Curso Taller Padres

  • May 2020
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Seguro que le preocupan las notas que le envían los profesores sobre la actitud de su hijo o hija. Que si no se esfuerza, no presta atención, no aprende de acuerdo con su edad, etc. etc. En algún caso puede que se le informe incluso de una conducta conflictiva... ¿Se acuerda de su conducta y actitud de pequeño en el colegio? Si su hijo es diferente. Recuerde que algunos niños con una imaginación desbordante o con aptitudes especiales quizás tengan problemas para aceptar ciertos métodos de enseñanza o estudio. Les puede ser muy costoso mantener su atención o mostrar alguna empatía con sus profesores e incluso con sus compañeros. Una actitud negativa no es en principio algo reprochable o malo, sencillamente requiere de su atención. Usted puede encauzar a su hijo o hija en sus potencialidades y corregir los excesos no deseados. He aquí algunas nuevas sugerencias e insistencias para mejorar la actitud y conducta de su hijo: •

Intente convencer a su hijo para que sea un buen estudiante. Sabía que puede encontrar más 101 razones para ser un buen estudiante. Elija las que crea que más pueden convecer a su hijo /a, acordes con su edad, posición y entorno social de la familia, etc.



Pruebe a motivar a su hijo. Usted lo conoce mejor que nadie y seguro que puede encontrar algunas claves para orientar mejor su actitud y conducta.



Usted puede ayudar a su hijo a cambiar sus hábitos. Esto lo puede ayudar a mejorar de forma relevante.



¿Cree conocerlo bien a su hijo ? ¿Ha hablado a fondo con sus profesores? Pues, aunque crea conocer muy bien a su hijo, quizás sea conveniente que mantega muy frecuentes charlas con sus profesores y tutores y usted adopte la posición más receptiva posible sobre lo que le digan sobre su hijo o hija.



Insistimos en que quizás su hijo sea de los que necesiten un aprendizaje de "Cómo estudiar". Y Usted puede estar en disposición de ayudarle mucho.

Razones para ser un buen estudiante

101 razones para ser un buen estudiante

Sacadas de una tormenta de ideas entre buenos y malos estudiantes, expertos, padres de familia, libros... 1. Demostrarle a mi chica que aparte de gracioso y guapo soy más listo de lo que parezco. 2. Callar a mi padre y dejar contenta a mi madre. 3. Ganaré más pasta cuando sea mayor (dicen). 4. Podré elegir en la universidad (cinco años estudiando) los estudios que más me gustan y no los que menos le gustan a los demás. 5. Obtener una beca y otras ayudas para poder pagarme mis estudios por

mi mismo. 6. Dejar en evidencia a los profesores que no confiaron en mi (y

agradecérselo a los que si lo hicieron). 7. No tener que repetir curso. Es un mal rollo. Dejar a tus amigos, tu clase... 8. Tener más tiempo libre durante los veranos (diversión, aprender inglés, hacer deporte...). 9. Trabajar en el futuro en los puestos más interesantes. Conocer a gente interesante cuando sea mayor. Generalmente la gente más interesante está bien formada y en puestos muy cualificados. 10. No estar preocupado por los suspensos. 11. Ir más tranquilo a los exámenes. 12. Mejorar mis relaciones con mis profesores en general, mi tutor /tutora, etc. 13. Tener más tiempo para mi hobby favorito (PSP, Play Station, juegos de

ordenador, iPop, salir con mis amigos, escuchar música, etc.). 14. Hacer feliz a mi abuela y ahorrarle su sermón semanal. 15. Conseguir que mi padre se vuelva loco de alegría y me compre una moto. 16. Saber más.

17. Triunfar en la vida. El que estudia y saca buenas notas tiene más oportunidades de todo tipo (sueldos, puestos de trabajo interesantes,

viajes, buenos hoteles...). El que sabe más tiene más recursos de hacer frente a situaciones difíciles, superarlas y triunfar. 18. Que mis enemigos/enemigas se mueran de envidia. 19. Cuando sea mayor poder comprarme un deportivo, una mansión y una moto de alta cilindrada. 20. Conseguir que las clases no sean un martirio y un rollo; empezar a ver

las clases más divertidas y con otra mentalidad. 21. Seguir los pasos de gente interesante e importante que han sabido

superar sus problemas y adversidades y no se han rendido, han luchado hasta lograr objetivos y metas muy ambiciosos. 22. Mejorar y potenciar mi inteligencia. Estudiar es como un entrenamiento para el cerebro. 23. Poder ayudar a los demás, especialmente a Laura, a la que no le entran las matemáticas. 24. Poder ayudar a los demás ejerciendo una profesión (médico, enfermero, ingeniero, arquitecto, etc.). 25. Ayudar a solucionar grandes problemas de la humanidad: el hambre, la pobreza, el cambio climático. 26. Ser una persona importante en la vida. 27. Impresionar a mi vecina, por más que le digo tonterías no me hace caso.

