, en este caso será el cerebro o la medula espinal; y, será desde uno de estos órganos como se enviará la respuesta deseada que viajará por la vía eferente hasta llegar al logro de la conducta deseada o planteada por el tipo de estimulo. Sobre esta plataforma es que se sustentan los teóricos conductistas. Por ello, basan el aprendizaje sobre una series de leyes, y dentro de ellas se encuentra la Ley de Asociación emitida por Thorndike, en la cual se expone de acuerdo al diccionario Enciclopédico de Educación Especial (1989) que se puede “obtener cualquier respuesta que sea capaz de emitir un aprendiz, asociada a cualquier situación a la que sea sensible” (p.1939). En consecuencia, cualquier respuesta posible puede enlazarse a cualquier estímulo. Surge así desde esta perspectiva, el condicionamiento E-R, el mismo se divide en dos categorías básicas. La primera llamada condicionamiento clásico, la cual no tiene reforzamiento; y la segunda, referida como condicionamiento instrumental que sí posee un refuerzo para que se genere la respuesta deseada. Cabe dentro de esta exposición acotar que un acondicionamiento es, por lo general, un tipo de secuencia de estímulos y respuestas que obtuvieron como resultado un cambio duradero o relativamente permanente de la conducta, o también un aumento de las probabilidades de que se emita una respuesta determinada. En cuanto al condicionamiento clásico, ésta se basa en el principio de adhesión, en la cual se liga un estímulo a una respuesta, de forma tal que la reposición del primer estímulo hace o permite que se produzca el último. Por ello, en este proceso no se lleva a cabo el reforzamiento. Mientras que en el condicionamiento instrumental, el refuerzo es tomado como un elemento fundamental para los cambios de conductas o para la exteriorización de las respuestas deseadas, ya que el refuerzo es un tipo especial de condicionamiento en el cual, según Bigge (2004), se presenta “una naturaleza tal, que una reducción de una necesidad orgánica o de un estímulo- respuesta, incrementa las probabilidades de que produzca la conducta deseada (respuesta) en ocasiones subsecuentes” (p.116). Sobre este precepto se fundamenta el condicionamiento instrumental, y sus teóricos conductuales exponen que el aprendizaje para que se pueda generar de forma efectiva y eficiente se debe realizar a través del reforzamiento; y, parafraseando a Bigge (2004), los mismos dejan por sentado las siguientes conclusiones respecto a los refuerzos dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje: a) hay patrones de acción y expectancia que se desarrollan mediante las respuestas dadas por los organismos a estímulos repetidos, acompañada por un aprendizaje de ensayo y error del tipo de reforzamiento positivo o negativo; b) el reforzamiento se produce por medio de la satisfacción de necesidades biológicas y de necesidades secundarias, y c) el fomento de la educación debe adoptar la forma de reforzadores positivos y negativos. Un reforzador positivo es un estímulo cuya
presencia hace que sea más fuerte una conducta; mientras que un reforzador negativo es aquel cuya eliminación refuerza la conducta. Se hace la salvedad que el refuerzo negativo es diferente a los de los castigos. A diferencia del enfoque conductista, el enfoque cognoscitivista se enmarca dentro de una serie de preceptos o términos que, de una u otra forma, le proporcionan el piso o soporte epistémico en la cual se sustenta dicho enfoque. Estos preceptos le denotan una muy marcada diferenciación en relación al sistema teórico orgánico utilizados por los teóricos conductuales. Dentro de estos preceptos se tiene al Espacio Vital que determina el espacio en el cual se mueve una persona y este es fundamental en el momento en que se produce o se construye un aprendizaje, este espacio vital es según Bigge (2004), la: …formulación científica de una serie de situaciones no repetidas pero que se yuxtaponen, cada una de la las cuales tiene sus propensiones y relaciones singulares. El mismo se desarrolla con el fin de: a) expresar lo que es posible e imposible en la vida de una persona, y b) predecir lo que tiene probabilidades de suceder. Representan el patrón total de factores o influencias que afecta la conducta de un individuo en cierto momento o durante un período más largo (p. 223). En este mismo orden de ideas, el Diccionario Enciclopédico de Educación Especial (1989) expone que el espacio vital u organizacional se entiende como "la orientación y la estructuración del mundo externo, relacionado con el yo en primer lugar para posteriormente pasar a personas y objetos en situación estática o dinámica" (p. 853). De igual forma, expone que en