Descripción Un indicador cultural es una variable simple utilizada en conjunción con una o más variables para formar una medición en torno a una materia relativa a la cultura, por lo que deberíamos preguntarnos que entendemos por cultura. Podríamos establecer dos tipos deindicadores:
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Cuantitativos: aquellos relativos a algún dato inventariable como el patrimonio, los museos, las bibliotecas, las industrias culturales, etc;
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Cualitativos: aquellos valores morales, éticos y pautas de conducta relativos a una comunidad o sociedad y que por lo tanto son difícilmente estandarizables.
Historia El indicador cultural nace como una herramienta de la UNESCO con la que afrontar el tradicional desinterés gubernamental ante la política cultural, de este modo, en una reunión mantenida en 1972 en Helsinki se empieza a discutir la posibilidad de utilizar estadísticos e indicadores en el ámbito de la cultura, para posteriormente en Viena (1979), establecer las características que éstos han de cumplir. En 1980, en Acapulco (México) se celebra la “Internacional Conference on Communication”, donde se reúnen por primera vez los representantes de las principales líneas de investigación en esta materia, dando lugar al posterior simposium de 1982 en Austria llamado “Indicadores Culturales para el Estudio Comparativo de la Cultura”. Como resultado de este periodo surgió el proyecto “Framework for Cultural Statistics” (FCS), presentado por la UNESCO en 1986. En el marco del Consejo de Europa, hubo una primera preocupación por crear un conjunto de indicadores culturales que sirviesen para establecer comparativas internacionales (Yerres 1970 y Estocolmo 1972), sin embargo, no es hasta 1996, con la puesta en marcha de Eurostat, cuando estos se tangibilizan gracias al trabajo conjunto de los organismos estadísticos de los países de la Unión Europea y sus respectivas administraciones culturales. Por parte del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, se inicia en los años 90 el proyecto “La Cultura en Cifras” que trataba de establecer y sistematizar una serie de estadísticas culturales orientadas a la descripción de los diferentes sectores del ámbito de la cultura, y cuyo fruto han sido los anuarios de estadísticas culturales que vienen realizando desde 2005.
Características El gran desarrollo teórico generado en torno a la cultura y realizado fuera de un enfoque práctico y cuantitativo, hace difílcil extraer un análisis estadístico o de indicadores culturales, lo que ha llevado a que en la praxis se haya obviado la precisión conceptual apoyándose en la dimensión económica, más fácilmente cuantificable y unificadora. La
objetividad del análisis económico se ha impuesto frente a la subjetividad e indefinición de la cultura, para ofrecer indicadores con las siguientes características:
1.
Simplicidad: debe ser de fácil elaboración y lectura;
2.
Fiabilidad y especificad: el indicador ha de tener la capacidad de medir realmente la variable a la que hace referencia y no otras;
3.
Confiabilidad: los datos utilizados para su elaboración han de ser fidedignos;
4.
Alcance: ha de indentificar el mayor número de condicionantes o factores que determinan la variable a medir, actuando como totalizador.
5.
Comparabilidad: ha de permitir la comparación de sí mismo en diferentes espacios y tiempos, de modo que permita evaluar la evolución de una misma comunidad en diferentes periodos o de diversos grupos entre sí.
Los indicadores deben detectar los objetivos sobre los que actuar, proporcionando información y evaluando el impacto de las políticas culturales.
Índice Lectura España por C.C.A.A. 2004-2006
Escuelas Las principales escuelas de pensamiento que han investigado sobre los indicadores culturales son:
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La Escuela de Pensylvania en E.E.U.U., dirigida por G. Gerbner y K.E Rosengren. Fue la primera en introducir el término indicador cultural en 1969 y se centra en el análisis de las obras simbólicas de la cultura de masas para comprender los cambios que han tenido lugar en los valores y comportamientos culturales.
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La escuela de Jean Stoetzel y Ronald Inglehart, que se caracteriza por el uso de encuestas para cuantificar el cambio de valores a través de los usos sociales en diferentes sociedades y diferentes épocas, y centra su investigación en la Europa Occidental.
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La escuela de John B.Thompson e Yvon Ferland, que a partir de una reformulación del concepto de cultura y del “análisis cultural”, al que considera un estudio de las formas simbólicas producidas en contextos históricos concretos donde son producidas, transmitidas y recibidas, llega a la construcción de unosindicadores culturales que se insertan dentro del proceso de producción, difusión y consumo de bienes y servicios culturales.
A partir de esta última concepción vienen desarrollando su trabajo tanto la UNESCO como la UE, y a partir de ahí, las instituciones inferiores de carácter nacional como el INE en España. El Marco de Estadísticas Culturales de la UNESCO elabora una clasificación en la que se distinguen diez categorías culturales:
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Patrimonio Cultural;
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Material Impreso y Literatura;
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Música;
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Artes Escénicas;
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Artes Visuales;
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Cine
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Radio y Televisión;
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Actividades Socioculturales;
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Deportes y Juegos;
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Naturaleza y Medio Ambiente.
Dentro de estas categorías podemos distinguir a su vez, cinco funciones en la actividad que pueden realizar los organismos culturales, sean públicos, privados o mixtos:
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Creación/producción;
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Transmisión/ difusión;
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Recepción/ consumo;
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Conservación;
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Participación.