Ditullio_receta_linguistica_aula_4.pdf

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UNA RECETA LA -ENSEÑANZA DE LA LENGUA: LA DELICADA COMBINACIÓN ENTRE EL LÉXICO Y LA GRAMÁTICA

Angela L. Di Tul/10

Universidad Nacional del Comalrué' [email protected]

ª·

As the most important contemporary Linguistics schools have emphasized, the complexity of language, and consequently of meaning, come from the different interconnected levels and their multiple relationships. In this work, we focus precisely on the severa! interfaces between the linguistic units, the categories they compose, and the functions they fulfl1l In language teaching, we should take into account the multiple factors taklng part, since they influence signiflcantly the comprehension and production of spoken and written texts. Lingii.údca en el Jlala Número 4 2000

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La lengua forma parte de nuestra vida cotidiana de una manera tan intima que Ingenuamente la consi­ deramos como un objeto transparente del que pode­ mas dar cuenta mediante el sentido común. Como hablantes nativos de una lengua, sabemos emplearla: conocemos las reglas que permiten formar palabras y oraciones, contamos con un léxico más o menos am­ pilo, nos suenan mejor o peor las emisiones producidas por otros o por nosotros· mismos y reconocemos las condiciones de la situación o del contexto lingüístico en que una cierta emisión es adecuada. Ese vasto conocimlento intuitivo, de naturaleza operativa es un saberhacer. Para la función profesional de la ensefianza de la lengua no basta. CUalquiera sea el nivel en el que el docente se desempefie, además de saber hacer, se requiere también un conocimiento -ya no intuitivo, sino consciente y fundamentado- de cómo funciona el siste­ ma de la lengua, de qué factores intervienen en la construcción del significado de una oración y de cómo intervenir para que el aprendizaje sea más efectivo. Sólo así estará en condiciones de responder, en dife­ rentes niveles de profundidad, a preguntas como las siguientes: lpor qué llll8. construcción está mal forma­ da?,lporqué la que propone es más adecuada? y lqué estrategia emplear para que el estudiante adquiera la habilidad metalingüjstica de control sobre su lengua? El propósito de este trabajo es presentar una serie ordenada de algunos de los tópicos que forman parte sustancial de ese conocimiento especial1zado.·su pre­ tensión es modesta: servir como "prontuario"' que le permita evaluar al docente su propio ·conoc1niiento y guiar su ensefianza De ningún modo, se pretende dar cuenta acabada de ninguno de los temas; su carácter de presentación justifica lo escueto del desarrollo. ----�--...,,___.,,...,. • 1 En su acepción peilin$\IÍar "Res�en de las raglas de una : ciencia o arte• (en M. Seco efai. · Iiiccionario de espafl.ol

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.

actual).

Lillgii.útica llll el Allla. Número 4 2000

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DESENREDANDO LAMADEJA DELTEXTO (= "TEJIDO") El significado de la oración no es una unidad Irreductible, sino que se construye a partir de los elementos que la Integran: básicamente las palabras, pero también unidades

menores que las palabras -sus componentes significativos- y otras mayores que las palabras - las que resultan de su combinación en unidades más complejas-. El significado se construye composicionalmente, tanto en la producción como en la comprensión. Y esta construcción exige un constante control de los dlferentes factores que inteIVienen. Desentrañar la complejidél,d de todos estos factores no es tarea sencilla, pero es un paso importante para entender por qué surgen frecuentemente perturbaciones en la comunicación. Por otra parte, las oraciones no se dan aisladamente, sino en la situación en que son emitidas y en un contexto lingillstico -previo o siguiente-. La oración y su contexto constituyen el texto. De hecho, nos comunicamos mediante textos, orales o escritos. El texto no es una mera sucesión de oraciones. Para que estas conformen un texto coherente, deben estar relacionadas semánticamente a partir de la intención comunicativa del emisor. Si el destinatario logra captarla, el texto ha sido interpretado. Esta actividad cooperativa es posible porque el texto aporta seil.ales, claves, instrucciones que guian al lector y oyente. El texto no se autoabastece sino que requiere del esfuerzo de comprensión del receptor para colmar los vacíos de la 1nformactón explicita con información contextual Desde esta perspectiva, el texto no es más que una posibilidad de significado que se realiza en la medida en que las instrucciones que el emisor provee para interpretar su intención comunicativa son captadas exitosamente por el destinatario. El tejido textual se organiza a través de esas instrucciones: • los marcadores discursivos: Son elementos marginales en la oración que guían las inferencias que se realizan en la comunicación. Ordenan la información, introducen un comentario, conectan o permiten reformular: pues bien, por cierto, sin embargo, y al ca.bo explicitan la relación entre las oraciones. por el co11trano, aI 1JJ1 • las redes referenciales por las que el hablante intenta que su destinatario pueda identificar a qué o a quién se refiere. Una vez Introducido un elemento en el universo discursivo, se lo menciona ulteriormente mediante un pronombre o un elemento tácito: Llegó ll11 hombre ... El hombre ...Él. .. O No voMó a aparecer. • las marcas que remiten a la situación de la enunciación : los participantes que Intervienen, el lugar y el tiempo en que ocurre quedan inscriptos en el sistema de los pronombres personales, en particular los de primera y segunda persona, los posesivos y los demostrativos, los adverbios locativos y temporales (aquí, a/11,hoy. ayer, e11to11ces,,el. tiempo verbal Pero también el emisor deja rastros de su subjetividad en. el t9no que elige -afectivo, distante, Imperativo- marcado por las palabras que selecciona, la entonación y el tipo de oraciones. El conocimiento de la lengua que todo hablante nativo posee no está circunscripto al conocimiento del sistema que permite construir oraciones; ni siquiera al conocimiento de cómo están constituidos los textos bien formados. También lo integra el conocimiento pragmático, que le permite evaluar si su aporte es adecuado a una determinada situación, asi como ponderar lo que el destinatario ya conoce o puede inferir como información contextual Por ello, al hablar, se construyen oraciones que se conectan con la situación compartida por el o los destinatarios. En la comunicación cara a cara, resulta relativamente sencillo controlar cómo es recibido el mensaje. En cambio, en la lengua escrita no se cuenta con esa situación compartida. Para compensar tal carencia, la lengua escrita exige mayor cuidado formal de modo de restringir las posibles malas interpretaciones y ayudar asi al lector a una correcta interpretación. El que escribe debe evaluar diferentes posibilidad.es de decir lo mismo y elegir la que 8

IJn.gilistica en el Aula Número 4 Z000

le resulte más adecuada. Partamos de UD. ejemplo en el que aparece involucrada la estructura de una oración bastante compleja. En l,a Nación(24-2-00), la noticia Trágico&al

de uoa .aave gemela comienza por la siguiente oración: (1) "Esta carta fue enviada por el lector Eduardo Juan Jones, en la que destaca el accidente sufrido por un avión (s1m1!aral Lancaster inglés) que se estrelló en los Andes en 1947 y que ahora fue rescatado por el Ejército Argentino". Aun cuando la oración resulta más o menos fácil de comprender, sin embargo, no es Impecable. Mejorarla sensiblemente su construcción si se introdujeran algunos cambios: a. Convendria que esta carta-el antecedente- y la subordinada relativa que comienza después de la coma no estuvieran separados ..Al ¡¡.!;erarel. orden,.:se logm,un mejor resultado. (2) Fue enviada por el lector E.J.J.esta carta, en la que .• b. Si se pasa esta oración pasiva a su versión activa, habrá un mejor equilibrio entre los componentes: (3) El lector E.J.J.envió está carta, en la que ... c. De todos modos, como el propósito del articulo es el anuncio de la carta, la construcción que presenta el diario se justifl.ca, dado que en (1) el constituyente destacado es precisamente esta carta. S1,de acuerdo con (a), movemos la relativa para que siga inmediatamente al antecedente, se obtiene un texto deficiente: (4) "Esta carta, en la que destaca el accidente sufrido por un avión (similar al Lancaster inglés) que se estrelló en los Andes en 1947 y que ahora fue rescatado por el Ejército Argentino, fue enviada por el lector Eduardo Juan Jones". En efecto, el lector tendria que esperar demasiado para enterarse de qué se quiere informar acerca de la carta.Al construir un texto, la información no se distribuye azarosamente; la más novedosa se reserva para la última parte de la oración. En nuestro caso, el grueso de la información aparece en la subordinada; por eso, conviene que vaya al final. Recapitulando, de las diversas versiones, la (3) parece ser la mejor construida Si se pretende partir de esta carta para estructurar el resto de la oración, convendria dividir la oración en dos: (5) "Esta carta fue enviada por el lector Eduardo Juan Jones. En ella destaca el accidente sufrido por un avión (similar al Lancaster inglés) que se estrelló en los Andes en 1947 y que ahora fue rescatado por el Ejército Argentino'. Claro está que esta labor de deconstrucción y construcción podría continuar. El recorrido que hemos seguido se asemeja al que un maestro o profesor cumple cotidianamente en la corrección de los escrttos. Hemos tenido en cuenta factores sintácticos (la contigüidad entre el antecedente y la subordinada relativa y las diferencias entre oraciones activas y pasivas) y factores textuales o discursivos (la distribución de la información).

t;,/

LOSHILOS DELAMADEJA

Más a menudo, las correcciones conciemen a cuestiones aparentemente más menudas. Los estudiantes suelen omitir signos de puntuación o acentos, como si carecieran de importancia para el significado de la o-ración en su conjunto. Sin embargo, una coma

L!Jlgilílltiea u. al Aula Número 4 2000

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o un acento pueden modificar sustancialmente la intei:pretación de una oración, como se ve en los siguientes ejemplos: (6) a. Todo acabó felizmente. b. Todo acabó, felizmente.