Esta forrada y dice que le gustan los tios inteligentes. 28. Poder irme de vacaciones a sitios de ensueño y sin tener que estudiar, relajada y a divertirme a tope. 29. Divertirme mejor incluso en casa. Si he sacado buenas notas me divierto

mejor, incluso cuando simplemente veo la TV, sin problemas de conciencia, sin malas caras, etc... 30. Ser de mayor como el médico de House.

31. Que mi padre me compre un capricho que no nos podemos permitir o de los que se suele negar en redondo (un perro, un caballo, una mascota). 32. No tener que quedarme en el paro o con problemas económicos cuando sea mayor. 33. Que mis padres tengan confianza en mi.

34. Que me dejen salir por las noches hasta la hora que yo quiera. 35. Que me incrementen la paga mensual para poder hacer cosas interesantes con mis amigos.

36. Que mis amigos confíen en mi para cosas importantes de verdad.

37. Ser más feliz, disfrutar mejor de cada momento. Aprobar es liberarte para poder hacer otras cosas mucho más tranquilo. 38. No parecer tonto a los ojos de los demás. 39. Ganarme el respeto de mis profesores y del Director de mi Colegio o Instituto. 40. Que me dejen ir un año a los Estados Unidos o a Canadá. 41. Poder tener conversaciones inteligentes con mis amigos, mis padres, mis hermanos, con nuevos conocidos que me puedan enseñar cosas nuevas y realmente interesantes. 42. Sacarme el carnet de conducir y que mi padre me compre el coche al llegar a los 18 años. 43. Conocer y salir con las tias/tios más buenas/buenos en la universidad.

44. Saber controlar y aprovechar el tiempo de forma equilibrada: tiempo para estudiar, disfrutar, divertirme... 45. Compartir una alegría enorme con mi familia cada vez que me dan las notas y sentirme como un rey. No sufrir trayendo a casa suspensos y todo lo que se avecina después: castigos, reproches, descalificaciones... 46. Que mi tia Enriqueta deje de decirle a mi padre que mi primo Luisito es

un crack, mientras me mira un tanto despectivamente. 47. Ganar una apuesta que he hecho con mi chica. Me ha prometido que si... 48. Poner en mi fotolog los cinco sobresalientes que saqué en pasado mes

de junio y chinchar a la macarra de Marta que me dijo que era la más tonta y pija de mi clase. 49. Hacer un blog como este contando las cosas interesantes que aprendo y haciendo amigos de todo el mundo. 50. Ayudarle a mi padre en su oficina durante los veranos. Se lo merece.

Está currando en solitario y tomando digustos todo el año. 51. Sacar pecho y respirar hondamente. Parece una tontería, pero es una cosa que se hace mucho mejor si apruebas y te puedes ir tranquilamente todo un verano de vacaciones. 52. No tener que llevarte los deberes al tiempo libre de breik (recreo) del

colegio. 53. Guardar los libros en junio cuando finaliza el curso. Es un gustazo.

54. Reírte de los seriales de TV en los que aparecen estudiantes cuyos papeles los han escrito guionistas que fueron pésimos estudiantes. 55. Poder decirle a mi padre: no te preocupes por mi, además creo que

pronto podré ayudar yo también a mis hermanos y al resto de la familia. 56. Poner mis magníficos apuntes de matemáticas, lengua, etc en

estudiantes.info y observar cómo gracias a mi más de uno puede salvar un examen o hacerse una chuleta de urgencia. 57. Ahorrar dinero a mi familia en profesores particulares, academias de refuerzo, clases de verano, etc. etc. 58. Poner la música de mi habitación a millones de decibelios para que mis vecinos se enteren de que he aprobado todo el curso. 59. Mejorar mi persona en muchos aspectos. 60. Mejorar mis capacidades de trabajo (leer más rápido, memorizar mejor,

responder mejor en los exámenes...) 61. Opinar con propiedad en las conversaciones de mayores. Estudiar a fondo ciertos temas te proporciona conocimientos que muchos mayores no saben o no recuerdan. 62. Leer el periódico cada día y enterarte de verdad de las cosas que pasan, sin que te tomen el pelo. 63. Tener la seguridad en ti mismo. Saber que puedes hacerlo con tu propio esfuerzo y haces tu trabajo bien. 64. Vivir la vida intensamente. Estudiar con intensidad y divertirse sin preocupaciones también intensamente. 65. Dormir cada noche tranquilo, sabiendo que has cumplido con tu deber y

sin remordimientos ni reproches familiares. 66. Saber que con tu fuerza de voluntad alcanzas metas que muchos de tus compañeros se empeñan en que no pueden lograr. 67. Poder ser admitido en las mejores universidades no sólo de tu país, sino del mundo entero. 68. Que mi profesor de matemáticas me pregunte una cosa en clase con cara de admiración :). 69. Tener la mente bien ocupada y evitar algunas tentaciones que no te llevan a ningún sitio en determinados momentos...

