Educar para la paz y la convivencia: teniendo claro que si bien no es una varita mágica, la educación y la escuela son cruciales para inculcar los valores de la paz y la convivencia. ¿Con qué criterios se identifican las buenas prácticas que pueden ser inscritas en este Banco? La pertinencia, la eficacia, la sustentabilidad, la legitimidad, la innovación, la autonomía, la renovación del ejercicio de los liderazgos, la capacidad de construir consensos y agendas comunes, el reconocimiento de la diversidad de factores que inciden en el conflicto y el valor con que se asume el reto de sobreponerse a la violencia, al miedo o al odio son elementos significativos a la hora de identificar una buena práctica para este Banco. Las buenas prácticas consignadas en el Banco son experiencias: • Nacidas de la imaginación creadora que se sobrepone a la rabia, el odio y el miedo. • Alimentadas por el pragmatismo y la necesidad de vivir, a pesar de la violencia, el sufrimiento y los desencantos. • Forjadas con tenacidad por personas y comunidades que no renuncian a una vida digna, larga y saludable; a la participación en la vida pública, al acceso al conocimiento y al disfrute del bienestar. • Protagonizadas por quienes confían en su capacidad de entender para cambiar las raíces, dinámicas, racionalidades e incentivos que originaron, expandieron y degradaron el conflicto y que hoy obstaculizan su resolución. La paz: derecho fundamental Más que un anhelo o un valor moral autónomo, la paz es ahora un derecho humano reconocido por el ordenamiento jurídico y por tanto un derecho que cuenta con el respaldo que le da la fuerza del poder. La formulación de la paz como derecho obliga a separar la postura civilista de una estrategia de guerra que termina poniendo la acción
política como su apéndice, y cada vez se deslegitima más el recurso de las armas como método para defender las ideas. Gracias a este derecho obtienen legitimidad política las iniciativas ciudadanas en el campo de la paz, así como en la economía u otras esferas. En tanto derecho fundamental asimilable a los derechos clásicos que legitimen las iniciativas individuales para generar riquezas, es apenas lógico que se acepten y promuevan las iniciativas de la sociedad civil para propiciar la paz.
XXXXXXXXXXXXXXXXX Nombre Red de Bandas y Escuelas de Música.
En qué consiste la Experiencia? La Red de Bandas y Escuelas de Música es un programa social, educativo y cultural de la Alcaldía de Medellín y su Secretaria de Educación y Cultura Municipal, en desarrollo del Acuerdo Municipal No. 04 de 1995, mediante el cual se crea la Red de Bandas y Escuelas de Música con vocación sinfónica para niños, niñas y jóvenes pertenecientes a establecimientos oficiales, para llevar formación musical gratuita a los barrios de estratos bajos. Por qué se implementó? * Las Escuelas y Bandas de Música de Medellín, buscan educar seriamente en la música y generar todo un movimiento en torno a ellas, tanto desde el público como desde el estudiante, en su propio entorno y con proyección a la comunidad; se trata de cultivar la semilla del respeto y la templanza de carácter a través de la sensibilización del espíritu, mediante la música. * En los barrios populares de Medellín, azotados duramente por la violencia de la década de los años 80, surge el fenómeno que inicia un camino de paz para la ciudad: La Red de Bandas de Música de Medellín donde se forman integralmente los niños de hoy, que serán los hombres de paz del nuevo milenio. Como se ha desarrollado? El punto de partida se encuentra en la decisión política de apostarle a la experiencia, mediante aprobación por Acuerdo Municipal, con la creación institucional y la asignación de recursos en el Plan de Desarrollo y hacerlo parte del Plan de Acción de la Secretaría de Educación y Cultura; conformándose en un legado cultural que la actual Administración y Plan de Desarrollo Municipal 2001-2003 Medellín Competitiva, consolidan y proyectan su crecimiento para que llegue a más barrios. Para integrar la Orquesta Sinfónica, deben pasar exámenes y evaluaciones, que les
