Es un agente de cambio. Cuando se da cuenta que el estudiante no está aprendiendo, en lugar de buscar culpables, analiza la situación para encontrar nuevas estrategias y alternativas. Un profesor trabaja para transformar vidas.
No revele de pronto toda la solución. Deje que los estudiantes hagan suposiciones, déjelos descubrir por sí mismos siempre que sea posible: Cuando se empieza a discutir la solución de un problema, deje que los estudiantes adivinen su solución.
Ve la evaluación como retroalimentación a su enseñanza. Evalúa para saber si el estudiante aprendió, lo que también le indica si su enseñanza ha sido efectiva. Es cierto que yo no puedo aprender por otra persona porque el proceso requiere de intencionalidad; sin embargo, comprobar en la evaluación que el estudiante no comprendió el contenido, tendría que ser un foco rojo que indique que algo no está funcionando y tiene que cambiar.
Crea oportunidades. Para que sus alumnos lleguen cada vez más lejos, aprendan permanentemente y desarrollen autoestima y competencias para la vida.
Aprovecha los recursos TIC. Aplicando en el aula nuevas estrategias didácticas, creativas e innovadoras, como pueden ser trabajos de auto aprendizaje, investigaciones guiadas, resolver problemas complejos, entre otros.