70. Reír y vivir con alegría. Se ríe mucho mejor, con muchas más ganas, sin

que tu familia te esté regañando permanentemente. La risa es muy sana. Las personas que ríen viven muchos más años. 71. Que mis hermanos menores tengan un buen referente en mi y no "el de un bala perdida" que ni se esfuerza y nunca hace nada bien. 72. Trabajar en Google. Buscan buenos estudiantes y titulados. Google es

una pasada. Toda la comida es gratis, tienen masajista en la empresa, etc. etc. Es la mejor empresa del mundo. Todo el mundo quiere trabajar en Google. 73. Aprender inglés y ligar durante los veranos en Estados Unidos, Inglaterra o Irlanda. Si no hay dinero para ir a esos sitios, ligar con las extranjeras en las playas locales más cercanas. 74. Descubrir que estudiar es más divertido que la vagancia, aunque la

pereza que te da al principio cuando quieres esforzarte es enooorrrme. 75. Aprender métodos de estudio (técnicas de estudio) que te permiten

estudiar mucho menos tiempo que la gente que saca malas notas y dicen que no pegan ni golpe. Encima sacando muy buenas notas, lo que te dará fama de inteligente y no de empollón. 76. Conseguir que mi madre me deje que: a) me vista como quiera; b) Me

ponga los piercings que quiera; c) las mechas que yo quiera; y d) los tatuajes que yo quiera. 77. Impresionar a laprima que es está linda. 78. Conseguir que me respeten los chicos. Aparte de sacar mejores notas

que todos ellos, puedo demostrarles que razono mejor y mi inteligencia llega muchos metros más lejos que las de sus pequeños cerebros obsesionados con mis piernas. 79. Ser responsable y evitar malos caminos y tentaciones fáciles que te

destruyen (drogas, alcohol...). 80. Cuando apruebo y mejoro mi autoestima tengo menos granos, engordo menos y mi físico mejora. Está comprobado que el estrés y las preocupaciones perjudican el físico de una persona. 81. Intentar conocer tus límites. Es bueno saber que puedes llegar muy

lejos; incluso cuando piensas que has llegado a tu límite, todavía puedes caminar más...

82. Es mejor acostumbrarte desde joven al triunfo que al fracaso. Lo fracasados cuando van haciéndose mayores se convierten en personas tristes, infelices, pesimistas... que arruinan sus vidas y las de la gente que le rodean. 83. Empezar a ganar dinero pronto, independizarte de tu familia y poder vivir con tu pareja pagando tus gastos (coche, piso, comida...) de tu bolsillo. 84. Evitar la depresión y el mal ambiente que me rodea. Mi familia, mi casa, mi colegio y mi barrio no es lo mejor que a uno le puede tocar. Estudiar me da esperanzas de mejorar el mundo que me rodea. 85. Si estudio mi madre no me llama para las tareas domésticas (sacar al

perro, poner la mesa, lavar los platos sucios, lavar el coche, subir las bolsas de la compra...) y me mantiene el "sueldo" mensual. 86. No parecer un niño y madurar más. Mi hermano mayor dice que en la

universidad sólo llegan los que estudian. Los mayores estudian mucho más por algo será. 87. Sembrar semillas en tu cabeza que mañana serán árboles frondosos, grandes y con frutos. 88. Para los creyentes y religiosos, recuerda que: "una hora de estudio es una hora de oración". 89. Se lo debes a tu mejor amigo o amiga. Ha confiado en ti, te ha ayudado en los exámenes, jugándosela por ti, te ha cubierto las espaldas frente al profesor decenas de veces, ha hecho tus trabajos... Es hora que dejes de ser un vacilón y empieces a ser un buen estudiante. Dentro de unos años serás un desastre y tu mejor amigo ya no te podrá ayudar. 90. No dejar los estudios. Si repites una y otra vez, tendrás que cambiar de

Colegio, te desanimarás, se te hará el camino cada vez más difícil, y si llegas flojo a la Universidad, dejarás los estudios tras muchos años de esfuerzo y sin terminarlos. Mal comienzo de tu mayoría de edad, y por tanto, de tu vida. 91. Vivir mejor la vida. La vida es muy larga. Si trabajas, pongamos que

desde los 22 a los 65 años, habrás dedicado a una determinada profesión 8 horas diarias durante 43 años. Es muy duro trabajar tantos años en puestos aburridos, mal pagados y a las órdenes de jefes que pueden ser déspotas. Hay que reaccionar ahora que todavía se está a tiempo.

