DESARROLLO HUMANO EN VENEZUELA Y EL MUNDO
19 de marzo de 2016 Germán Saltrón Negretti
Continuando con la promoción del “Programa de las Naciones Unidas, para el Desarrollo” me refiero al informe anual de cobertura mundial, sobre la situación de los países que comenzó en 1990. Esta iniciativa toma como principio, de que el centro de todo desarrollo debe ser el ser humano. Se propone medir de modo objetivo el progreso humano de las naciones y aportar a la renovación de los marcos de referencia, modelos y políticas empleados usualmente en el debate sobre el tema. El equipo de trabajo del PNUD, de alta categoría científica estuvo conducido por Mahbu bul Haq, exministro de Hacienda y Planeación de Paquistán, estos Informes de Desarrollo Humano 1990,1991, 1992 y 1993. Se examinaron 130 países, con un índice combinado en el que intervienen, esperanza de vida, tasa de alfabetismo y el producto bruto per cápita ponderado por la distribución del ingreso. En el Informe de 1991, se subraya que la ausencia de compromiso político y no la falta de recursos financieros es la verdadera causa del abandono en que se encuentra el hombre en el planeta. Indicaba que 1.500 millones de personas viven en el mundo en condiciones de pobreza extrema. 1.800 millones carecen de atención médica, otros miles de millones son analfabetas y sigue la disparidad entre hombres y mujeres. El Foro “Programa de la iniciativa de Desarrollo Humano en Venezuela “se celebró en Caracas 16/10/1992. Contó con la participación de organizaciones públicas y privadas. Estuvo integrado por Seyril Siegel, representante del Programa de NU, Trino Márquez por la Copre y Bernardo Kliksberg. El Desarrollo Humano en Venezuela. Monte Ávila Editores Latinoamericana. La investigación comprueba la situación grave de violación de los derechos humanos, que existía en Venezuela desde 1990- 2000, en nuestro país. Lo que explica la explosión social del Caracazo el 27/02/1989, durante el gobierno de adecos y copeyanos que causó una masacre, de miles de personas asesinadas y centenares de heridos contra el pueblo venezolano más humilde. Otro Informe importante, es del Banco Mundial del año 2014, basándose en el coeficiente Gini, que mide la desigualdad a partir de dos variables. Cero significa una perfecta igualdad, y 1 es una desigualdad absoluta. Se mide en porcentaje multiplicando el coeficiente por 100. “Noruega el país más igualitario, con un índice de 25,9 y Sudáfrica, el más desigual con 63,42. Aunque los países de América Latina no ocupan las primeras posiciones, entre los primeros 15 países, sí que figuran seis naciones de esta región. Los países con peores situaciones son: HONDURAS (6°), COLOMBIA (7°), BRASIL (8°), GUATEMALA (9°), PANAMÁ (10°) y CHILE (14°). Colombia es el peor país con de
ingresos medios y altos (53,5%), justo por debajo de Honduras, aunque en términos de PIB, está 74 escalones por encima. El Informe establece que Brasil, es la octava economía a nivel mundial y la tercera de la región, demostrando que es posible combinar una tendencia de reducción de la pobreza con un aumento del PIB. Chile es la economía regional que más creció desde los años 80. Sin embargo, el informe del 2014, de OCDE que agrupa a 34 naciones de altos ingresos, indica niveles de desigualdad en la sociedad chilena. De hecho, el 10% más rico tiene un ingreso 27 veces superior al 10% más pobre, lo que coloca a los chilenos en el puesto 14 de desigualdad a nivel mundial y el sexto de la región”. Lo que demuestra que no basta con crecimiento económico, sino que la riqueza sea distribuida equitativamente entre toda la población. Venezuela se encuentra en desarrollo humano alto y es parte integrante del Consejo de Derechos Humanos, a pesar de la negativa de los Estados Unidos. Por tales razones, no se justifica la declaración de una crisis humanitaria en Venezuela, expresada por nuestra Asamblea Nacional, con una mayoría opositora circunstanciar que posee, para justificar una invasión del gobierno de los EE.UU en contra nuestra. Cuando hemos logrado un repunte importante en desarrollo humano en los últimos 17 años, del gobierno Bolivariano de Venezuela como lo podemos comprobar con los informes presentados ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Los venezolanos y venezolanas patriotas, debemos permanecer en alerta por el Decreto Obama, renovado el 3/3/2016, donde nos considera una amenaza para la seguridad de los EE.UU. Además, la pasada semana señaló que el gobierno del Presidente Nicolás Maduro es ilegítimo. Indudablemente, vienen por nuestras reservas de petróleo las más grandes del mundo. Esta amenaza es también contra todos los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe, que debemos resistir unidos para no ser destruidos como los países del medio oriente. Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina. Unidos seremos invencibles.
