Dossier Periodistas Violencia Sexual

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Violencia Sexual Violencia Sexualarmado en el conflicto

Estadísticas De acuerdo con datos de Medicina Legal, entre 1997 y el 2007 las tasas de violencia sexual en el país se incrementaron en un 65.9 por ciento. La Defensoría del Pueblo advirtió en el 2008 del riesgo de que en 65 municipios del país se cometieran delitos de violencia sexual y que se duplicará la cifra de mujeres y niñas víctimas de explotación sexual y acceso carnal violento respecto al 2007.

impunidad

La violencia sexual ha sido invisible para la sociedad y hay una enorme en lo que ha justicia se refiere. Al no condenar la violencia sexual se perpetúa la violencia sobre las mujeres. Su condena y reconocimiento social permitirá a las víctimas ejercer sus

derechos a la verdad, la justicia y

la reparación, y a la sociedad colombiana comprender el daño que se ejerce sobre ellas como una injusticia que requiere una respuesta política expresada no sólo en la sanción de los culpables sino en la creación de políticas públicas que garanticen la no

repetición de esos hechos.

Según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Profamilia (2005), cerca de 722.000 niñas y mujeres colombianas han sido violadas una o más veces a lo largo de su vida. Los informes periciales sexológicos por delitos sexuales han aumentado. En el 2007 se realizaron 20.273, 640 más que en el 2006. Según Medicina Legal, en el 2007 el mayor número de dictámenes periciales sexológicos (84 por ciento) se realizó a mujeres. De los 15.353 dictámenes realizados a menores de edad, el 35.3 por ciento se realizó a niñas entre 10 y 14 años. Un informe de las Naciones Unidas indicó que el 30% de las mujeres en situación de desplazamiento pasaron por alguna forma de violencia sexual.

Hace dos años aproximadamente, unos hombres entraron a la finca donde vivía la joven, su hermana y sus padres; querían que se fueran y les dejaran las tierras, ese día mataron a sus padres y a ella la violaron delante de su hermana, mientras cometían los horrores decían una y otra vez “el agrado que le va a dar al patrón cuando las tierras estén solas”, esa joven quedó en muy mal estado psicológico, actualmente se encuentra recluida con graves problemas psiquiátricos en un hospital público de Santa Marta. […]

“(…) desde inicios del año 2007 miembros de las FARC estaban buscando a mi esposo porque él era motorista de una lancha, lo presionaban para que les ayudara. Iban a buscarlo y como no lo encontraron, tres tipos me pegaron, me insultaron, destruyeron mi hogar y sin piedad abusaron de mí. Mientras uno me agarraba otro me tapaba la boca para que yo no gritara mientras el otro me violaba gritándome que tenía que disfrutarlo para que no me mataran *…+ lo peor de todo es que aún tengo una enfermedad de transmisión sexual”. Ataque perpetrado en el Chocó por las FARC contra una mujer afrocolombiana, en el 2002.

“Hace dos años saliendo de Neiva [departamento de Huila] el ejército nos bajó [del autobús]. Al muchacho que estaba conmigo lo mataron. A mí me violaron entre ocho y nueve soldados”. (Amnistía Internacional, 2004: 3).

Un desmovilizado del bloque Élmer Cárdenas *…+ fue testigo de numerosos abusos sexuales cometidos por Fredy Rendón, 'el Alemán', aseguró que muchas veces ordenó matar a sus víctimas y enterrarlas en fosas para no dejar huella: "Un día, a mediados de diciembre de 1997, le llevaron a 'el Alemán' a su finca en Necoclí 15 muchachas de ese pueblo y de Turbo. Una de ellas se llamaba Nancy -relató el testigo-. Hicieron con ellas lo que quisieron y luego dieron la orden de enterrar bolsas plásticas en un hueco. Eran los cuerpos de las niñas". (Cambio, 2008, 7 de mayo).

En cuanto a los lugares donde ocurren con mayor frecuencia los actos de violencia sexual, Medicina Legal señala que “la vivienda continuó siendo el escenario de mayor riesgo (66 por ciento) en relación con el total de los casos”, lo que implica que el agresor, en la mayoría de casos es un hombre cercano a la víctima como un familiar, un amigo o un vecino. Se estima que hay 50 mil colombianas víctimas de trata de mujeres trabajando en la prostitución. De acuerdo con el PNUD, cada dos horas son presentados tres casos de violencia sexual a Medicina Legal. En su mayoría, los agredidos son niñas entre 5 y 14 años.

“Estábamos haciendo una carretera y entonces ahí fue cuando a ese comandante le dio por llevarme a mí a hacer una exploración para hacer un campamento. Entonces, nos fuimos para allá a explorar y cuando regresamos, ahí fue cuando él empezó a cansar y yo le decía que no y que no, porque a mí me daba miedo y, tampoco lo quería hacer. (...) Entonces ahí fue cuando me cogió a la fuerza y me violó. Yo, pues lloraba y él me tapó la boca y me decía que, pues que no, que no lo fuera a hacer quedar mal. Si yo le hubiera contado al primer mando del frente, le hubieran quitado el rango y de pronto lo hubieran amarrado”. (...) Testimonio de una niña desvinculada de las FARC, recogido por el Comité Andino de Servicios, Bogotá, julio de 2001. (Mesa de trabajo: Mujer y conflicto armado: 2001b, 35).