permita alcanzar este anhelo existente en todos. Desde su inicio en 1966, la Red de Bandas y Escuelas de Música de Medellín, ha contado con la entusiasta iniciativa y compromiso de parte de la Fundación Amadeus Real Musical de Colombia. Qué obstáculos se han encontrado en su implementación? La posibilidad de un violín en las laderas donde se ubican los barrios populares de Medellín tuvo inicialmente la negativa de los líderes comunitarios; pero la visión, el entusiasmo y liderazgo de algunas personas de la comunidad, pertenecientes a Juntas de Acción Comunal y a las Juntas Administradoras Locales, marcaron la diferencia en el momento inicial, cuando la idea era calificada como ilusoria y quijotesca. El principal obstáculo lo constituye la limitación de recursos presupuestales que permitan financiar una adecuada dotación y mantenimiento de instrumentos y para suplir los costos de funcionamiento que implica una planta de profesores altamente calificados. Los recortes presupuestales, por causas macro económicas y por efecto de las dificultades de orden financiero que también inciden en la Municipalidad. Es usual la falta de elementos como colofonias, cuerdas y arcos; debido al uso intensivo de los instrumentos. Qué aprendizaje se ha inferido? Las potencialidades de los niños, niñas y jóvenes permiten rápidos resultados en el aprendizaje, propiciando el surgimiento de talentos, la realización de incontables eventos y conciertos que se han robado el corazón de la gente; permitiendo enterrar para siempre los mitos y tabúes que existían alrededor de la música clásica, la enseñanza del violín y la cultura como sola posibilidad de ricos y cultos. Fortalecimiento de socialización para la convivencia, a través del aprendizaje de la cultura musical, previniendo en los niños, niñas y jóvenes la agresión, la violencia, el alcoholismo y el consumo de drogas. Criterios de Evaluación Innovación Creación o Adaptación de Tecnologías Adminitrativas Al comenzar la experiencia con 7 Escuelas en forma experimental, arrojó resultados que llevaron a la apertura de las 20 que actualmente funcionan; generando impacto tanto en la estructura administrativa, como curricular y pedagógica en el sistema educativo en Medellín. Sobre la base de la experiencia existente, se viene gestionando la ampliación del Programa, dadas las bondades que arroja, mediante la formulación de una segunda fase, que apunta a promover la creación de nuevas Bandas y Escuelas de Música Sinfónica en otros barrios de Medellín; para ello se formuló un proyecto específico, de un paquete de ocho (8) planteados en el marco del programa que se realiza mediante convenio para su financiación con el BID - Banco Interamericano de Desarrollo, denominado La Promoción de la Convivencia en Niños, Niñas y Jóvenes; este es un
ejemplo de gestión administrativa y de cooperación internacional en la adquisición de asistencia técnica, asesoría y recursos para apoyo a un programa exitoso. Permite el trabajo en equipo y colaborativo con comunidades académicas virtuales, permitiendo el diseño y ejecución de actividades pedagógicas virtualmente. Efectos positivos y Mejoras Significativas para la Entidad y sus Usuarios Cerca de 2.000 niños, niñas y jóvenes, con edades entre 7 y 18 años, sus familias y comunidades de 20 barrios populares de Medellín, han visto transformadas sus vidas, mediante la formación musical que les brinda este Programa Municipal, que se ha convertido en una forma de vida y en el hogar para todos los alumnos. La mayoría de los estudiantes, 72%, reconoce que la participación en el programa de Red de Bandas y Escuelas