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Las teorías de la Comunicación en el espacio europeo de educación superior. El caso de la Universidad Pompeu Fabra Miquel Rodrigo Alsina Universitat Pompeu Fabra Miquel Rodrigo Alsina. Catedrático de Teorías de la Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Forma parte del grupo de investigación UNICA de la Universitat Pompeu Fabra . Ha sido investigador en el Research Center for Language and Semiotic Studies (Universidad de Indiana), en el Center for the Study of Communication and Culture (Universidad de Saint Louis) y en el Centre d’Études sur l’Actuel et le Quotidien (Université René Descartes, Paris V). Ha publicado más de cien artículos en libros y en revistas especializadas nacionales e internacionales, y distintas monografías. Algunas de sus obras son: La construcción de la noticia (Paidós, 2005), La comunicación intercultural (Anthropos, 1999) y Teorías de la comunicación: ámbitos, métodos y perspectivas (Publicacions Universitat Autònoma de Barcelona, 2001).
Resumen: El Espacio Europeo de Educación Superior implica un cambio importante tanto en los planes de estudio de los distintos grados como en el enseñanza de las distintas materias. Las teorías de la comunicación deberían ser replanteadas según las nuevas metodologías pedagógicas. En este trabajo se explicará el caso de Universidad Pompeu Fabra como ejemplo paradigmático de la universidad española. Abstract: The European Higher Education Area implies a major change in the curricula of the different degrees and in the teaching of different subjects. Theories of communication should be reconsidered with the new pedagogic methodologies. In this paper we explain the case of University Pompeu Fabra as a paradigmatic example of Spanish University.
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El desarrollo, en España, de las teorías de la comunicación como disciplina científica está inexorablemente ligado a la investigación de la comunicación en general, y su consolidación como disciplina académica no se puede separar de la institucionalización de la docencia de los estudios de comunicación (Comunicación Audiovisual, Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas). Distintos trabajos han tratado estos temas: Moragas (1981), Cáceres y Caffarel (1992), Jones (1995, 1997 y 2000), Rodrigo Alsina (2001), Martínez Nicolás (2006 y 2008) y García Jiménez (2007), entre otros. El nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) propone un nuevo marco que va a condicionar dos aspectos: a corto y medio plazo, la docencia de los estudios y, a medio y largo plazo, el desarrollo del campo científico. Por lo que hace a este segundo aspecto habrá que esperar bastantes años para ver cómo los cambios en la formación inciden en la investigación. En relación al primer aspecto todavía quedan muchas incógnitas por desvelar, pero podemos apuntar algunas tendencias. Uno de los efectos que el EEES está teniendo en España es una discusión, más o menos profunda y extensa, sobre los perfiles profesionales de los nuevos graduados y, por ende, del papel de las teorías de la comunicación en los mismos. Este debate se está llevando no sólo facultad por facultad si no, dentro de cada facultad, titulación a titulación. Por ello es muy difícil que se den soluciones idénticas en todo el Estado español. Tampoco hay que obviar la influencia de grupos con mayor o menor poder académico que van a condicionar y están condicionando el resultado de los nuevos planes de estudio. Las relaciones de poder y la estratificación en el seno de las comunidades intelectuales es, como recoge Collins (2005), una constante histórica. En esta deriva la casuística es muy compleja y difícil de descubrir, pero no por ello hay que silenciarla. 1
De todas formas, el interés por los cambios que se avecinan es evidente . En este texto se pretende exponer el caso de la Universitat Pompeu Fabra que, en muchos aspectos, es paradigmático de la situación española actual. 1. LAS TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN CARACTERÍSTICAS Y OBJETIVOS
EN
LA
UNIVERSIDAD
POMPEU
FABRA:
La Universidad Pompeu Fabra ha empezado a impartir, en el curso 2008-2009, el grado en Comunicación Audiovisual y el grado en Publicidad y Relaciones Públicas. En el curso 2009-2010 impartirá el grado de 2 Periodismo . Estas titulaciones han sido aprobadas por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) del Ministerio de Educación español. De acuerdo con el EEES, las antiguas licenciaturas dan paso a los nuevos grados. Esto ha supuesto nuevos planes de estudio en los que la deriva profesionalista ha tenido una notable incidencia. También hay que señalar que en el curso 2008-2009 se han iniciado los master oficiales de investigación que tienen 3 como objetivo formar para la investigación y, eventualmente, para la realización del doctorado . Después de los grados de cuatro años y de un master de investigación de un año se pasa al doctorado que básicamente consiste en la realización de la tesis doctoral. En la Universidad Pompeu Fabra, las asignaturas que corresponderían a las teorías de la comunicación tienen en cada uno de los grados una denominación distinta. Así, en el grado de Comunicación Audiovisual tenemos “Teorías y Métodos de Investigación