Edgar Valdez - Instituto para el Desarrollo Humano (IDH)
Sexualidad y SIDA en Bolivia: tradiciones y realidades Desde 1996 el Instituto para el Desarrollo Humano (IDH), inicia sus actividades en Bolivia con actividades de prevención sobre el VIH / SIDA y la defensa de los derechos humanos de las personas afectadas por esta enfermedad. Edgar Valdez, director de IDH nos cuenta sobre las actividades de esta institución y comparte su experiencia investigando sobre el VIH / SIDA en Cochabamba, una de las tres ciudades más pobladas de Bolivia. Edgar, es médico de profesión con especialización en salud pública, epidemiología y medicina tropical. Su carrera dio un giro cuando ingresó al Instituto Especial de Estudios de Desarrollo en Ginebra, donde hizo una especialidad en Desarrollo e Investigación. En este momento Edgar no estaba interesado en el SIDA, pero después de graduarse le tocó vivir e investigar en diferentes países africanos donde, a cada paso, se enfrentaba con la realidad del SIDA. Al volver a Suiza fue invitado a dictar cursos sobre SIDA y, a partir de entonces, aumentó su interés por el tema. Edgar descubrió que “en el SIDA el ser humano muestra los dos extremos, lo más sublime y lo más degradante. Lo más degradante es cuando se niega a un hijo porque tiene SIDA. Y lo más sublime es cuando la gente lucha contra los estigmas de la sociedad.” La diversidad de las actitudes humanas frente a la enfermedad, es para Edgar objeto de estudio, especialmente en Bolivia. Cuando Edgar regresó a su país en 1996 el SIDA no se estudiaba con la atención necesaria. Y esa fue uno de los estímulos para formar el IDH. Edgar empezó consolidando un equipo
diverso integrado por personas de todas las orientaciones sexuales, de todas las regiones de Bolivia y algunas que viven con el VIH. El deseo era que el IDH sirviera de ejemplo a otras organizaciones para que no discriminaran a la gente por ninguna razón. IDH comenzó sus gestiones con un programa de prevención del SIDA. Pronto la actividad organizativa se expandió para abarcar programas de defensa de los derechos humanos, de formación de personal de salud, de atención a las personas que tienen VIH y, finalmente, un programa de investigación que tiene como fin complementar y orientar las otras actividades.
Alcohólicos Anónimos para la gente que vive con VIH, a pesar de lo difícil que era, porque los pacientes tenían miedo de encontrarse uno con otro y de admitir frente a otra persona su condición de seropositivo. Como resultado de esta iniciativa, ahora existen varias redes independientes de este tipo. En Santa Cruz se llama Red VIHda y tiene una sede y una membresía de 400 personas. La RedBol funciona en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz y tiene más de 2000 miembros en todo país. IDH y estas redes se apoyan mutuamente y colaboran en varios proyectos y trabajos.
En cuanto a educación ciudadana, IDH “en el SIDA el ser humano muestra los dos extremos, promueve el programa Abriendo Puertas en lo más sublime y lo más degradante. Lo más colegios de La Paz, degradante es cuando se niega a un hijo porque tiene Cochabamba y Santa Cruz, SIDA. Y lo más sublime es cuando la gente lucha donde trabajan en convenio contra los estigmas de la sociedad.” con el SEDUCA. En cuatro años de trabajo el programa educativo sobre Todas estas facetas de trabajo están sexualidad y VIH/SIDA ha cubierto el 82% entrelazadas. Al empezar a trabajar, el de los colegios fiscales y el 20% de los equipo descubrió que los derechos de las privados en Cochabamba y el 40% en Santa personas que viven con VIH no se respetan Cruz y La Paz. El programa es dirigido por en Cochabamba. Por ejemplo, los periódicos profesores capacitados y equipados con usaban un lenguaje ofensivo al hablar de material didáctico. La formación es dirigida los pacientes de SIDA, quienes además tanto a los alumnos como a directores y eran perseguidos como delincuentes. profesores. Ahora trabajan con chicos de Ningún trabajo de prevención podía tercero y cuarto medio, pero lo ideal sería funcionar con tanta discriminación, porque alcanzar a los chicos a una edad más las personas tenían miedo de hablar del temprana, ya que “más vale la información tema y los afectados no se atrevían a ir al un año antes que un día después”. IDH médico por el temor al estigma que suponía también trabaja con las Fuerzas Armadas, ser seropositivo. IDH respondió a esta sindicatos, clubes e iglesias, y ha habido situación con el programa de promoción y tanta demanda que ya no pueden cubrir defensa de los derechos humanos de las toda Cochabamba. Ahora están pidiendo personas que viven con VIH. al Estado que cumpla con la promesa hecha en las Naciones Unidas, según la cual en Para empoderar a su grupo de enfoque, el el 2005 el 95% de los jóvenes bolivianos IDH impulsó la creación de una red tipo tendría que recibir información sobre el 1
SIDA en los colegios. Pero la labor educativa de IDH ya está dando frutos. Por ejemplo, una profesora reconoce el impacto del programa Abriendo Puertas: antes del programa, cada año dos alumnas de los cursos superiores estaban embarazadas, pero los últimos 3 años no han ocurrido embarazos en ese colegio. Edgar subraya que éste es un efecto del trabajo conjunto del IDH con otras organizaciones, el gobierno y ProSalud. La filosofía del IDH es la cooperar continuamente con diferentes sectores de la sociedad civil. En colaboración con la Iglesia promueven la abstinencia, procurando retrasar la iniciación sexual en los jóvenes. IDH incentiva “fidelidad mutua y el uso de preservativo” como la receta para proteger la salud. Si bien IDH está de acuerdo con la Iglesia sobre la necesidad de promover la abstinencia y la fidelidad, ambas instituciones divergen sobre el uso de preservativos y la homosexualidad. Pero, según Edgar, “la Iglesia tiene que hacer su trabajo, yo, como médico en salud pública, tengo que hacer el mío”. Como resultado de este intercambio de ideas, IDH ha colaborado con la Iglesia ayudando a varios enfermos de SIDA. IDH promueve incidencia política en los sectores poblacionales claves para el control de la enfermedad. La organización apunta a que se hagan leyes que protejan a las personas que viven con VIH y a grupos de alto riesgo: trabajadoras sexuales comerciales y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Con este propósito, se intenta influir en la Asamblea Constituyente para que la nueva constitución reconozca la diversidad sexual. Cuando Edgar empezó a trabajar en Bolivia no se conocía ninguna ley que protegiera a las personas con VIH. Existía la resolución 62760, que estaba archivada y nadie la conocía. Edgar investigó sobre esta ley y buscó apoyo de unos médicos suizos para dar a conocer el documento, que se publicó en 10 mil ejemplares y se difundió entre la población.