habló que la escuela es una sinagoga del saber. Así que veremos sl este año le cazo la welta a la gimnasia Por el contrario, a vos lcómo te fue? - Poseo dificultades con el predicado y el sujeto. - Es en las escuelas que se Vienen con cadas cosas •• Como se adv1erte, los. cortocircuitos se producen en varios niveles: • la puntuación (la falta de coma puede hacer pensar que la maestra se llame Manolito), • las varfacioll8B de las palaltras: cada es una fonna 1nvar1able;no admite pl~ • el orden de las palabras: el cambio en el orden de las palabras produce una clara diferencia de signi:tlcado en la última oración. En la anterior, el orden el predicado y el sujeto rompe con el ordenamiento habitual. • la seleedón delléxlco: si bien re.oeryposeerson intercambiables cuando el objeto es un sÚi:itantivoconcreto (Tiene/posee IJJ1cocbe Japo.o~, en nuestro ejemplo sólo es posible tener, del mismo modo que en teoer ganas, tener miedo, tener lástima. Asimismo, el adjetivo bue11a-en su signiflcado de valoración de condiciones afectivas o Intelectuales- se combina con sery no co:ii estar. Por otra parte, fonnan parte del léxico las frases hechas o locuciones que no admiten ningún cambio en sus constituyentes; así, en pesca.de la YUeltaa algo no puede sustituirse el verbo por otro como cazar. • la batelfaz eatre sintaxis y léxic:o: el verbo decir se construye con una oración; hab/arrequiere, en cambio, una construcción encabezada por una preposición (de, sobM. La mala formación en el segundo texto obedece a que se intercambian los verbos. • los marcadores clisc:univos: El emisor vincula las oraciones de un texto mediante palabras que permiten guiar las inferencias que debe realizar el destinatario. Estos medios de cohesión explicitan o matizan la conexión que las oraciones mantienen en un texto coherente. Por eso, como no existe ninguna oposición entre lo que plantea Manolito y la pregunta que le dirige .a Mafalda, resulta Insólito el conectivo

(7) a. Juan no sabe que es mi vecino. b. Juan no sabe qué es mi vecinoª.

Mientras que en (6a) feJizIJJeoteindica la manera en que concluyó algo, en (6b) el adverbio expresa la actitud del hablante en relación con el hecho de que eso haya acabado. Aunque en ambos casos el adverbio ocupa la misma posición lineal, en la piimera modifica al verbo y en la segunda a toda la oración. Esta diferencia semántica y sintáctica deriva sólo de la entonación, que, en la lengua escrita, se representa mediante un signo de puntuación. La presencia del acento en (7) no sólo concierne a la clase a la que pertenece la palabra afectada -conjunción en (a) ypronombre interrogativo en (b)- sino también al tipo de la oración subordinada -declarativa en (a) e interrogativa indirecta en (b). y a su respectiva estructura interna -mientras que en (a) el sujeto es tácito, en (b) lo es ID1 vecino. Cambiar una palabra por otra, aunque pertenezca a la misma familia e Incluso a la misma clase, puede conllevar un cambio de significado, como se advierte al comparar las siguientes oraciones: (8) a. El que haya dicho esto es una imprudencia. b. El que haya dicho esto es un imprudente. El sustantivo abstracto Imprudencia obliga a entender que la subordinada se refiere a un hecho: El becho de que haya dlcbo esto es UJ1aImprudencia. Por el contrario, el sustantivo 3 imprude.otefu.e't2a a interpretar la subordinada como referida a una persona: La pen;o.oa que haya dicbo esto es IJJ1imprudente.

Pero también, sin alterar la palabra, un cambio, aparentemente tan Irrelevante como el del modo, produce una modificación sustanclal en la interpretación: (10) a IQué bien que canta Plácido! b. IQué bien que cante Plácido!• Mientras que en la primera oración el hablante se refiere a lo bien que canta el tenor, en la segunda expresa su entusiasmo por el hecho de que el tenor cante. Hasta aqui hemos considerado oraciones aisladas. Comparemos los siguientes textos, (11) y (12). El primero ha sido adaptado de dos episodios de Mafalda El segundo presenta una serie de anomalías que, aunque estamos en condiciones, como hablantes de español, de detectar, no siempre nos resulta sencillo describir. Las diferencias entre la versión aceptable y la inaceptable permiten reconocer algunas de las facetas de los conocimientos involucrados en la comprensión de un texto: (11)- lQué tal tu maestra, Manolito, en esta primera semana de clases? - Es muy buena. Ayer nos habló sobre lo que es la instrucción y nos dijo que la escuela es un templo del saber. Asi que veremos si este afio le pesco la vuelta a la liturgia Y a vos lcómo te fue? - Tengo dificultades con el sujeto y el predicado. - Es que en la escuela se vienen con cada cosas .... (12)- lQué tal tu maestra Manolito en la piimera semana de clases?

- Está muy buena. Ayer nos dijo sobre lo que es la instrucción y nos • Ejemplo que tomo de los ejercicios 2 y 3 de Ignacio Bosque (1994) Repaso de sintaxis tradicional. 3 Aunque imprudente puede ser también un adjettvo (su conducta Imprudente, es imprudente cruzar la calle a mitad de cuadra ), la pn¡sencla del articulo un Indica en (9b) que se trata de un sustantivo. • Tomo este ejemplo del articulo de Ignacio Bosque (1984) 'Sobre la sintaxis de las oraciones exclamattvas•. Hispanlc Linguistica 1 :2. pp. 283-304. 11

Llagtiatica

por el co.otrada

• conocimiento del m1ll1do:forma parte del conocimiento enciclopédico la relación entre el la religión y la liturgia. La asociación entre la religión y el saber se representa en una imagen: el templo del sa.ber, cualquiera de loshipónimos de templo- Iglesia, mezquita o slJ1agoga- romperla justamente esta convención. Como se ve, son muchos los factores que es necesario considerar a la hora de determinar el significado de una determinada construcción. No basta con conocer el significado de las palabras; intervienen muchos otros factores : discursivos, sintácticos, morfológicos, prosódicos (entonación) y gráficos (la acentuación).

1~

UNIDADES LINGÜÍSTICAS

Una de las características que distingue el lenguaje de otros sistemas de signos 5 es su doble artlc:alación. En efecto, a una primera distinción entre múdades siguiflcatlvas -es decir, unidades que permiten distinguir dos planos: un concepto y una imagen acústicas , el soporte sonoro consta, a su vez, de unidades menores que, si bien carecen de significado, permiten distinguir el significado de la unidad mayor. Son 'llllfclacles dJstlntlvu. Así, rosa es una unidad significativa compuesta por cuatro unldades>distintivas. Si se • El capitulo LXIV (El pues1i0 del hombre en la naturaleza) del Curso de Lingüística Modema de Ch. Hockett (Buenos Aires. EUDEBA. 1971)presenta una exc;elentecaractenzac!ónde las .propiedades

del lenguaje humano. , ., . • En el espaftol de América, a diferencia del penlilsular, s / z no son unidades distintivas. distinguen rosa y roza (o roce)

en el Aa1a Número 4 2000 Lmgil:fstica ·en el Jl1l1aNúmero 4 2000

No se 11

sustituye spor p. b. co ( se obtienen otras tantas unidades signiflcativas: .ro/)8, roba, roca y rota. Del mismo modo puede ser sustituida cada una de las otras unidades distintivas: cosa, lose, ~ rostl. Mientras que rosa no puede ser d1vid1da en otra unidad significativa menor, roS'JJSsiadmite tal diV1s1ón:ros¡¡¡.s. Como se advierte, -ses una unidad de ambas articulaciones : es una unidad significativa, pues transmite el s!gniflcado de plural, pero también es una unidad distintiva porque, si se la sustituye, por ejemplo en rosal, cambia el sign111cado de la palabra Por cierto, rosa y s son unidades significativas de cltterente naturaleza: rosa aparece en el diccionario, sno; y esto se debe a que es posible que un hablante de español desconozca el significado de la pnmera, no puede ignorar el sign111cadode la segunda. Las dos son morfellias: rosa es un morfema léxico y -ses un motfema gmmatical. Mientras que rosa puede ser una palabra independiente, -s debe unirse a un moñema léxico: es un afijo. Como -.sva pospuesto al motfema léxico recibe el nombre de sufijo. Tanto las unidades distintivas como las significativas admiten vartantes. Al pronunciar una palabra como beba, puede advert1rse que las dos b se pronuncian de modo diverso. En la pnmera ocurrenci~ los labios se unen y luego se separan bruscamente: es un sonido oclusivo; en la segunda, los labios se aproximan sin llegar a unirse: es un sonido frtcativo . La Unidad distintiva, el fonema b, tiene, pues, dos formas de realización -dos alófonos. Asimismo, el motfema de plural presenta tres variantes: -sen rosa, pero -es en árboles, el plural de atlas carece de r~presentactón. Son tres formas de re~ción -tres alomorfos- del morfema de plural. Fonemas y molfemas son unidades abstractas que el lingüista postula para claslflcar las variantes que se encuentran en las emisiones concretas. Estas son los alófonos y los alomorfos, sus formas de realización; CadaUiia de estas variantes aparece en un determinado contexto: la boclusiva se halla al comienzo de una em.ls16n;la fricativa, entre vocales. De manera s1m1lar,el alomorfo -s aparece después de una vocal átona y -es sigue a una consonante o una vocal tónica. La distribución de cada una de estas variantes del fonema y del morfema -el conjunto de conte:lrtos en que aparece- es, por lo general, complementaria: donde aparece una, está excluida la otra. yviceversa. A veces, sin embargo, se solapa; así, el plural de $0.fctpuede set .$0.fcteso sofás. los alomorfos están aqui en d1stñbuctón Jibre. Los morfemas de una palabra están dispuestos en un orden determinado que no puede alterarse: así; rosases·,una palabra bien formada pero sroaailo'lo es . Del mismo modo, en una construcción las rosas ama.riJlas, el articulo debe preceder necesartamente al sustantivo: rosas las aman/las no es una construcción del españoL Por otra parte, las palabras que forman.una construcción contraen relaciones como la concordancia. Tanto el orci~n como la concordancia se dan entre palabras presentes en una m1stna construcción o sip.tagma: son .nlaclones·. mtagmátlcu. Ahora bien, en un pUiito ·determinado del sintagma podrian haber aparecido palabras diferentes: .ro.sas'puede ser sustituida por caléndulas, Dores, hojas, cosas. Las unidades que pueden ocupar una misma pos1cl.ón,es decir sus posibles sustitutos, conforman un paradigma entre cuyos términos se establecen nlac:iones paradigmáticas. Las primeras han sido también denominaclas relaciones- y porque se dan entre términos igualmente presentes; las paradigmáticas son las relaciones -o porque el hablante debe optar entre uno u otro de los miembros del paradigma: en el sintagma, sólo aparece uno con exclusión de todos los otros. 0