este espacio vital es relevante el conocimiento de los otros a partir del yo, y es tomado por la persona que aprende como punto de referencia. Es por lo tanto el espacio vital el eje fundamental de este enfoque, ya que es a través del mismo como el cognoscitivismo predice la conducta de una persona. Debido a que la conducta de un individuo está determinada por su espacio vital, el cual no es otro sino su mundo experiencial, psicológico, e imbuido de sus vivencias, creencias, valores, metas, obstáculos, fines entre otros; y los que le caracterizarán como la persona que es. Es pues el espacio vital un modelo cuya finalidad en este enfoque estriba en querer predecir la conducta psicológica de una persona y, por ende, el espacio vital donde éste se interacciona. No obstante, este espacio vital que demarca o delinea la conducta del individuo que aprende es obtenido a través de las Estructuras Cognitivas o de los insights, ya que los mismos representan el eje motor en el cual los individuos organizan sus conocimientos. Por tal razón, es sobre estas estructuras donde se registran y organizan los significados de cada concepto y estos, a su vez, conforman la unidad básica de articulación de las estructuras cognitivas. Esto sugiere que todo individuo posee unas estructuras cognitivas con las cuales sistematiza los eventos del mundo que le rodea. Estas estructuras se van transformando a medida que los individuos construyen sus propios espacios vitales en estructuras cognitivas o insights, utilizando en ello la percepción, los juicios de valores, e incluso los procedimientos que las personas siguen para resolver sus problemas en situaciones de aprendizaje. En esta estructuración es donde juega un papel relevante los esquemas, ya que las
estructuras cognitivas permiten conformar nuevos conocimiento que se van alineando y configurando sobre las estructuras cognitivas preexistentes tal y como sucede en un rompecabezas, hasta conformar el todo unitario y el resultado de nuevos constructos o nuevos epistemes cognitivos. En consecuencia, es a través de este proceso constructivo como se va a conformar el espacio vital de cada persona; y para llevarlo a cabo este enfoque lo sustenta sobre el supuesto de que las personas durante el proceso de aprendizaje están en una constante permeabilidad perceptiva con el medio externo que le circunda, y éstos a su vez se interaccionan e interrelacionan con las estructuras y el mundo sensorial de la persona que aprende para construir en ellos los nuevos constructos o nuevos conocimientos. Paradigmas
que
Sustentan
el
Enfoque
Conductista
y
el
Cognoscitivo
Uno de los paradigmas de vital relevancia en el enfoque conductista, es el de la Asociación presentes en el condicionamiento clásico y el instrumental. Este paradigma se basa en que los individuos u organismos aprenden a través de un proceso práctico llamado asociación, y ésta se lleva a cabo cuando el organismo que aprende es capaz de realizar nuevos vínculos o conexiones entre unidades de aprendizajes que previamente no estaban asociados. Las asociaciones aquí expuestas pertenecen al condicionamiento, el cual es definido por Acosta y Sabatino (1986) como: El establecimiento de relaciones significativas (contiguas) entre algún estímulo (E) y alguna respuesta (R), lo cual gracias a su repetición o a sus efectos sobre el organismo conduce a la instalación de nuevas respuestas o conductas en el repertorio de la persona. La repetición en la asociación estímulo - respuesta constituye el factor de instalación del tipo de conducta condicionada. (p. 28). Por ello, los condicionamientos son fundamentales para los teóricos conductistas, y son una de las vías o rieles con los cuales los mismos transitan sus epistemes, posturas y creencias en lo referente al cómo los individuos aprenden y de qué forma lo llevan a cabo. Por lo tanto, plantean varios tipos de condicionamiento entre ellos: el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante e instrumental, entre otros. En relación al Condicionamiento Clásico o Pavloviano, éste fue un tipo de condicionamiento promovido por el psicólogo soviético Ivan Petrovich Pavlov. El cual sustentó su tesis en el reflejo (capacidad innata de los seres vivos) y lo refirió como la respuesta involuntaria no aprendida, a un estímulo específico y dotado de un valor adaptativo al medio. Al respecto, el Diccionario Enciclopédico de Educación Especial (1989) refiere que: …el mismo se lleva a cabo de la siguiente manera, la función consiste en hacer aparecer ante un organismo dos estímulos en estrecha secuencia. Uno de ellos, llamado estímulo incondicional (El), el cual es un estímulo con una función biológica definida que produce en el organismo una respuesta incondicionada (RI). El otro es un estímulo neutro o indiferente, o sea que carece de significación biológica precisa y si bien produce un reflejo difiere de orientación o atención, no provoca respuesta específica alguna. Con la repetición de este procedimiento, la presentación conjunta de los dos estímulos, el estímulo inconsciente neutro adquiere la propiedad de suscitar una respuesta específica parecida, aunque difícilmente idéntica, a la RI. Este estímulo recibe el nombre de Estímulo Condicional (BC),