92. Ser positivo. Si eres buen estudiante dejarás de ser tan negativo.

Evitarás criticar a tanta gente y meterte con los demás. Te concentrarás en mejorarte a ti mismo y dejarás en paz a los demás. Olvidarás pensamientos negativos. Créeme, te conviene. 93. Tus padres serán más receptivos para todo lo que pidas. Estarán

abiertos a cuando quieras "darte un homenaje" porque pensarán que "el chico se lo merece". Te trae cuenta, por muy bien que se porten tus padres si eres un mal estudiante, todavía se portarán infinitamente mejor si eres uno de los buenos. 94. Porque con constancia, un poco de esfuerzo y técnicas de estudio darás

un vuelco a tus resultados. Puedes ser un buen estudiante si realmente te lo propones. No es tan duro, ni tan imposible como te podría parecer. 95. Los que te suelen aconsejar que seas un buen estudiante son las personas que más saben y más te quieren, por algo será. 96. Ya sabes lo que se consigue siendo un mal estudiante. Por probar a ser un buen estudiante no vas a perder nada y puedes ganar mucho. 97. La humanidad lleva millones de años progresando y avanzando. Únete a

la fuerza del progreso y contribuye positivamente al avance de nuestra sociedad, nuestro país, ciudad... No seas un mero espectador de la historia. 98. No seas cómplice de aquellos que malgastan sus energías, su ingenio, su fuerza, su imaginación, su simpatía, su capacidad de gustar a los demás. Hay que situarse entre las personas que lideran el mundo. 99. Me conviene, puedo y quiero. Es tonto hacerme tanto de rogar. 100.Por qué tras 100 razones, de verdad, créeme, quedan pocas razones para seguir siendo un mal estudiante.

Problemas a la hora de ponerte a estudiar Si tienes problemas a la hora de ponerte a estudiar tienes que analizar con sinceridad la causa o causas. Te indicamos algunas causas más frecuentes (H. Maddox):

1. No veis la utilidad de los estudios. Ver 101 ventajas de ser buen

estudiante. 2. Materias con alto grado de dificultad y carencia de una base previa sobre las mismas. 3. Miedo al fracaso. Miedo a que el esfuerzo sea infructuoso. 4. Un entorno no adecuado (sitio de estudio, ruidos, interrupciones, TV,

distracciones, hermanos, amigos...) 5. Demasiadas actividades fuera de los estudios. 6. No poseéis materiales adecuados para el estudio (libros, buenos apuntes...). 7. Preocupaciones de tipo emotivo (pareja, familia...) El entusiasmo mueve montañas... ¿Cómo puedo entusiasmarme con mis estudios? 1. Los estudios son interesantes. Admitamos que no son tan divertidos

como la tele, jugar play, una charla con los amigos, un baño a la piscina... Pero me esfuerzo en verlos interesantes y hacerlos interesantes yo mismo con mi imaginación y mi esfuerzo. Soy consciente de que este esfuerzo me ayuda. 2. Estudiar y aprovechar bien el tiempo me deja más tiempo libre para

divertirme y pasártelo bien. 3. Mis profesores y mis padres me van a estimar, premiar y valorar mucho más... 4. Me he dado cuenta que cuando conozco bien un tema, me gusta. 5. Cuando hago las cosas bien, me siento más seguro. 6. Disfruto más en mi tiempo libre, con mis amigos, la tele, Internet si previamente he hecho mi trabajo bien. 7. Cada vez que alcanzo un pequeño triunfo me animo y me hace sentir más seguro y con ganas de ir más lejos... 8. Conversar, la empatia con su hijo ¿Conoce a fondo los grupos

musicales favoritos de sus hijos? ¿y sus aficiones? ¿Sabe sus horarios y las actividades que realizan en sus cole cada día...? 9. ¿Conversa con frecuencia y largamente con su hijo? ¿Se aburre con usted? Empiece por tener largas conversaciones con su hijo. No importa

que tenga, 5, 7, 11 o 14 años. Muestre un sincero interés por lo que hace en clase y fuera del aula cada día. 10. ¿No cree que es razonable que su hijo piense que si son tan importantes sus estudios usted debería interesarse mucho por ellos? ¿No debería usted estar entusiasmado con los que estudia y aprende? 11. Un niño no puede apasionarse o motivarse por el estudio si sus padres no se interesan por lo que él hace. Máxime si observa en casa que las actividades de un hermano mayor, o de los padres son seguidas con interés o se habla de esto o lo otro que es importante... 12. Mantenga conversaciones todos los días. Ponga ejemplos prácticos relaciónelos con usted con su familia, con sus intereses... Recurra para reforzar su aprendizaje y el interés por las materias que estudia a todo lo que le gusta a su hijo (películas, deportes, profesiones de los padres...). 13. Es