LAGRAMÁTICA Las unidades significattvas, que constan de sonidos y signlflcado, se combinan estructuras más complejas -mediante relaciones sintagmáticas- y se organizan paradigmas -por medio de las relaciones paradigmáticas. La gramática estudia combinaciones que se establecen entre las unidades significativas, y su integración paradigmas. 12

Llaglútica

e11 el Aula Número 4 2000

en en las en

La palabra fue la unidad prtvtlegiada de la gramática tradicional. De hecho, sigue siendo la unidad compartida por las dos partes de la gzamática, la morfología y la sintaxis . La morfología estudia la estructura Interna de la palabra; parte del morfema -su unidad de análisis-y llega hasta la palabra. La sintaxis parte .de la palabra y estudia las relaciones que establece la palabra con los otros elementos del sintagma y de la oración. La gramática actual está centrada en las dos unidades mayores de la sintaxis: las unldades 1ntenned1as, los sintagmas, y la oración, su unidad máxima. La gramática ha sido concebida de dos maneras diferentes: a. como conoc1m1ento que un hablante tiene de su lengua: en tanto que tal, es una realidad de naturaleza ps:íquica. Es un saber hacer, un saber cómo se forma una construcción; b. como descripción de una lengua: como tal, es la construcción de un lingüista. Supone un saber qué, que se fonnula mediante reglas y principios. Por cierto, ambos conceptos están estrechamente relacionados: la descripción del lingüista tiene que dar cuenta del conoctmiento que el hablante nativo p~e. Sin embargo, es necesario diferenciarlos. Todo ser humano que forma parte de una comunidad lingüística posee el conocim!ento de su lengua (con un soporte sólo auditivo, o audittvo y Visual o bien a través de una lengua de sef1as); en cambio, no todas las lenguas han sido descritas en una gramática. Mientras que el conoc1m1ento del hablante es interiorizado, Inconsciente e 1mplicito, la construcción del lingüista es explicita y sistemática: distingue unidades de análisis, propone reglas y plantea criterios. En este sentido, la gramittca en su segunda acepción requiere de una teoria. La teoria es un aparato conceptual con el que el gramático un modo más o menos declarado- para describir la lengua. opera -de La gramática tradicional se ocupaba. fundamentalmente de los aspectos prescriptivos. El interés recaía en promover las fonnas correctas e inhibir las incorrectas de acuerdo con un criterio de corrección basado en pautas literarias, históricas o socioculturales. Las formas sancionadas como Incorrectas eran formas efectivamente usadas en la comunidad pero que no conespondian a la lengua prestigiosa o estándar. Así, en µna oración como Ojalá haigaIJ ilestas, haiga.11es considerada una forma vulgar, cuyo plural transgrede la regla de que los verbos impersonales sólo adinlten el singular. La gramática normativa resulta sumamente importante en la escuela. Puesto que _la función esencial de esta es brindar iguales oportunidades a todos los ciudadanos. En la medida en que la lengua puede convertirse en ruente de discriminación, es importante que todos los estudiantes sepan emplear la fonna prestigiosa; en caso C()ntrario,no estarán en las mismas condiciones de ejercer sus derechos. Del!de este punto de Vista, la gramática normativa forma parte de la edu~ción lingillstica ~Íi .el terreno sociolingüístlco, ya que proporciona la norma estándar, que incluye la ortogtafla, la ortologia 0a pronunciación correcta), las estructuras gramaticales consideradas correctas y el léxico adecuado a los diferentes registros. . . . . . . , . Mientras que la gramática nonnativa pone el élifasls en la relación entre lengua y sociedad, la gramática descriptiva se ocupa pnorltariamEirité del conocimiento que el hablante tiene de su lengua; por lo tanto, privilegia la telación .entre lengua y conoc1miento . Para describir el funcionamiento de la lengua, gramático pretende identlflcar los factores que inciden para que una determinada ·~onstrucción esté bien formada y otra, aparentemente similar, no lo esté. La secuencia: mal formada, a cliferencia de la oración incorrecta, no se registra en la comunidad; deberá Inventarla. Mientras que algunos hablantes de español usan efectivamente una oración incorrecta como Ojalá haigaJ:J .Destas, una secuencia como "Ojalá llubo las Jlestas es una construcción del gramático. Estos datos negativos son similares a los experimentos que realiza· el cientlflco: suponen una manipulación, una búsqueda de los factores que intervienen, a fin de aislar el

el·

7

El asteI1sco Indica

que se trata de una

-vemo haber se construye

secuencia agramatical:

ojalá

eX!geel modo subjuntivoy el

con objetos no encabezados por artículos deflnldos. , LlD.giU&tica

ea el AaJa Número 4 2000

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responsable de la dlferencta entte la buena formación y la agmmaticalidad de una secuencia. Para ello, el gramático recoge los Juicios de otros hablantes o se basa en su propia intuición. Asi, mientras que el presideote argeotf/Jo es una secuencia gramatical, el cambio en el orden del adjetivo -el argentf/Jo presideJJt~ provoca un resultado agramatical Otros adjetivos, en cambio, pueden cambiar de posición: elpresideIJte Joolvidable, el JooMdable presidente. Para dar cuenta de la diferencia, el gramático debe reconocer qué adjettvos permiten uno y otro orden y cuáles no, de modo de establecer una regla que descnba y prediga el orden que ocupa el adjetivo en espa1!.ol Esta acttvidad de manlpulaclón con el lenguaje es un proceso que la escuela debe favorecer. El nUto no es un gramático que deba descrlbtr la lengua, pero está dotado de un conoclmlento no trivial de su propia lengua: en la medida en que se habitúe a explotarlo desarrollará una consciencia metallngüistica y metacognitiva que Interesa muy especialmente en sus act1vidades de comprensión y, sobre todo, de producción escrita. Además, este tipo de ejercicio sistemático puede llegar a proporcionar el primer ace:roamtento del n!Ao al método científico.

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LAMORFOLOGÍA

Prácticamente todos los sustantivosª y adjetivos del espa.1ioladmiten vartaciones que expresan el número. Los miembros de los siguientes pares de palabras rosa-rosas,lib.rolibros, vi,.rde-Vt.".rdesformanuna oposición del mismo tipo, en la que sólo el segundo tiene la marca de plural; el primero se entiende como singular por defecto. Este miembro no marcado, además de signitlcar "singular", puede tener un valor neutro. Asi, en la llbe.racfón de la mujer, el singular de ·mujerpuede asUDÍ1rel slgnffl.cado singular ("una mujer") o plural ("las mujeres en general"); Se ha neutral1zacfo la dlstmctón y es el término no Qlal'Cado el encargado de indicar la indiferencia en cuanto al número de ejemplares. Enla oposición de gériero, el femenino es el término marcado, de manera que siempre signltica la especie femenina, mientras que el mascullno, término no marcado, puede recubrtr a ambos. Así en la llberactdD del hombre contemponloeo, el sustantivo lJombre, singular y masculino, puede lntetpretarse como neutro tanto en cuanto al número como en cuanto al género: es lndlferente en relación con el número de ejemplares y con el sexo. El género y el número son categorias moñológicas del español. Un sustantivo como gato y un adjetivo como negn, presentan cuatro fozmas que se flexionan -es decir, que vartan- con respecto al género y al número: negro. IJegra. negros y negras forman un paradigma flexional, que reúne todas las formas pasibles de la palabra. Cada una de estas palabras está formada por dos o tres unidades slgniflcativas: negr-al a, negr-al a-s. Los sufijos que indican el género y el número se adosan al morfema léxico: negr-. Son sufijos flexivos que representan las categorías morfológicas y que tienen importantes repercusiones sintácticas. Así, en gato negro el género del sustantivo detennina el del adjetivo. El sufijo flexivo no cambia el significado de la palabra Di la clase a la que pertenece; pero la clase a la que pertenece la palabra determina qué tipo de flexión admite. · Otros sutljos, por el contrario, permiten formar nuevas palabras: negruzco y negrear tienen entradas diferentes en el diccionario, aunque comparten con negrr:, el moifema léxico: .aegr; la raiz. La primera, negruzco, es, como negro, un adjetivo; consta de tres • Excepto unos pocos que carecen de singular como vivares, üUles,nupcias, exequias, celos, ganas. Por otra pana, algunos sustantivos,como buena parte de los abstractos, no to:rman,por lo general, el plural: honradez, paciencia ,No deben contundimeestos casos con otros que tienen la misma forma paza el singular y el plural; así, atlas, anál1sls, tórax. si bien no manlflestan la pluralidad en su forma, exigen la concordancia -singular o plwal- en las palabras que los mocilllcan:el anélJs!s celular, los análisis celulares. · 14