y la respuesta que provoca, tras cumplir la condición del emparejamiento con el EI, se conoce como Respuesta Condicional (RC), (p. 452). Otro de los condicionamientos fundamentales en la teoría conductista es el condicionamiento operante o instrumental, cuyo mayor exponente fue Frederic Skinner. Este teórico planteó una nueva forma de aprendizaje, la cual tiene que ver con el establecimiento de una relación nueva entre un estímulo y una respuesta manifiesta. En su planteamiento concibe dos formas de aprendizaje: una, la contigua, en la cual se presenta la asociación de estímulos y respuestas en el tiempo, registrándola como condicionamiento respondiente; la otra forma, es de carácter instrumental, en la cual un resultado de la conducta se asocia a ella, por su naturaleza reforzante (gratificante para el organismo). A la conducta resultante de este tipo de aprendizaje se le llamó Conducta Operante o Instrumental. La misma es definida por el Diccionario Enciclopédico de Educación Especial (1989) como "aquella que se halla regida por sus consecuencias ambientales, que pueden ser refuerzos positivos o negativos" (p. 458). En contraposición al paradigma planteado, en el enfoque conductista surge en el enfoque cognoscitivo el paradigma de la cognición, y dentro de los representantes de este paradigma se puede mencionar a Jean Piaget. Su teoría cognoscitiva hace referencia de una serie de mecanismos que dan origen al conocimiento y para ello hace intervenir conceptos de diferentes disciplinas. Este teórico del campo cognoscitivo se formó primero en la biología y luego incursionó en diferentes áreas del conocimiento como la psicología, sociología, filosofía, lingüística, entre otras. Su teoría se estructuró sobre un episteme que tiene que ver con el conocimiento y la forma cómo éste evoluciona en el individuo a través de períodos que distan desde el momento de su nacimiento hasta que éste alcanza la edad adulta. Este biólogo asumió una postura propia hacia la forma cómo el hombre adquiere el aprendizaje y lo cimentó sobre una epistemología genética. Y en ella, Piaget (1975) refiere que: Existen factores biológicos ligados al sistema epigenético (interacción del genoma y del medio físico en el transcurso del crecimiento) que se manifiestan en particular por la maduración del sistema nervioso. Estos factores, que sin duda no deben nada a la sociedad, juegan un papel todavía poco conocido, pero no por ello su importancia deja de ser probablemente decisivo en el desarrollo de las funciones cognitivas (p. 63). Desde esta postura epistemológica, Araya de Neira (2000) la describe como la teoría en la cual se predice que “el sujeto es un sujeto epistémico, es decir, sujeto en quien el conocimiento es posible y el conocimiento es la consecuencia del encuentro y la interacción dinámica entre un sujeto y un objeto” (p. 95). Para desarrollar esta postura epistemológica, Piaget utilizó herramientas científicas que le permitieron recolectar una información objetiva y mensurable, utilizando en ello la técnica de la observación directa sobre el comportamiento infantil, fundamentalmente en la forma cómo los niños construyen sus conocimientos y la manera cómo éstos pasan de un estudio de menor complejidad a otro de mayor complejidad.
Por otro lado, Piaget enfoca su teoría hacia la construcción e invención de los procesos mentales en los seres humanos y rechaza rotundamente la postura asumida por los teóricos conductuales cuando afirman que el sujeto aprende y obtiene el aprendizaje sólo cuando: 1) se le somete a un proceso de estímulos y respuestas; 2) a un condicionamiento o generalización de respuestas y 3) ó a través de la observación de modelos. Contrario a este planteamiento, Piaget centra el proceso de construcción en el hecho de que: …los niños llegan muy pronto a tener en cuenta las fluctuaciones fortuitas, por ejemplo, a prever que un objeto que cae puede llegar al suelo de un lado o de otro, y a evaluar ciertos probabilidades subjetivas, por ejemplo, a prever que le costará más trabajo atravesar una calle si ésta se halla llena de coches que si no hay casi ninguno (Piaget, 1975, p.28). Su estudio muestra la eventual fecundidad de un método que trata de aprender los mecanismos del conocimiento en su origen y en su desarrollo. Cabe señalar que dentro de la teoría epistemológica genética de Jean Piaget se describen una serie de etapas referentes al desarrollo evolutivo y al de la maduración de la inteligencia humana. Dicho desarrollo se logra con la aportación de una serie de factores que van desde el aspecto biológico, afectivo, psicológico, hasta el mundo social en el cual se interacciona el individuo o sujeto que aprende. Se describen por lo tanto, cuatro etapas fundamentales en el desarrollo intelectual del ser humano: la sensorio motora que va de 0 a 18 meses de edad, la preoperatorio que oscila entre los 18 meses hasta los 7 años de edad, la de las operaciones concretas que va desde los 7 a los 12 años de edad y, por último, la etapa de las operaciones formales desde los 12 años en adelante. Es importante acotar que dichas etapas son continuas y cada etapa posterior se levante sobre etapas anteriores o se deriva de ellas. El pilar en el cual se sustenta este paradigma, y parafraseando a Piaget (1975) es sobre la premisa en la cual la conducta es un proceso vital que tiende a mantener el equilibrio entre la persona y el medio que le rodea. El mismo se logra mediante un proceso de asimilación y acomodación, en el cual la persona que aprende puede llevar a cabo el establecimiento del equilibrio cognitivo y restablecimiento del mismo en las constantes perturbaciones ocasionadas por los cambios en el medio. Por tal razón, Piaget consideró a la asimilación como un proceso de adaptación del mundo exterior, en la mente del niño, a su forma actual de pensamiento. En este mismo orden de ideas, Mussen, Conger y Kagan (1989) acotan que “La asimilación es la incorporación de un objeto a una idea o esquema que el niño ya posee” (p. 24). Aquí, se plantea un nuevo término como es el esquema, término que es asumido por Piaget dentro de su marco conceptual como “el resultado directo de la generalización de las acciones mismas y no de la percepción; como tal, el esquema no es perceptible en absoluto” (Piaget, 1975, p. 91). Por ello, los citados autores refieren al esquema como una especie de marco o patrón de comportamiento en el cual se acoge la información entrante que procede del medio ambiente, pero que está cambiando de modo continuó. En cuanto al esquema, Araya de Neira (2000) lo refiere como “la forma en que se representa el conocimiento, deben ser estructuras flexibles que se adapten a las situaciones cada vez más complejas con que se enfrenta la persona que conoce” (p. 96). Esta autora plantea
que los esquemas se forman en primera instancia como un fenómeno biológico (reflejos innatos) y después van evolucionando hasta que se transforman en esquemas aprendidos, son entonces, en un principio, acciones sensorias motoras, luego se van desarrollando en acciones mentales o representativas. Para concluir este artículo, se considera pertinente esbozar una comparación crítica entre los elementos más resaltantes que integran al proceso de enseñanza- aprendizaje, desde la perspectiva de estos dos enfoques: Concepción
de
la
Enseñanza.
Para el enfoque conductista la enseñanza es concebida como la herramienta necesaria para que un individuo simule, imite y repita un determinado modelo. Mientras que para el enfoque cognoscitivo, la enseñanza es concebida como el medio por el cual un grupo de individuos con diferentes medios socioculturales se interrelacionan para compartir experiencias, aspiraciones, conocimientos, entre otros; con la finalidad de permitir cambios de actividad que conlleven a un aprendizaje significativo. Concepción
del
Aprendizaje
Para el enfoque conductista el aprendizaje es percibido como un cambio relativamente permanente en la potencialidad de la conducta y el mismo se obtiene sólo a través de la práctica. Por el contrario, para el enfoque cognoscitivista el aprendizaje es percibido como un acto o proceso interno en el cual el individuo es capaz de organizar en sus estructuras cognitivas sus experiencias de aprendizaje y transferirla luego al mundo contextual en el cual interacciona. Precepto
en
el
cual
Sustentan
el
Aprendizaje
El enfoque conductista sustenta su precepto sobre la tesis de que el individuo aprende a través de un mecanismo llamado estimulo respuesta (E- R). Mientras que para el enfoque cognoscitivista sustenta su precepto sobre la tesis de que los individuos al nacer traen consigo unas estructuras cognitivas que se vean desarrollando a medida que la persona se interrelaciona con el contexto social, cultural, psicológico, afectivo que le circunda.