de Música, es una responsabilidad que se asume como propia, mientras que un grupo menor, 18%, lo define como una ocupación de tiempo libre. Se han generado experiencias de integración, adicionales a la Orquesta Sinfónica, como lo ha sido la constitución de Orquestas de Núcleo de Desarrollo Educativo y Cultural, rompiendo las barreras o los límites barriales o espacios de territorialidad antes inquebrantables. Potencial de Réplica y Transferencia a Otras Entidades La Secretaría de Educación y Cultura de Medellín, con el apoyo de Amadeus podría brindar mediante convenios, asistencia técnica y asesoría a otros municipios que quieran replicar la experiencia, en las diferentes etapas relacionadas con la creación de las Escuelas y Bandas, la adquisición de equipos y experiencia con el desarrollo del programa en el manejo y administración de la Red y las relaciones contractuales. La Red de Bandas y Escuelas de Música del Municipio de Medellín, se ha financiado en su totalidad con recursos propios del Municipio de Medellín; con una inversión durante los años 1998 a 2000, de $2.967 millones, correspondientes al 76% de la inversión presupuestada y que se ejecutó durante ese período así: durante el año de 1997 la inversión fue de $572 Millones, para el año 1998, $865 Millones, en el año 1999 fue de $1.295 Millones y para el año 2000 de $920 Millones. Lleva 5 años con participación de la Secretaria de Educación y Cultura y Amadeus Real Musical de Colombia. Resultados Verificables y Susceptibles de Medición * Dotación: Se han dotado 10 Escuelas Musicales, con 600 instrumentos de arcos, dedicados al aprendizaje del violín, la viola, el violoncello y el contrabajo. * Capacitación: Se han capacitado durante la duración del programa, más de 2000 niños, niñas y jóvenes en clases de: Lenguaje Musical, Instrumento Principal y Formación Coral. - En la actualidad las orquestas sinfónicas, preparan giros de conciertos, como a Urabá, Venezuela, Europa y otras presentaciones locales y en la región. - En la actualidad las Orquestas Sinfónicas, preparan giras de conciertos, entre los cuales están: Gira a Urabá con 500 niños, niñas y jóvenes; Gira a Venezuela con 220; Gira a Europa con 160 y otras presentaciones más locales y en la Región.
Sustentable en el Tiempo El proyecto se considera financieramente viable, los recursos para su operación están garantizados para los años 2001 a 2003, durante los cuales se espera que el proyecto madure y se amplíe a 4 Escuelas Musicales y 4 Bandas Sinfónicas más en Medellín. Se espera que la Red sea autosostenible en un 40% con la venta de servicios de eventos musicales, el 60% restante, deben ser aportes de la Administración Municipal o de la empresa privada. La gran mayoría de los estudiantes, expresa su deseo de continuar en el programa, lo que indica nuevamente la motivación que se ha despertado en este grupo de personas. Otros aspectos en los cuales se vislumbra el impacto de La Red en la ciudad, se ejemplifican en la educación de públicos. “Los padres de familia nunca habían asistido a un concierto de música clásica, y con sus hijos han tenido la oportunidad de acercarse a este tipo de expresiones artísticas; y no sólo los padres, sino toda la ciudadanía, porque la escuela tiene programadas múltiples presentaciones durante todos los meses. Fuera de eso está el impacto en la ciudad. La alegría, el gusto de ver a nuestros niños tocando”, dice Marta Arango, claramente emocionada. No es secreto que la ciudad ha vivido etapas de violencia, y que en las últimas semanas está sufriendo desmanes de este tipo. Pero “la escuela de música es como una zona franca, nadie toca eso, con la escuela de música no”, declara la directora de La Red, y luego explica que esto se da porque la escuela “se convierte en un referente cultural que inspira respeto”, sin importar el agente de que se trate.