LmgtusUc:a ..: el &ala Número 4 2000

morfemas: negr-uzc-o. El Intermedio, que se ubica: entre la raiz y el moñema flexivo, -uzccambla el s1gnlticado de la palabra, al indicar qile no 'Se tratade un valor tiplco del negro sino sólo aproximado. Algo s1milar OC1¡Il'e en negr-ea•r,pero aqui, además de cambiar el slgnUlcado, cambia la clase. Los dos morfemas -uzc-y -ea-son morfemas derivativos. Los morfemas dertvativos forman nuevas palabras -O,.!llejor dicho, nuevos temas. Los temas resultan de eliminar los sufijos flexivos de una palabra: asi, aegr-y Iiegruzc-son dos temas diferentes. Los sufijos derivativos se diferencian de los flexivos pcr ser obligatorios y repercuttr en las construcciones sintácticas. Los derivativos son menos regulares y no tienen consecuencias sintácticas. Asi, mientras aegr-o bla.ac-puedett recibir el sufijo -uzc; otros adjetivos similares como amaiillo, por ejemplo , no lo admiten. Por otra parte, la construcción .gato negro no se altera, desde el punto de vista sintáctico, al sustituir negro por negruzco como si lo hanasi se lo sustituye por otro miembro de su paradigma fiexivo. En efecto, gato negra es una construcción mal formada porque no hay concordancia entre el sustantivo y el adjetivo. Los afijos flexivos siempre son sufijos en espaflol; los derivativos pueden ser sufijos o prefijos, como en des-leal Una palabra puede tener al mismo tiempo un prefijo y un sufijo: des-leaJ-tad Si cualquiera de los dos es el1mlnado, el resultado sigue siendo una palabra bien formada: deslealy lealtad Por el contrario, en otras palabras como empequeñecer, ·embellecer, eoargullecersufljo y prefijo forman una unidad que se aflade al tema: peque.iJ, beD-, orgul}, . Ninguno de .los dos puede ser eliminado independientemente porque el resultado no es una palabra del espa1!.ol: empequeiJ., pequeliecer. Son palabras parasintéticas. Otro proceso de formación de palabras es la composición, que consiste en fo:rmaruna nueva palabra a partir de dos o más temas: quitasol, blaoqulceleste, pelinoja

',~ SIGNIFICADO LÉXICO YSIGNIFICADO GRAMATICAL Comparemos las siguientes oraciones: (13) a Los perros hambrientos atacaron al caroluante. b. El penerio hambriento atacó al caminante. c. La jauria hambrienta atacó al caminante. Cada una contiene un sustantivo -peuos, peuedoy Js/J/Í1r que designa un conjunto de individuos de la misma clase. Sin embargo, la noción de pluralidad se Indica a través de diferentes medios. En (a), se expresa formalmente a través da-sufijo flexivo -s. Los otros dos, en cambio, son sustantivos colectivos, que designan en singular conjuntos de entidades. Esta diferencia acarrea evidentes consecuencias en la estructura de la oración. El plural gramatical del sustantivo repercute en otros constituyentes de (a) -articulo, adjetivo y verbo-, todos ellos marcados en plural. Por el contrario, la.pluralidad semántica de peuedo o Ja/J/Ía no acarrea consecuencias sintácticas ya que ambos sustantivos concuerdan en singular con los otros constituyentes de las respectivas oraciones. Veamos los tres casos más detenidamente: • En (a), la adición del sufijo flexlvo -sdistlngue a perros de su singular, que carece de marca Ambos términos se integran en un paradigma cenado que opone el singular al plural Todo sustantivo es obllgatórtamente o singular o plural: al hablante no le queda otra opción que elegir uno de los té:rmlnos de la oposición y sólo puede elegir uno por vez. • En (b); la noción de pluralidad se expresa también mediante un morfema, el sufijo -erfa Sin embargo, éste no se añade sistemáticamente a los sustantivos. Sólo algunos sustantivos tienen colectivos fonnados mediante un sufijo: arboleda, gauchaje, veciodano, ca.sedo, rosedal, alllOJDada Como se advierte, por otra parte, diferentes sufijos son los encargados de indicarla noción de pluralidad: -erío,-eda,-edal,-sno, -aje, -ada Estos son sufijos derivativos que permiten formar nuevas palabras. En efecto, mientras que el diccionario no registra una, entrada especial para peuos, si L1ql1&Uca

ea el Jlula

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debe prever una para pezreda Esa diferencia proviene de que, en tanto la moñologia flexiva se ocupa de las valiaciones de una misma palabra, los sufijos dertvativos pertenecen a la moñologia léxica, que se ocupa de la formación de nuevas palabras. • En el sustantivo jauda la noción de pluralidad no se expresa mediante ning11n formante morfológico sino que forma parte de su significado léxico. Lo mismo ocurre en f'amilia, enjambre, ejército, asamblea, todos ellos sustantivos Inherentemente colectivos. La noción de pluralidad está integrada, pues, tanto en el subsistema gramatical como en el subsistema léxico de la lengua: en el. subsistema gramatical, mediante los sufijos flexivos; en el léxico, como parte inherente del significado de la palabra Los sufijos derivativos se hallan, en realidad, a mitad de camino entre ambos subsistemas. Si bien, por una parte, no pueden ser palabras independientes -son moñemas ligados-, por la otra, no están. integrados en paradigmas cerrados, no son obligatorios y pueden cambiar la clase o subclase a la que pertenece la raíz (penzmo, perramente). Además, transmiten un conjunto más amplio de significados que los flexivos, como lo demuestran las siguientes palabras, tOd.asell¡:¡sderivadas de la misma raíz: penedo -colectivo-, penito o pen-azt> tamaño-, perrera -receptáculo en que son encerrados los perros-. Ocupémonos ahora del género de los tres sustantivos considerados: peoos,peaedo, Jauda. Sólo en el primero es posible conmutar el sufijo -opor -a;el género es, con el número, una de las categorias que organiza el paradigma flexivo de cuatro miembros: peno, pena, penos, penas. Los otros, en cambio, pertenecen a un género: el género masculino de per.re.r.íoy el femenino de Jauda tienen una función clasificadora. Mientras que el género en peoo conlleva un signiftcado -el sexo-, en los otros dos la pertenencia a uno u otro género es arbitraria Los adjetivos no pertenecen a un género: su flexión -tanto en género como en número- obeq.~ce a la concordancia que les imponen los sustantivos a los que modifican. · ·· ·· Las palabras que integran las tres oraciones se pueden clasificar en dos grupos: • aquellas que se refieren a la realidad extralingüística (los objetos del mundo, los estados y las acciones: peoos-peneder/auda y camliJaJ1te, bambliento y atacill}: contienen un significado léxicó que describe el diccionario. • aquellas que organizan ese conteriidoléxlco dando instrucciones al receptor sobre cómo debe procesar la infonnación: o bien dotándolas de un contenido referencial o cuantitativo (artículos, posesivos, demostrativos,indefinidos) o bien estableciendo relaciones (preposiciones y .conjunciones). Esas palabras, como los moñenias flexivos, forman parte del sistema gramatical de la lengua, son elementos obligatorios, integrados en sistemas cerrados. Toda lengua natural está estructurada en dos subsistemas: el subsistema léxico y el subsistema gramatical. Cada uno de ellos responde a una diferente organización y cumple una función semántica diferente. El subsistema léxico está formado por clases abiertas: las clases de los sustantivos, los adjetivos y los verbos incorporan nuevos miembros y pierden otros. No todos los hablantes de una comunidad poseen el mismo léxico; su conocimiento depende del dialecto que hablen, pero también de su experiencia individual y de su nivel cultural. Asimismo, el tipo y el tema del discurso impondrán diferencias con respecto a las palabras que se empleen. En cambio, los pronombres y los determinativos (artículos, posesivos, demostrativos), las preposiciones, las conjunciones y los adverbios (con excepción de los adverbios en ment~ forman clases cerradas, cuyos escasos miembros son conocidos por todos los hablantes de la comunidad. Su ocurrencia no está restringida por factores temáticos o discursivos: cualquiera sea el tipo de discurso o el tema, su presencia es constante y regular. La función semántica de cada uno de estos componentes de la lengua es diferente. Toda oración evoca en el interlocutor un •complejo experiencial", una "representación 16

LhlgO.:iatica ea el .llula Número 4 2000

éognittva", un contenido descriptivo. El conjunto de.los. elementos gramaticales determina la estructura mediante la que el hablante organiza esa representación ; aportan · el andamiaje sobre el cual se asienta el conjunto de los elementos lexicales, que dotan de un contenido a esa estructura.

PARÁFRASIS YAMBIGÜEDAD Las lenguas se diferencian de otros sistemas de comunicación porque permiten expresar todos los contenidos posibles; son semánticamente omnicomprensivas. Esta capacidad se potencia por otra igualmente poderosa: la de poder ªdecir lo mismo" de diferentes modos. Compárense las siguientes oraciones: (14) a Los perros ba.m.brientos atacaron al caminante. b. Sus gritos agudos despertaron al principe. c. El caminante fue atacado por los perros hambrientos. (b) sólo se diferencia de (a) por los elementos lexicales; cambia el contenido pero la estructura es, en'cambio, la misma: un sujeto agentivo -responsable de la acción- y un objeto paciente -que recibe sus consecuencias. Por el contrario, si bien (c) comparte con (a) todoslos elementos lexicales, la forma de organizarlos es diferente: ha cambiado el orden de·los constit'Uyentes y las relaciones sintácticas. Ahora bien, aunque esos cambios no afectan·al contenido descriptivo de la oración -se habla del mismo estado de cosas del mundo -, si inciden en la forma en que se presenta En (a) se habla de qué hicieron los perros; en (c) de lo que le pasó al caminante. Los esquemas sintácticos que organizan el sintagma y la oración forman parte del subsistema gramatical de la lengua Hemos mencionado ya dos caracterlsticas de las lenguas naturales: su doble articulación y la repartición de sus elementos significativos en dos subsistemas: el léxico y el gramatical. La relación entre los ejemplos (a) y (c) nos ha permitido descubrir una tercera : hay más de una forma de expresar el mismo contenido descriptivo. Activa (a) y pasiva (c) son dos estructuras sintácticas que, por lo general, sólo se diferencian por su significado temático: no cambia el qué se dice sino la forma como se lo presenta. En el español la construcción pasiva no es habitual Si el hablante opta por partir del paciente para organizar su enunciado, es muy probable que elija una construcción como la siguiente: (15) Al caminante lo atacaron los perros hambrientos. Como en la pasiva, se parte del paciente (es muy probable .que en el discurso se venga hablando del caminante, por lo que resultará una información conocida): es el tema de la oración, marcado no sólo por la posición inicial que ocupa sino también por el pronombre lo que lo duplica En cambio, si el hablante quiere enfatizar que fu.e el caminante el atacado y no otro, usará probablemente alguna de las !fos construcciones siguientes: (16) a. AL CAMINANTEatacaron los perros hambrientos .. b. Fue al caminante a quien atacaron los perros hambrientos. En ellas, al cam.b1anterecibe un particular relieve, a tnivés de una entonación enfática en (a) y a través de una construcción sintáctica especit:!l.en {b). Es el foco que se destaca para iridicar un valor contrastivo en relación con ..el discurso previo. . Las oraciones activa (14a), pasiva (14c),.tematizada (15) y focallzada(l 6) forman un paradigma sintáctico en el que varian las construcciones para indicar la forma particular con que se vinculan con el discurso: retomando un tema ya introducido o destacando un elemento nuevo para oponerlo a otro. Este paradigma temático demuestra que las funciones sintácticas poseen un significado, El significado de una oración deriva no sólo de los elementos léxicos sino también de la forma en que estos se organizan. La gramática está, pues, estrechamente relacionada con la semántica El contraste entre (15) y (16.a) deriva, en buena medida, de la entonación -unidad distintiva de naturaleza fónica-, que Llagfiística