fundamental que los padres demuestren interés, paciencia,

entusiasmo y respeto a sus hijos. El niño no debe sentirse interrogado, debe sentirse protagonista e importante. No acepte que le diga que es aburrido, ría, haga el payaso, invite a su hijo a usar su imaginación... La motivación puede empezar por aquí. En este punto la habilidad de los padres es fundamental. No le exija a su hijo lo que no pueda exigirse así mismo, tenga paciencia, no exija, motive. 14. Usted como nadie debe conocer a sus niños. Tómelo como un reto. Conozca sus hobbies, sus gustos téngalos como aliados a la hora de motivar. Adecue su discurso y el trato a su edad. Pruebe el siguiente ejercicio; cada día durante una semana pregúntele qué ha aprendido desde la primera hora de clase a la última. Interésese igualmente por los recreos. Observe como cambia su énfasis. Insista en que es muy importante lo que está aprendiendo, métase en su vida de cada día... Si le comenta problemas de geometría de la clase de matemáticas comente la importancia del rectángulo para hacer un campo de fútbol (si es su deporte favorito) o si le interesa la naturaleza y le comenta cosas de Conocimiento del Medio, trate de establecer una conversación sobre los ríos que conoce, las montañas, el espacio. Si le comenta una clase de idioma, enséñele algo de vocabulario, hágalo divirtiéndose con él. Objetivo dar un claro mensaje: me intereso por lo que haces en clase

porque es importante. Quizás su hijo necesite otra actitud en las clases. Es positivo que alguien le hable de que las clases pueden ser divertidas y amenas. 15. ¿No cree que es razonable que su hijo piense que si son tan importantes sus estudios usted debería interesarse mucho por ellos? ¿No debería usted estar entusiasmado con los que estudia y aprende? 16. Un niño no puede apasionarse o motivarse por el estudio si sus padres no se interesan por lo que él hace. Máxime si observa en casa que las actividades de un hermano mayor, o de los padres son seguidas con interés o se habla de esto o lo otro que es importante... 17. Mantenga conversaciones todos los días. Ponga ejemplos prácticos relaciónelos con usted con su familia, con sus intereses... Recurra para reforzar su aprendizaje y el interés por las materias que estudia a todo lo que le gusta a su hijo (películas, deportes, profesiones de los padres...). 18. Es

fundamental que los padres demuestren interés, paciencia,

entusiasmo y respeto a sus hijos. El niño no debe sentirse interrogado, debe sentirse protagonista e importante. No acepte que le diga que es aburrido, ría, haga el payaso, invite a su hijo a usar su imaginación... La motivación puede empezar por aquí. En este punto la habilidad de los padres es fundamental. No le exija a su hijo lo que no pueda exigirse así mismo, tenga paciencia, no exija, motive. 19. Usted como nadie debe conocer a sus niños. Tómelo como un reto. Conozca sus hobbies, sus gustos téngalos como aliados a la hora de motivar. Adecue su discurso y el trato a su edad. Primera Regla: Los padres deben conocer las actitudes de sus hijos con detalle. Deben convencerlos de que su aprendizaje es importante. Actividad: Dedique una hora mínimo cada día a esto. No se desanime si los primeros días observa un rechazo o las cosas no salen muy bien. Persista, mejore su enfoque... piense en ello cada día. Pregúntele a su hijo durante una semana lo que ha hecho en clase ¿que ha aprendido en cada hora? Cuando lo vea dudar o en silencio insista con preguntas sencillas... Hágalo con habilidad, como un juego. Beneficios: Empezará a conocer las preferencias reales de su hijo, las

dificultades, lo que le motiva o desmotiva, indentificará algún conflicto o problema (si lo hubiera), aprenderá a comunicarse mucho mejor en facetas de su hijo que desconoce, creará une espacio de confianza entre su hijo y usted. Si se hace adecuadamente, su hijo prestará más atención en clase (sabe que usted se va interesar), mejorará sus capacidad para expresarse (tome nota la principio y al final de la semana). En 15 días quizás note algunos cambios que le sorprenderán. El diálogo y la colaboración fructífera en la educación de sus hijos La relación padres -educadores deben ser muy fructíferas y hay una excelente oportunidad de materializarlo a través del tutor o tutores. No espere a que su hijo tenga necesidades educativas especiales o que haya agotado todos sus recursos didácticos antes de empezar a hablar con su profesor encargado de orientarle y hacerle un seguimiento más cercano. Si ha seguido los consejos anteriores (conocer a mi hijo), cuando se siente con su tutor usted tendrá mucha información sobre las actividades del colegio, las actitudes de su hijo, los potenciales problemas, etc. Esta ventaja será decisiva. Pero permítanos darle algunos consejos importantes previos: 1. Considere al tutor su aliado. Escúchelo con atención, trátelo con la

mayor consideración. No le contradiga a la primera. Incluso si presume de conocer a su niño como nadie. Trátelo como un profesional, como le gustaría que le trataran a usted en su ámbito profesional. Imite los consejos que un estudiante veterano da a su hijo: Cómo llevarse bien con los profesores. 2. Demuestre su interés real. Utilice lo que sabe de su hijo para

demostrarle que tiene el mayor interés real. Demuéstrele que está al tanto de cada día en el colegio, hágalo con respeto, pidiéndole consejos, orientaciones. Pregúntele como puede usted ayudarles a los profesores (motivación, conducta, deberes, exámenes...). 3. Interésese por la actitud de su hijo y todo tipo de detalles. Anímele a