Social en Comunicación”, en Periodismo se mantiene la denominación de la Licenciatura “Teorías de la comunicación” y, finalmente, en el grado de Publicidad y Relaciones Públicas se ha convertido en “Sociología de la Comunicación y Métodos de Investigación Social en Comunicación”. Esta múltiple denominación no es una sorpresa ya que esto se da tanto a nivel internacional como español. En España, esta asignatura ha sido hasta ahora una asignatura troncal, lo que significa que todas las facultades de comunicación la impartían en las licenciaturas de Comunicación Audiovisual, de Periodismo y de Publicidad y Relaciones Públicas. Sin embargo, aunque el contenido era prácticamente el mismo recibía distintos nombres. Así, aparecía como ‘Teoría General de la Información’, ‘Teoría de la Información’, ‘Teoría
1 Véase como ejemplo: http://www.symposium-innovacion-comunicacion.com/ 2 Para consultar los distintos planes de estudio de los grados de Comunicación Audiovisual, Periodismo y Publicidad y Relacions Públicas, véase: http://www.upf.edu/estudiants/es/titulacions/comunicaciograu.html 3 Para consultar los planes de estudios de los master oficiales de investigación véase: http://www.upf.edu/postgrau/masters/social/
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o Teorías de la Comunicación’ o, incluso, ‘Teoría de la Comunicación y de la Información’. Como señala Valbuena (1997: 41-42): "...hay un problema terminológico importante. La Teoría General de la Información o Teoría de la Comunicación de Masas o Colectiva, por ejemplo, recibe una denominación diferente en diversos países e, incluso en distintas partes de algún país. Teoría General de la Información (España), Mass Communication Research (Estados Unidos), Zeitunwissenschaft (Munich y Viena), Publizistikwissensschaft (Berlín, Götingen y Münster); Kommunikationforschung (Nuremberg), Tehniques de Diffusion Colective (Bélgica). ¿Plantea un gran problema gnoseológico esta pluralidad de denominaciones? No, aunque la coincidencia en las realidades estudiadas por cada una no sea total." Sin embargo, aunque este pluralismo denominador no constituya un problema grave para la docencia, hubiera sido más deseable una unificación terminológica. Además, detrás de las distintas denominaciones hay una discusión histórica, doctrinal (Rodrigo Alsina 2001: 38-44) y epistemológica (Piñuel y Lozano 2006) que merecía ser tenida en cuenta. De todos modos en el caso de la Universidad Pompeu Fabra, como apunta Valbuena, el contenido de las tres asignaturas es muy semejante. Veamos algunas de las características importantes que tienen dichas asignaturas de los tres grados. En primer lugar, hay una coincidencia formal pero no por ello baladí. Son asignaturas de formación básica de segundo curso de los respectivos grados. Esto significa que todos los estudiantes de los mismos deberán cursarlas. Son asignaturas de 6 European Credit Transfer System (ECTS). 1 crédito ECTS supone 10 horas de clase y 25 horas de trabajo por parte del estudiante (en las que hay que incluir las 10 horas de docencia con el profesor). Es decir que una asignatura de 6 ECTS supone un esfuerzo de trabajo del estudiante de 150 horas. En segundo lugar, las teorías de la comunicación – expresión con la que se englobará a las tres asignaturas denominadas- son asignaturas importantes, entre otras, para que la universidad no se transforme en una escuela de formación profesional. Como se apuntaba en un trabajo anterior (Rodrigo y Estrada 2007: 359): “En nuestra opinión, en el proyecto del EEES se dibuja un sesgo muy profesionalista. Así la formación universitaria parece ir más dirigida a cubrir las necesidades del mercado que las de la sociedad. Frente a este sesgo, querríamos reivindicar la importancia de asignaturas no necesariamente utilitaristas. Estamos, por supuesto, de acuerdo que en las universidades se enseñe a hacer, pero creemos que también es imprescindible que se haga pensar. Así, es fundamental que un profesional, formado en la universidad, piense por qué hace lo que hace y reflexione, asimismo, sobre el mundo en el que vive, en las relaciones sociales y de poder que contribuye a reproducir, etc. El cambio, el progreso social, científico y cultural está no tanto en un profesional que hace un producto sino en aquél que es capaz de autorreflexionar críticamente con todo el proceso. Además, consideramos que nuestro trabajo como profesores universitarios, además de formar a periodistas o a publicitarios, debe abogar por formar ciudadanos, trabajadores intelectuales, personas educadas en la universidad”. Las teorías de la comunicación constituyen el fundamento académico y científico de los estudios de comunicación. Es una materia, más allá de las distintas denominaciones, con gran tradición en los estudios de comunicación nacionales e internacionales. En estas asignaturas se presenta la investigación y los avances en el campo de la comunicación, tanto por lo que se refiere a los postulados básicos de partida como a las teorías que desarrollan, pasando por los métodos utilizados para llegar a dichos resultados. Por ello, el objetivo principal de esta asignatura es ofrecer a los estudiantes los conocimientos básicos sobre los conceptos y los métodos de investigación de la comunicación en sus contextos históricos. En estas