Forma
de
Percibir
al
Alumno
El conductismo percibe al alumno como un ente pasivo, memorístico, no reflexivo, ni analítico; un individuo alienado que aprende de manera mecánica y por repetición. En contraposición, el cognoscitivismo percibe al alumno como un ser crítico, reflexivo, participativo y capaz de transferir el aprendizaje a situaciones reales de su cotidianidad ya que él funge como autor de su propio aprendizaje. La
Transferencia
del
Conocimiento
La transferencia en el enfoque conductista es percibida como el acto de generalizar, el cual es el proceso donde los organismos que aprenden tienen la capacidad de recordar, evocar
acciones o eventos que aprendieron en un determinado momento y luego las pueden trasladar a otras situaciones parecidas. Aquí la transferencia de conocimiento se verifica sólo cuando existe identificación de contenidos por parte del aprendiz. Por otro lado, para el enfoque cognoscitivistas la transferencia se cimenta sobre la manera o forma que tienen los individuos para organizar en las estructuras cognitivas sus nuevos esquemas de aprendizaje. En este enfoque la transferencia de conocimiento puede constatarse cuando la persona que está aprendiendo llega al nivel de discernimiento o insight y puede por sí solo transferir sus epistemes construidos al mundo perceptual que le rodea. Forma
de
Percibir
los
Objetivos
Para el conductismo los objetivos son conductuales y juegan un papel fundamental en este enfoque, ya que es a través de ellos como se miden los resultados del aprendizaje. Por esta razón los objetivos deben ser redactados de la siguiente manera: 1- Deben llevar una conducta final que no es más que expresar claramente el tipo de destreza o habilidad que deberá demostrar el aprendiz al finalizar el objetivo. Se representa a través de un verbo en infinitivo o en tercera persona. 2- Debe expresar claramente las condiciones bajo las cuales se deberá demostrar la conducta final. Esta característica se manifiesta a través de todos los elementos que se dan, que se permiten o prohíben en el momento de mostrar la conducta deseada. 3- Deben expresar un patrón de rendimiento que pueda ser representado por un criterio de calidad, cantidad o tiempo. Mientras que, para el cognoscitivismo los objetivos se estructuran bajo la óptica del cómo se va a evaluar y cómo se va a enseñar. Estas dos variables van a la unísona, ya que ambos procesos deben realizarse según este enfoque de manera simultaneas en el aula y no de forma separada. Por esta razón, no habrá objetivos específicos, sino un bloque de contenidos epistémicos abocados al desarrollo integral y multidireccional del sujeto o persona que aprende. Estos bloques de contenidos van irrigados de ejes transversales que son un cúmulo de valores en los cuales se deben cimentar tanto el docente como los alumnos que integran el proceso. Los bloques de contenidos van dirigidos al logro del desarrollo conceptual, actitudinal y procedimental del educando. Forma
de
Percibir
a
la
Evaluación
Para el enfoque conductista la evaluación es concebida como un mecanismo objetivo en el cual el énfasis se hace sólo en la medición de los resultados que pueden ser observables y verificables. Se asume, por lo tanto, a la evaluación como el mecanismo que sirve sólo para medir el rendimiento académico o conceptual de un educando; variable con la cual el evaluador puede aplicar instrumentos de medición para comprobar y verificar si realmente los objetivos y las conductas previamente establecidas se alcanzaron. Mientras que para el enfoque cognoscitivo, la evaluación es concebida como un proceso integral, continuó y lo estructura bajo la óptica o la tesis de que cada individuo tiene el potencial de organizar y conformar su propio aprendizaje, utilizando para ello sus individualidades y su mundo perceptual. Por esta razón, se asume una evaluación contínua,
subjetiva, Concepciones
mutua,
sistémica
y
Evaluativas
de donde
auto-
coevaluación.
se
Sustentan
En el enfoque conductista la evaluación es concebida como el acto posible para medir, evaluar y cuantificar lo aprendido. Por ello, se sustenta la evaluación sobre las concepciones de la evaluación como Sinónimo de Medición, la del Logro de Objetivos y, la del juicio del experto. En contraposición, al enfoque conductista, el enfoque cognoscitivo concibe a la evaluación como un proceso continuo, integral, multidireccional y permanente. Por ello, se sustenta el proceso evaluativo sobre las concepciones de la Toma de Decisiones, el Mejoramiento de la Calidad de Vida, la Adaptativa, la Iluminativa y la Respondiente. Plataforma
Filosófica
en
las
cuales
se
Sustentan
