Valentina Caycedo Ramírez Bioética y derechos humanos 24/03/2019
DERECHO A LA MUERTE DIGNA ¿REALIDAD O SÓLO ILUSIÓN? La muerte asistida es uno de los temas más controvertidos no sólo en Colombia, sino alrededor del mundo puesto que muchos alegan tenerlo como derecho que se puede tomar cuando se desee y que la opinión de terceros no debería afectar la realización del procedimiento, pero por otra parte constituye una problemática para poder diferenciar los casos en que este se haga innegablemente necesario y otros casos en que se haga un capricho de una decisión tomada con anticipación, emocionalidad o sin un razonamiento profundo sobre lo que la muerte acarrea y su irreversibilidad. Además de que este tema involucra cuestiones éticas y morales grandes, es por eso que el procedimiento se encuentra altamente regulado y aprobado abiertamente en muy pocos países. Holanda fue el primer país en legalizar la eutanasia y esto ocurrió hace poco más de una década, para ser más exactos se legalizó hasta el año 2002, y luego de eso en el país se han realizado miles de muertes asistidas no solamente para personas con esta nacionalidad, sino para extranjeros que buscan morir dignamente porque en su país de origen está prohibido. Por ejemplo, tan sólo en el año 2016, la eutanasia en el país representó el 4% de las muertes totales en el país, la mayoría de estas por enfermedades como cáncer o esclerosis, otras pocas por enfermedades neurodegenerativas y aún menos por razones de tipo psiquiátrico. (Ferrer, Isabel, 2017). Dentro de los casos presentados en el aula, uno se trataba de un trastorno enteramente de tipo psiquiátrico padecido por una joven de 29 años que residía en Holanda y cuyo trastorno de límite de la personalidad le ha significado un impedimento para vivir dignamente y para desear morir de manera constante, sin dubitación al respecto. (Morales, David, 2018). Este es uno de los muy pocos casos analizados y aprobados por razones que, aunque no afecten directamente como una enfermedad de tipo terminal, generan una dolencia de tipo permanente y poco soportable como para vivir. Y es justamente este campo el que más me interesa, porque, aunque existe una gran variedad de razones y enfermedades por las que las personas solicitan un suicidio asistido, las enfermedades mentales se han desestimado como capaces de generar una carga que no sea capaz de vivirse.
Valentina Caycedo Ramírez Bioética y derechos humanos 24/03/2019 Si el caso de Aurelia Brouwers es uno de los pocos que se realizan por cuestiones psiquiátricas en Holanda, el país más antiguo en legalizar la eutanasia, en un país como Colombia esto sería aún más complicado, y no es de extrañar que en un país en su mayoría creyente, que ha tomado este tema de manera muy reciente (para ser exactos el 20 de abril de 2015), y aún más, que tiene un grave enfrentamiento y juzgamiento ante estas decisiones, la idea de solicitar una muerte digna por enfermedad mental sea casi impensable y desestimada, porque aunque el paciente lo solicite, los revisores del caso pueden poner en tela de juicio la decisión si suponen que una enfermedad mental imposibilita la capacidad de razonar de manera adecuada. De hecho, en Colombia se debe conformar un comité para la revisión del caso y la aprobación o negación de la solicitud, este comité debe estar conformado por un especialista en la enfermedad que padece el paciente, un abogado, y un psiquiatra o psicólogo clínico, quienes interactuarán con el solicitante y considerarán los detalles del caso. (Ministerio de Salud y Protección social, 2015). Estas normas rigen a partir de los 18 años de edad, ya que Colombia legalizó la muerte digna para niños, niñas y adolescentes hasta el 9 de marzo de 2018, bajo una regulación y consideraciones estrictas debido a que el pensamiento lógico para considerar el derecho a la muerte se adquiere sólo cerca de los 12 años de edad. (Ministerio de Salud y Protección Social, 2018). A pesar de esto cabe resaltar que Colombia es el único país de América Latina que permite a los enfermos terminales el decidir morir con dignidad por medio de la eutanasia y uno de los 5 países del mundo en donde este es un procedimiento legal. (Redacción, 2018). Y aunque no exista una aproximación real del número de muertes por eutanasia en Colombia, Gustavo Quintana es el médico colombiano que ha realizado más de 300 eutanasias, la gran mayoría en Colombia, y algunas ilegales en Argentina. Este médico es de los pocos que cree en el derecho a morir dignamente y se atreve a realizar el procedimiento considerando el bien del paciente. Es por esto que ha sido tildado de asesino por personas que consideran que la eutanasia tan solo se trata de un homicidio. (Sousa, Gisele, 2017). La eutanasia y alegar el derecho a una muerte digna aún tienen un largo camino por recorrer, puesto que es un tema muy nuevo dentro del ámbito de los dilemas morales y la normativa internacional, porque incluso comparándolo con un tema que parece igual de
Valentina Caycedo Ramírez Bioética y derechos humanos 24/03/2019 controvertido como lo parece el aborto, el suicidio asistido no se encuentra legalizado en tantos países, ni es tan antiguo, y mucho menos ha sido tan realizado según estadísticas alrededor del mundo. No hay duda de que las constituciones alrededor del mundo consideran la vida como valor y derecho fundamental de toda persona, pero cuando el tema se torna en lo opuesto de la vida, en la capacidad de decisión para solicitar morir es cuando la gran mayoría difiere de las decisiones de los demás. Una enfermedad terminal es un proceso demasiado doloroso como para llevar si una persona no lo desea, por eso se apela a la autonomía personal para justificar la solicitud de muerte asistida, y este proceso no debería verse afectado por terceros que difieran al respecto, porque si hay respeto a la vida, hay respeto a lo que las personas padecen y sienten respecto a sí mismos. La vida no es digna en tanto comienza a hacerse una dolorosa estadía, incomprensible para los demás y que solo prolonga sufrimiento sin la opción de adquirir una cura o tan sólo una mejora. El derecho a una vida digna debería involucrar también el derecho a morir de la misma manea, con regulaciones para que el filtro no sea pasable por cualquiera, pero con el suficiente entendimiento hacia aquel que ya no encuentra consuelo ni alivio en vida.
BIBLIOGRAFÍA
Ferrer, Isabel. (3 de Septiembre de 2017). Holanda, donde bien morir es cotidiano. El País. Ministerio de Salud y Protección social. (2015). RESOLUCIÓN 1216 DE 2015. (pág. 8). Bogotá: Diario Oficial No. 49.489 . Ministerio de Salud y Protección Social. (2018). RESOLUCIÓN 825 DE 2018. (pág. 16). Bogotá: Diario Oficial No. 50.530. Morales, David. (26 de Enero de 2018). "Hoy por fin me muero. Tengo 29 años y han aceptado mi solicitud de eutanasia". El Confidencial. Redacción. (04 de Junio de 2018). Sólo cinco países del mundo y algunos estados de EEUU permiten la eutanasia. La información. Sousa, Gisele. (15 de Abril de 2017). "He realizado más de 300 eutanasias". Infobae.