asignaturas también el conocimiento metateórico es imprescindible para que el estudiante pueda ir construyendo su mapa cognitivo de la disciplina. Los criterios para la clasificación de las teorías pueden ser geográficos (Estados Unidos, Latinoamérica, Europa, etc.), históricos (principios de siglo, años cincuenta, años setenta, etc.) o teóricos (perspectiva interpretativa, funcionalista, crítica, etc.). Sin embargo, el estudiante debe tener claro que estas taxonomías son propuestas de organización del conocimiento que se han establecido, convencionalmente, para una mejor comprensión de la disciplina. De hecho, no se trata de transmitir conocimientos como si fueran dogmas sino propuestas que consideramos que, por el momento, son suficientemente válidas. Por último, las teorías de la comunicación tampoco han de renunciar a formar comunicólogos porque las cualidades de un buen teórico de la comunicación también son aplicables a un
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buen comunicador. Veamos con Casmir (1994: 30-32) cuáles son las características que debería tener un buen teórico de la comunicación: 1. Curiosidad. Un teórico es aquel que es capaz de oír las preguntas que el entorno nos plantea. El deseo y el interés por conocer son la esencia del teórico. De hecho un buen investigador es aquel que ve lo que todos miran y piensa en lo que nadie piensa. Pero pensando en lo que nadie piensa, ve lo que nadie ve. 2. Conocimiento general. Los estudiosos de la comunicación tienen que estar abiertos a muchas otras disciplinas: la sociología, la psicología, la semiótica, la antropología, la historia, la literatura, la ciencia política, la economía, la lingüística, la neurología, la cibernética, la física, etc. Un conocimiento general o pluridisciplinar nos puede permitir descubrir relaciones que, desde una sola perspectiva, permanecen ocultas. 3. Conocimiento específico. Hay que asumir la aparente contradicción entre la necesidad de un conocimiento general y uno específico. Un buen teórico debe poseer, dentro de ciertas limitaciones, los dos. Es realmente difícil profundizar en todas las áreas de conocimiento que son atravesadas por la comunicación. Por ello un teórico debe profundizar en dos o más áreas. 4. Pensamiento relacional. Se trata de tener una visión holística de los fenómenos. Más que fijarse en los detalles hay que descubrir las relaciones, y así tener una visión global. 5. Pensamiento claro. Teorizar es una actividad estimulante y apasionada. Pero la pasión, en ocasiones, puede enturbiar algo el pensamiento. Es necesario un cierto distanciamiento a la hora de teorizar. Pero sobre todo hay que saber lo que se busca porque cuando no sabes lo que buscas, no ves lo que encuentras. 6. Habilidad organizadora. Teorizar requiere, con frecuencia, manejar mucha información. Se trata de tener la habilidad de poner orden para ver claro. 7. Habilidad para comunicar. Un buen teórico debe ser un buen comunicador. Una teoría sólo es útil si es comprensible. La claridad y la precisión son imprescindibles. 8. Flexibilidad. La flexibilidad no supone falta de rigor, más bien nos referimos a la creatividad, a la capacidad para abrir nuevos caminos. Como afirmaba Darwin (1993: 51) en su Autobiografía, refiriéndose a una teoría, “... de acuerdo con el nivel de nuestros conocimientos en aquellos tiempos, no era posible ninguna otra explicación; y mi error fue una buena lección que me enseñó a no confiar jamás en el principio de la exclusión en el terreno científico”. 9. Capacidad para suspender el juicio. No se puede caer en la tentación de sucumbir a los prejuicios. Sencillamente hay que dejar, si se da el caso, que la realidad nos estropee una teoría elegante. Las teorías no pueden convertirse en anteojeras que nos impidan descubrir nuevos aspectos de la realidad. 10. Ser capaz de escuchar y aceptar las críticas. A veces no es fácil aceptar las críticas. Pero si una crítica constructiva nos ayuda a mejorar, hay que recogerla como el mejor presente que se puede recibir. Contraponer el conocimiento que aporta la formación de las teorías de la comunicación y la práctica profesional no académica es un error. Este decálogo sería perfectamente aplicable, mutatis mutandis, a cualquier profesional de la comunicación. Aunque en el EEES los objetivos docentes son importantes, se propone un cambio fundamental. Así, se pasa del aprendizaje por objetivos del profesor al aprendizaje de competencias por el estudiante. Seguramente, el corazón de nuevo paradigma docente (Pedró, 2005: 18-21) que propone el EEES sea el aprendizaje de competencias. 2. LAS COMPETENCIAS EN LA ENSEÑANZA DE LAS TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN La primera idea que deseamos que quede clara es que no hay que entender que se deben descartar los objetivos de las asignaturas. Aunque la reforma es importante, en el fondo se trata en un cambio de énfasis de los sujetos en el proceso de aprendizaje. Así, se “pone el énfasis en la actividad del estudiante, más que en la del docente porque, el objetivo fundamental del proceso de aprendizaje universitario en el EEES no es estrictamente la transmisión o el dominio de contenidos, sino que esta transmisión queda supeditada al objetivo más complejo de la adquisición de competencias” (Pedró, 2005: 23).