que le cuente su importante y cualificado punto de vista, pídale detalles: sus distracciones en clases, su falta de atención en esta u otra asignatura, sus materias favoritas, sus hábitos, sus amigos y sus relaciones, si es tímido en clase, si es extrovertido, sus dificultades con las matemáticas, la lengua, etc. Tiene mucho que aprender de su hijo

cuando no lo ve. Cuando los niños tienen que desenvolverse fuera del ámbito familiar experimentan cambios que los padres son incapaces de imaginar. 4. Contacto frecuente y fluido. Gánese la simpatía y la amistad de los

tutores y profesores de su hijo. Le permitirán mantener un contacto frecuente con aquellos que deben sus mejores aliados. Ellos van a ser determinantes en muchas cosas y en especial en algo tan decisivo como la educación de sus niños. Sea compresivo, póngase de su parte aunque no comparta algunas de sus apreciaciones o puntos de vista, tómese un tiempo para analizarlos mejor y ver si llevan razón o no. Muchos tutores cambian su punto de vista si ven en los padres una complicidad y una actitud positiva hacia su labor educativa. En la mayoría de los casos es importante que los hijos conozcan el contendido de las conversaciones. Especialmente en las vertientes en las que hemos insistido: el estudiante debe ser consciente de que sus estudios son importantes; le hacen sentir "el protagonista de cada día". Muchos padres saltan cuando si hijo mete un gol en un partido de fútbol o le ríe y le hace feliz una gracia o tontería que dice y, sin embargo, no premia con su tiempo e interés el enorme esfuerzo de aprendizaje que debe hacer en matemáticas, lengua, idiomas, conocimiento del medio, etc. etc. Felicite a su hijo efusivamente por lo que hace bien y por lo bueno que digan los profesores de él. Plantee con su ayuda un reto para aquello en lo que tenga dificultades. Demuéstrele a su tutor que es su aliado. Los hábitos de la casa y su influencia en el estudio Ya hemos hablado de la importancia de analizar los hábitos entre profesores y padres, también hemos hecho referencia a los hábitos de estudio. Es fundamental que el ambiente de la casa sea positivo para el niño. De lo contrario es difícil que el niño encuentre la motivación necesaria para estudiar. He aquí algunas causas de distorsión frecuente. 1. El tipo de alimentación no ayuda a concentrarse al niño en los estudios. Estamos hablando del exceso de hiperactividad que provocan ciertos hábitos alimentarios: bebidas gaseosas y azucaradas, dulces, galletas, golosinas, chuches... Ver Los Riesgos de las bebidas azucaradas y Bebidas azucaradas

y obesidad infantil. Hay que cuidar al máximo la alimentación para los niños que estudian. Evitar comidas pesadas, grasas o hidratos en exceso, etc. 2. Los hábitos horarios de la casa. Los niños son esponjas que absorben todo -lo bueno y lo malo- siendo importante que vean en la casa un orden que les sirva de referencia. Si los hermanos mayores llegan tarde, se levantan tarde, comen a deshoras lo que pillan del frigorífico, hace ruidos a destiempo, ponen la TV o la música fuerte cuando el niño debe hacer los deberes... Todo esto contribuirá ha hacer más difícil la motivación y concentración en el estudio de los más pequeños. 3. Las conversaciones de la familia. Los más pequeños siguen siendo esponjan. Aunque hablen menos, todo lo escuchan y todo lo procesan. Los valores de los padres y, muy especialmente de los hermanos mayores constituyen fuentes muy importantes para sus actitudes ante la vida (estudio, gustos, etc.). Un familia que en la mesa solo habla de fútbol, o de programas y series de TVsuperficiales, es muy difícil que motive a los niños hacia temas que más tarde tienen que encontrarse en un libro de matemáticas, lengua, historia, etc. Al final de algunas cenas, lo más pequeños sueñan con ser Messi o Raúl, pero difícilmente tienen motivación por algo que tenga que ver con sus estudios. 4. El estudio y los premios. El binomio esfuerzo - premio debe reforzarse permanentemente. Los niños de hoy tienen acceso a un montón de juegos en las casas (ordenadores, pala estación, psi..) Que les absorben y les desincentivan cualquier esfuerzo intelectual. Este, frente a los juegos, se convierte en una pesada carga muy difícil de soportar. El acceso a estos juegos debe ser una consecuencia. Esto es, jugar es el premio a un esfuerzo: estudiar con ganas y con resultados. Hacer como que estudio para después jugar no sirve para nada. Los padres y educadores deben comprobar a ciencia cierta que el niño ha estudiado y tras esto, que puedan acceder al premio. Premie a su hijo cada vez que se esfuerce. 5. Vigilar los hábitos. Los buenos hábitos tardan mucho en formarse. Los padres deben estar muy atentos a que la formación de buenos hábitos de estudio se consolide... Y estar alerta: los malos hábitos pueden aparecer por cualquier esquina: un serial de TV cuyo protagonista escolar no estudia; un amigo nuevo en el cole, o una conversación con el hermano mayor... Los riesgos de bebidas azucaradas