en al Aula NÚlll.e?:o 4 2000

contribuye a dete:rminar la estructura sintáctica e, Indirectamente, el significado de la oración. Evidentemente, las oraciones que forman parte del paradigma temático así conformado no son estrictamente sinónimas. (14.a) es la oración menos marcada: tiene mayores posibilidades de apalición; por ejemplo, puede iniciar un discurso. Las otras, en cambio, están más restringidas por .el contexto previo; son sus variantes temáticas. Las diferencias de significado tienen que ver con las condiciones del contexto (qué conocimientos se presuponen en el hablante, qué se quiere destacar como nuevo, qué constituyente tomar como punto de partida), es decir, con el siglliflcado pragmático. Comparemos ahora las siguientes oraciones: (17) a. Hacia demasiado fiio. Cerré la ventana. b. Hacía demasiado fiio; por lo tanto, cerré la ventana c. Como hacía demasiado ftio, cerré la ventana d Hacia tanto ftio que cerré la ventana. En todos los casos se reconocen dos "representaciones cognitivas" (una percepción sensorial y una acción); sin embargo, difiere la conexión que se establece entre ambos. En (a) las dos aparecen yuxtapuestas sin ningún tipo de relación semántica n1 sintáctica que las vincule 9• En (b) sigue habiendo dos oraciones; pero aqui un marcador discursivo, un conector consecutivo por lo tanto, indica de qué manera el hablante vincula las dos oraciones y gufa las inferencias que et oyente debe realizar. En los dos casos que siguen,· por el contrario, las dos oraciones son constituyentes de una oración de ntvel superior: una está subordinada a la otra. Aunque en ambas se establece una relación de causalidad, vana cuál es la principal y cuál la subordinada En (c), la primera es 1lDélsllbommada causal ; en (d), la segunda es una subordinada consecuttva. Mientras que en las dos primeras la vinculación que se establece es paratáctica (están al mismo.nivel), en las dos últimas hay una relación jerárquica entre aµibas: una está ~ordinada a la otra (hipotaxis). Estas oraciones conforman también mi paradigma suitá~co, organizado en relación con la fomia en que se combinan. las oraciones. ,. fiemos distinguido dos tipos ,dE¡,paradigmas sintácticos: uno relativo a la oracíón si:olpie -el temático- y otro a lci oración compuesta y compleja - el de las combinaciones de oraciones. Los términos qv.e'ios constituyen no son, por cierto, totalmente sinónimos, pero preservan el contenido .d~_crtptivo. En tal sentido, pueden ser considerados como formas diferentes de decir 16mimíó: refonnulaciones o paráfrast;; que pueden derivar de prácticas manipulativáffe:í:Í qUe se ejercitan los recuxsos expresivos, el léxico e incluso el conocüniento del mundo para enriquecer la producción. La adquisición de estrategias de reformulación constituye uno de los indices más confiables para determinar el nivel de competencia comunicativa 10• Consideremos ahora los siguientes ejemplos: {18) a. el paciente inglés b. la historia del emperador que conmovió al mundo c. Piensa en su flamante coche. Los tres comparten la posibilidad de admitir dos lecturas: son ambiguos. En (a), tanto paciente como inglés pueden pertenecer a diferentes categorías: ambos pueden ser sustantivos o adjetivos; de manera que la construcción admite dos análisis diferentes: [el (paciente Al[Inglés ,J] o [el [paciente J [Inglés AJ). La diferencia entre ambos análisis tiene que ver con la categona a la que se asignan los constituyentes, es decir, con la lnformadón categorial en Hacia demasiado fño y cerré la ventana ya que el coordinante copulativo, si blen conecta formalmente las dos omdones, no explicita el tipo de relación que el hablante establece entre ambas. · ·

• Lo mismo ocurre

'º De

hecho, M. Canale la distingue como uno de sus cuatro componentes de la competencia comunicativa: la competencia estratégica.

18.

Llngilística en el All1a Número 4 2000

En {b) la ambigüedad estriba en qué constituyente es el modificado por la relativa : (18) b'. lla [[h1stortadel emperador) [que coiunÓvió al mundoill b". !la historia de [el emperador [que conmovió al mundoD]. en la primera lectura, lo que conmovió al mundo fue la bistol'ia del emperador, en la segunda, el emper.1dm: Los corchetes ponen de manifiesto las relaciones; la ambigüedad deriva, pues, de la forma en que se agrupan los constituyentes: cambia la estructura

jerárquica que ocupan. Este tipo de ambigüedad se refleja en el encorc:hetamlu.to .. En {c) en el Damante cochepuede interpretarse como el lugar donde Juan desarrolla su actividad de pensar -pensar en un Jugv- o bien como el contenido de su pensamiento -peosar en algo-. En el primer caso, la preposición e.apod:I1aser sustituida por otra ($obre) o por un adverbio (den~ o toda la construcción por una oración subordinada (C11ando viaja en Sll Damante coche): es un circunstancial. En la segunda interpretación, la preposición no puede ser sustituida porque el verbo la selecciona. La diferencia entre las dos interpretaciones concierne a la fandón que en el Damante coche. un circunstancial, en la primera lectura: den dónde pieJJSaí', un complemento, en la segunda: d8l1qué piensa? Como vemos, el mismo contenido descriptivo puede ser expresado de formas diferentes - a través de paráfrasis sintácticas - ; pero, también, una misma expresión pueda recibir dos o más interpretaciones. Tanto los ejercicios de paráfrasis, con la consiguiente detección de las distinciones semánticas pertinentes al contextualizar las oraciones, como el descubrimiento de las ambigüedades y su clasificación requieren un ejercicio de reflexión metalingüistica que resultará de vital importancia para la producción y la comprensión de textos. El estudiante cuenta para ello con su intuición de hablante nativo y con la formación llngüistica que la escuela le irá proporcionando. '1

LASINTAXIS

Como ya hemos visto, la morfologia se ocupa de la estructura interna de la palabra La sintaxis, en cambio, parte de la palabra para ocuparse de unidades más amplias: la oradón es la unidad máxima de la sintaxis. Una sola palabra puede ser, a veces, una oración: iTrabajasteL El análisis, sin embargo, será diferente: • si la consideramos como unidad moifológ1ca, distinguiremos el tema -trabaja- y el sufijo llexional -ste. • desde el punto de vista sintáctico, aunque se trate de una sola palabra, reconoceremos la Información que nos brinda sobre un elemento tácito: Pm La d1vidlremos, pues, en dos panes: un constituyente no expreso - VDa- y otro constituyente fonnado por llaiJajaste. Una distinción similar reparte los constituyentes en estructura más complejas como las siguientes: (19) a. Juan/ trabajó correctamente. b. Juan / resolvió el problema c. El decano / resolvió el problema correctamente. En todas ellas la primera partición será entre el constituyente de la izquierda y el de la derecha: entre el sujeto y el predicado. Ahora bien, el predicado, la su vez, admitirá otra partición en dos {binaria): trabajó/ conectame.nte y resoMó I el problema. Más ardua es la partición de resolvió el problema couectamenteya que, al constar de tres constituyentes, admite tres divisiones posibles : (20) {a) [[resolvió 1[el problema) [correctamentell (b) [[resolvió 1[el problema correctamentell {c) [[resolvió el problema)[correctamenteil La primera se diferencia de las otras dos por no ser binaria; es la menos informativa,