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Las competencias son un conjunto de saberes sociales, técnicos y metodológicos que se utilizan en un momento y en una situación concreta para hacer una tarea determinada. Evidentemente, estas competencias pueden ordenarse a partir de diferentes parámetros. Pero, por un lado, tenemos las competencias transversales y, por otro lado, las competencias específicas. Las competencias transversales son comunes a asignaturas diferentes. Hay una serie de competencias que se pueden adquirir en diferentes asignaturas a lo largo de toda la etapa formativa del estudiante en la universidad. Se trata de “saberes prácticos que permiten el óptimo desarrollo de una materia…” (Pedró, 2005: 18), aunque no son específicas de una materia exclusivamente. Se trata de competencias que hacen referencia a la capacidad de adquirir nuevos conocimientos (por ejemplo “aprender a aprender”), a la capacidad comunicativa, a la capacidad de de incorporar las nuevas tecnologías, a la capacidad de trabajar en equipo, a la capacidad de adaptación, al sentido crítico y autocrítico, etc. Al mismo tiempo, las competencias específicas son “saberes específicos relativos a una área de conocimiento determinada o, incluso, a una materia concreta.” (Pedró, 2005: 19). Es decir, son las propias de una asignatura concreta o que se pueden adquirir mayoritariamente a través de dicha asignatura. En el caso de las teorías de la comunicación, un ejemplo de competencia específica sería: “Ser capaz de aplicar los conocimientos teóricos y metodológicos”. Las competencias de las teorías de la comunicación 4 propuestas en la Universidad Pompeu Fabra son : Competencias transversales 1. Obtener el conocimiento general básico del campo de la comunicación. 2. Adquirir la capacidad de análisis y síntesis de la información. 3. Ser capaz de trabajar en equipo. 4. Saber ser crítico con el trabajo y los resultados de su entorno. 5. Potenciar la capacidad crítica necesaria para reflexionar sobre lo que se hace, para generar nuevas acciones y dar sentido a las propias acciones. 6. Actuar con libertad y corresponsabilidad, asumiendo referentes éticos, valores y principios consistentes. 7. Desarrollar las capacidades empáticas y potenciar la inteligencia emocional para la valoración de situaciones de los objetos de su entorno. 8. Ser capaz de aprender a aprender. Competencias específicas 1. Obtener el conocimiento y la visión crítica metateórica de las diferentes corrientes de las teorías de la comunicación y de sus fundamentos metodológicos. 2. Adquirir la capacidad de análisis crítico y comprensivo de los fenómenos comunicativos. 3. Saber buscar las claves interpretativas de cualquier fenómeno social, económico, productivo, etc. 4. Comprender que cualquier fenómeno humano es generado en el tiempo por agentes, por relaciones sociales, por necesidades, por intereses, por acciones racionales, etc. y que es susceptible de tener una naturaleza reactiva hacia los parámetros presentes en el propio contexto en que se localiza. 5. Desarrollar la imaginación y el pensamiento productivo con flexibilidad y fluidez para madurar actitudes de apertura a nuevas informaciones, situaciones y metodologías, y plantear problemas de investigación. 6. Conocer los valores sociales en cada momento para adecuar los mensajes a estos valores. 7. Ser capaz de aplicar los conocimientos teóricos y metodológicos. 8. Adquirir la capacidad de plantear un diseño de investigación en el campo de la comunicación. 9. Saber aplicar la metodología de investigación científica para el análisis de diferentes fenómenos comunicativos. 10. Comprender el proceso de investigación en sus diferentes fases y cómo están estas interrelacionadas. 11. Ser capaz de evaluar propuestas de investigación.