Un estudio noruego relaciona el azúcar con problemas mentales Según un artículo publicado el 28 de septiembre de 2006 por Reuters, investigadores noruegos han afirmado el jueves que los jóvenes de Oslo que beben los refrescos más azucarados tienen mayor tendencia a padecer problemas de salud mental, como la hiperactividad y el estrés. Su estudio de más de 5.000 noruegos de entre 15 y 16 años demostró una clara relación directa entre el consumo de bebidas azucaradas y la hiperactividad y una relación un poco más compleja con otros trastornos mentales y del comportamiento. Los investigadores realizaron una encuesta entre los jóvenes sobre cuántos refrescos azucarados con gas tomaban al día y un cuestionario estándar utilizado para evaluar la salud mental. Según observaron, los jóvenes que se saltaban el desayuno y la comida resultaron ser los principales consumidores de refrescos. La mayoría de los estudiantes afirmaron beber entre uno y seis refrescos por semana. En su informe, publicado en el American Journal of Public Health, los investigadores afirmaban haber encontrado “una fuerte relación entre el consumo de refrescos y los problemas de salud mental entre los estudiantes de 10º grado de Oslo”. Según los investigadores, los que no bebían ningún refresco eran más propensos que los bebedores moderados a presentar síntomas de salud mental, pero los que bebían más refrescos (más de seis a la semana) tenían las puntuaciones más elevadas . En el caso de la hiperactividad, observaron una relación lineal directa: cuantos más refrescos bebían, más síntomas de hiperactividad presentaban. Los peores problemas los presentaban los jóvenes que bebían cuatro o más refrescos al día (es decir, alrededor del 10% de los chicos y el 2% de las chicas).

Según los investigadores también es posible que otras sustancias presentes en los refrescos, como la cafeína, sean responsables de los síntomas, y tampoco comprobaron otras posibles fuentes de azúcares refinados en la dieta de los jóvenes. Pero concluyeron que muchos de los jóvenes estaban consumiendo demasiados refrescos azucarados, ya que al menos la cuarta parte de los chicos estaban cubriendo sólo con los refrescos la ingesta diaria recomendada de azúcar.

RENDIMIENTO ESCOLAR FACTORES QUE AFECTAN EL RENDIMIENTO ESCOLAR Falta de Tiempo establecido para dedicar tiempo al estudio, fuera del salón de clase, Falta de una buena y saludable alimentación, Falta de un ambiente adecuado para realizar las actividades académicas, Falta de interés por parte del alumno, Falta de Disciplina en cuanto a los hábitos de estudios, Falta de creatividad y disposición para crear el ambiente y usar recursos disponibles. Falta de conocimientos, y de orientación al respecto

AMBIENTE PROPICIO

El ambiente ideal para estudiar, repasar, investigar, o hacer cualquier actividad extracurricular, que permita al alumno estudiar, memorizar y poder buscar la mejor manera de enfocarse en sus estudios, y comprender mejor los temas de enseñanza, tiene que tener ciertas características: 1. Un ambiente ordenado, limpio, y cómodo, 2. Un ambiente sin ruidos, olores, o colores molestos, , que sea alejado del ruido, y cualquier otro obstáculo o impedimento, bien sea visual, auditivo,

gustativo, olfativo, o que pueda influir en cualquiera de los cinco sentidos, y provocar distracción, 3. Un ambiente con luz adecuada para leer o escribir, 4. Un ambiente preferiblemente cerrado, o en caso de ser abierto, que permita, que otras personas puedan estar alejadas del espacio, seleccionado para estudiar.

ESTRATEGIAS CREATIVAS PARA ESTUDIAR MAS EFICAZMENTE Hay algunas estrategias, que se pueden emplear para poder tener mayor comprensión acerca de lo que se lee, escribe, estudia, investiga, o repasa. · Hacer cuestionarios del tema, usando sencillas preguntas y respuestas, y luego estudiarlo solo, o con ayuda de alguien, · Investigar palabras desconocidas, · Re-escribir la información, en un cuaderno, hoja, o block, que no sea de uso escolar, sino que sea usado para estudiar, · Leer los contenidos en voz alta y lentamente, para poder apreciar cada idea, · Estructurar la lectura, en párrafos, señalando las ideas principales, con un color y las secundarias de otro color, · Hacer mapas mentales, acerca del tema, · Dividir el tema general en secciones, y estudiar el contenido en diferentes etapas,

sección

por

sección,

hasta

llegar

a

comprender

el

tema

completamente, · Hacer hojas de resúmenes HABITOS DE ESTUDIO 1. Preferiblemente seleccionar un determinado horario de estudio, de manera que se haga un habito frecuente, y un horario, que no pueda ser cambiado por alguna actividad menos importante. 2. Preocuparse por tener un habito alimenticio, que no interfiera con el tiempo de estudio, 3. Si es necesario, mantenerse única y estrictamente en la actividad de estudio, sin escuchar música, deportes, o cualquier otra interferencia durante el momento seleccionado para estudiar, Seleccionar la forma de estudio, mas adecuada a la personalidad del alumno, estudiar de manera individual o grupal, de acuerdo sea el caso al que mejor se

adapte, preferiblemente, intentar cada estilo, en diferentes ocasiones, para poder aprender a ajustarse sea cual fuere la situación a la que sea expuesto luego en un salón de clase.