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porque, al situar a todos los constituyentes al IJÚSlllO nivel, no nos dice cuál de ellos mantiene una relación más estrecha con el vezbo. Esa Información s1 la dan los otros anállsis, claro que de manera diferente: en (b), coznwtameote mantiene una relación más estrecha con el problem~ en (e), con resolvió el problema. Para saber cuál de estos dos análisis es el más adecuado, tendremos en cuenta las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas. Sólo (c) pennite sustituir el primer constituyente por solo elemento: /Iabajd conectameote. Si sustituimos el problema por el pronombre lo, no qued~, incluido conectameate, lo que indica que no fo?Dlanuna unidad. Por otra parte, reso./n>rexige la presencia de 1111problemaperono de cozrectameote. Todos estos datos apoyan la partición (e). Lo que este breve ánállsis nos ha mostrado es que las oraciones y las construcciones tienen una estructura interna: las palabras no se relacionan entre si a un mismo nivel Hay diferentes niveles jerárquicamente organizados. Entre las palabras -las unidades menores- y la oración -su unidad máXima- hemos reconocido unidades intermedias: los sintagmas o construcciones. En todos los ejemplos analizados distinguimos dos constituyentes: El decliilof resolvfd el problema con-ectamente. Cada u.no tiene un núcleo, que es la palabra que dete?Dlina la categoria de toda la construcción. El primero tiene como núcleo un sustantivo: es un sintagma nominal; como el segundo tiene como núcleo un verbo, es un sintagma verbal. Además de los sustantivos y los verbos, también los adjetivos, los adverbios y las preposiciones pueden ser núcleos de sus respectivas construcciones. Así,,muy feliz con la nodclaes un sintagma adjetivo (SA) porque fe./Jz es su núcleo; bastaDte cerca de la estación es un slntagma adverbial (SAdv) porque cerca es el núcleo. En hacia tu casa el núcleo, la preposición hacia, determina que toda la construcción tenga un significado de dirección; si se lo sustituyera por desde el signlficado será el de origen: tanto una como la otra son sintagmas preposicionales (SP). Toda esta información concierne a la clase de palabra a la que pertenece el núcleo y, derivativamente, el slntagma: se trata de información categorial El sintagma nominal y el sintagma verbal cumplen funciones sintácticas en la oración: son, respectivamente, el sujeto y el predicado. La partición tradicional entre sujeto y predicado da cuenta de los dos constituyentes obligatorios de una oración. Entre el sujeto y el núcleo del predicado -el verbo- existe una relación de concordancia : ambos comparten la misma información flexional en número y persona. A su vez, en cada uno de ellos se reconocen otras funciones subordinadas. Por ejemplo, dentro del predicado, el problema es el objeto directo. Las funciones sintácticas se asocian, por lo general, con un significado: asi, se atribuye al sujeto -el decano- el haber resuelto el problema: es el agente; el problema es lo resuelto: el paciente. Ahora bien, la asociación prototípica entre sujeto y agente no siempre ocurre, como se ve en los siguientes ejemplos: (21) a El problema fue resuelto correctamente por el decano. b. El problema se resolvió correctamente. c. Al decano le surgió el problema. En todos ellos, el problema es el sujeto. En (a), la pasiva correspondiente a (19.c), el paciente semántico ha pasado a ser sujeto, en tanto que el sujeto activo se ha convertido en un elemento opcional - el complemento agente. Algo similar ocurre en (b), una pasiva refleja, sólo que el agente ha quedado absorbido por se. En (c), al decano no puede ser sujeto puesto que un sujeto nunca comienza por preposición: es el objeto indirecto. Ad.viértase que si se cambia su número no se altera el del verbo: A los decaoos les surgid el problema, mientras que, si cambia el número de el problema, automáticamente cambia el del verbo: AJ deca.110le surgieron los problemas. Como vemos, un mismo sintagma nominal puede cumplir diferentes funciones: as1 en (19) el problema es el objeto directo, en tanto que en (21)es el sujeto. La flmción sintáctica depende de las relaciones sintagmáticas que la construcción contraiga con las otras palabras de la oración: es un concepto relacional En cambio, la categoría de la construc-

un

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ción no depende del contexto, sino de cómo esté foDDada; en parl1cu]ar, dé cuál sea su núcleo. La información funcional .tiene que Ver con las relaciones sintagmáticas; la categorial, con las paradigmáticas. · Una determinada construcción tiene una estraetma lntema: hacia 111 ·casatiene la misma estructura interna que en.U/1·cocbe, sobre la mesa,por ese problema. En todas ellas distinguimos dos constituyentes: una preposición y un término, el sintagma nominal que le sigue, que puede ser más o me11oscomplejo (bacía m.( llaciá 111cwsa, haciala casa de la esquina, hacia.la casa que queda en la esqu/Da). Si, en cambio, consideramos su relación con los otros elementos de la oración,-•reconoceremos el potendal fliiaeloaal de la construcciónr el problema puede ser objeto directa, Slij~to o término de un sintagma

prep.osicional. · La categoria a la que pertenece una palabra o una construcción, la función que desempeña y la posición jerárquica que ocupa son Informaciones que forman parte de la sintaxis. Todas ellas resultan pertinentes a la hora de comprendety producir textos en la medida en:~: .• da.n:lugar a otros tantos tipos de ambigüedad,. • pueden ser manipuladas mediante paráfrasis; • la. jerarquía sintáctica no es arbitrarla sino que refleja, de una manera bastante aproximada, la organización de las unidades semánticas: así, llila magnilJca mesa de ·,comedor estilo provenzal es un tipo de mesa y no un tipo de estilo. ·

f!I · ·

LAFORMACIÓN DELOSSINTAGMAS

Como ya hemos visto, todos los tipos de sintagma que hemos reconocido tienen un núcleo: son construcciones endocéntrtcas. Ese riúcleo puede expandirse en construcciones más o menos complejas. Aunque las gramáticas han estudiado cada tipo de sintagma por separado, sin embargo, existen importantes similltudes estructurales entre todos ellos, como se adVierte en los siguientes ejemplos: · (22) a. el Imaginativo estudiante de F1losoffa de pelo largo SN b. muy propenso a la alergia en primavera SA c. no resolver el problema correctamente SV d más hac;:iael fondo SP e. bastante cerca del parque SAdv , La> gramática .tradicional dividía los verbos en dos grandes grupos: los verbos transitivos, que seleccionaban un objeto directo y los verbos intransitiVos, definidos negativamente. Esta distinción privilegiaba un tipo de complemento que puede seleccionar el verbo, el objeto direp,tp (O.O.). En real4d.ad, el verbo '.también puecl~ _seleccionar otros complementos 11: ,, l '. . . t; ;,n· ¡{_'. (23) a. A mí me conviene una casa. Objeto Indh'ec:to b. El departamento consta de tres ambientes. CompLde régimen c. José vive en Mendoza , ,,Complemento d Juancolocó el libro en la hilllioteca. ·· O.D. + complemento e. Pablito se portó muy mal Complemento Todos ellos son exigidos por el verbo. Ahora bien, no sólo el verbo tiene la capacidad de seleccionar complementos: todas las clases de palabras también pueden hacerlo. La distinción entre transitivo / intransitivo puede extenderse a las otras clases. Asi, algunos sustantivos -como peuo, mesa, Ilido-, al no requerir complementos, pueden ser considera11

En todos los casos, hemos considerado sólo los complementos que el verbo selecciona en el predicado. Hemos prescindido del sujeto porque es seleccionado no sólo por el verbo sino por todo el predicado.

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dos intransitivos, mientras que otros como padre, presidente, aorte son sustantivos transitivos; de manera simlla.r, hay adjettvos lntransittvos como rubio, alto, Dacoy adjetivos transitivos como oJillDdo, exento, partidado, adverbios intransitivos como ./Joy, 11~ alegrame.ate y adverbios transitivos como eIICÍJ11a; debajo, lejos. Mientras que verbos, .· sustantivos, adjetivos y adverbios pueden, en ciertas condiciones, prescindir de sus ··.complementos, las preposiciones son obligatoiiamente transitivas. Los complementos, seleccionados por el núcleo, .se ubican a su derecha. A la izquierda, en cambio, todas las construcciones de (22) contienen una palabra perteneciente a una clase cerrada: un determinativo (articulo, demostrativo, posesivo, indefinido) en el ·· SN ; la negación en el SV ; los adverbios de grado (muy, más, poco, bastllnte, demasiada en el SA, SP o SAdv. Estas palabras tienen una función semántica espec1f1ca - cambiar el valor de verdad de la oración, indicar la referellcia o cuantillcar; son los espectflcadores. Además de complementos y especificadores, en algunos sintagnias reconocemos de otras dependencias que no son exigidas por el núcleo, los mocliftcadores; JmagiJJati11o, pelo largo, en la primavera y cor.rectamente. Se diferencian de los complementos en: • su mayor libertad posicional: pueden ubicarse a ambos lados del núcleo, como en

~lo argumento, el agente: x corre; en cambio, destrozarse completa con dos argumentos, y un paciente: ·x destroza. y y e.atregar requiere tres, agente, pacten.te y

•u,n · agente

d,est!na.tar1o:x entrega y a

L

fracasar, oadar, toser,

(a);

• su número no está restringido: pueden aftadirse nuevos mod.1flcadores el iil1agiJJativo estudiaote de FJJosol!a de pelo largo que Hegó ayer de Buenos Aires • son facultativos: como no son requertdos por el núcleo, pueden omlt!?se. Aunque, en determinadas condiciones, también los complementos pueden omitirse, sin embargo, se recuperan por el contexto o por la situación .; en cambio, un mod.1flcador omitido no puede ser recupeza.do. • sus diferentes posibilidades categoriales: el SP de pelo largo puede ser sustituido el, contrarto, el por un adjetivo meleoudo o por una oración que tiene pelo larga Por complemento carece de estos sustitutos. · .. · Todos los sintagmas tienen una estructura jerárquica. El núcleo y eÍconiplemento forman la unidad más estrecha, que puede recibir mod.1flcadores; esta construcción intermedia, a su vez, se cierra a la Izquierda por los especificadores. Se llega así a la proyección máxima del núcleo léxico. La oración es un tipo de sintagma particular. Su núcleo no es un elemento léxico, como en los casos considerados hasta aqui. Lo que hace que una oración esté bien formada es la relación de concordancia obllgatorta que se establece entre el sujeto y el núcleo del predicado. Puede concebirse, pues, que el núcleo de la oración reside en las categorlas flexivas que contiene el verbo : las de concordancia (número y persona) y las de tiempo y modo que se extienden a toda la oración.

~

LARELACIÓN ENTRE LASINTAXIS YELLÉXICO: LAESTRUCTURA SEMÁNTICA DELAORACIÓN

En toda oración completa 1ª siempre hay un predicado. El predicado es como el guion de una obra de teatro: establece cuántos son los personajes y qué función desempefl.an. Organiza, a.si, la estructura de la oración ya que determina el número y el tipo de sus argumentos. Los argumentos llenan los lugares previstos por el predicado¡ son, tipicamente, expresiones referenciales. El predicado asigna a cada argumento un papel temático, que indica la relación semántica que se establece con el predicado. Así, co.ln'U'Suponeun

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Dejamos de lado algunas construcciones que sólo pueden entenderse en relación con un detenninado contexto. Asi a una pregunta como - l.CuáJldollegó Mana? puede i-e&p0nderse mediante una oración Maiia llegó el viemes o, más frecuentemente mediante un fragmento:El vtemes. Exclulremoslos fragmentosdel análisis sintáctico,ya que obllgan a trascendei-loslúnltes oracionales;su estudio con:esponde,en realidad, al análisis del discurso. Lblgtistica

-

el .ll1l.1a N11mero 4 2000

'

ser Jotere$11Ilre,ser Joteligeote,

ser a.bogado.