El enfoque conductista se ubica dentro de la corriente filosófica positivista, ya que ésta sustenta su premisa sobre el estudio de los fenómenos concretos, demostrables y rechaza todo conocimiento que no pueda ser verificable de manera concreta u objetiva. Mientras que el enfoque cognoscitivista se ubica dentro de la corriente Estructuralista, ya que la misma, de acuerdo a Sabino (2006), es de “carácter holística basada en los principios de totalidad y autorregulación como de carácter formal” (p. 12). Piaget asumió una postura propia hacia la forma cómo el hombre adquiere el aprendizaje y lo cimentó sobre una epistemología genética, en el cual según Araya de Neira (2000), “El sujeto es un sujeto epistémico, es decir, sujeto en quien el conocimiento es posible y el conocimiento es la consecuencia del encuentro y la interacción dinámica entre un sujeto y un objeto” (p. 95). Para desarrollar esta postura epistemológica, Piaget utilizó herramientas de la ciencia que le permitieron recolectar una información objetiva y mensurable, utilizando en ello la técnica de la observación directa sobre el comportamiento infantil fundamentalmente en la forma cómo los niños construyen sus conocimientos y la manera cómo éstos pasan de un estudio de menor complejidad a otro de mayor complejidad. Cabe señalar dentro del enfoque epistemológico de Piaget, una serie de etapas en las cuales describe el desarrollo evolutivo y de maduración de la inteligencia humana. Desarrollo que se logra con la aportación de una serie de factores que van desde el aspecto biológico, afectivo, psicológico hasta el mundo social en el cual se interacciona el individuo o sujeto que aprende. Se describen por lo tanto, cuatro etapas fundamentales en el desarrollo intelectual del ser humano: la sensorio motora que va de 0 a 18 meses de edad, la preoperatorio que oscila entre los 18 meses hasta los 7 años de edad, la de las operaciones concretas que va desde los 7 a los 12 años de edad y, por último, la etapa de las operaciones formales desde los 12 años en adelante. Es importante acotar que dichas etapas son continuas y cada etapa posterior se levante sobre etapas anteriores o se deriva de ellos. Precepto Teórico en el cual se Sustenta el Cognoscitivismo de Jean Piaget El pilar en el cual se sustenta la teoría de Piaget, de acuerdo al Diccionario de Educación Especial (1989), radica fundamentalmente en la premisa en la cual la conducta es un
proceso vital que tiende a mantener el equilibrio entre la persona y el medio que le rodea. El mismo se logra mediante un proceso de asimilación y uno de acomodación, en el cual la persona puede llevar a cabo el establecimiento del equilibrio cognitivo y restablecimiento del mismo en las constantes perturbaciones ocasionadas por los cambios en el medio. Por tal razón, Piaget consideró a la asimilación como un proceso de adaptación del mundo exterior, en la mente del niño, a su forma actual de pensamiento. En este mismo orden de ideas, Mussen, Conger y Kagan (1989), acotan que “La asimilación es la incorporación de un objeto a una idea o esquema que el niño ya posee” (p. 24). Aquí, se plantea un nuevo término como es el esquema, término que es asumido por Piaget dentro de su marco conceptual y el cual es definido por los citados autores, como una especie de marco o patrón de comportamiento en el cual se acoge la información entrante que procede del medio ambiente, pero que está cambiando de modo continuo. También puede enfocarse como lo que puede repetirse y generalizarse en una acción. En cuanto al esquema, Araya de Neira (2000), lo refiere como “la forma en que se representa el conocimiento, deben ser estructuras flexibles que se adapten a las situaciones cada vez más complejas con que se enfrenta la persona que conoce” (p. 96). Esta autora plantea que los esquemas se forman en primera instancia como un fenómeno biológico (reflejos innatos) y después van evolucionando hasta que se transforman en esquemas aprendidos, son entonces, en un principio, acciones sensorias motoras, luego se van desarrollando en acciones mentales o representativas. No obstante, la asimilación y la formación de esquemas no se pueden percibir como algo que sucede por separado, ya que el esquema designa las condiciones precepto-motoras tanto del infante, como del adulto. ELEMENTO:
Concepción
de
la
Enseñanza
CONDUCTISMO. Esta teoría concibe a la enseñanza como la herramienta necesaria para que un individuo simule, imite y repita un determinado modelo. COGNOSCITIVISMO. Esta teoría concibe a la enseñanza como el medio por el cual un grupo de individuos con diferentes medios socio-culturales se interaccionan par compartir experiencias, aspiraciones, conocimientos, entre otros; con la finalidad de permitir en cada uno de estos sujetos cambios de actividad que conlleven a un aprendizaje significativo. ELEMENTO.
Concepción
del
Aprendizaje
CONDUCTISMO. Esta teoría concibe al aprendizaje como un cambio relativamente permanente en la potencialidad de la conducta y el mismo se obtiene solo a través de la práctica. COGNOSCITIVISMO. Esta teoría concibe al aprendizaje como un acto o proceso interno en el cual el individuo es capaz de organizar sus experiencias de aprendizaje y transferirlas luego al mundo contextual en el cual interacciona. ELEMENTO.
Preceptos
del
Aprendizaje
CONDUCTISMO. Esta teoría sustenta su precepto sobre la tesis de que el individuo aprende a través de un mecanismo llamado estimulo respuesta (E-R). COGNOSCITIVISMO. Esta teoría sustenta su precepto sobre la tesis en la cual todo individuo aprende a través de un proceso interno llamado Asimilación, Desequilibrio y Acomodación que sucede en las estructuras cognitivas.
ELEMENTO.
Forma
de
Percibir
al
Alumno
CONDUCTISMO. El conductismo percibe al alumno como un ente pasivo, memorístico, no crítico, apático, alienado que aprende de manera mecánica y por repetición. COGNOSCITIVISMO. El cognoscitivismo percibe al alumno como un ser crítico, reflexivo, participativo y capaz de transferir el aprendizaje a situaciones reales de su cotidianidad ya que él funge como autor de su propio aprendizaje. ELEMENTO.