se dice en algunas publicaciones que el desarrollo humano es un proceso de ampliación de las opciones de la gente, al aumentar las capacidades que ellas tienen para vivir el tipo de existencia que se quiere, o el que ellas desean de acuerdo a un patrón normativo determinado. Aumento referido a las opciones para escoger alguna que nos satisfaga, que se encuentre en concordancia con lo que pensamos sea una vida digna, tal de satisfacer nuestras expectativas, aspiraciones, deseos, en fin lo que se quiere hacer como modelo, como patrón de vida de acuerdo a principios y valores. ¿Cómo construir el futuro deseado tomando en cuenta las condiciones iniciales, el punto de partida, las circunstancias? Esto es, el ser humano y sus circunstancias como nos lo decía Ortega y Gasset. Deseos solamente no preñan lo expresa la sabiduría popular, pero sin duda ayudan a
orientar esfuerzos en busca de legítimas aspiraciones. Esa claridad del objetivo, del propósito, de lo que se busca o se pretende es un buen punto de partida que luego tiene que ser sometido a la fuerza de los acontecimientos y por supuesto, a lo que nos permitan los otros seres humanos con quienes estamos obligados a compartir o dirimir la existencia, a menos que nos tratemos de encerrar en una torre de marfil tal de convertirnos o en autistas sociales, o al tratar de vivir al estilo del amigo Robinson Crusoe, en un mundo lleno y permeado por la telemática. En fin de cuentas, desarrollo humano tiene que ver no sólo con el ser de esta tierra de manera individual sino también con lo colectivo. ¿Cómo medir ese desarrollo humano? Sin poder entrar en un análisis exhaustivo de tan complejo y complicado fenómeno o problema podemos citar el esfuerzo que ha realizado y continúa haciendo el Programa de las Naciones Unidas, a través del uso del Indicador de Desarrollo Humano (IDH), que mide tres tipos de conceptos básicos: el conocimiento, la aspiración de una vida larga y saludable, y el logro de un nivel de vida aceptable. Los indicadores que permiten tal medición pueden ser discutibles como los conceptos mismos, sin embargo, a pesar de toda crítica perfectible no podemos dejar de reconocer que la normalización lograda permite comparar las más disímiles circunstancias, tal de obtener lo que se ha denominado el IDH mundial. El conocimiento se evalúa con una combinación que incluye la tasa de alfabetización de adultos con el nivel de matrícula a diferentes grados de educación. Acerca de la calidad y duración de la vida humana se le mide a través de la esperanza de vida al nacer. Y tal vez, el concepto más cuestionado, el nivel de vida aceptable, se mide considerando el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. Sobre este último concepto se tienen a veces otras alternativas de medición cuándo no se dispone de datos relativos al mismo. Por ejemplo, en Venezuela el Instituto Nacional de Estadística (INE) al no haber una medida del PIB en cada estado del país, usa como referencia el Ingreso Nacional Disponible (IND), el cual se obtiene a partir del año 2001 de un modelo de series de tiempo que toma como referencia el índice de precios Área Metropolitana de Caracas (IPC-AMC). Las mediciones que dan el IDH de las Naciones Unidas tienen un retardo aproximado de dos años de duración y para nuestro país, luego del bajón del año 1999 cuando disminuyó de 0,77 en 1998, a 0,765 en 1999, producto fundamentalmente de la disminución del PIB que se recuperó luego en el año 2000, para alcanzar el mismo valor de 1998, más tarde aumentar en el año 2001 a 0,775 y llegar a 0,778 en el 2002, según el último y más reciente informe de las Naciones Unidas. [1] No conocemos aún los valores del IDH para el 2003, pero no hay duda que sufrirán los embates de la caída del PIB durante el 2002 y el 2003, influenciados como bien sabemos y está suficientemente demostrado, dados los efectos de la ofensiva emprendida por la oposición desde diciembre de 2001, pasando por nada menos que un golpe de estado en abril del 2002, para luego rematar con el nefasto sabotaje petrolero que incidió duramente en el comportamiento del PIB de esos momentos. El INE para suplir las carencias de los datos del PIB a nivel regional mide el IDH Nacional a través del Ingreso Nacional Disponible, como antes decíamos. Entre el PIB y el IND existen diferencias en términos relativos y absolutos. El IND muestra un mejoramiento desde 1998 hasta el 2001 para luego decaer en los años siguientes producto de las mismas razones antes mencionadas. Para el año 2004 aún sin los datos disponibles, dado que apenas ahora finalizó su primer semestre, el