Boletin Noviembre de 2005 : El Conflicto Armado Agrava la discriminacion y violencia contra las mujeres colombianasA Relatora sobre los Derechos de la Mujer de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Doctora Susana Villarán, culminó el 25 de junio de 2005, una visita a la República de Colombia a fin de evaluar el impacto del conflicto armado sobre las mujeres y niñas colombianas y recabar información sobre las medidas legislativas, políticas e institucionales adoptadas por el Estado a fin de proteger los derechos de la mujer. Durante su estadía, la Relatora visitó las ciudades de Bogotá, Valledupar y Quibdó, donde sostuvo reuniones con autoridades del Gobierno, así como con víctimas, familiares de víctimas, organizaciones de la sociedad civil y agencias intergubernamentales vinculadas a la defensa y promoción de los derechos de la mujer. La CIDH ha manifestado reiteradamente su preocupación por el grave impacto del conflicto armado en la sociedad colombiana donde el
respeto de los derechos humanos fundamentales de mujeres y hombres es vulnerado. En cuanto a la situación particular de las mujeres colombianas, la Relatora verificó durante su visita que el conflicto armado ha profundizado la discriminación y violencia que históricamente han sufrido. Las necesidades específicas de las mujeres todavía no reciben una atención integral de parte del Estado colombiano y sus voces no son efectivamente incorporadas en el diseño de políticas públicas para remediar el impacto especial del conflicto armado en ellas. A través de la información y testimonios recabados, la Relatora pudo constatar que dentro del conflicto armado colombiano la violencia contra la mujer es un problema estructural en donde la mujer se convierte en un botín de guerra para los actores armados, en su lucha por controlar comunidades y territorio. La Relatora pudo constatar que las mujeres colombianas son víctimas de homicidios, secuestros, detenciones masivas, reclutamiento forzado, señalamientos y amenazas, sumándose a ello una especial modalidad de violencia asociada a delitos de carácter sexual como la violación, trata de personas, y prostitución forzada, destinados a deshumanizarlas. Estas modalidades de violencia son utilizadas como instrumento para intimidar e impartir terror a comunidades que habitan en zonas de conflicto, provocando el desplazamiento de cientos de familias que tienen principalmente a mujeres como cabeza de hogar. Asimismo, los actores del conflicto tienden a imponer el control social sobre las condiciones de vida de las mujeres, dictándoles pautas de comportamiento cotidiano, interviniendo en conflictos familiares y comunitarios, y aplicando castigos que llegan al asesinato, la tortura y los tratos crueles y degradantes, toda vez que ellas no se ajusten a los códigos de conducta impuestos por la fuerza. De igual manera, los actores armados consideran que el liderazgo ejercido por las organizaciones femeninas constituye un obstáculo que dificulta el avance de su control social y territorial y por consiguiente, las organizaciones nacionales y regionales de mujeres que actúan en zonas de conflicto armado son objeto de hostigamientos y amenazas que afectan seriamente el trabajo comunitario que desarrollan. Durante la visita, la Relatora Especial recibió una variedad de estadísticas sobre el porcentaje de mujeres desplazadas de parte de entidades gubernamentales y no-gubernamentales que coinciden en el hecho que el desplazamiento afecta de manera desproporcionada a las mujeres y niñas colombianas. La Relatora también recibió información sobre la Sentencia T-025, proferida por la Corte Constitucional el 22 de enero de 2004, que aborda una serie de derechos de la población desplazada que están siendo vulnerados al interior del país, y la necesidad del Estado colombiano de
asegurar un nivel de protección para esta población. Esta decisión es de suma importancia ya que la Corte establece expresamente que las mujeres desplazadas y cabezas de familia que deban dedicar todo su tiempo y esfuerzos a cuidar a niños menores o adultos mayores bajo su responsabilidad tienen derecho a recibir ayuda humanitaria hasta “que la urgencia extraordinaria haya cesado, o hasta que los sujetos que no estén en posibilidad de cubrir su propio sustento adquieran las condiciones para ello”. La Relatora recalca la necesidad que las políticas públicas aborden las necesidades específicas de las mujeres desplazadas y los principios incluidos en esta Sentencia. La Relatora Especial verificó durante su visita que la situación de las mujeres indígenas es especialmente crítica. A los graves efectos del conflicto armado se suma una historia de discriminación y exclusión por su condición de mujeres indígenas. Las mujeres indígenas forman parte de sociedades donde el