Diles Que Queremos Fiestas

  • October 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Diles Que Queremos Fiestas as PDF for free.

More details

  • Words: 985
  • Pages: 4
¡DILES QUE QUEREMOS FIESTAS!

Acababa de comprarme una blusa, un pantalón blanco y un pañuelo, cuando el inesperado chaparrón me hizo aterrizar en la barra de un bar frente a una caña. A un par de metros un hombre joven mostraba su nerviosismo golpeando cadencialmente la barra con la prensa diaria. De vez en cuando encaraba un ángulo de la página, siempre el mismo, y resoplaba. De repente se lanzó hacia mí. Hice mención de protegerme, pero me sentí ridículo al comprobar cómo en realidad se abalanzaba sobre el teléfono situado a mi espalda. Colocó tres monedas y marcó. 100100. No pude evitar la conversación. -¿Es el Ayunta? -...... -Con D. ...? -...... -Sí, ya sé que están reunidos. Es urgente. -...... -¡Su padre! -...... -Soy Fermín -..... -Sé lo que te han dicho, podía haber sido tu padre, ¿no? Anda, déjate de chorradas. Quiero que transmitas un mensaje. -.... -A tus compañeros. -..... -Se trata del Riauriau. -....

-También estoy de vosotros hasta el gorro y os aguanto. -.... -¡Miau!, una grosera dictadura basada en el sutil engaño a la colectividad de decidir... -... -¡Tranquilo!, no te pongas así. Somos amigos, ¿no? -.... -Vas a decir a tus compañeros, mis ediles carísimos, y no va por lo de los sueldos sino por queridos, que os votamos, os dimos carta blanca, para que durante cuatro años pudieseis realizar todas las manguadas que vuesas preclaras meninges pudieran idear: elevación de impuestos, permutas de terrenos, duplicación de grúas, funcionarización de compañeros de mus, actuación de palas, cesión de terrenos, derribos de gaztetxes, secuestros de comics, condones, carteles... en fin, todo. -... -Que sí, por supuesto que tú no, faltaría más. A lo que iba. Esto ya no. No tenéis derecho a robarnos las fiestas a los sufridos ciudadanos que durante 358 días nos arrastramos con la esperanza del Adviento de nuestro Glorioso. Son ritos, chico. -.... -Es cierto que el rito del chupinazo sacude nuestras neuronas todas poniéndonos en trance de brincar, bailar, abrazar gritar.... Pero no es suficiente garantía de unas fiestas en plenitud. Es necesario el otro rito, el Riauriau. -.... -Claro que otro rito más. Necesitamos un segundo rito que nos exorcice extrayendo de nuestras tripas toda la mala leche acumulada. Para que el rito resulte, necesitamos una representación del mal, del Poder, necesitamos un macho cabrío al que imponer las manos. Manosear un poco, vamos. Y no es más, no hay que darle más vueltas. -..... -Sí, sí... el Fondo Monetario Internacional, la Trilateral, Banco Mundial, Clintons, la ONU, el Wojtila, banqueros, militares, ministros.... Pero

esos no van a venir por la calle San Saturnino, ¡qué más quisiéramos! Ya te he dicho que sois la representación. No más, sólo la representación. -.... -¡De nuevo, nada! Recuerda cuando en Pamplona había tres cosas que no quería ni Dios o cuando tus coediles saltaban ante un cordón gris. Refréscales la memoria. -.... -¿Un rito sustitutivo? La verdad es que los ritos no se modifican de un día para otro. Este, hoy por hoy, me parece el ideal. El otro día un vecino en el bar proponía otro, colocaros desnuditos/as tocados de chistera o mantilla en el kiosko de la Plaza del Castillo y rodear éste de una montaña de tomates blanditos que el personal iría enviando sobre los enclaves ero-genos/ticos de vuestras destapadas aristas y redondeces. Pero ya le dijo el camarero, habría que hacerlo muchos años para que cuaje y, además, no es época de tomate. ¡Claro! -.... -¿Irme de aquí? Pero tú ¿qué piensas de la vida? Si queréis bronca, pues bronca. -.... -¿Que para mí las fiestas serían igual sin Riauriau? ¿Que qué me iba a pasar? ¿Que te lo diga?. Por favor, ¿cómo voy a correr en el encierro junto a mi jefe de personal que dedica su vida a discurrir como joderme la procesión? ¿Cómo voy a desayunar churros y colocarme en la cola junto al sargento que en Ainzoain me rapaba como un obseso? ¿Cómo voy disfrutar de los gigantes y cabezudos junto al baboso que me recogió hace cuatro días la renta soplándome ciento veinte lagartos y que ni me preguntó si deseaba que fuesen a educación o a tanquetas? ¿Cómo voy a compartir en los toros el ajoarriero con el dentista, con el notario o con el de los seguros? ¿Cómo voy a salir bailando y mezclar mis olores axilares con el munipa que se pasa el día al acecho para llevarme el 127 con la grúa? ¿Cómo voy a soportar sobre nuestras calles o en el balcón que os hemos prestado para cuatro años a los artífices de leyes o decretazos o a los manejadores de fondos que se os ocurra invitar? No, yo quiero fiestas: Ignorar al jefe de personal en vez de lanzarlo de un codazo a los pitones. Retrasarme en la cola de los churros para evitar al sargento en vez de arrancarle los pelos. Echar una sonrisa de búho al

niño del funcionario en vez de patearlo. Al odontólogo y al notario mancharles un poco en vez de romperles los piños con la cazuela. Un empujón al munipa y no abrirle la sesera con la maza del bombo. A los de los ajustes, decretazos, cloacas... -.... -¡Mejor así! No, si no, le hubiéramos impuesto el pañuelico.... ¡Con nudo corredizo! Bueno, a lo que íbamos, que estás politizando. No son más que unas horas y garantizáis nuestra disposición al jolgorio. -..... -Que no, hombre, que no. Tú diles -.... -Sí, sí, seguro. Todos, más anchos que largos. -.... -Que no es para tanto. Oye, todo un año... ¿eh?, para un ratico... ¡jodéeee! -.... -Pero, ¿convencido? -.... -¡Venga al Riauriau! ¡Y no hagáis jaimitadas! Agur Colgó y, más relajado, con cara de satisfacción miró a su alrededor. No se percató de mi tímida sonrisa cómplice, pero sí de que había escampado. Salió.

JAVIER MINA,

Publicado en Egin, “Sanfermines 94”, 6 de julio de 1994

Related Documents