RELACIONES ESTRATEGICAS Hay ocasiones en las que se requiere de relaciones estratégicas que nos permitan, avanzar hacia la meta de comprender algún determinado tema, permitiendo ser ayudado por un experto en el tema, puede ser su representante, un familiar, amigo, compañero de clase, cursos, o trabajar con un tutor particular. Siempre hay que ser sensato con la selección del personal, que va a prestar apoyo en la experiencia de estudio, y evitar que sean relaciones, que lejos de promover el estudio, transforme la experiencia de estudio, en cualquier otro momento de interacción, ejemplos: - Alguien que intimide al alumno durante el tiempo de estudio, - Alguien del sexo opuesto, que resulte atractivo, - Alguien que no sabe explicar sin ridiculizar cuando no lo entienden, - Alguien que no se detiene a escuchar las verdaderas necesidades del alumno, - Alguien que se distraiga en otras cosas, y no sepa concentrarse en el trabajo de intentar facilitar el proceso de aprendizaje, - Cualquier otra persona, que interrumpa el proceso, por cualquier otro factor, interno o externo. Uso del tiempo El tiempo, es un recurso de todo estudiante, que debe ser administrado, de manera considerable y eficaz, el tiempo de estudio variara en cada ocasión, dependiendo de los siguientes factores: 1. El grado de dificultad de comprensión del tema, 2. La magnitud o extensión del contenido del tema, 3. La causa de un examen, prueba o evaluación prevista, 4. La Relevancia e importancia del tema, 5. Las características propias del alumno, en cuanto a la asignatura, Todo alumno, debe comprender que el uso del tiempo, debe estar bien administrado, de manera que se pueda llegar a alcanzar los objetivos previstos

Motivaciones personales

Siempre la motivación es un aspecto muy importante en el ser humano, de acuerdo a las motivaciones, que tiene el alumno, de esa manera se determina a estudiar, es por ello, que se requiere que cada alumno, se estimule asimismo, a establecer estímulos, que ayuden a mantenerse emocionalmente interesado a estudiar determinado tema, objetivo, asignatura o carrera.

RELACION FAMILIA ESCUELA Una relación de confianza Padres y Maestros Son los padres quienes gozan de esa relación de intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele decirse que en una familia todos educan y son educados. Son, asimismo, los padres quienes están en mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y, por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que solamente es posible, de manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores. Características de la relación Familia-Escuela El principio de subsidiariedad es el que marca esta relación. Es la familia quien tiene el derecho-deber de la educación. Son los padres quienes tienen la posibilidad de decidir acerca de las cuestiones esenciales: más, a medida que los hijos son menores. Son los padres quienes eligen el centro educativo, sobre todo en las etapas de Educación Primaria y Secundaria. Ayudan a los hijos también a elegir los amigos al situarles en determinados contextos sociales, don, de se entablan las relaciones de amistad.

Son los padres quienes, como consecuencia de su estilo de vida, relaciones, conversaciones, juicios, etc., van creando una cultura familiar que es clave en todo el proceso de maduración de la persona, de tal manera que muchos de los referentes en la toma de decisiones de las personas adultas se basan en actitudes y valores adquiridos en los primeros años de vida. Son los padres quienes gozan de esa relación de intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele decirse que en una familia todos educan y son educados. Son, asimismo, los padres quienes están en mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y, por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que solamente es posible, de manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores Y es al elegir la escuela cuando la hacen partícipe de sus deseos, ideales, valores y objetivos educativos, aunque con frecuencia no los tengan ellos mismos suficientemente definidos o explicitados. Establecen los padres con la escuela una particular relación de confianza, mediante la cual delegan autoridad, funciones, objetivos familiares, etc., en la institución a la que confían sus hijos. La relación que se entabla entre familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco de la confianza- es la escuela, corno parte de la familia, una prolongación suya, adquiriendo así su pleno sentido. Esa relación de confianza es la que determina, matiza y da forma al binomio familia - escuela, que debe estar marcado por una actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde padres y maestros establezcan una vía abierta de información, de orientación, sobre la educación de los hijos, constructiva y exenta de tensiones por el papel que cada uno de ellos desempeña.

En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden a un proyecto común de educación. Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos educar a nuestros hijos, la disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo interés, sin atender a las necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es característica de la escuela, particularmente en los niveles de Primaria y Secundaria.

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