La
Transferencia
de
Conocimiento
CONDUCTISMO. La transferencia en la teoría conductista es percibida como el acto de generalizar. Proceso en el cual los organismos que aprenden tienen la capacidad de recordar, evocar acciones o eventos que aprendieron en un determinado momento y trasladarlas a otras situaciones parecidas. Aquí la transferencia de conocimientos se verifica sólo cuando existe identificación de contenidos por parte del aprendiz. COGNOSCITIVISMO. Para los teóricos cognoscitivistas la transferencia se cimienta sobre la manera o forma que tienen los individuos para organizar en las estructuras cognitivas sus nuevos esquemas de aprendizaje. En esta teoría la transferencia de conocimiento puede constatarse cuando la persona que está aprendiendo llega al nivel de discernimiento o Insigth y puede por sí solo transferir sus epistemes construidos al mundo perceptual que le rodea.
ELEMENTO.
Forma
de
Percibir
los
Objetivos
CONDUCTISMO. Para el conductismo los objetivos son conductuales y juegan un papel fundamental en esta teoría; ya que es a través de ellos cómo se medirán los resultados del aprendizaje. Por ello estos objetivos deben ser redactados de la siguiente manera: 1. Deben llevar una conducta final que no es más que expresar claramente el tipo de destreza o habilidad que deberá demostrar el aprendiz al finalizar el objetivo. Se representa a través de un verbo en infinitivo o en tercera persona. 2. Debe expresar claramente las condiciones bajo las cuales se deberá demostrar la conducta final. Esta característica se manifiesta a través de todos los elementos que se dan, que se permiten o prohíben en el momento de mostrar la conducta deseada.
3. Deben expresar un patrón de rendimiento que pueda ser representado por un criterio de calidad cantidad o tiempo COGNOSCITIVISMO. Para el cognoscitivismo los objetivos se estructuran bajo la óptica del cómo se va a evaluar y cómo se va a enseñar. Estas dos variables van unísonas ya que ambos procesos deben realizarse según esta teoría simultáneamente en el aula y no de forma separada. Por tal razón, no habrá objetivos específicos sino un bloque de contenidos epistémicos abocados al desarrollo integral y multidireccional del sujeto o personas que aprenden. Estos bloques de contenidos integrados, van irrigados de ejes transversales que son un cúmulo de valores en los cuales se deben cimentar tanto el docente como los alumnos que integran el proceso. Los bloques de contenidos van dirigidos al logro del desarrollo conceptual, actitudinal y procedimental del educando. Estrategias
Metodológicas
ELEMENTO.
Método
CONDUCTISMO. Se utiliza el método tradicional o autoritario con el cual el docente se comporta de manera dogmática. COGNOSCITIVISMO. Se utiliza el método Heurístico con este método el docente asume una actitud comunicativa, crítica y dialógica durante el proceso de enseñanza aprendizaje. ELEMENTO.
Técnicas
de
Enseñanza
CONDUCTISMO. Sólo se utiliza la técnica de la exposición por parte del docente y por el alumno las técnicas individuales como: utilización de guías, cuestionarios, fichas, entre otros. COGNOSCITIVISMO. Se utilizan las técnicas que permiten la socialización, la participación, la criticidad y la reflexión durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Es por ello que dentro de esta teoría el docente utiliza la demostración, y la técnica de la pregunta dirigida. En relación al alumno se recomienda el uso del debate, la discusión en pequeños grupos, torbellinos de ideas, dramatizaciones, juegos didácticos, entre otros. ELEMENTO.
Recursos
CONDUCTISMO. En esta teoría el docente utiliza el pizarrón, la tiza, el libro de texto y los medios tecnológicos audiovisuales. COGNOSCITIVISMO. En esta teoría se plantea la necesidad de generar materiales didácticos significativos acordes con el nivel cognitivo del educando, con su mundo
sociocultural y con los contenidos a lograr. Es decir se sugiere el uso de rotafolios, experimentos, láminas didácticas, juegos modelos prácticos, paseos, excursiones, programas especiales a través del uso del computador, videos, entre otros. ELEMENTO.
Forma
de
Percibir
la
Evaluación
CONDUCTISMO. Para los teóricos conductistas la evaluación es concebida como un mecanismo objetivo en el cual el énfasis se hace sólo en la medición de los resultados observables y cuantificables (Regueiro 1991, p.10). Se asume entonces a la evaluación como el mecanismo que sirve sólo para medir el rendimiento estudiantil de un educando; variable con la cual el evaluador puede aplicar instrumentos de medición para comprobar y verificar si realmente los objetivos y las conductas previamente establecidas se alcanzaron. COGNOSCITIVISMO. En el Cognoscitivismo la evaluación es concebida como un proceso integral y continuo y lo estructura bajo la óptica o la tesis de que cada individuo tiene la capacidad de organizar y conformar su propio aprendizaje, utilizando para ello sus individualidades y su mundo perceptual. Por tales razones asume una evaluación continua, subjetiva, mutua, sistemática y de autoevaluación. Esta percepción conlleva a una evaluación multidireccional en el cual intervienen de manera integral todos los entes que conforman al proceso educativo. ELEMENTO.