• los predicados de grado dos seleccionan dos argumentos: coostru.ú, boua.r, preparar, devorar, ser pa.rtidado, estar celoso, estar orgulloso, ser difereote, ser director. • los predicados de grado tres seleccionan tres argumentos: e.otregar,. ordenar, preguotar; comprar. Cada predicado semántico va asociado, entonces, a una estructura argumental, formada por los argumentos que selecciona. En esta estructura, que puede ser pens¡ida

como el conjunto de los personajes del guion, a cada uno le corresponde un papeL Ese papel se dertva del contenido léxico del predicado. Asi, enfuaocito destrozó elja.rróolos papeles temáticos asignados a x e y son agente y paciente, respectivamente. En una misma oración puede haber más de un predicado semántico, como vemos en los siguientes ejemplos: (25} a. Diego se levantó malhumorado. b. Anita me devolvió el libro totalmente roto. En ambos casos, el verbo es el predicado semántico prtmarto; pero, en cada una de ellas aparece también una segunda predicación. En (a) se predica de Diego no sólo el haberse levantado sino también el estar malhumorado:~es un predicativo subjetivo. En (b}, además de la predicación referida a Anita, hay otra, al menos en UJJ.ade sus interpretaciones, refertdá · al libro : es un predicativo objetivo. Los predicativos, como predicados semánticos que son, pueden pertenecer a diferentes categorías: (26) a. El Juez declaró nulo el mattimonlo. SA b. Vl a Juan saliendo del cine. SV c. Considero a Patrtcia m1mejor amiga. SN d. Te crela en París. SP e. Encontré a tu madre mucho mejor. SAdv En todos los ejemplos antertores el predicativo se ozienta hacia el objeto directo -es objetivo- y, como está seleccionado por el verbo, es obligatorio. Adviértase que en (d), la lntexpretación más natural es que el hablante creía que el destinatario estaba en París; en

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z. ·

No.solamente los verbos son predicados; también pueden serlo los adjetivos (calificattvos), los sustanttvos comunes, algunos sintagmas preposicionales y adverbiales: (24) a. Luisa defiende las instituciones. b. Luisa es profundamente democrática 13• c. Luisa es unademócrata:.· . d Luisa es de convicciones democráticas. .. ,-,_,...• fr .., ._.. e. Luisa, ~ ..~mp@dáliie:ate.i Cualquiera sea la ca.tegoria a la que pertenezcan, los predicados pueden clasificarse "' ,· por el número de sus .arg:i:unentos:: • los pndic:adótnle pado c:ero.,noseleccionan argumentos: Uovez; amllLlecer, es tarde, está oscuro, hace bio, •··· • los predicado1 ele grado uno seleccionan un solo argumento: trabajar, naufragar,

No todos los verbos son predicados. Losverbos copulativoscomoser o estar no tienen contenido semántico:sólosirvende soporte para la lnfmmaciónffexional(pemona,número,tiempo y modo). Tampocoson verdaderospredicados los vedlos tener,dar, hacer seguidos de algunos sustantivos con los que formanun complejo verbal, como tener miedo, tener hambre, dar asco, dar lástima, hacer caso, hacer mención,hacer ft:lo.Tampocolo son los aUX!llares, que apoitan modfflcac1ones de natUialezagramatical al verbo p:rtncipal. Lingtlistic:a en 111.llula Número 4 2000

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Pad.sno es, pues, un circunstancial, ya que no :Indica el lugar donde tiene lugar la creencia Asimismo, en (e) encootrar no tiene el signfficado ffs1co (de resultado exitoso de una bdsqueda) sino un significado de proceso :Intelectual (- adveJtlr; petcfbb}; puede ser parafraseado por Adveztf que tu madre estaba mucho mejor. Lo que caracteriza a los predicados prlmartos -frente a los secundalios- es que cuentan con toda la información flexiona! que necesita la oración: las categorías de persona y número -es decir, las que establecen la concordancia con el sujeto- y las de tiempo y de modo, que caracterizan a la oración en su conjunto.

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LAORACIÓN Y SUSDIFERENTES NIVELES DEANÁLISIS

El predicado y sus argumentos forman el núcleo léxico de la oración. Este núcleo es modificado por constituyentes que no son seleccionados: son los circunstanciales o adjuntos. Los adjuntos se insertan en sucesivos niveles de la estructura Jerárquica, por lo que su alcance puede ser más o menos amplio: (27) a Dejó el libro alli b. Escribió el libro alli c. Seguramente escribió ese libro mucho después. d. Francamente, escribió ese libro mucho después. En (a) el adverbio no es un circunstancial sino un complemento; el verbo dejar requiere un locativo que indique el lugar donde quedó el objeto; en (b), en cambio, allfno es reque:rtdo por el verbo: es un circunstancial de lugar que modifica al predicado (el verbo y su objeto). En los dos últimos ejemplos, el adverbio modifl.ca a la oración en su conjunto. Indica la actitud del hablante acerca del contenido enunciado -es decli', lo modallza. En (c), la modallzación ataite al grado de certidumbre que el hablante le at:rtbuye a la oración; otros adverbios, como aforttiiiad8.l11ente o 18.l11entablemente, indican una evaluación afectiva. El adverbio de (d) conecta la oración con el acto de habla: el hablante no sólo informa sobre una situación dada, sino que también expresa las condiciones en que lleva a cabo su acto de habla Estas distinciones demuestran que en la estructura de la oración hay varios niveles Jerárquicamente organizados que llevan desde lo léxico a lo pragmático, pasando por lo gramatical La complementariedad entre léxico y gramática que hemos reconocido en todos los niveles de análisis se pa también en la oración. Superpuestos al núcleo léxico, se van ordenando jerárquicai;nente. otros niveles que afia.den información de naturaleza gramatical: sobre la cualidad de la acción, sobre la temporalidad, sobre la modalidad, sobre el acto de habla en que participan los mteñocutores. Cada uno corresponde a una categoría gramatical: el aspecto, el tiempo verbal y el modo. Al nivel inferior, el de la predicación -formado por el predicado y sus argumentos-, le concierne la categoría del aspecto. El aspecto especifica cómo se organiza y se distribuye el tiempo en el mterior de la situación descrita. La oposición aspectual básica concierne al carácter delimitado o no delimitado de la predicación. Esta oposición se realiza tanto a través del subsistema gramatical como del subsistema léxico. En lo gramatical, el aspecto concierne a la forma en que el hablante decide enfocar la predicación: si la toma como un todo acabado, concluido (a) o si seleccio:há u:nmomento de su desarrollo (b) sin tener en cuenta un limite : ' ·' .·· (28) a Pablo cruzó la calle. b. Pablo cruzaba la calle. La forma típicamente perfectiva del verbo espafiol es el perfecto sim¡;,Ie;el imperfecto, así como también el gerundio ( Pi a Pablo CZ7IZll.lldola calle), son imperlectivos. A esta distinción básica, se afia.den otras distinciones aspectuales que se realizan mediante recursos morfológicos, sintácticos y léxicos. Una situación puede ser única o 24

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repetitSe; si esa repetición se da de manera discontinua, será habitual, mientras que si se repite en forma continua, será iterativa o frecuentativa. También pueden marcarse las fases de un proceso: su Inicio, su desarrollo o su terminación. Algunos morfemas se especializan en estos significados aspectuales. Así, ar mdica reiteración en releer, reordenar, repel1Silr pero, en cambio, tiene un valor intensivo en reDe11ar,rebuscar, rematar. Verbos como .besuquear, toquetear, coJTetear contienen un sufijo que conlleva un valor iterativo. También las perífrasis verbales introducen modificaciones aspectuales, como en volver a llorar, echarse a Dorar, seguir Uora.lldo o dejar de llorar. Por otra parte, los predicados, por su mismo significado léxico inherente, proporcionan información aspectual. As~ verbos como adn:Jimr, saber, tenerexpresan un estado que se prolonga a través del tiempo: no están delimitados. Otros, en cambio, como partir, despertarse, descu.bnr implican. una conclusión. Andrés Bello distinguía ambas clases, denominándolas verbos permanentes y desinentes, respectivamente. Esta distinción concierne al aspecto léxico o Aktionsart. En realidad, .el aspecto léxico no depende sólo del verbo sino que se vincula a la estructura de todo el predicado, como se advierte en los siguientes ejemplos : (29) a Está comiendo. b. Comió galletitas. c. Se comió un paquete de galletitas. El verbo comer no está delimitado en los dos primeros ejemplos. En cambio, la presencia de un objeto determinado en (c) impone un límite a su duración.; la presencia del se del último ejemplo refuerza el carácter delimitado del acontecimiento, por lo que sólo es posible cuando hay un objeto determinado ( "Se comió galleUá:1$. Mientras que el aspecto concierne a la estructura temporal interna del acontecimiento, el tiempo verbal indica la ubicación-relativa de los acontecimientos. La temporalidad se realiza tanto a través de recursos léxicos -los circunstanciales de tiempo- como gramaticales -los tiempos verbales. El tiempo gramatical no establece la localización del acontecimiento en forma absoluta, sino que lo hace en relación con otro u otros puntos de la linea temporal, situándolo como simultáneo, anterior o posterior. Los tiempos absolutos de (30) -presente, pretérito o futuro- se relacionan directamente con el allo.radel acto de habla: por eso, el tiempo es una categoría deíctica"· Los tiempos relativos de (31) sitúan el acontecimiento en relación con algún punto de referencia -el pretérito de la oración principal- e, indirectamente, con el eje deíctico: (30) a Va al cine. b. Fue al cine. c. Irá al cine. "La mayor parte de las palabras tienen un signlllcado descriptivo, independiente de quien las use y de la situación dlsCUIS!va.Sin embargo, todaS las lenguas cuentan con un grupo de palabras que deben ser lntezpretadaS necesartamente en relación con una Instancia disCUISiva ya que sus significados valian sistemáticamente de acuerdo con los participantes, el tiempo y el lugar donde se produce el acto de habla. Son los elementos deícticos, como los pronombres personales, los demostrativos Y los posesivos, algunos adverbios temporales y locativos (hoy, ayer, aquí,). Unos pocos verbos {Ir/venir,llevar /traer) y alguna categorías gramaticales, como la persona y el tiempo, obligan a una lnteIJ)retación deictica. Otros pronombres remiten, en cambio, a una expresión mencionada previamente en el c~ntexto lingilistico. Las anáforas remiten a un antecedente. El pronombre de tercera persona, por e¡emplo, puede ser tanto deíctico (1) como anafórico (ii): 1. Él no quiere hablar porque te tiene miedo. !1.Entró una pareja. Él estaba mal vestido; ella, en cambio, llamaba la atención por su elegancia. También el articulo definido puede tener usos deicticos (1)y anafóricos (ii): l Por favor, lpodria cerrar la ventana? !1. Vimos un paquete sobre la mesa. El paquete provenia de Espafia. Llngilíatica

