DIMORFISMO Es definido como las variaciones en la fisonomía externa, como forma, coloración o tamaño, entre machos y hembras de una misma especie. Se presenta en la mayoría de las especies, en mayor o menor grado. Se utiliza en el campo de la biología para nombrar a la condición de aquellas especies de animales o de plantas que exhiben dos aspectos anatómicos o dos formas diferentes. EL SER HUMANO Una de las principales características morfológicas que diferencian a los hombres y a las mujeres, es la distribución de la grasa abdominal. Este parámetro, se puede determinar mediante el Índice cintura/cadera, el cual varía con la edad y dependiendo del sexo:
En la primera infancia, el dimorfismo sexual entre hombres y mujeres es muy sutil. Es en la pubertad cuando las diferencias se hacen mucho más aparentes, debido principalmente a la acción de las hormonas esteroideas sexuales. Durante este periodo de tiempo, la distribución de la grasa de la mujer es ginoide, es decir, se acumula mayoritariamente en muslos, cadera y glúteos. Estas diferencias entre hombres y mujeres, se mantienen más o menos constantes en la etapa del adulto hasta la llegada de la menopausia. Esto ocurre como consecuencia de la disminución de los niveles de hormonas esteroideas. En esta etapa, la distribución de la grasa en las mujeres pasa a ser androide, es decir, se acumula especialmente en la cintura. En el caso de los hombres, los cambios en la distribución son más leves, pero aumentan de forma constante a lo largo de la vida. A partir de este punto, la distribución es androide tanto en hombres como en mujeres.
La relación entre edad/sexo y el tamaño/forma corporal depende de procesos biológicos subyacentes y factores ambientales. AVES En el caso de la clase aves, es muy común hablar de dimorfismo sexual refiriéndose fundamentalmente al plumaje, como en el diamante mandarín (Taeniopygia guttata), el gorrión común (Passer domesticus) o el cabecita negra (Carduelis magellanica), los machos en general presentan un plumaje más llamativo que el de las hembras. Por ello se expresa con o sin dimorfismo sexual, según machos y hembras compartan el colorido de sus plumajes. Pero suele darse el caso que el plumaje presenta dimorfismo estacional,
un plumaje diferente para macho y hembra, durante la estación reproductiva y similar en ambos sexos durante la estación invernal o no reproductiva. Estos plumajes son comunes en aves migratorias. En general las especies de aves que presentan marcado dimorfismo sexual en colorido, etc., también presentan gran dimorfismo en comportamiento; mientras que aquellas especies en que los machos y hembras difieren poco morfológicamente suelen compartir las actividades de construcción del nido y cuidado de la cría. Otras características diferenciadoras pueden ser por ejemplo la cresta en la cabeza y los espolones en las patas de los machos de la gallina doméstica (Gallus gallus). PECES En los peces, también hay ejemplos claros de dimorfismo sexual. Un claro ejemplo de ello es el luchador de Siam (Betta splendens), siendo el macho dotado de colores más brillantes y aletas más amplias. INVERTEBRADOS
Entre los invertebrados encontramos muchos casos de dimorfismo sexual. Si bien en estos animales las diferencias —para la mayoría de las especies que las presentan— están en el tamaño (ejemplo: la hembra de la tarántula, del género Grammostola, es mucho más grande que el macho), también se pueden encontrar variaciones cromáticas (como en ciertos lepidópteros) o de apariencia (como en algunos cefalópodos). EL DIMORFISMO SEXUAL CEREBRAL Por su parte, trata las diferencias que se pueden apreciar en el cerebro de machos y hembras de una misma especie, tomando en cuenta aspectos morfológicos y funcionales. Con respecto a nuestra propia especie, los muchos estudios realizados han demostrado que el cerebro del hombre es mayor al de la mujer a nivel volumétrico, aunque esto no tenga ninguna repercusión en su inteligencia. Para la geología, el dimorfismo es la condición de aquella sustancia que puede cristalizar en dos sistemas diferentes.
DIMORFISMO FÚNGICO También llamado dimorfismo en hongos, el dimorfismo fúngico es un fenómeno reversible mediante el que un hongo puede cambiar su forma de una micelial a una levaduriforme. El micelio es la masa de elementos filamentosos de forma cilíndrica (hifas) que se encuentran en gran parte de los hongos y constituye su cuerpo vegetativo. Levadura, por otro lado, es el nombre que recibe cualquier hongo microscópico unicelular con la capacidad de llevar a cabo la descomposición a través de la fermentación de varios cuerpos orgánicos, especialmente los hidratos de carbono y los azúcares, dando lugar a diversas sustancias. El dimorfismo hace que los hongos proliferen en forma de levaduras o de estructuras esféricas de gran tamaño en los tejidos, aunque a temperatura ambiente cobren formas filamentosas. Entre los hongos dimórficos se encuentran los microorganismos que causan la esporotricosis, la blastomicosis, la histoplasmosis, la paracoccidiomicosis y la coccidiomicosis. Un hongo puede presentar el dimorfismo en función de: * temperatura: ocurre con el Penicillium marneffei, el cual cambia de forma a temperatura diferente, aunque sin que cambie el medio. Pueda pasar de ser filamentoso (cuando la temperatura está entre los 25 y 28 °C) a levaduriforme (entre los 37 y los 37 °C); * nutrientes: se puede apreciar en el Candida albicans, el cual presenta una forma levaduriforme en medios de cultivo ricos y una filamentosa, en los medios pobres. La forma de levadura es consistente en la forma de reproducirse y los cambios en el ambiente influyen de manera radical en su morfología; * temperatura y nutrientes: en este caso de dimorfismo se combinan los dos puntos recién expuestos y se puede ver en Histoplasma capsulatum, Sporothrix schenckii, Blastomyces dermatitides y Paracoccidioides brasiliensis.