4 El trabajo de la definición y del contenido de las asignaturas mencionadas ha sido realizado por los profesores de la Universidad Pompeu Fabra Nuria Almiron, Lorena Gómez, Carles Roca y Miquel Rodrigo, con la colaboración de Diogo Lopes.
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Hay que apuntar que en un trabajo previo (Rodrigo y Estrada 2007) sobre las competencias adquiridas se ha puesto de manifiesto que ha habido, a partir de las encuestas realizadas a los propios estudiantes, una alta consecución de las competencias propuestas. Es cierto que se podrá argüir que estamos ante una falsa percepción colectiva de los estudiantes. Pero para corroborar si estas competencias se han adquirido efectivamente tenemos las evaluaciones en las que se va a sancionar dicha adquisición. A partir de esta propuesta docente innovadora, en el EEES la evaluación de los estudiantes en las teorías de la comunicación también sufren un cambio notable. Una de las características de estas asignaturas en las licenciaturas es que eran consideradas una asignaturas teóricas. En el proceso de aprendizaje propuesto en el EEES se da al estudiante un papel mucho más activo en su formación tanto en el trabajo en el aula como fuera de ella. De hecho, frente a las clases magistrales se proponen reforzar otras metodologías docentes como son las prácticas en el aula, las prácticas fuera del aula, el autoaprendizaje, las tutorías y los exámenes. Teniendo en cuenta que las asignaturas de teorías de la comunicación de la Universidad Pompeu Fabra son de 6 ECTS, esto supone 150 horas de trabajo de estudiante que se podrían distribuir de la siguiente manera: Tabla 1. Esfuerzo horario del estudiante
Horas
Lecciones magistrales
42
Seminarios Exámenes Tutorías Prácticas fuera del aula Autoaprendizaje
18 2 1 34 15
Preparación de exámenes Total
30 150
Volviendo al tema de las competencias, las evaluaciones son también un buen indicador de la consecución de las competencias. Aunque hay que asumir que algunas competencias son difíciles de avaluar, por ejemplo: “actuar con libertad y corresponsabilidad, asumiendo referentes éticos, valores y principios consistentes”. De todas formas, la evaluación continua que se propone en el EEES puede ser un buen instrumento para detectar y, al mismo tiempo, consolidar las competencias. Las teorías de la comunicación seguramente no deberían renunciar a un examen clásico (tipo ensayo o tipo test) de la parte más teórica de la asignatura porque los estudiantes han de tener una serie de conocimientos que a través de un examen tradicional puede constatarse fácilmente su adquisición. Pero esta evaluación, en la Universitat Pompeu Fabra (2009: 16), supone el 50% de la evaluación final. El otro 50% corresponde a la evaluación de las prácticas. Los teóricos de la comunicación suelen recordar frecuentemente aquello de “no hay nada más práctico que una buena teoría”. El EEES nos da la oportunidad de poner esta máxima a prueba. La realización de prácticas, que pueden formar parte de la evaluación continua, es una excelente ocasión para responder a la clásica pregunta estudiantil de “Y esto, ¿para qué sirve?”. Las teorías sirven, simplemente, para comprender mejor el mundo que nos ha tocado vivir. Las teorías no son el objetivo del conocimiento, las teorías son un simple instrumento para entender los fenómenos que aparecen en el mundo que nos ha tocado vivir. Las prácticas que realicen los estudiantes son la mejor ocasión para demostrar lo útiles y necesarias que son las teorías para dar un significado más certero y profundo a la realidad social actual. Más allá de los problemas (por la falta de recursos, por la resistencia al cambio de algún profesorado, por el cuestionamiento estudiantil al proceso en general, etc.) que el EEES pueda provocar es una buena ocasión para propiciar una innovación docente que debería servir para mejorar la formación de los nuevos graduados. El EEES es un reto muy importante para las universidades y no va a ser fácil. Pero recordemos que la medida de la posibilidad de fracaso de cualquier empresa es lo que determina la importancia del éxito. Si la posibilidad es prácticamente inexistente, ese éxito es irrelevante. Por el contrario, si las posibilidades de fracaso son muy altas, la consecución del éxito tiene un gran valor.
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