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(31) a Dijo que iba al cine. b. Dijo que habia ido al cine. c. Dijo que !rla al cine. En los ejemplos de (31), el verbo de la oración subordinada ortenta sus relaciones temporales con respecto al de la oración principal, estableciendo asi una concordancia tradicionalmente denominada coasecutio tempo.rum. Asi el pluscuampeñecto (b) indica una acción previa a otra también pasada y el pospretérito (c) una acción futura en relación con otra pasada. aunque no especifiéa si es anterior, simultánea o posterior al momento del acto de habla Esta relación, ampliada por el anclaje temporal común que relaciona las oraciones de un texto, constituye un.mecanismo cohesivo que contribuye a organizarlo coherentemente. · Además de este valor estrtctamente temporal (significado primario), los tiempos verbales transmiten también otros significados: temporales metafóricos y modales. Así, por ejemplo, el presente histórico es un recurso retórico tendiente a hacer más VI.VI.do un relato, al situarlo como simultáneo al acto de la enunciación. El futuro y el pospretérito indican a menudo la incertidumbre : t!Qué hora será ? SedBJJlas cuatro cu11J1do,_ La distancia del presente que el impeñecto se interpreta metafóricamente como un alejamiento de la realidad; de allí el valor de irrealidad de Si me lo decfas, oo V8JlÍ8. La modalidad expresa la actitud del hablante -el modus- en relación con el contenido enunciado en la oración -el dictum-. Los expedientes léxicos que contribuyen a modalizaruna oración son algunos tipos de adverbios (ciertamente, seguramente, quizás, l11J11eotablemeote,af'ortunadilOleDM, de expresiones interjectivas (~ seguro, lástiJ11a, sued~ y de verbos auxiliares (poder; debe4. Los tipos de oración (declarativa, interrogativa, imperativa, desiderativa, exclamativa) indican el valor modal que el hablante le atribuye a su enunciado. El modo verbal representa el mecanismo gramatical fundamental que expresa el carácter real (a), eventual (b) o irreal (c) que el hablante le atribuye al acontecimiento : (32) a Hace frió. Conviene que te abrigues. b. Si hiciera frío, convendría que te abrigaras. c. Si hubiera hecho fria; habría convenido que te abrigaras. Sili embargo, la oposición básica entre indicativo y subjuntivo no sólo responde a tal distinción semántica, sino que está condicionada por inductores sintácticos como: el subjuna la clase semántica del verbo pr1:acipal:as1 en (32), conYiS'.lZÚselecciona tivo en la subordinada que funciona como sujeto, sin atender al valor semántico que el hablante quiera conferir a su enunciado. Del mismo modo, rigen subjuntivo en sus complementos los verbos volitivos o desiderativos (querer; desear; oecesitali, los verbos de influencia (ordenar; exígln, los que indican desconocimiento (ignorar, dudaii, los de valoración emotiva (Jameotar; alegrar; preocupa}¡. b. algunas preposiciones o conjunciones: para, sirJ, antes no admiten alternancia modal Sólo se construyen con subjuntivo. c. la negació11:induce el subjuntivo cuando depende de verbos como creer. Tiempo y modo participan también del nivel más alto en que se han ordenado los sucesivos niveles de la oración: el que concierne al acto de habla La cortesía es un recurso atenuattvo para reducir el carácter directo de una orden o un pedido. El imperfecto del indicativo o del subjuntivo de verbos como querer o desear o el pospretérito permiten formular de manera indirecta una orden, de manera que el oyente esté en condiciones de dar una respuesta negativa sin dejar desairado al hablante: t!Qué deseaba ver, se.Jiodta?, (luJslera pedfrle uo /'aror, t!Me barias el favor de UevamJe el paquete?

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LAENSEÑANZA DELALENGUA YLAENSEÑANZA DELAGRAMÁTICA

Este apretadisimo trabajo ha presentado algunos de los contenidos de la gramática que, desde nuestro punto de vista, el maestro debe manejar coi{solvencia para conducir la labor de la enseñanza de la lengua en general y de la lectura y la escritura en particular. En nuestro recorrido abundan los espacios vaciós que el maestro colmará con obras gramaticales y didácticas, como las que se mencionan en fa bibliografía. ·Hemos intentado mostrar cómo el conocimiento gramatical se vincula, a través de las respectiVas inteñaces, con: • la fonología: no sólo con las unidades distintivas segmentales -los fonemas- sino también con las unidades que se superponen a estos, como la entonación, las pausas y el acento, • la semántica: si bien el significado no puede ser el puntó de partida para analizar una construcción, puesto que no existe una correspondencia estricta entre las unidades gramaticales y las semánticas, puede ser entendido como el punto de llegada al que se dirige la ensefianza de la gramática. La gramática debe dar cuenta de las distinciones semánticas que el hablante de una lengua reconoce; para ello, es necesario que sus instrumentos de análisis sean cada vez más sutiles. Como hemos visto, la situación o el contexto inciden también en el significado: la forma en que el hablante distribuye la información -cómo tematiza o focaliza un determinado constituyente-, las instrucciones que proporciona al oyente para que realice las inferencias adecuadas, los mecanismos en que inscribe su subjetividad o los recursos que utiliza para dirigirse cortésmente a su interlocutor forman parte del componente pragmático, que se expresan mediante recursos gramaticales. La relación complementarta entre el subsistema léxico y el gramatical ha ocupado buena parte de nuestro recorrido. A la moifología léxica le compete la formación de palabras; a la sintaxis, la proyección del léxico en la formación de sintagmas y oraciones, en particular, las restricciones que los predicados imponen a sus complementos. cuestiones puntuales - como la repartición del aspecto, la temporalidad y la modalidad entre el léxico y la gramática - se han enriquecido a partir de un tratamiento conjunto. Las unidades complejas como las frases hechas -modismos, locuciones o refranes- ocupan este espacio compartido. La enseñanza de la lengua, es decir, el uso instrumental del idioma, no coincide con la enseñanza de la gramática. La tarea fundamental del maestro o profesor de lengua es lograr que los estudiantes hablen y escriban con corrección, que comprendan adecuadamente textos de diferente tipo, que manejen un léxico rico y variado y que aprendan a sostener sus opiniones con argumentos pertinentes. lCUál es la función de la gramática para el logro de tales objetivos? El paradigma hoy predominante en la enseflanza de la lengua considera que estos objetivos hacen innecesaria la enseiíanza de la gramática Creemos, por el contrario, que, bien ensefiada, la gramática puede contribuir, directa o indirectamente, a esos logros. A menudo. la cuestión de la enseñanza de la gramática -gramática si o gramática nose plantea como una contraposición Inadecuada: gramática versus análisis del discurso, como si se tratara de dos posturas irreconciliables frente a un mismo objeto. Sin embargo, lejos de contraponerse, gramática y análisis del discurso son complementarios. El análisis del discurso no puede prescindir de la gramática oracional. Hay aspectos del discurso que dependen de la organización de las oraciones y constituyentes de estas que rebasan los limites oracionales. Para que la gramática en sentido amplio contribuya al logro de los objetivos de la enseñanza de la lengua son necesarias dos condiciones: • que la gramática no se identifique con el análisis sintáctico, ya que este es sólo un medio para representar la estructura de una oración. Así entendido su alcance y Lhlr,iUlltica en el Aula Númeio 4 2000

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practicado en forma reflexiva -y no como una práctica rutl.narta, mecánica y puramente identiflcativa-, favorecer eldesa1Tollo de lashabllldades metallngüisticas; • ensefle o no gramática, el maestro debe saber gramática. La corrección de errores, las explicaciones sobre una detenninada construcción, el reconocimiento de los factores que inciden en el slgnfflcado global de un texto exigen una dosis conside­ rable de conocimiento gramatical. Si se concibe la gramática como un ejercicio de reflexión sobre lo que sabemos acerca de la lengua, sobre lo que decimos o sobre lo que dicen los otros y sobre lo que interpretamos, puede llegar a tener un nada desdeflable valor formativo del pensamiento. Al tratarse, como seftala Ignacio Bosque (1994), de "'un corpus de conocimientos' que puede considerarse en lo fundamental objetivo, sistemático y sin contradicciones inter­ nas•, proporciona un excelente punto de partida para la argumentación, así como también un medio piivllegiado de adqutrlr habllldades metallngülsticas. Por otra parte, si en lugar de presentar la gramática como un producto acabado, se muestra cómo se va construyen­ do, cómo se buscan los datos, cómo hay distintas alternativas para procesar esos datos, se introduce al niño en el quehacer del científico. La capacidad formativa que puede llegar a brindar la gramática en esta linea es slmllar a la de las matemáticas o la lógica, sólo que se realiza a partir de un conocimiento que el niño ya posee..

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BIBLIOGRAFÍA

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Lmgililltica en el A1l1a Número 4 2000

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