Instrumentos
de
Evaluación
CONDUCTISMO. Dentro del conductismo se utilizan las pruebas objetivas, cuestionarios y las listas de cotejo entre otros. COGNOSCITIVISMO. Dentro del cognoscitivismo se utilizan las pruebas tipo ensayo, registros descriptivos y anecdóticos y las escalas de estimaciones.
ELEMENTO.
Concepciones
Evaluativas
CONDUCTISMO. En la teoría conductista la evaluación es concebida como el acto posible para medir, valorar y cuantificar lo aprendido y en la misma se asumen las concepciones tales como: • •
Como Como
sinónimo valoración
de logros
de
medición de
y objetivos.
COGNOSCITIVISMO. En la teoría cognocitivista la evaluación es concebida como un proceso continuo, integral, multidireccional y permanente. En •
la
misma,
Toma
de
se
asumen
decisiones,
las
Mejoramiento
concepciones de
calidad
tales de
como: vida,
• • • • ELEMENTO.
Iluminativa
Corriente
Adaptativa, Democrática, y Respondiente. Filosófica
CONDUCTISMO. El conductismo se ubica dentro de la corriente filosófica Positivista ya que sustenta sus premisas sobre la experiencia, rechazando todo conocimiento que no proceda de ésta y que no pueda ser concreto y verificable. COGNOSCITIVISMO. El cognoscitivismo se ubica dentro de la corriente filosófica Estructuralista ya que ésta de acuerdo a Sabino (1984), es “de carácter holístico basada en los principios de totalidad, transformación y autorregulación como condición de carácter formal” (p 1). ELEMENTO.
Concepción
curricular
CONDUCTISMO. En la corriente filosófica positivista la concepción curricular es la Tecnológica; la misma está dirigida a enfocar en los diseños curriculares la implantación, control y retroalimentación de programas y materiales de instrucción con el fin de obtener la eficiencia, eficacia y economía tanto en el tiempo como en los recursos. COGNOSCITIVISMO. En la corriente filosófica Estructuralista la concepción curricular es la Sistémica. Dentro de ella se concibe al currículo como un sistema ordenado y estructurado en un conjunto de partes, que a su vez se interrelacionan y conforman un todo coherente y coordinado. ELEMENTO.
Ontología
CONDUCTISMO. En esta corriente se concibe al hombre como una materia, como un ente cuyo ser se cimienta sobre lo real, lo objetivo, lo concreto, lo mensurable y lo visualiza desde su campo conductual. COGNOSCITIVISMO. En la corriente estructuralista se concibe al hombre como un ser que se interrelaciona con el mundo que le rodea, con el objeto de mantener una simbiosis o un equilibrio homoestático que le conlleven a un desarrollo integral. ELEMENTO.
Epistemología
CONDUCTISMO. Para los teóricos conductistas sustentados sobre la corriente positivista el conocimiento se adquiere de afuera hacia adentro. Lo que quiere decir que el objeto cognoscible va al sujeto cognoscente y en ello juega un papel importante las características presentes en los objetos y los reflejos que los mismos producen en la mente del sujeto. COGNOSCITIVISMO. Para los teóricos cognoscitivistas sustentados sobre la corriente estructuralista el conocimiento se adquiere a través de una relación entre el sujeto
cognoscente, el objeto cognoscible y la naturaleza de la realidad que lo circunda. Lo que quiere decir que el objeto cognoscible va al sujeto cognoscente y el sujeto cognoscente va al objeto cognoscible. ELEMENTO.
Axiología
CONDUCTISMO. En cuanto al aspecto axiológico, en la corriente filosófica positivista se asumen todos los valores éticos y estéticos que están relacionados directamente con los objetos y se asumen como una manifestación observable y medible confiriéndole una característica fundamental , la cual es que estos objetos valen por sí mismos, aunque no exista el ente humano. COGNOSCITIVISMO. En esta interrelación es donde se produce la estructuración de nuevos constructos cognitivos. En cuanto al aspecto axiológico, en la corriente filosófica estructuralista se asumen los valores estéticos, morales, éticos, consumatorios y todos aquellos valores que tienen una estrecha relación con el equilibrio de los sistemas que conforman al cosmos en el cual vive el hombre.