territorio ancestral es un elemento esencial de existencia y cultura y el conflicto armado ha convertido los territorios indígenas en escenario de guerra y muerte. En la visita realizada a la ciudad de Valledupar la Relatora recibió testimonios sobre la situación de desprotección en la que se encuentran cientos de viudas y huérfanos viviendo en situación de extrema pobreza y precariedad que han sido obligadas abandonar sus territorios ancestrales donde vivían libremente para transformarse en indigentes en las ciudades. En el caso de las mujeres afrocolombianas, el conflicto agudiza la situación de discriminación que de por si viven por las diferencias sociales y la estigmatización. En Quibdó, Departamento de Chocó, la Relatora verificó que existe una situación generalizada de desprotección, la cual ha sido agudizada por las acciones de los actores armados que han convertido a las mujeres en botines de guerra, usando la fuerza para someterlas e impedirles el ejercicio de sus derechos. Esta situación de vulnerabilidad es agravada por los alarmantes índices de pobreza, mortalidad y morbilidad materna e infantil, así como altas tasas de analfabetismo en las mujeres. La Relatora ha tomado conocimiento de esfuerzos en materia de política pública para atender las necesidades específicas de las mujeres en el conflicto armado, como por ejemplo la denominada “Mujeres Constructoras de Paz y Seguridad”, así como una serie de instituciones y mecanismos a nivel nacional y local para velar e implementar el cumplimiento de leyes. Cabe destacar también los esfuerzos de parte del Estado colombiano para revelar estadísticas sobre las violaciones de derechos humanos de la mujer, incluyendo el programa de Observatorio de Asuntos de Género y el trabajo del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Colombia también posee un marco jurídico
para proteger los derechos humanos de la mujer, incluyendo su derecho a vivir libre de violencia y discriminación. Sin embargo, tanto autoridades estatales como representantes de la sociedad civil manifestaron su preocupación sobre la ausencia de una política estatal integral que tome en cuenta el impacto del conflicto armado en los derechos humanos de las mujeres y este contexto de impunidad perpetúa que las mujeres sean tratadas como botín de guerra por los actores armados. El estado colombiano esta obligado a aplicar debida diligencia para prevenir, sancionar y erradicar la violencia y discriminación contra la mujer agravada por el conflicto armado, aunque el conflicto presente desafíos a esta respuesta. Por otra parte, es preciso que el Estado implemente medidas para erradicar patrones socioculturales discriminatorios en razón de sexo, raza, etnia y clase social y tomar en cuenta estas diferencias en el desarrollo de políticas públicas para mitigar el pernicioso efecto del conflicto armado en las mujeres colombianas. La Relatora observa que tanto a nivel nacional como local, existe una falta de inclusión de las necesidades específicas de las mujeres indígenas y afrocolombianas en los programas y políticas públicas. Asimismo, la Relatora nota que las autoridades del Estado de Colombia necesitan legitimar y proteger de manera eficaz a las defensoras de los derechos humanos de las mujeres y sus organizaciones en todo el territorio nacional. La Relatora reitera su grave preocupación por el sufrimiento que viven las mujeres colombianas a causa de la violencia y discriminación agravada por el conflicto armado y la importancia de considerar estas necesidades específicas en la respuesta pública al problema. En las circunstancias actuales, las mujeres y niñas colombianas afectadas por el conflicto armado no pueden gozar de y ejercer sus derechos consagrados en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en la Convención Americana de Derechos Humanos y en otros instrumentos internacionales. La Relatora desea destacar de manera especial el extraordinario esfuerzo de las mujeres colombianas para enfrentar la adversidad del conflicto armado interno. Realza así mismo, su incansable lucha contra la discriminación, la exclusión y la violencia y por el disfrute pleno de todos sus derechos humanos. Esta capacidad de asociarse e incidir ha logrado importantes avances normativos e impulsado la adopción de políticas e instituciones de adelanto para la mujer en Colombia. La mujer colombiana no sólo es víctima de una discriminación y violencia estructural, exacerbada por el conflicto armado interno, es también portadora de iniciativas de inclusión, democratización y pacificación autentica de la sociedad y del Estado colombianos.
Las observaciones, conclusiones y recomendaciones de la Relatoría serán plasmadas en un informe especial a ser aprobado por el pleno de la CIDH. Washington D.C., 25 de julio de 2005