indicador IND seguramente ha comenzado a cambiar su tendencia para retomar la senda del mejoramiento de la calidad de vida. Esto sin considerar el efecto no medido por el IDH del impacto directo e indirecto que tienen los programas sociales emprendidos por el gobierno nacional, particularmente al considerar las diferentes Misiones: Robinson I y II, Ribas, Sucre, Barrio Adentro, Identidad, Mercal y Vuelvan Caras. Todas ellas como acciones destinadas a cumplir con la estrategia de inclusión social que viene teniendo efectos positivos sobre la salud (larga y saludable vida), el conocimiento (educación en todos los niveles), y finalmente para lograr un status de vida decoroso y digno, el cual debería además incluir otros valores como la libertad, soberanía, participación y otros tantos que nos brinda la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En esa línea deberán incluirse también nuevos elementos para reflejar dentro del IDH aspectos no considerados tales como los mencionados: la inclusión política, los principios de soberanía, libertad, participación social y conciencia del pueblo para definir su propio destino de manera independiente. Las mediciones del IDH dentro del programa de las Naciones Unidas han situado a Venezuela en el rango comprendido entre el lugar 61 y el 69, de un total de 175. Dentro de los factores que pueden variar más en el corto plazo se encuentra precisamente el más criticado de todos, el relativo al PIB dado que aquellos vinculados con la salud y la educación tienen una variabilidad menor. En el caso de la Venezuela actual parecen romperse estos parámetros con la intensificación de una política social de impacto masivo. Y empeñados como se está de continuar esa estrategia social inclusiva sus efectos se notarán no solamente en el IDH que tiene comparación con el IDH Mundial, sino también en lo calculado por el INE para obtener el IDH Nacional. Se trata no hay duda de escenarios y exploraciones que darán una modificación en las tendencias dado el cambio de página que se viene observando en el aparato productivo venezolano, una vez que fueron superadas las consecuencias del ciclo político que intentó llevarse por delante al país en su conjunto durante el 2002 y el 2003.
En primera instancia debe recordarse que el rango de DesarrolloHumano oscila entre 0 y 1, donde el Desarrollo Humano alto califica convalores comprendidos entre 0,800 y 1, el Desarrollo Humano Medianocon valores ubicados entre 0,500 y 0,799 y el Desarrollo Humano Bajocon valores que van de 0 a 0,499.El Instituto Nacional de Estadística ha publicado la serie alcanzadapor este indicador a nivel nacional para el período 2000-2004. De acuer-do a estas cifras, Venezuela reportó un crecimiento sistemático en el in-dicador durante el período 2000-2001; para los años 2002 y 2003 seobserva una caída relevante en el índice que posteriormente es superadacon un crecimiento de más del 5 % para el año 2004. Si consideramosque el valor máximo posible de alcanzar es 1, el valor alcanzado por Ve-nezuela se encuentra en el rango de lo que se ha denominado DesarrolloHumano medio (0,7) aproximadamente. El IDH es un índice compuestoque mide el
promedio de los avances o retrocesos en las tres dimensionesbásicas del desarrollo humano: una vida larga y saludable, conocimien-tos y nivel de vida digno. Se trata por tanto de una herramienta muy im-portante para analizar las tendencias a largo plazo del desarrollo humanoy de la tasa del crecimiento económico.Para facilitar el análisis de las tendencias entre países, el IDH secalcula en intervalos de cinco años para el período comprendido entre1980 y 2007 A medida que los organismos internacionales de recopila-ción de estadísticas mejoran constantemente su serie de datos históricos,más que cambios efectivos en un determinado país, las diferencias a tra-vés de los años en los valores y clasificaciones del IDH en las diferentesediciones del Informe sobre desarrollo Humano suelen reflejar revisio-nes de los datos, tanto los específicos de un país como los demás países.Los cambios ocasionales en cuanto a la cobertura de países también pue-den afectar la clasificación de un país en el IDH. Es por ello que para unanálisis de tendencias no deben utilizarse datos de diferentes edicionesdel Informe.De acuerdo con ello, en Venezuela para el año de 1998 el Índice deDesarrollo Humano alcanzó la cifra de 0,6917, ubicándose como un paíscon índices de desarrollo humano medio, igualmente en el año 1999 seubica bajo el mismo renglón, pero incrementó levemente los niveles y elíndice registrado fue de 0,737. De la misma forma para el año 2000 sigueDesarrollo humano en Venezuela115