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Violencia Sexual en el conflicto armado

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Preguntas Frecuentes 1. ¿Qué es la violencia sexual? Según el Informe mundial sobre la violencia y la salud de la Organización Mundial de la Salud “la violencia sexual abarca el sexo bajo coacción de cualquier tipo incluyendo el uso de fuerza física, las tentativas de obtener sexo bajo coacción, la agresión mediante órganos sexuales, el acoso sexual incluyendo la humillación sexual, el matrimonio o cohabitación forzados incluyendo el matrimonio de menores, la prostitución forzada y comercialización de mujeres, el aborto forzado, la denegación del derecho a hacer uso de la anticoncepción o a adoptar medidas de protección contra enfermedades, y los actos de violencia que afecten la integridad sexual de las mujeres tales como la mutilación genital femenina y las inspecciones para comprobar la virginidad” Por otra parte, el Estatuto de Roma reconoce como violencia sexual: la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable. En este instrumento la violación es definida como la invasión del cuerpo de una persona mediante una conducta que haya ocasionado la penetración, por insignificante que fuera, de cualquier parte de la víctima o del autor con un órgano sexual o del orificio anal o vaginal de la víctima con un objeto u otra parte del cuerpo.

2. ¿Por qué es importante hablar de judicialización y reparación? La violencia sexual, especialmente la usada contra las mujeres en contextos de conflicto armado, ha sido invisible para la sociedad y hay una enorme impunidad en lo que ha justicia se refiere. En la mayoría de países del mundo se ha trivializado su ocurrencia, de tal suerte que la violencia sexual termina siendo considerada como un delito menor en comparación con otros delitos como el asesinato, la desaparición o la tortura. En Colombia se puede afirmar que se han cometido crímenes de lesa humanidad de violencia sexual y que la violencia sexual ha sido una forma de tortura dirigida particularmente contra las mujeres por ser mujeres. En abril de 2008, la Corte Constitucional expidió el Auto 092 en el que afirmó que “la violencia sexual es una práctica habitual, extendida, sistemática e invisible en el contexto del conflicto armado colombiano, así como lo son la explotación y el abuso sexual”. Gracias a este Auto, en enero de 2009 la Fiscalía presentó a la Corte Constitucional un informe en el que reporta 183 casos de violencia sexual ocurridos en medio del conflicto armado desde 1993 hasta el 2008 en 26 departamentos del país. De los casos reportados, la mayoría son atribuidos a paramilitares (106), a policías y militares (43) y a grupos de guerrillas (15). El informe señala que en los casos reportados se presentaron violaciones, esclavitud sexual, tortura, prostitución y detención arbitraria.

3. ¿En el conflicto armado colombiano, la violencia sexual es usada como un arma de guerra? Si. En el marco del conflicto armado la violencia sexual no tiene como finalidad el sexo en sí mismo, sino que se comete para dominar y causar terror en las víctimas y en la comunidad. La Corporación Humanas encontró, en una investigación publicada en el 2009, que la violencia sexual en el conflicto armado colombiano tiene como finalidad dominar, silenciar, obtener información, castigar, expropiar o exterminar a las víctimas, así como es usada para recompensar a los miembros del grupo y lograr la cohesión del mismo, y se comete en los contextos de ataques, la privación de la libertad, la ocupación de territorios y dentro de las filas de los grupos armados.

4. ¿Cómo tipifican Cortes Internacionales la violencia sexual? La Corte Penal Internacional juzga casos de violencia sexual cometidos en conflictos armados de acuerdo a las estipulaciones consagradas en el Estatuto de Roma. Este la tipifica como genocidio, crimen de lesa humanidad o crimen de guerra. El genocidio se tipifica cuando los actos se cometen con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Esta conducta puede incluir actos de tortura, violación, violencia sexual o tratos inhumanos o degradantes. La violencia sexual es un delito de lesa humanidad, en el marco del conflicto armado o fuera de él, cuando se han cometido en forma sistemática o generalizada alguno de los siguientes delitos: violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable. Los mismos delitos de lesa humanidad aplican para crímenes de guerra, sin que deba demostrarse sistematicidad o generalidad. Colombia aprobó el Estatuto de Roma mediante la ley 742 del 5 de junio del 2002 y prorrogó la competencia de la Corte Penal para el conocimiento de crímenes de guerra por 7 años. Debido a ello no es posible juzgar ningún delito (entre ellos la violencia sexual) ocurrido en el conflicto colombiano como crimen de guerra. Los delitos con carácter de genocidio y lesa humanidad, por el contrario, sí pueden ser conocidos por la Corte Penal Internacional.

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