En este momento IDH apoya la creación de la Ley del SIDA, con el argumento de que una ley tiene más peso que una resolución. Mientras no haya ley, habrá lugar para las violaciones de los derechos humanos de los enfermos. Por ejemplo, existe una resolución que obliga a hacerse la prueba de SIDA a todo extranjero que quiera radicarse en Bolivia, lo que es una violación de los derechos humanos, porque sugiere que un enfermo de SIDA no puede residir en Bolivia. De hecho, se dio el caso de una ciudadana brasileña a quien quisieron expulsar de Santa Cruz por ser seropositiva. IDH y Red Bol se opusieron, alegando que Brasil dona a Bolivia 400 tratamientos de SIDA por año, lo que salva la vida a 400 bolivianos. En este caso, el Ministerio de Salud dice una cosa, y el Ministerio de Gobierno otra, pero si hubiera una Ley, todos tendrían que tomarla en cuenta, inclusive el Ministerio del Gobierno. La investigación sirve para trazar la dirección para todas las otras actividades del IDH. En 1996 era importante hacer un diagnóstico del comportamiento de la población de Cochabamba en cuanto a la sexualidad y el SIDA, lo que se hizo a través de una encuesta a 2500 personas. En el 2006 se hizo otra encuesta y los resultados de las dos encuestas van a ser comparados en un libro por publicarse que se llama “Sexo, amor y miedo: entre tradiciones y realidades.” La comparación sugiere que muchas cosas han cambiado en la sociedad cochabambina en la última década, gracias a la labor educativa de organizaciones y redes como IDH, RedBol y otras. Por ejemplo, en 1996 el 80% de la población decía que la mujer debe llegar virgen al matrimonio. En el 2006 ese indicador bajó a 60%. La utilización del preservativo también tuvo un cambio significativo: antes lo aprobaba un 40% y ahora el 80-90%. El libro, además de analizar las estadísticas que sugieren cambios a largo plazo, incluirá historias de vida de trabajadores sexuales y otros ciudadanos.
de la impunidad” que trata sobre la incompetencia de las autoridades a la hora de enfrentar la cuestión de VIH/ SIDA. Al haber trabajado en el extranjero y haber tenido contacto con muchas organizaciones internacionales, Edgar intenta contribuir a lo que él llama “sensibilización Norte-Sur” y que considera como una oportunidad para hacer algo por Bolivia. Ha sido consultor para el Banco Mundial y para la Comunidad Económica Europea sobre el tema del SIDA en Bolivia. Ahora está trabajando con la fundación suiza Exchanger, principal financiador de IDH. El sueño de Edgar es construir en Cochabamba un centro cultural de IDH para informar al público sobre el SIDA a través del arte y la cultura. El heraldo del centro cultural ideado por Edgar es la ExpoSIDA, una exposición informativa que se organiza en Cochabamba anualmente desde 1998 y que goza de reconocimiento de la ciudadanía, especialmente jóvenes y escolares. Sin embargo, cada vez que se organiza la ExpoSIDA es difícil obtener un local que se alquila por apenas dos semanas. A Edgar le gustaría mantener la exposición por tres meses, ya que las estadísticas de visitas muestran que el espacio no abastece la demanda de los visitantes en dos semanas. Por otra parte, el centro, tal como Edgar lo imagina (con biblioteca, tres salas de conferencia, un cine-teatro, una sala de exposición, oficinas del IDH y otros servicios) podría cumplir otra función: las salas podrían alquilarse a otras organizaciones cuando estén vacantes y, de esta manera, se generarían ingresos con los que el IDH podría subsistir de manera autosuficiente. Edgar ya se puso en contacto con una fundación suiza dispuesta a apoyar esta iniciativa. En el futuro, le gustaría crear centros iguales en Santa Cruz y La Paz para seguir promoviendo la comprensión y la educación de la ciudadanía sobre el SIDA y los derechos humanos.
Entre sus logros recientes Edgar tiene la publicación de su libro “El SIDA en el reino 2